Capítulo 67: Histeria

-¿Positivo?... ¡¿Positivo?!

-¡Shhh! Baja la voz, Tiffany, por favor…

-¡Pero tienes que expli…!

Taeyeon se acercó bruscamente a ella y le tapó la boca con la mano, a la vez que miró con miedo hacia la cama donde estaba Jiyong y esperó que dejara de moverse hasta que finalmente siguió dormido.
La morena observó de nuevo a Tiffany y se acercó a su oído para poder hablarle en voz baja.

-Salgamos afuera y hablaremos mejor.

Tiffany asintió y una vez que Taeyeon le quitó la mano de la boca, la tomó de la mano y se la llevó afuera de la habitación hacia la suya propia. Estando ahí, se encerraron y Tiffany se colocó de brazos cruzados esperando una explicación, pero Taeyeon se acercó y la abrazó por la cintura.

-Tae… ¿Positivo? ¿Por qué no me lo dijiste?-preguntó Tiffany, sintiéndose llena de confusión.

-Te lo acabo de decir-murmuró Taeyeon, comenzando a besarla por el cuello.

-Pero…

Taeyeon repentinamente dejó de atacar su cuello para volverse contra sus labios y cuando Tiffany le respondió, comenzó a empujarla lentamente hacia la cama hasta que la tuvo debajo de su cuerpo, enterrando sus manos entre su cabello y adorando cada gemido que ella soltaba.
Iba a desabrocharle ya la correa de los jeans, pero Tiffany pareció tener un instante de cordura y la detuvo de inmediato, la besó un poco más, pero finalmente se apartó y Taeyeon entendió que tenían que hablar, así que se levantó y se sentó en la cama.

-Tae, lo siento, pero tienes qué decirme todo… ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué?...Esto es…

-¿Cómo? Igual que tú, las pruebas de sangre. ¿Cuándo? En el mismo instante que nos dieron la respuesta de tus pruebas. ¿Por qué?-soltó una risita y miró a Tiffany como si fuera lo más obvio del mundo-Ni modo que me quedara de brazos cruzados, tenía que hacer algo y por eso pensé que quizá si yo me hiciera la prueba y ver qué salía…no tenía nada que perder y, si no hubiera salido lo esperado, pues ya había hablado con Myungsoo para que comenzara a buscarme médulas por varios países, donde fuera…en la Patagonia, En Mozambique, Burkina Faso, Eslovenia…cualquier lugar, porque tenía que haber aunque sea una sola compatible con Jiyong. Y a ese Por qué le agregaría…

-¿Qué?-preguntó Tiffany, sonriendo.

-Que te amo. Demasiado…Quiero que Jiyong viva y tú seas feliz, quiero que él viva y sea feliz…con alguien que lo quiera de verdad, porque se lo merece…

-Te amo.

-Besa al amor de tu vida que se está derritiendo en este…

La última palabra murió en la boca de Tiffany, que enseguida la besó, sacándole un jadeo y un gemido ahogado. Taeyeon se dejó recostar en la cama, mientras la pelirroja se sentía morir y nacer con cada roce de sus manos en su espalda, su cintura…

-¡Ya va, Tiffany…detente, detente…!

-¿Qué pasa? ¿Te lasti…?

-No, es que…-se levantó un poco y mirando a la pelirroja con temor, farfulló-Tiffany, prométeme por el amor de Dios que no le dirás nada a Jiyong de esto. No le digas que le donaré mi médula, él no debe saberlo…por favor.

Tiffany la miró como si de pronto se hubiera vuelto loca y se levantó de la cama, muy confundida. 

-¿Por qué? No entiendo, él más que nadie merece saberlo, él…

-Es que…Tiffany, podemos decirle que Myungsoo consiguió una médula en…cualquier país que se nos ocurra y que es de una persona cualquiera, una persona que no conocemos. Esto es…por su propio bien, Fany. Yo…

-Tae…-la pelirroja se acercó y se arrodilló enfrente de ella para mirarla mejor-Explícame mejor y más calmada. 

-Tiffany…se trata que si él llegara a saber que yo le estoy donando mi médula, entonces no va a querer hacerse el trasplante, va a rechazar que yo se la done…

-¡¿Por qué?! ¡No entien…!

-¡Porque te besó! ¡Entonces se sentirá culpable, sentirá que me debe algo y yo no quiero eso, no quiero que él piense que es que lo hago por caridad, o porque me da lástima…!

-¿Es por caridad? ¿Te da lástima?

-¡NO!-chilló Taeyeon, apabullada y levantándose de la cama de golpe-¡Por supuesto que no! ¡Lo hago porque…porque no quiero que se muera, no quiero que sufra! ¡Además que él es tu amigo y si llegara a morir, tú te sentirías mal y yo no quiero eso! 

-Taeyeon, cálmate, por favor…

-Sólo prométeme que no le dirás, Tiffany, por favor…es lo único que te pido. Él a veces me mira y es como si le diera vergüenza hacerlo, siento que le da pena haberte besado y que yo no lo trate mal por eso, piensa que debería haberme enojado con él…

-¿Cómo lo sabes?

-Porque lo veo en sus ojos-respondió Taeyeon, simplemente-Él es de este tipo de personas que es como un libro abierto y que se lee fácilmente. No quiero que se sienta culpable por algo que ya pasó y que luego, si sabe que yo soy su donante, quiera rechazar la médula por algún tipo de…deuda conmigo que su mente pueda crear-explicó.

Tiffany suspiró, pensativa y mientras tomaba las manos de Taeyeon entre las suyas y acariciaba sus dedos con sus labios distraídamente. 

-Sabes que la prensa puede enterarse de esto y publicarlo, estás a días de comenzar tu tour. Esto solamente hará que si se enteran, comiencen a especular si lo harás o no y sobretodo, Jiyong se enterará…

-La prensa no tiene porqué enterarse-interrumpió Taeyeon-Por eso hablé antes con Myungsoo y me dijo que él mantendría eso en el más absoluto secreto…las únicas personas que quizá pueden saber de qué se trata la prueba, son los que hicieron los análisis y Myungsoo les advirtió lo que les pasaría en caso de que eso saliera a la luz…

-¿Y el tour? Tae, la operación de Jiyong tiene que ser lo más pronto posible y si tú eres la donante…

-También hablé de eso con Myungsoo y me dijo que no hay riesgo alguno, Fany. Quizá el único sería que yo fuera alérgica a la anestesia.

-¿Y lo eres?-preguntó Tiffany, con ansiedad.

-No sé…no creo…-dijo, pensativa-Lo que sea, el caso es que la persona que dona, en este caso yo, quizá por donde extraigan la médula se sienta entumecida y con dolor por unos días, pero que muchas personas regresan a sus rutinas en 2 ó 3 días, a otras les lleva de 3 a 4 semanas recuperarse completamente. Eso quiere decir que sí voy a estar bien para el tour y en caso de que me duela algo, pues supongo que Myungsoo me recetará algo para eso.

-¿Qué le dirás a Heechul?

-¿Qué le importa a Heechul? No tiene por qué enterarse y si lo hace, pues no me importa, no es de su incumbencia.

-Tendremos que mantener a Jiyong apartado de los periódicos, las noticias, la televisión… ¿Y si él preguntara dónde te encuentras tú cuando vaya a ser la operación?

-No tiene por qué preguntar por mí. En todo caso, si lo hace, le dirás que el tour se adelantó o tal vez que he estado muy ocupada, no sé…cualquier cosa, Fany, tú inventas. Eres muy inteligente.

Tiffany sonrió y sentándose de nuevo en la cama, se inclinó para besarla. Poco a poco fue recostándola y mientras, le acariciaba despacio y muy lentamente las piernas. Se separó unos centímetros y Taeyeon se mantuvo con los ojos cerrados, sintiendo la respiración caliente de Tiffany cerca de su boca.

-No sé qué hice para merecerte…-musitó Tiffany, recorriendo con sus labios la línea de su mentón-Pero lo que sea que haya hecho, qué bueno que fue así. Gracias por existir.

Adoraba cada sensación que Tiffany le transmitía a través de sus delicados roces, de sus besos, sus caricias y su forma de mirar…esa que tanto la ponía en 3 y 2, que la arrodillaba, la enredaba y la volvía loca. La amaba tanto que ya era redundar, repetirse una y mil veces. 

Había instantes que pensaba que la conocía de antes, que se conocían de muchísimo antes, que quizá el suceso en el aeropuerto no era más que un encuentro poco natural de dos amantes de la eternidad, dos seres que se reencuentran una y otra vez para amarse siempre, así se sentía ella en brazos de Tiffany. Caer rendida a su lado y temblando de placer era lo más increíble que podía existir y cerrar los ojos percibiendo su aroma a través del ambiente impregnado de todo su cuerpo…Encendía por completo sus sentidos.
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-¡STEPHANIEEEEEEEEEEEEE! 

Una palabrota que no se entendió, quiso levantarse de un salto pero se enredó con las sábanas y antes que pudiera sostenerse de cualquier cosa, perdió el equilibrio, dio un grito y cayó estrepitosamente al suelo. 

-¿Tiffany?-preguntó Taeyeon, con la voz amodorrada e intentando levantarse para verla luego en el suelo-Tiffany… ¿Qué haces…ahí? Vuelve a la cama ahora y abrázame.

Tiffany quiso reírse mientras se levantaba, pero sólo logró que le doliera el trasero y gimiera. 

-Stephanieeeeee...

Logró finalmente desenredarse y acercándose a Taeyeon que estaba boca abajo, con los ojos cerrados y con la mano extendida, le dio un beso en la mejilla y acarició su cabello.

-¡STEPHANIEEEEEE, MALDICIÓNNNN!

Era Jiyong. Seguramente había despertado y descubierto que le estaban poniendo la quimioterapia. 

-Ya vengo, Tae-susurró dulcemente en su oído. La respuesta de Taeyeon fue un ronquido. Tiffany sonrió divertida, la morena se había quedado dormida.

Una vez que estuvo presentable, salió de la habitación y se dirigió a la de Jiyong. El chico estaba intentando levantarse y quitarse el catéter, pero era detenido por Alex y Samuel que habían acudido en su ayuda al escuchar sus gritos. Entró y cerró la puerta.

-¡Tiffany! ¡Por fin llegas!-exclamó Sam, aliviado.

-¿Qué sucede, Jil?-preguntó Tiffany, armándose de paciencia.

-¡¿Qué sucede?! ¡¿Y todavía lo preguntas?! ¡Te dije que no quería seguir con la quimioterapia!-protestó Jiyong, cabreado. 

-Lo siento, Ji, pero es por tu propio bien. Es necesario para…

-¡¿Para qué?! ¡¿De qué sirve?! ¡Esto es una pérdida de tiempo!

-¡No es una pérdida de tiempo, porque te han…!

Lo que iba a decir quedó interrumpido por el golpeteo insistente en la puerta. El enojo que momentáneamente había sentido por Jiyong se desvaneció y abrió la puerta dejando ver a la nana María.

-Niña Tiffany, abajo está una chica llamada Bae Mina que dice que usted la estaba esperando, ¿Le digo que suba o que espere?-preguntó María.

-¡Ugh! Lo olvidé…-murmuró Tiffany, dándose un golpe en la frente con la mano. Miró a Jiyong, notando que seguía molesto y se había acostado de nuevo en la cama completamente enfurruñado-Dile a Mina que espere unos minutos, que ya bajo y dale algo de beber-La nana asintió y se fue-Alex, Sam, salgan un momento, por favor. Necesito hablar con Jiyong a solas.

Sus hermanos salieron sin decir ni una palabra y Tiffany se acercó a su amigo, intentó tomarle la mano, pero él la apartó de inmediato mientras sentía cada vez más y más rabia, haciendo que sus ojos se llenaran de lágrimas por el esfuerzo que hacía por no ponerse a gritar de nuevo.

-Ji, hay algo que había querido decirte, pero no había tenido tiempo y…bueno, el caso es que la chica que está abajo, Mina, en realidad vino a verte a ti.

Jiyong frunció ligeramente el ceño.

-Yo no conozco a ninguna Mina-espetó él, casi como un gruñido y sin mirarla.

-Si la conoces…-soltó Tiffany. Jiyong volteó rápidamente-Mina es la chica que te salvó de ser atropellado…

-No recuerdo, no quiero verla-dijo de inmediato y cruzándose de brazos.

-Ji, por favor, no te comportes así. Ella ha estado muy preocupada por ti y…

-¡Pues no tiene por qué estarlo! ¡No es como si fuera familia mía o como si me conociera! 

-Ella te salvó, arriesgó su vida y se fracturó un brazo apartándote del camino…

-Pues no lo hubiera hecho y estaría perfectamente bien-repuso con fiereza-No veo que me haya salvado en absolutamente nada, sigo estando cerca de la muerte, no veo la diferencia. 

-Estás siendo un cretino. Ni siquiera has hablado con ella la primera vez.

-¡Bingo! ¿Por qué habría de hablar con ella ahora? ¿Debo decirle lo agradecido que estoy de hacerme más lenta la agonía? Esto es lo más estú... 

No continuó, porque una bofetada por parte de Tiffany le volteó la cara. Jiyong la miró con gesto ofendido, pero no dijo ni hizo nada, simplemente miró hacia otro lado.

Tiffany sentía que no podía decirle aún lo del trasplante de médula, primero quería hablar con Taeyeon y Myungsoo para saber cuándo sería la fecha y poder preparar a Jiyong, así que se calló la noticia.
Se levantó y quiso salir de la habitación para ir a hablar con Mina y darle la excusa de que su amigo se sentía muy mal y que estaba todavía dormido, pero la voz ronca de Jiyong la detuvo.

-Lo siento. Dile a la chica que venga. Prometo no portarme como un patán con ella.

-Si no tienes ganas, es mejor que no…

-¡Joder! ¡Querías que la viera! ¿No? ¡Dile que suba!

Tiffany asintió lentamente y salió por la puerta. Esperaba que de verdad no se portara mal con Mina. 
En el recibidor, la chica estaba sentada en el mueble mientras bebía un jugo y revisaba sus mensajes en su celular y ella al notar que bajaba por las escaleras, se levantó de inmediato y guardó el aparato en su bolso.

-Hola, Mina. ¿Cómo estás?-saludó Tiffany, sonriendo y dándole un beso en la mejilla.

-Bien ¿Y tú? Disculpa la tardanza, es que el trabajo se alargó y no podía irme sin…

-No te preocupes por eso. En todo caso discúlpame a mí por hacerte esperar.

-No hay problema.

-Entonces… ¿Quieres subir a ver a Jiyong?-preguntó Tiffany, señalando hacia las escaleras

-¡¿Ya?! ¡¿Tan rápido?!-chilló Mina, nerviosa y con la voz más aguda de lo que pretendía. 

-¡Claro! Anda, vamos…

Caminó hacia las escaleras, pero pronto se dio cuenta que Mina no la seguía, se había quedado casi clavada en el suelo y con una expresión de ansiedad en su rostro.

-¿Estás segura que no le importa a él? Quiero decir…a lo mejor se siente muy mal y si es así, no me importará esperar hasta otro día…

Tiffany sonrió tranquilizadora y acercándose a ella, la tomó de la mano para que subieran juntas las escaleras. 

-Si has venido hasta acá para conocerlo, no te vas a ir sin eso. Así que tranquila. Él despertó hace un rato, así que puede ser que lo veas medio adormilado.

Antes de entrar, Tiffany tocó la puerta para poner en sobre aviso Jiyong e inmediatamente después que escuchó un débil “Adelante”, ambas entraron y ahí fue cuando sintió que la mano que sostenía de Mina estaba sudada. Estaba realmente nerviosa, así que le guiñó un ojo para que se calmara. Ella le sonrió. 

Jiyong vio por primera vez a la chica y le pareció conocida, pero eso ya era obvio si la había visto antes cuando el accidente, aunque no lo recordaba. La miró a los ojos fijamente y notó que se había puesto por alguna razón muy nerviosa y un adorable rubor le cubrió las mejillas. 
Queriendo demostrarle a Tiffany que no se portaría mal con la chica, le sonrió levemente y la castaña le respondió de inmediato con una sonrisa tímida.

-Ji, te presento a Bae Mina. Mina, él es Kang Jiyong-dijo Tiffany, señalándolos a ambos.

-Un placer conocerte, Mina-saludó Jiyong, acomodándose un poco en la cama y estirando la mano para que ella la tomara.

-Mucho gusto-respondió Mina, tomando su mano y rogando que él no notara que le sudaban las manos horriblemente. Por suerte, Jiyong pareció no darse cuenta. 

-Bueno…yo los dejo solos para que hablen y se conozcan. Con permiso-dijo Tiffany, sonriéndoles a ambos y antes de salir por la puerta, le lanzó una mirada de advertencia a su amigo para que no cometiera una estupidez delante de ella. 

Mina se mantuvo de pie frente a la cama sin saber qué hacer o qué decir, se sentía realmente estúpida y de pronto le parecía que todo lo que había ensayado para decirle o de los posibles temas de conversación que podía haber sacado, ninguno servía porque se le habían olvidado todos por completo. 
Se sentía muy tonta con solo mirar sus ojos marrones llenos de cansancio, pero igualmente muy cálidos. Él le volvió a sonreír y señaló la silla que estaba detrás de ella.

-Puedes sentarte, si quieres-dijo Jiyong, alzando las cejas.

-Oh…um…vale, gracias-balbuceó Mina, acercando torpemente la silla un poco, pero no tanto a la cama.

Jiyong notó su apuro y soltó una risita, alzando una ceja al ver como se sentaba muy derechita en su asiento. 

-Oye, sabes que te puedes acercar. Prometo no morderte.

-¿Eso quiere decir que has mordido antes?

“Ohmierdajodermierda ¡¿De dónde jodidos me salió decir eso?! ¡Alguien máteme antes que él me mate a mí!”-pensó Mina, desesperadamente.

Jiyong rió suavemente y divertido por lo que la chica había dicho, suspiró y haciendo un leve puchero, sonrió pícaramente.

-Umm…no sé, ¿Tú crees que yo muerda?-preguntó.

“Dios, por favor, que deje de sonreír de esa manera…me lo como completamente con fresas y todo”

-Depende de lo que definas como morder-respondió rápidamente y sin pensarlo mucho.

-Y dependiendo de esa definición tú dirás si yo he mordido antes ¿No?

-Exacto.

-Perfecto. ¿Has leído Twilight de Stephenie Meyer?-preguntó Jiyong, acomodándose mejor.

-¡Sí, por supuesto!-exclamó Mina, más entusiasmada de lo que pretendía parecer.

-¿Sabes Edward? Pues yo muerdo más o menos como él.

“Ya lo creo que sí…Dios…quisiera ser tu Bella para tener a tu… ¿Qué dijo? Ah sí…”

-¿Y a cuántas has mordido?-preguntó Mina, interesada.

-Sinceramente, ninguna. Te digo que soy como Edward. Estoy esperando a mi Bella.

Casi se le había olvidado respirar y estaba empezando a pensar que el poder de sugestión era tan alto que ya comenzaba a ver a Jiyong más lindo que Robert Pattinson. Sus ojos eran tan irritantemente profundos y eso la hacía pensar y no pensar en nada, se sentía extrañamente sin palabras esa vez.
Jiyong por su parte, estaba comenzando a tener leves recuerdos de su primer accidentado encuentro con aquella chica. Le había dicho algo, pero no recordaba el qué. Intentó sentarse, pero un dolor en los huesos le hizo recostarse de nuevo, cerrar los ojos y reprimir el grito que deseaba soltar con todas sus fuerzas. Un ardor y grandes punzadas en las manos y en los pies le hicieron retorcerse violentamente por varios minutos, mientras desesperado deseaba con todas sus fuerzas aliviar la sensación de hormigueo y que las piernas le pesaban más de lo debido, volviéndose incontrolables. Percibió un leve calor en su frente, en sus mejillas y luego en sus manos, abrió los ojos un poco y descubrió que Mina se había acercado finalmente a él y ahora le tomaba de las manos, mientras veía su rostro preocupado y sus labios moverse mientras le decía algo, pero no pudo escuchar nada de lo que dijo.

Quería decir algo, lo que fuera, pero cuando lo hacía era como si no dijera nada porque no se escuchaba a sí mismo.

Cerró los ojos nuevamente y después de unos segundos, respirando agitadamente, notó como el dolor comenzaba a disminuir poco a poco hasta no sentirse más.

Abrió los ojos nuevamente y esa vez Mina no estaba sola, Tiffany estaba con ella mientras le ponía una compresa fría en la frente. Sonrió débilmente.

-Lo siento-musitó Jiyong, sintiéndose repentinamente muy cansado y mareado.

-No te preocupes, Ji. Descansa-dijo Tiffany, acariciando su mejilla.

-Te quiero…perdóname…no lo volveré a hacer…yo podría mentirte, pero no puedo…no puedonopuedo…no puedo…

Tiffany tomó su temperatura y sintió lo caliente que estaba, tenía fiebre altísima según el termómetro. Lo miró y vio que deliraba, porque decía una y otra vez cosas sin sentido.

Finalmente, poco a poco se fue calmando y se quedó dormido. Mina estuvo todo el tiempo secando su frente con la toalla y de vez en c