Capítulo 95: What a difference a day made / [You Come In] Burned

-Sí.

-¿Sí?

-Sí. 

-¿Estás completamente segura?... quiero decir, es que…parecías tan preocupada y dudosa…

-Y sigo preocupada-aseguró Taeyeon, dejando su vaso de jugo en la mesa-Quien sea que ha estado mandándome mensajes, no lo ha vuelto a hacer desde hace un par de días… eso igual me genera suspicacia, pero…quiero ir, Heechul…quiero ir a ese homenaje.

Heechul se levantó un poco y por encima de la mesa, se acercó a Taeyeon para darle un beso en la frente, completamente feliz. 

-¡Te adoro!-exclamó, emocionado-Gracias por aceptar esta oportunidad, Tae. Te prometo que habrá toda la seguridad existente para protegerte a ti, a tu bebé y a tu familia... Porque ellos van, ¿cierto? 

Taeyeon asintió y sonrió. 

-De eso te quería hablar, esa es la condición para que yo vaya. La seguridad tiene que ser inmensa, no se debe escatimar en gastos, porque no es sólo mi familia; es toda la gente que paga una entrada y van a ir a ver el Concierto. No les voy a poner en riesgo si existe una probabilidad de bomba…si se sabe que hay algún problema, es mejor cancelar antes que lamentar.

-Bomba, Tae…estás…

-No, no estoy exagerando. Es en serio y ya te he mostrado los mensajes y las cartitas. 

Heechul miró a su alrededor, removiéndose incómodo en su asiento. Buscó con la mirada en el cafetín a Kwang, Ernie; el nuevo guardaespaldas y sustituto temporal de Leeteuk, y a los otros 3 hombres que vigilaban, pero encubiertos. Estaban todos, pero aún así, le molestó un pensamiento.

-¿Crees que lo que dice en esos mensajes es cierto?-preguntó, apenas moviendo los labios-Es decir…podría estar sólo exagerando…

-¿Te parece una exageración la dinamita en casa de Tiffany? Es real, Heechul-repuso Taeyeon, preocupada-Si exagera ahora en sus mensajes o no, realmente no me interesa; sólo quiero saber quién es y acabar con esto de una vez. No voy a dejar de temer nunca por los míos. 

-Entiendo…-rió, nerviosamente, acomodándose los lentes y tamborileando los dedos en la mesa-Digo…yo también haría lo mismo que tú.

-¿Has conseguido algo?

-No, se ha hecho algo peliagudo, porque los mensajes son de distintos números de celular y cuando se intenta rastrear a quién pertenecen, estos son reportados como robados y se bloquean. Las cartas…eso es otro cuento…-Heechul hablaba en el tono de voz más bajo que podía-Nadie sabe quién puso esas notas en tu casilla de correo, porque todas las cartas dirigidas a ti, pasan por un rastreo…

-¿Están revisando mi correspondencia privada?-preguntó Taeyeon, alterada-¿Sabes que eso es delito federal y…?

-¡Hey, hey, detente ahí, Kim! Quien recibe y pone las cartas de tus fans en la casilla, no las abre y las lee, ninguna de tu correspondencia es violada, pero si se pasa por una prueba para evitar algo que sea peligroso…

-Maldito miedo este que tienen de los terroris… 

-No hablo de terroristas-atajó él-Hablo de sobres que contengan estupefacientes o algo así que pueda hacerte daño. Además… ¿Qué importaría si la abrimos? Te estamos protegiendo ¿O no? 

-Bueno sí, pero no justificaría…las notas fueron “inofensivas” en lo que se refiere a que no contenían estupefacientes y cosas así.

El mesero, que había sido llamado con señas por Heechul, se acercó y dejó la cuenta en la mesa. 

-No, deja, yo pago-detuvo a Taeyeon al ver que había sacado dinero-Es por aceptar ir a España. 

-Bueno…-Taeyeon guardó su dinero-Pero ya sabes con qué condiciones.

-No te preocupes, eso está asegurado. Los chicos de Valencia me prometieron la mejor seguridad y la vamos a tener, así que tranquila.

-Eso espero…

-Gracias-musitó Heechul al mesero y agarrando la llaves de su oficina, se levantó al tiempo que Taeyeon-¿Le has dicho a Tiffany?

-Por supuesto, ella me ayudó a decidirme…

-No, no hablo de eso-cortó Heechul, haciéndole una vaga seña a Kwang y a Ernie para que les siguieran-Tenía entendido que no querías decirle sobre lo de las notas y todo eso.

-No, no le he dicho…no quiero preocuparla.

-¿Preocuparla?-preguntó, leyendo un mensaje en su blackberry-Deberías decirle igual, porque… joder…luego hablamos, me tengo que ir-guardó el aparato en el bolsillo y le dio un beso en la mejilla.

-Chau, pues…

Heechul salió corriendo por el pasillo, casi tropezando y entró al ascensor que en ese momento casi cerraba sus puertas.

-Tú dirás, Tae.

Miró a Kwang y a Ernie, que se habían quedado esperándola. Pensó en Leeteuk y se preguntó cómo estaría, sabía que en dos días regresaba para tomar el lugar de Kwang, quien esa vez sería el que se iba por una semana de descanso y entraría uno de los grandulones chicos que trabajaban para Byungchul y que haría las veces de muro de acero para que nadie se acercara demasiado con segundas y malas intenciones. Ernie y Kwang eran los que se encargarían de sacarla de posibles líos y tumultos, con la mayor rapidez y agilidad. 

Se fijó en su reloj y sacando su celular del bolso, lo encendió de nuevo. Tenía 2 llamadas perdidas y 1 mensaje de texto de Tiffany. 

“Tae, en cuanto leas esto, llámame” 

Frunció el ceño, sintiendo repentinamente un susto, y presionó el marcado directo del número de la pelirroja. Repicó unas 3 veces, hasta que escuchó su voz.

-Tae, hola…

-Recibí tu mensaje, lo tenía apagado en reunión y olvidé encenderlo, lo siento. ¿Pasa…?

-Un momento, Tae, que aquí me hablan...

-Ah…bueno-musitó Taeyeon, poniendo atención al bullicio que se escuchaba del otro lado ¿Dónde demonios estaba Tiffany? ¿Y su hermano? ¿Y Seth?

-No te entiendo lo que dices…-era la voz de la pelirroja hablando con alguien más que no lograba identificar quien era y menos lo que le decía a su novia. Eso aumentó su curiosidad-Pues, mira...yo comenzaba en una semana, pero con esto empezaré el lunes…Sí…ajá, lo que sea, ahora déjame un momento ¿Vale? Mi novia está en la línea… ¿Taeyeon?

-Tiffany, ¿Dónde estás? ¿Qué pasa? ¿Quién era con quien hablabas? ¿Dónde está…? 

-¡Hey, detente!-la detuvo Tiffany, riéndose calmadamente, pero algo en su risa no la tranquilizó por completo-¿Podrías dejarme hablar?

-Tiffany…

-Vale, lo siento, sólo te llamé hace rato para decirte que estoy aquí en la empresa…

-¿Y Manse? ¿Seth? ¿Dónde…?

-Están aquí conmigo-respondió la pelirroja, de inmediato-En realidad están los tres…Manse, Seth y Noah. El que hablaba conmigo era Song.

-¿Qué haces ahí en la empresa, Tiffany? Empezabas en una semana. ¿Está todo bien? 

-Me llamaron por una emergencia y tuve que venir…

-¿Qué clase de emergencia?

-Una emergencia que ya se resolvió…

-¿Qué es lo que…?

-Me tengo que ir ahora, Tae. Me llaman de la otra línea. Nos vemos en casa…

-Pero…

-Te amo. 

Colgó justo antes que pudiera decirle algo más y decidió que no podía esperar en casa. 

-Vamos a lo de Tiffany.
………………………………………………….

La manilla de la puerta dio vuelta y se levantó de un salto de su silla de espera. Había durado aproximadamente 16 minutos y cuando le vio salir, con el rostro muy serio, pensó que algo había ido mal. 

-Minho… ¿Estás bien?

Minho le miró y poco a poco comenzó a esbozar una sonrisa de satisfacción, a la vez que alzó el envase de muestras para enseñárselo. Rob, al verlo, abrió muchísimo los ojos y casi se le salen de la impresión. 

-¡Me cago en la leche! ¿Te aplicaste con ahínco a la labor o qué? Pareciera que te hubieras tomado en serio la recomendación de Kyungmin.

Minho sonrió, complacido y se encogió de hombros.

-De aquí tendría que salir, por lo menos, un equipo de fútbol-repuso con una enorme sonrisa. 

-2 equipos, si lo prefieres-musitó Rob, alzando una ceja. 

-Nah, prefiero uno sólo nada más, pero no me enojaría si salen 2. Así tendría absolutamente asegurada nuestra descendencia. 

Sin esperar más, se le guindó al cuello y le besó como si fuera la primera vez. Minho le devolvió el beso con inusitada emoción hasta que Rob fue poco a poco apartándose, hasta sólo quedar a centímetros de sus labios.

-Vámonos a casa, ahora ¿No?-susurró, arreglándole el cuello de la camisa. 

-¿No íbamos a celebrar?

-Pues por eso-repuso Rob, con impaciencia-Celebremos a lo grande. 

Minho le dio un beso en la frente y sonrió.

-Después dices que el que está cachondo siempre soy yo.

-¡Ay cállate! Sólo vámonos.

-Un momento, déjame entregar la muestra ¿Sí?

-Pero, apúrate. 

Se encaminó hacia la recepción de las muestras en la taquilla principal y ahí vio que estaba Kyungmin, hablando con la muchacha que recibía los envases.

Se acercó y esperó que él terminara de hablar con ella sobre algo que llevaba en una carpeta, hasta que él terminó y al voltear, se encontró de frente con Minho, quien le sonrió. 

-Hola, doc… no le vi hoy en el gimnasio. ¿Muchas embarazadas?

Kyungmin sonrió y movió la cabeza de un lado a otro, ligeramente, como sopesando la respuesta.

-Umm, un poco, sí-respondió, finalmente. Miró el envase que Minho llevaba en una mano y alzó las cejas-Así que ya estás listo, por lo que puedo ver. 

Minho alzó el envase y lo miró-¿Usted cree que de aquí salga mi propio equipo de fútbol?-preguntó, con una leve nota de orgullo en su voz. 

La risa del doctor fue bastante divertida y lejos de ofenderle a Minho, rió también y se cruzó de brazos, esperando una respuesta. 

-Probablemente más, si eso te hace feliz…pero creo que sólo quieres uno, por ahora ¿No?

-Sí, pero espero que en el futuro sean más. Quizá hasta monte un Kindergarden.

-¿Le harás la competencia a Tiffany y Taeyeon? Eres muy competitivo, por lo que he logrado vislumbrar de ti. 

-En realidad no, son otras personas las que se ponen en ese plan de “Competencia” y pues…

-No te niegas a un reto.

-Absolutamente, no. 

Los dos se miraron fijamente a los ojos, como en una batalla a ver quién parpadeaba primero y ninguno de los dos cedía ni quería hacerlo. Desde hace rato que aquel intercambio de palabras, había dejado de ser meramente cordial y ambos lo sabían perfectamente.

-Te gusta jugar a dos puntas ¿No? Ese es tu mejor reto, te hace sentir el macho, el papá de los helados, el que se las sabe todas más una. 

-¿Hablamos…?

-Sabes de lo que hablamos, no te hagas…te queda fatal-siseó Kyungmin, sintiendo la mandíbula y el cuello, completamente tensos.

Minho miró a su alrededor y vio a Rob, unos metros más allá, en la sala de espera y mirándole con rostro de confusión. 

-Doc…cálmese, ¿Vale? No pierda la compostura, recuerde donde estamos-susurró Minho, dándole un par de palmadas, fuertes, en la espalda-Además… ¿Reto? Yo hablaba de otros retos, para mí…Minhyuk no es un juego.

-Pensaba mantenerme al margen de todo esto, simplemente trabajar por ganármelo, conseguir su confianza…

-Le tiene confianza.

-No la suficiente, no la que yo quisiera y no…-tragó con fuerza-la que tiene por ti.

-Doc…

-No, déjame hablar ahora a mi, porque realmente llevo tanto tiempo guardándome esto y es que ya no lo aguanto, porque me jode y me enerva la sangre ver lo que estás haciendo…

Minho frunció el ceño y una sonrisa de confusión apareció en sus labios.

-Lo que yo estoy haciendo-repitió, carraspeando ligeramente-Comunique lo que le molesta, entonces.

-No soy idiota, no me trates de tal. Eso por primera instancia...

-Primera, continúe.

-Desde que vi a Minhyuk por primera vez, supe que quería conocerlo. Quería ser su amigo, quería ganarme su amistad, su confianza y quizá así, en un futuro no lejano, su amor…poder ser algo más en su vida…-sonrió con tristeza y se encogió de hombros-Pero él simplemente no responde a lo que quiero, no responde a mis mensajes. En un principio quise pensar que era porque él no comprendía mis actitudes, que no comprendía mis verdaderas intenciones y se lo hice saber más directamente, le dije que quiero conocerle como amigos primero y que él me conozca a mi y si funcionaba, pedirle salir como algo más que amigos…pero ahora parece huir de mí y aunque seguimos saliendo, no es igual, porque él no me deja conocerle y no me deja hacerle saber quién soy.

Minho asintió, lentamente.

-Entiendo, pero no sé por qué me cuenta a mí todo eso…

-Lo sabes muy bien, Minho. Lo sabes perfectamente-espetó, apuntándolo con el dedo en el pecho-Él no me hará caso nunca, no tomará jamás en serio mis pretensiones, mientras TÚ sigas en el medio, mientras sigas provocándolo.

-Y es más fácil echarme la culpa a mí ¿No?

-Sólo hablo de lo que veo-repuso el doctor, cuidando su tono de voz-Tú eres su todo, él esperaría por ti toda la vida y lo sabes muy bien. Sé que le tienes cariño y le quieres, pero no lo suficiente como para dejar a Rob ¿Verdad?

Su respiración se quedó atrapada en algún punto de su garganta y se convirtió en algo completamente denso que le ahogaba. Sintió la mirada de Rob, unos metros más allá, perforándole. 

-No meta a Rob en esto-musitó Minho, apenas moviendo los labios, casi como si fuera un ventrílocuo-No lo meta, se lo advierto.

-Él está en esto y fue por ti. No soy yo quien sale con él y no soy yo quien juega a dos puntas…

-¡Oh, vaya!-exclamó, haciéndose el sorprendido, pero aún sin subir la voz-Entonces, ya entiendo… ¿Va a decirle a Rob? Puede aprovechar ahora, él está ahí en…

-Eso quisieras ¿No? Tanto como quisieras que yo me aleje de Minhyuk, para luego romperle el corazón e irte con Rob, que sé que lo harás porque están comprometidos y van a tener un hijo. 

-¿Qué sabe usted? 

-Lo suficiente, pero sólo te digo que no lo voy a hacer. No me alejaré de Minhyuk, por mucho que quieras. Seguiré intentando, porque yo no me rindo y porque es él a quien quiero-Se acercó a su rostro y le miró muy fijamente-Sé que quieres a Minhyuk y por eso…sólo te pido que lo dejes ser feliz.

-¿Y la felicidad la hallará contigo, doc? ¿Tú serás su felicidad?-la suspicacia y la burla impregnadas en su voz.

-No he dicho que será así, pero puedo intentarlo y si él me lo permite…-repuso-pero no ocurrirá mientras estés rondándolo, así que te pido que lo dejes libre y que encuentre su propia vida, por que TÚ…ya la tienes hecha con alguien más.

Kyungmin le quitó el envase con la muestra de y la colocó en la mesita de la taquilla de recepción.

-Doris, recibe esto y diles a los de laboratorio que el doctor Lee los quiere lo más rápido posible, por favor-dijo Kyungmin, sonriéndole a la enfermera-Que me avisen para cuándo.

-Por supuesto, doctor.

-Gracias.

Volteó de nuevo a ver a Minho y le dio un par de palmadas en la espalda. 

-Te avisaré para cuando sea la inseminación, por si quieren venir Rob y tú. Que tengas un buen día. 

El galeno se fue alejando, hasta llegar al final del pasillo, abrir una puerta y desaparecer tras ella. Minho suspiró, profundamente y volvió con Rob, quien se levantó y lo observó con algo de confusión en su mirada.

-¿Pasó algo? ¿De qué hablaban?-preguntó, curioso.

-Nada, solamente le preguntaba cuánto duraría lo del centrifugado, la selección del esperma y…todo lo demás-mintió con lo primero que se le ocurrió. Le tomó la mano y le dio un beso en ella-¿Vamos a casa, entonces?-preguntó con una sonrisa pícara. 

-Sí, vamos.

En el estacionamiento, abordaron el auto e inmediatamente se colocaron los cinturones de seguridad. Minho encendió el estéreo y el aire acondicionado, poniendo en marcha el auto a su vez. 

-Les vi muy tensos-a pesar que la conversación había terminado, no pudo evitar preguntar-Kyungmin se te acercó mucho y en un instante pensé que…

-¿Me iba a pegar?-preguntó Minho, riendo ligeramente para intentar romper los nervios que tenía. Rob también rió y supo que él también estaba nervioso.

-No, no es eso-denegó después de un rato-Pensé que…es realmente estúpido lo que pensé…

-Dilo-le animó Minho, agarrando con fuerza el volante y cruzando en una esquina-¿Qué pensaste?

Rob frunció los labios y sonrió, poniéndose muy rojo.

-Te lo diré, si prometes no reírte.

Minho alzó la mano derecha en señal de promesa.

-Lo juro. No me reiré.

-¡Es en serio! ¡Si te ríes…!

-Sí, sí, te vengarás de mí. Sólo dilo, Minhyuk…Rob.

Se pudo corregir a tiempo e intentó no ver y comprobar si Rob se había dado cuenta de su pequeñísima equivocación. Al parecer no se dio cuenta, porque enseguida soltó la respuesta. 

-Pensé que Kyungmin te iba a besar.

La cara se le deformó terriblemente e hizo un gesto de profundo disgusto. 

-¡Argh! ¡Rob! ¡¿Qué demonios piensas…?!-reclamó, haciendo una mueca de dolor. 

-¡Hey! ¡Se acercó demasiado a ti y eso fue lo que creí!-se defendió Rob, alarmado.

Detuvo el auto en un semáforo y miró al chico.

-¿Y no podías pensar…no sé…que me iba a pegar o algo así?

Rob alzó una ceja, confuso.

-¿Por qué habría de creer que te iba a pegar?

“Descubierto. Primer premio al más pendejo: Minho Horvejkul” 

-Uhh…por nada. Sólo se me ocurrió-continuó su marcha cuando la luz cambió a verde, deseando que Rob se callara, pero pareció querer seguir.

-Sólo se te ocurrió, claro…

-Sí.

-Pues, estás muy raro, ¿Sabes? Puedo parecer tonto a veces, pero no lo soy…

-¡No he dicho que seas tonto!

-¿Y entonces?

-¡Fue sólo una ocurrencia como la tuya! ¡No he hecho nada malo! 

-¿Y quién ha dicho que hayas hecho algo malo?

“Si hablas esta vez, la cagarás. Cállate”-pensó con terror. Decidió hacerle caso a su conciencia y se mantuvo en silencio.

-Minho…

Silencio.

-Minho, ¿Qué cosa mala has hecho?

“No hables. Sé lo que dicen de él que calla y…blah blah blah, pero esta vez, sólo calla”

-¡MINHO!

-¡¿QUÉ?!-gritó, molesto y dando un volantazo al casi chocar contra el que iba delante suyo. 

-Sólo responde, te estoy preguntando…

-Sé lo que me estás preguntando.

-¿Y por qué no respondes?

-¡Porque no sirve de nada! ¡No es…importante…!

-Eso quiere decir que sí es importante y sí hiciste algo.

“¡MALDICIÓN, CÁLLATE!”

Detuvo el auto bruscamente y colocó las luces de emergencia, volteando a mirar a Rob.

-Escucha…

-Minho…

-¡No! ¡Sólo escucha!-exigió Minho, observándolo con ansiedad y respirando afanosamente-No es nada ¿Vale? Lo que dije, fue sólo eso, un decir. Sabes que siempre digo cosas y a la final no son nada…

-¿Eso quiere decir que si me dices que me amas, entonces…?

-Ni siquiera lo pienses-le silenció, colocando un dedo en sus labios-Eso sí es verdad…Yo te amo. 

Rob dibujó una sonrisa y le dio un corto beso. 

-Vámonos rápido, que me has puesto más cachondo.

-Y lo aceptas.

-Cállate. 
…………………………………………………..

Había llegado justo para ver como se iban yendo las patrullas del FBI y algunos bomberos comenzaban a montarse en el enorme carro, hasta que partieron, al igual que los policías.

Kwang le hizo una seña al chofer para que entrara al estacionamiento del imponente edificio.
Los nervios que sentía eran desesperantes, porque no entendía nada de lo que pasaba y, mientras buscaban un buen sitio para estacionar, iba marcando el número de Tiffany, pero cuando esperó que atendiera, no lo hizo y eso la preocupó aún más. Se fijó en el puesto en el que ella solía aparcar y ahí estaba su Audi. 

-Espéranos aquí-dijo Kwang, al chofer, cuando la Van se detuvo.

Intentó nuevamente una nueva llamada, pero seguía sin atender, así que se apresuró a llamar al ascensor al presionar el botón.

Esos ascensores se caracterizaban por ser de ventanas y podía ver al exterior, todo parecía estar bien, pero no podía entender qué hacían antes los del FBI y los bomberos.

Llegaron finalmente a Presidencia y Taeyeon fue la primera en salir a toda prisa; casi se tropezó con una mujer a la que le pidió disculpas y ella, al reconocerla, le sonrió y murmuró un brevísimo “No se preocupe”.

Continuó su camino por el pasillo y al final, podía escuchar las risas de unos niños, a los que reconoció como Manse y Seth. Así que a partir de ese momento, corrió. 

-Chicos…

Consiguió a Manse, sentado en las piernas de Jiyong y riéndose a carcajadas junto a él y a Seth, miró en una esquina en uno de los muebles a Noah, sentado y viendo las revistas.
Jiyong, al darse cuenta de su presencia, sonrió.

-¡Hola, Taeyeon! No pensé que vendrías-saludó él, muy amable.

-Hola, Jiyong…pues ya me ves…

Manse y Seth voltearon y el más pequeño pegó un gritito de emoción, muy agudo que los asustó a todos ahí y enseguida la morena se puso de cuclillas para recibir el abrazo de su hermanito. 

-¡Vinisteeee! ¡Por fin, viniste!-exclamó, muy contento-¡Yo pensé que te tendría que ver en casa! ¿Cómo supiste que estaba aquí? 

-Uhhm Tiffany me lo dijo, cielo-respondió Taeyeon, dándole un beso en la frente. Luego se acercó a Seth y él le dio un abrazo-¿Cómo se portaron?-preguntó, pasando la vista de su hermanito, a su hijo y luego a Noah. Seth iba a responder, pero Manse se adelantó.

-¡Muy bien! ¡El Señor Jiyong nos ha enseñado a Seth y a mí que él hace magia con una moneda! ¡La hace que se PAFFF! ¡Desaparezca! 

-¡Oh, qué genial y brillante es el Señor Jiyong!-exclamó Taeyeon, mirando a Jiyong, quien le dirigió una mirada fulminante-Seguro el Señor Jiyong, me enseñará a mí también. 

-No me digas así, me haces sentir viejo-murmuró Jiyong, dándole un beso en la mejilla.

-Así te dicen los chicos. ¿Te vas ya?-preguntó, viendo que él se iba.

-Sólo a ellos se los permito, porque son niños. Tú no eres una niña y…Sí, ya me voy. Tiffany nos ha dado 3 días libres a todos los empleados.

-¿Y tú cuándo regresaste?-preguntó Taeyeon, confundida-Pensé que tardarías más en Oslo.

-Nah…es que ya nos estábamos aburriendo allá y pues...adelantamos el viaje. Aparte que Min ya quería ver a sus padres por lo del Fin de año y eso. 

-Ahh bueno…

-Muy simpático tu hermanito, Tae. Es igualito a ti.

-Uh, pues gra…

-¡Taeyeon se parece a mi mami!-chilló Manse, haciendo un puchero y de repente se le aguaron los ojos y comenzó a llorar a lágrima viva. 

-Manse…cariño, tranquilo…-musitó Taeyeon, abrazándolo más fuertemente.

-¿Qué le pasó?-preguntó Jiyong, preocupado.

Taeyeon gesticuló con sus labios, diciendo “Por su mamá” y él entendió, sintiéndose apenado.

-Creo que mejor me voy. Tengo que ir a almorzar en casa de los padres de Min…

-No te he preguntado, ¿Dónde está Tiffany?-preguntó Taeyeon, aún acariciándole la cabecita a Manse para que se calmara.

-Oh…Tiffany estaba hace rato en Recursos…

-Aquí estoy, ¿Qué pasa conmigo?

La pelirroja había llegado en ese momento y al apartarse Jiyong, vio a Taeyeon con Manse en sus brazos y limpiándose las lágrimas con sus manos. 

-¿Qué haces aquí?-preguntó, sorprendida.

-No pareces muy feliz de verme-musitó Taeyeon, algo dolida por el tono que había usado, como de molestia. 

-Yo me voy yendo, Tiffany. Nos vemos el lunes-dijo el hombre con bigote que estaba a su lado.

-Yo también me voy, nos vemos luego-se despidió igualmente Jiyong.

Una vez que quedaron solas con los chicos, Tiffany se acercó a Taeyeon y le dio un tenue beso en los labios. 

-Sí, estoy feliz de verte, siempre estoy feliz; pero pensé que nos veríamos en casa. Te dije que nos veríamos allá…

-¿Y cuál es el problema con que viniera?-cortó Taeyeon, dejando a Manse en el suelo para que fuera a sentarse en los muebles con Seth y Noah-Llegué hace unos minutos, voy entrando al edificio y van yéndose justamente los del FBI y unos bomberos de esos que desarman bombas, ¿Se puede saber qué ocurre? 

Tiffany suspiró, rodó los ojos cansinamente y pasó por al lado de la morena, abriendo la puerta de su oficina. Entró y dejó las carpetas que tenía en la mano en una gaveta, cerrándolas con llave. 

-Tiffany…

-Te dije que esperaras en casa, ¿Por qué no me haces caso? Te dije…

-Sé lo que me dijiste, pero ¿Cómo quieres que haga si me dejas un mensaje que parece urgente y cuando te llamo para preguntar, me dices que hubo una emergencia? ¿Qué clase de emergencia? ¿Tiene que ver con lo del FBI y…?

-¡Te dije que ya estaba resuelta!

-¡Pero sigue siendo una emergencia! ¿Les dejaste 3 días libres a tus empleados por una emer…?

-Vale, vale, paremos aquí porque no llegaremos a ningún lado…-interrumpió, dejando su bolso a un lado. Suspiró y la miró de frente-No te alarmes, pero hubo…una falsa alarma de bomba.

-¡¿Qué?! 

-¡Te dije que no te alarmaras!-gritó Tiffany, molesta y lanzando su bolso al suelo

-¡¿Pero es una alarma de bomba y trajiste a los chicos contigo?!-reclamó, alterada-¡¿En qué demonios estás pensan…?! 

-¡¿Holaaaaaa?! ¿Me escuchas? ¡Creo recordar que dije FALSA ALARMA! 

-Pero…

-¡¿Y quién crees que soy para traer a los chicos así?! ¡Yo me quedé en casa mientras Jong resolvía y me avisaba lo que pasaba! ¡No iba a exponerlos a ellos! ¡Cuando él me dijo que sólo era un maletín vacío que había sido abandonado en uno de los baños y que no había peligro, me vine con los chicos! ¡No podía dejarlos solos y por ello Jong se vino a la casa para cuidar de Leah y los demás! 

-Tiffany…

-Me duele que me acuses así de poner en peligro a los niños, es de nuestro hijo, mi hermano y el tuyo de quienes estamos hablando… antes me corto las manos. 

-Tiffany…discúlpame…-susurró Taeyeon, avergonzada, viendo como la pelirroja recogía sus cosas en el bolso que había botado. Le entregó el iPod Touch que una vez le hubiera regalado y ella lo guardó, apresuradamente, sin verla y sólo murmurando un “Gracias”-Tiffany… ¿Podemos hablar?-suplicó

-Vamos a casa.

Con eso quiso decir que no quería seguir hablando en ese momento, pero que lo harían en casa y donde los chicos no estuvieran en riesgo de escuchar.

El camino de vuelta a casa lo hizo con Tiffany en su auto, mientras Kwang y Ernie las escoltaban desde la Van que venía atrás. Seth y Noah iban conversando atrás; Manse iba en su regazo y casi quedándose dormido por las caricias que le daba Taeyeon en la cabeza. 

Al llegar, los chicos y Jong estaban en el recibidor viendo unas películas y riéndose. Leah estaba entre ellos y con la cabeza recostada en las piernas de Jong y su pierna enyesada en las de Sam. 

-Hey-saludó Jongwook, sonriente-Llegan a tiempo para ver como Ernesto les patea el culo a los de…

-Ahora no, Jong. Después puede ser. 

-¡Oye! ¿Pero nos dirás si está todo bien por allá?-preguntó Samuel, preocupado.

-Sí, sí está todo bien y normal. Igual comenzaré el lunes.

Como era ella quien llevaba a Manse en brazos, para que Taeyeon no tuviera que levantar peso, subió las escaleras hacia la habitación del pequeño para dejarlo en su cama. Todos se quedaron mirando a la morena, dubitativos y confundidos por la actitud cortante de Tiffany y buscando una explicación.

-Iré arriba-murmuró Taeyeon, apresurándose a subir para conversar con la pelirroja. 

Escuchó las risas de Noah y Seth en una de las habitaciones y al p