Llegue a mi casa y entre lo más sigilosa posible, subí a mi habitación y sin ni siquiera cambiarme me quede profundamente dormida en mi colchón. Me despierta mi maldita alarma y veo que son las 6:30 de la mañana, ya es tarde, así que me meto de prisa a la regadera para darme una buena ducha y luego vestirme lo más rápido posible para bajar y preparar el desayuno.

-Buenos días tae- dijo mi papa desde las escaleras con su traje y pantuflas.

-Buenos días papa- dije riendo ya que bueno es muy gracioso verlo de traje y con pantuflas.

-No se ría, deje mis zapatos por error en el carro, no quería que se mojaran- dijo sentándose y agarrando su periódico y café que le puse en la mesa.

-Bueno, no me río- dije sirviendo el desayuno y sentándome con él.

-¿Cómo estás hoy?- dijo mi papa mirándome fijamente.

-Pues estoy mejor, y hoy veré a Tiff  en la escuela- dije tratando de no sonreír ya que bueno, tuve una buena madrugada con ella, aunque muera de sueño.

-Me alegre escuchar eso hija- dijo mi papa sonriéndome.

-Si…. Y papa… bueno me preguntaba… si… ¿Me podrías llevar hoy a la escuela?, sin Tiff  con quien irme no será lo mismo tomar el bus- dije poniendo ojitos de perro.

-Claro que si tae, solo apresúrate, para que no se me haga tarde, tengo junta y los socios son un poco malhumorados- dijo mi papá tomando de su café y comiendo rápidamente.

-Si papá, solo termino y ya- dije también comiendo rápidamente y luego levantando la mesa.

-Bueno, vámonos, necesito buscar mis zapatos- dijo mi papá tomando su chaqueta y las llaves.

-Papá está lloviendo, será mejor que tenga un paraguas y cambiar de chaqueta- dije tomando la mía y dándole una a él.

-Gracias, vamos que se hace tarde tae- dijo mi papa viendo su reloj.

Mi papa me llevo al instituto y entre huyendo de la lluvia, es demasiado temprano para que me moje, estuve inspeccionando todos los pasillos en busca de mi rubia, pero nada, así que mejor decidí ir a mi casillero a dejar el paraguas y tomar las cosas para mi primera clase. Estuve preguntando por Tiff a los conocidos por el pasillo y todos me contestaron lo mismo, que no la habían visto, sin más que hacer me resigne y me dirigí a mi primera clase con la esperanza de que se haya quedado dormida y venga a la siguiente hora.

-¿Vas a ir no?- me pregunto siwon y jessica mientras estábamos en el comedor y yo tenía mi celular que decidió revivir y estaba tratando de comunicarme con Tiff, ya que no ha venido a ninguna de sus clases, ya me estoy preocupando demasiado.

-¿Qué? ¿A dónde?- dije sin mirarlos volviendo a colgar el celular ya que me mando nuevamente a buzón y volviendo a marcar como loca.

-tae, haznos caso, todo el día te la has pasado con el teléfono  en la oreja- dijo siwon quitándome el teléfono y metiéndolo a su pantalón.

-Devuelve ese teléfono, tú no eres nadie para decirme que hacer,- dije levantándome furiosa y tratando de recuperar mi teléfono.

-Hey taeyeon cálmate, solamente cálmate, por favor-dijo Yuri-

-Perdón, enserio, perdón a todos, solo estoy preocupada por Tiff, eso es todo- dije sentándome y pasando mis manos por mi frente y cabello.

-Lo sabemos y te comprendemos pero ¿qué paso? ¿Té peleaste con Tiff?- dijo jessica sentándose a un lado mío y tallándome la espalda en son de consuelo.

-No, es solo que el maldito de su padre se enteró de lo nuestro y se puso como loco- dije ya con ganas de llorar pero con mucha furia también.

-Ahora comprendo todo- dijo Yul acercándose y abrazándome fuertemente.

-Toma, pero tranquilízate, perdón- dijo siwon devolviéndome mí teléfono y dándome una sonrisa.

-Perdóname tú a mí, enloquecí y dije cosas sin pensar, perdón- dije conteniendo aun lágrimas.

-No te preocupes, aquí no pasó nada, somos amigos ¿no?- dijo sonriéndome.

-Sí, lo somos- dije tomando su mano que me extendió y me jalo a un abrazo.

Termino el día y me encontré a mi padre de regreso a casa, yo quería ir a casa de Tiff  a ver qué había pasado, pero él no me dejo, me dijo que lo acompañara a llevar unos papeles afueras de la cuidad y yo cometí el error de decir que no tenía deberes así que no me pude negar. Estamos en las afueras de la cuidad en una estación de gas cenando, ya que mi padre se perdió y nos agarró la hora de la cena ahí.

-Es raro cenar sin Tiff- dijo mi papá, pero yo ni siquiera lo miraba.

-Ni me la digas, la quiero ver-dije jugando con algunos de los vegetales de mi plato, ya que no tenía mucha hambre que digamos.

-tae tranquila, todo está bien, ella está bien, ustedes dos tienen algún tipo de conexión y yo sé que sentirás si le paso algo malo- dijo tomándome de la mano y sonriéndome.

-Pero papá, no sé nada de ella y me preocupa mucho- dije ahora si mirándolo.

-Hagamos algo… si mañana no llega ir Tiff  a la escuela me llamas paso por ti, y si es necesario derribamos juntas la puerta de su casa ¿sí?- dijo mi papá mostrándome su dedo meñique.

-Este bien- dije juntando nuestros dedos y sonriendo.

-Bueno, veo que no has comido mucho- dijo mi padre señalando mi plato.

-Lo siento, no tengo mucha hambre que digamos- dije dejando los cubiertos.

-Me lo imagine, y sé que como padre responsable que soy no lo debería hacer, pero ¿qué te parece una mega copa de helado de postre?- dijo alzando sus cejas y sonriendo.

-¿De tres sabores?- dije sonriendo, ya que sabe que amo el helado.

-De cuatro si lo deseas- dijo igual de emocionado que yo.

Comimos cada uno una mega copa de helado napolitano y luego de pagar la cuenta subimos de nuevo al carro y nos agarró la noche de regreso a Seúl  y me quede profundamente dormida en el asiento del copiloto, desperté en la madrugada en mi habitación, vi la hora y eran las 4 de la mañana, revise mi celular con la esperanza de tener algún mensaje de Tiff pero nada, suspire y me volví a acomodar para quedarme profundamente dormida.

-Papá apúrate en desayunar, ya quiero estar en el instituto- dije levándome de la mesa y agarrando mis cosas para dirigirme a la puerta de la casa.

-Calmada, ya voy- dijo dándole un último sorbo a su café y tomando sus cosas.

-Creo que debemos contratar a alguna muchacha que nos haga limpieza- dijo mirando la cocina que estaba un desastre ya que no limpie de la prisa que tengo de ver a Tiff.

-No te preocupes, yo lo limpio cuando regrese, vamos papá- dije toda desesperada.

-Bueno está bien, ya vámonos- dijo abriendo la puerta y saliendo ambos de casa.

Mi papá se estaciono en la puerta del instituto y yo salí disparada del carro despidiéndome rápidamente de él. Entre y empecé a buscar a Tiff con la mirada como ayer, pero nada, también pregunte pero lo mismo, nadie la había visto, marque a su celular y está vez fue peor, ya que me mandaba directo a buzón. Entre a mi primeras clases y en dos estaba con ella, pero nada, hasta que en la penúltima hora entro una secretaría.

-Buenos días jóvenes, sé que es tarde pero solo he traído un justificante de la señorita Hwang- dijo la secretaria y con escuchar su apellido me hizo ver hacia el frente.

-¿Qué ha dicho?- dije poniéndome de pie y caminando al frente, mientras toda la clase me ve.

-Kim vuelva a su asiento- dijo el profesor en tono amenazador, pero yo lo ignore.

-He dicho que la señorita Hwang está enferma y no vendrá está semana a la escuela, su padre vino hace unas horas a notificarlo y ahora paso el oficio a todos sus maestros- dijo saliendo del salón pero la detuve y entrando un poco en pánico para ser sincera.

-¿Pero que tiene?- dije un poco alterada y tomándola del brazo para girarla.

-No lo sé, su padre no me dio explicaciones, y aparte aunque las hubiera dado, no se la diría son asuntos personales- dijo la secretara soltándose de mí y saliendo hoy si del salón

-Soy su novia- le grite mientras se alejaba.

-Señorita Kim si ya termino su espectáculo es mejor que tome asiento a menos que quiera un pase directo a detención- dijo el maestro, pero yo lo ignore.

-Tengo que ir a verla, no lo soporto más- dije regresando a mi lugar para tomar mis cosas.

-Si sale por esa puerta será doble castigo y una ida con el director- dijo el maestro retándome.

-Me dará gusto verlo- dije saliendo del salón.

Estoy camino a casa de mi Tiff  y no pasaba ningún bus así que decidí correr o bueno más bien, caminar, solo soporte una cuadra corriendo, estoy en muy mala condición física, Tiff tiene razón, tengo que hacer más ejercicio y dormir menos. Estoy ya enfrente de la casa de Tiff y estoy sin aliento, abro la puerta que va a su jardín, asiento todo junto a las enredaderas y empiezo a subir.

-Prometo hacer más ejercicio, lo juro-me dije a mi misma ya llegando junto a la ventana de mi Tiff.

-Tiffany, abre- susurre mientras daba gentiles golpes a su ventada.

-tae, ¿Qué haces aquí?, deberías estar en el instituto- dijo Tiff ayudándome a entrar.

-¿Y tú no?- dije entrando a su habitación y parándome cerca de ella.

-Lo sé, pero mi padre no me permite salir ni siquiera de mi habitación- dijo Tiff  bajando la mirada y en un tono de voz muy triste.

-¿Dime que no te ha vuelto a tocar?- dije separándola de mí y alzando su mirada.

-No tranquila mi amor, me tiene encerrada aquí, cree que así te voy a olvidar- dijo Tiff juntando nuestras frentes y acariciando mi mejilla.

-Eso jamás pasara, - jamás dije acercándome y besándola dulcemente y abrazándola fuertemente.

-Te amo, te he extrañado demasiado- dijo Tiff  volviéndome a abrazar.

-Yo igual, ya no soportaba estar un minuto más lejos de ti mi amor- dije besándola dulcemente.

Tiff y yo nos estuvimos besando y platicando una par de horas hasta que me tuve que ir, ya que mi padre no debe tardar en llegar a mí casa y pues no creo que le guste que llegue tarde y más si no termino mis deberes. Me despido de Tiff unas mil veces y bajo por las escaleras dirigiéndome a mi casa, y viendo como su padre se me queda viendo mientras pasaba en su carro cuando llegue a mi casa y abría la puerta, como me gustaría que desapareciera y dejara a Tiff ser feliz, personas como el no merecen tener una hija tan buena como lo es mi Tiff, yo me siento demasiada afortunada teniéndola en mi vida y el solo la insulta, lastima y la hace de menos, creo que Patricio es a la única persona que realmente odio en el mundo, juro que pagara todo lo que le ha hecho a mi Tiff… TODO.