Capítulo 92: Verte reír / Sleep

No había hablado mucho en todo ese tiempo desde que salieran de emergencia a Seúl. En ese momento estaban en el avión y demasiada horas que llevaban de vuelo, aún no se presentaba una “señal de vida” por parte de Taeyeon, quien sólo se había sentado en la butaca y tras sus lentes oscuros, fingía que dormía.

Tiffany sabía que sólo necesitaba tiempo para acomodar sus ideas, así que sólo esperaba que le dijera para hablar. Tomó su mano izquierda y la besó ligeramente, notando que poco a poco ella iba cogiéndole la mano hasta finalmente entrelazar sus dedos.

La cabeza de la morena, era ahora algo parecido a la habitación desordenada de un adolescente; con miles de pensamientos por doquier como si de ropa se tratara y totalmente fuera del clóset, regada por todas partes y formando pequeñas montañas. Quizá algo similar a la de Pete Doherty, pero sin la suciedad y el olor a cosas asquerosas y a gato.

Se hallaba todavía en estado de shock, no podía sino pensar en su madre, o mejor dicho, Larissa, porque realmente no lograba asociar la palabra “madre” con aquella mujer que la abandonó estando bebé con su padre. Sentía como si todo fuera ahora parte de un mundo paralelo que estaba viviendo y apenas ahora se percataba de eso.

Jamás lo pensó, nunca, que Larissa muriera era algo que definitivamente no esperaba ni en un futuro cercano ni lejano. En realidad, no pensaba siquiera en que lo hiciera, nunca la pensó como alguien mortal porque ni siquiera deseó pensarla alguna vez. 

Y después de todo… ¿Qué era lo que realmente esperaba de Larissa? La respuesta era obvia, absolutamente nada. Nunca esperó una llamada, menos una carta y cuando ella le había escrito aquel “pésame” por la muerte de su padre, simplemente había hecho como si nunca existió. 

Y su hermano, tenía otro hermano y por más que le daba y le daba a la cabeza para intentar pensar como Larissa había tenido otro, no podía siquiera imaginarlo. Tyler a la final nunca lo conoció, porque había muerto meses después que su padre y ahora, éste nuevo chico que era su hermano, no tenía ni idea de cómo era que se le había ocurrido a Larissa dejárselo en custodia. No sabía de él, no sabía de su existencia y ahora era la tutora de un niño que no conocía y que llevaba su misma sangre. 

-¿Las señoritas desean unas almohadas?-preguntó una aeromoza que se había acercado. 

Taeyeon no se movió ni respondió, había cerrado los ojos tras sus lentes oscuros y seguía con su pequeña actuación de dormir. 

-Uhmm…mi novia está durmiendo, pero démela y yo se la entrego luego-dijo Tiffany, en voz baja.

-Aquí tiene.

-Gracias. 

La aeromoza se alejó de inmediato a seguir ofreciendo almohadas a los demás pasajeros y por detrás de su asiento escuchó a Mike, dar gracias por la almohada que ésta le entregaba. 
Sintió a Tiffany removerse en su asiento y apretar ligeramente su mano. Sabía que estaba pidiendo su atención, pero hizo como que no lo percibió. 

-Tae…cielo, toma una almohada-susurró la pelirroja, acariciando su mejilla con suavidad-Tae…sé que estás des…

-Gracias-musitó Taeyeon, agarrando la almohada y poniéndola entre la ventana y ella para descansar la cabeza. 

Tiffany se acercó un poco y le dio un beso en la mejilla, pero muy cerca de la comisura de sus labios. 

-Estaré esperando por si luego deseas hablar.

Taeyeon hizo un asentimiento casi imperceptible.

-Gracias. 

Se movió un poco y colocando, ahora, la almohada a un lado; recostó su cabeza en el hombro de Tiffany y cerró los ojos. 
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No había pensado encontrárselo tan rápido, sólo quería ir al baño y hacer sus necesidades. Ni siquiera sabía que estuviese despierto.

Ambos se quedaron mirando por un espacio de tiempo indeterminado, pero que se le antojó largo y más cuando él parecía intentar ver a través de él y cuando lo único que traía, era una toalla que cubría sus partes bajas. Parecía un jodido Dios griego, podía ser que estuviera idealizándolo, pero no importaba, así era como lo veía. El cabello mojado y recién afeitado, además de ese perfume que hasta en sus sueños recordaba. 

Vio una pequeña sonrisa en sus labios y a la velocidad de la luz le correspondió.

-Eres madrugador-murmuró, sin saber exactamente por qué decía eso y con qué fin…pensándolo mejor, si tenía un fin. Escuchar su voz. 

-No diría madrugador…debo admitir que no es buen adjetivo para mí-respondió Minho, dudoso. 

“¿Dios griego y maestro besuqueador, te parecen bien?”

-Son las 10:28 de la mañana… ¿A qué hora te levantaste a afeitarte y…ducharte?

Su sonrisa pareció iluminar todo y se apoyó del marco de la puerta. Su toalla osciló un poco y creyó que se la quitaría, pero no fue así y tuvo que obligarse a pensar en otras cosas y alzar la vista. Sus ojos se encontraron con los de él y supo que lo había cachado en sus bajos pensamientos, los más desnudos. En realidad él era quien se sentía desnudo. 
Sintió que Minho se acercó brevemente a él. El espacio entre los dos era un poco reducido. 

-Hace sólo… ¿2, 3 horas…? No sé…Eso no quiere decir que sea madrugador. Suelo levantarme a las 2 de la tarde y eso si he tenido una noche…larga. 

“No pensarás en eso, no pensarás en eso, no pensarás en eso…” 

-¿Y Rob?

-No, él si se levanta más temprano. Él si es madrugador, porque como tiene que…

-No, no…-interrumpió, sonriendo en disculpa-Lo que pregunto es… ¿Dónde está? 

-Ah…pues está vistiéndose, supongo. Nos vamos en un rato a casa y pues…-miró al suelo y luego alzó la vista, riéndose-¡Todo debe estar hecho un desastre allá por Nano!-exclamó, haciendo reír a Minhyuk-Y bueno…supongo que descansaremos hoy. 

-¿Mi hermana y Jong…?

-Aún no despiertan-contestó Minho-Supongo que tendrían una feliz noche de nuevo año.

Sonrió con timidez y notó como a cada segundo era más fuerte el nudo que sentía en su garganta. Tenía tantas cosas para decirle, sentía que estallaría, pero no hallaba la mejor forma de sacar todo eso de su ser. Quizá no había manera y debía simplemente decir lo que quería sin pensarlo mucho.

-Bueno, tengo que…

-¡Espera!-lo agarró del brazo y Minho se detuvo justo enfrente suyo a sólo centímetros de él. La respiración se le hizo escasa.

-Dime.

Cerró los ojos unos pocos segundos y tomó aire con firmeza, dándose ánimo internamente. 

-Minho, yo… quisiera saber…lo que pasó anoche…-balbuceó, queriendo que los latidos de su corazón dejaran de ser tan rápidos y dolorosos-entre nosotros… 

-¡Minho! ¡Ayúdame con esto!-gritó la voz de Rob, desde la habitación de huéspedes. 

-¡Voy!...Minhyuk, luego…

-¡Será rápido! ¡Lo prometo!-suplicó Minhyuk, desesperado y volviendo a agarrarlo por el brazo-Sólo quiero saber… ¿Qué fue lo de…?

-¿Anoche? Un beso-cortó Minho, bajando la voz y previendo que Rob no escuchase. 

-¡Lo sé!-siseó Minhyuk, ansioso-Pero… ¿Por qué? ¿Por qué me…?

-Te besé porque…

-¡Minho! ¡Joder! ¡Esto no cierra!-gritó Rob, con voz de desesperación.

-Minho…

-Mira, Minhyuk…

-Sólo respóndeme…

-No, no, hablamos luego y con más calma ¿Sí? 

No le dio tiempo de responder y rápidamente Minho salió corriendo a la habitación donde estaba Rob. Escuchó su celular sonar por el recibidor y fue a cogerlo antes que dejara de hacerlo. 

-¿Diga?

-¡Feliz Año! ¿Te estoy despertando? 

La voz entusiasta de Kyungmin resonó por el auricular, haciéndole pensar que casi olvidaba que él existía. Se sintió, de algún modo, algo culpable y mal por eso. 

-Feliz año, Kyung. No, no me despiertas-respondió lo más tranquilo que pudo-De hecho ya iba a empezar a alistarme para irme a mi casa.

-Ah ¿Sigues en casa de Jong?

-Sí, nos quedamos todos a dormir aquí…mi hermana, Minho…

-Oye, te llamaba para ver si podríamos salir hoy-le interrumpió Kyung, bruscamente, causando extrañeza en Minhyuk-Quiero decir…si no tienes…nada más qué hacer.

-Estamos a 1ero de Enero… Creo que todo estará cerrado como para salir…

-Es que…verás, unos amigos y yo hemos planeado ir a un lugar donde se hacen días de campo y demás…pasaríamos el día allá; comiendo, echando broma, pasarla bien…todo entre amigos-explicó Kyung, deseoso-Va una prima mía que quiere conocerte. 

-¿Quiere…conocerme?

Del otro lado, Kyung dio gracias porque Minhyuk no lo vio sonrojarse.

-Sí…eso dije… entonces, ¿Irás?

-Kyung, es que…

-Si no te gusta el campo, siempre podemos cambiarlo a algo que te guste más…no sé…uhmm…el muelle, sólo pasear por ahí…

-Me gusta el campo-admitió Minhyuk, sonriendo. 

-¿Eso quiere decir que aceptas?-preguntó Kyung, muy ansioso. 

Por algún motivo, el recuerdo de Minho besándole en la oscuridad y en aquel mismo sillón en el que estaba sentado ahora, le asaltó con fuerza y haciéndole dudar por unos segundos.

No tenía idea de por qué Minho le había besado, pero había encendido de pronto una secreta ilusión en un rincón de su corazón de que quizá, aunque fuera sólo un poquito, él le quisiera. Se sentía encerrado en sí mismo y en una disyuntiva en la que de un lado estaba Minho sonriéndole de esa manera que hacía que se le bajaran los calcetines enseguida y por el otro lado estaba Kyungmin, también sonriéndole bastante más que encantadoramente, con aquellos ojitos que le miraban con ternura.
Aún así, no podía jugar con los sentimientos de Kyungmin, porque él había sido transparente y en todo momento le había dicho que, por ahora, serían amigos, pero que si existía la oportunidad quería ser algo más, y ahora que Minho le había besado…

“¡Joder! Sólo dile que sí”

-No.

-¿No?-preguntó Kyung, confundido.

-¡No!...Quiero decir, no, no te equivocas…Sí quiero ir con ustedes-corrigió Minhyuk, sintiéndose súper estúpido.

-¿Sí? ¿En serio?-la alegría se le estaba haciendo difícil a Kyungmin de ocultarla. 

-Sí, es en serio-confirmó, mirando su reloj.

-Perfecto, entonces tú me dices…

-Yo te digo cuando esté en mi casa y completamente listo-dijo Minhyuk

-Ajá y yo te voy a buscar en una Grand Cherokee roja. Me tienes que pasar la dirección de tu casa por mensaje.

-Claro.

-Bueno…entonces nos vemos más tarde-musitó Kyung, contento-La pasarás genial, te lo prometo. Los chicos y sus novias son muy buena onda, al igual que mi prima. 

-No lo dudo-dijo Minhyuk, sonriente-Nos vemos.

-Chau.

La línea se quedó muda en ese instante, señal de que Kyungmin ya había colgado y se quedó mirando la pantalla, con miles de cosas en las qué pensar. Siempre podía salir con Kyungmin como amigos, quizá saliendo ahora así simplemente, él se daría cuenta que no tenía nada de especial y que era únicamente un chico con muchísimos defectos; entre el que más destacaba era el estar clavado por un chico que ya tenía novio y estaba comprometido. 

“Eres realmente estúpido”

-Lo sé-susurró en voz bajita-Lo sé. 

Cogió su morral para ir al baño y se encerró para ducharse. 
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Según su reloj, ya sólo faltaban 2 horas para llegar a Seúl. Ahora mismo debían estar sobre Roma y harían escala de media hora ahí. La voz de la aeromoza se lo confirmó en ese momento, despertando a un gran número de personas; quienes comenzaron a desperezarse y murmurar cosas. Atrás de su asiento escuchó a Leah quejarse de que Mike le había babeado el hombro al recostar su cabeza en ella. Miró adelante y vio en un espacio entre los muebles, a Seth intentando despertar a Noah. 

Observó a su alrededor y luego a Taeyeon, que seguía durmiendo y con su cabeza apoyada en su hombro, mientras abrazaba la almohada. Le causó mucha ternura verla así, porque era súper adorable su rostro al dormir.

Acarició con su dedo una mejilla y delicadamente rozó sus labios con los de ella, hasta provocarle un estremecimiento y cosquillas.

-Mi amor…escala en Roma-musitó.

Taeyeon respondió con un impulsivo beso en la boca y Tiffany tuvo que inclinar más la cabeza para intensificarlo, dejándose llevar por el calor que emanaba el cuerpo de la morena y que le quitaba de inmediato el frío por el aire acondicionado.

Escucharon un carraspeo y unas tosecitas algo molestas, cuando se separaron y alzaron la mirada, vieron a los chicos observándolas, muy divertidos. 

-Se trataba de despertarla, Tiffany. No de hacer una nueva demostración pública de afecto-dijo Alex, medio en broma medio en serio. 

-Ja ja, tonto. Vamos-contestó Tiffany, con sarcasmo. 

-¡Espera! Que mi bolso ha caído bajo el asiento-dijo Taeyeon, agachándose un poco para ver bajo el mueble y sacando el bolso-¡Listo! 

Taeyeon tomó la mano de Tiffany, saliendo de la cabina del avión y tomando luego la manita de Seth y Tiffany la de Noah por el otro lado. Afuera los pasillos estaban fríos por el intenso aire acondicionado que circulaba por todo el lugar.

Los dos más pequeños iban adormilados, por lo que Tiffany alzó a Noah en brazos y Alex agarró a Seth. 

A pesar de haber pocas personas ese día en el aeropuerto, las que había y que eran la mayoría del mismo vuelo en el que iban; se les quedaban mirando a Taeyeon y a Tiffany, sobre todo a la morena, quien aunque trataba de prestar atención, de pronto sentía ganas de gritarles a todos que dejaran de hacerlo. 
Nunca había sido tan molesto ser el centro de atracción.

-Sam, ten a Noah aquí, por favor-pidió Tiffany, pasándole a su hermanito-Siéntense aquí, yo voy a ir a comprar algo de beber. 

-¿Te acompaño?-preguntó Taeyeon. 

-No, no hace falta. Descansa un poco. 

Tiffany se acercó a un stand pequeño donde había varias personas comprando, mientras Taeyeon y los chicos se sentaron en una mesa.

La morena venía sintiendo desde hacía minutos, que alguien la estaba observando. Era bastante estúpido, considerando que por lo menos la mitad de las personas que estaban ahí, no hacían más que mirarla con curiosidad. Sin embargo, esta sensación era distinta y estaba entre mirar a su alrededor y buscar quien la perturbaba de tal forma o simplemente no hacerlo, por miedo a descubrir que ciertamente, aquella teoría de estar siendo seguidas, no era del todo mentira. 

Colocó la mano en su vientre y lo notó un poco más abultado, volteó a mirar a Tiffany, que ya en ese momento estaba pagando 4 botellas de jugo y se fijó en otro stand más cercano. Lo que más vendían eran revistas y periódicos, además de algunas chucherías y golosinas. 

-Ya vengo.

-¿A dónde vas?-preguntó Leah-¿Te acompaño?

-No, gracias. Estaré aquí mismo. 

Se acercó al puesto de periódicos y se puso a ver cada portada y sus titulares. Los que hablaban de ella, eran en su mayoría, tabloides y revistas de farándula en las que hacían parodias de best sellers con el tema de las fotos. Títulos que iban desde “Crónicas fotográficas de un cachondeo anunciado” hasta “Kim Taeyeon y la Stephanie de Fuego” trataban de mostrar el lado “risorio” de la situación. 

Encontró uno que parecía el único “serio” de todos y mientras sentía más que nunca, que todo el mundo la miraba, tomó el diario en sus manos. 

-¿Lo va a querer?-preguntó la dependienta a Taeyeon.

-Sí, tome-le entregó un billete que sacó al azar de su bolsillo-Quédese con el cambio. 

La mujer se quedó mirando el billete de 20 dólares y luego a Taeyeon, que ya se iba alejando hacia la mesa donde estaban los demás y soltó una risita de confusión, guardando el billete en su propio bolsillo.

Taeyeon se sentó en la mesa con su periódico en la mano y lo volteó para comenzar a verlo desde el final.

-Será estúpido si creía que me iba a tomar el pelo-dijo Tiffany, que llegaba en ese momento con los jugos y colocándolos en la mesa

-¿Qué pasó?-preguntó Samuel.

-¡Quería quedarse con mi cambio el muy idiota!-reclamó Tiffany, molesta-Menos mal que los que estaban a mi alrededor sí vieron que le di un billete de 50 y no de 20, como decía él. El tipo puso la mala cara y sacó mi cambio enseguida. 

-Suele suceder…y más ahora con esto de la crisis-musitó el chico. 

-¡Joder! ¡Quiero llegar a mi casa!-exclamó Mike, dejando caer su cabeza sobre la mesa y apoyando la frente en ella-Estoy cansado.

-Las palabrotas, Mike, déjalas-advirtió Tiffany, con seriedad.

-¿Tú las dices y yo no? Veo una doble mo… ¡Ay, está bien! ¡No las digo más, pero no me pegues! 

-¿Qué lees?-preguntó Leah, mirando por encima del hombro de Taeyeon lo que ella leía-”…y a Park Leeteuk, que según los rumores rompió con su novia de 2 años, se le ha visto más cerca de Kim, que antes” ¿Para qué lees eso?-preguntó.

-Es que… ¡Hey! ¡Tiffany! 

La pelirroja le había arrancado el periódico de las manos y frunciendo el ceño, pasó a la otra página y leyó en voz alta.

-”Persiste la duda de si Kim se hará cargo de su hermano menor, debido a su nulo trato con su hoy, fallecida madre” -¿Por qué lees esto?-preguntó ahora Tiffany, molesta-¿No recuerdas lo que te recomendó…?

-Lo recuerdo perfectamente, pero yo sólo quería leer lo que hablaban sobre Larissa-se defendió Taeyeon.

-Pues por aquí no te informarán nada. Sabes que será Heechul quien te ponga al tanto de todo lo sucedido y tu hermano-repuso Tiffany, seriamente y entregándole la botella de jugo. 

Su hermano. Qué diferente se escuchaba aquello dicho por Tiffany, era nuevamente esa sensación de que el mundo iba al revés o por lo menos no de una forma convencional. Lo poco que había hablado con Heechul, antes de salir de Oslo, era que el chico tenía sólo 3 años y que en aquel momento estaba al cuidado de una institución tutelar de menores en Seúl, mientras ella regresaba y decía si se hacía cargo del niño o si definitivamente lo dejaba con esa institución para que alguien más lo adoptara. 

El tono de su celular comenzó a sonar y metió la mano en el bolso para buscarlo, sólo que parecía que estaba bien escondido, porque no lograba encontrarlo; mientras éste seguía repicando cada vez más. 

-Pregunta: ¿Por qué las mujeres siempre tienen millones de cosas en el bolso?-inquirió Alex, observándola-¿Es que les gusta volverse locas buscando lo que necesitan? 

-Sí, Alex. Nos fascina-contestó Leah, mostrándole el dedo medio. 

-¡Maldición!-protestó Taeyeon, harta de escuchar el tono.

-¿Te ayu…?

No fue necesario. La morena había vaciado el bolso encima de la mesa y el montón de cosas cayeron; entre las que figuraban el brillo labial, el maquillaje, las llaves de su casa, la crema para las manos, el limpiador de manos, unas toallitas desmaquillantes, su iPod, una cámara de video pequeña, un peine y un cepillo, caramelos, chicles, bolígrafos…

-¿Un cepillo de dientes?-preguntó Alex, cogiéndolo para mirarlo.

-¡Qué lindo! ¡Ya el niño aprendió lo que es un cepillo de dientes!-exclamó Leah, sarcásticamente y le arrancó el cepillo de la mano.

-Era Heechul…-dijo Taeyeon, revisando las llamadas perdidas-Voy a llamarlo…

Tiffany se fijó en el sobre blanco que tenía el nombre de Taeyeon en marcador rojo y vio que la morena aún no lo abría. 

-¿Qué es esto?-preguntó, curiosa.

Taeyeon lo miró y frunció el ceño-Uhh… Hola, Heechul…sí, soy yo ¿Quién más?...-Tiffany seguía preguntándole con señas qué era ese sobre y ella sólo se encogió de hombros y siguió hablando con Heechul-No, estamos ahora haciendo escala en Roma…en unas 2 horas, Heechul…sí…estoy cansada, no quiero entrevistas hoy…no…

Tiffany abrió el sobre y sacó el papel, pero estaba distraída viendo y escuchando a Taeyeon lo que hablaba con su manager, que no leyó nada de lo que estaba escrito.

-¿Mañana?...Heechul… ¡Heechul, escúchame!...No, no he escuchado nunca de él… ¿Dónde está mi tío?... Bueno… Heechul, por favor, no quiero a la prensa molestándonos al llegar-pidió, en tono de súplica y haciendo un puchero-Sí, yo sé que es inevitable, ¿Pero no podrías pedirle a Kwang y Leeteuk que vengan a super…?

-¡Dile que llame a Byungchul!-dijo Tiffany

-¿Byungchul? ¿Quién es…?

-Dame eso, yo hablo con Heechul-dijo la pelirroja, arrancándole el celular de las manos y dejando la carta doblada medio metida en el sobre, encima de la mesa-Heechul, hola, soy Tiffany…sí, mira, ¿Tú has oído hablar de Byungchul?...ajá, sí, ese mismo…

-¿Quién es Byungchul?-preguntó Taeyeon, más confundida que nunca.

-Es un ex agente del FBI que ahora tiene su propia agencia de guardaespaldas y que era muy amigo de papá-respondió Sam-Tú lo conociste ya.

-¿Sí? ¿Cuándo?

-Cuando lo de Nichkhun y toda la cosa.

-Ah…creo que ya sé quién es…

-Bueno, dile a él que es de parte mía y que sólo mande a unos dos o tres para que acompañen a Kwang y a Leeteuk…sí…dile que sólo será hasta que lleguemos a casa y que yo ahí le mando el pago con alguno de ellos…exacto, gracias. Sí, nos vemos. Chau-Colgó y le entregó el aparato a Taeyeon.

-¿Para qué necesitamos más guardaespaldas?-preguntó Taeyeon-Con Kwang y Leeteuk es suficiente.

-Es para prevenir lo que pasó el otro día cuando un tipo te golpeó. Mientras más que te cuiden, mejor. 

-¿Entonces todo eso es por mí?

“Los pasajeros del vuelo hacia Seúl, Corea del Sur, favor abordar”

Tiffany se inclinó por encima de la mesa y dándole un tenue beso en los labios, sonrió.

-Por ti, por los chicos y por Michelle-susurró, posando una mano en su vientre y acariciando brevemente. 

-Bueno, bueno, dejen la amapuchadera y el manoseo, que si no nos apuramos, perdemos el vuelo-dijo Alex, agarrando fuertemente en brazos a Seth; quien pareció despertarse un segundo y miró a su alrededor entre dormido y despierto. 

-¿Mamá?-preguntó, amodorrado.

-Aquí estamos, cielo-musitó Tiffany, acariciándole el cabello mientras el chico volvía a recostar su cabeza en el hombro de Alex. 

Taeyeon terminó de volver a guardar sus cosas en el bolso con rapidez y lo cerró, colocándoselo en el hombro. 

-Ahora sí, vamos. 
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Una vez que había salido del baño, ya Jong y Ahyeon se habían levantado y al ir hacia la cocina; encontró a Minho y a Rob terminando de comer.

Pasó como si nada y abrió la nevera para ver lo que había, sintiendo la mirada de Minho en la parte de atrás de su cabeza. Volteó y ambos se reencontraron en ella, pero cuando Ahyeon entró y habló, apartó la mirada casi al instante. 

-¿Qué comen?-preguntó ella, viendo el plato-¿Estás comiendo cereal con leche? 

-De soya-completó Minho, bebiéndose la leche del plato y levantándose. 

-No sé por qué a veces me parece que nos echas en cara que eres un puto vegetariano…es como si lo presumieras-repuso Ahyeon, con evidente fastidio y quitándole de la mano a su hermano un pedazo de queso para comérselo-¿Qué tiene de interesante comer plantas y flores?

-Que no comes algo que ya tuvo alguna vez un rostro y no es por presumir, Ahyeon, pero los vegetarianos somos mejores amantes. 

-Ay, por favor…

-Yo opino…

-Tú no opines, Rob-interrumpió Ahyeon, de inmediato-Tú eres el novio enamorado de este individuo y dirás cualquier cosa para avalar lo que diga. Aunque sean patrañas. Vegetarianos mejores amantes… ¡JA! 

-Puedo demostrártelo, Ahyeon…-propuso Minho, con una sonrisita. ¡Ayy, que era broma!-protestó cuando Rob le dio un codazo

-Y menos mal, porque no estaría contigo ni aunque fueras el último hombre sobre la tierra-repuso Ahyeon, sacándole la lengua.

-Y yo no estaría contigo ni que fueras la última mujer-contraatacó Minho, burlón-Minhyuk está más bueno que tú-el mencionado escupió el jugo de naranja en la cara de Rob, por la impresión-Y eso que son hermanos, pero no se parecen en nada. 

Ahyeon salió de la cocina, riéndose a carcajadas, mientras que Minhyuk le pasaba una servilleta a Rob para que se secara.

-¿Qué pasó?-preguntó Minho.

-Nada, que Minhyuk me escupió el jugo en la cara-respondió Rob.

-Lo siento, en serio. Fue sin querer-se disculpó Minhyuk, consternado y avergonzado.

-No te preocupes, a cualquiera le puede suceder-dijo Rob, secándose el rostro-pero la próxima vez, apunta hacia otro lado.

-¿Y por qué le escupiste?-preguntó Minho, confundido.

Minhyuk negó y apartó la mirada.

-Por nada importante

-Minho, deberíamos irnos. Nano debe haber hecho un desastre en el apartamento, que ni me quiero imaginar-dijo Rob, saliendo de la cocina después de lavar su plato-Iré a buscar nuestros bolsos. 

Viendo que ya se estaba por ir detrás de él, agarró por el brazo a Minho y lo detuvo antes que se fuera. 

-No me has respondido-dijo Minhyuk, en voz baja. 

-¿El qué?-preguntó Minho, buscando tiempo.

-¡Ya sabes sobre qué!-replicó, ahora sí desesperándose y angustiado-Sólo quiero saber…

-¡Shhh! No hables tan alto-reclamó Minho, acercándose a él y tapándole la boca con la mano.

-Sólo quiero que me contestes por qué me besaste-exigió saber, apartando su mano y pidiendo mentalmente que los nervios no lo traicionaran-¿Por qué lo hiciste? 

-Mira, realmente yo…

-Estoy listo, Minho. Vámonos.

Rob llegó en aquel momento y llevaba su bolso a cuestas al igual que el de Minho, dándoselo rápidamente. 

-¿Y Jong?-preguntó Minho, mirando hacia el pasillo. 

-Al parecer le ha dado unos repentinos dolores de estómago y está en el baño de emergencia. 

-Iré a despedirme. 

-¡No!-lo detuvo Rob-Será mejor que ni entres. Es terrible, te lo aseguro. Mejor vámonos, ya yo les dije de todas formas. 

-Uh…bueno.

-Chau, Minhyuk-se despidió Rob, con una sonrisa y yendo hacia la puerta para salir.

-Chau.

Minho se quedó rezagado unos segundos, esperando que Rob se distrajera al salir por la puerta y cuando lo consiguió, agarró por el brazo a Minhyuk para llamar su atención.

-Hablaremos luego ¿Vale? Con Rob todo el tiempo cerca…

-Entiendo.

-Si quieres, puedo llamarte más tarde a tu casa y…

-No, estaré…ocupado-cortó Minhyuk, arrepintiéndose justo en ese momento de haber aceptado salir con Kyungmin. Minho lo observó por varios segundos, indagando en su mirada a ver si era una excusa para no verle, pero pronto notó que no mentía.

-¿Qué harás? ¿Vas a salir?

-Uhh…

-¡Minho! ¿Qué pasa?-preguntó Rob, entrando un segundo para verlo. 

-Ya voy. Minhyuk me estaba diciendo algo.

-Vale, pero apúrate. 

Rob volvió a salir y Minho miró otra vez a Minhyuk, muy fijamente y con una sonrisita. Tomó su rostro entre sus manos y le acarició una mejilla, suavemente, para luego arreglarle el cuello del sweater y hacer como que le quitaba el polvo de los hombros. 

-Voy a…

-Déjalo así. Nos estamos viendo.

Le dio unas palmaditas en las mejillas y salió del apartamento, dejando a un Minhyuk, aún perdido en la sensación que quedó en sus mejillas de la caricia de Minho.

Su bolsillo vibró en señal de que había llegado un mensaje de texto y supuso que sería Kyungmin. Lo leyó y acertó, escribiéndole una respuesta. 

“Salgo a mi casa en un par de minutos. Cuando llegue y esté listo, te llamo” 
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Salieron del avión y sin previo aviso, les rodearon unos tres hombres