Capítulo 88: When you say you love me / Straight to number one

Salió sigilosamente del baño, ella estaba de espaldas y arreglaba el equipaje muy ordenadamente por color. Sonrió, traviesa y cuando estuvo lo suficientemente cerca de ella, abrió la toalla y cerrando el espacio entre las dos, la abrazó cubriéndola con la toalla.

Su sonrisa se ensanchó y cuando volteó, la tomó por el mentón y sin mediar palabra la besó con la pasión y el amor desbordándole por todos lados. Tiffany le respondió como sólo ella sabía hacerlo, dejándola deseando más y cada vez que sentía ese escalofrío que la recorría completa, se sentía indefensa, vulnerable en sus brazos. 

La acostó en la cama y sus ágiles dedos recorrieron su nariz hasta sus labios, la tomó por el borde de la falda como si fuera a quitársela y una gota, producto de la gravedad, cayó en su abdomen, produciéndole cosquillas ahí al igual que las otras que cayeron de su cabello mojado y resbalaron por el cuello, sus labios y su frente. Sus ojos onices la miraban con insistencia y eran ya un endemoniado afrodisíaco. 

-¿Qué te dije sobre salir mojada del baño y gotear en el camino?-preguntó Tiffany, rozando con sus dedos los pechos de Taeyeon. 

La morena se inclinó hacia abajo sólo lo suficiente para poder besar su frente. 

-No sé… no recuerdo-susurró, despacio y con cuidado buscó su oído y lo mordisqueó ligeramente-¿Me dijiste algo? 

Tiffany cerró los ojos al sentir el inmenso calor y bienestar que la cubrió, el cabello mojado de Taeyeon cosquilleándole en el rostro y unas nuevas gotas la mojaron. 

-No…-sonrió-No te dije nada. 

Agarró sus nalgas por debajo de la toalla que aún la cubría y la escuchó gemir, alzó la cabeza sólo un poco y sus labios se encontraron en un profundo beso cargado de deseo y amor; sintiendo como la adrenalina hacía de las suyas.

Harta ya de la toalla, se la iba a quitar de un solo jalón, pero la puerta se abrió de repente.

-¡Joder!... ¡Lo siento!

Por acto reflejo, Taeyeon se había cubierto con la toalla de nuevo y con varias almohadas también; salió corriendo hacia el baño y cerró la puerta. Tiffany, por su parte rodó por la cama y cayó al suelo haciendo un ruido seco. Mike, se había cubierto los ojos con las manos y se había puesto de espaldas a ellas dos; sintiendo su rostro arder por la vergüenza de haber captado a la velocidad del rayo y por microsegundos a su cuñada encima de su hermana, sólo tapada por una toalla y besándola como si se le fuera la vida en ello. Sentía que había perdido un poco de su inocencia y luchó porque eso no se reflejara de otra manera. 

“¡Piensa cosas feas!, ¡Piensa cosas feas! Taeyeon está como le da la gana… ¡Eso no!”-pensaba, desesperado.

-Sólo quería decirte que abajo ya trajeron el desayuno-dijo Mike, hablando muy rápidamente-Lo siento. Ya me voy.

-¡La próxima vez toca la puerta!-exclamó Tiffany, apabullada. 

El chico cerró de un portazo y la pelirroja se levantó del suelo, a la vez que Taeyeon salió del baño. Tiffany la miró y le sonrió, algo apenada por lo sucedido.

-Lo siento, olvidé que no había pasado el pestillo-se disculpó, avergonzada-Vino a avisar que han traído el desayuno, así que debemos bajar. Te espero abajo.

Iba a salir, pero Taeyeon se aproximó en segundos y cogiéndola por el brazo, la haló hacia su cuerpo y luego la empujó hacia la cama, de nuevo, cayendo encima de ella. 

-No he terminado contigo.

-Pero…el desayuno...

-El desayuno puede esperar.

Atacó rápidamente sus labios, profundizando inmediatamente con la lengua y respirando agitadamente, le parecía que si no hacía suya una vez más a Tiffany, ardería en llamas de un momento a otro y terminaría incendiando la habitación. El jueguito previo anterior a la aparición de Mike, sólo había servido para que perdiera un poco más la cordura. 
Acarició sus piernas suaves, sacándole un gemido y luego subió delicadamente por debajo de su falda, justo ahí, se detuvo por un instante y le complació ver a Tiffany con los ojos cerrados y luchando por no emitir ningún sonido, conteniéndose. Se le estaba haciendo difícil.

-Mírame.

Era una orden y sin miramientos, Tiffany abrió los ojos sintiéndose en otro mundo al ver el deseo grabado en la mirada de la morena.

-Te amo.

Taeyeon se acercó a su boca y ahogó su nombre de los labios de la pelirroja.
…

El primero en terminar de comer fue Mike y apenas lo hizo, se disculpó con todos y dijo que tenía que seguir arreglando su equipaje y guardar algunas cosas que faltaban. Salió lo más veloz que pudo, después de lavar su plato y un rato después se escuchó el portazo, aún se sentía avergonzado por haber entrado sin avisar a la habitación de Tiffany y Taeyeon; eso ellas lo sabían.

-¿Ya ustedes están listos con su equipaje?-preguntó Tiffany a Alex, Sam y Leah. 

-Ahí está-señaló Leah en una esquina las maletas. 

-El muchacho que lleva el equipaje me dijo ayer que estaría aquí a las 11 para buscar las maletas, así que estén todos déjenlas cerca-avisó, recogiendo su plato y acercándose al fregador para lavarlo-Yo iré ahora a pagar la cuenta de las cabañas. 

-¿Te acompaño?-preguntó Taeyeon, levantándose enseguida.

-No, Tae, tranquila. Volveré rápido-dijo Tiffany-Ya vengo.

Salió de la cabaña y apenas estuvo a mitad de pasillo para bajar las escaleras al Lobby, escuchó la voz de Alex que venía detrás suyo. Estuvo tentada a dejarlo gritando y no hacerle caso, tal como había hecho él la otra vez, pero simplemente se detuvo y volteó a mirarlo con algo de fastidio. Él se detuvo enfrente de ella.

-Uhmm…necesito hablarte-musitó Alex, nervioso y mirando hacia el suelo.

-¿No puede esperar?-preguntó Tiffany, cruzándose de brazos.

-Será rápido…

-Vale, dime.

Alex miró a su alrededor y tomó aire, escondiendo las manos en sus bolsillos.

-Lo siento ¿Está bien?-soltó, sin más-Me pasé mucho al confrontarte así…

-Demasiado-corrigió Tiffany, algo disgustada.

-Sí, tienes razón. Es que...me enojé mucho, pero sé que no es excusa para decirte todas esas cosas. Yo sé que amas a Taeyeon y sé que ella a ti también, pero es que…no puedo comprender cómo es que la perdonas tan fácilmente…

-Alex, te dije…

-¡Lo sé!-replicó, desesperado-¡Sé lo que me has dicho!-se detuvo, tomó aire para calmarse y habló lo más despacio que pudo-Mira…sólo olvida todo lo que te dije ¿Sí? Olvidemos esto, todo. Rebobinemos y no discutamos más ¿Vale? No me gusta molestarme contigo, es como sentir un peso enorme en mis hombros. 

-A mí tampoco me gusta discutir contigo…con ninguno de ustedes, mis hermanos, en realidad.

-Creo que con el único que no has discutido jamás es Sam-bromeó Alex, sonriendo brevemente-Me siento celoso de él.

Tiffany sonrió.

-Una vez discutimos porque a él no le gustaba que saliera con Minho y me formó un lío.

Alex alzó una ceja, incrédulo.

-Ese…fui yo, Tiffany…

-¿En serio?-preguntó Tiffany, confundida-No me acuerdo.

-¿Paz?-Alex le mostró el dedo meñique en señal de tregua y Tiffany sonrió, cruzando su dedo con el de él.

-Paz.
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Se hizo a un lado para dejarlo pasar y él entró despacio, cada uno conteniéndose de mandar a la mierda todas las formalidades y darse un beso. Rob cerró la puerta y volteó.

-¿Por qué no entraste con tu llave?-fue lo primero que logró decir y de inmediato se sintió desagradable y estúpido. Minho se encogió de hombros.

-No quería…invadir tu privacidad-admitió-Entrar sin permiso.

-Es nuestra casa-dijo Rob, sintiendo un nudo enorme en la garganta-Puedes entrar cuando quieras.

Minho le sonrió y Rob sintió su cuerpo estremecerse con ese simple gesto. Sabía que había sido él mismo quien le había llamado para pedirle conversar, pero ahora en ese mismo momento se había quedado sin palabras, no hallaba por dónde empezar ni cómo decir las cosas. La cantidad de oxígeno en el ambiente, pareció reducirse bastante en pocos segundos. 

-¿Tienes hambre?-preguntó Rob, buscando algo qué decir.

-Uh…bueno, sí, algo…-rió Minho, pasándose la mano por el pelo y luego por la barba que nuevamente le comenzaba a crecer-Me dijiste que me invitabas a un desayuno ¿No?

Rob enrojeció de vergüenza y sintió las mejillas ardiendo. ¿Por qué se volvía tan estúpido en su presencia?

-Cierto…lo siento, iré…a servirlo.

Salió apresurado del recibidor y Minho lo siguió con la mirada, sin darse cuenta que sus pies también lo hacían; cuando estaba con él perdía la noción del tiempo y sólo deseaba ir a donde él fuera, respirar su mismo aire. Saber que él podía sentirlo.

Se detuvo en la puerta de la cocina y miró a Rob de espaldas, colocando en un plato 2 croissants integrales a la plancha, con mermelada de fresa, 1 taza de fresas, jugo de naranja y leche de soja con chocolate. Su favorito. Se sentó a la mesa y vio en ese momento un vaso roto y varios pedacitos de vidrio en el suelo.

-¿Qué pasó ahí?-preguntó, mientras Rob le ponía el desayuno enfrente. Minho se fijó en su mano izquierda y vio que llevaba el anillo de compromiso que le había dado; el corazón le dio un vuelco gigantesco. El chico miró al suelo y se sonrojó.

-Torpeza mía. Se me resbaló de las manos-agarró la escoba que estaba tras la puerta y una pala para recoger los pedazos.

-Siéntate a comer. Después se recoge-dijo Minho, alcanzándole una silla.

-No, no, luego ocurre un accidente y…

-No va a ocurrir ningún accidente, sólo siéntate y come.

Rob suspiró.

-Ya yo comí-dijo sentándose. Minho lo miró desilusionado.

-Pensé que comeríamos juntos. 

No consiguió qué decir para disculparse, le mataba la cara que siempre ponía como de cachorrito abandonado. Minho agarró uno de los croissants y mordiendo un pedazo, comenzó a comer, luego tomó su vaso de jugo y bebió un poco. Se sintió observado por Rob y al verlo, él la retiró de inmediato, muy nervioso. 

-¿Quieres?-preguntó Minho, acercándole la taza de fresas 

-No, gracias. Son tuyas…

-Bueno, pero yo quiero que agarres-insistió Minho, agarrando una ofreciéndosela-Anda, cógela. Aunque si prefieres, puedo dártela en la boca. 

Parecía que ese era el deporte favorito de Minho, hacerlo sonrojarse a una velocidad increíble. Estaba seguro que llevaba una marca estupenda y podría estar en el Record Guinness. 
Agarró la fresa que le ofrecía y se la llevó a la boca, mientras Minho lo observaba con atención y poco a poco sus ojos se desviaban a sus labios. Eso Rob lo notó y luchó internamente porque eso no le hiciera desconcentrarse. 

-Bueno…-murmuró Minho, limpiándose la boca con una servilleta-¿Comienzas tú o comienzo yo?

-¿Qué quieres decir?-inquirió Rob, preguntándose si quizá era tan obvio que Minho había leído sus pensamientos. 

-Quiero decir que me pediste que viniera para hablar tranquilos ¿No?

-Ah bueno, pero primero termina de comer y luego…

-¿Qué importa si es antes, durante o después de la comida, Rob? Sólo…hablemos ¿Va?-pidió Minho, desesperadamente-Si no quieres comenzar tú, lo haré yo y…

-Perdóname-soltó sin poder soportarlo más-Perdóname por ser tan estúpido, por creer que te conozco cuando en realidad nunca termino de conocerte y eso es lo que más me gusta de ti, lo que más me hace enamorarme de ti-sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas y en un esfuerzo por coger aire, sintió el sonido sibilante en su pecho. Minho lo escuchó.

-Rob…

Él se levantó de su silla y se colocó de espaldas para ocultar sus lágrimas y también el asma que estaba comenzando con más fuerza. Sentía que transpiraba y las manos le sudaban, pero a la vez tenía frío.

-Estos días que he estado dándole vueltas a la cabeza, pensando…me he dado cuenta que más que… cualquier otra cosa, todo lo que te dije eran excusas para no reconocer que soy yo quien tiene miedo…miedo de no ser un buen padre, de no saber…

-Rob, respira profundo…-Minho se levantó, agarró un vaso y sirvió agua para dársela-¿Dónde está el broncodilatador?

-Eso…n-no importa ahora…

-¡Sí que importa! ¡Joder! ¡Mira cómo estás!-exclamó Minho, molestándose-¿Desde cuándo estás así?

-Desde hoy.

-¡No me mientas! ¡Se te nota que llevas días así! ¡¿Por qué no me llamaste para decirme?! 

-¡¿Olvidas que…eras tú quien llevaba el teléfono apagado?! 

-¡Lo mantuve encendido después! ¡Las veces que me mandaste mensajes pudiste avisarme!-reclamó, indignado y buscando por todas las gavetas el medicamento.

-No…no q-quería molestarte…-los silbidos cada vez eran más profundos y agudos. Rob se agarró el pecho, sintiendo una gran opresión y se dejó caer en la silla para descansar-Minho, no…

-¡¿Dónde está el jodido remedio?!

-Eso es lo que…te iba a decir. Se me terminó…esta madrugada...

-¡¿QUÉ?! ¡¿No pudiste comprar uno antes que yo llegara?! ¡¿No pudiste llamarme y pedirme uno?! ¡Te lo hubiera traído!

-Lo…s-siento…

Minho gruñó y cerrando la gaveta, golpeó un puñetazo en la nevera haciéndola temblar. Salió de la cocina y corrió a la habitación para buscar un sweater, regresó después en pocos segundos y lo cubrió con él. 

-Vamos. Te llevaré a que te hagan las nebulizaciones.

-Ya me…las…fui a hacer…antes…n-no…sirvieron.

-Esta vez sí funcionará. Vamos.

Rob se levantó como pudo, apoyándose de la mano de Minho y el dolor que sentía en el pecho se hizo más intenso, le saltaron más lágrimas y quiso que todo acabara ya. Deseaba morirse.
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-¿Pararemos en Buenos Aires por un día otra vez?-preguntó Seth, siendo llevado de la mano por Taeyeon. 

-No, haremos parada por un par de horas en Brasil y de ahí directo a Seúl-respondió la morena, viendo los pasajes-¡Cielos! ¡Olvidé comprarles souvenirs a mi tío y a los chicos!-exclamó, dándose un manotazo en la frente. 

-No, no lo olvidaste, Tae-la tranquilizó Tiffany, sonriéndole-Yo los compré antes. Están todos en la maleta.

Taeyeon se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla, agradeciéndole en voz baja en su oído. 

-Iré al baño-avisó Alex, dejando la maleta al lado de Leah.

-¡No te tardes! ¡Que ya estamos por abordar!-le advirtió Tiffany, viéndolo alejarse. 

-Yo lo acompaño-se ofreció Samuel-Conociéndolo, pasará horas frente al espejo revisando si lleva bien o no el cuello de la camisa. 

Todos rieron.

-Oye, Tiffany, ¿Por fin iremos a Oslo el 30 para la boda de la hermana de Jiyong?-preguntó Taeyeon, colocando sus brazos alrededor del cuello de la pelirroja. 

-¡La boda!-exclamó, sorprendida-Se me había olvidado…

-Sabía que debía haber algo que olvidaras alguna vez-murmuró Taeyeon, riéndose.

Tiffany le dio un pellizco en el brazo-Tonta…y yo no tengo nada qué ponerme…

-Puedes ir envuelta en papel periódico y bolsitas de caramelos y aún así estarías y y hermosa-le dijo Taeyeon, con sinceridad.

-Eso lo dices porque me amas y sólo tienes ojos para mí, pero yo sé que no tengo nada qué ponerme.

-Algo debe haber en tu enorme armario, si no, compraremos algo y que deje a todos con la boca abierta y yo tenga que abrazarte y decir “Nadie la mire, es sólo mía y no la comparto con nadie”-dijo, haciéndola reír-Además, soy yo quien no tiene nada qué ponerse. ¡Mira nada más cómo estoy de gorda por el embarazo! ¡Mírame!

Tiffany alzó una ceja y miró su vientre, aún no se le notaba en absoluto y al mirar de nuevo a Taeyeon, puso cara de confusión. Eso desesperó a la morena, quien volteó para ver a los chicos.

-A ver… ustedes digan que estoy tan gorda como una vaca-pidió Taeyeon.

Leah, Mike, Noah y Seth la miraron y trataron de no reírse.

-Estás tan gorda como una vaca-dijeron los 4 a la vez.

-¡¿Ves?!-reclamó Taeyeon, haciendo un puchero-¡Hasta mi propio hijo me lo dice! ¡Estoy enorme!

-Ehhh…mamá, sólo te dijimos lo que querías escuchar-intervino Seth, confundido. 

-Tenían que negar lo que yo pedía que dijeran.

-Entonces te habrías puesto a decir que estamos equivocados y que el vestido que llevaras a la boda de Jiyong, se te rompería al instante-dijo Leah, divertida. Miró a Tiffany y le sonrió-¿Cómo haces para soportarla? Te admiro por eso ¿Sabes?

Tiffany rió y Taeyeon la miró, recelosa.

-¿En serio soy insoportable?

-No, cielo, eres exquisitamente soportable. Sólo un poquito dramática y podrías pelearle el puesto a la drama queen de Leah-dijo Tiffany, hablando dulcemente.

-¡Ey!-reclamó Leah, ofendida-Estoy aquí, no me he ido. 

-¿En el sentido bueno o malo?-preguntó Taeyeon, dejándose abrazar por la pelirroja.

-En el bueno, siempre en el bueno. 

-Eso, siempre dile lo que ella quiere escuchar-bromeó Leah, riéndose.

-No me estarás diciendo lo que quiero escuchar ¿Verdad, Tiffany?-preguntó Taeyeon, dudosa.

-Te digo lo que quiero que escuches. Que te amo y que eres la mujer más hermosa del planeta.

-¡Ugh! Son tan…cursis-murmuró Noah, entre dientes.
…

Sam y Alex llegaron apresuradamente y justo cuando estaban por entrar a abordar el avión. Tiffany le pegó un coscorrón al pelirrojo y él le sacó la lengua.

-¿A qué hora iremos mañana a hacerme el ecosonograma?-preguntó Taeyeon. 

-Kyungmin dijo que en la mañana a las 9 estaría bien-contestó Tiffany-Cuando lleguemos, sería bueno que llamaras a Leeteuk para que nos encuentre en la clíni…

-¿Qué?-interrumpió Taeyeon, deteniéndose en el medio del pasillo para llegar al avión. Tiffany también se detuvo-No estás hablando en serio ¿Cierto?

-Uh… ¿De qué…?

-¿Llamar a Leeteuk para qué? 

-¿Cómo que para qué? Se supone que él querrá ver al bebé ¿No? Querrá saber cuál es su o, si está bien, todas esas cosas que…

-¡Él no va a estar todo el tiempo conmigo, 24/7! ¡Él no sabrá más de lo que yo le diga…!

-Taeyeon, por favor, cálmate. Observa a tu alrededor y recuerda dónde estamos-pidió Tiffany, acercándose a ella y mirándola fijamente en advertencia-Tenías un trato con él, no puedes apartarlo porque sí y romper una promesa…

-Yo no le prometí nada-siseó Taeyeon, sintiendo enervársele la sangre-¿Es que acaso piensas dejar que él entre con nosotras a ver al niño?

Tiffany cerró los ojos unos segundos y respiró profundamente.

-No pensaba en eso…quizá sólo…que él entre contigo cuando tengan que ver al bebé…

-¡Pensé que estarías conmigo!-chilló Taeyeon, molestándose y sintiendo ganas de gritar-¡Yo quiero que estés conmigo cuando vea a NUESTRO bebé! ¡Nuestro hijo, Tiffany! ¡Tuyo y mío! 

-Leeteuk es…

-Sé que es el padre biológico, pero él no lo conoce como tú, Tiffany-dijo Taeyeon, intentando controlarse y no ponerse a gritar-¿Es que acaso crees que no me doy cuenta cuando me acaricias el vientre antes de dormir, le das un beso y le susurras el “buenas noches”? ¿Crees que no me doy cuenta que todas las mañanas estás con tu cabeza recostada en mi vientre?-preguntó, llena de impaciencia y sosteniéndole el rostro por el mentón-Él no hace lo que tú. Yo siento desde ahora como nuestro bebé se pone feliz cuando lo haces, te conoce a ti, no a él. 

-¡Hey!-llamó Noah, unos metros más allá. Ambas voltearon y vieron a los chicos esperándolas-¡¿Seguimos o qué?! ¡Ya tenemos que entrar al avión! 

-¡Ya vamos!-exclamó Tiffany. Taeyeon le volvió a tomar por el mentón para mirarla.

-Tiffany…

-Yo no decía que no iba a estar contigo. Estaré, pero…

-¡No me digas esa tontería de que esperarás todo el tiempo afuera!

-No, no dije eso. Simplemente que yo puedo esperar afuera y entrar luego a verlo, pero cuando Leeteuk se haya ido…

-¿No puedes entrar tú primero? Yo quiero que seas tú la primera persona en conocerle-susurró Taeyeon, haciendo un puchero y tomándole las manos-Tiffany…por favor…hazlo por mí. Estoy segura que a Leeteuk no le importará cuándo entrar, solamente verle y ya. 

Tiffany sonrió y ladeó la cabeza levemente-Vale…está bien… ¡Pero tienes que prometerme que llamarás a…!

Los labios de Taeyeon no le permitieron que continuara y sonriendo en medio del beso, se lo devolvió con sumo entusiasmo. Unos metros más allá estaban los chicos y al verlas muy distraídas con su demostración pública de afecto, bufaron y se cruzaron de brazos.

-Y ahora comenzaron a besarse. A ver quién las separa…
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Tenía los ojos cerrados, pero ya estaba despierto. Sentía como Minho le acariciaba el cabello lentamente; al igual que sus mejillas. No tenía idea de cuánto tiempo había pasado en esa sala de emergencias, recibiendo las nebulizaciones y aquella inyección de hidrocortisona, pero lo único que sabía era que ya se estaba sintiendo un poco mejor, sin la puta respiración sibilante y la opresión en el pecho que le asfixiaba. Lo único que ahora sentía era un inmenso cansancio y ganas de seguir durmiendo mientras sentía las suaves caricias de las manos de Minho tocándole con ternura; sin embargo, no podía, tenía que hablarle y tenía que ser ahora, porque la angustia era demasiada.

Abrió los ojos y al mirar a Minho a su lado, él le sonrió brevemente y tomó su mano. Rob se la presionó. 

-Hola, dormilón-saludó Minho-Me diste un susto tremendo.

Rob abrió la boca para hablar y sintió sus labios húmedos por la acción del medicamento en la máscara de nebulizaciones. La garganta la sentía seca y tuvo sed.

-Lo siento-murmuró, llenando de aire sus pulmones para sentirlos libres de dolor

-No te preocupes. La doctora dijo que estarás completamente bien pronto-aseguró Minho.

-¿Cuánto tiempo llevo dormido?

-Unas 3 horas…

-¡¿3 Horas?! ¿Qué…?

-¡Tranquilízate! No te quites eso…-exclamó Minho, sosteniéndole la mano para que no se sacara la máscara de oxígeno.

-Pero… ¿3 horas? ¿Por qué…?

-Entraste en crisis y tardaste por lo menos 1 hora en dejar de tener esa respiración forzada. Luego fueron estas 2 últimas horas porque de verdad, según la doctora, estabas caótico-explicó Minho, seriamente-¿Cómo dejaste que llegaras a ese estado?-preguntó, volviendo a sentirse molesto.

-Minho…

-¡Pudiste poner en peligro tu vida!

-Ahora ya sabes lo que siento cada vez que tú te arriesgas-espetó Rob, sin pensarlo. Al ver el rostro de incredulidad y dolor de Minho, se arrepintió de inmediato-Lo siento…no es así como…

-Es exactamente como debía sonar y está bien-repuso Minho, apesadumbrado. Rob se mordió los labios para no llorar-Hey, está bien, Rob…tienes razón. Yo…

-No, por supuesto que no tengo razón, porque yo sólo te pido que hablemos para arreglar las cosas y lo que hago es decir…cada estupidez…-farfulló él, angustiado-Lo que quiero arreglar con las manos, lo destruyo con los pies. Soy un auténtico idiota…

-No lo eres, no lo eres porque si fuera así, no estaría ta