Capítulo 53: Despiértame cuando termine Septiembre.

Contuvo el aire y se le hizo dolorosamente dañino, pero aún así quería seguirlo reteniendo, quizá luego ya no tendría que sentir nada. Apretó con fuerza desmedida el celular, partiendo en el proceso la tapa del mismo, abriéndolo a su vez y dejándolo caer sobre el colchón. Taeyeon, sin poder creerlo y viendo ahora el aparato roto en la cama, tomó a Tiffany por el rostro para que la mirara.

-Tiffany… por favor, mírame, ¿Qué pasó?-preguntó, nerviosa.

La pelirroja cerró los ojos y al abrirlos de nuevo, se levantó de golpe de la cama, caminó un paso, se tambaleó y cuando quiso voltear, se le fueron las defensas y se desmayó.

-¡Tiffany!-jadeó Taeyeon, sosteniéndola y comenzando a sentir miedo-miró el reloj que tenía en la mesita y vio que aún era medianoche. Recostó a la pelirroja de nuevo en la cama y le tomó la temperatura de nuevo, seguía ardiendo. Sin pensarlo un segundo más, se puso lo primero que encontró y los zapatos sin amarrar, cogió el teléfono del hotel y marcó a la recepción. 

-Buenas noches, Señorita Kim ¿En qué…?

-¡Miren, traigan de inmediato un doctor a mi habitación! ¡Es urgente!-pidió Taeyeon, con desesperación en su voz.

-¿Se siente usted mal?-preguntó el hombre, con voz monótona.

-¡No! ¡Es mi novia la que está mal! ¡Apúrese, que tiene fiebre!-gritó, molestándose.

-Enseguida le enviaremos al doctor.

Colgaron y Taeyeon se acercó a Tiffany de nuevo, miró su celular, ahora inservible y lo dejó a un lado. Fue al baño, agarró una toalla, la mojó en el lavamanos y luego corrió hasta la pelirroja y se la colocó en la frente. 

-Leah…Leah…

Acarició su rostro un momento y agarró el teléfono del hotel de nuevo. Marcó el número de Jongwook y esperó.

-Jong ¿Qué pasó? Tiffany se ha puesto mal, me destrozó el celular y se ha desmayado… ¡¿Qué?! Pero… ¡Joder! ¡Te llamo luego, Jong, están llamando a la puerta!

Colgó y salió corriendo a abrir la puerta, enseguida entró el doctor y justo detrás venían Heechul y Kwang. Se veían preocupados y confundidos.

-¿Dónde está la paciente?-preguntó el doctor.

-Por aquí, venga.

Taeyeon le indicó el camino y enseguida sacó su estetoscopio para auscultar a Tiffany, que había comenzado ya con su normal estado de delirio cuando ardía en fiebre. Heechul se acercó.

-¿Qué ha pasado? Me han llamado de recepción diciendo que habías solicitado un doctor porque Tiffany estaba enferma-dijo él, mirando al doctor realizar su trabajo.

-Heechul…necesito que me dejes regresar con Tiffany a Seúl.-dijo Taeyeon, bajando la mirada.

-¡¿Qué?! ¿Por qué?-preguntó él, frunciendo el ceño.

-Es la hermana de Tiffany…ha desaparecido. Por eso se ha puesto así cuando le avisaron-explicó la morena, en voz baja-Por favor, Heechul…esto es realmente importante. 

Heechul suspiró y miró a la pelirroja en la cama. Luego miró a Taeyeon de nuevo.

-Entiendo, pero las grabaciones…

-Lo que falta, que son 2 canciones, puedo terminarlas en Seúl.-cortó Taeyeon, seriamente.

-Este era tu sueño, Tae. Grabar un álbum en Abbey Road-dijo Heechul, tomándola por los hombros.

-Lo sé…pero siempre habrá una nueva oportunidad de grabar aquí. Ahora sólo quiero estar con Tiffany, quiero ayudarla a encontrar a Leah. No quiero dejarla sola justo ahora. ¿Puedes comprenderlo?

Heechul sonrió y asintió, abrazándola levemente. 

-Young Sik estaría muy orgulloso de ti. Eres digna hija suya-murmuró él. Se apartó y le revolvió el cabello-Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites, en especial Tiffany. Esto de su hermana me ha…

-¿Desconcertado?-aventuró Taeyeon.

-Sí, bastante. Espero que la encuentren pronto.

-Gracias, Heechul-susurró Taeyeon, sonriendo levemente.

-¡Hey! Para que veas que no siempre soy un ogro ¿Eh? Y que eso de Sargento Pimienta…

-Te sigue quedando a la perfección-dijo Taeyeon, alzando una ceja

Heechul rió suavemente y suspiró.

-Bueno, creo que mejor será que me vaya a…arreglar lo de sus pasajes-dijo él.

-No es necesario que hagas eso. Yo puedo comprarlos ahora que conecte la laptop-contestó Taeyeon.

-Nada de eso. Considéralo una ayuda de mi parte para Tiffany-dijo Heechul, saliendo de la habitación. 

Taeyeon sonrió y miró a Kwang, que aún seguía ahí. 

-Es un buen tipo, aunque a veces sea tan petulante y fastidioso-comentó Kwang, riéndose.

-Ya, intenta ocultarlo, pero tiene sentimientos el ogro-estuvo de acuerdo Taeyeon.

-Sí…bueno, estaré cerca por si me necesitan ¿Vale?-dijo Kwang

-Gracias.

Kwang asintió y salió de la habitación. Taeyeon volteó a mirar a Tiffany y luego al doctor, que se había quitado el estetoscopio y ahora le revisaba los oídos a la pelirroja con una linterna pequeña. 

-Es estrés-dijo el doctor-¿Ha tenido mucho trabajo, algún problema o angustia…?

-Sí, algo así-susurró Taeyeon, no queriendo revelar el problema.

-Bien, tiene que descansar, en caso de ser por el trabajo. No es bueno el exceso. Si es por algo más, le recomiendo tomarse las cosas con calma. Perdería el control y…

-Lo perdió hace rato-interrumpió Taeyeon. Fue hacia la mesita de noche y agarró su celular para mostrárselo. El doctor lo miró, curioso-Esto…lo tenía en la mano y sólo lo apretó y lo partió. Sólo así, sin…ningún instrumento, sin lanzarlo, simplemente con su mano.

El doctor bufó, sorprendido y miró a Tiffany, tomando el celular en sus manos.

-Este tipo de casos se dan en muchas oportunidades… esa fuerza sobrehumana suele suceder en momentos de gran angustia y estrés. Por ejemplo: La madre que corre y levanta un auto ella sola, para salvar a su hijo que quedó atrapado bajo el mismo-explicó el doctor-Ocurre por la segregación de Adrenalina. Esta te hace sentir más fuerte y acelera el corazón 3 veces la velocidad normal, por eso es posible que en algunas oportunidades ocurra el desmayo. 

El doctor le entregó el celular a Taeyeon y miró a Tiffany, que seguía en estado de aturdimiento. 

-La fiebre bajará dentro de poco, la compresa que le has puesto ayudará. Debe descansar, también-dijo el doctor, muy serio.

-Pero…no creo que cuando despierte quiera quedarse aquí, debemos viajar de urgencia a Seúl.-dijo Taeyeon, preocupada-Problemas familiares muy serios. 

-Comprendo. Podrá viajar, pero…recomendaría que antes de abordar al avión, tome un comprimido de valeriana. Es un calmante muy suave, pero que la ayudará a estar tranquila, por lo menos es lo que se espera.

-¿Qué quiere decir con eso?-inquirió Taeyeon.

-Que en algunas mujeres puede tener el efecto contrario y producir excitación-repuso el doctor. Taeyeon asintió-¿Tiene valeriana o le prescribo…?

-Sí, prescríbalo, porque no tengo.

El doctor sacó una libreta de prescripciones y escribió en ella, firmándola y se la entregó. Taeyeon leyó y sonrió, tal parecía que todos los doctores tenían la letra rara e ininteligible. 

-Bien. Me retiro, que tengan un cómodo viaje-dijo el doctor.

-Gracias por venir.

El doctor se retiró y Taeyeon tomó el teléfono y llamó a Kwang para que recogiera la prescripción y le hiciera el favor de comprar los comprimidos.
Mientras esperaba que Kwang viniera, se acercó a Tiffany y se recostó a su lado, quitándole la compresa de la frente y tomándole la temperatura. Ya estaba bajándole. La pelirroja volteó y Taeyeon notó sus ojos húmedos por las lágrimas, ella se levantó con cuidado y abrazó a la morena. 

-No te preocupes, amor…todo estará bien ¿Vale? Heechul se está encargando de comprar los pasajes para volver. Estaremos en unas horas allá…Buscaremos a Leah y la encontraremos-murmuró Taeyeon, acariciando su cabello delicadamente.

-Si algo le pasa…

-No, ella va a estar bien. Quien la secuestró, va a pagar muy caro todo-dijo Taeyeon, muy segura-Yo estaré contigo y te ayudaré en lo que sea. Estamos juntas en esto.

Tiffany asintió y tomando a Taeyeon por el cuello, la besó con furia, sintiéndose un poco en paz con sus labios acariciando los suyos muy suavemente. Se apartó y la morena tomó su mano.

-Siento haber dañado tu celular. No me di cuenta…

-Shhh…no te preocupes, de todas formas iba a cambiarlo pronto-susurró Taeyeon.

-Te compraré uno mejor, lo prometo…

-No, no quiero que me compres nada. Sólo quiero que descanses ahora.

-No puedo descansar ahora…tengo que vestirme para estar lista...

-No-negó Taeyeon, tomándola por el brazo-Tranquilízate, te dije que Heechul ya está comprando los pasajes.

-¿Está de acuerdo? ¿No le molesta? No quiero que tengas problemas con las grabaciones y él.

Taeyeon sonrió y le dio un beso en la frente. 

-Ya hablamos de eso y estuvo de acuerdo en que grabaré lo que queda en Seúl, el de la idea de comprarnos los pasajes fue él-explicó.

Llamaron a la puerta en ese momento y Taeyeon corrió a abrirle a Kwang, dándole la prescripción de inmediato, él dijo que traería los comprimidos lo más pronto posible.
La morena volvió y se recostó de nuevo a su lado, colocando sus brazos a su alrededor, abrazándola, protegiéndola. Queriendo borrar de una sola vez todo el dolor que estaba sintiendo en ese momento, porque su dolor lo hacía propio. La pelirroja cerró los ojos, dejando que salieran unas lágrimas.

-¿Por qué me sucede esto a mí? ¿Qué hice mal?-preguntó Tiffany, con la voz quebrada.

-No has hecho nada malo. Encontraremos a Leah y todo estará bien-contestó Taeyeon, intentando infundirle seguridad.

Tiffany volteó y se encontró con sus ojos ónices mirándola profundamente.

-Taeyeon…

No respondió, simplemente la besó.

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-Todos ustedes la vieron por última vez dirigiéndose a los sanitarios ¿Correcto?

-Correcto…

-Se lo hemos dicho una cantidad de veces, si usted no escucha…

-Alex, por favor…

El pelirrojo se levantó de la silla y dirigiendo una mirada de rabia hacia su hermano y luego al agente del FBI, quiso retirarse, pero el hombre lo llamó.

-Señorito Hwang, le agradecería se mantenga cerca, podríamos estar necesitándolo para nuevos interrogatorios-dijo él, seriamente.

-¡A mí no me tienen que preguntar! ¡Busquen a mi hermana y encuéntrenla! ¡Y metan en la cárcel, quemen, maten…pónganlo que se lo folle un alce con gonorrea al maldito infeliz que la secuestró!-gritó Alex, iracundo. Abrió la puerta del consultorio de Myungsoo y salió dando un portazo que hizo temblar las paredes.

-Discúlpelo, sólo está…

-Furioso, lo sé-dijo el agente, volviendo a escribir en su libreta-Tengo que lidiar con este tipo de cosas casi a diario. Las personas nos exigen que es nuestro deber conseguir a sus parientes y es así, tienen razón, para eso es el departamento de Secuestro y extorsión, pero olvidan que no somos superhéroes que resuelven todo en un abrir y cerrar de ojos. ¡Qué más quisiéramos!...pero las cosas se ponen, la mayoría de las veces, difíciles y hasta dolorosas.

-Dolorosas-repitió Jongwook, angustiado.

El agente lo miró con gesto de disculpa y levantándose, organizó los papeles. 

-Sí, me temo que sí-contestó él, con pesadumbre.

-¿Qué quiere decir con eso?-preguntó Samuel.

Se detuvo en la puerta, con la mano agarrando el pomo.

-No quisiera que…

-Dígalo-exigió Jongwook.

-La mayor parte de las veces los secuestrados, permanecen en esa situación poco tiempo. Solemos encontrarlos rápido, sobre todo cuando los secuestradores se ponen en contacto con los familiares y exigen algún dinero. Los apresamos rápido, porque les seguimos la pista-explicó el agente-Cuando no exigen dinero y no han llamado, es porque algo más quieren y…ahí es cuando se nos complica un poco más, porque los familiares tienen que encargarse de averiguarlo, podría hablarse incluso de que se trate de venganza, un ajuste de cuentas, algún enemigo que se tenga.

-Y...no han llamado…-murmuró Sam.

-Tienen que estar pendientes. Esperemos que esto se solucione lo más pronto posible, ya puse a mis mejores hombres para hacer las experticias y los interrogatorios correspondientes a todas las personas en la clínica. También estamos buscando pistas en los videos de las cámaras instaladas en la entrada y salida del estacionamiento. 

-¿Cuánto cree que tarde esto? ¿La encontrarán rápido verdad?-preguntó Jong.

-Tenemos las expectativas que sea rápido. Como le dije antes, suelen aparecer en unas semanas o quizá un mes o dos, como mucho, dependiendo de lo que quieran los secuestradores. 

-¿Y si no quieren nada?-preguntó Evan. 

Jong y Sam miraron al chico, que no había hablado absolutamente nada desde que estuvieran ahí. El agente también lo observó, seriamente y suspiró.

-Ahí es cuando…la cosa es aún más difícil y…la persona puede haber sido sacada del país, estar en cualquier parte y…sino la encontramos en mucho tiempo, podría comenzar a hablarse de…

-No-cortó Sam, mole