Han pasado 45 minutos desde que tae se ha ido con su papa, mi casa no está tan lejos de la de ella, pero tengo miedo de que se hayan encontrado a mi padre y se haya armado alguna pelea, no me imagino que desastre se armaría y me temo por ellos dos, sé que ambos se saben defender, pero estamos hablando de mi padre, alguien que se convierte en una fiera con tan solo probar una gota de cerveza. Trato de levantarme del sofá para alcanzar mi teléfono que está en la mesa de la cocina, pero he de decir que me duele demasiado el cuerpo. No sé cómo le he hecho pero estoy de pie y rumbo a la mesa, al momento que quiero entrar a mis mensajes, escucho que se abre la puerta y veo entrar los veo entrar sanos y salvos.

-¿Tiff  qué demonios haces de pie?- dijo tae soltando unas bolsas que cargaba y llevándome nuevamente al sillón.

-Nada, solo quería mi celular que dejaste en la cocina- dije volviéndome a sentar en el sillón y sintiendo como cada musculo y hueso de mi cuerpo duele.

-¿Para qué quisieras tú celular?- dijo volviendo a poner sus piernas como almohada.

-Porque ya se estaban tardando y pensé que se habían encontrado con mi padre- dije tomando su mano y colocándola en mi frente, tae enseguida me empezó a acariciar, amo eso.

--No, estuvo tranquilo, no hubo seña del maldito- dijo con furia en su voz.

-Tu vocabulario TaeYeon- dijo Sergio desde el otro sillón.

-Pero papa es un maldito, tú lo sabes- dijo  aun furiosa.

-Sí, pero no me gusta que te expreses así, no es de una adolecente- dijo Sergio en tono de regaño.

-Bueno… Tiff  tranquila, no hubo señas de ese “señor”- dijo mirando a su padre para confirmar, él solo sonrío y asintió con la cabeza y volvía su mirada al televisor.

-Bueno Tiff, antes de que mi padre me interrumpiera, te decía que estuvo bien, solo que pasamos a comprar unas cosas a la tienda y mi señor padre no decía entre pan integral o blanco- dijo riendo y tirando una mirada matadora a Sergio pero él ni siquiera alzo la mirada.

-No hay problema, solo quería saber si estaban bien, en especial tu- dije sonriendo y mirando fijamente esos hermosos ojos cafés que tanto amo.

-Bueno chicas, creo que estoy de más, TaeYeon  avísame cuando regreses del mundo de Tiffany  para que baje a cenar, ya que no creo que a ella le guste como cocino- escuche decir a Sergio más simplemente no podía dejar de ver a tae  y creo que ella tampoco.

-Lo que digas papá- dijo  mientras me seguía viendo y acariciando.

SERGIO Kim…

Yo sé que Tiffany  es gay y sé que TaeYeon  siente algo más que una simple amistad, si al principio fue un poco difícil de aceptar y de entender, sé que pronto habrá algo entre ellas si es que no lo hay ya, ver cómo actúan, como se llevan y hasta como pelean, sería un tonto en negar que a mi hija le gusta su amiga, y bueno hablamos de Tiffany, ella es una chica dulce, inocente, amable, atenta y se ve que quiere a mi hija bien, así que lo único que me queda es apoyarlas a ambas y esperar que sean felices, ya sea juntas o separadas pero felices ya que las dos han sufrido, TaeYeon con la pérdida de su mamá y Tiffany soportando a ese hombre. Me encierro en mi habitación, resignado que hoy no cenare ya que creo que esas dos, no se despegaran nunca y no quiero ser inoportuno y bajar en algún momento clave para ellas.

TaeYeon…

Estoy completamente perdida en la mirada de Tiffany, ella me sonríe y sé que se pierde igual que yo, no me doy cuenta y la sigo acariciando con dulzura, estamos en un silencio cómodo, y solo reaccionamos porque alguien toca la puerta. Tiffany  se ha alterado un poco, creo que tiene miedo de que sea su padre, pero espero que por su bien no se le ocurra poner un pie cerca de esta casa ya que no dudare en usar el bate que está detrás de las escaleras o romperle algo en la cabeza.

-Iré a abrir- dije mientras trataba de pararme sin lastimarla.

-No, ¿Qué tal si es él?- dijo  tomando mi mano antes de que me pudiera alejar del sillón.

-Tiff, tranquila, solo voy a abrir mi puerta, no voy a hacer nada arriesgado- dije ya que comprendo sus nervios, pero trato de calmarla, ya que si las dos entramos en pánico no será muy útil.

-Pero tae…- dijo tratando de levantarse pero la volví a acostar.

-Hey tranquila nena, solo veré quien es, aparte si fuera el ya habría derribado la puerta de tanto que lo hemos hecho esperar- dije sonriéndole y besando su frente.

-Bueno en eso tienes razón- dijo volviéndose acostar y relajándose un poco.

Me pare del sillón y me dirigí a la puerta, puede sentir la mirada de Tiff en mí, eso hizo que me pusiera un poco más nerviosa, creo que debí llamar a mi padre, pero vamos TaeYeon  no exageres, el punto es tranquilizar a Tiff, no darle motivos para que se ponga peor. Termino de abrir la puerta y veo a Suzy, una chica del instituto, una chica agradable, y de muy buen sentido del humor, pero creo que quiere con Tiffany, por eso no es de mi total agrado.

-Hola Suzy- dije con un tono falso de amabilidad.

-Hola TaeYeon, perdón por venir, pero me entere que Tiffany  había tenido un pequeño accidente e imagine que estaba contigo- dijo felizmente, simplemente no soporto su sonrisa.

-Sí, aquí está, pasa, está en la sala recostada- dije mostrándole el camino y con ganas de estrellarle la puerta en su cara junto con ese traste que trae en las manos.

-Hola Tiffany- dijo felizmente acercándose a ella.

Tiffany…

-Hola Tiffany- escucho decir a uno voz familiar, volteo y es Suzy, esa chica anda detrás de mí como desde hace una semana, siempre me quiere acompañar a todos lados, es muy atenta y amable conmigo, pero simplemente no quiero nada con ella, solo tengo ojos para TaeYeon  en estos momento y siempre será así.

-Hola Suzy… ¿qué haces por aquí?- dije regalándole una sonrisa de amabilidad.

-Nada solo que fui al hospital por unos chequeos de mi padre y conozco a una enfermera que me dijo que estuviste en el hospital… ¿qué te ha pasado?- dijo acercándose a mí y tratando de ocupar el lugar que tenía TaeYeon  antes de pararse, pero yo como pude me senté en el sillón y sonreí.

-Nada, solo un pequeño incidente en el jardín trasero de mi casa, nada grave- dije soltando una pequeña carcajada ya que bueno, accidente se le puede llamar al exceso de alcohol en el cuerpo.

-Ya veo…. ¿cómo te sientes?- dijo acercándose un poco más, pero TaeYeon  empezó a ser ruidos con la garganta haciendo entender que está en la habitación, y por su expresión creo que no le agrada en lo absoluto la situación en la que me encuentro, lo cual me resulta muy gracioso.

-Estoy bien, tengo a la mejor enfermera personal del mundo- dije volteando ver a TaeYeon  y dándole una enorme sonrisa que ella no dudo en devolverme.

-Entiendo… ¿y tú excelente enfermera te tiene en un sillón?- dijo Suzy haciendo que cortemos las miradas  para voltearla a ver y procesar un momento la pregunta, pero antes de que yo pudiera contestar TaeYeon  lo hizo.

-No… solo que mi padre está cambiando y arreglando unas cosas en MI habitación para que Tiffany  este lo más cómoda posible- dijo a la defensiva. Yo solamente pude sonreír.

-Bueno ya entendí- dijo Suzy  interpretando el tono de voz de tae.

-Sí, así que mientras tanto estoy aquí, ya que no quiero que suba las escaleras y este de habitación en habitación hasta que esté lista donde estaré unos días- dije sonriendo a tae.

-Espera… ¿cómo que unos días?... ¿estarás en casa de TaeYeon  unos días?- dijo Suzy   algo molesta, lo puedo notar en su mirada y en su tono de voz.

-Para ser más exactos estará TODA una semana aquí por eso estará en MI habitación que es la más grande y cómoda- dijo tae orgullosamente.

-No puede ser…- escuche susurrar a Suzy  mientras desviaba su mirada al suelo.

-¿Qué dijiste?- dije con inocencia aunque sabía perfectamente lo que había dicho.

-Nada, que… espero que te recuperes, por lo tanto te he traído un poco de pastel de chocolate que ha hecho mi madre, para que lo comas mientras estás en este incomodo sillón- dijo tratando de buscar algo a la situación mía y de TaeYeon.

-TaeYeon, la habitación está lista, ayuda a Tiff a subir, ordenare la cena y acomodare todo para mañana- grito Sergio bajando las escaleras y vi como TaeYeon  le sonrió, tenía una sonrisa y una mirada de “te amo papa”, ya que hasta yo sé que ha llegado en un momento justo.

-Dale TaeYeon, que esperas, Tiffany no se puede quedar más en ese horrible sillón- dijo Sergio ya abajo, pero creo que no se ha dado cuenta de que hay visitas.

-Papá…- dijo tae aclarándose nuevamente la garganta y señalando a Suzy.

-Oh disculpa, pensé que estábamos solos- dijo Sergio  extendiendo su mano.

-No se preocupe, venía un tanto ocupado- dijo Suzy irónicamente.

-Sí, ya sabes…. ¿y quién eres?- dijo Sergio sonriendo.

-Soy Suzy  Johnson voy con la chicas en el instituto- dijo tomando la mano de Sergio.

-Mucho gusto Suzy…Sergio Kim, el padre de TaeYeon- dijo felizmente.

-Un placer señor Kim- dijo Suzy sin quitar la mirada de mí, eso se empieza a convertir en algo incómodo y no agradable para TaeYeon.

-¿Interrumpo algo?- dijo Sergio inocentemente.

-En realidad nada, Suzy  ya se iba, ya que mañana hay escuela- dijo TaeYeon  despegándose de la pared a lado de las escaleras y encaminándose hacia la puerta.

-Si ya me iba- dijo Suzy  al ver que no le quedaba de otra, yo trataba de no reír.

-Sí, adiós Suzy, nos vemos pronto- dije aun tratando de no reír desde el sillón.

-Espero te guste el pastel- dijo ya casi sacada de la casa por TaeYeon.

-Me encantara te lo aseguro- dije tratando de no reír, pero veo que se forma una sonrisa en su rostro y eso es una mala señal, creo que ha entendido mal mi última respuesta.

-Adiós- dice TaeYeon  cerrando la puerta y con mirada de satisfacción.

-Bueno chicas, TaeYeon sube a Tiffany, mientras ordenare pizza y unos bocadillos más, deben estar hambrientas… ¿le parece bien?- dijo Sergio tomando el teléfono.

-Perfecto papá- dijo TaeYeon  mientras se acercaba a mí y me ayuda a pararme.

-Excelente, Sergio muchas gracias por todo- dije sonriendo y tratando de no mostrar dolor.

-De nada Tiffany  ya eres parte de los Kim- dijo mientras íbamos a la mitad de la escalera.

-tae…- le susurro en el odio.

-¿Qué pasa nena?- dijo deteniéndonos ya arriba.

-Con tu actitud hace unos momentos, me has dado más esperanzas de tenerte… te quiero- dije dándole un pequeño beso en la mejilla para ver cómo se pone un poco colorada y terminar nuestra travesía por el pasillo a su cuarto.

-Yo igual te quiero y mucho- dijo sentándome en la cama de su cuarto y devolviéndome el beso en la frente y con la sonrisa que sé que solamente le formo yo.

-No sabes cómo me alegra escuchar eso- dije juntando nuestras frentes y mirándonos fijamente.