What i wouldn’t give / Sin ti

Lo que me gusta de ti (Adaptación TaeNy)
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Capítulo 104: What i wouldn’t give / Sin ti

Apenas iba llegando de ver a Seth, cuando la vio salir de la habitación de Leeteuk, corriendo y con lágrimas en los ojos. Sintió como si el corazón se le pusiera chiquitito, doliéndole, sabiendo ya lo que había ocurrido. Vio en cámara lenta como los padres de Leeteuk entraban a la habitación, seguidos de Hyomin. El grito seguido del llanto desgarrador de las dos mujeres, hicieron que las lágrimas corrieran por su rostro y apretando el puño, recordó la cadenita que llevaba en su bolsillo ahora.

Salió corriendo en busca de Taeyeon, justo cuando veía que Heechul, Kwang y Ernie se acercaban al lloroso padre de Leeteuk, para ayudarle a levantar del suelo a la mamá, porque se había echado a llorar por su hijo; mientras una bandada de doctores y enfermeras se acercaban y entraban a la habitación.

Sentía que la cabeza le daba vueltas y vueltas, observando a su alrededor y buscando desesperada a la morena. Siguió por el pasillo, hasta que en una esquina escuchó un sollozo y al volver la mirada, ahí estaba ella; sentada en el suelo y llorando a lágrima viva.

En su pecho todo parecía estrujado, adolorido y con muchísima angustia, se acercó a ella, muy lentamente y finalmente se sentó a su lado; toda vez que la morena se abalanzó sobre ella y la abrazó con fuerza, arrancando más llanto de su alma.

Taeyeon no podía detenerse, por más que quisiera, por más que lo intentara era demasiado el dolor y la rabia que sentía. No podía dejar de recordar los últimos minutos, los últimos segundos de Leeteuk; sus ojos, como le pedían que le dejara despedirse de su hija, como acarició su vientre e hizo reaccionar a Michelle por vez primera; despidiéndose de su papá y el último beso que le dio, esperando que encontrara el camino hacia la luz.

Levantó el rostro del hombro de la pelirroja y, todavía abrazada a ella, se quedó observando al frente, con los ojos aún inundados de lágrimas. Nunca pensó que pudiera extrañarlo tanto.
…………………………………………….

Fruncía los labios y entrecerraba los ojos, mirando bien el vaso que su madre le tendía para que bebiera algo de agua. Su madre lo extendió más cerca y miró a Minho, a la vez que quiso agarrar el vaso, pero no logró asirlo bien y se le resbaló de las manos.

Gruñó de rabia y comenzando a gritar, se golpeó con la mano en la frente, lleno de impotencia y furia. Minho le gritó algo que no pudo entender, mientras lo agarraba de las manos para evitar que siguiera golpeándose. Su mamá le tomó con cuidado por la cabeza y lo sostuvo contra su pecho, como si se tratara de un niño pequeño, toda vez que él comenzaba a calmarse poco a poco y, respirando más tranquilo, se quedó mirando a Minho. 

Estaba enojado con él, pero por más que lo intentaba, no podía recordar muy bien por qué. Todo eran sombras y voces que se asemejaban a murmullos incomprensibles.

-¿Tienes sueño, bebé?-preguntó Camille a Rob. Se separó un instante para verlo y él, en lugar de mirarla, estaba solo mirando a todos lados menos a ella. Sus ojos vagaban por toda la habitación, como si no le hubiera escuchado-Rob…hijo-tomó su rostro entre sus manos y acarició su mejilla-¿Tienes sueño? ¿Quieres dormir?

Rob asintió y negó a la vez, indeciso. Camille miró a Minho, con extrema preocupación y él, se sintió demasiado culpable. 

-¿Quieres más agua? ¿Todavía tienes sed?-preguntó Minho, acercándose de nuevo al muchacho.

-No…-apretó los puños y se mordió el labio inferior con tanta fuerza y sin darse cuenta, que sin querer se hizo daño. Minho, preocupado, corrió a buscar una servilleta y se la entregó a su madre para que lo limpiara.

-Deberías descansar, Rob-murmuró Camille, limpiándole pacientemente y con cuidado su labio. 

-No quiero, mamá. N-No…No quiero. 

A pesar que fue sólo una frase y casi ni se notaba, aparte de la dificultad y la lentitud con la que hablaba; lo hacía de una manera extraña, sin su característico acento francés canadiense. Parecía de otro país.

-Rob…cielo-habló ahora su madre, muy nerviosa y tomándole de nuevo por el rostro para llamar su atención, porque estaba muy disperso-¿Podrías hablarme? ¿Podrías decirle algo a mamá, mon petit? 

El chico miraba a su madre, pero seguía sin comprenderle mucho lo que decía. Buscó en su cabeza la forma de responderle, pero no hallaba las palabras correctas, tenía miedo de equivocarse y decir algo estúpido. Comenzó a respirar apresuradamente, como si estuviera dándole un ataque de pánico y se agarró la cabeza con las manos, sintiéndose muy cansado y con dolor de cabeza. 

-Rob…bebé, si no puedes hablarme, no es necesario…

-No te esfuerces, mi amor. Descansa ¿Sí?-pidió Minho, en alerta por si comenzaba a golpearse-No te preocu…

-¡NO! ¡Déjame!-manoteó con fuerza para que se apartara-Yo q-quiero responder a…m-mi mamá. 

Era todo lo que necesitaban para darse cuenta que, efectivamente, su acento francés había desaparecido y ahora hablaba con un acento similar al de un italiano. 

-No entiendo…-musitó Camille a Minho, sintiéndose perdida-Antes él se molestaba cuando le decía “mon petit”, ahora ni siquiera se inmutó y aparte…habla como un italiano. 

-Buscaré a Myungsoo-susurró Minho

-No, deja, yo lo busco. Tú quédate con él y háblale, pregúntale cosas, entretenlo…yo ya vengo. 

La mujer salió de la habitación, mientras Rob parecía de nuevo haberse distraído, porque tenía la mirada fija en la ventana y ni daba luces de haberse percatado que su madre había salido. 
Minho se acercó a él, nuevamente, pero esa vez más cuidadosamente y cogiendo la silla, se sentó en ella. Miró la mano del muchacho, deseando poder tomársela, pero tenía miedo de que le rechazara. Optó solo por quedarse viéndolo y darse cuenta de todo el daño que le había causado, era doloroso verlo en ese estado de absoluto desconocimiento y confusión.

Poco a poco fue notando que tenía cara de sueño y, muy despacio, se fue acomodando en la almohada, sin dejar de devolverle la mirada. Sólo se dio cuenta de lo que hacía, cuando ya su mano había tomado la de Rob, pero para su sorpresa, él no lo había rechazado. Aún así, no respondió a su gesto y sólo miró a sus manos y luego a los ojos de Minho, para luego romper el silencio entre ambos.

-¿Qué me…p-pasó?-preguntó Rob.

El dolor de recordar aquella noche cuando él se había ido sin dejarle explicarse y luego despertar en la mañana y encontrarse con la noticia de que Rob había tenido un accidente, aún le perturbaban demasiado. Jamás se perdonaría lo que había hecho.

-Un camión…embistió el tuyo y te estrellaste contra una pared.

Rob se mantuvo sin ninguna emoción en su rostro, totalmente impasible. Miró el yeso que llevaba en su pierna y luego a Minho, de nuevo.

-¿Cuánto…tiempo estaré...?

-¿Aquí en la clínica?-completó Minho.

-Sí.

Minho suspiró y se encogió de hombros. Era extraño escucharlo sin su habitual acento francés.

-No sé…depende de tu recuperación y rehabilitación-repuso, apesadumbrado-Myungsoo dice que aún debes permanecer unos días o quizá semanas, en observación. Es por si tienes una recaída. 

-No me…g-gusta. Quiero…salir de aquí. 

Por un segundo pensó que comenzaría a pegar gritos, pero en lugar de eso, su mirada vagó perdida por toda la habitación, pareciendo mareado y fatigado. 

-¿Rob?... ¿Te sientes mal?-preguntó Minho, levantándose de la silla y con el corazón comenzando a latirle con rapidez. El muchacho no le respondía-¡ROB!

Se había quedado mirando hacia un punto en la nada y sin parpadear siquiera. Minho lo tomó por el rostro y pasó una mano por enfrente de sus ojos, buscando llamar su atención, pero seguía como en un estado de Stand By en el que ni los chasquidos de los dedos en su oído lo despertaban. 

Temió que hubiera entrado de nuevo en coma, pero le pareció ilógico porque llevaba los ojos abiertos, sólo era que no reaccionaba. 

-Rob…mi amor, responde-murmuró, entrando en pánico y dándole algunas palmaditas en la mejilla-¡ROOOB! ¡Responde! ¡Joder! 

La puerta se abrió y al ver entrar a Myungsoo y a Camille, dio gracias al cielo que el doctor había llegado.

-¿Qué pasa?-preguntó Myungsoo, confundido.

-Estaba…estábamos hablando, pero…se quedó así, con la mirada fija nada más, no reacciona. Le hablo, pero nada. 

-Veamos…-murmuró Myungsoo, sacando una linterna pequeña y revisando los ojos de Rob, a lo cual su reacción fue cerrarlos. Le tomó el pulso y el galeno suspiró. 

-¿Qué tiene?-preguntó Camille, angustiada.

-Sólo se ha quedado dormido.
……………………………………………

Era algo más fuerte que ella, no podía evitarlo aunque quisiera, aunque lo deseara. Cerraba los ojos y ahí estaba él, su imagen, esa que permanecía y se repetía constantemente en la que él moría y ella no podía hacer nada por detenerlo, por retenerlo ahí y pedirle que no se fuera. Abría de nuevo los ojos y también era como si estuviera ahí, casi podía decir que lo sentía cerca.

Un sentimiento de irrealidad, algo que le gritaba en su cabeza que aquello no podía ser cierto, le hizo soltar un sollozo que intentó ahogar, pero pareció ser lo suficientemente audible para Tiffany, porque enseguida la sintió moverse y colocarse justo detrás suyo, abrazándola y respirándole suavemente en el cuello.

Una de sus manos tomó la suya y la otra acarició su mejilla, secando una lágrima a la vez que le daba un beso en el hombro. 

-¿Otra vez?-susurró Tiffany, en su oído. Su tono no era de reproche, sino de sincera preocupación, pero igual Taeyeon se sentía mal porque esa era la tercera noche que la despertaba por estar llorando. 

-Lo siento-musitó, con voz estrangulada y secándose las lágrimas-Es que no puedo…él está siempre ahí. Cierro los ojos y está él…pidiéndome que le deje despedirse de Michelle…-sin poder controlarse ya, soltó el llanto y Tiffany se apresuró a levantarse para dar la vuelta y ponerse de rodillas enfrente de la cama y de ella. Taeyeon vio que también lloraba-¡No es justo! ¡Él se veía bien y feliz! ¡Él tenía que ver a Michelle nacer!

-Tae, tranquila...

-¿Por qué tuvo que irse, Tiffany? ¿Por qué?

Tiffany negó, no sabiendo cómo responder a su pregunta. Se recostó a su lado y Taeyeon la abrazó, cerrando los ojos y tratando de no pensar en Leeteuk, no recordarlo; pero se le hacía demasiado difícil no pensar en todas las cosas que pudo decirle y que ahora no podía.

La puerta se abrió y por un segundo imaginó que sería él y el corazón le latió apresurado, pero cuando vio que era Manse quien entraba a la habitación, abrazando a su osito de peluche, expulsó el aire que se había acumulado en exceso en sus pulmones.

El chico se acercó, lentamente, y Taeyeon se sentó en la cama al igual que Tiffany.

-¿Qué sucede, mi cielo?-preguntó la morena, tratando de ocultar que había llorado.

-Hay un fantasma en mi habitación-susurró Manse, sentándose en el borde de la cama.

-Los fantasmas no existen, cariño. Seguro estuviste soñando-respondió Tiffany, haciéndole espacio para que se acostara-¿Quieres quedarte a dormir aquí?

El chico asintió y rápidamente se deslizó por entre las sábanas junto con la morena y la pelirroja. Taeyeon le dio un beso en la frente y luego de arroparlo, lo cubrió en un abrazo al cual Manse se rindió y poco a poco fue quedándose dormido. 

4 días y 3 noches desde que Leeteuk muriera y todo pareció salirse de control. La prensa se había volcado a la clínica de Gimpo, apenas conocieron la noticia y todo el mundo estaba estupefacto ante lo sucedido. Heechul había pedido, públicamente, que se mantuvieran alejados de la familia de Leeteuk y que dejaran de acosarlos, que respetaran el dolor ajeno, pero era como si nunca se los hubiera dicho porque seguían insistiendo en pedir una entrevista con ellos, con Tiffany o con Taeyeon.

La pelirroja se había encargado de ayudar a la familia con el traslado en avión privado del cuerpo a Seúl y también había pedido que se organizara un velatorio privado en el que la seguridad había sido primordial y no se dejó pasar a nadie ajeno a la familia y conocidos.

Seth, que se estaba recuperando tremendamente rápido, para sorpresa de todos; había querido asistir y Tiffany y Taeyeon no se habían negado. Él sentía que debía despedirse del hombre que los había salvado a él y a su mamá. 

Había asistido mucha gente entre los que se encontraban, obviamente, la familia, primos, amigos y conocidos. Los guardaespaldas que conformaban el grupo al que pertenecía Leeteuk, se habían encargado de vigilar el féretro todo el tiempo y a muchos de ellos se les vio derramar lágrimas cuando iban a hacer su respectiva despedida.

Los chicos de la banda también estuvieron y lucían particularmente callados y con una expresión de absoluta estupefacción en sus rostros, como si no creyeran lo que había sucedido.

Cada una de las personas que llegaba, se acercaba a los padres de Leeteuk y les daba el pésame y las condolencias; pero a pesar de las buenas intenciones en ellas, ninguna era capaz de calmar el dolor que sentían. La madre de Leeteuk, a ratos se quedaba en aparente estado de shock, pero a los otros lloraba y a veces hasta pegaba gritos de rabia, en los que su esposo tenía que pacientemente y a pesar de la tristeza, sostenerla para que no se derrumbara.

Tiffany había visto a Hyomin, todo el tiempo pegada al féretro de Leeteuk y en ningún instante, a pesar de los intentos de muchos de sus amigos y familiares para que descansara, pero ella se había negado todas las veces. 

Taeyeon no había querido verlo y todo el tiempo se había mantenido ocupada, escuchando a los chicos hablar. Cada vez que miró a donde estaba Hyomin junto al féretro de Leeteuk, no dejó de sentir una enorme culpabilidad 

Finalmente, se habían retirado a casa junto a los chicos, Manse, Seth y Jongwook. Los dejaron a todos allá al cuidado de la nana y Tiffany, Taeyeon y Jongwook, fueron a la clínica a ver a Rob; porque ya habían recibido la noticia de su reacción lo que les dejó con un gusto dulce y amargo en las dos. 

Ese 4to día, la primera en levantarse, ducharse y vestirse fue Taeyeon, no podía seguir más en la cama porque se sentía asfixiarse, una opresión en el pecho que le provocaba más dolor y más ganas de llorar. Observó a Tiffany, ya rendida y dormida. Se había quedado prácticamente toda la noche abrazándola e intentando hacerla sentir mejor cada vez que le susurraba palabras suaves para calmarla. También miró a Manse, que estaba dormido en posición fetal y abrazando a su osito mientras se chupaba el dedo. 
Se sentó en el borde de la cama y acarició la mejilla de ambos, suspirando. Parecían dos angelitos así. Le dio un beso al chico en la frente y luego se inclinó a darle un beso a Tiffany en la mejilla y luego uno muy tenue en sus labios.

Tiffany pareció sentirla y se removió, abriendo los ojos y parpadeando varias veces para acostumbrarse a la luz. Somnolienta como estaba, bostezó y miró a la morena.

-Hey…-saludó, con algo de fatiga-¿Ya estás vestida? ¿Por qué no me despertaste?-se levantó de golpe y buscó a su alrededor-¿Qué hora es?

-Te veías muy cansada-susurró Taeyeon-No quise despertarte. 

-Igual debiste hacerlo, se nos hará tarde… ¿Qué hora es…? ¿Dónde está mi…?

Taeyeon levantó del suelo el reloj despertador de la pelirroja y pidió disculpas con la mirada.

-Lo siento. Empezó a sonar a las 5, le di un golpe con la mano para silenciarlo y se cayó. Son las 9:30.

-¡Las 9! ¡Vamos a llegar tarde! 

Se levantó de un salto y brincando de pie por la cama, fue corriendo hasta el baño para cepillarse los dientes. Taeyeon suspiró, sintiendo que volvían las náuseas y la falta de energía. Se dirigió al baño con Tiffany, donde ella ya estaba cepillándose mientras se veía al espejo y luego a ella, cuando notó su presencia.

-“¿bos shicos essshbtan lissssbsstossh?”

Taeyeon frunció el ceño, no comprendiendo muy bien lo que quería decir. La pelirroja escupió en el lavamanos y volvió a intentarlo.

-¿Los chicos están listos?-preguntó de nuevo y volvió a meterse el cepillo a la boca. 

-No sé, pero hace rato me pareció escucharlos hablar desde afuera. 

-“¿Ya comiste?” 

Que Tiffany señalara su pregunta con el lenguaje de los mudos, le removió los recuerdos y sus ojos se aguaron. La pelirroja se sintió estúpida al notarlo y se reprendió mentalmente por cometer tamaño barbaridad, sabiendo cómo estaba de sensible por el recuerdo de Leeteuk. 

-No.

Taeyeon salió del baño y Tiffany se apresuró a escupir de nuevo la espuma, lavándose con agua velozmente y luego la cara; finalmente, secándosela con una toalla.

La morena estaba en el balcón de la habitación y se acercó a ella por detrás, tomando aire y rompiéndosele el corazón al ver que volvía a llorar. La abrazó por detrás y la sintió estremecerse, volteándose para devolverle el abrazo y llenándole de lágrimas su cuello al ocultar su rostro. 

-Tae, lo siento…fue muy estúpido de mi parte…

-No...

-No estaba pendiente y…lo siento, en serio. Perdóname. 

-No…no te preocupes.

Se apartó de la pelirroja y se secó las lágrimas, mientras Tiffany acariciaba sus mejillas y hacía el mismo trabajo. Tal parecía que mientras más las secaba, más salían y era desesperante. 

-Soy una tonta…

-No lo eres.

-Si sigo así, le haré daño a Michelle.

-En eso te doy la razón. 

Taeyeon asintió y frunció los labios, apretando la mandíbula para retener las lágrimas, pero éstas parecían ser más fuertes que el odio y resbalaron. Abrazó de nuevo a Tiffany y ella también lloró.

-Lo siento…no puedo con esto…-sollozó Taeyeon-No puedo…pensé que podría ir, que podría estar allí y…despedirme de él, pero no puedo y me duele; porque siento que sigue estando allí y…lo siento.

-¿No quieres ir?

-No, no puedo. No quiero. Él abandonó a Michelle, pues ahora ella no estará ahí. 

La morena entró de nuevo a la habitación a paso apresurado y secándose con rabia y furia las lágrimas que todavía seguían brotando. Tiffany quiso decirle algo, quiso hablarle, pero se quedó callada, sabiendo que sólo sentía enojo y que luego todo pasaría.

Tomó bastante aire, llenando sus pulmones, pero igual no dejaba de sentirse terriblemente mal. El recuerdo, los pensamientos, todo pesaba una tonelada; incluyendo la cadenita que Leeteuk le diera para Michelle. 

Era como una deuda de la que se había adueñado sin proponérselo y de la que no descansaría nunca. Michelle era su hija y eso Leeteuk se lo había dejado en claro, aunque no fuera explícito. 
……………………………………

-Rob padece una rara alteración del habla de origen neurológico. Es lo que se llama el Síndrome del Acento Extranjero-dijo Myungsoo, mirando a sus apuntes en la tabla que llevaba con el historial médico de Rob y, luego miró a Camille y a Minho, que parecían como si hubieran sido golpeados con un bate. 

-¿Y eso se va a curar, doctor?-preguntó Camille, preocupada-¿Va a seguir hablando así?

-Es extraño, él nunca ha estado en Italia, ¿Cómo…?

-Es debido a su lesión cerebral, como bien entenderán-respondió Myungsoo, cruzándose de brazos-Esta condición sólo está documentada por pocos pacientes a los que se les ha diagnosticado hasta la fecha. No es lo mismo una persona que va a un país y adopta el acento local porque se acostumbra, a otra persona que tiene un historial de lesión cerebral como un ACV, un traumatismo; que altera repentinamente su modo de hablar y que justamente es parecido a un “acento extranjero”. Para diagnosticarlo hubo que hacer pruebas. Rob puede no haber estado nunca en contacto con Italia, ni siquiera con un nativo de allá, pero simplemente sucede-explicó Myungsoo-De los pocos casos que existen, en algunas personas ha desaparecido y en otras persiste con el tiempo, por lo que existe la posibilidad de que en Rob, el síndrome desaparezca por sí solo o se mantenga. Estaremos haciéndole estudios para ver como evoluciona. 

-¡Mon Dieu!-exclamó Camille, asombrada y llevándose la mano al pecho. 

“DOCTOR PARK, SE LE SOLICITA URGENTEMENTE EN EMERGENCIAS” 

Myungsoo les miró con un gesto de disculpa y susurró un “Permiso”, a lo que Minho se hizo a un lado y el doctor salió corriendo por el pasillo.

El celular de Camille comenzó a repicar y con la mirada le pidió a Minho que entrara él a la habitación, que iba a atender el llamado. Él abrió la puerta y entró, con miles y miles de cosas pasándole por la cabeza de lo que le había dicho Myungsoo y lo del acento extranjero.

Entró a la habitación y ni siquiera pudo darse cuenta de lo que pasaba, porque en ese momento un frasco de alcohol salió volando por los aires y le golpeó en la cabeza.

Soltó un juramento por lo bajo al llevarse la mano a la cabeza donde le había golpeado y vio que Rob le miraba, imperturbable, como si él no hubiera sido quien le lanzó la botella. Armándose de paciencia, recogió el frasco del suelo y se acercó al chico, colocando la botella de nuevo en la mesita donde antes sabía que estaba.

-¿Cómo lo agarraste, Rob?-quiso saber, observándolo con cautela-El frasco estaba aquí, ¿Cómo lo agarraste?

El muchacho no respondió y se le quedó viendo como si no fuera con él con quien Minho hablaba. Desistió de intentar saber cómo lo había hecho y se sentó en su habitual sitio en la silla, para poder terminar su tarea.

-Estoy e-enojado contigo.

Fue como un baldazo de agua fría, tomó aire profundamente y se atrevió a mirarle. Contrario a lo que pensaba encontrarse en su mirada, sólo vio confusión y duda. La pregunta que hizo después, se lo confirmó.

-¿Cierto? 

Dejó que su lápiz rozara tentativamente la hoja del cuaderno, pensando bien lo que le diría. Esos últimos días siempre tenía que medirse en las cosas de las que hablaba o trataba con Rob, porque solía estar irritable, hostil, su temperamento era muy volátil y por cualquier nimiedad, se mostraba fácilmente furioso. Era como caminar en hielo quebradizo, tenía que andarse con cuidado.

-Rob… tal vez ahora no sea…el mejor momento para hablar de ello…

-¿Por qué?

Y ahí estaba, era la pregunta, quería saber la razón y cada vez que preguntaba y no se le respondía, armaba un alboroto. El día anterior le habían traído de comer una sopa y cuando preguntó por qué le trajeron eso y no pollo con puré de papas, se volvió como loco y comenzó a gritar de la rabia, aparte que hizo un desastre derrumbando la comida sobre la cama y en el suelo. Al final Myungsoo había pedido que le dieran un menú para que él mismo escogiera, pero eso había sido otro problema, porque pronto se dieron cuenta que tenía dificultad para leer y había arrojado el menú contra la cabeza de la camarera. Para calmarlo, hubo que darle unos tranquilizantes, porque su humor estaba exacerbado y no escuchaba ni seguía indicaciones. 

Minho cerró su cuaderno y miró a Rob con atención, para hacerle saber que era importante lo que iba a decirle y para que intentara en lo posible, entenderle. Siempre hablándole despacio.

-Te propongo algo, ¿Qué te parece si hablamos de tu enojo cuando hayas salido de aquí? 

Rob permaneció un rato pensando en lo que había dicho Minho y buscó las palabras correctas para responderle.

-Entonces…a-ayúdame a levantarme. Salgamos de aquí y hablemos…

Se sentó para levantarse, pero Minho lo detuvo enseguida. 

-Quise decir cuando salgas de la clínica…

-Salgamos de la clínica-repuso Rob, tozudamente. 

-Ahora eso no podrá ser, porque todavía tienes que permanecer unos días más aquí… Rob, ¡Rob!...escúchame…

-¡Quiero salir ahora!-exigió con dureza y golpeando con el puño en la cama.

-Yo sé que quieres salir, pero…

Rob dio un manotazo de furia, dándole a Minho justo en el rostro y casi logra levantarse. Si no fuera porque Minho lo sostuvo nuevamente, se hubiera caído de la cama. 

-¡QUIERO SALIR! ¡Déjame! 

-¡Rob, escúchame!

-¡No quiero! 

-¡Escúchame, Rob! ¡Mírame!-pidió Minho, desesperado-¡Aquí estoy, Rob! ¿Puedes oírme, mi niño?...escúchame…

Por primera vez se concentró en la voz de Minho y con las lágrimas comenzando a brotar, poco a poco fue rindiéndose hasta verse atrapado en su abrazo. Quería que lo soltara y que no lo tocara, pero a la vez no deseaba que se fuera, quería que se quedara. Odiaba esa sensación de estar perdido y no saber bien lo que quería, no sentirse seguro.

-Te prometo que hablaremos de todo lo que te molesta y todo lo que te enoja. Es muy importante todo lo que tengas que decirme y lo tomaré en cuenta siempre, porque eres mi prioridad-susurró Minho, en su oído mientras le acariciaba la espalda suavemente. Se apartó unos centímetros y lo tomó por el rostro-¿Pudiste entenderme?-preguntó-¿O necesitas que vaya más despacio? 

Esperó su respuesta pacientemente, pero a la vez se sintió en un debate interno. No pudo evitar notar lo cerca que estaban el uno del otro y lo mucho que lo había extrañado y seguía extrañándolo. 

-Sí…te entiendo. 

Había sido su respuesta, después de unos minutos pensando. Rob veía cuan cerca estaban y sentía ese dolor horrible en el pecho, como una opresión. Se fijó en los labios de Minho y cuando ya lo veía venir, se apartó bruscamente y volteó el rostro. 

Minho se alejó y se reprendió mentalmente por el daño que le causaba. En sus ojos veía miedo y temor, por lo que no intentó más ningún acercamiento; no quería presionarle a algo que sabía que no quería y de lo que había perdido el derecho. 
……………………………………………….

No se había dado cuenta que se había quedado dormida hasta que abrió los ojos, con cierto sobresalto. Se quedó mirando al techo por unos minutos y llevándose la mano al pecho, notó que latía acelerado, como si hubiera estado corriendo y luego puso su mano en su vientre, cerrando los ojos y esperando que el miedo, la sensación de ansiedad y el dolor en el pecho mitigaran aunque fuera un poco.

Se sentó en el mueble y se tapó el rostro con las manos, el pensamiento, el permanente sentido de presencia no se iba con nada y se obligaba a pensar que estaba muy sugestionada, muy sensible a todo.
Por segunda vez en la vida, sintió ese mariposeo en el vientre que identificó rápidamente como las pataditas de Michelle. Miró el reloj, buscando entretenerse y que no le afectara, pero ya era muy tarde, percibiéndose a sí misma como una estúpida llorona. Con la vista nublada, volvió a ver la hora. Eran las 11:30 de la mañana y sólo faltaba media hora más para que comenzara el sepelio de Leeteuk y ella…ella no había ido.

Tiffany le había dicho que se quedaría para acompañarla, pero le había dicho que no se preocupara y que fuera, que Michelle y ella estarían bien, al igual que Seth, Noah y Manse que debían estar en la habitación de arriba acompañando al “pequeño paciente”, como le llamaba Myungsoo a Seth, las dos veces que había ido a revisar al chico. 

Se levantó del mueble, mirando al suelo y casi se mareó al ver lo que estaba en el suelo. Era la primera ecografía de Michelle, que Leeteuk le regalara luego que la suya hubiera sido robada junto a la cadenita de su padre.

Tragó con fuerza y haciendo un esfuerzo por controlarse, miró a su alrededor como buscando algo que no sabía y no quería decir qué era exactamente. Se sentó de nuevo y cogió la foto, preguntándose cómo habría llegado hasta allí, no recordaba haberla tomado de su sitio en la gaveta de la mesita de noche. 
Mientras pensaba que quizá Manse la había tomado y la había puesto allí, pensó subir y preguntarle, pero también para aprovechar y ver cómo seguía Seth. Afuera en la calle se escucharon voces y segundos después vio entrar a Jong, quien al verla frunció el ceño, visiblemente confundido.

-¿Qué haces aquí?-preguntó él, cerrando la puerta y mirando a su alrededor-Te hacía en lo de Leeteuk, ¿Qué pasó…?

-No fui...-cortó ella, secamente y volviendo a su tarea de apretar la mandíbula-Es como que obvio ¿No? 

-Oh…bueno ¿Y Tiffany?

-Ella se fue con los chicos y Hyuk…hace como 1 hora y media, más o menos. 

-Entiendo.

-¿Y tú?-preguntó Taeyeon. Su voz salía ahogada y como si le costara mucho hablar-¿Qué haces aquí? Pensé que irías y todo eso.

-Estaba en la oficina haciendo un par de cosas y vine para traerle unos documentos a Tiffany que le dejaré en su despacho. Ahora mismo salgo a lo de Leeteuk. 

-Mmm bueno. 

Se quedaron callados unos segundos, Taeyeon sentía inmensas ganas de llorar cada vez que alguien nombraba a Leeteuk y deseaba que dejaran de hacerlo. Sentía que lo odiaba por irse y dejar sola a Michelle, por no pensar en su hija y en que probablemente ella preguntaría por un padre cuando tuviera la suficiente edad para hacerlo.

Jong entró al despacho y dejó los folios encima del escritorio, saliendo de inmediato y cerrando la puerta. Se detuvo en mitad del recibidor, observando a Taeyeon, hasta que la morena lo miró con algo de fastidio.

-¿Qué?-escupió la pregunta, casi golpeándola al salir de su boca. 

-Pues… ¿Vienes conmigo o no?

Sintió como si le salieran llagas en el estómago, inmensas y dolorosas llagas de la rabia que le quemaba como aceite hirviendo.

-Si estoy aquí, es porque no quiero ir. Pensé que habías comprendido eso-fue demasiado educada para lo que en realidad pensaba.

Jong suspiró y se acercó a la morena, quien tuvo el impulso de levantarse e irse a la habitación, pero por alguna razón sus pies parecieron no obedecer a lo que pensaba y lo que su cerebro le pedía. El muchacho se sentó enfrente y entonces supo que ya comenzaría con su psicoanálisis. 

-Por favor, no quiero…

-Pienso que realmente deberías ir…

-Jong, cállate.

-Es por Michelle, es por ti misma. Necesitas despedirte de él, Michelle también lo necesita, porque a la larga y si continúas así, le harás más daño a ella que a ti misma y terminará cayendo todo sobre Tiffany.

-Él decidió irse, Jong-repuso Taeyeon de mal talante-Él decidió dejar sola a Michelle…

-No creo que haya sido una decisión, Tae. ¿Y de verdad piensas que él la ha dejado sola? Estoy seguro que de algo le habló Leeteuk a Tiffany sobre Michelle-mostró 4 dedos y se señaló el primer dedo-Shock, Negación: Estás dejando esta fase justo ahora, necesitas salir y continuar, vivir tu dolor y no tener miedo de lo que vendrá después, dejar de negarte su muerte y entender que ya no está más-se señaló el segundo dedo-Culpabilidad, Cólera: Estás comenzándola. Aunque no lo demuestres, te sientes culpable. Piensas que si le hubieras dicho algo, si le hubieras dicho a tiempo que le querías y que le quieres, él no hubiera muerto. Te recriminas por esto, inconscientemente…

-¡Yo no me recrimi…!

-Depresión…-continuó Jong, haciendo como si no había hablado y señalándose un tercer dedo-Resistencia a volver a la vida habitual. Date tu tiempo para recuperarte, sanar-Suspiró y se señaló el cuarto dedo-Última fase. Aceptación de la realidad, Recuperación: Se afronta la realidad. Leeteuk no regresará, pero siempre estará presente en todo lo que compartiste con él, en tus recuerdos…tienes que atravesar todo esto y vivirlo, porque luego te sentirás mejor y No, eso no significa que le olvides. Repasar los recuerdos agradables y desagradables, también alivia.

Se quedó muda, queriendo negarse todo lo que Jong le había dicho, pero sabía y algo le decía que tenía razón y eso era lo que más rabia le daba. Cuando le había dicho que se recriminaba por no haberle dicho a tiempo a Leeteuk que le quería, deseó que fuera mentira, pero era demasiada realidad como para negarla.

Se tapó el rostro con las manos y estalló en llanto, abalanzándose sobre Jong para abrazarlo. Él la sostuvo y le acarició la cabeza y el cabello con cuidado, dejando que llorara todo lo que quisiera y se desahogara.

Entre las lágrimas, vio en sus manos la foto de la ecografía que le diera Leeteuk; deseando que todo el dolor terminara.
…………………………………………… 

 

No pensó que le vería, ¿Qué estaba haciendo allí? No creía que hubiese conocido a Leeteuk. Su corazón era un desalmado, latía como un energúmeno y se pensaba ya infartado y muerto. ¿Por qué mierda no podía dejar de hacer eso? ¿Por qué no podía simplemente superarle y tratar de seguir con su vida? Era imposible cada vez que recordaba la noche que estuvieron juntos y que todo se fue al carajo. No podía verle y no sentir que se ahogaba. 

Ahyeon estaba junto a él, pasando entre la gente y acercándose a saludar a Tiffany. Había estado en el baño y al salir y verles, creyó que le daría algo. Pensó en George y deseó que su relación no hubiera acabado para poder tenerlo ahí con él, no era para darle celos a Minhyuk; porque sabía muy bien que a él no le haría nada eso. Era para poder tapar lo que le había dicho a Ahyeon, haciéndole prometer, jurar, que no le contaría a Minhyuk que George y él ya no eran novios. 

Buscó una salida, un escape, esconderse e irse en lo posible de ahí, pero cuando ya estaba dando la vuelta

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Comments

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ignacia12 #1
Chapter 111: Me gusto mucho la historia es genial.
yoonalim__ #2
Chapter 6: Sejauh ini blm ada perkembangan
yoonalim__ #3
Chapter 5: Apakah alex undang taeyeon juga
yoonalim__ #4
Chapter 4: Adik tiffany selusin apa
yoonalim__ #5
Chapter 3: Taeyeon lu baru ngeliat tiffany sudah langsung jatuh cinta
yoonalim__ #6
Chapter 2: Tiffany bertabrakan dengan Tae
yoonalim__ #7
Chapter 1: Oke
yoonalim__ #8
Sepertinya menarik
ana2381 #9
Lo he leído más de una vez. Es mi favorito, encabeza la lista.?
lizbsol
#10
Chapter 111: Estupendo, brillante no se que mas decir