Iré a donde quiera que vayas / Una canción para decir adiós

Lo que me gusta de ti (Adaptación TaeNy)
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Capítulo 100: Iré a donde quiera que vayas / Una canción para decir adiós

Salió del baño y no tenía idea de cuánto tiempo había estado ahí, en una esquina y sin poder dejar de llorar. Las palabras de Tiffany se repetían una y otra vez en su cabeza, al igual que ese último beso al cual ella no había respondido y que seguía latiéndole en los labios.

Aún así, se levantó del suelo y se lavó el rostro,tantas veces hasta que le doliera. Se miró al espejo y fue como ver una imagen rota de la Taeyeon que horas antes del concierto reía y sólo rogaba porque no se le olvidara la letra de alguna de sus canciones. 

En ese mismo momento, sí quería olvidarse de algo más, aparte de la mirada de profunda tristeza y decepción de la pelirroja. Quería olvidar el beso de Leeteuk, de la caricia en sus labios, lenta e insegura. Sólo quería que se borrara, quería pellizcarse y que no le doliera para estar segura y reírse de que fuera solamente un mal sueño.

-¡Taeyeon! ¡Por fin, aquí estás! Heechul te ha estado buscando por varios minutos.

Su nombre en la voz de Ernie le dio inseguridad y miedo, apenas volteó, por temor a que viera lo rojo de sus ojos de tanto restregárselos. 

-Lo siento-murmuró, sin atreverse a alzar la cara-He estado en el baño.

-Bueno, anda rápido, porque quiere avisarte de algunas cosas.

-Vale, gracias-musitó, apenas sonriéndole-¿Has visto a mi tío?-preguntó, antes que saliera corriendo.

-Está en el camerino con tu hermano y los otros chicos.

-Los otros… ¿Y Tiffany?-preguntó, notando en su tono de voz que, deliberadamente había obviado a la pelirroja. El muchacho la miró, extrañado.

-Uhmm…pensé que lo sabías…

-¿Saber el qué?-preguntó, nerviosa.

-Pues…ella se fue hace sólo unos minutos al hotel con Noah, Alex y Chaeryeong. Iban muy apurados. 

-¡ERNIE!-llamaron del otro lado del pasillo y el muchacho le sonrió a Taeyeon en disculpa.

-Apresúrate con Heechul. 

Le vio irse y sin perder más tiempo, sintiendo nuevamente ese vacío en el estómago, corrió lo más rápido que pudo; recordándose que iba descalza al sentir el frío suelo a cada paso que daba. 
Entró al camerino y casi se tropieza con Samuel que iba saliendo.

-¡Aquí estás!-exclamó él, algo nervioso y contrariado-Ya iba a buscarte.

-¡Taeyeon!-gritó Manse, levantándose de las piernas de Hyuk y corriendo a abrazarla-¿Dónde estabas? Estábamos muy preocupados por ti.

Le sonrió a su hermanito. Una sonrisa triste, pero a la vez con algo de tranquilidad, porque Manse, siempre lograba hacerle sentir mejor al ver sus ojitos onices llenos de esa inocencia y típica curiosidad infantil que tanto le gustaba. 

-Estuve en el baño, cielo-contestó, evasiva y mirando a su vez a los demás presentes en los que obviamente faltaban Tiffany, Noah, Alex y Chaeryeong. Todos la observaban a ella con curiosidad y como si en cualquier instante fueran a asaltarla de preguntas-¿Y Tiffany? ¿Dónde están….?

-Pensamos que tú lo sabrías, ¿No estaban las dos juntas hace rato?-preguntó Sam, desconfiado.

-Uhm sí, pero…ella ha salido antes que yo-murmuró Taeyeon, con un tono de voz tan bajo que sólo haciendo un esfuerzo, se podía escuchar lo que decía.

-Pues ella ha recibido una llamada de Jong, diciéndole que Leah se ha casado en Las Vegas con Luke y que ya están por llegar a Seúl…

-¡¿QUÉ?!

-Sí y cuando ha llegado aquí, nos dijo que te esperáramos, que ella volvería al hotel para intentar conseguir unos pasajes para volver a Seúl.

Sintió unas náuseas tremendas y ganas de vomitar terribles. Miró a los chicos y a su tío y enseguida decidió que también debía volver. 
………………………………………………….

Iba de un lado a otro, recogiendo sus cosas y guardándolas en su maletín. Intentaba no pensar en todo lo que había ocurrido aquella noche y sólo concentrarse en lo que haría con Leah. La verdad es que no tenía ni la menor idea de lo que haría, ni que le diría. Se sentía enojada y triste, con una mezcla de emociones que no la dejaban pensar correctamente. 

Se había pellizcado varias veces en un intento bastante inútil por “despertarse” del sueño, pero nada ocurría. 

-Tiffany…

-¡Basta, Alex! ¡Basta!-estalló, lanzándole una de sus sandalias y que Alex atrapó con excelente agilidad-¡Déjame en paz! ¡No te metas más en mis asuntos! 

-Sólo te iba a preguntar si has visto mi franela amarilla que dice “I did what last night?”-dijo Alex, acercándose lentamente a su hermana y entregándole la sandalia.

-No, no la he visto-respondió ella, bruscamente y arrancándole la sandalia de las manos. 

Esperó que se fuera inmediatamente, pero al contrario, quitó una bolsa que estaba en la cama y ahí se sentó; mirándola fijamente. Tiffany emitió un gruñido de rabia, en clara alusión a que quería que se largara, pero él hizo caso omiso.

-Tiffany…

-Vete.

-Pienso que…

-Deberías largarte y dejar de molestarme. 

-¡Sólo quiero ayudarte! ¡¿Por qué no me dejas?!-exclamó Alex, fastidiado.

-¿Eso quieres? Pues ahí está la puerta-señaló la salida y le fulminó con la mirada-Me ayudas bastante si desapareces de mi vista antes que te escupa un ojo. 

-Contigo no se puede razonar.

-¡No dejes que la puerta te golpee al salir!

Todo alrededor retumbó cuando Alex dio un portazo tremendo. Tiffany dejó de acomodar sus cosas por un instante y se sentó en la cama, tapándose la cara con las manos. Fueron sólo unos 2 minutos y llamaron a la puerta.

-¡LÁRGATE!

A su vez lanzó de nuevo la sandalia, la cual golpeó en la puerta y al mismo tiempo, ésta se abrió y por ella entró Taeyeon.

Escuchó su corazón bombear más sangre de lo normal y por un breve segundo tuvo el impulso por levantarse e ir a besarla, pero se mantuvo sentada y con el pecho doliéndole. 

-Puedo salir si te molesto…

-No, no, tranquila, pasa-murmuró Tiffany, intentando controlar su propia voz que en oportunidades parecía salir más chillona de lo normal-Pensé que sería Alex.

-Oh…bueno.

Qué difícil era pensar que sólo unas cuantas horas atrás todo parecía perfecto y reían juntas, sin nada en qué preocuparse. Pronto parecía que todo había hecho explosión y nada era lo que se creía. Aquellos momentos sólo habían estado pendiendo de un hilo, para finalmente caer sin previo aviso y haciendo de esto, un golpe extremadamente doloroso.

La morena cerró la puerta y desde afuera le llegaron las voces de los chicos. Abrió el armario y de él sacó toda su ropa, poniéndola en la cama al lado de la maleta de Tiffany. La pelirroja la observaba buscar cada cosa que había y frunció el ceño.

-¿Qué haces?-preguntó, siguiéndola con la mirada.

-¿No es obvio? Me voy contigo. Todos nos vamos.

Tiffany tomó aire y lo expulsó casi de inmediato, negándose. 

-Taeyeon…

-No se trata de eso-cortó ella, sabiendo de antemano lo que la pelirroja iba a decir-Los chicos me dijeron que Leah…

-Sí, pero ¿No tienes aún responsabilidades aquí? ¿No te faltan más cosas…?

-No-mintió, sin meditarlo y sin mirarla-No queda nada. Puedo irme cuando…

Llamaron a la puerta y Tiffany se apresuró en abrir. Era Mike.

-En la puerta está Heechul y quiere hablar con Taeyeon.

La pelirroja volteó y miró a Taeyeon, que se había quedado paralizada por unos segundos.

-Dile que ahora no puedo, que estoy ocupada-pidió Taeyeon, mientras que continuaba arreglando sus cosas.

-Yo creo que sería mejor que le atendieras, Tae-advirtió Mike-Por su cara roja como un tomate y su rostro de constipación, pareciera que fuera a darle un infarto en cualquier momento. Hasta diría que le va a salir humo por la nariz. 

-¡Bueno, pero dile que no pue…!

-Déjalo pasar, Mike, por favor-pidió Tiffany.

-Enseguida.

-¡Tiffany!-protestó Taeyeon, disgustada-¡No quiero hablar con él ahora! ¡Estoy cansada!

-Debe ser urgente y si es como lo describe Mike, debes atenderlo.

Salió de la habitación y vio a Heechul en el recibidor con Manse en sus brazos y hablando con Hyuk. Él la miró y sonrió brevemente.

-Espero que te haya gustado el concierto-dijo él, dándole un beso en la mejilla.

-Me encantó, te lo aseguro-respondió Tiffany, sonriendo con mucha sinceridad. 

-En cuanto Taeyeon vio esa foto en un fotolog de ustedes corriendo en el aeropuerto, quiso que contactáramos con la persona que la tomó para pedirle permiso y colocarla en la pantalla-dijo Heechul, dejando a Manse en brazos de Hyuk-La dueña de la foto nos cedió los derechos sin cobrarnos ni un solo centavo. Sin embargo le damos el crédito al final del concierto y cuando se edite el DVD.

-Eso es bueno…

Taeyeon llegó en ese momento y agarró a Heechul bruscamente por el brazo, arrastrándolo hasta la salida.

-¡Hey! ¿Qué haces? ¿Por qué me tratas así?-protestó Heechul, liberándose de su agarre y acomodándose los lentes.

-Hablemos afuera-siseó Taeyeon, duramente y casi haciendo rechinar los dientes.

Lo sacó fuera de la suite y cerrando la puerta, quedaron en el pasillo.

-¿Qué pasa?-preguntó Taeyeon, pareciendo que golpeaba las palabras al hablar.

-Sabes muy bien lo que pasa, pero igualmente te lo voy a repetir…

-Heechul…

-Mañana te quiero levantada temprano para lo último de tu agenda…

-Mi agenda aquí en España terminó hace 2 horas, Heechul-replicó Taeyeon, molesta-Ya puedo irme si…

-Pues no, te equivocas-sacó de su bolsillo su iPhone y le mostró el itinerario-Aquí dice que, a las 10 de la mañana tienes una última entrevista…

-¡Ya tuve muchas entrevistas, Heechul!

-…y no puedes faltar-completó Heechul, con austeridad-En el itinerario que te entregué sale escrito. Lo puedes ver cuando quieras. Sobre aviso, no hay trampa.

-¡Tengo una emergencia en Seúl! ¡Tengo que irme! ¡¿No podrías decirles que…!

-¿Qué clase de emergencia? Si es de esas que tú…

-¡Eso no te importa! ¡Es emergencia familiar!

Heechul sonrió y entonces se apresuró a llamar nuevamente a la puerta. 

-¡¿Qué haces?!-rugió Taeyeon, empujándolo-¡¿Por qué no me dejas en paz?!

-Le preguntaré a Tiffany qué clase de emer…

-¡Es de la clase en la que tú no tienes voz ni voto! ¡Sólo déjame…!

La puerta se abrió y nuevamente era Mike.

-¿Podrías…?

-Mike, no hagas nada de lo que él te diga-cortó Taeyeon.

-Permiso, Mike, yo atiendo ¿Qué pasa?-preguntó Tiffany abriendo, ahora sí, completamente la puerta. Mike se retiró.

-Sólo deseo saber si esa emergencia de la que tanto habla Taeyeon…

-¡No te metas! ¡Maldición!

-…La imposibilita de tener su última entrevista aquí en España. Sólo es la última y volveríamos todos a Seúl, enseguida de haber culminado.

Tiffany frunció el ceño y sólo mirando por un segundo a Taeyeon, vio que ella casi le suplicaba con los ojos que mintiera, pero la pelirroja suspiró y negó. 

-No, no la imposibilita. En realidad es algo de lo que espero hacerme cargo, sin problemas, en cuanto llegue a Seúl-respondió Tiffany, con sinceridad.

-Gracias, Tiffany…

La pelirroja sonrió y entró a la suite a seguir arreglando su maleta.

-Pero… ¡Yo soy mayor de edad! ¡Yo puedo hacer lo que…!

-Mañana a las 9 te paso buscando por aquí. Sin excusas. Si se te ocurre escaparte como hace rato hiciste, pediré que te detengan en el aeropuerto y te traerán hasta mí-advirtió con severidad-Y no te quejes tanto, que al final son sólo unas 2 horas; luego tomamos el vuelo de la una de la tarde a Roma y de ahí a Seúl.

Le provocaba pegarle, golpearle fuertemente, pero sabía que eso no haría que él le dejara irse. Le vio marcharse y rápidamente entró a la suite, sintiendo una gran impotencia y ganas de romper todo. Ya incluso le dolía la cabeza terriblemente.

Entró a la habitación y por primera vez en la vida, se sintió tan enojada con Tiffany que no deseaba verla. Ella pareció leerle el pensamiento y por ello, sin decir ni una palabra, salió de la habitación. 

Se dio cuenta a los pocos segundos, que el iPod Touch que le había regalado hacía algún tiempo, lo había estado escuchando. Miró hacia la puerta como si esperara que la pelirroja entrara, pero cuando no lo hizo, se acercó a la cama y cogió un momento el aparato.

Había olvidado ponerlo en descanso, porque al ponerse los auriculares, escuchó su propia voz en él. Un escalofrío la recorrió entera al oír su mensaje personal hacia ella en el hidden track y en el que, subliminalmente, le sugería que deseaba hacerla su esposa. 

La sensación de culpabilidad la asaltó nuevamente y sin poder escuchar ni un segundo más, lo que había estado escuchando Tiffany, lo apagó y dejando el aparato en el mismo lugar donde ella lo había puesto; corrió hacia el baño y encerrándose, se deslizó hasta el suelo. 

Llorando una vez más.
………………………………………………………..

Apenas cerró la puerta de su casa, escuchó los ladridos de Nano venir desde alguna de las habitaciones y, apenas lanzando su chaqueta al mueble más próximo; vino corriendo y le saltó encima para comenzar a lamerle la cara. 

-¡Hey, amigo!-saludó Minho, sosteniéndolo firmemente en sus brazos, ya que estaba comenzando a crecer y ponerse fuertecito-¿Cómo te portaste?

El perro ladró y le volvió a pegar un lametón en la mejilla, haciéndole reír. Lo dejó de nuevo en el suelo y el animalito empezó a dar carreras por todo el apartamento como un loco. Siempre se ponía así cada vez que llegaba de la universidad o de la oficina. 

Muy cansado, fue hasta la cocina y viendo el reloj de pared, pensó que Rob tal vez tendría inventario ese día y por eso se tardaba. Últimamente no se estaban viendo mucho, pero cuando coincidían, intentaban en lo posible no perderse el uno al otro y recuperar el tiempo perdido.

Bebió la leche directamente del envase que estaba en la nevera y una vez terminada, la dejó a un lado en la mesa. Luego la recogería para botarla, ahora sólo deseaba darse una ducha de agua caliente porque le dolía demasiado la espalda. Quería quitarse un poco el estrés quedándose un buen rato largo bajo el agua, para poder luego empezar con la montaña de ejercicios del monumental libro de Geometría descriptiva.

Comenzaba a odiar horriblemente al “desgraciado sin oficio”, como él mismo le decía, que había escrito ese libro.

Una vez en el baño, se sacó la camisa y los pantalones, pensando en que tal vez, debería dejar para luego los deberes y dedicarse a llamar a algunos amigos de la universidad de él y Minhyuk. Realmente no sabía si el plan que tenía iba a funcionar, pero deseaba que sirviera; porque ya no hallaba la forma de sacarse de encima a Minhyuk sin tener que herirlo. Cada vez que pensaba en la mejor manera, se daba cuenta que era la peor y todas terminaban con el corazón roto de Minhyuk. No deseaba lastimarlo, aunque sabía que lo hacía cada vez que se negaba a algunas de sus insinuaciones, pero verdaderamente la idea de Ahyeon de que se largara de país, le había dado una idea y no iba a desaprovecharla. Era su último recurso y ya llevaba la primera fase hecha, luego de ducharse pasaría a la segunda.

Con los ojos cerrados, tanteó por la pared, buscando el expendedor de jabón corporal hasta que lo encontró. Lo presionó un poco, echándose en su mano, pero cuando ya iba a enjabonarse; casi le dio un infarto al sentir que lo abrazaban por detrás y luego le enjabonaban en sus abdominales. 

-Llevábamos tiempo que no hacíamos esto-susurró la voz, ahogada y excitada de Rob. Sin dejar de acariciarle y deslizando sus manos lentamente hacia su trasero, sacándole un gemido a Minho-¿Hace cuánto que estás aquí?

-Uh…joder…uh… ¿Poco?-musitó Minho, comenzando a perderse en sus caricias-No te…escuché llegar.

Rob le besó en el hombro y le mordió el lóbulo de la oreja sin hacerle daño, riéndose cuando llegó a su entrepierna y Minho tembló por la sensación de placer. 

-¿No hay día que no estés así?

Minho sonrió y negándose, agarró desprevenido a Rob y cambiando posiciones; quedó él atrapando a Rob contra la pared. Abrió los ojos y le encantó verlo como más le gustaba, mojado y completamente a su merced.

Rob no dejaba de mirarle ni un segundo, mientras sonreía de esa forma que le provocaba y le ponía en estado de incendio interno. 

-Te encanta hacerme esto ¿No?-susurró, contra sus labios. Sin llegar a besarlo-Te gusta torturarme…

Rob alzó una ceja y fue suficiente para voltearlo, ponerlo de espaldas a él y abrazarlo, mientras le besaba en el cuello y lo preparaba. Le escuchó gemir y haciendo que volteara sólo un poco su rostro, lo besó a la vez que volvían a ser uno solo. 

Una vez más.
….

Lo llevó en brazos hasta la cama y sin previo aviso, se lanzó con él en el colchón, quedando encima de él. Ambos rieron y Minho aprovechó para inclinarse y besarlo con dulzura, acariciando su cabello cuando deslizaba sus dedos en él.

Rob adoraba cada segundo que sentía sus labios por su piel y sus manos fuertes, siendo gentiles al tocarle y llevarlo de la mano a un lugar mejor; sentía que podía ser un mejor hombre cada vez, el hombre más feliz del planeta. 

-Hey…Rob…-susurró Minho, en su oído. Causándole miles de cosquillas por todo el cuerpo-Mírame-pidió, tomándolo por el rostro-Mírame…

Obedeció cuando abrió los ojos y vio su hermosa sonrisa. Esa que por sus ojos era una mezcla de un niño muy travieso, algo presumido, pero realmente muy dulce y amoroso. Él besó sus párpados y finalmente, sólo un beso muy chiquito en sus labios.

-¿Cómo puedes ser tan lindo?

Cuando Minho le salía con esas cursilerías, no podía evitar reírse.

-¿Qué?-preguntó Minho, queriendo saber.

-Estoy más que seguro que en la uni, más de una alguna chica pensará cuando te ve por los pasillos: “¡Oh por Dios! ¿Cómo puede ser tan lindo?”

-Sí, bueno…pero yo creo que están equivocadas-musitó Minho, sin dejar de acariciarle el cabello.

-¿Y eso? ¿Repentina modestia?

-En realidad, modestia aparte, pero…soy muy hermoso.

-Porque estás conmigo, cariño-respondió Rob, guiñándole un ojo.

Minho rió y lo besó, nuevamente. Apartándose a los dos segundos.

-Eso es absolutamente cierto-concordó-Ugh, Dios…

Se forzó a sí mismo a levantarse de encima de Rob, para ir a hacer sus deberes y las llamadas que tenía pensadas; pero la mano de Rob lo detuvo.

-¿A dónde vas?-preguntó, haciendo un puchero.

-Tengo que hacer una montaña de ejercicios del “libro maldito” y aparte realizar unas llamadas…

-¿A quiénes?-preguntó Rob, curioso-¿Ya les han mandado a hacer trabajos en equipo?

-Sí, pero los hacemos en nuestras casas y luego nos unimos en clase para discutirlos-explicó Minho, buscando en la gaveta algo para vestirse-¿Has visto mis bóxers favoritos?

-Quédate así, como tu mami te trajo al mundo. Es tu mejor ropa-susurró Rob, volviendo a abrazarlo por detrás.

-Sé que es mi mejor ropa, pero igual no puedo hacer mis deberes así…

-¿Por qué no? Así es mejor, porque cuando empieces a sentirte estresado, ya estás listo y no tienes que desvestirte de nuevo para seguir con lo nuestro.

-Muy inteligente, niño…-respondió Rob, dándole un sonoro beso en la cabeza-Pero no. 

Consiguió por fin sus bóxers favoritos y cuando ya se los iba a poner, Rob se los arrancó de la mano.

-¡Hey! ¡No, Rob! En serio, necesito…-intentó quitárselos, pero él había comenzado a reírse y mientras iba retrocediendo, cayó sobre la cama y con los bóxers en su espalda-Devuélvemelos-pidió, sin acercarse.

-Ven a buscarlos-lo tentó Rob, juguetón.

-¡Roooob! ¡Por faaaaaaa! ¡En serio necesito…!

-Si los necesitas, ven y búscalos. 

Minho gruñó, pero entonces recordó que Rob era muy cosquilludo. Sonrió maliciosamente y Rob enseguida comprendió.

-¡Ah no! ¡Eso no!-exclamó, levantándose de un salto en intentando salir corriendo.

-Como castigo por ser un mal chico…

-¡NOOOOOOOO!-chilló Rob, riéndose y queriendo deshacerse de sus manos que le hacían cosquillas, pero no podía-¡Por favor! ¡No más cosquillas! ¡Seré bueno! ¡Seré buenoooooooooooo!

-¿Cómo se dice?

-¡Ahhhhhhh! ¡Nooo!

-¡DILO! Si no, no dejaré de hacerte cosquillas hasta que me entregues mis bóxers o te hagas pis encima de tu almohada.

-¡Nooooo!

-Advertido…

-¡PIEDAAAAAAAAD! ¡Piedaaaaaaaaaaad! ¡Por favor!

-Así mismo-concordó Minho, dejándolo tranquilo-Ahora dame mis…

-No.

-¡ROB! 

-¡Sólo quédate un rato más conmigo, Minho! Casi ni pasamos ya tiempo juntos, porque te la pasas haciendo trabajos y…

-Es mi deber, Rob. Lo sabes. Pensé que…

-Sí me gusta y quiero que te vaya bien en todo, pero tampoco una recreación de vez en cuando hace daño-repuso Rob, algo melancólico-Extraño realmente cuando en las noches lo hacíamos hasta encima de la lavadora. Sólo nos faltaba encima de la nevera.

No quiso reírse, pero fue inevitable hacerlo. Rob lo tomó por el brazo y lo haló hacia la cama, derrumbándolo y luego rodando sobre sí mismo para posicionarse encima de él. 

-No nos faltaba, nos FALTA encima de la nevera-susurró Minho.

-Podemos hacerlo ahora…-propuso Rob, mordiéndose el labio inferior-Todas las veces que queramos.

-Sí, podríamos…-dijo Minho, pensativo.

-¿Pero…?

-Pero en serio debo hacer los deberes, Rob.-respondió, muy serio-Recuerda que el dinero se acaba, no es como plantar un árbol y que te salgan manzanas u otra fruta. La herencia que me dejaron mis padres no es infinita y aunque lo fuera, debo trabajar y estudiar. Trabajar para conseguir tener para nuestro hijo o hija; y estudiar para poder tener una carrera con la que pueda ascender de puesto y conseguir un mejor salario. Si este mundo no girara alrededor del capitalismo, otro gallo cantaría.

-Todo eso lo sé-musitó, Rob-Pero yo también te ayudo, yo trabajo y…

-Lo sé y eso es bueno, pero es lo que te digo...No voy a ser un mantenido tuyo…No voy a estar de vago aquí, sin hacer nada.

-Mmm…pero ¿Por lo menos puedo mantenerte a base de besos y cariños?

-Eso ni lo preguntes, sólo hazlo. 

Otro beso más, bastante lento y tierno, pero Minho notó que Rob comenzaba a emocionarse y cada vez era más apasionado, volviéndose fogoso e intenso. Minho le siguió sólo un instante más, hasta que tuvo que ponerse un límite y levantarse un poco para conseguir que el chico se detuviera.

-¿Qué…?

-Necesito realmente hacer mis…

-¡Minho, por faaaa!

-Pensé que lo teníamos claro que…

-Y está bien claro, pero quiero que hagamos el amor de nuevo-pidió Rob, haciendo un puchero y cruzándose de brazos como un niño pequeño y berrinchudo.

-Rob…

-¡Sólo será una vez más y ya! ¡Por faaaaaaaaaa! ¡Una sola vezzzzzzz!-suplicó, arrodillándose encima de la cama.

-Puede ser luego que yo…

-Seguro hasta terminas tarde y luego dices que estás muy cansado y con dolor de cabeza-alegó Rob, volviendo a sentarse y mirándolo entristecido-La otra vez fue así, ayer fue así…

-Rob, escúchame…

-¿Qué harías si mañana me muero? 

-Ni siquiera intentes con eso-replicó Minho-No es justo…Eso no es…

-Es posible, siempre es posible todo y más lo que te digo, porque mira, yo sólo quiero este momento nada más, para ti y para mí y después tú puedes ir a hacer lo que tú quieras. Lo demás lo puedes tener los otros días, pero mi cuerpo y mis caricias no…

-¿Ah no? ¿Tu cuerpo y tus caricias no?-preguntó Minho, comenzando a sonreír y acercándose nuevamente-Todos los días tengo tu cuerpo en mis brazos y te duermes a mi lado, como un bebé…mientras te acaricio y…

-Sí, pero algún día podría negarme y tú estarás tan insaciable, que no te haré caso. Ni te besaré, ni siquiera te miraré. Me rogarás que te vea, pero yo ni te oiré.

Sabía muy bien que sólo jugaba con su mente y que le estaba haciendo la cabeza, un tira y encoge que él mismo rompió al rendirse y abalanzarse sobre él; besándolo con furia y sin ninguna restricción. Con los sentidos bien puestos. Con el amor fluyendo.

Minho se deslizó en su ser y cerró los ojos. No era en absoluto, creyente de nada, pero definitivamente esa era una experiencia religiosa. 

Su experiencia religiosa.

………………………………………………

4:00 de la mañana era el vuelo a Madrid y de ahí a Roma, que más rápido había logrado conseguir. Suspiró y volteó a mirar a Taeyeon y sus hermanos, a Hyuk con Manse en sus brazos, Heechul, Hyesung…Los únicos que se iban con ella eran Alex, Chaeryeong, Noah y Seth. Por el lado de Samuel, Hyesung, Mike y Manse, se quedaban con Taeyeon para acompañarla y que no se quedara sola. Les había pedido expresamente eso, porque no deseaba que la morena se sintiera abandonada por su familia. A pesar de todo y que ahora estuvieran en una especie de doble vía, quería acompañarla de alguna manera.

Sin poder sostenerlas y a pesar que seguía molesta con ella por no haber intercedido para que Heechul la dejara ir, las lágrimas brotaron y sólo atinó a acercarse y abrazarla. Tiffany acarició su cabello e inhaló y exhaló varias veces para evitar llorar también. Los chicos se habían apartado para darles su espacio, cuando la verdad no había espacio que pudieran darles. Sus hermanos, a excepción de Alex, no sabían nada de lo ocurrido en el camerino y por ese momento, no debían enterarse, hasta que no obtuviera una respuesta.

-Cuídate ¿Sí?-susurró Tiffany, sonriéndole levemente-A ti y a Michelle.

Taeyeon asintió, pero también se inclinó y la tomó por el mentón para besarla. Tiffany movió lo suficiente el rostro y sintió como los labios de la morena se posaban en la comisura de su boca y se quedaban sólo unos segundos ahí. 

Le había dolido. Realmente le había dolido que lo hiciera.

-Tiffany, yo…

-Ya hablamos de esto-la interrumpió la pelirroja-No hay necesidad de hacernos más daño.

-¿Qué daño puede causar un beso?

No se dio cuenta de lo que había dicho, hasta que lo había dicho y Tiffany se sumió en el mutismo absoluto. Tomó su maleta, pero Taeyeon la detuvo un segundo.

-Sabes que no me refiero a eso. No quise hacerte daño.

-Hay cosas que son inevitables-se acercó a ella sin previo aviso y cuando ya Taeyeon pensaba que finalmente la iba a besar, cerró los ojos y como una fría decepción, sintió sus labios en la frente y luego su ausencia al apartarse.

Chaeryeong, Seth y Noah fueron los únicos en despedirse de la morena. Taeyeon le dijo a su hijo que se verían al ella volver más tarde a Seúl. Él le dijo que estaría cuidando a Tiffany y que esperaba verla en casa. Ella le sonrió, pero no respondió. Tenía la impresión de que el chico ya sabía o por lo menos tenía idea de lo ocurrido.

Alex no había querido despedirse de Taeyeon y ella no se lo reprochaba, estaba segura que de estar en el lugar del pelirrojo, ella misma se odiaría. 

Y sin necesidad de eso, ya lo hacía.

El avión comenzó a moverse y mientras la azafata daba las indicaciones de siempre, encendió el iPod Touch y la primera estrofa de “Wherever You Will Go” de The Calling, resonó a través de sus oídos, haciéndola estremecerse.

Últimamente, igual que Alex Band, ella también se preguntaba quién estaría ahí para tomar su lugar. 

Quizá la respuesta no era muy difícil.

………………………………………………
 

-Bien…

-¿Qué dijeron mis padres?-preguntó Luke, preocupado-¿Pudieron buscar mi auto y llevarlo a casa?

Jong casi se atragantó con el chicle que estaba masticando y miró al chico, como si éste se hubiera loco de repente.

-Has cometido la mayor estupidez del mundo, has roto todos los parámetros de la locura humana ¿Y tú sólo piensas en si ya encontraron tu auto?-preguntó Jongwook, shockeado-Eres increíble.

-Bueno, ¿Y qué? No me arrepiento de haberme casado con quien amo.

-¡Pero sigue siendo tu prima hermana, degenerado!-reclamó Jong, enrollando el periódico y pegándole en la cabeza con él. 

-Y yo sigo casado-repuso Luke, burlón y encogiéndose de hombros-Oye, Jong… ¿Por fin encontraron o no mi…?

-¡Sí lo encontraron!-soltó Jong, desesperado y lanzándole el periódico para que lo viera-Además, no se han enterado por mí que ya eres un hombre casado…

-Sí…ya lo estoy viendo. ¡Genial! ¿No?-exclamó Luke, comenzando a sonreír mientras leía el diario-Aunque yo cambiaría esta foto, han tomado mi perfil malo.

-¿Cómo puedes ser tan despreocupado? ¿Eres consciente de que Tiffany viene en camino para arrancarte las bolas con un alicate, desollarte vivo y luego colgarte como un pedazo de carne podrido en la Torre Eiffel? 

-¡Bah! No lo hará…

-¿No lo hará? ¡JA!

-No, no lo hará ¿Qué ganaría con ello? Ya yo estoy casado y eso no me lo quita nadie. 

-El matrimonio, sí, porque no tiene validez alguna en algo que Tiffany no tuvo voz ni voto. 

-No me voy a divorciar de Leah, Jong. Si eso es lo que estás insinuando.

-Respuesta incorrecta, amigo. La verdad es que tienes muchos problemas, graves problemas, porque te casaste con una menor de edad, que resulta ser tu prima hermana y para colmo de males sin permiso expreso de los padres o, en este caso, su tutora legal, que por si no te enteras aún, es Tiffany-expuso Jong, muy seriamente-Te acusarán de pedofilia y puedes hasta ir a la cárcel. Aparte que se anula inmediatamente. Ni siquiera les pedirán que se divorcien; los divorciarán.

-¿Quién nos va a divorciar? ¿Ya comenzaron los fundamentalistas, los “demócratas” y conservadores republicanos a hablar? 

Leah acababa de bajar las escaleras y al llegar al lado de Luke, le dio un beso en los labios y él le sonrió. Se sentó a su lado y se abrazó a él.

-¿Cómo dormiste?-preguntó Luke, con dulzura.

-Bien, porque estabas a mi lado.

Ambos se sonrieron como dos tontos y Jong puso cara de disgusto.

-¡Por Dios! ¿Se puede ser más cursi?

-Taeyeon y Tiffany pueden-aseguró Leah, divertida.

-Si Tiffany se llega a enterar que durmieron juntos…

-Sólo dormimos, Jong. No hicimos nada más-repuso Luke, muy serio.

-Todavía-murmuró Jong.

-¿Y eso que les importa? No le hacemos daño a nadie, no estamos robando ni matando a nadie porque estemos casados o durmamos juntos.

-Los que están en contra son unos frustrados uales, cariño-aseguró Luke.

-¡Eh! ¡Que mi hermana no es frustrada ual y seguramente nos meterá en un reclusorio!

-Y bueno…ella es la excepción ¿Qué quieres que te diga?-replicó Luke, riéndose-Seguramente hasta ha hecho más que…

-No pienses más, Luke.

-Lo siento, cariño.

-Seguramente no faltarán los fanáticos religiosos que empiecen a hacer un escándalo de esto-intervino Jong, volviendo a agarrar el periódico y viendo la foto de Luke y Leah besándose en Las Vegas.

-¿Aún no ha hablado el erudito en condones que dan SIDA?-quiso saber Leah.

-Uh no, pero quizá hablen sus acólitos.

-Cuando nos excomulguen, nos avisas-dijo Leah, recostándose en el mueble y colocando su cabeza en la pierna de Luke-Tenemos pensado hacer una gran celebración, ¿Verdad, cariño?

-Por todo lo alto, mi cielo-contestó él, le dio un beso en su nariz y comenzó a acariciarle el cabello-Una fiesta en Ibiza o en Reykjavík

-Bueeeeeeeno, yo mejor como que voy a tomar agua…siento que tengo la garganta congestionada de miel en cantidades industriales.

-Sí, vete. Poco más y comienzas a tocar el violín.

Jong imitó a un violinista, mientras ponía cara de concentración y lo único que se ganó fue un almohadazo que le propinó Leah.
………………………………………………

La entrevista no había sido tan terrible, después de todo. Sólo había sido un tanto complicada cuando el entrevistador había recibido la noticia de la boda de Leah con su primo. Había tenido que controlarse y decirle que eso es algo privado de su cuñada y que lo que los demás dijeran sobre eso, estaba de más. Por lo demás, todo se había centrado en el concierto y en el inmenso éxito obtenido.

Salió del estudio tan rápido como pudo, sintiéndose ahogada y un poquito estresada. Se quitó el micrófono que le habían colocado en la ropa y se lo entregó a Heechul.

-¡Apresúrate! En una hora y media sale el vuelo.

No tenía ni por qué recordárselo. Casi corrió para buscar su bolso en el camerino donde la habían maquillado para salir en cámaras y cuando lo tuvo, se apresuró a salir de ahí.

Si no fuera porque Leeteuk se le atravesaba en su camino, seguramente ya estaría abordando la limusina junto a Sam, Hyesung, Mike, Hyuk y Manse. 

-¿Podemos hablar?-preguntó él, cerrándole el paso por completo.

-Otra vez no, por favor-murmuró Taeyeon, casi como una súplica. Ahora sí que tenía miedo de mirarlo a los ojos.

-Por favor…

-Leeteuk…es en serio, si quieres hablar de lo de ayer…

-Quiero que hablemos de ello. Es importante-aseguró Leeteuk, algo temeroso-Lo de ayer…

-No fue nada. Yo amo a Tiffany y esa es toda mi verdad, estoy enamorada de ella; lo sabes perfectamente. Todo el mundo sabe que me voy a casar…

-De ello no tengo duda, pero ¿Por qué me besaste?

-¡Tú me besaste a mí!-exclamó Taeyeon, escandalizada y dándole un golpe en el pecho.

-¡Y tú me respondiste! ¿O es que acaso tengo que recordártelo?

Taeyeon enrojeció y buscó desesperadamente una salida, pero la cercanía de Leeteuk la tenía casi en jaque.

-Eso fue un error. Me confundí…

-Te confundiste-repitió Leeteuk, casi sonriendo. Le hacía real gracia eso

-Sí, no sé ni por qué lo hice. Fue una equivocación y será mejor que lo olvidemos.

-Muy bien. Yo puedo olvidarlo.

-Muchas gracias-dijo, sonriendo-Ahora, dame un permi…

-No he dicho que haya terminado de hablar-la detuvo de nuevo.

-¡Leeteuk! ¡Maldición! ¡Vamos a perder el vuelo!

-Sólo quiero sacarme esto que llevo dentro ¿Vale? Después te dejaré ir.

Su voz era un suave susurro, muy tranquila y a pesar de todo, a pesar que no deseaba que así fuera; le hacía sentir en paz, confiada e inexplicablemente segura. Él alzó su mano y pareció acercarse tanto, que Taeyeon tuvo que agarrarle la mano y apartar el rostro ligeramente, Leeteuk sonrió.

-Sólo quería que alzaras el rostro y me vieras-musitó, con un tono algo divertido-¿Tanto miedo me tienes?

-No te tengo miedo. Ayer también te miré y…

-¿Qué?-indagó, anhelante.

-Nada. Dime lo que ibas a decir y terminemos con esto de una vez-se lo dijo con cierta brusquedad, pero había una parte de la inflexión de su voz que parecía quebrarse. Leeteuk eso lo había notado, pero no dijo nada.

-Siento mucho el daño que causé entre Tiffany y tú…

Taeyeon tuvo ganas de reír y lo hizo, bufando de impaciencia, pero al tropezarse accidentalmente con su mirada; su sonrisa se borró y vio que era sincero.

-Leeteuk…

-Me enamoré de ti-confesó, sin poder sostenerlo más-No quise que esto me sucediera, quise pararlo, pero una vez que comenzó ya no tuvo final…Te veía con Tiffany y realmente pensaba y pienso que hacen una gran pareja; eso de todas formas no significa que no piense en ti a cada instante y que no quiera besarte cuando te veo o te tengo cerca…

Un escalofrío la recorrió completa y la hizo estremecerse.

-Lo de anoche…no pude aguantarme y sé que estuvo mal…de todas maneras, muy en mis pensamientos, se sintió bien y…es como que…tengo sentimientos encontrados. Estaba preparado para tu rechazo, para que me lanzaras una bofetada; no para que me respondieras besándome de vuelta. 

-Estoy enamorada de Tiffany-repitió Taeyeon, con absoluta convicción-La amo.

-Lo sé-musitó Leeteuk, bajando la mirada un segundo y luego subiéndola de nuevo y al instante. Acercó su rostro ligeramente al de ella y acarició su mejilla. Taeyeon le tomó la mano con fuerza para que se apartara y respirando más profundo.

-Ahora sólo tengo una duda…

-Leeteuk…

-Dime que si te beso justo ahora…no sentirás nada.

-Uh…no.

-¿No?

Ya sus labios estaban lo suficientemente cerca, para sólo tocarlos, pero Taeyeon se apartó, sintiendo su corazón latir muy rápido. 

Leeteuk entendió y suspiró, muy triste; sin embargo, le sonrió y ya se iba de ahí, cuando a último segundo Taeyeon le tomó la mano y volteándolo, le besó en los labios, sintiendo un cosquilleo cuando él se apresuró a responderle de forma suave y siguiendo el único compás que marcaría, porque enseguida se separó y lo miró fijamente.

-Te quiero y me gustas, pero a quien amo es a Tiffany. Lo siento.

Aunque le doliera, sonrió y cuando ella hizo lo mismo; fue ahí cuando deseó más que nunca que Michelle se le pareciera inmensamente. 
………………………………………………………

No lo habían hecho sobre la nevera, pero sí que había sido una de las mejores noches en toda su vida. Por supuesto que le había dejado hacer la tarea y los trabajos que le faltaban, pero tal parecía que éste había obtenido un resultado opuesto al imaginado de un Minho cansado e inapetente; a un Minho renovado, potente y como el Conejito de las pilas Energizer; con ganas de hacer el amor una y otra vez. Lo único que lo detenía, era la carencia del don de las mujeres de “volver a la carga” una vez terminado cada “asalto”.

Así pasaron toda la noche abrazándose mientras disfrutaban de las sensaciones que aún permanecían en sus pieles.

Mientras sonreía por cada recuerdo, iba haciendo zapping de cada canal con el control en una mano y con la otra acariciando la cabeza de Nano que estaba acostado a su lado en la cama.

Ese día no tenía trabajo, porque era su día de descanso de la semana y siempre que era así, se quedaba un rato en la cama viendo la televisión y luego se levantaba para ducharse e irse al GYM. En ese momento, no tenía ganas de ir al GYM, porque se sentía cansado y deseaba quedarse un rato más en la cama haciendo más nada que hacer zapping.

Minho se estaba duchando para ir a la oficina, donde ya su adorado jefe Jiyong, le estaba esperando. Le había despertado con una llamada para avisarle que tenían muchísimo trabajo que hacer. Minho, por supuesto, le había puteado hasta el cansancio y luego de colgare, intentó seguir durmiendo, pero como no había podido después de la arrechera, decidió levantarse.

El teléfono sonó en la mesita de noche del lado de Minho y, cuidando de no pisar a Nano con su codo, se arrimó un poco para poder atender la llamada, pensando que sería Jiyong de nuevo para fastidiar a Minho.

-¿Diga?

-Uh, hola, soy Kyungmin.

-¡Doc! ¿Cómo le va?-saludó Rob, comenzando a sonreír.

-Bastante bien, gracias…uhh… ¿Está Minho por ahí?

-Uhmm pues…-miró hacia la puerta del baño para ver si Minho salía, pero no lo hizo. Aún se escuchaba el agua caer en la ducha-Él se está bañando en este momento, pero si quieres dejarle el mensaje… ¿Es sobre lo de…?

-No, no es sobre eso. Es otra cosa, pero… entonces, por favor dile que me mande la dirección de su otra casa, que creo que se le olvidó mencionármelo… 

-¿Qué casa?-preguntó Rob, confundido-¿La que le dieron en herencia a Minho?

-Uhmm…pues no sé si será esa, supongo que sí. Es que me falta la dirección y pues…no sé cómo llegar…

-¿La dirección para qué? 

-¡Para la fiesta! ¡La fiesta de…!

Del otro lado, Kyungmin se detuvo bruscamente y repentinamente pensó que quizá había metido la pata y Minho aún no le había dicho sobre la fiesta de cumpleaños a Minhyuk. 

-¡Kyungmin! ¿Sigues ahí?-lo llamó Rob.

-Ehhh, sí, sí. Aquí estoy…mira, acabo de recordar que tengo que hacer…

-¡Pero espera! ¿De qué fiesta a quién estabas hablando?-insistió Rob.

-Uh… ¿Él no te lo ha dicho?-preguntó Kyungmin, vacilante.

-¿Decirme qué?

-Es una fiesta…a Minhyuk, por su cumpleaños y…bueno, era eso. Supongo que te lo iba a decir después.

-Seguramente-murmuró Rob, sintiéndose perdido-Oye, pero yo te la puedo dar, si quieres…

-Ah bueno, si no es molestia…

-No, no lo es. Déjame tu correo electrónico y puedo enviarte un mapa para que te guíes mejor, porque es medio complicado de explicarlo por aquí…No me vas a entender.

-Claro, ¿Anotas?

-Sí, anoto…

[email protected] 

-Listo. Te lo envío en un ratito ¿Va?

-Vale, gracias y…siento mucho si estropeé que Min

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Comments

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ignacia12 #1
Chapter 111: Me gusto mucho la historia es genial.
yoonalim__ #2
Chapter 6: Sejauh ini blm ada perkembangan
yoonalim__ #3
Chapter 5: Apakah alex undang taeyeon juga
yoonalim__ #4
Chapter 4: Adik tiffany selusin apa
yoonalim__ #5
Chapter 3: Taeyeon lu baru ngeliat tiffany sudah langsung jatuh cinta
yoonalim__ #6
Chapter 2: Tiffany bertabrakan dengan Tae
yoonalim__ #7
Chapter 1: Oke
yoonalim__ #8
Sepertinya menarik
ana2381 #9
Lo he leído más de una vez. Es mi favorito, encabeza la lista.?
lizbsol
#10
Chapter 111: Estupendo, brillante no se que mas decir