Capítulo 102: Benzin / Parce mihi domine

Convirtió el cuello de la pelirroja en un altar de besos, sintiendo sus manos que buscaban desesperadamente rozarle la piel, acariciarla, quitarle el brassiere y tocar su vientre redondeado y hermoso que tanto le fascinaba. Taeyeon embarazada era como el combustible que la encendía, porque la hallaba más bella en como su piel parecía brillar, al igual que sus ojos. Era adorable.

Taeyeon llevaba los ojos cerrados, pero cuando los abrió y la miró, supo lo que quería y lo que su mirada le pedía a gritos. Sentirla y que la volviera loca.

Se inclinó con cuidado sobre ella, para no hacerle daño y presionó sus labios con los suyos, sin profundizar y sólo acariciándolos. Taeyeon la agarró con delicadeza por el cuello y le respondió, mientras muy lentamente iba enredando sus dedos en el cabello de la pelirroja.

Fue repentino, una imagen en su cabeza y un dolor extraño en su pecho, la hizo separarse de Taeyeon. Cerró los ojos un instante y esperó que la sensación de angustia se disipara.

-¿Tiffany…?

-Un momento, Taeyeon…-murmuró, tomando aire y expulsándolo varias veces para calmarse.

-Pero… ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?-preguntó la morena, preocupada y levantándose a la misma vez que Tiffany lo hacía-Hey…Tiffany…

-Por favor, sólo…deja que se me pase esto…

-¿Esto de qué? No entiendo….-se acercó a la pelirroja y la obligó a mirarla a los ojos-Estás pálida, ¿Qué…?

-Es una angustia que tengo, es algo que…

-Quizá es por lo de Rob, lo de Leah y todo esto que…

-No, necesito llamar a casa. 

-Pero si me explicaras…

-¡No puedo explicarlo! ¡Ese es el problema!

Sus ojos le dijeron que realmente no sabía lo que pasaba, así que no dijo nada más y dejó que marcara. Capaz así se calmaba.

No llegó siquiera a repicar el segundo tono, cuando llamaron a la puerta y pareció como si retumbara en las paredes y las hiciera temblar. 

-¡Tiffany! ¡Taeyeon! ¡¿Están ahí?!

La voz de Jongwook de pronto les pareció demasiado quebrada o como si estuviera siendo estrangulado. La morena abrió la puerta y las preocupó a ambas, el semblante serio mezclado con una enorme angustia, con el que Jong permanecía afuera, viéndolas.

Tiffany se acercó y la respuesta a sus preguntas mentales, fueron como una bofetada y la más certera puñalada, que la que Nichkhun le diera meses atrás. 

-Es Seth. Se han llevado a Seth.
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Un olor fuerte a tabaco, amoníaco y basurero entró por su nariz y llenó sus pulmones, mareándolo y produciéndole un asco intenso. El olor a tabaco lo reconocería donde fuera y le causó temor.

La cabeza todavía le dolía espantosamente y poco a poco iba recobrando los sentidos, percatándose de que estaba recostado en una colchoneta, atado y llevaba una venda en los ojos; a pesar de eso, se sentía mareado y desorientado. 

No veía, pero sintió su presencia enfrente suyo. Sus músculos se tensaron terriblemente cuando él le tocó con su pie en la mejilla, como si estuviera acariciándole con él. Cesó de hacerlo y unos segundos después, sintió que se arrodillaba a su lado, rozando con sus dedos su cara. 

-Me has partido las pelotas durante todo este tiempo, chico…-su voz, aunque rasposa por el licor, era más fría de lo normal. Le produjo un escalofrío terrible y por unos segundos se le vino a la mente la voz de Rony: Eso era lo que le había estado avisando por medio de sus sueños esos últimos días-¿Creíste ser más inteligente que yo?-preguntó Charlie.

-No lo creo…

-¿Ah no?

-Lo soy.

La risa de Charlie llenó todo el lugar e hizo eco, retumbando en las paredes y repitiéndose una y otra vez como espantosas dagas clavándose en su mente, a través de su oído. Le atormentaban. 

-¿Y por qué estás aquí si eres más inteligente que yo?-indagó el hombre, burlón-¿Cómo puede ser eso posible?

No respondió. No iba a caer en sus retóricas y en sus preguntas a las cuales no llevaban a ningún lado si las respondía. 

-Soy un cristiano, querido…creo en la justicia divina y creo en que Dios la tomará por medio de mí. 

-¿Y también habla contigo?-preguntó Seth, tratando de ganar tiempo para pensar como escapar-Otro loco más que llegará a ser presidente de Seúl. 

-Tu amiguito también se mostró muy ufano, ya sabes lo que le suce…

-Eres una maldita basura. 

Sólo escuchó un brevísimo movimiento extraño y luego la patada que recibió en el estómago, le hizo gritar y encogerse de dolor. Todo pareció ponerse repentinamente muy frío y fue la primera vez que notó el sudor que hacía que se le pegara la camisa a su cuerpo. Las lágrimas llenaron sus ojos, pero no descendieron por tener todavía la venda en sus ojos.

No sabía por cuánto tiempo estaría ahí, no sabía cuánto tiempo había estado ahí, pero debía hacer algo y por lo pronto, no veía salida alguna si estaba atado de pies y manos. Podría intentar arrastrarse, pero no sabía si estaría o no ante Charlie. 

Puso en alerta su sentido de la audición, prestando atención, aguzándolo para poder percibir lo que sucedía mientras no podía ver. Un ligero ‘Click’ se escuchó a su lado y lo siguiente fue como recibir un baldazo de agua helada; la voz de Charlie en lo que parecía una grabación de algo que había oído con anterioridad y que aún le perturbaba enormemente. 

“…tu estúpida e inservible lealtad a ese pequeño bodoque con patas. ¿Qué te prometió? Dímelo…seguro te dijo que te buscaría, pero eso es mentira…sólo mentiras, ¿Por qué eres tan crédulo, chico? ¿Qué tienes que decir ante esto?”

-Apágalo-exigió, con temor. Charlie no le hizo caso.

El silencio cayó en la grabación y en toda la habitación donde se encontraba, sin darse cuenta de lo que hacía; había comenzado ya a intentar forcejear para desatarse, sin éxito. Deseaba que el dolor que le producía volver a escuchar aquellas palabras, cesara.

En su mente se reproducía la escena, tal cual sucedía en las voces de la grabación.

“La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre”

-¡APÁGALO! ¡APÁGALOOOOOOOOO!-chilló, furioso y tratando de desatarse.

Le habría gustado que Rony no dijera aquello, que la grabación se dañara en ese instante para no tener que recordar lo que pasaba después. En su mudo llanto y sufrimiento, se retorció de dolor cuando escuchó el disparo en la grabación; aquel que le había arrebatado la vida a Rony.

La grabación se detuvo y ya creía que la cabeza le iba a estallar; Charlie se acercó a él y lo cogió del cabello, halándoselo con fuerza y aunque deseaba gritar, no lo hizo. Sintió su aliento oloroso a tabaco y alcohol en su oído y su voz le hizo estremecerse. 

-Piensa que está en un lugar mejor, Seth, querido-susurró, malignamente-No seas egoísta ¿Qué te han enseñado tus mamis todo este tiempo? 

-Cállate.

-¿Cómo dijiste?-preguntó Charlie, con la voz llena de rabia.

-Dije que te calles. No tienes derecho a nombrarlas.

Charlie le sacó la venda de los ojos y sin pensárselo, Seth le escupió directo a la cara. Aquello provocó que Charlie le lanzara una tremenda bofetada que le volteó el rostro por unos segundos, pero ni aún así le importó a Seth, porque volvió a escupirlo y esa vez si se ganó una segunda patada y otra bofetada más.

El hombre no hizo más nada que mirarlo con odio, limpiándose el rostro del escupitajo. Seth se derrumbó de nuevo, en posición fetal, derramando lágrimas.

-Esto te costará caro-espetó Charlie-Te lo has currado, chico. 

Lo vio salir y respirando profundamente, pero doliéndole cada vez que lo hacía, cerró los ojos y luego los abrió, buscando a su alrededor algo que le sirviera para desatarse y alertar a la policía. 

Sentía que su familia estaría en peligro si no hacía algo con urgencia. 
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El colegio estaba infestado de periodistas, reporteros y fotógrafos que habían sido alertados de la sorpresiva desaparición de Seth Hwang-Kim en la salida del mismo plantel escolar y sin que nadie se hubiera percatado de nada.

Se hablaba hacía horas de un secuestro, pero todos los padres y representantes que habían estado presentes cuando ocurrieron los hechos, no supieron decir si había o no algo distinto, porque no habían visto nada. Sólo varios lograron asegurar que el chico había llegado a salir del recinto, pero cuando voltearon, simplemente ya no estaba y fue ahí cuando se encendió la alarma entre toda la comunidad. 

Tiffany y Taeyeon habían llegado y una vez que la camioneta fue rodeada por los periodistas, también lo fue por Kwang, Leeteuk, Ernie y varios guardaespaldas más que habían sido convocados de urgencia por Heechul, para que las protegieran a ellas y a los otros chicos que estaban dentro del colegio, siendo resguardados por las autoridades del plantel y el FBI.

En cuanto vieron a los chicos, estos corrieron hasta ellas y se abrazaron con fuerza. Mike estaba sumamente angustiado y no dejaba de llorar, echándose la culpa una y otra vez por no estar pendiente y descuidarse. Le habían tenido, incluso, que llevar a la enfermería, porque el ataque de ansiedad que le dio, le alteró por completo y hubo que darle unos calmantes. Tiffany se fue a acompañarlo junto con Noah. 

Taeyeon aún permanecía en estado de shock emocional, desde que había salido de la oficina junto a Tiffany, creía que todo era irreal y deseaba que todo fuera así, que de verdad Seth no estuviera desaparecido. 
Sin darse cuenta de nada, las lágrimas hicieron acto de presencia, a pesar de lo mucho que había intentado controlarse por el bien de Michelle, pero no podía evitarlo; mientras más hacía lo posible por detenerlas, éstas seguían saliendo.

Manse, que había estado todo ese tiempo en sus brazos desde que llegara, secó sus lágrimas con sus pequeñas manos y se abrazó a ella.

Alguien se acercó y se sentó a su lado, sólo miró por un segundo para ver a Alex, luciendo algo más que serio, pero también con un semblante de preocupación tremenda. También se acercaron Luke y Leah; luego de mirar a Taeyeon un momento, vieron a Manse.

-¿Vienes con nosotros, amigo?-preguntó Leah al chico-Tae y Alex quieren hablar un momento a solas. 

Manse miró a su hermana, como asegurándose que podía ir con ellos.

-Sí, anda. Estaré bien.

-¿De verdad?-preguntó él, preocupado.

-Sí, cielo. Tranquilo. 

Luke alzó al chico en brazos y junto a Leah, lo llevó adentro del colegio para ver cómo seguía Mike. 

Alex suspiró y miró a Taeyeon, enrojeciendo levemente. 

-Yo…yo quería…saber si necesitas algo y…pedirte disculpas.

Sin esperar a nada más, Taeyeon lo abrazó y el pelirrojo le devolvió el gesto, dejando que se desahogara por toda la presión que debía sentir. La morena se separó y Alex le secó otra lágrima. 

-Lo que pasó con Leeteuk fue un error-explicó Taeyeon, sintiendo la necesidad de explicarle-Yo amo a tu hermana más que nada en el mundo.

-¿Cuál de las dos?-preguntó Alex, alzando una ceja y eso provocó una sonrisa en la morena.

-Tiffany-respondió con seguridad-Yo amo a Tiffany.

Alex asintió y se puso muy serio, como si estuviera pensando bien lo que diría. 

-No quiero que ella sufra.

Taeyeon sonrió y se secó las mejillas-No sé si te has enterado, pero si ella sufre, yo sufro. Si le hago daño, me lo hago a mí misma y…lo que hice sé que…no tiene perdón, pero…

-Tiffany está ciega por el amor e igual lo hace.

-Lo siento…

-No, perdóname tú a mí por meterme tanto en su relación. Soy algo desubicado…

-Bueno, sí-susurró Taeyeon, apenada y haciendo reír a Alex-Pero sólo un poquitito. 

-Claro…y oye…sobre todo esto-murmuró él, mirando a su alrededor al montón de policías y a los que tomaban declaraciones a las personas-A Seth lo vamos a encontrar, tenlo por seguro…No sé de qué mundo sea él, pero tengo la sensación de que él encontrará la manera de hacernos saber que está bien…ya sea por Tiffany…

-Nunca he entendido cómo se comunican ellos tan bien…

-Yo menos, a veces creo que son alienígenas-la risa que le produjo eso a Taeyeon fue bastante graciosa para Alex-¡En serio! Cuando era pequeño y veía a Tiffany que tenía esos sueños tan extraños y que lo contaba a mi mamá y a mi papá…eran desconcertantes. Es como cuando antes que ellos murieran en ese accidente, Tiffany unos días antes soñaba con autos que caían por algún barranco, que se estrellaban, cosas catastróficas y que la hacían gritar en medio de la noche. 

Taeyeon frunció el ceño y la piel se le puso de gallina, cuando un estremecimiento la atravesó. Recordó aquel sueño raro que la pelirroja le contara sobre Nichkhun con un arma.

-No sabía eso-tragó con fuerza, percibiendo una presión en el pecho-Nunca me lo dijo.

-¿No? Uh…bueno…mamá decía que era porque veía mucha televisión o es que todavía tenía presente a Minho…con lo de su ida y todo aquello…tenía la presión de Nichkhun…-suspiró-a ella no le gusta mucho recordar eso, porque la hace sentir culpable. Dice que si hubiera sido lo suficientemente inteligente, habría sabido a qué se referían los sueños y no habría dejado a papá y mamá salir de casa aquella noche para ese lugar. 

-No es su culpa.

-Por supuesto que no, pero ella hasta el día de hoy, te puedo apostar que se sigue culpando por ello…aunque diga que no. Jong trabajó mucho los días posteriores para que no cayera en algo peor; creo que la ayudó a salir bastante también el pensamiento de tener que cuidarnos a todos nosotros, sobre todo a Noah y a Mike que eran los más chicos. 

-Y yo que pensaba que lo que yo pasé después de lo de mi papá, era lo peor-susurró Taeyeon.

-Debió ser horrible también. 

-Lo fue. 

-Bueno…la conclusión es que…no desmayemos con esto de Seth. Lo encontraremos, estoy muy seguro y puedo apostar toda mi parte de la herencia a que será así. ¿Me acompañas?

Alex se había levantado y le tendía la mano para que hiciera lo mismo, mirándola expectante.

-¿A dónde?

-A la enfermería a ver cómo sigue Mike. Además averiguaremos si ya accedieron a los videos de seguridad que están instalados en la salida. 
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Para sorpresa suya, varios compañeros de su clase después de enterarse de lo sucedido con Rob, había ido un pequeño grupo a hacerle compañía y además, le llevaron las tareas y algunos ejercicios que mandaron los profesores, para que no se atrasara.

Había sentido el gran apoyo de ellos y le dijeron que tuviera fe que Rob se iba a recuperar, porque aún era muy joven. También habían hablado con Camille para que, igualmente, no perdiera la esperanza. 

Una vez que se habían ido, la mamá de Rob había decidido salir un rato a tomar aire y a tomar algo en la cafetería; por lo que él se había quedado a cuidar a Rob.

Intentó ponerse a adelantar algo de las tareas que luego los chicos de su clase irían a buscar al día siguiente para llevárselos al profesor, pero luego de apenas escribir el primero, se había quedado observando a Rob; con su semblante inexpresivo e igual que todas las veces que lo miraba. También se había puesto a pensar en lo de la noticia de que el hijo de Tiffany y Taeyeon había desaparecido al salir de clase y que se sospechaba que era un secuestro.

Simplemente no pudo continuar y dejó a un lado la libreta de tareas y el libro en la mesa de al lado.

Se acercó un poco más a Rob y tomó su mano entre las suyas, acariciándola.

-Me siento un malagradecido, el peor de los amigos ¿Sabes?-susurró, meditando cada pensamiento en su mente-Yo debo tener un diploma al “Peor Novio de la historia” y al “Peor Amigo del mundo”, me he graduado en el Arte del Perdedor Universal. Divertido ¿Huh?...-Los pitidos del cardiógrafo y la respiración de Rob, a veces parecían su mejor respuesta y creyó que ni siquiera se merecía eso. Sólo su silencio-Tengo un dilema, porque quisiera estar apoyando a las chicas, quisiera estar con ellas para ver si puedo serles de ayuda, pero…también deseo quedarme aquí, contigo…No alejarme. Llamé a Tiffany y ella me dijo que no me preocupara, que ella resolvería todo y que ya lo llevaba controlado…sólo que sé que la conozco lo suficiente como para darme cuenta cuando ha estado llorando y que precisamente, no es que esté todo controlado. Ella realmente odia no tener el control sobre las cosas, sobre todo en sus sentimientos. Es como que…todo se le volviera un desastre…Ella y yo somos un desastre sin las personas que amamos-besó su mano y mientras cerraba los ojos y respiraba profundamente, casi podía sentir en el ambiente el perfume de Rob. No era porque él estuviera ahí, era algo más, casi como el aroma mismo después de haber estado juntos. El aroma de su piel desnuda, de su cabello y sus besos-He sido un idiota de todas las formas que pueden existir…pero cambiaría, si sólo me dieras una oportunidad de volver a comenzar. 

Se levantó de la silla y acercándose a su rostro, le besó en la frente, dejando que sus labios permanecieran unos segundos más en él. Luego se quedó así un rato y con los ojos cerrados, escuchando su respiración. 

-Te amo.

Se apartó lentamente y casi se le sale el corazón al sentir que Rob le apretaba ligera y repentinamente la mano, por unos 2 segundos y luego se la soltaba. La respiración de Minho se volvió afanosa y podía jurar que escuchaba su propio corazón latir y bombear más sangre de lo normal. Tomó cuidadosamente por el rostro a Rob y lo observó atentamente, buscando una señal de que había despertado, pero parecía estar igual que siempre.

-Rob…Rob, mi amor… ¿Me escuchas?...-le preguntó, ansioso y deseoso que le hablara-Rob, cariño… ¿Puedes hablarme? ¿Puedes oírme? Rob…-lo zarandeó ligeramente, pero nada-Estoy seguro…estoy seguro que me apretaste, lo sentí, pero… ¡ROB! 

-¿Qué haces? ¿Qué pasa con Rob?

Si no la había dado realmente un infarto estando en el estacionamiento, seguramente le habría dado uno ahí. Volteó y respiró profundamente al ver a Kyungmin, que había entrado a la habitación y le observaba confundido y frunciendo el ceño. 

-Minho…

-Es…Es Rob, él…él…hace unos segundos, minutos, no tengo idea…él…me apretó la mano, yo le di un beso en la frente y él…me apretó la mano. Lo sentí, pero…lo llamo y no me responde…

Kyungmin lo miró como si se hubiera vuelto loco y se acercó a Rob, algo extrañado. Minho se apartó para dejarle paso.

-Déjame revisarlo-dijo, sacando una pequeña linterna y abriéndole los ojos a Rob. Estos estaban perdidos, completamente en blanco-Rob…Rob ¿Me puedes escuchar?-preguntó al chico-¿Puedes abrir los ojos?

Esperó un rato, pero no sucedió nada. Sacó un sobrecito de un recipiente que estaba encima de una mesita y abriéndolo, sacó la aguja esterilizada y con ella, pinchó ligeramente a Rob en varios puntos; sin recibir respuesta alguna de que le doliera o que abriera los ojos. 
Desechó la aguja y mirando a Minho, negó.

-Sigue en coma profundo…

-¡Pero si él me presionó la mano!-reclamó, enojándose y muy desesperado-¡Yo lo sentí! ¡Me la apretó después que le besé y…!

-Cálmate. Eso es normal en pacientes comatosos como él, no significa que haya despertado. Es simplemente un acto reflejo.

-¡¿Un acto reflejo?! ¡No me jodas! ¡No puede serlo! ¡Él me apretó! ¡Quizá si le hacen algo para que despierte…!

-Eso no sucederá por nosotros-insistió Kyungmin, muy serio-Rob tiene que despertar por sí mismo, todo depende de él. Así que cálmate, por favor.

-Quiero ver a Myungsoo. Quiero que él venga y lo revise…

-Que yo sea un obstetra, no me quita la capacidad de determinar cuándo un paciente está o no en coma. Igual, si sigues sin creerme, puedes llamarlo y cuando él lo revise, te dirá exactamente lo que te dije yo. Así será con cada uno de los médicos que llames. 

Los dos se miraron con absoluta seriedad y Minho apretó sus manos en un puño, conteniendo las ganas de golpear lo que fuera, romper todo. Sabía que Kyungmin le decía la verdad y eso le daba más rabia todavía. Miró a Rob y quiso llorar, ¿Cómo era posible que hubiera sido sólo un acto reflejo? Si por un breve segundo casi sintió que gritaría de emoción, fueron gloriosos los pocos minutos que pensó que había despertado o que lo haría en poco tiempo. 

Se acercó a Rob y derrumbándose en la silla, se tapó la cara con las manos. 

-Gracias-susurró, apesadumbrado.

-A la orden. 

Esperó que saliera, pero cuando no lo hizo; alzó la cabeza y miró al doctor.

-¿Quiere que le vuelva a agradecer o…?

-No, sólo quería avisarte que el primer ultrasonido será en…unas...4 semanas-dijo, leyendo su tabla de anotaciones-Exactamente en Febrero 21. Veremos todo lo que se refiere a como va desarrollándose el embarazo, descartar que sea ectópico, si existe algún riesgo… entre una serie de cosas. 

No sabía si reír o llorar, la emoción lo embargó nuevamente y sólo atinó a sonreír por unos segundos.

-¿Eso quiere decir que…?

-Sí, la chica ha quedado embarazada. Felicidades.

Kyungmin le tendió la mano para estrechársela y Minho, algo dudoso, se la estrechó, sintiendo ganas de ponerse a llorar. 

-Nos estamos viendo, Minho. 

-¡Espere, doc!-lo detuvo antes que se fuera-Ehmm… ¿Por qué…? Quiero decir… ¿Cómo…? Pensé que no querría seguir con…pensé que le dejaría…

-Soy médico, Minho…no debo fallar al juramento-explicó Kyungmin, tranquilamente-No mezclo mi trabajo con los asuntos personales. 

Minho bajó la mirada, avergonzado y asintió.

-Entiendo…lo siento…

-No te preocupes. 

-Y… ya está con Minhyuk ¿No? Supongo que…

-No es de tu incumbencia. 

-Claro.

-De todas formas… debo pedirte disculpas por el puñetazo…

-Me lo merecía.

-Por supuesto-afirmó Kyungmin y le volvió a estrechar la mano-Nuevamente, felicidades.

Kyungmin salió y apenas quedó solo, Minho se acercó