Starlight

Lo que me gusta de ti (Adaptación TaeNy)
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EPILOGO PARTE 1
Capítulo 108: Starlight

En Grecia.

Se removió entre las sábanas, perezosamente. Tocó con su mano al lado de la cama, aún sabiendo que ella no estaba ahí y que no podría verla en prácticamente todo el día, hasta el atardecer. Le había dicho que era un absurdo, que era la cosa más tonta que podía existir; esa ridícula tradición de no ver a la novia antes de casarse, porque sino, la boda al final no se realizaría.

Era estúpido y siempre lo consideraría así, pero de todas formas; por complacerla, porque puso un pucherito así todo tierno pidiéndoselo, porque ya no conseguía fuerzas para negársele y porque era Taeyeon, aceptó dormir en habitaciones separadas. Aunque, sinceramente, empezaba a odiar al maldito idiota que inventó esa jodida tradición. 

Vio su reloj despertador que no la había despertado, porque se levantó justo antes de sonar, y bostezando, lo desactivó para que no sonara. Escuchó al fondo las voces un tanto alzadas de Mike y Noah y supuso que estarían discutiendo de nuevo por el perfume que Mike pensaba que Noah se lo había agarrado y se lo había perdido. Su hermano llevaba tres días con la misma cantaleta y acusando al chico, a pesar que Tiffany, después de asumir como mediadora entre los dos, le pidió pruebas de que su hermanito, efectivamente, lo había agarrado sin su permiso. Por supuesto, que no se las dio, porque no las tenía, pero de todas formas volvía siempre a acusarlo y a hacerlo en cada oportunidad que tenía. 

Se levantó y, pensando que quizá en ese momento podría estar despertando a Taeyeon con un montón de besos por toda su piel; se permitió odiar nuevamente, con todo el gusto y la pasión que sentía, al inventor de la “tradición”. Abrió la puerta corrediza del balcón y vio el mar enfrente de su habitación, con todo su esplendor, completamente azul, con el cielo azul y un brillo de sol acogedor, al igual que el viento que traía ese aroma a mar que tanto le gustaba, pero que le habría encantado disfrutar con Taeyeon. 
 

Se fue hasta el baño y ahí se encerró, abrió el grifo del agua para lavarse la cara y terminar de quitarse la cara de sueño que aún debía tener, se lavó y se cepilló los dientes como unas 3 ó 4 veces, hizo sus necesidades y finalmente salió del baño. 

Iba a buscar su toalla para ir a ducharse, cuando llamaron a la puerta de su habitación y la abrió, encontrándose con Seth, que se había quedado a dormir en la misma suite de Taeyeon, junto a Manse. 

-Buenos días, mamá-saludó el chico, dándole un beso en la mejilla cuando Tiffany se inclinó para saludarlo.

-Buenos días, cariño ¿Cómo dormiste? ¿Y Taeyeon y Manse? Michelle…

-Todos están bien. Mamá Taeyeon ya se levantó y anda dando vueltas por toda la habitación buscando sus cosas junto a tía Leah, que intenta calmarla. Manse sigue durmiendo y…

-¿Ya comieron?

-Sí, ya comieron-revisó su bolsillo y sacó un papelito rosado, entregándoselo a Tiffany-Eso te lo manda mamá. 

-Gracias-dijo, mirando el papelito, pero sin leerlo todavía.

-Iré con Noah y Mike. Los dos están que se agarran de los pelos. 

-Cuida que no terminen en eso, por favor y diles que si continúan, habrá regaño y castigo para los dos.

-Claro. ¡Ah! Antes que se me olvide, Jong dice que te des prisa, si quieres terminar con lo que queda de los preparativos y estar lista para antes de las 4; que te espera en el Lobby. 

-Bueno, gracias. 

Seth le sonrió y salió de la habitación, cerrando la puerta y dejando a su madre sola. Tiffany tomó la toalla que la había dejado encima de una de las sillas y sentándose un momento en su cama, abrió la notita rosada que Taeyeon le había mandado con Seth.

“Buenos días a mi Fany hermosa y que en sólo pocas horas será mi esposa. Te envío esto, porque sé que aún no te convence esa “tradición estúpida y cavernaria” y que, por la cara que traías cuando nos despedimos en la tarde de ayer, te había molestado mucho. Espero me disculpes ¿Sí? Porque yo te amo mucho…” 

Esa última frase le sacó una sonrisa y luego de ver hacia el balcón y suspirar, continuó leyendo. 

“Nuestra princesita ha estado muy inquieta estas últimas horas; supongo que algo intuye de lo que está pasando y se ha puesto nerviosilla, no deja de dar pataditas y yo no hago más que sonreír, porque sé que está feliz por ti y por mí.

Bueno, Fany, te dejo para que vayas a ducharte, porque sé que eso es lo que ibas a hacer ahora ¿No?

Te adoro, mi amor. Te prometo que la espera valdrá la pena.

P.D. Ni creas que no me hiciste falta anoche, ¡Ni creas! Te amo”. 

Una sonrisa enorme apareció en sus labios y la releyó una vez más, disfrutando y saboreando cada palabra impresa en ella, porque en cada una, expresaban más cosas de las que ahí estaban escritas.

Guardó la nota en su bolso y rápidamente se metió al baño.
……………………………………………………….

-¡¿Podrías dejar de dar vueltas?! ¡Me pones los nervios de punta!

-Lo siento.

-Ven, siéntate y relájate.

Miró a Leah como si se hubiera vuelto loca y ésta le devolvió la mirada con confusión.

-Realmente estás estresada y no debería ser así, porque hoy, por fin, lograrás echarle el lazo a mi hermana, luego que una vez dijera que no se iba a casar nunca.

Taeyeon frunció el ceño, aturdida.

-¿Cuándo dijo eso?

-Una vez, hace muchos años y cuando su vida estaba diagonalmente a la deriva, pero cuando te conoció a ti se le olvidó. Murió el tema. El caso es que debes estar tranqui…

-¡No puedo estar tranquila! ¡¿Cómo voy a estar tranquila si el estúpido ineficiente de Heechul no hace lo que yo le digo?! ¡Desde hace meses que llevo diciéndole que lo quería para hoy y él…!

-¡Hey! ¡hey! ¡Cálmate, mujer!-exclamó Leah, cogiéndola del hombro para que volviera a sentarse-Sabes que no es lo mejor para ti y para Michelle, que te pongas…

-¡Pero es que Heechul…!

-Heechul está tratando de resolver y lo sabes bien, te lo ha dicho medio millón de veces…

-No está haciendo el esfuerzo. Él sabe que…

-Sí, él lo sabe.

-No, no lo sabe. Si él tuviera mínima idea, siquiera, de lo importante que es para mí que estén para hoy…

-Si voy, hablo con él y lo presiono un poco, ¿Te calmarás? 

-¿Harías eso por mí? 

-Y por la cordura de Michelle, que estoy segura que si ya no se ha vuelto loca o sorda con tus gritos a Heechul por el teléfono, lo estará muy pronto. 

-¡Te amo, Leah!-la abrazó con fuerza y ella le devolvió el gesto.

-Vale, siempre lo supe, pero no eres mi tipo.

-Cierto, tu tipo está…

-Durmiendo, el muy vaca. Iré a despertarlo y…

-Primero presiona a Heechul y…

-Ya, ya, entendí. ¡Y cálmate, por todos los cielos! 

-Sí, eso haré. Me calmaré.

-Exacto. ¡Ah! Y mira, ahí viene Hyuk. Ya yo vengo.

Leah se retiró para subir por el ascensor y enseguida, Taeyeon tuvo a Hyuk a su lado, quien le sonrió y le dio un beso en la frente.

-¿Cómo está mi sobrina favorita?-preguntó él, sentándose a su lado.

-Soy tu única sobrina-murmuró Taeyeon, distraídamente y mirando hacia todos lados-¿Los chicos siguen durmiendo?

-Sí, allá arriba están. Estuvieron casi toda la noche confabulados con Manse, Seth y Noah; hicieron un desastre en la habitación.

-Lo siento.

-Nah, no te preocupes. Hacía rato que ellos se aburrían y que los tres mosqueteros vinieran a animarlos, les hizo mucho bien. 

-¿Los tres mosqueteros?

-Sí, es que como se la pasan juntos y siempre que los veo están juntos… Athos es Manse, Seth es Aramis y Noah es Porthos. 

Taeyeon sonrió levemente, pero seguía mirando con insistencia y muy pendiente de todo a su alrededor. Hyuk miró a los mismos lugares que ella, esperando encontrarse con lo que su sobrina buscaba, pero no había nada.

-Si me dices qué buscas, podría ayudarte…

-Trato de estar pendiente por si Tiffany pasa por aquí y…

-¿Y por qué no la buscas? Ella debe estar en…

-¡No! ¡Se trata que no quiero verla! 

-¿Huh? ¿Cómo…?

-Es que no quiero verla ni que ella me vea a mí, hasta que sea nuestra boda, porque…

-¡Ah! Cierto…lo de la “tradición” esa…

-¿Tú también piensas lo mismo que ella de que es una pérdida de tiempo? 

Hyuk rió y se encogió de hombros.

-No.

-¿Entonces?

-Sólo creo que es innecesario y muy supersticioso pensar que…

-De que vuelan, vuelan.

-Nunca has sido de supersticiones, Tae. No puedo negarte que me has sorprendido.

-Tú ibas a casarte una vez y viste a tu novia minutos antes de hacerlo y….

-Simple coincidencia. Lo que me haya pasado a mí, no tiene por qué regir tu vida. Eso fue sólo un inconveniente…

-Pero a la final quedaron…

-Sólo amigos, lo sé. Pero ahora estoy casado y…

-Pero no con…

-¿Cuál es el miedo?-interrumpió Hyuk, entre la confusión y la sorpresa-¿De verdad tienes miedo que se vean ahora y Tiffany, por arte de magia, decida no casarse contigo o alguna de esas cosas…?

-No es eso…sólo quiero que… Joder, ¡Está bien, lo admito!-exclamó, exasperada al ver la sonrisa incrédula de su tío-Me da miedo que suceda algo y luego haya que suspender todo.

-Y que al final la suspensión se alargue, hasta que Tiffany te diga que no se casará ¿Cierto?

-Uhmm… ¿Algo así?

Hyuk rió y se acercó para darle un abrazo, tomó su mano y le dio un beso. 

-Sinceramente, ni todas las “tradiciones” del mundo, las supersticiones, las cosas que hayan sucedido como coincidencias, etcétera…harían que Tiffany se negara a casarse contigo. No después de ver lo mucho que te ama y que en sus ojos se ve como brillan cuando está a tu lado. 

-Es que…

-No hay fundamento alguno como para que se suspenda la boda y en caso de que ocurriera, por coincidencias de la vida, estoy seguro que Tiffany hallaría el momento para hacerlo…Así fuera en Las Vegas, lanzándose de un bungee. 

-Nah, eso déjaselo a Leah. 

-He notado, que a pesar que existen diferencias entre ellas, son iguales. No creo que la pelirroja dudara un segundo en casarse contigo donde sea y como fuera. Así que deja la angustia. 

-Vale, vale, está bien…no más supersticiones.

Volteó hacia las escaleras al escuchar pasos y enseguida vio a Jong, que se detenía al pie de éstas y miraba hacia arriba.

-¡Tiffany! ¡Apúrate que llegamos tarde!

-¡Joder! ¡Ya voy!

De sólo escuchar la voz de su novia, bajando las escaleras, hizo que le saltaran las alarmas y sin pensarlo un instante, corrió a esconderse en el baño del Lobby, dejando a su tío completamente confundido en el sillón.

Nunca se era demasiado cuidadosa. 
…………………………………………………………………….

-Por favor, dime que esto es una broma.

-Lo sentimos mucho, de parte de toda la empresa. Le juramos que estamos haciendo todo lo posible por saber qué ha ocurrido. Estamos haciendo todas las averi…

-¿Desde cuando que no saben nada?

-Uhh… ¿Qué?

-¡LOS ARREGLOS! ¡Quiero saber donde están mis arreglos! ¡Quiero saber por qué si ayer me habían dicho que lo pondrían en la noche, hoy ya no…!

-Señorita Hwang, este retraso será resarcido, pero le pedimos que nos de…

-¿Tiempo? ¿Qué tiempo? ¡Me caso en exactamente 4 horas! ¿Qué tiempo podría yo…?

-Si pudiera atrasar un par de horas, mientras solucionamos esto…

-De ninguna manera voy a retrasar esto-siseó Tiffany, peligrosamente-Quiero mis arreglos ahora mismo, los quiero ya y si no son capaces de conseguírmelo; buscaré otro catering más responsable, “Interna…”

-Ahora mismo le soluciono esto. Disculpe. 

El muchacho se marchó sin más nada que decir y Tiffany sonrió amargamente. Sabía que usando las palabras mágicas, el nombre del catering de la competencia, enseguida ya tenía la respuesta que deseaba. 

Se acercó al muelle y se sentó en el borde, mirando hacia el mar completamente azul y como al final casi podía confundirse con el propio cielo. En pocos segundos la acompañó Jong, sentándose a su lado. 

-¿Te solucionaron?

-No, aún no, pero que ya están en ello-respondió Tiffany, ligeramente ceñuda por el sol que pegaba en su rostro y el viento que le soplaba, despeinándola. 

-¿ICM?

-Ni me dejó terminar el nombre.

Jong rió, divertido.

-Como empleado, debe velar por los intereses de la empresa para la que trabaja y además, su propio salario.

-Les da grima que diga el nombre de la competencia y por ello siempre me responden. Espero que esta vez no me fallen

-Nunca te han fallado ¿O sí? 

Tiffany suspiró y negó.

-¿Te parece si, mientras, vamos a comer por aquí cerca?-preguntó Jong, levantándose del muelle y dándole la mano para que también ella se levantara-Ellos te llamarán para avisarte que va todo viento en popa-agregó cuando vio su rostro de inseguridad-Además, recuerda que todavía tenemos que ver lo de tu vestido y todo eso. 

-Cierto…ahora sólo hace falta que me digan que no me lo enviaron. 

-Deja la paranoia, pelirroja. Todo saldrá bien ¿Vale?-le dio un beso en la frente y la abrazó-En sólo unas horas, Taeyeon y tú estarán casándose-se separó para verla y le sonrió-Finalmente.

Fue en ese punto, en el que realmente se dio cuenta de la realidad. No le dio tiempo a evitar fruncir los labios y taparse la boca, abrazándose de nuevo a su amigo y soltando un breve sollozo que a Jong, preocupó.

-Hey, Tiffany… ¿Qué sucede?-preguntó Jong, buscando la mirada de la pelirroja para verla mejor y secándole una lágrima-Te prometo que todo estará bien, ya lo verás. Te llamarán y dirán que fue un malentendido, que ya todo está listo. Tu vestido ya debe haber llegado y…

-No es eso…-murmuró Tiffany, cogiendo el pañuelo que Jong le daba para que se limpiara.

-¿Entonces? ¿Qué es lo que…?-se quedó callado cuando recordó algo y alzó una ceja-No me dirás que de nuevo tienes dudas y miedo de casarte, porque…

-¡No, tonto!-rió Tiffany, para demostrarle su equivocación-Tampoco es eso. Solamente es que…me han dado mis segundos de sentimentalismo y que tú me dijeras que, finalmente, me voy a casar…

-Con la mujer que amas.

-Sí-sonrió ante el pensamiento-Me ha hecho ver que realmente soy yo quien está viviendo esto y no alguien más. Durante estos meses, estos días, he estado demasiado pendiente que todo salga bien, que nada falte… No había tenido tiempo de detenerme, concentrarme y pensar que todo lo que hacía era para mi propia boda y ahora que ya es el día y me has dicho esto…como que me he descontrolado un poquito en mi cabeza. 

-Te han dado los típicos nervios de los momentos previos a la boda-repuso Jong, tranquilamente-Sucede mucho y es absolutamente normal, pero cuando estés en ese instante, cuando estés viviéndolo y estén Taeyeon y tú, juntas…sentirás que ese sólo es el comienzo de lo que está por venir. 

-¿Te casaste con Ahyeon y no me dijiste? Porque para saber lo que se siente cuando alguien se casa…-preguntó Tiffany, medio en broma medio en serio. Jong estalló en risas.

-Vamos a ir a comer, que las tripas me rugen pidiéndome alimento-dijo, poniendo su brazo en sus hombros para que lo acompañara hasta el auto que habían alquilado.

-Las tripas te rugen… las tripas… ¿No podías ser más explícito?

-Mi estómago lleno de líquido que…

-¡Ugh! ¡Cállate, asqueroso!

-Espera un momento, que está vibrando mi celular. 

Se detuvo un momento y sacó de su chaqueta el aparato para atenderlo.

-¿Diga?...Sí, soy yo ¿En qué puedo servirle?...aja… ¡Ahh ya, sí! ¿Cómo está?... Muy bueno, entonces ¿Ya está llegando?...-poco a poco fue frunciendo el entrecejo, y Tiffany, que lo estaba mirando, le preguntó con un gesto quién era y qué pasaba-Entiendo…sí, sí, entiendo, no se preocupe…espero que se le solucione todo y esté bien…claro, no se preocupe…Sí, yo le digo. Aquí le entendemos…gracias por llamar...hasta luego. 

Jong colgó y Tiffany apreció la preocupación que repentinamente se había colado en el rostro de su amigo. Él la miró y entonces supo que eran malas noticias.

-¿Quién era y qué dijo?

-Era el Ministro Batterfield-respondió Jong, algo apenado-No va a venir.
………………………………………………….

Cada vez que movía la cabeza, podía escuchar a su estilista gemir y lanzar gruñidos; pero no le prestaba mucha atención, porque sólo estaba muy pendiente de mirar una y otra vez la pantalla de su celular. Le había prometido a Leah y a Ahyeon, que no llamaría de nuevo a Heechul, pero se le estaba haciendo particularmente difícil controlarse, porque aparte de mirar hacia la pantalla de su celular como esperando que sonara con nuevas noticias de Heechul sobre su encargo; también veía hacia la puerta a cada segundo para ver si venían Leah y Ahyeon a traerle su vestido, al cual le habían estado haciendo los arreglos de última hora. 

-¡Taeyeon! ¡Por el santísimo, deja la cabeza quieta! ¡Deja la cabeza quietaaaaaaa! ¡Joder!

-Lo siento, Ely.

-¡Siempre es lo mismo! Para los conciertos, las entrevistas, las ruedas de prensa, los viajes…

-Lo siento.

-¡Ahora también para tu boda! ¡Habrase visto! 

Su celular comenzó a sonar y sin pensarlo, lo cogió, pero fue una desilusión cuando vio que era el número de Alex.

-Alex, ¿Qué pasa? 

-Manse quiere hablar contigo.

-Ponlo.

Unos breves segundos de silencio y la voz aguda de Manse casi le rompió los tímpanos.

-¡Taeyeon! ¡Parezco un pingüino! ¡Este lazo en el cuello me aprietaaaaaaa! ¡Me va a ahorcar! 

-¿Por qué no le has dicho a cualquiera de los chicos que te lo arregle? 

-¡Ya le dije a Alex y él me lo aflojó un poquito, pero igual me aprieta! ¡No me gusta! ¡Me lo quiero quitar! 

-Bueno, pero entonces quítatelo.

-No puedo

-¿Por qué?

-Es que…Noah me dijo que si me lo quitaba, se me iba a caer la cabeza. Él dijo que eso sirve para mantener la cabeza en su lugar. 

Taeyeon suspiró y frunció los labios, ligeramente, para no reírse. 

-No, cielo, Noah estaba bromeando. La cabeza no se te va a caer si te quitas el lazo.

-¿No se me va a caer?-repitió el niño, desconfiado-¿Segura?

-Segura. Antes no has llevado lazo y no se te ha caído la cabeza, ¿O sí?

-No…no se me ha caído.

-Bueno, entonces quítatelo y dáselo a cualquiera de los chicos para que te lo guarden.

-¿Y si me dicen que no debo hacerlo?

-Diles que yo te di permiso. 

-Gracias, Tae. Nos vemos.

-Nos vemos, cariño. 

Colgó a la misma vez que la puerta se abría y por ella entraban Leah y Ahyeon con una bolsa grande y negra, en la que supuso estaría su vestido. Su estilista le jaló un poco el cabello, a propósito por volverla a mover y se disculpó con ella mirándola por el espejo.

Ahyeon colocó el vestido en la cama y Leah se acercó para mirar a Taeyeon, primero por el espejo y luego de frente. 

-Ese peinado te está quedando hermosísimo-dijo ella, con una enorme sonrisa.

-¿En serio?-preguntó Taeyeon, mordiéndose ligeramente el labio inferior.

-Espectacular-afirmó Ahyeon, estando de acuerdo con Leah-Muy buen trabajo, Elyse-dijo, ahora mirando a la estilista, quien le sonrió pero a la vez le dirigió una mirada de hastío.

-Gracias, pero me tardo más porque no deja de mover la cabeza. 

-Lo siento-se disculpó Taeyeon, apenada.

-Ya ya, sólo quédate quieta, por Dios. 

-¿Y ustedes no se van a vestir ni a arreglar?-preguntó la morena a Leah y Ahyeon-Sólo faltan…

-3 horas y media-completó Leah-No te preocupes. Estamos aquí para ayudarte.

-Yo puedo ayudarla con lo demás, chicas. Vayan a arreglarse-intervino Elyse, mirando su reloj-Yo ya debo terminar en poco tiempo, a pesar de que me he retrasado por culpa de alguien.

-¡Elyse!-chilló Taeyeon.

-Ah no, no, no, no me mires así. Es tu culpa. Igual ya voy a terminar, así que deja quieta la cabeza-repuso, mirándole por el espejo y agarrándole la cabeza para que la volteara-Por un minuto, por favor. 

-Tres son mejor que una, así que nos quedamos a ayudarte-dijo Ahyeon, sentándose en la cama a esperar que Taeyeon quedara lista. 

-No quiero sentirme culpable si luego no les alcanza el tiempo. 

-Aquí, las que tienen que preocuparse por el tiempo y por quedar más hermosas que nosotras, las mortales, son mi hermana y tú. Así que deja la cabeza quieta y deja trabajar a Elyse.

-Gracias, Leah-agradeció la estilista, sonriéndole.

-¿Han visto a Tiffany?-preguntó Taeyeon.

-No ha llegado. Jong me llamó hace un rato y dijo que iba a almorzar con ella, para luego ir a buscar su vestido-contestó Ahyeon.

-Oh…bueno.

Se quedó mirando de nuevo su celular, con un leve sentimiento de melancolía y luego miró hacia el espejo, dándose cuenta que Leah la observaba.

-¿Qué?

-¿No ha llamado Heechul?-quiso saber Leah.

-Pensé que tú sabrías…

-No, realmente no. Esta mañana cuando lo presioné, dijo que estaba en eso y que luego te informaría, que dejaras de joderle la paciencia tanto.

-¡¿Joderle la…?! Estúpido, ¿Qué se cree? Sabe que esto es muy…

-Importante para ti, lo sabemos. Así que deja la preocupación, que ya verás que en un rato te avisan que todo va bien. 

-¿Y ya llegaron Minho, Rob, Camille, Jiyong…?

-Sí y Mina, Kyungmin, Minhyuk…-agregó Ahyeon-Están todos vistiéndose y preparándose.
………………………………………………………..

En su rostro vio inmortalizarse el éxtasis que le provocaba. Los roces, la constante fricción de su piel y el ramalazo de increíble placer, le hacían sentirse como en el paraíso. Le sonrió como bien sabía hacerlo e inclinándose, le besó con tanta ternura como le fue posible; enredando sus dedos en su cabello y agarrándole por la corbata, semiamarrada a su cuello.

Salió de su profundidad y se dejó recostar un rato a su lado, sin pensar en nada en específico que no fuera en lo mucho que quería quedarse ahí, con él y no salir nunca de aquel lugar. 

Volteó y miró a Rob, luego de escucharlo reírse, nervioso y agitado. Le sonrió y le dio un beso en la frente y luego otro en los labios.

-Joder…-murmuró Rob, aún recuperando la respiración.

-Sí…-rió y miró a su alrededor-El papanatas de Jiyong se ha cogido la mejor habitación después de la de Tae y Tiffany.

-¿Esta es tu venganza por lo de la otra vez en la oficina?-preguntó Rob, alzando una ceja.

Minho se quedó pensativo y sonriendo, travieso, miró de nuevo a Rob.

-¿Vamos a por la tercera? 

-¿No te parece que ya es como demasiado?-inquirió Rob, acariciando su mejilla y dándole un beso en el mentón-Jiyong y su novia podrían llegar en cualquier momento.

-Nunca es ni será demasiado para mí, hacerte el amor-susurró Minho, mientras le arreglaba la corbata en el cuello-Así, todo desarreglado, te hace ver muy y, mi amor-le besó-Me provocas.

Rob se acomodó sobre su codo y se quedó mirándole profundamente a los ojos. Por su camisa blanca, ya completamente abierta, acarició su abdomen y los vellos de su ombligo, muy despacio acercándose hasta su pantalón donde estaba la cremallera todavía abierta y colocó su mano sobre ella; haciendo que Minho le sonriera en señal para que siguiera. 

-Joder… estás…

-Como tú quieres que esté-murmuró Minho, con la voz más profunda y excitada

Sin reparo alguno, Rob se acercó a besarlo y Minho le respondió apenas al sentir aquella suavidad y su calidez; creyendo que no podía ponerse más caliente de lo que ya estaba y pensando que perdería los estribos por como Rob lo trataba. Era demasiado genial.

Se inclinó un poco más y cogió del cuello a Rob, para acercarlo, si era posible, más hacia sí mismo. Jadeó, gimió y cuando ya estaba a punto, le pareció escuchar que abrían la puerta de afuera. 

-¡Mina, cariño! ¡Ayúdame con esto! 

-¡Un momento!

Sí lo había escuchado. 

-¡Mierda, mierda!-exclamó Rob, espantado y saltando de la cama casi a trompicones-¡Nos descubrieron! 

-¡Puta madre, Rob! ¡Cállate! ¡No me dejes!-siseó Minho, cogiéndole de nuevo por la corbata y halándolo para que cayera encima suyo-Termina, por favor, termina. 

-¡Minho, no! ¡Tenemos que ir…!

-¡No hables tan alto y sigue! ¡No me vas a dejar así! ¡Maldita sea! ¡Mieeeeerda! 

-¡Mina! ¡¿Dónde dejaste mis gemelos?! 

-¡Los tenías tú esta mañana! ¡¿Cuál fue el último lugar donde los viste?!

-¡Vamos al baño!-suplicó Rob, angustiado y mirando hacia la puerta mientras seguía dándole a la mano. 

-No, no, quiero que sea aquí. Quiero… ¡Ahhh! Sigue…lo haces demasiado…b-bieeeeen…ahí viene…

-¡No! ¡Vamos al baño!

-¡No sé, pero ya no los tengo, Mina! ¡¿Segura que me los viste?! 

-¡Sí, segura! ¡Búscalos en la habitación encima de la cómoda!

-¡Voy!

Rob aceleró aún más y el rostro de Minho se convirtió en puro placer cuando terminó. Sin darle tiempo a estabilizarse, Rob lo cogió del brazo con fuerza y lo levantó, llevándoselo hacia el baño y encerrándose ahí, justamente cuando escuchaban a Jiyong abrir la puerta.

-¡Aquí no están, Mina!-escucharon gritar a Jiyong en la habitación, mientras también oían sus pasos por todos lados-Jodidos gemelos del demonio… ¿Por qué siempre los pierdo…en los momentos más importantes?

Rob volteó para mirar a Minho, que se había sentado encima de la tapa del retrete a descansar. Tenía las mejillas ligeramente sonrojadas, estaba despeinado y aunque ya tenía la cremallera del pantalón en su lugar, su aspecto seguía siendo realmente de desorden total, como si hubiera estado corriendo un maratón.

Aún así, en opinión de Rob, se veía extremadamente adorable. 

-No lo escucho más, ¿Ya se fue?-preguntó Minho, en un tono muy bajo de voz. 

Iba a contestarle, pero la voz de Mina se le adelantó.

-¿No los consigues aún?-preguntó ella.

-No y yo los tenía, sé que los tenía. 

-Lo que no está arriba está abajo.

-Ya pareces mi mamá, Mina.

-¿Por qué estas sábanas están tan desordenadas y mojadas? Yo las dejé bien.

Rob y Minho se miraron con terror.

-No sé, amor. Capaz pensaste que las habías arreglado y no fue así.

-Yo siempre las ordeno.

-Lo sé, pero tal vez esta vez lo olvidaste.

-Sí…tal vez…pero ¿Por qué están mojadas?

-No sé, amor. Ayúdame a buscar mis gemelos ¿Sí, por favor? 

-¿No son estos? 

-A ver…no, esos no son. Los míos tienen… ¡MALDITO HORVEJKUL ¡Me las pagará ese cretino de mierda!

-¡Jiyong, cariño! ¡Espera! 
…………………………………………………
 

-¿Estás lista? 

-¡No, aún no!

-¿Necesitas ayuda?

-¡No, ya casi termino! ¡Un par de segundos, por favor! 

-Bueno…

-…

-…

-…

-¿Me podrían ayudar? 

Leah y Ahyeon se miraron y rieron silenciosamente, entrando al baño junto con Taeyeon, una vez que ésta les abrió. Ahí estaba la morena, intentando subir lo más tranquilamente posible, la cremallera de su vestido, pero con su ya más crecido vientre, se le hacía un poco más difícil. 

-A ver, déjame…

-Ten cuidado, Leah, por favor. Que no tengo vestido de repuesto.

-Tranquila, Tae. Sólo quédate quieta. Sostén aquí esto, Ahyeon.

-Claro.

-A ver, Tae, apóyate un segundo de la pared.

-¿Así?

-Así mismo-murmuró, acercándose a la morena por detrás y con sumo cuidado, subió despacio la cremallera-¡Listo! Ahora, voltea. 

La morena obedeció, con algo de timidez y notando como sus mejillas se ponían coloradas. Éstas se tornaron más sonrojadas cuando Leah y Ahyeon la observaron y sonrieron, maravilladas.

-¡Ay, Tae! ¡Estás preciosa, amiga!-chilló Leah, emocionada y dando leves saltitos de alegría al abrazarla.

-¿De verdad?-preguntó Taeyeon, más sonrojada todavía.

-Verdaderamente-afirmó Ahyeon, con una sonrisota-Bellísima. Si te viera Tiffany…

-Se la comería completa, le haría el amor sólo con la mirada-especificó Leah, haciendo que Taeyeon sintiera un enorme vuelco de emoción y como si miles de mariposas le revolotearan en el estómago, de sólo pensar en Tiffany y en lo que dijera Leah.

-Va, que hasta yo me enamoraría de ti-confesó Ahyeon, sincera.

-Hablan demasiado-murmuró Taeyeon, sintiéndose algo nerviosa.

-¡Nada de eso! ¡Estás espectacular! ¡Salgamos a maquillarte!

Salieron del baño y Taeyeon se llevó la mano a su vientre, al sentir a Michelle dar unas pataditas. Sonrió, como si ella estuviera comunicándole algo muy lindo e importante y se sentó en la silla en la que antes, Elyse estuviera peinándola. 

-Veamos. En vista que le sacaste de sus casillas a Ely…

-Lo siento.

-Nosotras te maquillaremos y quedarás más hermosa todavía.

-Si es que cabe esa posibilidad-repuso Ahyeon, mirándola por el espejo. 

Tocaron a la puerta y por un segundo, Taeyeon tuvo el impulso de levantarse y salir corriendo a esconderse, pero cuando vio que sólo era Heechul, el alma le volvió al cuerpo y expulsó el aire que repentinamente había tomado sin darse cuenta.

Él cerró la puerta y al mirarla un poco mejor, abrió muchísimo los ojos y sonrió.

-Wow, Tae, estás…

-Dilo. Parece una princesa-cortó Leah, alzando una ceja.

-Absolutamente. No podría negarlo, jamás-contestó Heechul, sin poder dejar de mirar a la morena, quien nuevamente estaba sonrojada muchísimo y buscaba rehuir de las miradas de todos-Es una belleza. 

-Heechul, ¿Ya me averiguaste lo de…?

-Eh, sí-afirmó el muchacho, saliendo rápidamente de su ensimismamiento-Hasta hace un par de horas no era nada seguro, pero sólo hace pocos minutos que me llamaron y confirmaron. 

-¿En serio?-preguntó Taeyeon, con mucha ilusión.

-Sí, Tae, es en serio.

Sin perder más tiempo, se levantó de golpe y lo abrazó a Heechul. Él le devolvió el gesto y sonrió.

-¡Gracias, Heechul! ¡No sabes lo mucho que esto significa para mí! Te debo una-agradeció la morena, con lágrimas en los ojos.

-¡Hey! No llores, Tae-pidió él, secándole una mejilla-Sé que a veces soy muy gruñón y te exijo mucho, pero te considero una gran amiga y te quiero mucho. Por ello hice lo posible por cumplirte esto, que aunque no lo creas, me hago a la idea de lo importante que es para ti.

-Gracias.

-Bueno y ahora nada de llorar, ¿Vale? Que hoy tienes que estar feliz y radiante, más que nunca ¿Bien?

-Sí.

-Perfecto. Entonces, cumplida mi parte. Iré a ver como van los chicos y a ducharme y vestirme yo también-Heechul abrió la puerta y salió-Nos vemos.

-¡Espera, Heechul!-exclamó Taeyeon.

-¿Dime?

-¿Has visto a Tiffany por ahí o a Jong?-preguntó con algo de preocupación.

-Ehh, no. Solamente esta mañana cuando iban saliendo, pero ahora no. ¿Quieres que vea si está y le digo que venga…?

-¡No, no! Gracias, pero no. Déjalo así.

-¿Segura?

-Sí, sí, segura.

-Bueno, nos vemos, entonces.

-Gracias, de nuevo.

-De nada. 

La puerta se cerró y Taeyeon se sentó en la silla, sintiendo algo de preocupación. No había sabido nada de Tiffany desde hacía un par de horas cuando Ahyeon le había dicho que Jong la había llamado y que andaba con Tiffany buscando unas cosas y su vestido. Desde ese momento, Jong no había llamado más y aunque Ahyeon había llamado para saber de ambos, él no le había contestado y tenía el celular apagado. 

-A ver…relaja esto aquí-pidió Leah, presionándole en el ceño-Quita esa cara de preocupación, que debes estar sonriente. 

-Lo siento.

-Si no han llegado, deben estar por hacerlo-intervino Ahyeon, adivinando lo que podría estarle preocupando a Taeyeon-Sólo faltan 2 horas y media, según mi reloj. Jong me dijo que no tardarían demasiado

Asintió y acomodándose en la silla, recostó la cabeza sobre un cojín que Leah le había puesto en el borde del espaldar de la silla y luego de mirar el techo por unos segundos, cerró los ojos y dejó que ambas chicas hicieran su trabajo.

 

Frente a la panorámica vista del Mar Jónico en Lathkira, Kefalonia; estaba la capilla, orgullosamente erigida, brillante y de color blanco, por encima de los muchos campos y pastos de colores que se podían ver alrededor. Con el tenue sol que seguía iluminando, pero de a poco comenzando a mermar en su calor con el caer de la tarde, le daba la encantadora bienvenida con una brisa de paz y amor casi idílico.

Jamás se había imaginado algo así para su propia boda, parecía todo sacado de alguna historia y tuvo que aguantarse las ganas de llorar de emoción para no dañar su maquillaje. Todavía los invitados no pasaban porque estaban esperando afuera y desde allí, se escuchaban sus murmullos y risas. Tiffany y ella habían querido que fuera algo muy personal, muy privado en un sitio aislado y con pocos invitados, sólo los familiares, amigos especiales e íntimos y algunos amigos de sus hermanos. No querían de su boda, algo en lo que los paparazzi estuvieran a la orden del día. 

-Por tu cara, me parece que te ha gustado.

Volteó a mirar a Samuel y le sonrió, emocionada. Él estaba ya vestido con su esmoquin, pero sin lazo, porque al final todos habían decidido ir sin él. 

-Esto está demasiado hermoso-afirmó, con la voz más chillona de lo que pretendía.

-Y eso que no has visto la recepción allá abajo. Está de lujo. Creo que sabes que aquí, en este mismo lugar, se casaron mis padres. 

-Sí, Leah me lo había dicho hacía ya tiempo. Dijo que me enseñaría las fotos, pero terminó olvidándosele y a mí también se me pasó recordarle. 

Samuel sonrió y luego de mirar su vientre, la miró a ella. 

-Estás muy hermosa, Tae. Aunque pienso que debes estar cansada de que te lo digan a cada rato. 

Las mejillas de la morena se colorearon suavemente y mirando al suelo y acariciándose el vientre, rió un poco, nerviosa.

-Me lo han dicho mucho, sí.

-Y no te lo crees.

Se encogió de hombros y Samuel rió. Sus ojos se desviaron hacia las escaleras y vio subiendo, apresurada, a Leah. Ella se acercó y pudo notar el momento en el que la chica le enviaba una mirada significativa a Sam, y éste, entendiendo, asintió.

-Nos vemos en un rato. 

-¡Espera, Sam! ¿Pasó algo?-preguntó Taeyeon, confundida por aquella reacción en los hermanos.

-¡No, no! ¡Sólo es Hyesung que me está buscando!

Él terminó de irse y Taeyeon tuvo la tentación por seguirlo, pero luego miró a Leah y ésta le sonrió.

-¿Preparada ya? ¿Qué te han parecido los arreglos del catering? Es el mismo que siempre ha trabajado para la empresa, desde que mi papá los contratara para…

-¿Qué está pasando, Leah? ¿Por qué Sam se ha ido así?-interrumpía porque sentía que algo no iba bien. 

-Ya te dijo él. Hyesung lo estaba buscando y me ha dicho que le

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Comments

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ignacia12 #1
Chapter 111: Me gusto mucho la historia es genial.
yoonalim__ #2
Chapter 6: Sejauh ini blm ada perkembangan
yoonalim__ #3
Chapter 5: Apakah alex undang taeyeon juga
yoonalim__ #4
Chapter 4: Adik tiffany selusin apa
yoonalim__ #5
Chapter 3: Taeyeon lu baru ngeliat tiffany sudah langsung jatuh cinta
yoonalim__ #6
Chapter 2: Tiffany bertabrakan dengan Tae
yoonalim__ #7
Chapter 1: Oke
yoonalim__ #8
Sepertinya menarik
ana2381 #9
Lo he leído más de una vez. Es mi favorito, encabeza la lista.?
lizbsol
#10
Chapter 111: Estupendo, brillante no se que mas decir