Y te vas

Lo que me gusta de ti (Adaptación TaeNy)
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Capítulo 84: Y te vas.

-Tiffany…Tiffany….Tiffany, por favor… ¡Maldición, Tiffany, detenteeeee! 

-¡¿QUÉ?!

Dejó de caminar por toda la habitación recogiendo y guardando en la maleta la ropa para irse a Daegu. Eran las 2 de la tarde y hacía ya 3 horas que habían llegado de la clínica y que le habían dado el alta de Taeyeon. Los medio estuvieron como locos esperando en la puerta del estacionamiento para entrevistarla y el auto de Tiffany tuvo que ser escoltado por otro auto más donde iban los guardaespaldas de Taeyeon.

Desde que le habían dado la noticia de que era un hecho la adopción de Seth, no paraba de ir de un lado a otro, como hiperkinética para poder estar lista y salir de emergencia a Daegu.

-Dame una razón… ¡Una sola razón que verdaderamente valga del por qué no puedo ir contigo!-pidió Taeyeon, volviendo a seguirla por la habitación.

-Ya te las dije. Te di 2, creo que es…

-No es suficiente y no valen, porque primero que todo yo estoy bien. Sólo fueron un par de rasguños locos que ni se verán en un par de días; segundo…

-Estás embarazada-cortó Tiffany, cerrando de golpe la maleta-¿Tan poco te importa tu bebé? Además necesitas un permiso…

-¡Por supuesto que me importa! ¡Pero es que ni siquiera se me nota aún la barriga! ¡Nadie además de la familia lo sabe!

-Lo siento, Tae, no voy a ser yo quien se sienta como una mierda si algo le pasa al bebé…

-¡Estás exagerando! ¡Te repito que no se me nota! 

Tiffany hizo un gesto de “Se terminó la conversación” y salió con la maleta de rueditas. Taeyeon gruñó de impaciencia y la siguió, dispuesta a no darse por vencida.

-Sabes que tengo una muy buena razón para ir contigo-volvió al ataque, poniéndose en frente para detenerla-Es una razón que ni tú puedes refutar, ninguna de las excusas que me des lo hará…

-Tuviste un accidente. Myungsoo pidió que guardaras descanso…

-Si yo también voy a ser la madre de Seth, las monjas necesitan verme y darse cuenta que voy a estar siempre pendiente del chico, que no soy una de esas mamás que aparecen al mes o que ni siquiera se les ve el pelo-explicó Taeyeon, muy segura-Sé lo que es no tener una mamá. Seth tendrá 2, ¿Entiendes? 2. Yo también quiero sentirme feliz al ir a buscarlo y ver su sonrisa cuando nos vea a ambas. 

Muy fijamente, así era como Tiffany la miraba y casi le parecía que la veía a través de Rayos X, que la traspasaba. Por unos breves segundos pudo notar por un instante muy fugaz una sonrisita y creyó que tenía la respuesta positiva. 

-He dicho que no, Taeyeon. Es mi última palabra.
…………………………………………………………………………………………………

-Ugh…joder…

-Te lo dije. Te dije que…

-Sí, sí, lo que sea, Tiffany. Te gané la última palabra esta vez.

-Déjame ver eso.

Se sentó a su lado y observó detenidamente el enorme morado que estaba en una parte del brazo de Taeyeon, presionó suavemente, pero Taeyeon gritó y le dio un pequeño manotazo para que apartara su mano.

-¡Eso duele!-se quejó, haciendo un puchero.

-Lo siento…-susurró Tiffany-Ya sabes que Myungsoo dijo que te echaras esa crema y en pocos días se irá. 

-Si me das un besito dejará de dolerme-murmuró Taeyeon, sonriendo.

Tiffany rió y se acercó para darle un beso en el brazo, pero Taeyeon la cogió del mentón y le alzó el rostro.

-Ahí no, tonta. Aquí.

La besó suavemente y sin prisa alguna, mientras acariciaba su mejilla y Tiffany le respondía al instante, dejándose llevar por cada sensación de bienestar en su cuerpo al sentir a Taeyeon tan cerca.

La morena poco a poco fue recostándola en la cama, sintiendo como cada vez su pulso se aceleraba al igual que los latidos de su corazón. El dulce aroma de su piel grabándose en la suya, se sentía inmensamente mejor sólo estando en la misma habitación que ella.

-Taeyeon…

-Te amo…-susurró, besando su piel-Por favor…cásate conmigo.

Automático. Tiffany se apartó y se levantó de un salto de la cama, respirando profundamente e intentando recuperar el aliento. Se acercó a la ventana para agarrar aire y sintió un enorme e intenso dolor en el pecho que la estaba ahogando. La mano de Taeyeon en su espalda y luego en su hombro la hizo estremecerse como nunca antes. 

-Tiffany… ¿Qué pasa? 

-Lo siento, ¿Está bien? No me siento…no creo que esté preparada...

-¿Me estás diciendo que no?-preguntó Taeyeon, con la voz quebrándosele.

-No, no es eso…

-¿Entonces?-insistió la morena, afectada-¿De qué se trata? 

La pelirroja se alejó de la ventana y se sentó en la cama de nuevo, Taeyeon la siguió y se puso de cuclillas frente a ella. Se atrevió a mirarla a los ojos y vio que estos luchaban por no dejar salir las lágrimas. Se odiaba a si misma cuando la lastimaba.

-El matrimonio no es algo que se va y se pide como cualquier otra cosa…

-¡¿Y tú crees que yo te lo estoy pidiendo porque sí?!-chilló Taeyeon, ofendiéndose-¡Te amo, Tiffany! ¡Te amo como no te haces una mísera idea!

-Lo sé, pero…

-No, no lo sabes-la atajó de inmediato-Crees que sí, pero desde la primera vez que te vi me gustaste. Te vi y sabía dentro de mí que la única con la que quería estar toda mi vida eras tú. No sabes lo que me moría por besarte cuando me discutías por la más mínima cosa. Cada vez que estabas cerca de mí, incluso cuando sólo estábamos en el mismo lugar, la misma habitación, yo me sentía feliz. Me siento feliz. Y tú ni cuenta te dabas…ni lo haces ahora. No tienes idea de todas las veces que pensé la mejor forma de pedirte que te cases conmigo, hasta llegar a la conclusión de que esa forma no existe.

Taeyeon tomó la mano de Tiffany y la colocó sobre su pecho, donde se sentían los latidos acelerados de su corazón. 

-¿Sientes eso? ¿Lo sientes?-preguntó y Tiffany asintió lentamente-Nunca ha dejado de hacerlo. Jamás y es todo por ti. Sólo deseo saber qué es lo que te detiene para aceptarme…

-Yo te acep…

-No, escúchame… ¿Es porque estoy embarazada?-preguntó, con temor.

-No, Taeyeon, no es…

-¿Es por lo que sucedió con Leeteuk? 

-¡No! ¡No es eso! ¡No insistas más, Taeyeon! 

Fue un brillo fugaz en su mirada, pero fue suficiente para saberlo. Tiffany se dejó caer de espaldas en la cama y agarró la almohada para taparse la cara con ella. Taeyeon se la quiso quitar, pero la pelirroja la sostuvo con más fuerza, volvió a insistirle hasta que lo logró.
Se colocó a su lado y acarició su rostro con cuidado, al igual que enredó sus dedos en su cabello.

-No te voy a decir lo que pienso. Quiero que me lo digas tú misma

Tiffany se sintió estremecer bajo sus manos. Por más que intentaba apartar la mirada, no podía; por más que deseaba negarse, le era imposible. 

-No creo que sea necesario un papel para decirle al mundo que nos amamos. Considero que es una mera formalidad, eso sin contar que sería meramente representativo…

-Córtala con el verso y dime que lo que tienes es miedo a comprometerte-la interrumpió Taeyeon, cruzándose de brazos-Nada te cuesta y te ahorrarías miles de excusas.

-No es así, Taeyeon…

-¿Ah no?

La morena alzó una ceja y la miró, retándola a que se atreviera a continuar. No pudo, bajó el rostro y se rindió ante lo que no tenía forma de negar. 
Taeyeon se aproximó y se arrodilló frente a ella

-No pensé que…

-¿…Fuera del tipo de persona que huye al matrimonio?-completó Tiffany, sonriendo con amargura-Perdóname por no ser perfecta.

-Eres perfecta para mí y es lo único que me importa-repuso Taeyeon, con vehemencia-Lo que no puedo entender es cómo aceptaste comprometerte con Nichkhun…

-¿De veras no sabes?-preguntó Tiffany, sonriendo tímidamente-Fue por ti. No quería aceptar que estaba enamorándome de ti, lo hice como medida para escudarme. Al besarte aquella primera vez, me asusté mucho porque la única persona que antes lograba moverme todo ya no estaba conmigo y tú ahora llegabas así…de pronto…no quería aceptarlo. Realmente si me preguntas por qué o de qué tengo miedo a casarme…no sabría decirte…

-Tiffany…Si te he hecho sentir incómoda o presionada no ha sido, en absoluto, mi intención. No quiero que parezca que quiero una respuesta inmediata, no es así como funciona. Deseo que, sea cual fuere tu decisión, esté pensada en ti y no en lo que yo quiera…

-¿Qué es lo que más quieres ahora?

-A ti.

-No me refiero a eso…

-Sé a lo que te refieres, pero como te dije…Sería muy egoísta de mi parte pensar en lo que yo quiero y no en lo que te haga sentir bien a ti-tomó las manos de la pelirroja y besó cada una-Te amo y quiero que seas feliz.

Los ojos de Taeyeon brillaron de manera especial y de pronto, como un flash de cámara fotográfica, a Tiffany le provocó una extraña sensación de déjà vu. El miedo que poco a poco había ido disminuyendo, se acrecentó de forma vertiginosa y le dolió muchísimo. Se mordió el labio inferior, intentando apagar las ganas de llorar y al darse cuenta que inevitablemente lo haría, la besó con acelerada ímpetu, dejándose cada parte de su ser y buscando desesperadamente hacerle el amor. 

Aunque siguiera doliendo.
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Desde que le dijera que no le llamara más, no se habían vuelto a hablar. Aún así solía marcar de diferentes números telefónicos para que no supiera que era ella; de todas formas, a veces pensaba que él ya imaginaba que no era nadie más que ella y que por eso era que se quedaba unos segundos callado para luego terminar colgando.

-¿Diga?

Comenzaba siempre así. Ya era costumbre y luego de unos segundos, volvía a preguntar.

-¿Quién es?

Por su tono deducía que ya sabía quien era, pero que aún guardaba la esperanza de equivocarse. Se quedaron ambos muy callados; ella escuchando su respiración y él esperando que hablara. Cuando pensó que nuevamente sería una “muda conversación”, él hizo el amago para colgar, pero la voz de ella lo detuvo enseguida.

-Feliz Cumpleaños.

Dudó en contestarle, no se enteraría que le había escuchado, podía simplemente fingir que no había llegado a oírla, pero algo le decía que ya sabía que lo había hecho. Nada le valía no contestarle, menos sí hacerlo.

-Gracias-murmuró él, quedamente-¿Cómo estás?-preguntó, intentando sonar sereno, pero su corazón le había comenzado a latir muy a prisa. 

-Bien, ¿Tú cómo estás?-preguntó Leah, mirando por la ventana de su habitación y con una foto de Jim Sturgess y ella en una mano y en la otra, una de ella con Luke, haciendo caras graciosas a la cámara. 

-No me puedo quejar. Bastante bien, un poco aburrido, pero bien-respondió Luke-Dentro de un mes me gradúo y me dan el título de Neurólogo. 

-¡Qué bueno!-exclamó Leah, con verdadera sinceridad y sonriendo, a pesar que él no pudiera verla-Te felicito.

-Gracias-agradeció Luke, feliz de escucharla-Si quieres venir al acto de graduación…

El corazón de Leah dio un vuelco enorme.

-Me encantaría realmente, en serio…

-Pero…-musitó Luke.

-No creo que Tiffany me dé permiso-completó ella, fastidiada.

La risa de Luke fue muy suave y casi se le hizo extraña al comprobar que era muy sincera y verdadera. Ya no tenía rencor alguno, eso la alivió en cierto modo.

-¿Desde cuándo le pides permiso a Tiffany? Antes te importaba poco si ella te negaba algo; igual lo hacías.

-No sé…a lo mejor vaya, o quizá no. Depende de lo que suceda en un mes. 

-¿Y qué podría suceder que dependa que te aparezcas por aquí?

-Pues…no sé. Quizá sería mejor que no nos viéramos-repuso Leah, pensativa-Quizá…era mejor que no hubiera roto lo que me habías pedido de no volver a llamarte y ahora he cometido el error de mi vida. Uno más…uno menos... ¿Qué más da? 

No podía verlo, pero sabía que estaba sonriendo. 

-¿Y si yo te lo pido?-preguntó él, tímidamente-¿Vendrías?... Sé lo que te pedí y la verdad es que es un error que me hayas llamado.

-Colgaré, entonces-musitó Leah, con tristeza, pero la voz de Luke la detuvo.

-Eso no quiere decir que no me agrade que lo hayas hecho-dijo-Realmente…debo pedirte disculpas por cómo te traté, fui un gran…idiota…

-No importa, Luke. Ya está olvidado.

-…siempre meto la pata y aquella vez me propasé-continuó él, pretendiendo no escucharla-Me sentía herido, mas eso no justifica que te tratara mal. 

Leah asintió brevemente, a pesar que él no la veía y se sentó en su cama. Luke esperó por si quería decir algo, pero cuando no habló, él continuó.

-Es de cobarde no pedirte disculpas cara a cara, por ello te pido que vengas a mi graduación…Iría yo a tu casa, pero seguramente cuando Tiffany me vea en la puerta, saldrá a cazarme con una Kalashnikov-dijo Luke, haciendo reír a Leah-Sé que es una contradicción decir que no quiero ser cobarde, pero lo soy al no ir yo mismo a verte…Sólo pienso que es más sano así, para ti. 

-No sabía que fueras tan previsivo.

-No lo soy. Sólo que no quiero molestar más a Tiffany.

-Dudo que si te viera ahora, quiera matarte-repuso Leah. Luke soltó un bufido-Es en serio, aunque admito que quizá te vea y no te trate igual. Con eso quiero decir…

-Que no hay más “Esposo” y “Esposa”.

-Exacto. 

-¿Vendrás?-preguntó Luke, nuevamente y cambiando de tema.

-¿No molestaré al tío?-preguntó Leah, dudosa-¿A Alice…tu novia…?

-Mi papá…sospecha lo que pasó entre nosotros-admitió Luke. Leah se tensó-Nos escuchó a Alice y a mí hablando un día. En realidad…no sé cuánto pudo captar, pero sé que lo sabe o lo sospecha. No me ha dicho nada y si me preguntas, te diré que no, no parece enfadado ni nada. Me trata como siempre, aunque esa vez que escuchó, si me veía extrañado y confundido. 

-Oh… Entonces, Alice y tú…

-Hemos hablado, sí-confesó el chico-No me juzgó ni nada. Sólo dice que me apoyará siempre aunque sea un cabeza hueca y no siempre mis decisiones sean las más acertadas. Igual ella sabe que cometeré errores, porque según sus propias palabras: “Para ti es muy divertido ser estúpido, hermanito”-dijo él, intentando imitar la voz de Alice.

Leah rió.

-Aprenderás de ellos-repuso ella-De tus errores, quiero decir.

-Lo sé. Eso espero. Ya he empezado a enmendar algunos, aunque a Alice y a mis padres no les convenza del todo. Parecen reacios y yo sólo les digo que esta es la primera vez que puede que haga algo bien.

-Pero dices que Alice dijo…

-Sí, pero igual por la cara que pone cuando estamos Ella, su novio, mi novia y yo; sé que no le simpatiza Monique.

La sonrisa que tenía Leah en los labios, se desvaneció en cuestión de segundos y tragó con fuerza.

-¿Monique?-preguntó, insegura.

-Sí. Mi novia-contestó Luke-Y bueno… ¿Vienes o no? Puedes traer a Jong…

-Él y yo no somos novios-cortó Leah, más bruscamente de lo que pretendía y con un tono de voz bastante chillón

-Ah…lo siento, pensé que…

-No, creo que ahora comenzará a salir con una amiga de Tiffany del instituto.

Luke permaneció en silencio. Sintiéndose estúpido, pero luego intentó acomodar la tontería que había dicho. 

-Igual puedes traer a un amigo…

-Mi novio-contraatacó Leah, sintiendo enojarse y encenderse de pura rabia y celos por dentro-Sehun. 

-¿El que me dijiste que era tu mejor amigo del instituto?-preguntó Luke, confundido. 

-Sí, él, pero ahora es mi novio. Desde hace 3 semanas ¿Sabes? Le quiero mucho.

-Ah pues eso es bueno. Me alegra que sea así… ¿Eso quiere decir que sí vendrás?

-Sí. Iré ¿Cuándo es?-preguntó Leah, hablando casi como un robot. 

-El 15 de Enero. De todas formas te enviaré la invitación con un amigo mío que va a Seúl en estos días. Yo le daré tu número y él se comunicará contigo para que recibas la tarjeta-explicó Luke-Se llama Sebastián. ¿Segura que no tendrás líos con Tiffany? No quiero que…

-No los tendré, te lo aseguro. Incluso ella sabrá que estaré contigo…quiero decir, no contigo-corrigió, hablando más rápidamente-Tú estarás con Monique y yo con Sehun. No se molestará.

-Eso espero, cualquier cosa me llamas…

-Sí, sí, vale…me tengo que ir, Luke. He quedado con Sehun.

-Vale, que les vaya bien y…los espero por aquí-dijo Luke.

-Sí. Feliz Cumpleaños de nuevo…

-Gra…

-Nos vemos-cortó antes que él pudiera finalizar el agradecimiento y le colgó de una sola vez. Sintiéndose enfurecer de rabia. ¿Estaba Luke invitándola para restregarle en la cara a la tal Monique y demostrarle que era feliz? ¿Quería provocarle celos? Le demostraría que no y que si uno puede jugar sucio, dos también pueden. 

Agarró de nuevo su celular y marcó un número de la lista de sus últimas llamadas realizadas. Fueron sólo 3 repiques y enseguida contestó.

-Le…hola, me has cogido justo antes de irme a bañar…

-Sí, hola, Sehun. ¿Quieres ser mi novio para el 15 de Enero? 
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Iban ya de camino a la Casa Hogar donde buscarían a Seth para llevárselo finalmente a casa. Serían finalmente una familia y mientras cada una pensaba en ello, Tiffany iba acariciándole el cabello a Taeyeon, que estaba recostada en el mueble trasero del auto que habían pedido para que las llevara. Tenía su cabeza sobre las piernas de la pelirroja y llevaba los ojos cerrados, sintiendo sus caricias suaves ahora sobre su vientre.

-¿Es verdad?

Taeyeon abrió los ojos y miró hacia arriba a Tiffany, quien esperaba fuera contestada su pregunta.

-¿Que si es verdad qué?-preguntó Taeyeon, confusa.

-Que…cuando yo te discutía, tú querías besarme-contestó Tiffany-¿Es cierto?

Taeyeon sonrió.

-¿Y aún lo dudas?-preguntó la morena, alzando una ceja.

Tiffany se encogió de hombros.

-Sólo preguntaba… ¿Por qué no lo hiciste nunca?

-Supongo que no tenía el valor suficiente. Yo sólo quería callarte, pero me daba miedo que pudieras rechazarme...

-¿Y si no te hubiera rechazado? ¿Qué hubieras hecho?

-Me volvías loca ¿Qué crees tú que habría hecho?

Tiffany rió.

-¿”Volvía”?

-Me VUELVES loca.

Se alzó para besarla, pero sólo alcanzó a rozarle brevemente los labios, porque enseguida Tiffany se apartó y sonrió, divertida.

-Hemos llegado, Tae-susurró, muy cerca de su boca y respirándole en los labios.

Como tantas veces anteriores, Tiffany la dejó con las ganas y antes que pudiera reaccionar, ella ya había abierto la puerta y salió del auto dejándole paso para que también pudiera salir. 
Taeyeon salió y le sacó la lengua con gesto de niñita muy ofendida y Tiffany rió de nuevo. 

Pasaron a través de un pasillo y Tiffany sintió a Taeyeon apretarle la mano con fuerza. Pensó que sería solamente un gesto de nerviosismo, pero cuando volteó y la vio my pálida, tuvo que reaccionar con rapidez y sin pensarlo para poder cogerla entre sus brazos porque se iba a desmayar. 

-Tae…-murmuró Tiffany, angustiada y sosteniéndola

-Estoy bien-farfulló Taeyeon, respirando entrecortadamente y sintiéndose mareada y fría-Es p-por la emoción.

-Sabía que era mejor mi idea de que te quedaras-replicó Tiffany, ayudándola a poner su brazo alrededor de su cuello-Vayamos a la enfermería que tienen aquí, mientras yo busco a Seth…

-¡No!-protestó Taeyeon, testaruda y apartándose-¡Dije que estoy bien, Tiffany! Sólo fue un mareo por la emoción…

-Eso y que estás embarazada, ¿Lo olvidas?-repuso la pelirroja, volviendo a acercarse para agarrarla, pero Taeyeon volvió a apartarse.

-¡¿Cómo olvidarlo?! ¡Si estás todo el tiempo recordándomelo como si fuera una especie de estigma!

-¡No te lo recuerdo como estigma! ¡Simplemente creo que te importa muy poco lo que pueda sucederle al bebé! ¡Es tu hijo, por amor a Dios!

-¡Y porque lo es tienes que dejar de sobreprotegerlo como si fueras tú la embarazada! ¡Es mi hijo!

Tiffany la observó con gesto ofendido y casi como si fuera a llorar, sus palabras la abofetearon y Taeyeon enseguida quiso arrancarse la lengua o quemársela, quizá las dos cosas, porque ahora mismo se sentía la persona más idiota del mundo. 

-No quise decir eso, Tiffany…

-Lo sé. No te preocupes, tienes razón…

-¡No la tengo!

-Desde luego que es tu hijo, yo sólo…

-Tiffany…

-Quiero que ambos estén bien. Es todo.

-Escúchame…

No hizo caso y volteó rápidamente para seguir el camino hacia la dirección donde las esperaban las monjas. Dio gracias al cielo, internamente, que en esa Casa Hogar siempre era muy callado todo y que a veces no parecía que ahí vivieran niños. No habría querido que la pequeña discusión la hubiera presenciado alguien más, sea niño o un adulto.

Taeyeon la siguió de cerca y a pesar que hacía como que no le prestaba atención a sus ruegos para hablar, en realidad estaba muy pendiente, pero más que todo por si volvía a descompensarse. 
Cuando estuvieron frente a la puerta de Dirección, escucharon a lo lejos los primeros murmullos de niños jugando en el patio de juegos.

-Si quieres siéntate, si no quédate parada. Como gustes. Yo iré a avisarle a Sor Theresa que ya estamos aquí.

Iba a voltearse sin mirarla, pero Taeyeon la tomó de la mano antes que se fuera.

-Fany…por favor, perdóname-suplicó, entristecida-Sabes muy bien lo que te dije antes de que realmente me gustaría que formaras parte de la vida del bebé-dijo, despacio. Tiffany no la miraba, pero Taeyeon la agarró por el rostro y la hizo voltear para que la viera. También tomó su mano y la colocó en su vientre-Tú eres su mamá.

Donde tenía la mano, la sentía tibio y casi sintió ganas de llorar. Taeyeon se acercó para besarla con infinita ternura, mientras que Tiffany permaneció por unos segundos sin reaccionar, hasta que simplemente se dejó vencer y le respondió con dulzura, sintiendo volverse de mantequilla ante sus delicadas caricias.

Se apartó unos centímetros y mantuvieron sus frentes pegadas la una de la otra.

-No creas que siempre lo arreglarás todo mirándome con ojos de borreguito y luego besándome-musitó Tiffany, con los ojos cerrados.

-¿Lo hice ahora?-preguntó Taeyeon, esperanzada.

-No…

Taeyeon frunció el ceño, confundida y se apartó rápidamente para mirarla. Tiffany abrió los ojos y la vio fijamente. 

-En realidad no. Me dolió mucho lo que dijiste-dijo ella, muy seria.

-Lo dije sin pensar. Me enojó mucho que siempre estés recordándome que estoy embarazada. Lo sé perfectamente y no hace falta que me lo repitas constantemente.

-Te lo repito porque, de verdad te digo, que a veces parece que no te importara lo que le pueda suceder-expresó Tiffany, cruzándose de brazos-Es como si…no sé, realmente, me asusta y…

-Dilo-pidió Taeyeon-¿Qué es lo que te asusta?

Tiffany tomó aire, sintiéndolo como si estuviera viciado. 

-Es como si…buscaras…de alguna manera…perder el bebé-musitó, quedamente y angustiada-Puedo estarme equivocando, pero es lo que parece y de verdad te digo, no me gusta que lo hagas. En absoluto. Sé que no lo harás por otro método, pero buscando que te pase algo que te haga perderlo…te repito que no me gusta y si sigues intentándolo, te juro. TE JURO, que me enojaré muchísimo contigo. Porque ese bebé no tiene la culpa de nada, es sólo un inocente. 

Se quedó paralizada, como si se le hubieran agarrotado todos los músculos del cuerpo. Sus palabras cayeron como plomo, golpeándola repetidamente en la cabeza.

Buscó desesperadamente en su mente algo qué decir, pero no fue necesario, porque en ese momento se abrió la puerta de la dirección y por ella salieron una pareja y justo detrás de ellos la Madre Theresa, quien al verlas a ambas, sonrió.

-¡La familia de Seth! ¡Bienvenidas sean, hijas!-saludó la religiosa y se acercó a abrazarlas-Pasen a la dirección, ya las atiendo.

-Buenas tardes, Madre-saludaron Taeyeon y Tiffany, sonriendo. Al pasar al lado de la pareja, sintieron sus sorprendidas y extrañadas miradas que las siguieron hasta entrar a la dirección. 

Cuando Tiffany iba a cerrar la puerta, volteó un instante y vio a la mujer y al hombre cuchicheándose algo al oído y luego siguieron a la Madre Theresa a través del pasillo. Cerró finalmente y miró a Taeyeon, que parecía debatirse entre sentarse o no en la silla frente al escritorio, cuando la vio a la pelirroja, enrojeció. 

-Siento mucho haberte confrontado así-se disculpó Tiffany, antes que Taeyeon abriera la boca para decir algo-Sentí mucho enojo imaginar que…

-Es cierto-admitió Taeyeon, de inmediato-Lo que dijiste antes de entrar aquí.

-¿Tú…?

-Una parte de mí quiere tener al bebé, cuidarlo…protegerlo-masculló Taeyeon, nerviosa-Pero la otra parte…desearía que no…yo…me siento tan culpable y cada vez que tú me dices que me cuide, que estoy embarazada es como sentir que me reprochas lo que hice…

-No te estoy reprochan…

-¡Te estoy diciendo que es lo que siento que haces!-replicó la morena, con lágrimas brotándole de los ojos-No estoy diciendo que sea así.

Tiffany bajó la mirada.

-Perdóname por hostigarte. Sólo pretendo que el bebé y tú estén bien. Es…pronto para decirlo, pero siento que ya le quiero. Quiero mucho al bebé, tanto como a ti y no podría soportar que algo les pase…

La puerta se abrió de golpe y Taeyeon se colocó de espaldas para secarse las lágrimas rápidamente, mientras Tiffany sentía la necesidad de acercarse y secárselas ella misma. 

-Disculpen por hacerlas esperar. Estaba despidiendo a la pareja que vieron antes. Ellos también van a adoptar-dijo la Madre Theresa, que entró y al verlas a ambas, sonrió, pero al ver bien a Taeyeon y detallándola, frunció el ceño. Tiffany quiso desaparecer-¿Ha estado llorando? ¿Le sucede algo?

-No, es que…

-Está muy emocionada, Madre-intervino Tiffany, salvando a Taeyeon-Por la adopción de Seth y todo eso.

-Sí, las cosas felices también me hacen llorar-corroboró Taeyeon, sonriendo también para que no hubiera dudas-Soy del tipo sentimental.

La religiosa sonrió y asintió en señal de que entendía, aunque también lucía sorprendida.

-Pues debo confesarle que cuando revisábamos su hoja de vida y vimos sus fotos, no pensaría que es del tipo sentimental-admitió ella, sentándose en la silla e invitándolas a sentarse con un gesto de la mano-En las fotos tiene usted ese aire de fuerza y energía. Incluso su presencia intimida. 

Taeyeon enrojeció y miró a Tiffany, quien se encogió de hombros, debatiéndose entre reír o reír llorando.

-Suena raro que lo diga yo-continuó la religiosa-Pero todo es verdad y ante la mirada del Señor, no debe haber mentiras. Antes de permitir o rechazar una adopción, revisamos las hojas de vida de los solicitantes, estudiamos su modo de vida y su situación socioeconómica para saber bien si son aptos o no para ser los padres de alguno de nuestros niños. No podemos dárselo a personas que sean moralmente incapaces para tal labor, ni tampoco a los que puedan hacerlos pasar trabajo.

-Si me permite la pregunta ¿Qué le hizo aceptarnos a nosotras?-preguntó Tiffany, curiosa. 

La Madre sonrió, afable.

-Conocí a sus padres, Señorita Hwang. Muy buenos seres humanos, sociales y entregados a su trabajo, pero también a sus hijos. Llenos de amor-explicó la mujer-No dudé ni un instante de usted cuando llamó para contactar a nuestra Casa Hogar y decirnos que habían hallado al pequeño Seth y que deseaban adoptarlo. Estuvimos mucho tiempo buscándolo, sin éxito. Hablamos con el niño y le hicimos pruebas de aptitud, es muy inteligente y además nos dijo que ustedes dos son las mejores madres que se puede tener, que le protegieron en todo momento. Había una hermana de la congregación que no estaba muy convencida por el trabajo que lleva la Señorita Kim, decía que podría ser poco el tiempo que el niño y ella se vieran.

Taeyeon bajó la mirada y enrojeció, Tiffany con cuidado tomó su mano para darle tranquilidad.
-Pero, luego vimos que eran más los Pros, que los Contra, porque la mayoría estamos seguras que sabrán encontrar los momentos para estar siempre con el niño y cuidarlo-completó la religiosa, con una sonrisa sincera.

-Taeyeon es y será una mamá estupenda, Madre Theresa. Se lo aseguro-dijo Tiffany, feliz. 

Taeyeon buscó abrió la boca para decir algo, agradecer, pero lo único que salió fue un sollozo y comenzó de nuevo a llorar. Tiffany se alarmó y se acercó a ella para abrazarla.

-Tae… ¿Qué pasa?-preguntó la pelirroja, confundida y nerviosa.

-Buscaré un vaso de agua para que se calme-dijo la Madre, levantándose de su asiento.

-Es q-que…estoy…m-muy f-feliz-sollozó Taeyeon, con los ojos llenos de lágrimas-Te quiero mucho, Tiffany.

Tiffany sonrió más tranquila y la volvió a abrazar, susurrándole al oído-Yo también te quiero mucho, Tae.

-Aquí tiene.

La religiosa le dio el vaso de agua a Taeyeon y unas servilletas para que se secara el rostro. Taeyeon agradeció y mientras bebía el agua, llamaron a la puerta. La Madre Theresa abrió.

-Buenas tardes, Madre Theresa. Ya estoy listo.

Tiffany y Taeyeon al escuchar la voz del pequeño Seth, saltaron de sus asientos y al verlo, el niño sonrió y corrió a abrazarlas. 

-¡Las extrañé mucho!-exclamó él, contento.

-Nosotras también, cielo-dijo Taeyeon, dándole un beso en la frente-Toda la familia y sobre todo Noah, que no paraba de preguntar cuándo regresabas. 

-¿Cómo estás?-preguntó Tiffany, alzándolo en brazos-¿Cómo te portaste?

-Bien, en el taller de música las maestras me prestaron una guitarra y pude tocar algunas canciones de mamá Taeyeon, para mis compañeros que me lo pidieron.

-Se llevan a un chico muy talentoso, estuvieron hasta tarde todos escuchándolo tocar. Incluso las maestras me dijeron que tiene potencial-intervino la Madre Theresa.

-¡Eso es estupendo, cariño!-exclamó Tiffany, mirando a Seth-¿Ya estás listo para irnos? ¿Tienes todo?

-Sí y sí. Aquí lo tengo-dijo él, mostrando un pequeño morral nuevo-Me lo regalaron las hermanas. 

-¿Diste las gracias?-preguntó Taeyeon.

-Sí

-Bueno, creo que podemos irnos ¿No?-preguntó Tiffany, mirando a la religiosa.

-Claro, aunque antes…-dijo ella, comenzando a buscar por su escritorio y encontrando una carpeta-Las dos felices mamás tienen que firmar aquí-dijo señalando en una hoja-Es una carta donde se comprometen a velar por sobre todas las cosas, los intereses y el cuidado necesario del niño.

Tiffany tomó el bolígrafo que le entregaba la mujer y estampó su rúbrica sobre la línea donde estaba su nombre; igualmente hizo Taeyeon que tuvo primero que calmarse un poco más, porque le temblaba la mano.

Una copia se la entregaron a la Madre y la otra se la quedaron ellas, junto con los facsímiles y documentos de identificación del niño. Se despidieron de la religiosa, quien le dio un gran abrazo de despedida a Seth, al igual que su bendición. 

Salieron en compañía de la Madre Theresa hasta la puerta, donde al abrirla, se encontraron afuera con una gran reunión de niños, maestras y otras religiosas; quienes comenzaron con el bullicio de despedida lanzando globos de colores y había una pancarta que ponía: “Que seas muy feliz, Seth. Te queremos”. 
Seth sonrió y los despidió a todos con la mano, mientras Tiffany y Taeyeon agradecían a las hermanas de la congregación y a las maestras. Varios niños se acercaron y le pidieron autógrafos a Taeyeon, que encantada se los firmaba.

Una de las hermanas que llevaba una cámara fotográfica, pidió a las chicas y a Seth que se colocaron con los demás niños y las otras hermanas y maestras para una foto de recuerdo de la Casa Hogar. Ellas accedieron. 

Cuando ya se iban a ir, la Madre Theresa y otras hermanas se acercaron de nuevo.

-Nos saludan de nuestra parte a Samuel Hwang. Lo recordamos con mucho cariño aquí en nuestra congregación-dijo una de ellas.

-Por supuesto, se lo diremos-dijo Tiffany-Al despedirnos allá en la casa, Sam nos dijo que les mandáramos saludos de su parte; por poco se nos olvida.

Rieron y las religiosas se despidieron de Seth nuevamente, dándole bendiciones. Él las agradeció. 

Ya en el Taxi que los llevaría al hotel para alistarse y salir en un par de horas en avión a Seúl, Seth miró a Taeyeon y con cuidado colocó su mano en el vientre que en pocos meses comenzaría a crecer y, sonriendo, la abrazó.

-Te queremos mucho-dijo él.

Tiffany miró a Seth y luego a Taeyeon, quien parecía debatirse entre llorar de nuevo o reír llorando y sonrió. 

-Yo también los quiero mucho-dijo la morena, feliz y con lágrimas de emoción-A los tres.

…………………………………………………………………………………………………..

Cayeron a un lado, sincronizados, ambos. Le abrazó por detrás y besó su cuello, muy cansado, pero feliz; por fin había logrado estar de nuevo con él. Sentirse grande y mejor hombre al estar a su lado era increíble. Poco a poco fue recup

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Comments

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ignacia12 #1
Chapter 111: Me gusto mucho la historia es genial.
yoonalim__ #2
Chapter 6: Sejauh ini blm ada perkembangan
yoonalim__ #3
Chapter 5: Apakah alex undang taeyeon juga
yoonalim__ #4
Chapter 4: Adik tiffany selusin apa
yoonalim__ #5
Chapter 3: Taeyeon lu baru ngeliat tiffany sudah langsung jatuh cinta
yoonalim__ #6
Chapter 2: Tiffany bertabrakan dengan Tae
yoonalim__ #7
Chapter 1: Oke
yoonalim__ #8
Sepertinya menarik
ana2381 #9
Lo he leído más de una vez. Es mi favorito, encabeza la lista.?
lizbsol
#10
Chapter 111: Estupendo, brillante no se que mas decir