Capítulo 48: Comienzo del Final

-¡Vale, vale, yo puedo levantarme solo, Rob!

-¡Sólo déjame ayudarte! ¡Ahorita casi te caes!

-No es cierto, sólo fue que…

-Nada, nada. No seas idiota y dame la mano.

Minho gruñó fastidiado y le dio la mano al chico, Rob lo agarró con fuerza y haló hacia sí mismo para que Minho se levantara. 

-Me siento un lisiado…

-Cierra la boca.

-¿Por qué si no qué?-preguntó Minho, alzando una ceja.

Rob sonrió levemente y alzó una ceja también. 

-Te la cerraré yo mismo.

Un calor se extendió por todo su cuerpo y cuando Rob haló de nuevo para que se mantuviera en pie, quedaron a un palmo de distancia sus rostros. Rob tragó con fuerza y Minho frunció el ceño, a la vez que sonrió de una forma tan y que Rob quiso morirse ahí mismo. Fue instantáneo, la mirada de Minho bajó hacia sus labios y Rob jadeó, excitado, se había encendido y tuvo que apartarse, completamente rojo y avergonzado, por lo que le había pasado, poniéndose de espaldas para que Minho no lo viera.

-Rob…

-Lo siento mucho, llamaré a Tiffany o a alguien para que te ayude-interrumpió Rob, conmocionado y hablando atropelladamente. Intentó salir, pero Minho lo detuvo por el brazo.

-¿A dónde vas?-preguntó, confundido.

-Al baño…tengo que ir al baño, me han dado ganas de hacer pis.

Rob abrió la puerta y salió corriendo, ante la mirada atónita de Minho. Sentándose de nuevo, pero esa vez en la silla, comenzó a ponerse los zapatos con cuidado, mientras pensaba en aquella sensación tan extraña que le produjo estar tan cerca de su amigo. Era como si de pronto no quisiera que se alejara jamás.

La puerta se abrió y alzando la mirada, vio a Tiffany parada enfrente suyo y con una leve sonrisa en su rostro.

-Hey... ¿Cómo estás?-saludó, feliz de verla.

-Bien-mintió, ella-¿Y tú? Rob vino a decirme que hace rato casi te caes porque te mareaste.

-Bah, exagera. No fue así, es que me enredé con los pies-dijo Minho, levantándose. Tiffany lo miró alzando una ceja-vale, si me mareé, no fue gran cosa tampoco. Estoy bien.

Tiffany se acercó y mordiéndose el labio, vio una oportunidad de besarlo. Se acercó y él la miró, sonriendo confuso.

-¿Pasa algo?-preguntó, sin comprender.

-Minho, yo…

Se detuvo, sintiendo miedo, miró a sus ojos y respiró profundamente. Minho le tomó la mano.

-¿Qué? Dime…

-Yo…no puedo.

Tiffany volteó de inmediato para retirarse, pero la mano de Minho la detuvo y la jaló con fuerza hacia él, cubriéndola con sus brazos. 

-¿Qué querías decirme?-insistió, mirándola con insistencia.

-Nada, es que…

-¿Qué?

-No puedo.

-¿No puedes qué…?

Tiffany iba a besarlo de una sola vez, pero de pronto se abrió la puerta y por ella entró Leah. Minho soltó a Tiffany de inmediato y se colocó de espaldas.

-Vaya…no pierden tiempo.

-Le…

Ni siquiera logró parpadear cuando ya Leah había cerrado la puerta de golpe. 

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-Taeyeon…Taeyeon…basta. Sigues distraída ¿Qué te pasa? Comienza de nuevo.

-¿No podría descansar?

-No, ya has descansado 4 veces en el día de hoy. Concéntrate, inspírate, cierra los ojos si quieres y piensa en algo que te de energía. Sé que puedes, dale…

La música comenzó a sonar de nuevo y tal como le dijo Heechul, cerró los ojos, intentando concentrarse lo mejor que podía. Enseguida le vinieron imágenes de Tiffany besándola con furia, como si se fuera a acabar el mundo. Comenzó a cantar y sintió enseguida los ojos llenándosele de lágrimas, pero igual siguió, mientras seguía recordando una y otra vez sus ojos marrones y su manera de reír, su ladeado de cabeza que tanto la mataba y sus labios.

De pronto fue como si su corazón se llenara aún más de sangre y comenzara a latir con más fuerza, sentía como si la adrenalina corriera y le diera más ganas de seguir.

“A pesar de todo y lo que pase de ahora en adelante, no dejaré de sentir esto que siento cuando te tengo tan cerca, lo que siento cuando te tengo lejos…lo que siento ahora mismo…Nunca dejaré de amarte” 

Le creía, le creía totalmente y estaba segura que siempre sería así, a pesar de todo. 
La música dejó de sonar y quitándose los cascos, abrió los ojos y vio por la ventana los rostros de Heechul y los demás chicos que trabajaban ahí. Parecían conmocionados.

-Lo hice mal…lo sé, disculpa, Heechul…vuelve a poner la música y…

Heechul abrió la puerta y entró, lanzándosele y abrazándola con fuerza. Taeyeon se quedó confundida y miró a los demás, quienes enseguida se encogieron de hombros, luego miró el rostro de su manager y vio que sonreía.

-Siento que te amo, Tae. Eres tan genial.

Taeyeon frunció el ceño y por un instante pensó que se había vuelto finalmente loco. 

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Había logrado que finalmente Jongwook la dejara ir a la oficina, pero él la había llevado en su auto, porque no había accedido a dejarla manejar. Había querido ir, más que todo para prepararse mentalmente para la próxima vez que intentara besar a Minho, pero también para mantener su cabeza ocupada e intentar no pensar en Taeyeon. Ya había agarrado su celular en varias oportunidades para llamarla, aunque sea para escuchar su voz, pero las veces que marcaba y esperaba, salía la voz de una operadora diciendo con un tonito muy impersonal, que el celular estaba fuera de cobertura. Eso le dio mala espina.

Llamaron a la puerta y diciendo un breve “adelante”, se abrió, dejando paso a Jiyong. El chico la miró y sonrió, Tiffany le sonrió brevemente también y él se acercó y le dejó los documentos en el escritorio.

-Veo que ya poco a poco vas regresando-comentó Jiyong, metiendo las manos en los bolsillos.

-Sí…supongo que sí-contestó Tiffany, distraídamente-¿Esto es lo de…?

-Sí, es lo de Hyeon y quiere que sea para ya-dijo Jiyong.

-Bueno, dile que no sea estúpido y que cuando lo tenga listo se lo enviaré con mi asistente-respondió Tiffany, fastidiada.

-¿Y si me pega por decirle eso? Es bastante grandote, ¿Sabes?

-Le pegas tú también, le dices que es de parte mía y que si quiere quejarse, que venga y lo despido-replicó Tiffany, con simpleza.

Jiyong la miró y no pudo hacer más nada que reírse. Tiffany le entregó un folio y él lo tomó.

-Eso es para Bang.

-Vale, nos vemos, Tiffany.

-Sí…

Jiyong salió y cerró la puerta. Tiffany comenzó a revisar los documentos que le había entregado Jiyong y cuando ya los iba a firmar, recordó un detalle. 

“Yo siempre leo las letras pequeñas, niña tramposa” 

Se lo había dicho Taeyeon en una oportunidad y no pudo evitar sentir escalofríos. No podía creer que hasta para ese tipo de cosas la recordara, sonriendo brevemente por eso. Tomó atención a lo que tenía en la mano y comenzó a leer, cada vez frunciendo más el ceño. 

-Maldito hijo de puta…

-Hey… ¿Y esa palabrota? ¿Pasó algo?

Alzó la mirada y vio a Jongwook entrando, sonriendo. Tiffany dejó el documento en el escritorio y gruñó de rabia.

-Mira eso-dijo, señalándole los papeles.

Jongwook tomó los papeles del escritorio y los leyó, igual que unos segundos antes que a Tiffany, comenzó a fruncir el ceño y finalmente los dejó en el escritorio.

-Eso es…

-Quiero que me lo despidas ya mism