Inní Mér Syngur Vitleysingur

Lo que me gusta de ti (Adaptación TaeNy)
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Capítulo 105: Inní Mér Syngur Vitleysingur

Sabía que no estaba dormida, porque cuando de verdad lo estaba, no respiraba tan profundamente como en ese momento lo hacía. Se acercó sólo un poco más y, con mucho cuidado, retiró algunos cabellos que estaban sobre su mejilla, para luego besarla ahí y acariciársela.

Una tenue sonrisa apareció en los labios de Taeyeon, por lo que Tiffany aprovechó para tocarlos con sus dedos, recibiendo un beso en ellos de la morena y luego sus ojos onices que ahora sí la miraban. 

-Hola, tú. 

La respuesta al saludo de Taeyeon fue, inclinarse de nuevo y esa vez besarla en el cuello, provocándole un estremecimiento y un posterior escalofrío. La besó nuevamente, pero ahora en su vientre. 

-Buenos días a mis dos hermosas princesas-susurró Tiffany, guiñándole un ojo a la morena, quien le volvió a sonreír-¿Cómo amanecen?

Taeyeon suspiró y asintió brevemente, tomando la mano de la pelirroja entre las suyas.

-Vamos bien-respondió con sinceridad-Aunque creo que tu otra princesa está de dormilona-dijo, haciendo reír a Tiffany-Gracias, Tiffany…no sabes cuánto significa esto para mí. Te amo.

Se aproximó para besarla en los labios, muy brevemente, porque la pelirroja se separó y cogió de su mesita de noche, una bandeja con su desayuno que consistía en dos rebanadas de pan tostado con mermelada, una taza de chocolate caliente y un jugo natural de naranja. 

-Para que mamita termine de despertarse, porque trae una cara de sueño tremenda…-dijo Tiffany, sacándole otra sonrisa a Taeyeon-Y para que bebé despierte feliz. 

-Gracias, Tiffany…

-No digas nada-murmuró la pelirroja, dándole otro beso en la boca y luego en la frente-Sólo come y…en un rato nos duchamos juntas, porque vamos a ir a este sitio que encontré donde hacen natación y luego, después del mediodía, tenemos la cita con Kyungmin para el chequeo. Ya vengo, voy a ver si ya los chicos están listos. 

Vio salir a Tiffany y justo antes de cerrar la puerta, la miró y le lanzó un beso al que respondió con una sonrisa. Miró hacia su plato, donde estaban sus dos rebanadas de pan tostado y agarrando una, mordió una esquina y masticó lentamente, pensativa.

Se había olvidado por completo que ese día tenía consulta con Kyungmin y la perspectiva de ir y tener presente que Leeteuk ya no asistiría más para ver el desarrollo de Michelle y quizá, poder ver un poco mejor su forma, identificar por primera vez su cabecita; era algo que le provocaba un sentimiento de temor. Estaba haciendo todo lo posible por adaptarse, acostumbrarse a la idea de no verle más, pero igual seguía doliéndole. Aunque daba gracias mentalmente porque Tiffany estaba constantemente ahí para sacarle una sonrisa, aliviarle con sus caricias, sus besos o solamente acompañarle en los largos silencios en los que a veces se sumergía sin darse cuenta. 

Los pensamientos casi siempre la dirigían directo al sueño que tuviera tres días antes, donde estaba Leeteuk y él le pedía que siguiera con su vida y que fuera feliz, que él siempre les cuidaría a ella y a su familia. Debía reconocer que lograba aliviarle un poco. Otras veces no pensaba en nada, se quedaba con la mente completamente en blanco y sólo volvía a la realidad cuando alguien le pasaba una mano por al frente de sus ojos o le tomaba la mano. Tiffany solía hacer lo segundo y agregándole un beso en la mejilla. 

Escuchó un débil toque en la puerta y suspirando, dio permiso de entrada.

-¡Pasa, Manse, cariño! 

Cuando le vio entrar, sonrió. Su forma de llamar a la puerta era fácilmente reconocible por sus pequeños toquecitos con sus delgados nudillos. Apartó la bandeja para que él pudiera montarse en la cama y sentarse. Llevaba en sus manos un cuaderno, que antes de abrirlo, miró a la morena.

-¿Todavía sigues triste, Tae?-preguntó con su aguda vocecita. 

-Sí, un poco…-admitió Taeyeon-Pero pronto estaré completamente bien-agregó, sonriendo.

-¡Qué bueno! ¡Así ya no se tiene que preocupar más!-exclamó Manse, entusiasmado.

Taeyeon frunció el ceño, confundida.

-¿De quién hablas? 

-De nadie…

-Pero…

-Tae, si ya no estás tan triste, ¿Me firmarías este cuaderno?-pidió el niño, tendiéndole finalmente el cuaderno. Taeyeon lo agarró y comenzó a leer-La maestra escribió eso el día que a Seth se lo había llevado el hombre malo, pero yo no te lo había dado porque se me había olvidado y…bueno, todos estos demás días has estado muy triste por Leeteuk y no quise molestarte…

-No, cariño. No me molestas-aseguró Taeyeon, agarrando su mano y dándole un beso en la cabeza-Me lo hubieras dado igual y yo lo leo. No importa lo que pase, no importa lo ocupada que yo esté; siempre debes venir a decirme si necesitas algo o si hay que firmar las notas de la maestra. Si yo no llegara a estar en casa, pero sí Tiffany, a ella le dirás que te firme si lo necesitas. 

-No se me ocurrió…-musitó, tímidamente-Lo siento.

-No te preocupes, cielo-le guiñó un ojo. Se inclinó sobre la cama para alcanzar en la mesita un bolígrafo, pero Manse lo agarró antes y se lo entregó-Gracias.

Estampó su rúbrica en el cuaderno de citaciones y se lo entregó a su hermanito de nuevo. 

-¿Entonces irás mañana?-quiso saber el niño.

-Sí, dile que ahí estaré.

-Bueno.

-Y Manse…-lo llamó de nuevo antes que saliera-Me temo que te olvidas de algo.

El niño se quedó primero muy confuso, pero al ver que Taeyeon se señalaba la mejilla, sonriendo, pudo comprender. Se acercó de nuevo a ella y abrazándola, le dio un besito en la mejilla. Taeyeon sonrió y se separó unos segundos después.

-Te amo mucho, mi cielo. Nunca, nunca lo olvides. 

-Yo también te amo, hermanita.

El niño la volvió a abrazar y eso la hizo sentir en paz, calmada y feliz. Tiffany entró a la habitación y al ver aquel hermoso cuadro de Taeyeon y Manse, sonrió satisfecha. 
………………………………………………………

-Bien…creo que ahora sí es todo-dijo Minho, sonriendo con suficiencia y viendo la maleta ya completamente cerrada-¿No, Rob?... ¡Joder, Rob! ¡¿Qué haces?! ¡Te vas a hacer daño!

Rob estaba intentando, inútilmente, introducir su propia cabeza en una de las mangas de su franela y con el brazo metido donde tendría que ir realmente su cabeza; mientras con su otra mano parecía querer romper la tela, pero torpemente. Se había vuelto una ensalada, mientras forcejeaba para liberarse y Minho trataba de ayudarlo a salir de ahí.

-¡Esta franela la hicieron mal!-protestó Rob, entre molesto y asustado por no poder salir-¡No sirve!

-Si te quedaras quieto un segundo…-pidió Minho, ayudándolo a sacar su brazo de donde tendría que ir la cabeza-No, así no, Rob…mira…así...ahora déjame quitarte esto…

-Me duele la cabeza.

-Ahora sácala con cuidado…eso es… ¡Listo!-Minho sonrió triunfante al lograr quitársela-Ahora te voy a ayudar a ponértela bien.

-¡No! ¡No quiero ponerme esa cosa!-gritó Rob, con las mejillas muy rojas por el esfuerzo-¡No me lo voy a poner! ¡Está mal hecha!

-No está mal hecha. Tú te la estabas poniendo mal. Yo te ayudaré a…

-No, no me la pondré. Nunca más-se cruzó de brazos como un chiquillo testarudo y berrinchudo que a Minho le causó gracia, pero no rió para que Rob no se sintiera mal.

-Vale, entonces ¿Quisieras elegir otra franela?

-¡No! ¡No quiero nada! ¡Saldré así mismo!

-¿Qué? No…no puedes salir así. Te vas a resfriar. 

-No me importa. 

-Myungsoo se va a enojar, Rob. No puedes salir sin ponerte una franela.

-¿Dónde está mi mamá?-exigió saber Rob, demandante-Ella hablará con el doctor y le dirá que yo no quiero ponerme una franela.

-Está gestionando con Myungsoo lo de tu alta. Además, ella no puede decirle a Myungsoo que tú saldrás sin franela de aquí, va contra las reglas de la clínica.

-¡Entonces cambien las reglas! ¡No me gustan! ¡Están mal!

-No se pueden cambiar porque a ti no te gusten, Rob. Fueron hechas hace muchos años y…

-¡CAMBIEN LAS REGLAS! ¡QUIERO QUE LAS CAM…!

Minho le tapó la boca a tiempo y aunque Rob quiso soltarse, no pudo porque ya lo tenía agarrado de los brazos también; mientras le miraba fijamente en advertencia.

-Es importante que sepas que no puedes estar gritando siempre que no te guste algo. No puedes salir sin vestirte completamente, Rob-dijo Minho, muy seriamente-Créeme que si pudieras, te dejaría, pero no es así. ¿Estás entendiendo lo que te estoy diciendo?

También él le miraba fijamente y lentamente asintió. Minho sonrió, porque eso, aunque fuera muy pequeño, era un avance que pudiera asentir sin equivocarse. 

-Bien…ahora te voy a soltar, pero…no puedes gritar. Si gritas te vuelvo a tapar la boca y no te soltaré en un buen rato. Necesito que te quedes quietecito ¿Vale?

Rob volvió a asentir y, despacio, Minho lo soltó y miró al muchacho quedarse mirándolo, para luego hablar muy lentamente.

-Me duele la cabeza…tengo sueño-musitó.

-Cuando estemos en casa, te daré algo para que se te quite y dormirás todo lo que quieras, pero antes…hay que ponerte una franela o algo…

-No quiero ponerme una franela-volvió a decir Rob, tozudo. 

Minho suspiró y abriendo la maleta que le había costado cerrar, buscó una camisa con botones para que fuera más rápido y fácil ponérsela, sin que se le hiciera un problema. Revolvió por unos minutos, pero no encontró. Se había dejado todas las camisas en el closet porque todas eran de su trabajo.

Miró a Rob, que tal como le había pedido, estaba recostado y quietecito en la cama. La venda de su cabeza estaba algo chueca por haber estado intentando meter la cabeza en la manga de su franela. Fue entonces en ese momento, cuando Minho se miró a sí mismo y se pegó mentalmente por no ocurrírsele antes y así no tener que escuchar los griteríos de Rob. 

Se desabotonó su propia camisa, mientras veía a los ojos de Rob que ahora parecían estar más abiertos y atentos a sus movimientos. Cuando se quedó sin ella y se la quitó, vio como sus mejillas se encendían, poniéndose muy rojas y al ver a sus ojos, apartó la mirada tan velozmente que a Minho le hizo sonreír. 

-Te pondrás mi camisa-dijo, acercándose a él-Es abierta y se cierra con los botones. Es más fácil y no tendrás problemas para ponértela y quitártela en casa. 

Rob tragó con fuerza y asintió, agarrando torpemente la camisa que le tendía Minho. Se le resbaló en un momento de las manos, pero la volvió a coger, sin dejar de mirar al pecho de Minho y mordiéndose sin darse cuenta, el labio inferior. 

-¿Q-Qué…Qué te…pondrás tú?-preguntó Rob, tímido. 

-Alguna de tus franelas. Me deben quedar ajustadas, pero algo es algo. Además tú llevas algo mío y yo llevo algo tuyo. 

Revolvió de nuevo entre la ropa de Rob, buscando alguna franela que se viera medianamente grande para que le quedara bien y al final encontró una. 

-¿Seguro que no se puede ir sin franela?

Minho alzó una ceja y mirando a Rob, le guiñó un ojo, haciéndolo sonrojarse más y apartar la mirada. Se iba a colocar ya la franela, pero vio que nuevamente volvía a ser un problema para Rob, colocarse la camisa. No lograba abotonársela bien y sus manos, todavía, eran algo torpes y no conseguía maniobrar bien para meter el botón en el hoyito de la camisa. 

-Ven aquí, te ayudo.

-No, enséñame.

Sonrió y asintió, tomando el primer botón de la camisa y mostrándole, lentamente.

-Presta atención…este botoncito va en el hoyito…lo deslizas lentamente por él y… voilà! ¿Entendiste?

Lo vio fruncir el ceño y quedarse un rato mirando al botón.

-A ver, repite…

-Vamos de nuevo, entonces-agarró el botón y se los mostró-Esta vez iré más lento para que lo detalles bien ¿Vale? 

-Sí.

-Perfecto…primer paso: el botoncito va en este hoyito-se lo mostró-Segundo paso: Agarras el botoncito y tercer paso: Con cuidado, lo deslizas por este hoyito, hasta que… ¡Está listo! ¿Viste? ¿Lo quieres hacer tú mismo?

Primero pareció dudar en hacerlo, hasta que murmuró un “Sí” y agarró el tercer botón y el tercer hoyito. 

-Recuerda, son tres pasos… ¿Cuál es el primero? Ajá…exacto, el botón va…

-En el hoyito.

-En el hoyito, así mismo…aja…lo metes y lo deslizas, despacio, no te apresu… ¡Ugh! Vamos de nuevo, agárralo de nuevo. 

-No, no puedo-dijo Rob, molesto.

-¡Sí puedes! Lo estabas haciendo bien, vamos, agárralo y mételo en el hoyito…

-No.

-Sí, vamos. Mételo. 

Rob suspiró y volvió a agarrar el botón.

-Ajá ¿Ahora?

La cercanía de Minho le ponía demasiado nervioso y más cuando él le acariciaba en el hombro, distraídamente o en el muslo. Despacio, deslizó el botón en el hoyito, pero le costaba porque sus dedos no tenían tanta agilidad y el botón se le iba de las manos. 

-¿Te ayudo en este primero? Luego tú…

-No.

Volvió a intentarlo y Minho le miraba con tanta atención que le confundía, pero estaba decidido.

-Mete el botón en…

-Cállate.

-Lo siento.

Le estaba irritando demasiado y aunque sabía que Minho sólo quería ayudarle, no podía evitar sentirse un estúpido. Se descubrió pensando en lo de “El botón va en el hoyito” y con sorpresa, vio que finalmente lo había logrado. 

-¿Viste? Fue fácil-dijo Minho, sonriéndole-Ahora vuélvelo a hacer, pero con el otro.

-No, ya estoy cansado-dijo Rob, recostándose en la cama.

Minho rió.

-Bueno, entonces siéntate de nuevo y yo te los abotono. Así me ves y te lo aprendes para que una próxima vez lo hagas tú. 

Rob se sentó con algo de fastidio y Minho comenzó a abotonarle la camisa. Lo hacía lentamente, porque por momentos, sus dedos rozaban alguna parte de su piel y le gustaba.

Cuando llegó al último botón, vio que a Rob se le había hecho una erección, de la cual él no parecía darse cuenta. Lo miró a los ojos y descubrió que él también le observaba. 

Si no lo besó en ese momento, fue porque sabía que lo rechazaría. Tal como las dos anteriores veces en las que, por accidente, intentando detenerlo por alguno de sus berrinches, había intentado besarle, pero Rob le volteaba el rostro o lo bajaba, para evitarlo.

En la última vez que había sucedido, descubrió que incluso temblaba y parecía más nervioso y angustiado cuando estaban muy cerca; por ello procuraba no acercarse más de lo necesario para no molestarlo. 

-Listo-musitó Minho, algo triste-Te pondré el zapato. 

La puerta se abrió y por ella entraron Myungsoo y Camille; pero antes Minho reaccionó y agarrando una de las almohadas, le tapó la erección a Rob; quien enseguida miró a Minho, confundido. 
Myungsoo y Camille miraron a Minho, también, frunciendo el ceño.

-¿Qué haces sin camisa?-preguntó Camille.

-Oh…es que…me la quité para prestársela a Rob. No quería ponerse una franela y además…le costaba un poco-explicó Minho, sonriendo lo más encantadoramente posible, pero a la vez muy sonrojado-Me pondré esta franela de Rob.

-Ah bueno…

-¿Ya está listo todo?-preguntó Minho, ahora sí, con la franela puesta.

-Sí, ya pueden irse cuando quieran-intervino Myungsoo-Ya saben las recomendaciones. Cualquier emergencia, duda, o cosa que quieran saber, me llaman. Creo que es mejor que Rob salga y veamos su avance en el exterior, que mantenerlo aquí tanto tiempo. Terminaría por agobiarle todo esto y me odiaría a mí y a la clínica, ¿Cierto, Rob? 

Todos rieron, menos Rob, quien sólo asintió. 

-Gracias, doctor-agradeció Camille, sonriendo-Por salvar a mi hijo, por todo lo que ha hecho por él y…bueno, todos los demás doctores y enfermeras.

-Estamos siempre a la orden. Espero que les vaya muy bien y que Rob vaya saliendo adelante. Con permiso.

-Muchas gracias, Myungsoo.

El doctor salió y Minho terminó de ponerle el zapato a Rob. Se levantó y lo miró al muchacho.

-¿Estás listo para irnos? 

Rob asintió.
………………………………………………

Dejaron a Seth en casa junto con Alex y Samuel, quienes ese día no tenían clase, por estar en sus últimos meses en el instituto y ambos invitaron a Chaeryeong y Hyesung para que les ayudaran a cuidar al chico.

Tiffany y Taeyeon, por su parte, salieron bien temprano para poder dejar a Leah en el instituto, porque ella sí tenía clase y a Luke en su trabajo social en el geriátrico; a los demás chicos los llevaron a su colegio. Al llegar, la pelirroja se había ofrecido a llevar a Manse hasta su salón, para que Taeyeon no tuviera que salir, pero la morena se había negado y dijo que ella misma lo llevaría. 

Salir por primera vez en 3 días y sentir la brisa de la mañana pegarle en el rostro, la hizo sentir un poco ahogada, pero sólo fue por unos segundos y se dijo a sí misma que a partir de ese momento comenzaría todo bien y ya no lloraría más. Sin embargo, al tomar la manita de Manse y entrar con él al colegio para conducirlo hasta su salón; sus emociones la traicionaron y los ojos se le inundaron de lágrimas. Sólo agradeció que no terminaran de salir y, una vez que estuvieron enfrente del salón del niño, le dio un beso en la mejilla y él le dio un abrazo que la reconfortó y le dio ánimos. 

Él entró a su salón al ser llamado por su maestra, y ésta, al ver a la morena, le saludó con la mano y sonrió; pero igualmente se acercó a Taeyeon para hablar con ella.

-Buenos días, señorita Kim-saludó la mujer.

-Buenos días-respondió Taeyeon, notando que su voz parecía de alguien con gripe-Puede llamarme Taeyeon.

-Claro, disculpe, Taeyeon…Quería saber… ¿Recibió de Manse la notificación de la reunión?-preguntó la maestra.

-Sí, ésta mañana justamente-dijo Taeyeon-Él no me la había entregado la semana pasada por todo lo que pasó con mi hijo y luego… lo de mi guardaespaldas…bueno…usted seguro sabrá.

-Sí, lo siento mucho-dijo la maestra, con sinceridad.

-No se preocupe…-murmuró Taeyeon, haciendo un esfuerzo por no llorar-Espero que todo empiece a ir bien y…mi hijo salga adelante.

-Sí, ¿Cómo ha estado Seth?

-Bien, recuperándose. En casa se quedó con mis cuñados. 

-Espero verlo pronto por aquí. Él era el que solía pasarse más veces a ver como estaba Manse. 

Taeyeon sonrió. 

-En fin, la reunión de mañana es con todos los demás padres y representantes de los niños y niñas del plantel-explicó la maestra-Se hablará sobre algunas cosas puntuales que mañana en una circular se les dará y además, la directora ha añadido como puntos, el tema sobre el secuestro de niños a la salida de las escuelas y la seguridad de ellos; además de otros puntos que podrían interesarles a usted y a la señorita Hwang; seguramente ella ya debe estar recibiendo la comunicación. Nosotras las maestras de preescolar, le hacemos la notificación una semana antes a los padres y representantes de los más pequeños. 

-Bueno, muchas gracias entonces-dijo Taeyeon, estrechándole la mano.

-Un placer. También los chicos deben venir, porque se darán algunas precauciones y recomendaciones para ellos que pueden serles útiles en el futuro…aunque esperamos realmente que lo de Seth, no vuelva a ocurrir.

-Gracias, nuevamente. Ahí estaremos.

-Que tenga un buen día.

Tiffany ya estaba esperándola enfrente del colegio y al verla le sonrió. Ahora siempre que hacía eso, lograba levantarle más el ánimo. Entró por el lado del copiloto y Tiffany hizo lo propio, abordando por el del piloto y ambas se abrocharon los cinturones.

-¿Recibiste tú también la notificación?-preguntó Tiffany, mostrándole la circular que la directora le había entregado.

-Sí, aunque ya Manse me había mostrado la que tenía en su cuaderno-respondió Taeyeon.

-Es bueno que vayan a hacer esta reunión con los padres y los chicos también, para informarles y que no pase de nuevo lo de Seth-comentó la pelirroja, poniendo en marcha el auto.

-Sí, muy bueno…

Dándose cuenta que parecía que iba a entrar de nuevo en sus propios pensamientos, tomó su mano para llamar su atención.

-Verás que la pasarás muy bien y te relajará bastante. Es un sitio que Kyungmin me recomendó, donde hacen natación y otros ejercicios en el agua, dedicados especialmente para embarazadas.

-¿No irá a hacerle daño a Michelle?-preguntó Taeyeon, dudosa.

-No, por lo que te dije que es especial para embarazadas. Además que Kyung lo recomendó, él dijo que la natación es beneficiosa porque contribuye a relajar las zonas más sobrecargadas por el embarazo; ayuda a sentirte ágil y activa, controla tu peso, te prepara física y psicológicamente para el parto y…un montón de cosas más que son buenas tanto para ti, como para nuestra hermosa bebé. 

Taeyeon sonrió y apretó su mano, suavemente, dándole un beso en la mejilla. 

-Gracias, Tiffany.

En la academia de natación a la que llegaron, había un pequeño grupo de mujeres embarazadas que estaban acompañadas de sus esposos. Al verlas llegar a las dos, se les quedaron mirando, todos sorprendidos de verlas ahí. Ellas no hicieron caso y se acercaron a la recepción donde estaba una mujer atendiendo a una joven pareja, los cuales recibieron de ella una tarjeta, una llave y unas toallas nuevas metidas en una bolsa.

La pareja bajó por unas escaleras de caracol, para poder ir a cambiarse y dejar las cosas en el locker. 

-¿Tú también vas…?

-Claro, Tae-respondió Tiffany, abrazándola por la cintura y dándole un beso en la nariz-El entrenador dijo que la primera sesión podría ser bueno que las parejas de las embarazadas estuvieran para que hicieran los primeros reconocimientos y sirvieran de apoyo. En la segunda clase sí estarás tú sola con las demás embarazadas que vienen también. 

-Ah…bueno. 

-Bienvenidas a la academia-escucharon a la recepcionista y al voltear, ella les sonrió-Soy Ahn Soojin, ¿Vienen a la iniciación? 

-Gracias, sí, a eso vinimos-dijo Tiffany.

-Kim Taeyeon, entonces…déjenme bus…

-Ehh…en realidad la inscripción debe estar a mi nombre-corrigió Tiffany, con una media sonrisa-Es que llamé por teléfono como recomendación del doctor Park y me atendió el entrenador Davenport…creo que era así su apellido…

-Sí, el entrenador Davenport es ese que está allá-señaló la recepcionista a un hombre rubio y de ojos marrones oscuro que estaba tras el vidrio que separaba la recepción del sitio donde estaba la piscina-Es por si no lo conocían.

-Gracias.

-Bueno, entonces Stephanie Hwang ¿Cierto?

-Cierto.

-Bien, aquí está ¿Le dejo por su nombre o lo cambio por el de…?

Tiffany miró a Taeyeon y ella se encogió de hombros.

-No sé, como tú quieras…

-Póngalo por Kim Taeyeon, por favor-pidió Tiffany.

-Enseguida.

Mientras esperaban, las dos volvieron a mirar hacia la piscina, donde ya no estaba el entrenador y ahora estaba justo al lado de las dos, con una brillante sonrisa y extendiendo la mano a Tiffany. 

-Usted debe ser la señorita Hwang…
Tiffany rió y le estrechó la mano al joven entrenador.

-Pues sí, ¿Cómo adivinó?

Él soltó una risita también y miró a Taeyeon, quien también le sonrió.

-Estaba hablando con una de mis alumnas y otra de ellas vino corriendo a decir que Kim Taeyeon  y Stephanie Hwang, estaban aquí-explicó él-Es un placer conocerlas-le estrechó la mano ahora a la morena-Michel Davenport, para servirles. 

-Mucho gusto-dijeron las dos.

-Nuestra hija casualmente se llamará Michelle, pero con L y E al final-dijo Tiffany.

-¡Ah! Entonces tengo a mi tocaya femenina. Seguro será guapísima como ustedes dos.

-Gracias.

-¿Señorita Kim…?

La morena volteó al escuchar a la recepcionista, quien le tendió una hoja y un bolígrafo.

-Firme ahí, por favor. Al lado de la equis. 

-Antes de iniciar, deben pasar por esta oficina que está ahí-señaló una puerta que tenía un letrero que decía “Consultorio”-Le harán un chequeo médico y ginecológico previo a la señorita Kim. No se preocupen, es una doctora-dijo el entrenador a Tiffany y Taeyeon-Luego pasen a la zona de la piscina y ahí las encontraré con las demás alumnas y sus parejas e iniciaremos los ejercicios. 

-Entendido, muchas gracias.

El muchacho les sonrió y se retiró para entrar de nuevo a la zona de la piscina, donde enseguida fue abordado por una pareja para hablar con él. Tiffany abrazó de nuevo por detrás a Taeyeon y besándole el cuello, delicadamente, le sacó una risita y logró que se estremeciera. 

-Tiffany… ¿Qué haces?-susurró, sintiendo las cosquillas en su cuello y en su cintura. 

-Le doy besitos a mi novia ¿Acaso no puedo?-preguntó Tiffany, en su oído. 

-Sí puedes…p-pero…me haces cosquillas…

-¿No te gusta? ¿Me detengo? 

La morena volteó y colocó sus brazos en sus hombros y despacio, le quitó el gancho que sostenía su cabello rojo y dejó que cayera como cascada. Se acercó y la besó, enredando sus dedos entre su cabello y cerrando los ojos cuando ella le respondió lentamente; mientras la tomaba por la cintura y comenzaban a moverse a la par como si de un bailecito se tratara. Se separaron y luego de sonreírse mutuamente, escucharon el nombre de la morena. Era la recepcionista.

-Ya está listo todo. Aquí tiene su carnet de afiliación, el cual deberá traer cada vez que venga a recibir clases. También aquí tiene la llave de su locker personal, verá un numerito en él y ese será el que siempre pida cuando venga. Aquí tiene una toalla y una extra para la señorita Hwang, de regalo de la institución. 

-Muchas gracias. 

-A su orden. Puede pasar al chequeo médico aquí al lado. Al salir, los vestidores están abajo para que se cambien. 

El chequeo no tardó mucho, la doctora sólo revisó los aspectos preliminares y su estado en general, los meses de gestación y si el embarazo era de alto riesgo o no. Todo lo que ella iba viendo, lo anotó en una ficha, la cual se la dio a Taeyeon para que se la entregara al entrenador e hizo las recomendaciones finales para un buen desarrollo de los ejercicios.

Al bajar y entrar en los vestidores, escucharon un gritito muy agudo que casi las deja sorda y enseguida la morena se vio rodeada por dos muchachas que recibían la clase de natación juvenil, éstas le pidieron tomarse una foto con una cámara que ellas tenían y Taeyeon aceptó.

Las muchachas agradecieron y salieron corriendo escaleras arriba entre chillidos de emoción. 

-Me pregunto si se puede chillar más que eso o es lo más agudo que se puede lograr-comentó Tiffany, riéndose mientras buscaba el locker de ambas. 

-Te aseguro que siempre habrá alguien que supere la marca-contestó Taeyeon, con una sonrisa-Mira aquí está.

-Oh Dios…tercera vez en mi vida que me pongo un traje de baño.

-No me había percatado de ese detalle…-se acercó a Tiffany y le dio un beso en el hombro-Te verás y.

-No tanto como tú.

-¡No hables!-chilló Taeyeon, espantada-Seguro pareceré un globo aerostático. 

-Te verás preciosa, además que parece que resplandeces…

-Ajá.

-¡Es en serio!-rió-Te lo voy a demostrar.

Puso su mano en el vientre de Taeyeon y le sonrió, guiñándole un ojo.

-Presta atención, si Michelle patea 1 vez, significa que no estás hermosa…

-Tiffany…

-Y si patea 2 veces, significa que yo tengo toda la razón y que debes callarte la boca cuando yo te diga que estás perfecta, ¿Quedó claro?

-Seguro que va a…

-¿Quedó claro?-repitió de nuevo.

-Pffft, ¡Está bien! 

Tiffany acarició suavemente su vientre y acercó su oído.

-A ver, princesa…contesta, ¿Mamá Taeyeon está hermosa o no? 

Esperaron unos primeros segundos y Taeyeon rió.

-¿Viste? Hasta mi propia hija sabe que yo no…

-Haz silencio, espera ahora en unos 3…2…

-Tiffany…

La respuesta llegó no sólo con 2 pataditas, sino con varias que se sintieron como pequeños aleteos que hicieron reír a las dos. Tiffany se sentó en un banquito que estaba ahí y tomando de la mano a Taeyeon, la sentó en sus piernas mientras repartía besos por sus brazos, hasta que la morena le alzó el rostro y sin mediar palabras, la besó apasionadamente.

Sólo fueron unos cuantos segundos, porque escucharon un carraspeo que las hizo separarse y ver a una mujer mirarlas con algo de disgusto, pasar por enfrente de las dos y seguir de largo hasta las duchas. Taeyeon frunció el ceño y miró a Tiffany, dubitativa. 

-¿Y a esa qué le pasó?-preguntó en un susurro cerca de su oído. 

-Ni idea…seguramente tragó cloro de la piscina y le llegó a las neuronas. 

-Probablemente.

En la zona de la piscina donde darían las clases, ya estaban esperando todas las demás embarazadas con sus parejas al lado y sentadas en el borde de la piscina. Cuando las dos se pusieron al lado de una de las parejas, todos y todas voltearon a verlas. A pesar de que hacían todo lo posible por no prestar atención, el peso de las miradas era desesperante, pero aún así, no dijeron nada. 

-Mucho gusto-escucharon decir a la mujer que tenían al lado, que les sonreía con simpatía y estiraba la mano para presentarse. Taeyeon fue la primera en estrechar su mano-Yongji y él es mi esposo Seungho. 

-Un placer conocerlas-dijo el hombre, también muy sonriente y estrechando la mano de la pelirroja y la morena.

-Sí, mucho gusto para nosotras también-contestó Tiffany, amable.

-¿Es su primera vez aquí?-preguntó la mujer.

-Uhmm…pues sí-respondió Taeyeon, encogiéndose de hombros-¿Y la de ustedes también?-preguntó, más por cortesía que por querer saber la respuesta de verdad. 

-Ya vinimos la semana antepasada, pero no habíamos vuelto, así que ahora puede decirse que estamos comenzando-dijo la mujer.

-Ahh…qué bueno…

-Sí, mi esposo trabaja mucho y se le había hecho difícil venir y acompañarme. Me prometió que vendríamos hoy y aquí estamos. ¿Cuántos meses tienes?

La mujer hablaba rapidísimo y la pregunta la había tomado desprevenida. Taeyeon miró a Tiffany como preguntándole cuántos meses tenía y la pelirroja respondió por ella.

-16 semanas…

-¿Y eres primeriza?

-Yongji…-murmuró su esposo, halándole del brazo y mirando a Tiffany y a Taeyeon con bastante vergüenza-Por favor…

-¿Qué quieres ahora? Estoy hablando con ellas-contestó la mujer, con un tono de fastidio a su esposo.

-Las estás incomodando.

-¿Qué…?

-No se preocupe, no nos molesta-dijo Taeyeon, sonriendo lo más simpática que podía para que no se notara que mentía.

-¿Ves? No las molesto-dijo Yongji, soltándose de su esposo-Entonces, ¿Eres primeriza?-le preguntó de nuevo a Taeyeon.

-Sí, soy primeriza-respondió Taeyeon, rápidamente y mirando significativamente al hombre para que no se preocupara.

-¿Niño o niña?

-Niña.

-Fue por inseminación ¿Cierto?

-¿Qué?

-¡Yongji!-reclamó el hombre, alterado.

-Lo digo porque yo espero un niño. Siempre quise un niño y para lograrlo, mi esposo y yo hicimos la posición del misionero. Como tú tendrás una niña, entonces si no fue por insemina…

-¡Suficiente! ¡Nos vamos de aquí!-exclamó su esposo, levantándose de la piscina. Verdaderamente fastidiado y avergonzado-Sabía que no debí hacerte caso y venir.

-¡¿Qué te pasa?! ¡No he terminado de hablar con ellas!-chilló la mujer, haciéndose la ofendida.

-¡Sí has terminado y es suficiente! ¡Levántate o te levanto!

-¡Estás siendo grosero! ¿Sabes? 

-¡Grosera eres tú, Yongji! ¡Levántate ahora mismo! ¡Nos vamos! 

-¡Ay bueno! ¡Al final que eres un troglodita, estúpido! ¡No sé cómo me casé contigo!

La mujer se levantó y se alejó, caminando apresuradamente; pero por su parte, el señor se acercó a las muchachas y las miró con muchísima vergüenza.

-Por favor, sepan disculparla. Es que ella tuvo un accidente hace un par de años y sufrió una seria lesión cerebral que hace que diga y haga cosas indebidas…lo siento mucho, en serio…

-No se preocupe. Le entendemos-dijo Tiffany, sonriéndole con amabilidad.

-Bueno, pero…igual disculpen. 

-Tranquilo.

El hombre se fue a paso veloz de la piscina, siendo seguido por las miradas de todos los demás que habían presenciado aquel show montado por él y su esposa.

Por su parte, Taeyeon sentía el rostro quemársele de lo rojo que lo sentía. Tenía tanta vergüenza que pensó que no podría mirar de nuevo a Tiffany, pero ésta tomó su mano y se la acarició suavemente, pidiendo por su atención. Dejó de mirar al agua y volteó, sintiendo ganas de llorar. 

-Nos podemos ir, si quieres. 

Taeyeon frunció los labios y apretó la mandíbula, miró a su alrededor y aunque ahora sólo eran unas pocas parejas quienes las miraban, negó.

-No, está bien. Quiero estar aquí.

-¿Segura?-preguntó Tiffany-No quiero que te sientas presionada…

-No me siento presionada, estoy bien. 

Sus palabras salieron casi como si hubieran sido escupidas, atropelladas. Tiffany se acercó un poco más a ella y le dio un beso en la mejilla.

-Te amo. 

Sólo fue una mirada y Tiffany recostó su cabeza en su hombro, por unos breves segundos porque enseguida vieron al entrenador Davenport saltar al agua y luego salir justo en el centro, donde todos podían verlo. 

-¡Buenos días a todas las mamás y sus parejas!-saludó él, echando un vistazo a todas las mujeres. 

-¡Buenos días!

-Disculpen el retraso, es que estaba atendiendo un problema que ya se resolvió. ¿Están listas para comenzar?

-¡Sí!

-¡Perfecto! ¡Todas entren al agua! ¡Igual sus parejas! 

La primera en bajar fue Tiffany y al alzar la vista para ayudar a Taeyeon a bajar, le sonrió. Una vez que estuvo en el agua, la abrazó y le susurró al oído.

-Estás tan hermosa que me dejas sin aire.

Taeyeon sonrió.

……………………………………………………

 

El primero en salir fue Minho, para poder sostener el ascensor y que no se cerraran las puertas antes de tiempo. Camille salió y luego fue Jongwook, empujando la silla de ruedas de Rob.

Una vez todos afuera, Minho comenzó a buscar en los bolsillos de sus pantalones las llaves del apartamento, hasta que las encontró en el bolsillo de atrás. Introdujo la llave en la cerradura y abrió tan rápido, que poco tiempo tuvo de reaccionar y poder coger a Nano.

El animalito saltó encima de las piernas de Rob para lamer su rostro, pero éste se asustó tanto que pegó un grito de terror y casi se cayó con silla y todo, sino fuera porque Jongwook le sostuvo.

-¡NANO! ¡NO! ¡Detente!-exclamó Minho, agarrando al perro en brazos.

-¿Estás bien, hijo?-preguntó Camille, arrodillándose para ver a Rob que temblaba como si fuera una hoja de papel. 

El chico no respondió y en su lugar comenzó a llorar por el susto que se había pegado. Minho entró rápidamente al apartamento para poder encerrar a Nano en la cocina. 

-Será mejor que lo llevemos a su habitación-dijo Jong, volviendo a empujar la silla para pasar. 

Minho los miró entrar y luego se arrodilló frente a la puerta de la cocina, donde todavía estaba Nano viéndole. Lo acarició por detrás de las orejas y le abrazó.

-Lo asustaste, amigo…-susurró al perro, tristemente-Tendrás que quedarte aquí por un rato…mientras hablo con él para que no te tenga miedo ¿Sí? 

El perrito lloriqueó levemente y se acostó en el suelo, mirándole.

-Te prometo que será rápido. A mí tampoco me gusta tener que encerrarte, pero sólo será un ratito mientras hablo con Rob-acarició su cabeza y Nano le lamió la mano-¿Me prometes que estarás callado, tranquilo y te portarás bien?

Nano dio un ladrido que significaba aprobación y Minho sonrió, volviendo a abrazarlo. 

-Gracias, amigo. Vendré en un rato. 

Con algo de pesar, todavía, le cerró la puerta y expulsando el aire que había acumulado, se dirigió a su habitación donde estaba Camille sentada en la cama, con la cabeza de su hijo en sus piernas mientras ella le acariciaba maternalmente y le susurraba una canción de cuna, a la vez que él se había quedado dormido.

Jong estaba parado enfrente, viéndolos y al darse cuenta de la presencia de Minho, se acercó a él y ambos s

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Comments

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ignacia12 #1
Chapter 111: Me gusto mucho la historia es genial.
yoonalim__ #2
Chapter 6: Sejauh ini blm ada perkembangan
yoonalim__ #3
Chapter 5: Apakah alex undang taeyeon juga
yoonalim__ #4
Chapter 4: Adik tiffany selusin apa
yoonalim__ #5
Chapter 3: Taeyeon lu baru ngeliat tiffany sudah langsung jatuh cinta
yoonalim__ #6
Chapter 2: Tiffany bertabrakan dengan Tae
yoonalim__ #7
Chapter 1: Oke
yoonalim__ #8
Sepertinya menarik
ana2381 #9
Lo he leído más de una vez. Es mi favorito, encabeza la lista.?
lizbsol
#10
Chapter 111: Estupendo, brillante no se que mas decir