-Entonces… ¿Cómo la estás pasando hoy?-preguntó Alex, mientras salían del cine, comiendo el resto de las palomitas que quedaban. Taeyeon sonrió y ya iba a responder, cuando 3 chicos se acercaron.

-¿Te tomarías una foto con nosotros, Taeyeon?-preguntó uno de ellos, muy emocionado.

-Claro-accedió Taeyeon, con una sonrisa.

Alex la miraba, apartado a un lado, mientras sonreía y se quedaba maravillado por la energía y carisma que desprendía Taeyeon. Era realmente hermosa, sus ojos ónice, su largo cabello negro, y no quería perder la oportunidad de conocerla mejor. Realmente le interesaba y sentía que ella no era como cualquier otra chica, era totalmente diferente y quería tomarse todo el tiempo que fuera necesario para pasar más tiempo con ella. Quizá luego, si todo avanzaba bien, podría a lo mejor tener una oportunidad con ella.

Los 3 chicos se fueron felices, corriendo y con un autógrafo cada uno en sus franelas. Taeyeon se acercó a Alex y se lo quedó mirando.

-¿Qué habías preguntado antes?-inquirió Taeyeon, comenzando a caminar a su lado.

Alex la miró, sonrió y luego frunció el ceño, pensativo.

-Se me ha olvidado-confesó avergonzado. Taeyeon soltó una risita-Te vi ahí, tan hermosa, tomándote esa foto con esos chicos que olvidé por completo lo que te pregunté.

-Muy gracioso, Alex-dijo Taeyeon, sonriendo con sarcasmo.

-¡Es en serio! Eres muy especial-dijo, deteniéndose un instante para mirarla de frente-Yo…quiero que vengas a cenar esta noche conmigo y con mis hermanos.

Taeyeon abrió la boca, frunció el ceño y se le quedó mirando a Alex, confundida.

-¿Me hablas en serio?-preguntó Taeyeon

-Totalmente. Quiero que…

- Taeyeon, ¿Me firmas un autógrafo?-interrumpió de pronto, una chica.

-Claro, ¿Cuál es tu nombre?-concedió la morena, recibiendo un papel y un bolígrafo que le entregaba. 

-Sojin-respondió-Me gustan mucho tus canciones, Taeyeon, en especial como cantas-agregó la chica, sonriendo.

-¡Gracias! Es lindo que te gusten…Aquí tienes- Taeyeon le devolvió el papel firmado y el bolígrafo, mientras le sonreía.

-¡Muchas gracias, Taeyeon! ¡Te quiero mucho!-exclamó emocionada, mientras se abalanzó sobre la morena y le dio un abrazo y luego un beso en la mejilla, para luego salir corriendo de ahí. Taeyeon se quedó sorprendida unos segundos, para luego voltear y ver a Alex, sonriéndole.

-Eso fue encantador. Me gusta que seas así con tus fans-comentó Alex, con sinceridad. 

-Sí, bueno…hago lo mejor que puedo-

-Y lo haces realmente bien, pero…no me has respondido, ¿Vienes conmigo a mi casa?

Taeyeon suspiró y miró a su alrededor, notó que varias personas la miraban con curiosidad, otras murmuraban entre ellas, mientras la observaban. No le dio importancia y volteó de nuevo a mirar a Alex.

-No sé, Alex. Tu hermana no creo que se emocione al verme-respondió finalmente.

-No te preocupes por ella. Además, ya le pregunté si podía llevarte y me respondió que no había problema y que llegara temprano-explicó él, resueltamente.

-¿Le dijiste que era yo?-preguntó Taeyeon, sintiendo una punzada de emoción en el pecho.

-No, no me dejó continuar, porque se lo pregunté durante una reunión, pero igual me dijo que sí-respondió Alex, sincero.

-Entonces no creo que sea conveniente que yo…

-No acepto un no como respuesta. Realmente, no sé qué tanto te preocupa lo que piense Tiffany, no es como si te fuera a comer, ¿O sí?-replicó, mirándola confundido.

-No, pero es que…

-Sí, admito que Tiffany es un poco pesada, pero en realidad es la cosa más adorable que existe, solamente que ha estado muy estresada con su trabajo y que su novio es medio fastidioso con ella a veces y por eso ha estado cortante…Solo hay que saber cómo tratarla. Yo te puedo enseñar.

Taeyeon tuvo ganas de reírse, Alex era increíblemente ocurrente y eso le gustaba. Le parecía muy buen chico.

-Te creo en lo de que es adorable-soltó Taeyeon, sin pensar, arrepintiéndose al instante.

-Entonces vienes, sé que lo quieres-dijo Alex, sin notar el comentario de Taeyeon, pensando que era sarcasmo. 

-Está bien, vamos-aceptó-Pero antes, voy a pasar por mi casa para cambiarme.

-Por mí no hay problema. Te juro que la pasarás genial, mis hermanos te amarán, pero ojo…no más que yo.

Ambos rieron, dirigiéndose al estacionamiento.

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