Capítulo 85: Heilig

Apenas terminó de hablar con Rob y se había puesto a intentar comunicarse con Minho, pero en efecto y tal como lo había dicho él, Minho no respondía y tenía el celular apagado. Cada vez que marcaba y de una vez le salía la vocecita robótica e irritante de la operadora diciendo “El número que usted marcó está fuera de servicio. Por favor, intente más tarde”, le daban ganas de gritar de frustración y rabia. 
Volvió a marcar nuevamente, pero apenas comenzó la operadora, colgó y lanzó su celular hacia la cama; gruñó con fuerza y se lanzó al mueble jalándose de los pelos. 

-¡Lo mataré! ¡Joder! ¡Le mataré!

-¡Tiffany, cálmate! ¿Vale?-le pidió Taeyeon, sentándose a su lado-Tal vez se le gastó la batería…

-¡¿Una semana?! ¡¿Toda una puta semana y no puede siquiera cargarla?! ¡Joder! ¡No me jodas! ¡Estoy jodida! ¡Lo joderé!

Se levantó hecha una furia y salió de la habitación a la vez que ya iban a entrar Alex, Samuel y Leah; llevándoselos por el medio. 

-¡Heeey!-protestó Alex, sobándose el hombro-¿Y a ésta que bicho le picó?

-Sólo volvió a su estado de peor que Drácula con hambre-repuso Leah, mirando por donde se había ido la pelirroja-¿Qué pasó ahora? ¿Discutieron?

-No…-negó Taeyeon, preocupada-Es que ha llamado Rob diciendo que Minho lleva una semana desaparecido. No atiende llamadas ni nada.

-¿Y qué fue lo que pasó?-preguntó Samuel, sorprendido.

-Parece que él y Rob discutieron o algo así…no entendí muy bien, porque cuando Tiffany hablaba con Rob, estaba muy alterado-explicó Taeyeon-Ya vengo…

Salió en busca de Tiffany por donde se había ido y la consiguió mirando por la ventana, pero volviendo a intentar una llamada a Minho. Colgó y un bufido le confirmó que el muchacho seguía sin atender. 

-¡Odio esa puta costumbre que tiene de desaparecer!-protestó Tiffany, irritada-¡Lo odio!

-Tienes que calmarte porque así no resolverás nada. Te bloqueas y te paralizas-dijo Taeyeon, poniendo las manos sobre sus hombros-Podrías llamar a Jong para que lo busque también.

-Ya lo hice y me dijo que Rob ya le había avisado. Está intentando también comunicarse, pero nada…es como siempre, el estúpido de Minho desaparece y pone a sufrir a todos. Es normal…-respondió mirando los autos pasar. Taeyeon tomó sus manos y vio los ojos de la pelirroja llenarse de lágrimas-¿Y si algo le pasó? Es que él hace unas cosas…

-No le pasó nada, Tiffany-susurró Taeyeon, abrazándola y dándole un beso en la cabeza-Si algo le hubiera sucedido ¿No crees que ya lo sabríamos? 

-Tú no lo conoces tan bien todavía, Taeyeon-murmuró Tiffany, mordiéndose los labios para no llorar-No sabes las cosas que hace…Una vez desapareció por 4 días y nadie lo encontraba, nadie lo había visto, nadie sabía de él y todo parecía peor porque Nichkhun había puesto a circular la noticia de que le había mordido una Serpiente cascabel y estaba muy grave, que los doctores no permitían el acceso a la clínica para verlo porque estaba en coma…yo me quería morir-explicó-Pero al cuarto día apareció lanzándose del techo del instituto para asustarme haciéndose el muerto, cuando se levantó lleno de sangre y riéndose le pegué una cachetada, él me persiguió y me dijo que sólo se había ido con su tío Albert a visitar a unos primos en Portland para practicar salto de Bungee. Que quería decirme para que fuera con él, pero que no estaba seguro que mis padres me dejaran ir así que se fue solo. 

Taeyeon se tuvo que morder la lengua para evitar reírse, pero se le debió notar en la cara su esfuerzo porque Tiffany entrecerró los ojos y casi la fulminó con la mirada. Carraspeó y trató de pensar en cosas feas para resistir la tentación de soltar la carcajada. 

-Bueno… ¿Ya eran novios cuando eso?-preguntó Taeyeon, con curiosidad y para distraerla. 

-No. Todavía no-repuso Tiffany-Pero es que… ¡Joder! ¿Qué le cuesta decir a dónde va? ¿Qué le cuesta prender el puto celular? ¡Lo mataría de tenerlo enfrente! ¡Imagínate como debe estar Rob! 

-Pero… ¿No te dijo por qué pelearon? 

-No.

-¿Nada? ¿Ni algo que te sugiriera…?

-No, no, en absoluto-respondió Tiffany, negando repetidamente con la cabeza-Rob estaba muy alterado como para que se le entendiera bien lo que decía. 

-¿Y si está con su tío…?

-Albert murió una semana después de eso. Un infarto-contestó Tiffany, vagamente-Con sus hijos no está, porque ellos se fueron a otro país. No me preguntes dónde. 

Intentó pensar en otra posibilidad del paradero de Minho, pero en realidad era como decía Tiffany; no sabía absolutamente nada de él, apenas había hablado algunas veces. No era suficiente y solamente sabía que Minho era muy propenso a los accidentes y a los problemas estúpidos. 

-Tiffany, será mejor que nos acostemos…

-¿Acostarnos?-chilló la pelirroja, incrédula-¿Sabiendo que Minho…?

-Bueno, pero creo que desde aquí no podemos hacer nada salvo esperar-cortó Taeyeon, hablando lo más pausadamente que podía para no parecer una insensible-Sabes que Jong o Rob te llamarán ante cualquier novedad. Tienes que calmarte y no perder los papeles.

-Sólo me gustaría que Minho contestara y dijera que está bien. Aunque sea un miserable mensaje diciendo que está vivo.

-Él está bien, Fany-dijo Taeyeon, volviendo a abrazarla y besándole la nariz-Te lo prometo. Vamos a dormir ¿Sí? Que mañana tenemos que levantarnos temprano.

-Vale, pero déjame intentar de nuevo.

Taeyeon sonrió y se fue a la habitación a esperarla. 
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Dejó su celular por un momento y bostezó por el sueño que tenía, bebió un sorbo del vodka y presionó de nuevo el botón de “Llamar”, pero como cientos de veces anteriores, siguió sin contestar y solo era la operadora esa con voz de trabajadora social diciéndole que el número estaba fuera de servicio. 

“Estúpido Minho. Siempre haces lo mismo” 

-¿Todavía sin noticias de Minho?

Llenó sus cachetes de aire y lo expulsó con fuerza, asintiendo cansinamente. Dejó el móvil en la mesita y se echó hacia atrás en el mueble para dejarle espacio a Ahyeon. Ella se sentó a su lado y le sonrió.

-Ese Minho…nunca cambiará-comentó ella, agarrando una revista para leerla por encima.

-Pues debería, porque no hace más que preocuparnos-repuso Jongwook, ceñudo-Creo que pondré al tanto al FBI…

-No, no, nada de eso, Jong…sabes cómo es él. Aparecerá tarde o temprano. ¿No recuerdas los 4 días de la serpiente o qué?

-Y porque lo recuerdo es que tiene que aparecer. Esos sólo fueron 4 días. Rompió su record cuando desapareció por 2 años. ¿Ahora pretende romper ese? Que no joda… Si no llama en este mismo instante, llamaré a la policía.

El teléfono comenzó a repicar en aquel momento y Jong saltó del mueble para coger el inalámbrico que estaba sobre la mesa, haciendo que Ahyeon derramara su vaso de vino encima. 

-¡Jong! ¡Mira lo que haces!-reclamó, disgustada y levantándose-¡Era mi vestido favorito!

-¡Lo siento, lo siento! Ya te atiendo…-farfulló, apurado-¿Minho?...Ah, Rob… Eras tú, pensé que…no, aún no….Tiffany también ha llamado infinidad de veces y no obtiene respuesta…vale, pero tienes que….tienes que calmarte ¿Bien?...él ya ha hecho esto antes ¿Sabes?...sí, comprendo, pero es que…entiendo…sí…te prometo que estaré pendiente…tú vete a dormir…no te preocupes. Si mañana no recibimos llamada de él o no responde a las nuestras, avisaremos a la policía…Tranquilo, recuerda que las noticias malas son las más rápidas y primeras en saberse. Sé que es medio macabro lo que digo, pero también es para que entiendas que debe estar bien…vale, te aviso. Chau.

Dejó el teléfono de nuevo en la mesa y saltó al mueble otra vez para ver como Ahyeon se estaba secando lo mejor que podía con una servilleta. Él mismo cogió otra y le secó un poco que había caído en sus brazos, sin tocar mucho para no incomodarla.

-Lo siento-se disculpó, nuevamente y sin mirarla-A veces no me fijo en lo que hago. Puedo comprarte otro vestido favorito nuevo.

-Pues no te gastes, Jong, ya mi favorito era éste-dijo ella, fingiendo molestia para picarlo. 

-¿Estás intentando hacerme sentir mal?-preguntó él, alzando una ceja y dejando la servilleta a un lado

-Exactamente-asintió-Pero…puedo perdonarte si vienes conmigo a Busan a pasar el 24 y el 25 allá. 

-¿Y qué hay allá?-preguntó Jong, recostándose en el mueble.

-Para empezar, allá se mudaron mis padres en estos días y además, Minhyuk estará en el Supercross de Busan de fin de año, es una carrera a beneficio de unas Organizaciones para el ambiente y de animales en extinción-explicó Ahyeon, sacando de su bolso unos boletos para enseñárselos-Lo que se recolecte de las entradas, serán destinados a eso. ¿Vienes?

Revisó las entradas y compuso una cara de indecisión.

-No sé, Ahyeon…no quisiera alejarme de Seúl por lo de Minho y todo esto…le prometí a Rob que…

-¡No seas aguafiestas, Jong!-replicó la chica, haciendo un gesto de falso enojo-Además esto es en la noche. Nos iríamos al mediodía y tú tienes toda la mañana para ayudar a Rob con lo de Minho-argumentó-Tiffany se fue con Taeyeon, sus hermanos y su hijo a Argentina; tú te quedaste aquí solito y yo te vine a salvar para que la pases bien con nosotros. A mis padres les encantará verte de nuevo, te lo aseguro. ¿Qué dices? ¿Aceptas?

Sabía que no se libraría de ir tan fácilmente, Ahyeon solía ser muy insistente hasta la saciedad y no aceptaría un “No” como respuesta. Le entregó las entradas y sonrió.

-Vale. Tú ganas…

-¡Genial!-exclamó ella, guardándolas-Te recogeré mañana a las 11 de la mañana para estar en el aeropuerto antes del mediodía. 

-Ya lo tenías planeado-sospechó Jongwook, entrecerrando los ojos-Seguro ya me compraste el pasaje y todo.

-Pues adivinaste, querido-repuso Ahyeon, levantándose y agarrando su bolso para irse. Jong también se levantó.

-Te lo pagaré.

-Nada de eso. Es mi regalo de navidad adelantado.

-¿Entonces me permites llevarte a casa?-preguntó él, agarrando las llaves de la casa y de su auto.

-Por supuesto, pero antes…

-¿Qué?-preguntó, abriendo la puerta.

Ahyeon se acercó y lo miró fijamente, con su mano acarició el borde de su mandíbula y la dejó en su mentón. 

-Hay algo que siempre he querido hacer.

La vio acercarse aún más y por un segundo se quedó paralizado, pero cuando notó que ella miraba sus labios, como pidiendo permiso, él hizo todo lo demás y la besó.

No tenía idea de lo que hacía, pero un hormigueo en el estómago y un calor le recorrió el cuerpo; sentía que era como haber perdido la experiencia porque la última persona a la que había besado era Leah y no había llegado a nada con ello. Ahyeon se levantó de puntillas un poco más y se colgó de su cuello para sentirlo más cerca, él la tomó casi con timidez de la cintura y luego de unos segundos se apartaron y la vio sonreír. Él correspondió el gesto, algo aturdido.

-Me arrepiento de no haberlo hecho antes-dijo ella, con una sonrisita.

Jong rió.

-Yo también.

Sin meditarlo, la volvió a besar.
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No sabía exactamente cuántas veces había visto a Tiffany marcar y gruñir exasperada, se sentaron en la mesa del restaurante ante la mirada de todos los presentes que al percatarse que ahí estaba Kim Taeyeon, se quedaban atónitos. Ella no les prestaba atención, sólo se quedaba mirando las expresiones de fastidio y angustia de su novia.

El mesero vino de inmediato y les trajo los menús a todos, Taeyeon escuchó bufar a Tiffany por enésima vez en el día y los hermanos y Seth se miraron mutuamente, sin decir nada.

-Buenos días, ¿Qué van a ordenar?-preguntó. 

-Estooo…mi novia…

-¡Estúpido Minho!-golpeó Tiffany la mesa y volvió a marcar, pero remarcando cada número con fuerza, como si quisiera hundir cada tecla. Todos se miraron mutuamente y Taeyeon con disimulo a su alrededor, todas las miradas estaban puestas en ella y Tiffany.

-¿Podría esperar un momento? Yo le llamo cuando estemos listos-preguntó Taeyeon al mesero, con una sonrisa de disculpa.

-Por supuesto-dijo él, sonriéndole y guiñándole levemente el ojo. 

La vio marcar el botón de llamada que seguramente ya estaría gastado y no soportó más, le arrancó el aparato y lo guardó en su bolso ante la mirada de incredulidad y disgusto de la pelirroja.

-Pero… ¡Taeyeon! ¡Necesito…!

-¡Necesitas calmarte y dejar por un puto instante de llamarlo!-siseó, molestándose-¡Desde que salimos no has hecho más que estar pegada al puto celular! ¡Él es un adulto, no un niño de 5 años al que tienes que vigilar donde se mete! 

-Vale, vale…ahora devuélveme mi celular-pidió Tiffany, agarrando el menú para verlo.

-Cuando terminemos te lo devuelvo, pero ahora vamos a comer ¿Se entendió?

Se sintió como si estuviera siendo regañada por su propia madre, recordó aquella vez que se había puesto a discutir con Alex en un Restaurante en España, porque él le había quitado la sal y cuando se la iba a arrebatar, forcejearon, el envase se abrió y se derramó toda en su plato de sopa. Se había levantado y le lanzó el vaso de jugo en la cara a su hermano, haciendo que él le aventara el arroz. Grace Hwang se había molestado de tal manera que al llegar al hotel los había regañado por 1 hora y luego los amarró barriga con barriga con una soga y los obligó a decirse “Te quiero, hermano” mientras él le decía “Yo también, Tiffany”, abrazándose. Él tenía 4 años y ella 11. 

Respiró profundamente, intentando no reírse ante esa anécdota y miró su menú. Había cantidad de Parrilla Argentina, entonces recordó que Minho era vegetariano y seguramente al ver eso, comenzaría a despotricar contra el Restaurante y se saldría muy molesto porque matan a las vacas. Nuevamente intentó no reírse y buscó un plato que no tuviera carne.

-Yo quiero una hamburguesa con papas fritas y Coca-Cola-dijo Mike, cerrando su menú.

-Yo…espaguetis con salsa napolitana, Tiffany-pidió Noah.

-Yo nada más quiero…

-Un momento, un momento…-pidió Tiffany, para que se detuvieran-Eso no me lo tienen que decir a mí. Esperen que venga el mesero… ¿Por qué el mesero aún no nos atiende?

-Te hubieras enterado que nos iba a atender si no estuvieras pendiente del celular-espetó Taeyeon, sarcásticamente.

-¡Tooooma!-exclamó Leah, por lo bajo y chocó las manos con Alex.

-¡Mesero!-llamó Samuel, alzando la mano.

-Mamá… ¿Hay algo aquí que no tenga carne?-preguntó Seth, poniendo una cara de torturado que hizo reír a todos. 

-Eso mismo me pregunto yo…-murmuró Tiffany, viendo el menú ¿Macarrones gratinados con tomates frescos?

-Aquí veo Papas al horno-intervino Taeyeon-Y…Asado vegetariano.

-Papas al horno-eligió el chico, cerrando el menú.

-¿Seguro?

-Sí.

El mesero que ya había llegado anotaba cada pedido rápidamente y al final sólo quedaba Taeyeon por ordenar, pero seguía viendo el menú ante la mirada atenta de todos.

-¿Y bien?-preguntó Alex, ansioso-Pensé que pedirías todo lo que hay en el menú-murmuró, riéndose de su propia broma, pero dejó de hacerlo cuando todos lo fulminaron con la mirada para que se callara.

-No sé…creo que no tengo hambre…

-¡¿No tienes…?!

-¡Cállate, Alex!-exigió Sam, dándole un manotazo en la cabeza.

-¡Ayyy, está bien! Me callo.

-Tae…mira, aquí hay Espinacas hervidas con queso gratinado…-sugirió Tiffany, mirando por encima de su hombro.

-No, no quiero.

-Hay berenjena asada rellena de…

-Tampoco quiero.

-¡Pues joder! ¡Si antes te ponían lo que fuera y…!

-¡CÁLLATE!-dijeron todos a la vez y Alex hizo silencio, enfurruñado. 

-Tae, mira, también está el…

-Un momento, necesito ir al baño…

Sin previo aviso y como rayo veloz, se levantó de la mesa y salió hacia el baño ante la mirada atónita y desconcertada de Tiffany y los chicos, aparte de todos los presentes en el Restaurante que siguieron a la morena hasta su destino. 

Tiffany notó por un breve segundo que Taeyeon se tapaba el rostro y lucía algo pálida; tragó con fuerza y dejando la servilleta a un lado, pidió permiso y disculpas y corrió detrás de su novia al baño. 

Abrió la puerta y por suerte no había nadie más, sólo había un cubículo cerrado y supuso que ahí estaría Taeyeon encerrada. No escuchó nada y se acercó con cuidado a la puerta, prestando atención. Se alarmó cuando escucho un breve sollozo.

-¿Tae?-tocó la puerta de madera-¿Qué sucede? ¿Te sientes mal?

Adentro, Taeyeon se secó las lágrimas e intentó hablar en un tono tranquilo, pero la traicionó al temblarle la voz al principio.

-Tranquila…e-estoy bien. Sólo era una emergencia-dijo, bajando la palanca del agua para disimular. 

Tiffany sabía que era mentira, pero no dijo nada. Esperó unos segundos para escuchar.

-¿Puedes salir?-preguntó, nerviosa.

No contestó, pero unos segundos después Taeyeon abrió la puerta y salió del cubículo casi llevándose por el medio a Tiffany y fue a lavarse las manos, además de la cara. 
Sintió a la pelirroja detrás y cuando la vio por el espejo, retiró la mirada.

-Estuviste llorando.

-Por supuesto que no-espetó Taeyeon, duramente y apretando el botón del aparato secamanos. 

-No te lo pregunto, te lo estoy diciendo-repuso Tiffany, volviendo a acercarse a ella-Fue por Alex, ¿Cierto?-adivinó, tomando su mano y volteándola-Te hizo sentir mal por lo de la comida-completó, alzando su rostro para ver sus ojos.

Taeyeon siguió sin decir ni una palabra, pero poco a poco frunció los labios, mordiéndoselos con fuerza para contener las lágrimas que se aproximaban.

-¡Te vas a hacer daño!-exclamó Tiffany, alarmada al ver que se mordía con fuerza.

La morena estalló en llanto y se dejó abrazar por la pelirroja, quien la tomó con fuerza, desesperada por calmarla.

-No le hagas caso, Tae…Alex es estúpido.

Logró que Taeyeon riera entre lágrimas y también sonrió ella, pero luego continuó llorando y comenzó a secarle el rostro lo mejor que podía. 

-Es que…t-tiene r-razón-sollozó, con tristeza-¡Estoy comiendo mucho! 

-No, no tiene razón, Tae…

-Sí la tiene-discutió Taeyeon, como una nenita chiquita.

-Si comes ahora más un poco…

-¡¿Un poco?!-chilló Taeyeon, alterándose-¡Me voy a poner como una vaca gorda e inmensa y no voy a caber por las puertas y doblaré las sillas y las camas al sentarme o acostarme!-gritó, angustiada. Tiffany no pudo evitar reír-¡¿De qué te ríes?! ¡Deja de reírte! ¡Joder!-chilló Taeyeon, molesta y empujándola pero Tiffany volvió a acercarse.

-Tae…tranquila…

-¡Voy a parecer un enorme globo gigantesco y no me vas a volver a querer! ¡Todos se reirán de mí y dirán “Ahí va la vaca gorda de Kim Taeyeon”! 

Tiffany se mordió los labios para no reírse, pero se puso roja y Taeyeon lo notó. Se enojó más y empujándola contra uno de los cubículos, quiso salirse del baño. Tiffany la tomó del brazo y la jaló con fuerza hacia ella, la puso contra la pared y agarrando sus muñecas para que no se soltara, estrelló sus labios contra los de ella en un beso furioso y demandante.

Al principio quiso soltarse, empujarla y pegarle una cachetada, pero Tiffany era insistente y se pegaba aún más a su cuerpo. Luchaba por no rendirse, por mantener su dignidad y su orgullo, pero poco a poco sintió la necesidad irresistible de devolverle el beso y cuando no pudo más, le respondió con mucha intensidad casi dejándose el alma en ello.

Rodeó el cuello de la pelirroja con sus brazos y gimió de placer cuando ella rozó la parte más sensible de su espalda con sus dedos y luego, para finalizar, mordió ligeramente su labio inferior con mucha ternura, pero a la vez sensualidad. 

-Qué tonta eres. 

Eso fue suficiente para hacerla enrojecer de rabia de nuevo y nuevamente quiso golpearle, pero Tiffany estaba preparada y la tomó de los brazos de nuevo.

-¡Suéltame, Tiffany!

-No

-¡Suéltameeeeee!

Tiffany le tapó la boca con la mano y la miró fijamente-Cálmate, ¿Sí? Tranquilízate, porque te juro que te partiré la boca de un beso. Te besaré y te besaré hasta que me ardan los labios y termine haciéndote el amor aquí mismo ¿Qué prefieres? ¿Te vas a calmar?

Sabía que era una trampa, pero a pesar de eso no pudo evitar sentirse en un dilema enorme, además que un calor intenso la recorrió por todo el cuerpo y no pudo hacer más nada que quedarse mirándola, como si la retara de alguna manera. Su cabeza era un debate, por una parte quería seguir con su berrinche para que Tiffany cumpliera su amenaza, pero por otra deseaba que la dejara en paz, porque se había reído de ella.

Tiffany sonrió, complacida, y la soltó despacio, pero de todas formas la encerró poniendo sus manos en la pared para que no escapara.

-Si te dije que eres tonta…-comenzó, despacio y rozando provocadoramente sus labios-Es porque la cosa más absurda que puedes decir es que por comer te pongas gorda como una vaca.

-Tiffany…

-No, escúchame-pidió, sin dejar de observarla-Yo nunca te voy a dejar de querer así estés como un globo aerostático…

-¡Me estás…!

-No te estoy llamando gorda y tampoco estoy insinuándolo-replicó Tiffany, sin dejarla continuar-Necesitas comer y lo sabes perfectamente. Si sientes mucha hambre es porque el bebé lo necesita y tienes que dárselo, porque está en crecimiento. Eso no quiere decir que te atragantes de comida, pero tampoco que dejes de comer. Se trata de alimentarte sanamente ¿Comprendes? Es tu salud y la de él o ella ¿Vale? 

Asintió despacio y casi imperceptiblemente. Tiffany la terminó de soltar y Taeyeon la abrazó, buscando sentir su calor y su aroma en sus pulmones. Se apartaron y la pelirroja le dio otro beso, pero esa vez más tranquilo; le sonrió y finalmente acarició su mejilla.

-¿Qué vas a comer, entonces?-preguntó.

-Amm…yo…

-Taeyeon…

-¡Está bien! ¡Está bien!...-exclamó, exasperada-Ensalada de lechuga, tomate y maíz; Puré de patatas con pollo asado; de postre 2 rodajas de piña natural y…jugo de naranja. 

-¡Perfecto! Vamos a comer, entonces y…que no te afecte lo que te diga el estúpido de mi hermano ¿Vale? Si te dice algo, simplemente pasa de él.

Regresaron a la mesa y pareció como si todo el mundo hubiera estado pendiente de lo que podría haber sucedido en el baño. Ellas no prestaron atención y se sentaron como si nada. 

-¡Por fin! ¡Ya me estaba muriendo de hambre!-exclamó Noah, con exasperación-¿Qué estaban haciendo?

Todos se miraron y guardaron silencio, mientras que Taeyeon y Tiffany se sonrojaron, pero no respondieron. La morena hizo su pedido al mesero y cuando él se retiró, todos se quedaron en silencio hasta que Alex abrió la boca de nuevo.

-He visto en el menú que hay torta helada y alfajores Havanna de chocolate y dulce de leche, ¿Quieres?-preguntó Alex, con una sonrisa a Taeyeon.

Ella le sonrió dulcemente y en el preciso instante que el mesero dejaba varios vasos con Coca-Cola en la mesa, ella tomó el de Tiffany y con premeditación y alevosía se lo lanzó al rostro, mojándolo. 

-¡Oh, lo siento, Alex!-se disculpó Taeyeon, fingiendo vergüenza-Fue sin querer queriendo. 

Todos estallaron en risas, incluyendo a Tiffany; alrededor algunos que vieron lo sucedido también lo hicieron y tomaron hasta fotos con sus cámaras. 

-Toma, hermanito. Para que te seques-dijo Sam, pasándole una servilleta y el pelirrojo, fulminándolo con la mirada, se la arrebató de las manos para secarse.
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Finalmente se colocó la camiseta y guardó sus cosas en su morral, cerró el locker y fue hasta el lavamanos para verse en el espejo por última vez. Ese pequeño grano que tenía en la barbilla lo detestaba, era horrible y a su propia visión parecía deformarle el rostro. No se lo iba a sacar porque luego le saldrían más y sería peor, sólo tenía un consuelo y era que con el casco no se vería para nada. 

Suspiró y cuando volteó para irse, casi le da un infarto al miocardio. Había escuchado anteriormente que aún quedaba alguien en las regaderas duchándose, pero nunca se imaginó que fuera precisamente él…el chico que era amigo de su hermana durante el instituto. Minho.

No se puso a pensar qué era lo que estaría haciendo él ahí, sino que se quedó paralizado estudiándolo por completo, estaba de espaldas y estaba desnudo, bajó la mirada y casi se le cayó la mandíbula, tenía un trasero de infarto. Lo vio sacar de su locker una toalla, se secó el cabello, el pecho, los brazos y luego se cubrió sus partes bajas con ella. Se imaginó por un instante quitándosela y casi gimió, pero por suerte se contuvo.

Notó que iba a voltear y ya iba a esconderse, pero no fue tan rápido y enseguida él lo vio parado enfrente de los lavamanos y le sonrió tan brillantemente que casi sintió cegarse por un rato. 

-No sabía que quedara alguien, pensé que estaba solo-lo escuchó decir, mientras buscaba sus pantalones y comenzaba a ponérselos. 

“¡Nooo! No te los pongas”-pensó Minhyuk.

-Uh…ya yo me iba. Lo siento-farfulló, avergonzado y enrojeció hasta la raíz del pelo. Tomó su morral que no sabía cuándo se le había caído, pero la voz de Minho lo detuvo.

-Hey… ¿Tú no eres el hermano de Ahyeon?-preguntó, curioso y reconociéndolo.

Volteó, con el corazón latiéndole dolorosamente y tragó con fuerza, casi sentía su pulso en la garganta. Sonrió, pero creyó que de pronto había sido la mueca más horrible del mundo. 

-Sí, soy yo-respondió, nerviosamente-Y tú eres…

-Minho Horvejkul-se presentó nuevamente y acercándose a darle la mano. Minhyuk sintió que sus propias manos sudaban horriblemente-Nos presentaron en la clínica la otra vez. 

-Sí, lo sé. El amigo del instituto de mi hermana.

Él sonrió de nuevo y asintió, sacó del locker su camisa y se la puso, fue ahí cuando notó que tenía una pequeña cicatriz en el estómago y se preguntó de qué sería, pero no dijo nada.

Minho se sentó en el banquito para colocarse los zapatos y Minhyuk se sintió estúpido y que tal vez él lo hubiera notado; tal vez pensaba que era un idiota por no decir nada más interesante. Iba a decir que se iba, pero de nuevo fue él quien habló.

-Y… ¿Tú practicas Supercross?-preguntó Minho, a