Seducción / Camino al infierno
Lo que me gusta de ti (Adaptación TaeNy)Capítulo 93: Seducción / Camino al infierno
-¡Busca a los chicos! ¡Yo veré arriba!
Gritó a Taeyeon, que rápidamente y con la preocupación enmarcando su rostro, corrió al jardín a buscarlos, pisando con los zapatos los vidrios que se habían reventado por la explosión.
Por su parte, lo primero que vio al entrar, a toda velocidad a la habitación de Leah, fue a la chica en el suelo y atrapada por la enorme biblioteca y un montón de libros que tenía justo encima de ella y que claramente se le habían caído encima; mientras ella, intentaba inútilmente levantar todo.
Se acercó velozmente y poniéndose de cuclillas, vio el rostro de miedo de Leah.
-¡Ayúdame, Tiffany! ¡Ayúdame!-suplicó, asustada.
-Espera, no te muevas…
-¡Si no puedo moverme! ¡No puedo!
-¡Deja de gritar! ¡Me pones nerviosa!-reclamó Tiffany, alterada.
Tomó aire un poco e intentó alzar algo el pesado mueble, pero Leah soltó un alarido de dolor y sus ojos, al abrirse, se llenaron de lágrimas.
-Creo que me lastimé la pierna…
-¡Joder!... ¡ALGUIEN AYÚDEME!-gritó Tiffany, desesperada.
-¡Aquí estoy yo!-exclamó Alex, llegando justo en ese momento por la puerta.
-¡Alex! ¡Alex! ¡Ayúdame! ¡Levanta esto!
-Tranquila, no te alarmes-le habló el pelirrojo, procurando mantener la calma-Déjame ver…
Alex se inclinó para ver por debajo de la biblioteca, quitando algunos libros del medio y lo que vio no le gustó nada, pero no debía alterarla más a su hermana o sino entraría en pánico y sería peor.
-Tiffany…por favor, ponte por aquel lado…
-¿Qué van a hacer?-preguntó Leah.
-¿Sostengo…?
-Ajá, sí, exacto…yo te…
-¡Aquí estoy! ¡¿Qué pasó?!-apareció Samuel por la puerta.
-¡¿Dónde carajo estabas?!-gritaron Tiffany y Leah, a la vez.
-¡Sólo ven acá y ayúdanos!-exigió Alex, ansioso-¡Ponte de aquel lado junto a Tiffany y ayúdala a sostener cuando yo les avise! ¡Debemos mover el mueble para destaparla por completo!
-¿No podría deslizarse…?
-No, no puede…
-¡¿QUÉ?!
-No quería decírtelo, pero creo que llevas una fractura.
-¡Alex, No!
-¡Agarren con fuerza y levanten!
Con gran esfuerzo, alzaron sólo un par de centímetros, pero otro chillido de dolor intenso por parte de Leah, los hizo soltar sin querer.
-¡Déjenme aquí! ¡Déjenme! ¡No me saquen, por favor!-suplicaba, con lágrimas en los ojos.
-Lo siento, Le, aguanta sólo un poco más…
-¡Cuando te arranque las bolas te diré lo mismo!-espetó Leah, con furia.
-¡Vuelvan a agarrarlo con fuerza!... ¡AHORA!
El grito de Leah fue aún más agudo, mientras con enorme esfuerzo Tiffany, Alex y Sam movían el pesado mueble hacia un lado y luego, casi quedándose sin aire lograron, finalmente, ponerlo en pie y los últimos libros cayeron encima de Leah, quien no podía dejar de llorar por el dolor.
Los tres miraron a Leah y su tobillo, éste formaba un ángulo extraño y claramente estaba lesionado, al haber caído con todo su peso sobre éste. Alex fue el primero en acuclillarse de nuevo, para mirar bien el daño.
-¡NO ME TOQUES! ¡No lo toques o te mato!-gritó Leah, completamente roja y alterada.
-No voy a tocar, sólo quiero mirar que tanto es el daño… ¿Vale?-murmuró Alex, hablando muy despacio y acercando su mano al pie y levantando un poco el borde del pantalón-Ahh…bueno…
-¡¿Bueno?! ¡¿BUENO?!
-¿Cómo lo ves?-preguntó Tiffany, acercándose a mirar.
-Iré a llamar a emergencias.
Samuel salió corriendo de la habitación, mientras se escuchaban sus pisadas en algunos vidrios rotos que estaban regados por el piso.
-Pienso que podría ser una dislocación…
-¡Dijiste que era una fractura!-se quejó Leah, apretando la mandíbula y respirando con gran esfuerzo.
-Eso es lo que me pareció antes de quitar la biblioteca. No soy médico, ¿Te enteras?-repuso Alex, ácidamente-Has caído con todo tu peso encima de él y se ha movido el hueso. Aunque también, podría haber fractura…
-¿Cómo lo sabes?-preguntó Tiffany.
-No puedo saberlo. Dije que no soy médico, pero he visto varias como ésta a algunos jugadores de football y no son tan graves, pero los deja fuera de juego por un tiempo-explicó Alex.
-¿Cómo se te cayó eso encima?-preguntó Tiffany a Leah-¿Qué estabas haciendo?
-Me subí a uno de los peldaños para buscar mi bolso que lo había puesto encima-dijo, agarrando un bolso morado que estaba a su lado para mostrárselo-Y entonces sonó esa…cosa descomunal-musitó Leah, limpiándose las lágrimas-Me asusté y me vine abajo con la biblioteca encima.
-Sabes que hay una escalera en el sótano-le recordó Alex.
-Lo sé-sollozó, sin poder contenerse-Pero es que me dio mucho fastidio ir hasta allá y buscarla.
Se escucharon desde lo lejos un montón de sirenas de ambulancia y entonces, los tres se miraron mutuamente, comprendiendo al instante que quizá todo había sido peor de lo que imaginaban.
-¡Cuida a Leah, Alex, por favor! Iré a ver qué ocurrió.
Tiffany se levantó al tiro y salió, pero se tropezó en el camino con Taeyeon, quien sin miramientos la abrazó.
-¿Dónde están los chicos? ¿Qué pasó?-preguntó Tiffany, sin dejar de abrazarla y respirando tan rápidamente como la morena e intentando conservar la calma.
-Están bien, no les pasó nada-se apartó y le dio un corto beso en los labios-Están abajo con Mike, nana, mi tío, Pierre…
-¿Qué pasó?-preguntó, de nuevo, un poco más calmada.
Taeyeon tomó aire y se llevó la mano al vientre, buscando la tranquilidad que le proporcionaba pensar en su hija.
-Una explosión-reveló. El rostro de Tiffany se deformó a uno de dolor-Al parecer han lanzado una granada, dinamita…no sé…en el jardín que da hacia la salida. Kwang, Leeteuk y los chicos de Byungchul ya se iban cuando sonó la explosión y han corrido a ver qué pasaba.
-¿Y qué…?
-Kwang dijo que hay un enorme boquete en la tierra, se fracturó el piso y se reventaron las macetas grandes de cerámica.
-Joder…
-Tiffany, no sé qué está pasando, pero tengo miedo. No sé por qué, pero tengo la sensación de que lo de mi maleta y ahora esto, están conectados-dijo Taeyeon, conteniendo las ganas de llorar-Alguien me odia.
Iba a decir algo, sin tener mucha noción de qué; pero justo al momento vio a Mike en el pasillo.
-Tiffany, llegaron los bomberos, las ambulancias y los policías-dijo el chico, con absoluta seriedad.
-¡Baja y diles a los paramédicos que suban! ¡Leah esta lesionada!
-¿Lesionada?-preguntó Taeyeon, sorprendida.
-Le ha caído encima la biblioteca.
-Demonios…
……………………………………………………………
Se desabrochó el cinturón de seguridad y abrió la puerta a toda prisa, pero antes que pudiera bajarse, la mano de Kyungmin lo había detenido.
-¡Espera!-pidió-¿Por qué tan rápido?
-Es que Nano…Minho…
-Lo sé, pero espera un instante ¿Sí? Sólo quiero decirte algo.
-Vale, dime.
Ese hubiera sido un gran momento para robarle un beso, pero simplemente no podía, algo lo detenía y era el hecho de que, por ahora, eran sólo amigos; no debía aprovecharse de ello si deseaba ganarse su confianza.
-Escucha…quiero disculparme por lo que pasó en el campamento-susurró, apenado-Mis amigos…ellos son buenos, pero hoy simplemente, estaban algo emocionados…
-¿Emocionados?
-Sí, quiero decir…es la primera vez…en mucho tiempo que me ven salir con alguien-confesó, bajando la mirada-Ellos…siempre me decían que encontrara a alguien, que saliera a lugares y conociera personas, pero yo…no es que no quería, es que no podía…-se atrevió a mirarlo y un montón de cosas le hicieron cosquillas en el estómago-No era el momento.
-Kyung…no te entiendo-musitó Minhyuk, confuso-¿El momento de qué?
Kyungmin negó y sonrió-De nada…no me hagas caso.
-Pero… ¿Qué…?
-No me hagas caso-repitió él, sonriéndole con tranquilidad-Sólo…perdóname ¿Sí?
-Tus amigos y tu prima son geniales-afirmó Minhyuk, con una sincera sonrisa-Son muy simpáticos. No tengo nada qué perdonarte.
-¿En serio?-preguntó Kyungmin, entrecerrando los ojos.
-Sí, te lo juro. Fue muy…divertido jugar con ellos y todo.
Kyungmin enrojeció de vergüenza, con una idea pasándole por la cabeza y bajó la mirada, nervioso.
-Uhh… Con “todo” te refieres a…que te gustó…besar a mi prima ¿No?-preguntó, indeciso y preocupado; sintiendo como el corazón le latía muy rápido.
-Ah pues, besa bien-admitió Minhyuk, encogiéndose de hombros.
-Oh…bueno…qué bueno-murmuró Kyungmin, deseando mentalmente que su decepción no se reflejara en su rostro-Entonces, te gustó.
-Para ser mi primer beso con una chica, estuvo bien-rió, nervioso-Pero…no fue algo por lo que me volvería loco…
-¿Por qué?-preguntó Kyungmin, volviendo a tener un poquito de esperanza.
Minhyuk rió nuevamente.
-Principalmente, porque es una chica-afirmó, haciendo sonreír a Kyungmin-Nunca…en toda mi vida, me gustaron las chicas…como pareja, quiero decir. Como amigas están bien.
-¿Y secundariamente?-preguntó, curioso.
-¿Secun…?
-Dijiste que esa era la razón principal-aclaró, despacio-¿Cuál es la segunda?
-Uhh…pues…
No supo si es que sólo con pensarlo, le había llamado; pero como acto reflejo, se fijó a través del parabrisas y vio a Minho, saliendo por el portal de la clínica veterinaria y con cara de preocupación.
-¡Mira! ¡Ahí está Minho!-exclamó Minhyuk, terminando de abrir la puerta y salir corriendo hacia él-¡MINHOOOO!-lo llamó.
Kyungmin se quedó mirando el momento en el que Minhyuk se le acercaba y le abrazaba con fuerza. El corazón le latió dolorosamente en el pecho y tragó, intentando hacer desaparecer el nudo que se había creado en su garganta y que le ahogaba. A pesar de eso, no iba a desistir.
Apagó el auto y después de sacar el iPod del dock y guardar su iPhone en el bolsillo de su chamarra, bajó y cerró poniendo la alarma.
Se acercó lentamente a ellos y pronto Minho se dio cuenta de su presencia, sorprendiéndose bastante. Sin embargo, le dio la mano para saludar.
-Hola, doc. No me imaginé que estuvieran juntos-dijo Minho, muy serio.
-Pues sí, estábamos de campamento con unos amigos, hasta que tú llamaste-dijo Kyungmin, con algo de reproche en su voz.
-De haberlo sabido, ni llamo a Minhyuk-afirmó Minho, esbozando una sonrisa tranquila-Siento interrumpirlos.
-No nos interrumpiste. Era una emergencia y te doy gracias por llamarme-intervino Minhyuk-¿Cómo está Nano?
Minho se quedó mirando un rato a Kyungmin, hasta que suspiró y miró. Ahora sí, a Minhyuk.
-Está en rehabilitación ahora-respondió, cruzándose de brazos-Cuando llegamos a casa, todo lo había vuelto un desastre, tal como nos lo imaginábamos Rob y yo-rió con amargura-Pero cuando no vino a saludarnos, pensé que estaría escondido para que no le regañasen y le buscamos…le encontramos en la habitación, encima de un montón de papel higiénico mordido y con sangre, a su lado estaba la bolsita de plástico del mata cucarachas. Le trajimos lo más rápido que pudimos porque no sabíamos cuánto tiempo llevaba así desde que lo había ingerido y ya estaba desmayado.
-Mierda…-murmuró Minhyuk, por lo bajo-Y le habrán hecho un lavado gástrico ¿No?
-Sí, suerte que encontramos este veterinario trabajando hoy, porque recorrimos varios lugares y los demás estaban de vacaciones-respondió Minho, apesadumbrado-Si tardamos un poco más, se le moría a Rob encima de las piernas. Está muy cachorro todavía y el doctor dice que no habría aguantado.
-¿Se le puede ver?
-Sí, allá dentro está con Rob que le está acompañando.
Minhyuk entró apresuradamente al momento en el que el celular de Minho comenzó a sonar.
-Disculpa, doc-dijo Minho, atendiendo la llamada. Kyungmin le hizo una señal de que no había problema-Jong, hola.
Le vio alejarse un poco mientras conversaba con Jong y pensó que lo mejor sería ir con Minhyuk también, así podría conocer al famoso Nano.
………………………………………………………..
Colgó la llamada y volvió a su puesto al lado de Taeyeon, en la sala de espera; mirando a ambos lados del inmenso pasillo. Sintió la mano de Taeyeon posarse en la suya y volteó a verla.
-¿Qué te dijo Jong?-preguntó Taeyeon.
-Lo que nos imaginábamos…-contestó, secamente-La noticia de la explosión ha corrido, irónicamente, como pólvora. Kwang ha pedido refuerzos para evitar que la prensa logre saltar la valla de seguridad y ya los del FBI llevan un par de horas que llegaron…están realizando las labores de investigación y experticias para determinar cuánta cantidad se ha utilizado.
-¿Y qué?... ¿Aún no…?
-No, no se tiene idea. Nadie vio nada, nadie notó nada extraño…-respondió con pesar-Han interrogado al vigilante de la entrada a la urbanización, por si dejó entrar a alguien ajeno, pero él asegura que no y que lo pueden comprobar por los videos de las cámaras de seguridad de la caseta…Están comenzando a barajar la posibilidad de que hayan entrado por los caminos verdes. Se les va a hacer difícil determinar quién fue, porque no se dejaron pistas.
-Siempre se dejan pistas, Tiffany-sostuvo Taeyeon, muy segura-Pueden ser pequeñas, que casi ni se vean, pero quedan…
-Pues esta vez no es así-negó la pelirroja, tozudamente. Se levantó de nuevo, completamente angustiada-Que no podamos estar seguras ni en nuestra propia casa, me hace temer por los chicos, por ti, por Michelle…
-Ella está bien, Tiffany-aseguró la morena, sonriéndole tiernamente-Estaremos bien, te lo prometo.
A pesar de que era una promesa, algo le decía que todo lo ocurrido, era algo que estaba fuera de sus manos, algo que no podrían controlar a menos que descubrieran quién estaba detrás de todo.
Vio a Taeyeon aproximarse y el siguiente paso lo completó ella, olvidándose por completo de su alrededor al hacer contacto con sus labios y sentir como la morena iniciaba el beso con infinita ternura, por lo que rápidamente siguió su ritmo. Sólo quería dejarse guiar por ella.
-No puedo esperar a que seas mi esposa-susurró Taeyeon, con los ojos cerrados aún y sin despegar su frente de la pelirroja.
-¿Y qué cambiaría eso?-preguntó Tiffany, confundida.
-¿Ya estás dudando de nuevo?-preguntó Taeyeon, separándose y riendo.
-No, no estoy dudando-repuso Tiffany, tranquilamente-Sólo que...
-¿Qué? Lo único que podría cambiar, aparte de nuestro estado civil, sería que te amara aún más; pero eso es imposible, porque ya te amo demasiado, infinitamente.
Un carraspeo las sacó de su mundo y vieron a Myungsoo, quien les sonrió.
-No sé si es una coincidencia o qué, pero siempre que me las consigo juntas, están viéndose mutuamente. ¿No dejarán de hacerlo nunca?
-No-respondieron las dos al mismo tiempo.
-Perfecto, ahora deben saber que…Leah ya ha sido intervenida…
-¿Y está bien?-preguntó Tiffany, ansiosa.
-Por supuesto que sí-respondió Myungsoo-Tenía una fractura-dislocación bimaleolar del tobillo izquierdo. Hubo desplazamiento del maléolo medial, fractura del maléolo lateral y desplazamiento posterior del hueso astrágalo debajo de la tibia y el peroné-explicó-Se hizo cirugía menor de reducción y fijación interna; colocándose una placa de 6 orificios en el peroné; y en el tobillo central se colocaron 2 tornillos de fijación tibial. Llevará un yeso por lo menos 6 semanas y deberá cuidarse mucho hasta que sane.
-¿Cuándo saldrá de alta?-preguntó Taeyeon,
-Hoy mismo, podría ser, dado que fue una intervención menor y de sólo 1 hora y media.
-¿Podremos verla?
-Sí, claro. Está en la sala de recuperaciones, pueden entrar cuando quieran.
-Sentimos mucho haber interrumpido así tus vacaciones-se disculpó Tiffany, apenada.
-Era una emergencia, así que no se preocupen-respondió él, guiñándoles el ojo a ambas-Eso sí, por favor, Taeyeon, debes cuidarte ¿Vale? Tengo entendido que la semana de arriba, no ésta, sino la próxima, tendrás una nueva cita para el ecosonograma en 3D.
-Sí, ¿Cómo lo sabes?-preguntó Taeyeon, sonriendo.
-Por algo soy el director de la clínica ¿No?-dijo él, riéndose-Bueno, pórtense bien ¿Vale?-pidió, mirándolas a ambas con complicidad-Que ya me enteré de sus chocoaventuras en el estacionamiento.
Las dos enrojecieron casi que hasta la raíz del pelo.
-Nosotras…
-Es que, mira…fue algo…que…
-…No pudimos…
-Manejarlo
-Exacto, manejarlo-concordó Tiffany-Se nos salió de…
-Contexto…de las manos.
-No fue nuestra…
-Intención. No fue nuestra inten…
-No sean mentirosas, que se nota que se la pasaron genial-interrumpió Myungsoo, riéndose-Pero, no se me apenen. No me tienen que explicar nada. Aunque eso sí, la próxima vez esperen a llegar a la casa o si realmente no pueden esperarse…sean más cuidadosas. Siempre estará el puesto privado del último sótano.
Myungsoo se fue, dejando a las chicas impresionadas y completamente rojas.
Al entrar a la sala de recuperaciones, vieron que Leah estaba despierta y mirando fijamente como caían las gotas de analgésicos y que luego bajaban por el tubo que iba hasta su vena.
Ella volteó al escuchar los pasos de ambas y sonrió brevemente.
-Hola.
-Hola-saludó Tiffany, acercándose y dándole un beso en la frente-¿Cómo te sientes?
-Ahora mismo, nada. Los analgésicos trabajan bien y todavía no pasa por completo la anestesia local-contestó Leah-Estuve despierta durante la operación, pero algo fuera de foco, porque antes me pusieron un sedante.
Tiffany y Taeyeon sonrieron.
-Estarás bien en unas semanas-aseguró Taeyeon-Myungsoo dijo que llevarás un yeso.
-¡Ugh! Qué fastidio-murmuró Leah, poniendo cara de pocos amigos.
-Te la hubieras pensado 2 veces antes de encaramarte en esa biblioteca-repuso Tiffany, con voz de sabelotodo.
-¡Hey! Que yo no podía saber que iba a haber una explosión-protestó Leah, frunciendo el ceño, ofendida.
-Buenas…
Una voz llamó la atención de las tres y vieron a un chico de cabello castaño, que estaba detrás de la puerta sin saber si pasar o no.
-¡Pasa, Sehun!-lo invitó Leah, sonriéndole-No te quedes allí.
El muchacho pasó y cerró la puerta con cuidado, fijándose en su amiga y luego en Tiffany y Taeyeon, quienes igualmente le sonrieron.
-Mira, como nunca quieres venir a mi casa, ahora te presento a mi hermana y mi cuñada-dijo Leah, subiendo un poco la cama con el control de mandos.
-Un placer conocerlas-saludó él, respetuosamente.
-Igualmente, Sehun-contestó Tiffany, estrechando su mano y dándole un beso en la mejilla-¿Cómo está eso de que nunca quieres venir a nuestra casa?
-Oh…-se sonrojó en extremo-Es que…-tosió, ligeramente-Normalmente me encuentro ocupado.
Leah tosió, pero se pudo distinguir como decía “Mentiroso” y Sehun la fulminó con la mirada. Ella le sonrió encantadoramente.
-Entonces ya sabes que estás invitado para cuando quieras. Siempre quise conocer al novio de mi hermana-dijo Tiffany.
-¿El nov…? ¡Ay joder!...lo siento.
Tiffany había pellizcado a Taeyeon para que no hablara y rápidamente la agarró por el brazo para llevársela afuera.
-Nos vemos, chicos. Les dejamos solos para que hablen.
Cerraron la puerta y de inmediato Sehun borró la sonrisa de su rostro y miró a Leah con fastidio.
-¡¿Le dijiste que somos novios?! ¡Sabes que no es cierto y que todo es invento tuyo!-reclamó, enojado.
-¡Hey! ¡Bájale ahí, amigo!-exclamó Leah, sorprendida por el arranque de Sehun-¿Qué importa si le dije o no? ¿Te afecta en algo?
-¡¿Qué si me afec…?!-se interrumpió a sí mismo e intentó calmarse-Mira, sabes que me gusta Yura.
-¿Y eso a mí qué?-preguntó Leah, confundida-¿Me tienes que pedir permiso para salir con ella o qué?
-¡No!-negó, desesperado-¡Pero me pones en un aprieto, porque si a tu hermanita se le ocurre ventilar que soy “novio” tuyo, Yura no me hará caso y creerá que soy un maldito mujeriego!
-¿Y lo eres?
-¡No!
-¿Entonces de qué coño me hablas? Si no eres mujeriego, fin del tema, murió esta discusión.
-¡Pero es que Yura…! ¡Ella me va a…!
-Mira…Sehun, querido-interrumpió Leah, hablando con una gran dulzura y sonriéndole encantadoramente-No sé de qué te preocupas…
-¡Tu hermana cree…!
-Mi hermana cree y eso ¿Qué? No importa…ella podrá ser fastidiosa, a veces, pero te aseguro que si hay alguien que sabe guardar secretos en esta vida…es ella. No “ventilará” nada de nada, así que despreocúpate, hombre-dijo ella, con calma.
-¿Cómo estás tan segura?
-Porque si le dije que eras “mi novio”, era sencillamente para zafar de su interrogatorio y poder ir a Canadá para lo de Luke. A pesar de eso, estoy casi segura que ella sabe que tú y yo no somos más que amigos.
-Entonces de nada sirvió que le dijeras nada, mejor será que te vayas sola a Canadá y…
-De ninguna manera, tú te vienes conmigo y no quiero que me lo vuelvas a discutir. Eres mi amigo y lo harás porque me quieres mucho.
-¿Quién te contó esa mentira?-preguntó Sehun, alzando una ceja.
-Sé que en el fondo te gusto y lo de Yura es puro para tapar tus sentimientos por mí. Lloras cada noche por mi total indiferencia y le rezas a Dios porque un día yo te dé aunque sea la hora. Ahora mismo disfrutas siendo “mi novio”, en secreto y aunque sea una farsa.
Sehun luchó con todas sus fuerzas por no reventar de la risa, un rostro ecuánime era todo lo que quería tener para no carcajearse. Asintió, lentamente.
-Te has creado toda una novela tú sola. Podrías escribirla y te harías millonaria porque sería un best seller.
-Prefiero la actuación.
-Bueno, la escribes, contratas a un estudio de cine y que la grabe, contigo de protagonista.
-Sería perfecto, pero no, no me atrae el ser millonaria.
-Claro, si tu familia es… ¿Qué? ¿Billonaria? ¿Trillonaria? ¿Multimi…?
-Cierra la boca, no somos nada de eso.
-Claro que sí-discutió Sehun.
-No, no lo somos. El dinero no compra la felicidad…
-¡Ay tan linda!-exclamó, sarcástico-Te daría un beso.
Leah hizo una trompita con los labios, esperando un beso y Sehun frunció el ceño.
-Antes besaré a una morsa que a ti-declaró, ceñudo.
-¡Ay cállate! Sé que lo deseas.
-Claro.
-Por supuesto.
-Entonces… ¿Iremos a Canadá de verdad?
-¿Hay una Canadá de mentira?-preguntó Leah, fingiendo sorpresa.
-No seas ridícula.
-Por supuesto que vamos ¿No te lo dije ya?-repuso, con fastidio-A veces te pones repetitivo.
-Pensé que con lo del yeso y todo esto...
-Iré de todas formas. No me importa-declaró Leah, muy segura-Quiero ir a…
-Aún opino que estás siendo demasiado infantil.
-Realmente no me importa. ¿Él quiere jugar? Pues jugaremos, pero con mis reglas.
-Sigues siendo infan…
-Creo que deberíamos practicar-sentenció Leah, sin prestarle atención.
-¿Practicar qué?
-El beso, pues-declaró Leah, encogiéndose de hombros y como si fuera lo más obvio del mundo.
Sehun rió, divertido.
-Muy gracioso, Le.
-Hablo en serio. Si vamos a ser novios, tenemos que parecer unos de verdad y unos que por lo menos ya lo han hecho varias veces-repuso Leah, hablando muy seriamente-Tiene que verse real.
-Y yo estoy empezando a creer que la que llora en las noches por mí, eres tú, porque no te doy bola. No puedo creer que me estés proponiendo besarnos. Me das miedo, y eso que no está Hana aquí.
-¡Oh vamos! Sólo será una vez hasta que estemos en lo de mi primo. Es para saber a qué debo esperarme y no llevarme una desagradable sorpresa tan de pronto.
-¡Me estás ofendiendo! ¡Yo soy genial besando!-reclamó Sehun, molesto y ofendido en su ego.
-Sí, bueno…eso dicen todos-murmuró Leah, rodando los ojos con falso fastidio.
Sehun gruñó, enojado y cogiéndola desprevenida por la cara con sus manos, le partió la boca de un beso furioso. Leah, sin embargo, no tardó en responderle e igualar su intensidad. Era como un juego en el que ambos querían el control de la situación y ninguno cedía para dárselo al otro. Sehun, sin embargo y sintiéndose todavía un poco ofendido, se apartó sólo lo suficiente para morderle el labio inferior, halar y finalmente, separarse con una sonrisa de triunfador.
Leah, alzó una ceja y chasqueó la lengua.
-Pues… no estuvo tan mal, pero se puede mejorar tu técnica…
-¡No me jodas! ¡Eso lo dices porque eres una infantil orgullosa!
-¿Y es que acaso tú no? ¡Me besaste sólo porque te di en tu orgullo de macho herido!
-¡Usaste psicología inversa!
-¡Eso demuestra que sí querías besarme! ¡Porque si no, te habrías negado a participar, sin importar lo que yo dijera!
Sehun abrió la boca, sorprendido y entrecerrando los ojos.
-Tú eres del tipo que si no la ganas, la empatas ¿Cierto?
Leah sonrió, satisfecha.
………………………………………………………..
El veterinario había decidido que Nano se quedaría por esa noche en observación y en la mañana, si comenzaba a comer normalmente, podría irse de alta. Era por seguridad y para prevenir una recaída de defensas, por ser muy pequeño, sobre todo; así que no chistó ni dijo nada. Iría a casa y trataría de dormir, aunque supiera que no podría hacerlo. Sólo deseaba que su perro se pusiera bien.
-Buenas noches, Nanín-se despidió acariciándole detrás de una orejita-Recupérate para que pronto puedas volver a jugar. Vendré a buscarte mañana, pequeño.
El perro permaneció dormido y respirando muy suavemente, ajeno a todo. El veterinario colocó una sábana pequeña para taparle del frío del aire acondicionado y le cerró la jaula.
-Estará bien, se lo aseguro-murmuró él, comprensivo-Sólo pretendo tenerlo en observación y mañana, bien temprano, vendré a ver cómo ha evolucionado con los medicamentos. Yo vivo en un apartamento encima de este consultorio y estaré muy pendiente.
-Muchas gracias, doctor-agradeció, estrechando su mano.
-Para servirle y recuerde limpiar bien todo en su apartamento, mantenga alejado del alcance de su perro todo lo que pueda hacerle daño. Los perros y sobre todo los cachorros, son muy curiosos, en eso son como niños.
-Por supuesto, gracias.
-A la orden.
Salió del consultorio y en la sala de espera se encontró con que todavía estaban Minhyuk y Kyungmin, sentados en las sillas y conversando en voz baja. Rob estaba también, pero en dos sillas más alejado, con las manos en su regazo y con los ojos cerrados, debía estar bastante cansado.
Se acercó antes a Minhyuk y Kyungmin y ambos le miraron con expectación.
-Se quedará por esta noche-murmuró, algo entristecido-Es por seguridad, pero mañana ven
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