Tú eres mi alegría / Y estaba contentísimo.

Lo que me gusta de ti (Adaptación TaeNy)
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Capítulo 97: Tú eres mi alegría / Y estaba contentísimo.

Corría y corría con todas sus fuerzas, su pulso acelerado, sus piernas ya casi débiles de tanto esfuerzo por llegar, por encontrarle y saber que estaba bien, que nada le había pasado y podrían salir de ahí.
Se sentía todo el tiempo observada y más aún cuando podía escuchar millones de susurros, casi como si aquella sala estuviera llena de personas, pero no había nadie más, sólo ella.

Se volvió, buscando entre la oscuridad que cada vez parecía más densa y espantosa; el miedo la agazapaba y el temor de no encontrarle nunca, hacía que sus pulmones se llenaran de aire y luego no lo pudiera soltar más.

Sentía que se desmayaría en cualquier instante, pero cuando pensó que tenía que seguir buscando; tropezó con un cuerpo que estaba cubierto con una sábana negra. 

-Pagarás su error. 

Por primera vez tuvo miedo de alzar la mirada, pero aún así lo hizo y sin poder detenerse. No miró su rostro, pero aún así sabía que era Nichkhun. Tragó con fuerza y observó ahora, sólo el revólver que la apuntaba y antes que pudiera hacer algo, un disparo silencioso salió del arma e iba directo a ella. Cerró los ojos, esperando sentir algo, pero lo único fue escuchar un grito desgarrador.

-¡Tiffanyyyyyyy!

Un empujón y luego oscuridad. 

-¡Taeyeon, No!

-¡Tiffany! ¡Cálmate! ¿Qué pa…? ¡Tiffany!

Intentó con todas sus fuerzas liberarse de lo que la cubría y cuando quiso levantarse, sólo se enredó más en las sábanas y rodando, cayó de la cama dándose un cabezazo contra la mesita de noche y de ésta, se cayó un vaso, derramándose todo su contenido encima de su rostro. 

-Ughh…mierda…-se quejó, agarrándose la parte de atrás de la cabeza. Los ojos se le llenaron de lágrimas, sintiéndose muy aturdida-¡Ayyy! ¡Ay no! ¡No me toques ahí!

-Lo siento-musitó Taeyeon, angustiada y cuidando de no tocarle donde se había golpeado y sólo secándole el rostro del agua que le había caído encima-Tiffany… ¿Qué pasó? ¿Qué soñaste?

Se levantó con cuidado, sabiendo que le comenzaría a partir de ese momento un gran dolor de cabeza. 

-Nichkhun… él…yo estaba en un lugar y buscaba a alguien…entonces él me disparaba, pero no era a mí, porque tú saliste y me empujaste…te disparó.

Se sentó en la cama y se recostó, cerrando los ojos para que las lágrimas no salieran. Su pulso todavía lo sentía acelerado y la angustia aún no cesaba. Taeyeon se colocó a su lado y le acarició una mejilla. 

-Él está muerto, Tiffany…

-¡Lo sé! ¡Maldición! ¡Me golpeé con la condenada mesa, pero no he perdido la memoria!-soltó, completamente de mal humor.

-Lo siento.

Su vocecita de arrepentimiento la hizo sentir como un monstruo, abrió los ojos y su mirada se cruzó con la de ella. 

-No, yo lo siento. No debí gritarte…-se tapó el rostro y compuso una cara de dolor tremenda-Iré a buscar una pastilla. 

-Yo la buscaré, quédate aquí. 

-Gracias. 

Mientras Taeyeon iba a la cocina donde estaban los medicamentos, se quedó casi entre dormida y despierta, mirando al techo. Los ojos se le cerraban solos, pero el dolor de cabeza la hacía abrirlos. Miró el reloj que tenía en la mesita de noche y sólo eran las 5:30 de la mañana.

Ese día comenzaban las clases los chicos y sería el primer día en el preescolar de Manse. Había hablado con Noah, Seth y Mike; el día anterior, para que estuvieran pendientes del niño, ya que estaría en la misma institución que ellos, pero en la sección de los más pequeños. Ahí era donde Noah y Mike habían iniciado sus estudios primarios.

Sabía que Taeyeon estaba nerviosa por su hermano, a pesar que habían hablado también con el niño para hacerle saber que estaría en un lugar donde habría más niños como él y de su edad, donde podría jugar, colorear y hacer nuevos amiguitos. El niño se había mostrado despreocupado, pero la morena no había dejado ni por un instante de repetirle al chico que cualquier problema, le dijera a la maestra y ella la llamaría para ir a buscarlo. 

También estaba que ese día, Leah se iría a Canadá con Sehun, al mediodía. La graduación de su primo Luke sería al día siguiente y ya él les había enviado los pasajes, aparte de la invitación con un amigo de ellos que vivía también en Seúl y con el que se irían también, porque él sería el guía. 

No quería pensar en lo sucedido entre su hermana y su primo, porque cada vez que le venía a la mente; sentía como si un montón de lava ardiendo le quemara en el estómago y le provocaba prohibirle a Leah que fuera a Canadá, pero entonces pensaba que aún con yeso y muletas, escaparía para irse hasta allá.

Ella le había dicho que Luke tenía novia ya y que lo que pasó ya pasó, que no tenía qué preocuparse, aparte que ella misma tenía a Sehun. Sabía que era todo un jueguito que se traía, pero por primera vez no iba a hacer nada contra eso, porque estaba segura que algún día su hermana crecería. 

Por lo menos eso esperaba.

-Aquí la tienes-dijo Taeyeon, que ya había llegado con la pastilla para el dolor de cabeza y un vaso de agua.

-Tardaste mucho-musitó Tiffany, levantándose ligeramente y llevándose a la boca la pastilla, pasándola con agua. Dejó el vaso en la mesa y se recostó de nuevo.

-Es que no las encontraba-contestó, sentándose a su lado y pasando una mano por el cabello de la pelirroja, acariciándolo-¿Cómo te sientes ahora?

Tiffany sonrió y la miró.

-¿No te parece que debemos esperar un ratito a que me empiece el efecto?-preguntó, tomando su mano.

-No me refiero a eso-rió Taeyeon, dándole un besito en la nariz-Sino a lo de tu sueño… ¿Ya te sientes mejor? ¿Vas a poder dormir?

-No quiero que te pase algo malo-dijo Tiffany, un poco nerviosa-Ese sueño no me gustó nada.

-A nadie nos gustan las pesadillas. No te preocupes, nada me va a pasar…fue sólo un mal sueño. 

Se acurrucó contra su pecho y dejó que Taeyeon le acariciara el rostro, sintiendo la suavidad de sus manos, mientras cerraba los ojos y se iba dejando vencer por el sueño.

-Tengo frío, abrázame.

Fue lo último que dijo antes de caer rendida y sentir el calor de Taeyeon al abrazarla. 
………………………………………………………

Nuevamente su celular volvió a sonar y ya no sabía quién era más insistente, si Minhyuk o Jiyong. Ambos habían estado enviándole mensajes a cada segundo. Minhyuk diciéndole que quería verlo y que deseaba saber dónde estaba, que por qué no le había respondía y quería saber si estaba escondiéndose. Le respondió que estaba ocupado y que le disculpara, pero no podrían verse porque tenía trabajo y tarea. 

Por otra parte, Jiyong le llamaba cada cinco segundos para saber a qué hora llegaría al trabajo, porque tenían un montón de documentos que redactar. El chico se había vuelto en su peor pesadilla, porque no dejaba de acosarlo con trabajo y más trabajo, diciendo que él era su jefe y que tenía que hacerle caso. Sabía que se estaba vengando por todos los años que le hizo pasar algunas vergüenzas en el instituto, que no eran más que bromitas tontas comparadas con las pesadas de Nichkhun, que sí le hacían sufrir al muchacho.

Sin embargo, dejaba que Jiyong pensara que podría dominarlo, porque así sentía que se disculpaba por los años de meterle la cara en el pastel de cumpleaños, beberse su jugo cuando éste no miraba o echarle picante extra fuerte mezclado con un potente afrodisíaco en sus emparedados. Nichkhun se encargaba de hacerle pasar penurias verdaderamente tormentosas, de las que luego Tiffany tenía que defenderlo. 

Esa vez era Jiyong y suspiró un poco más tranquilo, porque no era Minhyuk. Le contestó con un breve “Aún no salgo de la clínica, Kang. Tranquilízate y tómate tu doceavo café. Tu buen amigo y mejor trabajador, Minho” 

Sonrió al mandárselo y Rob volteó a mirarlo. 

-¿Nuevamente el pesado de Jiyong?-preguntó, divertido.

-Sí…está un poco paranoico con que Tiffany lo va a despedir, si no entrega los archivos hoy antes del mediodía-contestó Minho.

-¿Y por qué piensa eso? No creo que Tiffany sea capaz…

-No le despedirá por una tontería como esa. Además que no sabe que ese trabajo ya está hecho…-sonrió, con su típica cara de haber hecho una travesura-Y…Tiffany ya me dijo ayer que eso no era para hoy, sino para la semana que viene. Sólo dejo que Jiyong se traumatice un poco.

-¡Malvado!-rió Rob, sorprendido-¡Dijiste que no le atormentarías más!

-¡Hey! Sólo es una pequeña bromita, para no perder la costumbre-se defendió, frunciendo el ceño-Además no es tan grave…sólo que me encanta como se pone de histérico. Es muy cómico. 

-Te ríes a costa de él, pobrecito.

-¡¿Pobrecito?! ¡Pobrecito yo! ¡Que sufro bajo su yugo explotador! Anoche me viste haciendo ese montón de trabajo, aparte de lo que mandaron en la uni... ¿Quién diría que Kang sería uno de esos que se vuelve loco con sólo darles un poquito de poder? 

-Es tu jefe, tiene más poder sobre ti.

-El poder es sobrevalorado. Sólo dejo que piense que lo tiene y así hacerlo feliz.

-Seguro que ya te tiene dominado y tú dices eso para tapar la verdad, porque te duele reconocerla. 

Minho entrecerró los ojos, como si estuviera ofendido y se acercó a él, muy cerca de su rostro.

-Lo que me va a doler ahora son los labios, si no me besas en este mismo momento… ¡Ay ay ay…!

Dicho y hecho, Rob atacó con toda la pasión y emoción, sintiendo como rápidamente Minho asaltaba con su lengua y chocaba con la suya, causándole una oleada de excitación tremenda.

Sabían que había bastantes personas ese día y les estaban mirando, pero la importancia que le daban a eso, era nula. Sólo fue hasta que un carraspeo y una tos, llamó su atención y tuvieron que separarse, viendo en ese momento a Kyungmin; quien le dirigió una mirada de disgusto a Minho. 

-Lo siento, doc. Es que estábamos en una de ejercicios-dijo Minho, sonriéndole. 

-Me parece bien que ejerciten, sólo espérense a estar solos ¿No?-contraatacó Kyungmin, algo irritado.

-¿Usted se esperaría a llegar a su casa, para darle un beso a quien ama?

Los colores se le subieron al rostro en lo que se tarda en pestañear. Quiso no pensar en Minhyuk, porque le dolía, pero aún así se mantuvo sereno y tranquilo para no perder la calma que tanto deseaba. 
Rob miró a Minho y luego al doctor, notando una especie de tensión entre ambos, que le descolocaba. 

-La joven ya está lista para ser inseminada, ¿Desean tener el honor de ser ustedes los que depositen el esperma? Dado que serán los padres, pensé que podrían, pero antes le pregunté a ella si tenía alguna objeción y dijo que no, que incluso le parecía excitante la idea.

-Yo sí quiero-se apuntó de inmediato Minho, levantándose de un salto-¿Vamos, Rob?-preguntó, mirando a su novio.

-Uhh…es que…yo no sé…yo nunca he…

-Les explicaré a ambos como hacerlo, no se preocupen-dijo Kyungmin, mirando su tabla de anotaciones-Será sencillo y rápido. ¿Vamos?

-Sí, vamos.

-¡Esperen!-los detuvo Rob, angustiado-Es que yo no…me da…vergüenza…con ella, con la muchacha. No quiero molestar.

-¡Oh vamos, Rob! ¡No seas mojigato! ¡No es como si fueras a hacerlo con ella!

Minho le tomó de la mano y lo haló con fuerza para que caminara con él. Le dio un beso en la cabeza y le pasó la mano por el hombro.

-Lo harás bien-susurró en su oído. Rob sonrió, asustado.
……………………………………………….

-Bienvenida sea, señorita Kim-saludó la maestra amablemente y con una gran sonrisa-¿Este es el pequeño Manse?-preguntó, mirando al niño que iba agarrado de la mano de la morena.

-Gracias. Sí, es él…Manse, saluda a tu maestra. 

El niño alzó sus expresivos ojos ónices y miró con curiosidad a la mujer enfrente que, ahora se acuclillaba para ponerse a su altura y ofrecerle la mano.

-¡Hola, Manse! ¡Mucho gusto en conocerte! Mi nombre es Paek Jimin y seré tu maestra y amiga.

Miró atentamente a la maestra y después de unos segundos, le dio la mano y rió, contento. A la vez que miró a su hermana.

-Eres muy bonita, maestra-saludó sin dejar de reír, risueño. 

-Gracias, Manse-le guiñó un ojo a su alumno y le mostró a los demás niños que ya habían llegado y que no dejaban de mirar a Taeyeon, muy sorprendidos-Ellos son tus compañeritos de clase. ¿Quieres ir con ellos a jugar? 

Manse rió, arrugando su pequeña nariz y asintió, mordiéndose ligeramente su labio inferior.

-Anda pues. 

A la morena le costó soltarlo y dejarlo ir solito con los niños, pero vio que se acercó a una niña y un niño que jugaban con unos tacos de colores, haciendo una montaña con ellos y cuando a estos se le cayeron, los tres rieron a carcajadas. 

-Estará bien, señorita Kim. No se preocupe. Muchos padres vienen aquí con sus hijos la primera vez y sienten el mismo temor de dejarlos solos y que los niños se sientan tristes; porque no quieren que piensen que los abandonan. Aún así, los chicos se divierten mucho. Aquí contamos cuentos, cantamos canciones, les damos libros y hojas para que pinten…la pasan bien. No soy yo solamente, está también otra maestra que ya debe venir por ahí. 

Taeyeon sonrió y asintió, algo cohibida.

-Entiendo, pero es que…hace nada que descubrí que lo tenía, que tenía un hermanito y…-rió, sintiéndose tonta. La maestra rió con ella también-Seguro ya sabe de todo esto.

Ahora el turno de sonrojarse, fue de la maestra.

-No puedo mentirle. Algo he leído, sí-admitió, apenada.

-Bueno, pues…es eso. Él es la única familia de sangre que me queda y…debo protegerlo. Murió su madre y él…a veces llora por ella, muchas veces está jugando solamente y comienza a llorar o preguntar sobre la muerte…

-Los niños de esa edad no comprenden del todo lo que es la muerte, pero poco a poco lo van entendiendo como algo sin remedio.

Las risas le llegaron de nuevo y ahora le vio comenzando a hacer una segunda montaña de tacos, con ayuda de los dos niños que estaban con él. 

-Los hermanos de mi novia y mi hijo, van a estar pasando a verlo para ver cómo está. 

-¡Ah, sí! Estaré pendiente. 

-Será mejor que me despida de él ¿No?

La maestra sonrió y le dio espacio, mientras que recibía a los otros padres que venían igualmente con sus niños.

Se acercó a su hermanito y él, al verla, le dio uno de los tacos a su compañerito y corrió hacia la morena.

-¿Te tienes que ir?-preguntó Manse, ladeando la cabeza tal como hacía Tiffany. Sonrió, porque la había visto a la pelirroja enseñarle al niño a hacer ese conocido gesto. 

-Sí, pero volveré al mediodía a buscarte-contestó Taeyeon, conteniendo las lágrimas y cuidando que su voz no se quebrara. 

-¿Me lo prometes?-alzó su manita, mostrando su dedo meñique en señal de promesa y Taeyeon lo enredó con el suyo. 

-Es una promesa. 

El chico la abrazó con fuerza y ahí sí que no pudo aguantarlo más, comenzó a llorar a lágrima suelta mientras Manse le hacía caricias en la espalda. Al separarse y ver sus lágrimas, puso una carita triste y le secó el rostro a la morena.

-No llores, yo te prometo que me portaré bien y haré caso a la maestra. Nos vamos a ver dentro de poquito ¿Cierto?

Recibió un besito en su nariz y fue tan chiquitito, que le arrugó el corazón. Aún así, se sentía entre feliz y triste. 

-Sí, nos veremos dentro de poco. Gracias por prometerme que te portarás bien. ¿Recuerdas lo que hablamos en casa?

-Sí, que si un niño me molesta, le diga a la maestra para que lo regañe-recitó.

-Exacto. Eres muy inteligente.

-Te quiero mucho, hermanita-la abrazó, nuevamente y dándole pequeños besitos en la frente. 

-Yo también te quiero mucho, mucho, mucho-dijo, con la mandíbula ya adolorida de tanto que intentaba sostener el llanto-Pórtate bien. 

La campana que señalaba el comienzo de las actividades escolares, hizo que su corazón diera un vuelco y que las lágrimas que antes salían como cascada, se incrementaran, casi pareciendo un diluvio.

Manse se despidió con otro abrazo y pidiéndole que no llorara más, porque sino se sentiría triste. Intentó detener el llanto, sonriéndole y él pareció quedarse tranquilo con eso. 

Salió del salón y se tapó el rostro para ocultar inútilmente las lágrimas que seguían saliendo. La angustia de dejar solo a Manse no la dejaba en paz, sabía que había más niños ahí con los que él jugaría y estaría entretenido, pero de todas formas esa sensación de miedo de que luego se sintiera mal, la asustaba. 

-¿Taeyeon?-era Tiffany, la sintió acercarse y quitarle las manos del rostro. Cuando vio sus lágrimas, comprendió todo y la morena se abalanzó a su cuello para abrazarla.

Le rompió el corazón verla así.

-¿Vamos a tomar algo?-ofreció la pelirroja-Para que te calmes.

Taeyeon asintió, pero antes volvió a abrazarla una vez más.
………………………………………………………… 

-¡Deja de reírte! ¡Joder! ¡Que dejes de reírte!-le pegó varias veces en el hombro-¡No te ríasssssss! 

-¡Ay ya ya pues! ¡Está bien! No me río.

-¡No te rías!

-No, ya. Listo.

Apretó los labios para evitar seguirse cagando de la risa, pero cuando se puso rojo y la cara de constipación era tan grande que la risa comenzó a salirle por sí sola por entre los labios como un silbido, que trató de ocultar con una tos que claramente era la carcajada.

-¡QUE NO TE RÍASSSSSSSSSSSSSSS! ¡Minhooooooo! 

-¡No me estoy riendo!-exclamó él, haciendo que Rob le sacara el dedo grosero-Quiero decir…-s-sí…me estoy rieeeeen… ¡Ay Dios! ¡Es que tu cara!... ¡Y la muchacha!

Siguió carcajeándose sin poder detenerse, porque cada vez que recordaba el momento en el que Rob intentó introducir un poco del esperma en la muchacha durante la inseminación y se había confundido de “huequito”. Hasta Kyungmin, que estaba particularmente serio ese día, se había reído un poco. Al final, Minho había tenido que terminar el trabajo. 

-¡Suficiente! Detente aquí, me voy solo a casa-dijo Rob, enfurruñado y ya algo molesto.

-Rob, por favor, sólo fue una anécdota. No tienes de qué…

-¡Te dije que me dejes aquí, Minho!-cortó, ya empezando a enfurecerse. 

-Mira, te prometo que…

-¡Si no te detienes me voy a lanzar del auto y si me mato, será tu culpa!

Frenazo tremendo. Un montón de cornetazos detrás de ellos comenzaron a sonar, a la vez que miles y miles de groserías les gritaban desde afuera. 

-¡Minho! ¡¿Qué haces?! ¡Estamos en medio de la autopista!-gritó Rob, histérico. Parecía a punto de darle un colapso.

-Me dijiste que me detuviera aquí mismo o sino te lanzabas. Sólo obedecí-musitó Minho, haciéndose el inocente.

-¡Maldito hijo de tu puta madreeeeeeeeeeeeee! ¡Atravesado de mierda!-gritó un hombre desde afuera y Minho le mostró la Britney-señal. 

-¡MINHO! ¡QUÍTATE DEL MEDIO!-gritó Rob, angustiado y mirando a todos lados-¡Joder! ¡Nos van a empotrar el auto por detrás!

-Pero, tú dijiste…

-¡Sólo haz lo que te digo! ¡Nos van a mul…!

Toc toc. 

-Por favor, bajen del auto y me muestran los documentos de identidad y los papeles del vehículo. 

Como si Rob lo hubiera invocado. Una patrulla de la policía de tránsito se había detenido detrás de ellos y uno de los agentes, estaba afuera esperando que salieran. Rob pensó que se desmayaría.

Minho sonrió a su novio y le guiñó un ojo, comenzando a revisarse los bolsillos para buscar sus documentos.

-¿Sabe dónde se ha detenido, Señor Horvejkul?-preguntó el agente, luego de mirar los documentos-¿Sabe que esto es vía rápida y los autos vienen a gran velocidad?

Rob también salió del auto y rogó porque Minho no respondiera lo que pensaba que respondería.

-Si usted no me dice que es una vía rápida, ni me entero.

Evidente sarcasmo y “La puta madre que lo parió” pensó Rob, pellizcando ligeramente en su brazo.

-No estoy para bromas, Señor-dijo el agente, sin reírse-¿De quién es el auto?

-Minho, por favor…-suplicó Rob, para que no dijera alguna de sus cosas.

-Es mío. Lo compré hace un mes, aproximadamente…Señor agente, mire…

-¿Tiene drogas? Estupefacientes, marihuana, Crystal Meth, Ecstasy…

-Minho…

-Si tuviera, lo negaría-contestó Minho, pedantemente-Así que sólo revise cuanto quiera. Lo único que he hecho ahí es pasarla rico con mi novio. No creo que sea un delito eso ¿O sí?

-Estamosjodidosestamosjodidosestamostanhorriblementejodidos…Iré a la cárcel…maldita sea…

El agente terminó de revisar el auto y luego de olisquear el ambiente, buscando algún indicio de aroma a porro, no encontró nada sospechoso. Se acercó a Minho y se cruzó de brazos.

-Bueno… ¿Me dejará ir o es delito hacerlo con mi novio en el auto?

Rob ya no sabía dónde meter la cara, rogaba a todos los santos que conocía, a todos los dioses que pudieran existir o que existirían pronto, que no pasara a mayores. 

-Depende-murmuró el agente.

-No ha sido en la vía pública, se lo aseguro. Si es lo que está pensando.

-No tengo pruebas de eso.

-Y yo no puedo dárselas, lo siento.

-No sé si dejarlos ir, Señor Horvejkul. Han estado burlándose de mí.

-Yo nada más respondo sus preguntas, señor agente. Si usted las toma como burla, no es mi problema.

-Minho, cállate-susurró Rob, casi llorando-Por favor, cállate…

-Deberías hacerle caso a tu novio, Horvejkul. Mientras más hables, más te hundes. 

-Ya no puedo estar más hundido. Todas las noches me hundo, si usted sabe lo que quiero decir. 

El agente sonrió por primera vez. Una que Rob no vio, porque estaba ocupado reteniendo las lágrimas; pero que Minho sí observó y rápidamente la reconoció.

Varios años atrás, el boludo que siempre perseguía a su hermano como un acólito a todos lados.

-Bien, Horvejkul. Tú me dirás qué hacemos…-dijo el agente, sin poder ya disimular lo divertido que se encontraba-podemos permanecer aquí todo el día y toda la noche. Yo no tengo ningún problema. 

-Dígamelo ¿No es usted quien imparte los castigos? Yo tampoco tengo problema.

-¡Minho! ¡Maldición!

-Aunque mi novio, puede que eso lo traumatice. Usted dirá.

El agente mostró los papeles y los documentos a Minho y luego los guardó en su bolsillo. 

-Está bien. Les dejaré ir…

-¡Gracias a Dios! ¡Gracias a…!

-Pero antes tu novio tiene que hacerme un trabajito-dijo el agente, mirando a Rob-Si quieren irse, claro está.

-¿Qué traba…? ¿Qué trabajito? No entien…

Miró el rostro de Minho y por su semblante, lo supo. Miró al agente y quiso golpearlo. 

-Trabajito en especias…

-Tú decides, Horvejkul-lo observó con cara de vicioso y se rascó la barbilla-Tienes cara de que te gusta la acción. 

-¿Ustedes se conocen?

-Prefiero la multa, Harlington.

-Irás preso por desacato. Tú y tu novio. 

-Entonces cumpla con su deber. No querrá que esto pase a Mayores. 

Minho puso las manos atrás y esperó que el agente le pusiera las esposas.

Maldito Minho y la puta que lo parió.
……………………………………………………………..

Tiffany dejó de escribir en la computadora y miró con sorpresa a Jong, que acababa de entrar a su oficina.

-¿Qué pasó?-preguntó, alarmada.

-Se lo llevaron preso…

-¡¿QUÉ?! 

-A él y a Rob-completó Jong-Iré a buscarlo. 

-¡Pero, espera!-exclamó Tiffany, dando un salto-¿Qué fue lo que hizo? ¿Por qué…?

-Detenerse en plena vía pública a tener o y desacato a las órdenes policiales. 

-¿o? ¿o en la vía pública?

-Bueno… “Situaciones indecorosas, actos que atentan contra la moral y blah blah blah...” Es equivalente a o…y no te hagas la inocente, Hwang. Ya le conoces-respondió Jongwook, agarrando su maleta-Tengo que ir a sacar de su cuenta el dinero para pagar la fianza. Vámonos. 

-¿Vámonos?

-Dijo que tú sabías la clave secreta y el número. Que no lo iba a dar por ese teléfono, por si lo tenían intervenido. 

-¿Yo sé su…? ¡Ah cierto! Sí la sé.

-Vamos, entonces. 

-No, espera…-dijo ella, sacando un papelito y escribiendo en él la clave y el número de cuenta-Estos son. No los pierdas. Cuando lo saques, dile de mi parte que es un idiota. No puedo ir a eso ahora, porque en un rato me voy a lo de Leah.

-Entendido…Minho, un idiota…listo. Nos vemos, pelirroja. ¡Ahh! Y mándale saludos a Leah de mi parte.

-Dale, chau.

Comenzó a ordenar su escritorio y a guardar sus cosas en su bolso. Le llegó un mensaje de Leah en el que le decía que ya estaba casi lista, pero que aún tenía que esperar que llegara Sehun. Miró su reloj y vio que le daba un tiempo para buscar a Taeyeon en el ensayo y así poder ir directo a buscar a los chicos. 

Sonrió, pensando que seguramente la morena estaba tan ansiosa y viendo una y otra vez el reloj, para poder ir a buscar a su hermanito. Recordó cuando la había visto salir llorando del salón de Manse y como le partió el corazón verla así tan angustiada por el primer día de clase del niño. Luego de ahí, habían ido a comprar unos jugos en un Kiosco de la esquina y regresaron al auto, donde se quedaron un rato más, esperando que Taeyeon se sintiera un poco mejor. 

“¿A qué hora sales? Ya son las 11:30” 

Viendo ahora su mensaje de texto, sonrió. No había tardado nada en “recordarle” que Manse todavía seguía en el preescolar. 

“Ya salgo. Deja el desespero. Los chicos todos salen a las 12:40. Aún tengo que buscar a Leah y a Sehun para que se vengan directo con nosotros. Te amo”

Guardó su celular en el bolso y echándoselo al hombro, salió de la oficina y cerró con llave. Entró al ascensor y marcó el botón del estacionamiento, pero cuando las puertas se iban a cerrar, una mano detuvo el proceso.

-¡Tiffany!

-Hey, Ji… ¿Cómo vas?-saludó Tiffany, volviendo a revisar otro de los mensajes de Taeyeon.

El interpelado, muy ajetreado y con cara de preocupación entró con ella y las puertas se cerraron. 

-Casi no te alcanzo…es que quería decirte que Horvejkul no ha llegado. Le he mandado mensajes pero no me los responde y…

-¡Tae, ya voy saliendo! ¡Deja la desesperación!... Lo siento, Ji, déjame un segundo ¿Sí?

El celular de Tiffany había vibrado y al atenderlo, había interrumpido la perorata de Jiyong; dejándolo algo picado. Sin embargo, suspiró y asintió para que siguiera hablando con su novia.

-Mira, ya voy bajando del ascensor…Sí, voy hacia la camioneta…Jiyong está conmigo, si quieres te lo pongo para que le preguntes y…dale, está bien, cálmate ¿Sí?...Los chicos lo cuidan, todos lo cuidan. Él está tranquilo….bien, un beso. Te amo.

Sonrió, colgando el celular y accionó el control para que las puertas de la camioneta se abrieran, mientras que Jiyong la seguía de cerca.

-Siento haberte interrumpido, ¿Qué decías antes de todo esto?-preguntó la pelirroja, encendiendo el auto.

Jiyong se apoyó en la puerta, ligeramente, poniendo cara de autocompasión.

-Es Horvejkul, Tiffany…es él…es que él…

-¿Qué hizo ahora?

-¡¿Qué NO hizo?! ¡Querrás decir!-exclamó, molesto-Le dije que llegara temprano, Tiffany. Se lo dije, se lo repetí miles de veces…En la mañana me llama diciéndome que no puede venir temprano y que será un poco más tarde, porque tenía que hacer no sé qué cosa de una inseminación…

-Ajá, sí, lo sé.

-¡Bueno, es eso! ¡Que no aparece, Tiffany! ¡Le he enviado mensajes y no responde! ¡Tenía que venir para terminar el trabajo! ¡Pero es tan inútil como siempre lo ha sido, que…!

-¿De qué trabajo me hablas?-preguntó Tiffany, algo perdida.

-¡Del trabajo! ¡El de los archivos!-exclamó él, desesperado y casi al borde de la locura-¡Tenía que estar listo para hoy y entregárselo a Song para que lo revise y luego que pasara a tus manos para firmarlo! 

La cara de estupefacción de Tiffany era realmente graciosa, pero para Jiyong era desesperante.

-Mira…en primer lugar, no sé de dónde sacaste que eso era para hoy…

-¡Era para ayer! ¡¿Cierto?!

-¡NO! No era para ayer, ni hoy, ni mañana… ¡Vamos, que ni siquiera es para esta semana! ¡Es la otra!

Jiyong enrojeció de la arrechera que sintió, como si miles de dagas se le incrustaran en el trasero y como si hubiera tragado bachacos vivos del Amazonas Venezolano. 

-Maldito Minho, lo mataría con mis propias manos de tenerlo enfren…

-En segundo lugar…-continuó Tiffany, sin prestarle atención a los juramentos de homicidio hacia

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Comments

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ignacia12 #1
Chapter 111: Me gusto mucho la historia es genial.
yoonalim__ #2
Chapter 6: Sejauh ini blm ada perkembangan
yoonalim__ #3
Chapter 5: Apakah alex undang taeyeon juga
yoonalim__ #4
Chapter 4: Adik tiffany selusin apa
yoonalim__ #5
Chapter 3: Taeyeon lu baru ngeliat tiffany sudah langsung jatuh cinta
yoonalim__ #6
Chapter 2: Tiffany bertabrakan dengan Tae
yoonalim__ #7
Chapter 1: Oke
yoonalim__ #8
Sepertinya menarik
ana2381 #9
Lo he leído más de una vez. Es mi favorito, encabeza la lista.?
lizbsol
#10
Chapter 111: Estupendo, brillante no se que mas decir