Lo que me gusta de ti (Adaptación TaeNy)
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Capítulo 74:

-Tiffany…Dios, estás aquí…

La pelirroja sonrió y la abrazó con fuerza y Taeyeon casi pudo ponerse a llorar de la emoción-Te amo-susurró Tiffany en su oído-Necesitaba verte, necesitaba…-Taeyeon la calló besándola, pero esa vez más despacio, no tenía ninguna prisa y sólo quería permanecer muy cerca de ella. El tiempo no existía cuando estaba con Tiffany y ahora no era la excepción. 

-¿Pero cómo…? Tú estás…estabas…tú me dijiste…

-¿En una reunión?-preguntó Tiffany, besándola por el cuello-Sí…estoy…en una reunión contigo y…-se detuvo y la miró, sonriendo y derritiendo a Taeyeon-Es hora del proyecto final de…ingeniería corporal-susurró, acercándose ahora sí a sus labios y rozándolos con los suyos, mientras poco a poco dejó que su mano bajara a la cremallera de los jeans de Taeyeon-¿Expones tú o prefieres…que sea yo? 

-Tiffany…-jadeó la morena, cerrando los ojos, extasiada por el contacto de los dedos en su piel-cielo…Fany…no…

-¿Qué?-preguntó Tiffany, deslizando su lengua por su oído-¿Quieres que me detenga? 

-Sí…digo n-no…digo s-sí…no sé…no…

-¿No qué?-insistió, provocándola-¿No continúo o No me detengo? Dime…

El cerebro no podía hacer conexión con nada en esos momentos, sólo era capaz de sentir cada uno de los besos y las caricias que Tiffany le prodigaba por su baja espalda, sabía que esa parte le derretía a la pelirroja. Tiffany poco a poco fue arrinconándola en ese espacio limitado, muy reducido que representaba el asiento del avión y le besaba con insistencia, hasta que sintió su mano cerca de su intimidad y jadeó. Tiffany sonrió, mordiéndole el labio inferior suavemente.

-No me has contestado…-murmuró Tiffany, deteniéndose repentinamente y dejándole en un estado de desesperación-¿Me detengo, no, no me detengo, no continúo, sí, no continúo, te hago el amor…continúo…sigo…no, sí sigo, me detengo, pero continúo besándote…?

-¡Joder…!

-¿Qué?

-Te amo…Sigue…

-¿Qué siga qué?-preguntó Tiffany, acariciando sus pechos. Taeyeon gimió agarrándose con fuerza del mueble-Di mi nombre…dilo

-Tiff…Tiffany…

-¿Quién soy?

-¡Tiffany!-repitió Taeyeon, más fuerte buscando su boca para besarla, pero la pelirroja se apartó y le sacó el cinturón con rapidez.

-Repítelo.

-¡Muy bien, chicas! ¡Pónganse los cinturones!-dijo de pronto la voz de Heechul desde la puerta del avión y cuando Taeyeon escuchó, se asustó y quiso apartarse, pero Tiffany la sostuvo con fuerza, le tapó la boca y la miró fijamente, sonriendo muy satisfecha. Se acercó a su oído y le besó el lóbulo con suavidad, rozando con sus dedos en su abdomen y volviendo a deslizar su mano a la intimidad de Taeyeon, apenas tocándola. La morena tragó con fuerza.

-Di mi nombre-exigió Tiffany, hablándole en el oído muy suavemente-Dilo.

Le destapó la boca y Taeyeon cerró los ojos, respirando con dificultad y sintiendo su corazón más desbocado que nunca.

Abrió los ojos de nuevo y se fijó que la mirada de la pelirroja estaba oscura y llena de deseo, se sentía examinada por rayos X. 

-Tiffany.

Iba a gritar por la oleada de placer que sintió recorrerle por cada centímetro de su cuerpo, pero justo a tiempo Tiffany la hizo callar, besándola furiosamente. Le respondió, soltando un gemido que había sonado a oídos de Tiffany como “Te amo”, mientras escuchaban a Heechul hablar por celular con alguien. 

-Mírame-susurró Tiffany, acariciando con un dedo sus labios.

Taeyeon obedeció y sonrió débilmente, pero feliz. Tiffany la volvió a besar despacio y después de unos segundos, se sentó bien en el asiento y Taeyeon dejó caer su cabeza en el hombro de su novia, cerrando los ojos al instante y quedándose dormida, siendo abrazada por la pelirroja que la arropó con la cobija-Te amo-susurró.
………………………………………………………………………………………………………….

La primera vez que escuchó ese tintineo, pensó que era parte de su sueño, pero cuando vino el segundo y luego el tercero, gruñó hastiada y se levantó de la cama, abriendo la ventana de su habitación, recibiendo una piedrita en la frente por error. 

-¡Ayyy! ¡Joder!-se quejó Leah, frotándose la frente y viendo hacia abajo a Jongwook con una escalera-¡¿Qué haces aquí?!

-¿Puedo subir?-preguntó él. 

Leah rodó los ojos y asintió, Jong puso la escalera enfrente de la ventana y comenzó a subir despacio, cuando estuvo listo, Leah lo ayudó tomándolo por los brazos y tiró de él hacia dentro, derrumbándose ambos al suelo, Jong encima de Leah. 

-Ehhh...creo que ya puedes quitarte, me estás ahogando-susurró Leah, mirando hacia otro lado.

-Lo siento-murmuró Jong, sonrojado y levantándose. 

Al incorporarse, Leah se sentó en la cama e invitó a Jong a hacer lo mismo. No encendió la luz. Sabía que Tiffany no estaba, pero también sabía que había dispuesto a la nana para que la vigilara, así que no debía arriesgarse. 

-¿Te hice daño?-preguntó Jongwook, tímidamente. Refiriéndose a la piedrita que por error le lanzó a la frente. 

-No, está bien-respondió Leah, restándole importancia-¿A qué viniste? Estoy castigada de por vida, porque Tiffany…

-Sí, lo sé. Los vio a Luke y a ti-dijo Jong, algo disgustado. Leah alzó una ceja, confundida-Me lo dijo Alex-dijo contestando a una pregunta no formulada-Llamé para hablar contigo y me dijo que Tiffany te había castigado.

-¿Te dijo que me enviará a un internado en Suiza?-preguntó Leah, retirando la mirada.

-Sí-respondió él, apesadumbrado-Lo siento.

-No es tu culpa. Yo me lo busqué.

Jong asintió lentamente, mirándose los zapatos-Entonces… 

-Jong…

-¿Ya no sientes nada por mí?-preguntó, no dejándola hablar. La miró de frente y ella bajó la mirada-Entiendo…

-No, no entiendes-repuso Leah, ferozmente-Lo que pasó fue que…

-Yo te dejé ir. Es toda mi culpa, debí…

-No se trata de buscar culpables. Se trata que fuimos muy inmaduros-dijo Leah-Los dos. Yo más que tú, claro está.

-Tal vez si yo le hubiera dicho a Tiffany todo desde un principio…

-Pero no lo hiciste y no, no es un reproche. Cualquier cosa que hubieras podido hacer y que no hiciste, es irrelevante ahora, porque las cosas simplemente pasan y tal vez todo esto fue para darnos cuenta que nada es tan fácil como parece.

-¿Qué quieres decir?-preguntó Jong, nervioso-¿Te enamoraste de…?

-Sí.

Jong suspiró y se levantó para ponerse de espaldas, no quería que ella le viera llorar.

-Lo siento…

-No lo sientas, yo…comprendo-dijo él, volteándose-O por lo menos eso es lo que intento hacer.

-De todas maneras no interesa ahora, porque Luke se fue y yo me iré a Suiza. Estaré ahí hasta que cumpla la mayoría de edad o hasta que esté vieja y arrugada, según lo que decida Tiff…

-Yo también me voy.

Leah se le quedó mirando, aturdida.

-¿Qué?

-Que me voy-repitió Jong, cruzándose de brazos-Me voy a Italia. Tiffany no me necesita más…

-¿Qué te hace pensar eso? Tiffany te ha necesitado siempre y aunque lo niegue ahora, sé que es mentira. Eres su mejor amigo.

-ERA su mejor amigo-dijo Jong, melancólico-Lo era hasta que yo lo dañé todo enamorándome de su hermana.

-No puedes irte.

-Sí que puedo y está decidido.

-¿Entonces por qué viniste, huh?-preguntó Leah, sobresaltada-¿Para qué vienes si vas a huir de nuevo? 

-No estoy huyendo, vine porque quería verte. Necesitaba verte…

-¡Entonces ya puedes irte, porque ya me viste!

Un golpeteo en la puerta se escuchó y luego la voz de Alex, gritando desde afuera-¡Leah! ¿Pasa algo? ¡Leah! 

-¡Estoy bien, Alex! ¡Puedes irte a dormir!-gritó Leah, fastidiada.

-¿Puedo entrar?-preguntó él.

Jong miró a Leah y se acercó a la ventana para bajar, pero Leah lo detuvo y abrió la puerta, dejando pasar a Alex. 

-¿Jong?-preguntó Alex, sorprendido

-Hola, Alex.

-Ya ves que estoy bien, saco de papa. Puedes irte corriendo a llamar a Tiffany y acusarme-dijo Leah, cansada.

A pesar de la oscuridad, pudo ver como Alex rodó los ojos y salió de la habitación murmurando un montón de cosas ininteligibles. Leah se cruzó de brazos y se volvió a sentar en su cama. 

-Entonces…ya me tengo que ir, Leah-murmuró Jong, entristecido-Que duermas bien. 

-¿Cuándo te vas?

-Pasado mañana-respondió él, sin voltearse.

Se montó en el alféizar de la ventana y con cuidado colocó el pie en uno de los peldaños de la escalera para comenzar a bajar. 

-¡Espera!

Jong se asustó y casi se cae de la escalera, pero fue sostenido a tiempo por Leah, quien le tomó por un brazo y Jong se sostuvo con el otro, casi tambaleándose. Alzó la mirada y se encontró con los ojos de Leah fijos en los de él. 

-¿No hay nada que yo pueda hacer para que no te vayas?-preguntó ella.

Jong no respondió, subió un peldaño y tomando a Leah por el cuello, la besó, queriendo buscar el amor que seguía pensando, estaba escondido en alguna parte. Esa vez, Leah no reaccionó y Jong no pudo hacer más nada que separarse.

-Sólo quiero que me respondas algo...

Leah se mordió el labio inferior y bajó la mirada.

-Dime.

-Para ti… ¿Lo nuestro fue en serio o fue simplemente cualquier cosa?-preguntó Jong.

-Yo me enamoré de ti-respondió Leah, con sinceridad-Ahora me gustas, pero…

-No es suficiente.

Leah asintió. 

-Si no puedes quedarte por mí… ¿Lo harías por Tiffany? Ella te necesita aunque lo niegue. No quiero que...se quede sola, cuando yo me vaya a Suiza.

-Los tiene a tus hermanos y a Taeyeon. No me necesita.

-Necesita a su mejor amigo.

Jongwook suspiró y le dio un beso en la frente.

-Buenas noches, Leah. 
…………………………………………………………………………………………………………….

Escuchaba los latidos de un corazón y al abrir los ojos y alzar la mirada un poco, se encontró con Tiffany abrazándola y viendo por la ventanilla del avión, muy pensativa.

Sonrió, no había sido un sueño, realmente estaba ahí con ella y las ganas de reírse fueron tan grandes que no pudo evitar soltar una risita. Tiffany volteó al escucharla y le sonrió también, acariciando su cabello y apartando un par de mechones de su rostro, para luego rozar con sus dedos su mejilla. 

-Ya estamos por llegar, hermosa-susurró Tiffany-¿Cómo dormiste?

-Como una bebé-respondió Taeyeon, agarrando su mano con fuerza y acurrucándose aún más cerca de su cuerpo-Te he extrañado tanto…

-Yo también-dijo la pelirroja, acercándose a sus labios-Demasiado.

Taeyeon convirtió en cero la distancia y se besaron con ternura, demostrándose el amor que se tenían y disfrutando de la cercanía de sus cuerpos, Tiffany pescó por un instante el labio inferior de Taeyeon entre los suyos y después sonrió, besándola de nuevo y acariciando su cuello con sus dedos.
Se apartaron y suspiraron, sin dejar de mirarse ni un instante. 

-Lo siento-susurró Tiffany, ladeando un poco la cabeza para mirarla mejor. Taeyeon frunció el ceño, confundida.

-¿Por qué?

-Por decirte todas esas estupideces, que no me importa que no me creas, cuando la verdad es que sí me importa y muchísimo-respondió Tiffany-Me dolió que le creas más a Jong y…

-No se trata de a quien le creo más o no. Sólo deseaba que entendieras que si estás resfriada, debes cuidarte-dijo Taeyeon, seriamente-No me hubiera gustado que enfermeras todavía más y yo no pudiera estar contigo para cuidarte. 

-Ahora estoy contigo…-musitó Tiffany, jugando con su cabello-y estoy bien. Me siento bien.

Taeyeon alzó una ceja-¿Sólo bien, Hwang?-preguntó, haciéndose la ofendida.

-No…-susurró-Ahora me siento espectacular. 

Iba a besarla de nuevo, pero un sonoro carraspeo las interrumpió y vieron a Heechul, sonriéndoles con complicidad. 

-Hola, Tiffany. No te había visto-fingió él, divertido.

-Ah pues, por aquí, paseando nada más con mi novia-dijo Tiffany, sonriendo y abrazando a Taeyeon, a la vez que le dio un beso en la cabeza-¿Y tú?-preguntó.

-Bien, genial. Gracias a Dios.

-¿Qué quieres, Heechul?-preguntó Taeyeon, fastidiada y mirando a Heechul como si fuera un chicle pegado al zapato.

-Siento importunarlas en su nidito de amor…

-Al grano, Heechul.

-El piloto acaba de decirme que comenzará el aterrizaje. Así que estén listas.

Heechul se retiró y más allá pudieron escuchar las risas y burlas de los chicos de la banda. Taeyeon se incorporó un poco y se estiró para quitarse la pereza, tomó la cobija y comenzó a doblarla.

-¿Por qué lo trataste así?-preguntó Tiffany, confundida-El de la idea de encontrarnos aquí en el avión fue de él.

-Lo sé-respondió Taeyeon.

-¿Entonces?-insistió la pelirroja, sin comprender.

-Él sabe que se lo agradezco.

-Si no se lo dices no tiene forma de saberlo.

-¿Desde cuándo te has vuelto tan defensora de él?-saltó de pronto Taeyeon, frunciendo el ceño.

-Desde que me ha ayudado dos veces a estar contigo-le respondió Tiffany, cruzándose de brazos-Londres…ahora en Roma…

Taeyeon no dijo nada, tomó su almohada y la abrazó, mirando hacia ningún punto en concreto. 

-¿Taeyeon? ¿Se puede saber qué pasa? 

-Nada.

-No puede ser nada, si obviamente estás molesta-determinó Tiffany.

-No estoy molesta.

-¿Y por qué haces todo por mirar a cualquier lado menos a mí? 

Taeyeon inhaló con fuerza, expulsó el aire despacio y luego la miró. Tiffany alzó las cejas inquisidoramente. 

-¿Y bien? 

-Sólo me da rabia-dijo por fin Taeyeon, haciendo un puchero. Tiffany se acercó y tomó su mano.

-¿Por qué?-preguntó.

-Porque yo quería ir a verte a Seúl… yo le pedí que me dejara ir hoy, después del concierto y no me lo permitió.

-Si te dejaba, no nos hubiéramos encontrado. Yo estaría en Roma buscándote y tú en Seúl. ¿Qué sentido tiene?

-¡Lo sé! ¡Pero lo que me molesta es que a ti sí te ayude y a mí no!

Tiffany frunció el ceño aún más y no pudo evitar reírse, Taeyeon la miró, ofendida y se enfurruñó, cruzándose de brazos y hundiéndose en su asiento como una niña chiquita.

-Tae… 

-¡¿Por qué te ríes?!-gritó Taeyeon, molesta. 

-¡Porque te estás comportando como una nena de 4 años! ¡Y tampoco logro entenderte!-repuso Tiffany, todavía sin dejar de reírse.

-Es que yo soy tan estúpida que no me logro hacer entender.

Tiffany dejó de reír bruscamente y frunció el ceño.

-Yo no he dicho eso-dijo, herida. 

-Lo sé. Soy yo quien lo digo. 

Tiffany se quedó callada unos segundos y se acercó a Taeyeon, tomándola por el mentón para que ella la mirara a la cara. 

-No eres estúpida. ¿Quieres explicarme de qué se trata todo este berrinche de niña chiquita?-preguntó, dulcemente.

-Yo quería ir a Seúl, quería cuidarte…

-¿Qué importancia tiene eso ahora? Yo estoy aquí, puedes cuidarme ahora, si quieres…

Tiffany hizo un puchero y Taeyeon no pudo evitar sonreír ante la ternura que le producía.

-Me sentí celosa-admitió, en un susurro.

-¿Huh?

-Ustedes ahora parecen muy amigos y tú planeas con él, venir acá…

-Necesitaba verte.

-Lo sé y yo también. No tienes idea de cuánto lo deseaba-dijo Taeyeon-Sentí celos, porque es como que si él te ayudara porque le gustas.

-Tae…eso no tiene sentido.

-Sí lo tiene, porque te ayuda para poder verte, mientras finge que es para ayudarme a mí y…

Tiffany la calló, partiéndole la boca de un beso y después de unos segundos se apartó.

-Podrías escribir una novela. Tienes imaginación. 

Taeyeon la pellizcó. 
………………………………………………………………………………………………………

Tocaba para no sentirse solo, tocaba para sentirse feliz, después de todo, de algo debía servir el desamparo que le cubría con la helada de esa noche. Le servía de inspiración.

Su musa era la libertad. Ella se le escapaba continuamente como arena entre los dedos o como un conejito inquieto entre los pies. Había tenido un conejito…Cooper. Era blanquito como la nieve y parecía un bebé cuando lo cargaba. Decía todos los días que se lo regalaría a Tiffany, pero no pudo. Cooper había muerto una noche. Charlie le había dicho que es porque estaba muy enfermo, pero luego había encontrado un paquete de raticida en la basura y entonces lo supo. 

Los últimos acordes de “Half As Much” resonaron por toda su habitación y dejó la guitarra a un lado. Ella era su compañera, su mejor amiga y lo acompañaba a donde quiera que fuera, tocaba en las plazas y en un Parque, a veces la gente le daba dinero y Charlie se lo quitaba. No le importaba mucho, sólo quería tocar. 

Abrió su libreta y sonrió al ver la firma de Taeyeon, rozando con su pequeño dedo cada trazo del mismo. La dejó en el suelo y tomando su guitarra, comenzó a tocar una melodía sin nombre que le había venido a la cabeza, una que había estado rondándole en la cabeza desde hacía unos días cuando había vuelto a soñar con Tiffany. Tomó su libreta de nuevo y pasando la página, escribió con su lápiz unas notas, luego volvió a su guitarra y tarareó en su mente la música y la letra. 

La puerta de su habitación se abrió repentinamente y Charlie apareció enfrente y, a pesar de la penumbra que había, logró ver que el enojo enmarcaba su rostro.

-Lo siento-susurró, cerrando la libreta de inmediato y su guitarra a un lado.

-¡¿No te pareció suficiente el disgusto que me hiciste pasar?!-preguntó Charlie, furiosamente-

-Lo siento-repitió, bajando la mirada hacia el suelo.

-¡No quiero volver a escuchar la miserable guita…!

-¡DIJE QUE LO SIENTO! ¡¿ESTÁ BIEN?!

No había sido su intención. Definitivamente no lo había sido, no controlaba sus emociones muchas veces, no había querido gritarle, pero eso no le interesaba a Charlie.

Quiso apartarse y echarse hacia atrás, pero la bofetada que recibió en el rostro le hizo caerse y golpearse contra la mesa. Abrió los ojos y se llevó instintivamente la mano hacia la mejilla, alzó la mirada y observó a Charlie muy por encima suyo y mirándolo como si fuera una escoria, un parásito. No iba a llorar, no lloraría porque así era siempre y estaba acostumbrado, pero el golpe seguía doliendo, sólo se limitó a mantener su mirada fija en él. 

-¡Deberías agradecerme que no te dejo en la calle comiendo basura!

-Preferiría comer basura…

Charlie abrió los ojos desmesuradamente y ya le iba a pegar de nuevo, pero a último momento decidió que no.

-La próxima vez no lo contarás, si llegan a detenerme de nuevo por tu culpa. ¡¿Está claro?!

Y tenía que responder. Si no le iba peor.

-Sí, señor.

Una vez que se hubo quedado solo de nuevo, se levantó y caminó hacia el espejo en el escaparate. La luz apenas entraba por la pequeña ventana y logró ver un moretón que comenzaba a formarse en su quijada. “No me dio muy fuerte”-pensó. Sólo una vez se había pasado un poco cuando le había pegado con una sartén en la cabeza y le había hecho un chichón; mientras que otras veces sólo le había quemado con colillas de cigarro. Eso ocurría cuando no traía dinero o no recolectaba lo suficiente en un día de toque. 

Una vez había intentado escaparse y no pudo, Charlie le había traído de las orejas de inmediato y en otra oportunidad, que no había recolectado mucho dinero, había pasado 2 días sin regresar al refugio. Charlie, por supuesto, le había hallado jugando con unos chicos y le había dado la tunda de todo el mes. No pasó mucho, sólo un brazo en cabestrillo. 
Charlie tenía amigos en todas partes y no había manera de que escapara, porque rápidamente le conseguía, sus amigos le vigilaban los pasos. 

Se acostó en la colchoneta y miró hacia el techo, sonriendo. Por fin había logrado conocer a Taeyeon y había sido lo que siempre había imaginado, estupenda y genial. Nunca nadie le había tratado como ella, nunca nadie se había preocupado por saber quienes eran sus padres. Nunca nadie le había preguntado por su madre. 

Cerró los ojos. Tal vez algún día, si tenía la oportunidad, le diría la verdad.
……………………………………………………………………………………………………………

Llovía cuando llegaron a Ucrania y hacía bastante frío, por lo que, previendo esa pequeña dificultad había traído dos impermeables, uno para Taeyeon y uno para ella. La lluvia arreció un poco cuando salieron del Aeropuerto Internacional y entraron a la limusina que las llevaría al Hotel de Ucrania, el más cercano. 

Taeyeon todavía se sentía en un sueño del que no quería despertar, ver a Tiffany recostada en su hombro y casi quedándose dormida le hacía latir el corazón muy rápido. Tomó su mano y ella le dio un tierno beso en la mejilla, para luego seguir dormitando mientras llegaban al hotel. 

Sólo tuvieron que esperar un par de segundos para que un botones se acercara a ellas para llevar sus equipajes y ellas, despidiéndose con un “Hasta mañana” de los chicos, subieron, muertas de cansancio, pero felices de estar juntas.

Al salir del ascensor, comenzaron a reírse por alguna razón desconocida y corrieron hacia la suite, mientras el botones las seguía de cerca para abrir la puerta. Taeyeon se adelantó y al llegar a la puerta, detuvo a Tiffany y la acorraló contra la pared para besarla como nunca antes lo había hecho, con pasión infinita y después de unos segundos, se apartó unos centímetros solamente para mirarla y tomó su mano. Tiffany se sintió intimidada por el poder de su mirada y casi pudo sentirse desnuda ante ella. 

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Comments

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ignacia12 #1
Chapter 111: Me gusto mucho la historia es genial.
yoonalim__ #2
Chapter 6: Sejauh ini blm ada perkembangan
yoonalim__ #3
Chapter 5: Apakah alex undang taeyeon juga
yoonalim__ #4
Chapter 4: Adik tiffany selusin apa
yoonalim__ #5
Chapter 3: Taeyeon lu baru ngeliat tiffany sudah langsung jatuh cinta
yoonalim__ #6
Chapter 2: Tiffany bertabrakan dengan Tae
yoonalim__ #7
Chapter 1: Oke
yoonalim__ #8
Sepertinya menarik
ana2381 #9
Lo he leído más de una vez. Es mi favorito, encabeza la lista.?
lizbsol
#10
Chapter 111: Estupendo, brillante no se que mas decir