Seguí a Tiffany  y a su amiga hasta el centro comercial, donde vi la imagen más dolorosa en mi vida, la vi saludar a Suzy  de un beso y tomarla de la mano mientras ella le daba besos en la mejilla, sentí punzadas en mi corazón, creo que me hubieran disparado en ese momento y hubiera sido menos doloroso. No pude quedarme a seguir viendo, limpie las lágrimas que se formaban ya en mis ojos y amenazaban en caer, di media vuelta y regrese a casa de mi papa.

-taeyeon, tardaste horas por mis revistas, hasta donde fuiste ¿San Francisco?, se podían conseguir aquí en la siguiente cuadra- dijo Hayeon riendo mientras le entregaba sus revistas que me mando a comprar y por eso me encontré con Tiffany.

-Calla Hayeon, no estoy de humor- dije subiendo las escaleras a toda prisa y cerrando la puerta de mi cuarto de un fuerte golpe, para patear mi colchón y luego caer en él.

-Dios, mátame ahora, te lo ruego- dije mientras ponía mis manos en mi cara y trataba de no llorar.

Gire y golpe el colchón varias veces y luego fui inevitable no llorar, las lágrimas me hicieron recordar los golpes que tenía en la cara, ya que al pasar por la cortada de mi labio me ardió, mas era un pequeño dolor a comparación del cual sentía mi alma y mi corazón en estos momentos.

Han pasado cinco meses desde que deje a la chica que más amo, cinco meses por los cuales he sufrido y me he sentido la basura más grande de todo el universo, cinco meses en donde tuve que soportar una escuela de homofóbicos y cada día una paliza más fuerte que la del día anterior, tengo moretones por todo el cuerpo y una que otro dolor en mis costillas, me aferro a la sudadera que un día fue de Tiffany  y la cual decidí quedarme para tener un recuerdo de ella, me recuerda a la suavidad de su piel y aun en mi nariz se conserva el dulce aroma de ella…

5 MESES ATRÁS….

Estoy llegando al departamento de Fernanda, Jake fue por mí a la terminal de buses y me trajo hasta su departamento y el de mi hermana, abro y veo a Hayeon sentada en el sillón de la sala leyendo una revista de modas, asiento mi cosas haciendo un poco de ruido, del cual se percata ella y corre a darme un gran abrazo.

-Hermanita, cuanto tiempo sin verte, te he extrañado demasiado- dijo Hayeon  en el abrazo.

-Yo igual Hayeon, te he extrañado- dije sin muchos ánimos y abrazándola fuertemente.

-Animo tae, papa ya me conto, ella no era la única chica en el mundo y no lo será- dije separándose del abrazo y limpiando una lagrima que se dejaba ver.

-Hayeon, estoy cansada solo quiero descansar, no tengo ganas de hablar y menos de eso- dije mientras me daba vuelta y tomaba de nuevo para ver en donde iba a dormir.

-Bueno, sígueme esta será tu habitación- dijo Hayeon  ayudándome y llevándome a mi habitación. Llegamos a una pequeña puerta donde me mostraba una acogedora cama y tocador con una ventada con vista a casi toda California, ya que estamos en el último piso.

-Tiene el cuarto con la mejor vista, solo que es el más pequeño- dijo Hayeon  asentando mis cosas.

-Es perfecto- dije mientras miraba por la ventana la cuidad.

-tae  cualquier cosa que necesites no dudes en pedírmelo, estaré en la sala, ahora te dejo para que descanses- dijo dándome un beso en la frente y saliendo de la habitación.

Acomode un poco mis cosas en el pequeño armario y luego me tire en la cama a tratar de cerrar los ojos y dormir un poco, ya que en el bus, no hice otra cosa que llorar y maldecir a Patricio. No sé en qué momento me quede dormido, me desperté un poco pasado las 6 de la tarde ya que cuando llegue era temprano, viajamos toda la noche,  me despertó el hambre, salí a inspeccionar el área y me encontré con Jake llegando con una caja de pizza y Hayeon  poniendo la mesa. Después de cenar, estuve charlando con los dos acerca de dónde iba a estudiar ya que mi papa me había dicho que había ido por mis papeles y en un par de días me los enviaría, lo cual la otra semana podría regresar a la escuela. Después de eso vimos un rato la televisión y de ahí cada quien de nuevo a su habitación, a descansar, lo cual yo no pude hacer, solo tenía a una persona en mi mente y esa era Tiffany, mi amada y bella Tiff.

-taeyeon  arriba, tienes clases- dijo Fernanda despertándome. Ha pasado una semana desde que llegue a California, mi padre ha enviado los papeles y Hayeon  me ha inscrito en el instituto cercano a su apartamento, lo cual me servirá de distracción y dejare de llamar a siwon a cada rato, necesito controlarme, después de que Tiffany  le quito su teléfono y me imploro que regresara, a lo cual solo pude decirle adiós y luego llorar hasta quedarme dormida, si lo sé, soy patética, me meto a la ducha y luego salgo a desayunar.

-Ánimos tae, hoy es tu primer día, sonríe, no conseguirás amigos con esa cara de muerta viviente- dijo Hayeon  mientras me servía el desayuno.

-Como digas- dije, mientras comía lentamente.

Al llegar a mi nuevo instituto, veo a todas las personas se me quedan viendo, yo los ignoro por completo y trato de localizar mi primera clase. El día pasa tranquilo y me dirijo de nuevo a casa, cenamos, hago mis deberes y después a dormir, una rutina que adopte por varias semanas hasta que un día, no sé ni cómo ni cuándo se supo por todo el instituto de mis preferencias uales y ahí fue empezaron los problemas. Me empezaron a fastidiar y hacer burla, lo cual para mí era algo que podía sobre llevar hasta que un grupo decidió darme mi “merecido” por “coquetear” con una porrista de la escuela, lo cual solo me acerque a ella porque se le cayó su libro y se lo recogí.

-Vaya, miren, a la chica rara y anormal del colegio- dijo un chico poniéndose en medio de mi camino cuando regresaba a casa.

-Disculpa, pero estas en mi camino, solo quiero ir a casa- dije quitándome los auriculares.

-¿Qué? ¿Iras a encontrarte con alguna de tus amiguitas?- dijo riéndose con otras tres personas, un chico y 2 chicas, lo cuales me rodearon.

-Solo quiero ir a casa, nada más- volví repetir y tratar  de pasar.

-Hey, tu a mí no me dejas hablando solo- dijo agarrándome del brazo fuertemente.

-Enserio, no quiero problemas, no he hecho nada malo para que estés así conmigo- dije liberándome de su agarre y caminando un poco rápido.

-¡Agárrenla!- escuche que dije y sentí como entre dos personas me empujaban a un callejón y me sujetaban fuertemente los brazos, haciendo que votara mis cosas.

-Suéltenme- dije pero fue muy tarde, sentí un fuerte dolor en mi abdomen, lo cual hizo que mis piernas se doblaran, pero el agarre de ellos me mantuviera de pie.

-Dale tu hermosa, desquítate con ella tu mal día- le dijo a una de las chicas dándole un beso en la boca, a lo cual la chica rubia y pálida se acercó, me dio una sonrisa un tanto malvada y deposito en mi cara una fuerte cachetada.

-Personas como tu deshonran a las mujeres- dijo ahora enojada y volviéndome a cachetear. Así estuvieron unos minutos más hasta que me dijeron que se aburrieron de mí, soltándome y dejándome casi inconsciente, pero antes de irme, se acercó de nuevo el chavo que me golpeo primero y  me dijo.

-Me llamo Mike, recuerda ese nombre, es el nombre de tu peor pesadilla, te arrepentirás del día que pusiste un pie en mi territorio- dijo riendo y dejándome caer de nuevo.

Después de mi primera de muchas golpizas que darían los malditos desgraciados de Mike, Kimberly, Andrés y Sofía, me senté como pude y me apoye en un contenedor de basura cercano, saque mi teléfono y llame a Hayeon. Al llegar a casa, tanto Jake como mi hermana enloquecieron por lo que me había pasado, pero les dije que me había pasado a robar, más sé que no se tragaron el cuento y si lo hicieron fue solo de principio, ya que si llegas con marcas de golpes de la escuela varias veces te empiezan a interrogar, más en si ellos lo sabía, más me abstenía de decir algo o ir a la dirección ya que unos días después me entere que el director era el padre de Mike y él estaba orgulloso de todo lo que su hijo hacía, de TODO, por eso se sentía poderoso e intocable. Hayeon  quiso ir varias veces a la policía, más yo me opuse ya que tenía suficientes problemas y solo faltaban dos semanas de clases.

Una semana antes de salir de vacaciones, le llamaron a Hayeon  de su agencia de modelaje, donde le ofrecieron una oferta de trabajo en una revista muy exclusiva,  el contrato seria de 6 meses a un año, lo cual acepto con gusto y después de haber aceptado nos enteramos que las sesiones serían en Seúl, un fuerte golpe para mí, ya que no tenía planeado volver, pensaba quedarme encerraba en el departamento de Hayeon  todas las vacaciones viendo fotos mías y de Tiff, llamándole a siwon  para que me informe acerca de mi rubia amada.

Cuando me entere del noviazgo de ella y Suzy  sentí morir, ese día llore 16 horas seguidas, maldiciéndome y queriéndome morir, mas no podía culpar a mi Tiff, ya que en mis cartas le pedí que siguiera adelante y se olvidara de mí, lo que al parecer, ella tomo la decisión de que lo haría. El último día de clases, cuando salía de mi examen los malditos de Mike y su grupo me dieron una paliza de “despedida de año”, la cual casi hace que pierda el conocimiento, pero gracias a Dios Hayeon  ni Jake estaban cuando regrese ese día a casa, lo cual me dio tiempo de cambiarme y meterme a mi habitación y no salir de ella con el pretexto  de que me encontraba muy cansada y quería prepararme para el viaje de la noche de vuelta a Seúl, de vuelta a lado de la chica que me robo el corazón y que aún lo tiene.

----------------------------------------------------------------------------------------------------

-tae, despierta, hija arriba- dijo mi papa acariciándome la mejilla.

-Papa 5 minutos más- dije abrazando una almohada que estaba a mi lado.

-Extrañaba tanto eso de ti- dijo mi papa riendo, a lo cual mi cerebro reacciono y se dio cuenta que era mi padre, a mi ser amado que no he visto en 5 meses, me despierto de golpe y me tiro a sus brazos, ya que cuando llegamos se encontraba en un reunión urgente de trabajo.

-Hola mi pequeña hija, te he extrañado tanto- dijo mientras me abraza.

-Yo también papa te he extrañado tanto, Hayeon  cocina peor que tu- dije riendo.

-¿Sabe cocinar?- dijo separándose del abrazo y riendo conmigo.

-Hace el intento- digo volviéndolo a abrazar.

-Vamos, bajemos, tienes mucho que contarme… ¿tae  que te ha pasado en el labio?- dijo tocándolo y mirándome serio y preocupado.

-Nada importante, un pequeño accidente con el buro antes de venir- dije dándole una sonrisa falsa y levantándome de mi colchón tratando de no mostrar una mueca de mi cuerpo adolorido.

-Ten más cuidad hija, eres igual de torpe que tu padre- dijo riendo y abriendo la puerta.

-Lo sé, bajemos Hayeon debe tener mucho que contarte y yo quiero reír un rato- dije mientras salíamos de mi habitación y pasaba mi brazo por el hombro de mi padre y bajamos las escaleras para encontrarnos con Hayeon en el sillón de la sala y tener un agradable y divertida charla...