Capítulo 103: Michelle

Quedó como en el aire, en el tiempo. Sintió a Tiffany sujetarle por detrás para que no cayera y, lentamente, algo caliente comenzó a descender por su boca y su pecho. Vio un segundo la mano de ella en su herida, manchándose de sangre y luego, alzando la mirada, vio la confusión y la rabia en los ojos de Charlie.

No pudiendo aguantar su propio peso, se dejó ir con ella hacia el suelo. 

Sus ojos vagaron, desesperados, perdidos por unos segundos, mientras buscaban lo que poco a poco se le iba negando. Se le cerraban solos, pero igual los volvía a abrir, respirando o intentando hacerlo. Los segundos que había tardado en atravesarse para quitarla de en medio, los había cambiado, sin meditarlo, por lo que parecían horas de agonía, pero no le importaba…ella y Seth estaban bien.

Entre la conciencia y la inconsciencia, miró hacia arriba, miró a Tiffany llorando de desesperación y angustia, protegiéndoles junto a Seth, de varios disparos que se escucharon luego de la bala que se alojara en su propio pecho. A un lado casi sintió el retumbar en sus oídos del golpe seco producido por el cuerpo abaleado de Charlie y cuando cesó lo que parecía un pandemónium, vio a dos agentes del FBI que se habían acercado.

Tiffany le tomó por el rostro y le acarició el cabello, mirándole con desesperación en su mirada, en sus ojos y en su piel. En sus ojos, lágrimas que morían luego en su pecho, toda vez que le zarandeaba para mantenerle consciente. Le decía cosas que a ratos comprendía y que a otros parecían desvanecerse en el aire.

Despacio, iba meciéndose y rozando la delgada línea entre la luz y la oscuridad, llegando a tener bastante frío. Sus ojos se cerraron por unos segundos y aunque ya sólo sentía lo caliente de la sangre en sus manos y en sus labios, su sabor metálico; los volvió a abrir y una lágrima cayó por su mejilla, viendo que varios paramédicos comenzaban a llegar con dos camillas.

-¡No cierres los ojos!-gritó Tiffany, agarrándole con fuerza de la mano y apretándosela para que abriera de nuevo los ojos-Vas a estar bien…todo estará bien…No te puedes morir…no puedes… ¿Me escuchas? ¡NO LOS CIERRES, MALDICIÓN! ¡Apriétame la mano y todo estará bien! 

El adormecimiento que tenía, le agotaba, le dejaba sin fuerzas y por más que quería decir algo, no podía. El volumen de voz de Tiffany bajó considerablemente y también, ya vagamente, podía ver algo más que sombras nubladas. Ni siquiera podía sentir ya sus manos.

Justo antes de caer en la oscuridad, leyó en los labios de Tiffany una petición, desesperada, de vida seguida de su propio nombre: Leeteuk.

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Exactamente 3 horas se cumplían en ese momento, desde que no lograra escapar y la agarraran justo a la salida y antes de tomar el taxi, la tenían custodiada en las oficinas de seguridad del aeropuerto, para cuando llegaran Jongwook, Heechul y Hyuk.

No la dejaban sola ni un instante y eso la agobiaba demasiado. Sentía una opresión en el pecho, una angustia que no cesaba y cada vez que marcaba al celular de Tiffany y ella no respondía; un nuevo temor se agregaba a su lista. 

-¡¿Cuándo me dejarán ir?!-exigió saber, molestándose y levantándose de golpe-¡Necesito saber cómo están mi novia y mi hijo! 

-¿Podría sentarse y calmarse, señorita?-pidió el jefe de seguridad-Hasta que no vengan sus familiares o, en su defecto, llamen para que la dejemos ir; no podemos permitir que se vaya. 

-¡Pero Tiffany y mi hijo están en peligro! ¡¿Qué no pueden comprender?!

-Lo comprendemos perfectamente y es por eso que debe esperar que el FBI haga su trabajo. Así que siéntese y tranquilícese mientras le traigo un jugo. 

-¡Sólo quiero que me dejen…!

-¡Taeyeon!

La voz de su tío la alertó y al volverse le vio corriendo hacia ella, junto a Jongwook y detrás venían Heechul, Kwang y Ernie.

-¿Por qué tardaron tanto?-preguntó Taeyeon, abrazando a Hyuk.

-¡¿La pregunta es por qué te nos escapaste así?!-corrigió Heechul, visiblemente amargado-¡Te dijimos que los del FBI ya habían sido alertados e iban en camino!

-¡No podía quedarme esperando sabiendo que Tiffany y Seth podrían correr peligro estando solos con ese psicópata! 

-Pues no estaba sola en ningún momento-intervino Jong, hablando con voz muy calmada para bajar los ánimos-Desde que Tiffany salió de la casa, Leeteuk la ha estado siguiendo hasta acá.

La expresión de confusión de Taeyeon era para tomarle una foto.

-¡¿Qué?!

-Él me llamó al celular…-comenzó Kwang-Me dijo que iba llegando a la casa, porque le habíamos enviado a comprar un par de cosas para comer. Él se había llevado la moto y cuando iba a entrar de nuevo a la casa, Tiffany casi se lo lleva por el medio al salir con el auto. Apenas la vio por el parabrisas, dijo que traía una cara de espanto que le sorprendió e hizo sospechar; así que se fue tras ella…sólo hace un par de horas que me llamó, antes de salir nosotros, para decirme que había alertado al FBI, porque Tiffany había entrado a un lugar por Gimpo…desde hace rato que no sé más noticias suyas.

“Sin noticias”. El breve sentimiento de tranquilidad por saber que Leeteuk les protegía, se había desvanecido en lo que se tardaba en pestañear al escuchar a Kwang decir que no sabía más noticias. Tenía un raro presentimiento, una extraña sensación de miedo que pareció congelarse cuando Jong atendió su celular que sonaba.

-Es Tiffany…

El alma le volvió al cuerpo casi como una llovizna de calma y paz; le iba a arrancar el celular a Jong para atender ella, pero el chico ya estaba preparado y se alejó para evitarlo. Hyuk la sostuvo y le pidió que se mantuviera tranquila.

-Tiffany, ¿Qué...?... ¿Podrías calmarte y hablar más lentamente? ¡No te entiendo nada!-gritó Jong, tapándose un oído para escuchar mejor. El corazón de Taeyeon latía acelerado, odiaba que Jong pusiera esa cara de póker que no le indicaba nada de lo que la pelirroja le decía-¿Ya están allá?... Sí, ya vamos. Espéranos.

Colgó y todos lo miraron con expectación. Taeyeon se soltó del agarre de su tío.

-Los del FBI mataron a Charlie…-las caras de tranquilidad de Kwang, Hyuk, Heechul y Ernie fueron al mismo tiempo; sin embargo, Taeyeon vio que Jongwook seguía muy serio-Tiffany está bien, pero Seth está herido y a Leeteuk le dispararon. 
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Caminaba de un lado a otro por el pasillo, esperando recibir noticias de Seth y Leeteuk, que habían sido ingresados al quirófano de emergencia. Todavía llevaba presentes las imágenes de su hijo, herido en la pierna y ella intentando alzarlo en brazos para llevárselo; pero las que más se repetían eran en las que Charlie la apuntaba y luego Leeteuk salía de algún lugar desconocido y se atravesaba para recibir el disparo que era para ella.

Luego el shock de ver la furia en los ojos de Charlie que ya estaba dispuesto a dispararles a ella y a Seth, tener que cubrir con su propio cuerpo para protegerles a su hijo y a Leeteuk de lo que parecía iba a ser su muerte segura.

No había terminado, porque con la misma rapidez que los cubrió, unas ráfagas de balas llovieron desde todas direcciones, fulminando a Charlie, justo a tiempo, para evitar que ahora sí acertara en el blanco. 

Se sentó en una de las sillas de la sala de espera, mirando a todos lados los doctores y enfermeras que iban y venían, siendo llamados de emergencia hacia la sala en la que habían ingresado su hijo y Leeteuk. Miró su sweater con algo de sangre de su hijo por la herida en su pierna y una gran mancha inmensa por la del guardaespaldas. 

Sin poder evitarlo, se tapó el rostro con las manos y las lágrimas de angustia cayeron por sus mejillas. La culpabilidad que sentía era demasiada y asfixiante, recordaba el sueño que había tenido donde Taeyeon era la que se atravesaba para recibir el disparo y la cabeza le dolió espantosamente, mareándola, por el olor de la sangre y por el miedo que sentía de que, tal como pasara con sus padres, Leeteuk muriera por no haber prestado atención a su sueño. Pensaba en Seth y en lo cerca que estuvo de morir por su irresponsabilidad, de la que ya no valían arrepentimientos. Sólo había querido salvarlo, que estuviera bien. Que todos estuvieran bien. 

Pensaba que tardaría más, pero cuando que una doctora venía hacia ella, se levantó rápidamente y la mujer la miró seriamente.

-Señorita Hwang…

-Sí, soy yo-musitó la pelirroja, con voz ahogada-¿Cómo está mi hijo? ¿Y Leeteuk? 

-Su hijo ya salió del quirófano y está en recuperación. Tuvo una fractura transversal de tibia del tercio medio por golpe directo; llevará una férula por varias semanas. También tuvo algunos múltiples golpes en las costillas, por lo que llevará un protector para inmovilizarle. Deberá pasar tiempo sin ir al colegio hasta que sane completamente. El doctor Park me llamó y dijo que él se encargaría de llevarle el tratamiento y rehabilitación en Seúl. 

-Muchas gracias-dijo la pelirroja un poco más tranquila-¿Y Leeteuk?

-¿Su familia no ha llegado?-preguntó la doctora, mirando a su alrededor.

-No, todavía no; pero ya deben venir en camino. Puede decírmelo a mí…

-Si no es familiar del joven, no puedo…

-Realmente necesito saber cómo está, doctora-interrumpió Tiffany, angustiada-Se va a poner bien ¿Verdad?

La doctora permaneció unos segundos en silencio, valorando si debía o no, decirle. Finalmente, accedió.

-La herida es realmente seria, intentamos detener la hemorragia y entró en shock. La pérdida de sangre fue demasiada y le hemos colocado para transfusión urgente.

-Pero se va a salvar ¿Cierto?-insistió Tiffany, sintiendo sus manos sudar

-Está en terapia intensiva, su pronóstico es reservado. Por ahora, sólo puede ver a su hijo. Está en la habitación 137. Con permiso.

-Gracias. 

La doctora se alejó y justo ahí sonó su celular. En la pantalla decía que era Samuel, así que atendió.

-Hey, Sam…

-¡Tiffany! ¡Vimos las noticias! ¡¿Estás bien?! ¡¿Cómo está Seth?! ¡¿Y Leeteuk…?!

-Tranquilo, cálmate-pidió Tiffany, cortándole antes que se pusiera más nervioso-Estoy bien. Seth tuvo una fractura y golpes, pero la doctora dice que estará bien en unas semanas…

-¿De verdad?

-Sí, sí, segura…

-¿Y Leeteuk? Dijeron en las noticias que le habían disparado o algo así. 

-Él…realmente no sé, Sam…su pronóstico es reservado. 

-¿Tan mal está? ¿Cómo fue?

Abrió la boca para responder, pero la cerró al darse cuenta que no sabía qué decir. Dio gracias que en ese instante llegaron unas personas que imaginó que serían la familia de Leeteuk.

-Uhh…lo siento, Sam. Luego te llamo, cuida a los chicos. 

-Pero…

Colgó antes de dejarlo terminar y se acercó a las personas.

-¿Son la familia de Leeteuk?

-Sí, sí, mucho gusto, señorita Hwang-saludó un hombre alto y de bigotes como los de Salvador Dalí-soy Park Jongdae y ella es mi esposa Jisoo-señaló a una mujer que se secaba las lágrimas con un pañuelo-Y ella es Hyomin, la ex novia de Leeteuk-señaló ahora a una chica que también lloraba. 

-Mucho gusto-saludó la chica, dándole la mano a Tiffany.

-Igual.

Se quedó unos segundos sin saber qué decir, cuando se percató que la mamá de Leeteuk veía la gran mancha de sangre en su sweater y se sintió terriblemente mal. Trató de tapársela cruzándose de brazos, pero de todas formas era inútil.

-Uhh…la doctora pueden encontrarla por emergencias. Ella les dirá sobre Leeteuk y cuándo podrán pasar a verlo-dijo Tiffany, algo cohibida. 

-Muchas gracias por avisarnos-dijo la mamá de Leeteuk, acercándose a abrazar a la pelirroja; quien se sintió más culpable todavía y con ganas de llorar. 

Los señores y la ex novia de Leeteuk se fueron por el pasillo hacia emergencia; mientras eran observados por Tiffany. Pronto se dio cuenta que volvía a estar sola, así que decidió ir a ver a Seth, ya que la doctora le había dicho que podía entrar.

Fue hasta el ascensor y presionó el botón para subir, pero la voz en grito de Taeyeon, diciendo su nombre, la alertó y apenas pudo voltear cuando ya la tenía abrazándose a su cuerpo como si en cualquier segundo pudiera desaparecerse. La culpabilidad no la dejaba, convirtiéndose de nuevo en llanto, tenía miedo de corresponder a su abrazo, pero aún así lo hizo al tomarla por la cintura con timidez. 

-¡¿Por qué siempre haces lo mismo?! ¡¿Por qué tienes que ser tan cabeza dura?! ¡¿Por qué?! ¡¿POR QUÉ?!-Taeyeon exigió saber, llorando también y sosteniendo su rostro entre sus manos-¡Pensé que te perdería a ti y a Seth! 

-Lo siento-no era capaz de mirarla a los ojos, pero no fue necesario porque ella había vuelto a abrazarla, colgándose a su cuello-Perdóname-susurró en su oído.

Se apartaron y fue ahí que Taeyeon, con cara de horror, se percató de las manchas de sangre en su sweater. Tiffany se secó las lágrimas y negó.

-No son mías. Son de Seth y…la más grande es de…Leeteuk.

La expresión de dolor de Taeyeon le hizo perder un poco de color de sus mejillas. Los ojos se le aguaron y se tapó la boca con la mano, poniéndose un instante de espaldas. Un montón de sentimientos se le acumularon formando una gran masa de emociones que no podía definir, le ahogaban, le asfixiaban y le desesperaban.

-Tae…

-¿En qué habitación está Seth?-preguntó, con voz estrangulada. 

-En la 137, pero…

-Iré a verlo. 

-¡Pero, espera un momen…!

Entró al ascensor y se cerró justo antes de que ella también pudiera entrar. Iba a prepararse para subir por las escaleras, pero Jongwook que había estado apartado junto con los demás, la detuvo por el brazo. 

-¡Jong, déjame ir…!

-Espera…déjame darte esto…-dijo Jong, quitándose su propia chaqueta y entregándosela-Es para que te la pongas encima, por el frío que hace y para que no tengas que andar mostrando manchas de sangre por todas partes.

Tiffany suspiró y asintió, colocándosela. Era grande por lo mismo que era de hombre, pero la cubría bien del frío y sólo sería mientras conseguía como cambiarse de ropa. No había tenido tiempo de llevar nada por salir corriendo de la casa.

-Gracias.

-De nada.

-Iré con Tae…

-¡Espera un momen…!

-¡¿Qué quieres ahora…?!

-¿Nos podrías decir qué pasó? ¿Dónde está la familia de…?

-¡Ya llegaron, están en emergencias! ¡Y lo que pasó es que Leeteuk me salvó la vida! ¿Estás contento?

Tiffany se retiró hecha una furia, pero más que eso, Jong sabía que lo que tenía era bronca, culpabilidad…sobre todo culpabilidad. Eso era algo contra con lo que la pelirroja lidiaba desde siempre, el sentir que por sus mandadas inconscientes, otra persona caía por su descontrol. 

Sin embargo, había algo que sospechaba se le estaba escapando. Debía hablar con Tiffany luego. 
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Cerraba los ojos y todo se salía fuera de contexto, fuera de lo normal. Caía una y otra vez en lo profundo de su ser, no faltaban los besos por su espalda y las caricias perfectas; sosteniéndose, colgándose de su nombre y repitiéndolo tantas veces como fuera posible, inconscientemente, entre ahogadas y apasionadas declaraciones de amor que alcanzaron el máximo éxtasis. 

Al estallido, todo se mezcló y apenas podía percibir lo demás a su alrededor. Lo abrazó con fuerza, no quería dejarlo escapar nunca porque sufriría irremediablemente.

5 minutos después, abrió los ojos y la realidad le golpeó fuertemente: No era Minhyuk quien le devolvía la mirada. Tal parecía que su corazón no dejaría nunca de romperse; pero aún así, costara lo que costara, seguiría intentando repararlo con cada beso que compartiera con George.

Se acercó a sus labios y lo besó, sin cerrar los ojos. Pretendía que con ello no volviera inmediatamente a pensar en quien no era su novio. George le respondió sólo por unos segundos, hasta que Kyungmin se apartó y lo abrazó de nuevo, sintiendo ganas de llorar. 

-Kyung…

-Te quiero-susurró-Gracias por quedarte conmigo esta noche. 

George le sonrió y le dio un beso en la mejilla, acariciándosela luego. 

-¿Hasta cuándo vamos a dejar de intentar?-preguntó, sin dejar de sonreírle, pero con tristeza-¿Hasta cuándo vas tú a dejar de intentar…algo que no va a ningún lado? 

Fue como si lo zarandeara, le removiera el corazón y la razón al mismo tiempo. Frunció el ceño y se alzó ligeramente para mirarlo.

-¿A qué te refieres…?-indagó, preocupado.

-¿En quién pensabas cuando hacíamos el amor?

-Creo que deberíamos dejar de respondernos con preguntas, porque…

-No me evites la pregunta, sólo responde.

-¡Pensaba en ti, por supuesto!-mintió Kyungmin, buscando más que nada creérselo él mismo, que desear que George lo creyera. 

-No te estoy reprochando nada y lo sabes bien-murmuró George, sentándose en la cama-Me gustaría que fuéramos sinceros y fíjate que te lo digo en plural. Ambos sabemos que esta…relación, únicamente nos lleva a ninguna parte. Nos estamos hiriendo y…

-George…

-No hacías más que repetir el nombre de Minhyuk. La primera vez fueron 20, pero luego de todo lo que te ocurrió con él, justo hoy, han sido 35 veces que has dicho su nombre…todo lleva un límite.

Era inaudito. Alguna parte de su cerebro no procesaba la información correctamente, no podía creer que realmente lo hubiera hecho y más que George contara las veces. Buscó en su cabeza alguna buena excusa, algo que sirviera para disminuir su importancia, pero nada era lo suficientemente bueno.

-Lo siento, yo…te juro que será la última vez que…

-Ya lo creo que es la última vez, Kyung.

-¡¿Qué?! ¡¿Me estás…?!

-No me gusta la palabra “rompimiento”, porque en esta situación, la nuestra…realmente no hubo ni hay nada qué romper. Hubiera querido tener la oportunidad de ayudarte a olvidarlo, pero si no he podido yo, nada más lo hará.

Se levantó de la cama y comenzó a recoger sus pantalones, su camisa y demás cosas para vestirse rápidamente. Fue al baño para lavarse la cara y el contrariado Kyungmin lo siguió.

-Sé que no he logrado nada de lo que prometí, pero te juro que estoy haciendo el mayor esfuerzo por alejarme de todo. Hoy mismo le dije que no quería verlo más, que quería que nos dejáramos de ver…

-¿Realmente quieres dejar de verlo?

-Yo… 

George suspiró y negó, yendo hasta la cama para sentarse y colocarse los zapatos. 

-¡Sí quiero olvidarlo! ¡Quiero olvidar a Minhyuk!-exclamó Kyungmin, desesperado-Quiero que esto funcione, ¿Podríamos hablar un poco más tranquilos?

-¿Para qué te esfuerzas? No vale la pena. Realmente creo que quieras eso, pero de nada vale, si tu inconsciente te grita otra cosa, si cada vez que hagamos el amor imaginarás que es con él…vi tu expresión cuando viste que yo no era él y…Ni siquiera valen explicaciones. Te amo, pero tú a mí no y esto que hago ahora, es por ti. Quiero que seas feliz y conmigo no lo serás. Puedo gustarte, pero no me amarás. Así que, por favor…dejemos esto hasta aquí. 

-¡George! ¡Maldición, vamos a hablar! ¡Joder! 

Abrió la puerta y salió de la casa, pero no sin antes darle un último beso en los labios y sonreírle.

-Búscalo ¿Sí? Sé feliz. 

-¡Pero si él no me quiere! ¡TE HE DICHO QUE ÉL NO ME QUIERE! 

Hizo caso omiso y continuó su camino hasta el ascensor, al cual entró y se marchó dejándolo solo. En tanto tiempo, no había sentido tanta bronca consigo mismo.

Entró de nuevo a su apartamento y viendo un florero, lo tomó y con muchísima furia lo lanzó contra la pared, haciéndose añicos al instante. 

…………………………………………………….

Por acción de los analgésicos, Seth se había quedado dormido, luego de hablar sólo por unos minutos con Taeyeon y Tiffany. Estaba muy cansado, por lo que las chicas sólo le dijeron que durmiera y él, les había hecho caso, rindiéndose en los brazos de Morfeo a los 5 minutos de cerrar los ojos. 

El resto del tiempo lo habían pasado en silencio, Tiffany deseaba que hablaran, pero la morena parecía algo reacia. Supuso que quizá todavía seguía molesta con ella por irse así tan de pronto de la casa y además por poner en peligro la vida de Seth y la de Leeteuk. Tenía razones para estar enojada. 
Estaban sentadas en el mueble de la habitación y Taeyeon volteó para ver a Tiffany, quien tenía la cabeza apoyada en donde se colocaba el brazo, mirando hacia un punto cualquiera de la habitación y aparentemente en sus propios pensamientos, muy concentrada. 

-¿No tuviste ninguna herida?

La pelirroja se removió en su puesto, devolviéndole la mirada algo confundida y como si no comprendiera la pregunta; pero en un momento se alzó y se restregó los ojos con las manos. 

-No, ninguna-musitó-Estoy bien.

Sabía que se refería solamente a la parte física, pero no dijo nada. Notó que había volteado el rostro y que a su vez, sus ojos brillaban por las lágrimas que comenzaban a asomarse nuevamente. La vio intentar ocultarse cubriéndose la cara con las manos para secarse. 

-Tiffany…

-Lo siento mucho ¿Vale?-soltó ella, sin poder contenerse más-No podía seguir esperando a que los del FBI buscaran el lugar, no podía esperar más. Y ahora con todo esto de Seth y Leeteuk… 

Al escucharla pronunciar el nombre de Leeteuk, le hizo mover el recuerdo de ella hablando con Alex sobre la culpabilidad que sentía Tiffany por lo de sus padres; también la pesadilla que había tenido hacía unas semanas, en el que la pelirroja había soñado que Nichkhun le disparaba a ella, Taeyeon, en un intento por protegerla. Todo quedó entendido en ese instante.

Se acercó a Tiffany y apartando parte de su cabello del rostro para poder verla mejor, acarició su mejilla y luego tomó su mano entre las suyas. 

-No es tu culpa…-susurró Taeyeon. Tiffany bufó, sonriendo sarcásticamente y negó-Es la de Charlie, él le disparó ¿No?

-¡No quería dispararle a él en primera instancia! ¡Ese disparo era para mí y él se interpuso! ¡No debió hacerlo! ¡Ni siquiera sabía que estaba siguiéndome!

-¿No debió hacerlo? 

-No.

-Él es un guardaespaldas, Tiffany ¿Qué crees que hacen los guardaespaldas?-Había un tonito de sarcasmo en su pregunta que de inmediato supo que a Tiffany no le gustó. Taeyeon suspiró-Lo siento, no es…

-Es TU guardaespaldas, no el mío. Él no tenía que estar cuidándome de nada…

-¿Ah no? ¿Y qué eres tú para mí?

-¿Qué…?-con absoluta incredulidad-¿Cómo que qué soy? ¡Soy tu novia o qué crees que…! 

Taeyeon colocó un dedo en sus labios, silenciando su absurdo farfullar en un segundo. Se acercó más y acarició con sus dedos sus mejillas y sus labios.

-Eres mi vida.-susurró-Seth y tú, son mi vida…y eso lo sabe Leeteuk…los guardaespaldas saben que deben cuidar la vida de sus protegidos y protegidas, hasta con la suya propia, no importa el cómo, el cuándo, ni el por qué. Simplemente es así. 

Tiffany se cruzó de brazos, frunciendo el ceño.

-Igual él es tu guardaespaldas. ¿Tú le pediste que me siguiera?

Taeyeon sonrió y negó. 

-No…hubiera sido inteligente de mi parte hacerlo, pero…

-¡Hey!-protestó Tiffany, dándole un golpecito en el hombro. Taeyeon rió.

-Le agradezco que él mismo pensara protegerte a ti y a Seth…Aunque no me guste que esté herido.