Estamos llegando al apartamento de Hayeon y Tiffany ha estado muy callada, tengo miedo que se haya enojó, pero no le iba a contar como me golpeaban y humillaban en California, nos las hemos pasado de maravilla como para arruinarlo con un tema así. Tiffany  entra delante de mí y va directo a la cocineta sin decirme aun nada, abre un cajón saca algo y luego va al grifo.

-Sienta, te tengo que limpiar, tienes aun sangre- dijo volteándose y mostrando un trapo húmedo, me siento en el sillón como me pidió y ella se sienta junto a mí.

-Tiff, amor hazlo con cuidado, aun me…- y en eso posa el trapo en mi nariz y suelto un pequeño grito, ella lo aleja de inmediato y yo le hago la seña de que continúe.

-¿No me dirás nada?- dije mientras ella seguía curando mi nariz.

-¿Tú me dirás que paso en California?- dijo mirándome con lágrimas en los ojos y su voz quebrada.

-Cálmate mi amor, si no te dije nada, es porque no tiene importancia, ya es el pasado, ya no se repetirá, aparte, sé que estas aquí, tú al igual que yo, me protegerás- dije abrazándola.

-¿Qué te hicieron? Dime por favor- me dijo en el abrazo.

-No, solo te pondrás peor, ahora debemos estar felices, ya podemos estar juntas sin problemas, podemos ser tú y yo aquí y en la calle- dije abrazándola fuertemente y tallando su espalda.

-Aunque sea dime que paso, lo más relevante, quiero saber de ti, no has dicho nada de California desde que llegamos, siempre soy yo la que habla, ahora quiero que hables tu- dijo Tiffany  separándose del abrazo y mirándome con lágrimas correr por su mejilla.

-Te contare solo porque me lo pides, no porque así quiera, pero te tienes que tranquilizar ¿Sí?- dije tomándola de la barbilla.

-De acuerdo- dijo limpiando sus lágrimas y dándome un suave beso.

-Pues, no sé por dónde empezar, cuando llegue a California, entre a un instituto cerca del departamento de Hayeon y Jake, pues como estaba destrozada por lo ocurrido, era solitaria, y no hablaba con nadie, excepto con siwon y eso era por teléfono por obvio, la verdad desconozco como se enteraron de que soy homoual, y pues un grupo ahí, me empezó a molestar, al principio solo eran burlas, y pues me daba igual, sabía que mucha gente no acepta a personas como nosotras- dije haciendo una pequeña pausa y vi como Tiffany  se acomodó en mi piernas, ya que su cabeza estaba en ella y yo le acariciaba la frente.

-Gente estúpida y homofóbica- añadió antes de que continuara hablando.

-Lo sé, pero pensé “taeyeon, solo ignóralos” pero las cosas empeoraron, un día, que fue el primero de todos, me acorralaron en un callejón y pues ya te imaginas que hicieron- dije aun acariciándole la frente y el rostro mientras veía su rostro de preocupación.

-¿Y no hiciste nada?- dijo besándome la mano con la que la acariciaba.

-Estaba sola Tiffany, no tenía a nadie y decirle a siwon era preocuparlo, Hayeon siempre ocupada y Jake también, por eso deje que me hicieran lo que quisieran- dije soltando un suspiro.

-¿No intentaste defender?- dijo firmemente.

-¿Y para qué?, ellos siempre eran más, no podía hacer nada- dije tristemente.

-¿Ellos? ¿Pues cuantos eran?- dijo Tiffany exaltada.

-Eran 4 si no mal recuerdo, pero el que me molestaba mas era Mike con su noviecita, como lo odio- dije recordándolo y más nuestro encuentro aquí en Seúl.

-Mierda, quiero matarlo- dijo Tiffany  poniéndose roja del cólera.

-Y dime, ¿Aún en la escuela te molestaban?- dijo tratando de tranquilizarse.

-Era donde más lo hacían, Mike es el hijo del director del instituto donde yo estaba, era el típico hijo de papi y bueno, el señor director estaba de acuerdo con su hijo y siempre que decía algo me contestaba “solo son juegos”, aun me viera con la ceja rota o la boca sangrando- dije igual molesta.

-Ya para, no quiero escuchar más- dijo Tiffany  levantándose de mis piernas y sentándose en el otro extremo del sillón.

-Por eso no te quería contar- dije suspirando y acercándome de nuevo a ella.

-Mientras yo pensaba que estabas con alguien más, que no me amabas y que eras una basura, cuando la basura era yo por tener un padre como el que tengo, que me aleja de quien realmente amo y que me ama- dijo llorando nuevamente.

-No llores por favor, mírame amor, estoy bien, estoy contigo, ya nada me hará daño, nada que no seas tú, eres la única que tiene el poder de llevarme al cielo y bajarme de el de golpe, te he entregado todo lo que te puedo dar, mi alma, mi corazón, mi vida y confió ciegamente en ti en que cuidaras cada una de ellas- dije acercándome y dándole pequeños besos por todo su rostro.

-Claro que lo hare, porque tú has hecho lo mismo, me has cuidado y no tengo palabras para agradecértelo- dijo plasmando un beso más largo.

Tiffany, profundizo el beso y me derribo en el sillón, quedando ella encima de mí, yo no pude evitar soltar un pequeño gemido al sentir su o sobre el mío y como hacia presión entre nuestros cuerpo, ella sabe lo que ocasiona en mi esos movimiento.

-Como tú me has cuidado, ahora yo te cuidare a ti- dijo besándome nuevamente.

Nuestras lenguas se juntan y empiezan una danza y una pelea al mismo tiempo, Tiffany mete su mano por debajo de mi blusa y empieza a acariciar mis pecho, gimo un poco más y Tiffany  bajo sus labios a mi cuello y empieza a succionarlo.

-Vamos a la recamara- dije con el corazón agitado y la respiración pesada.

-No creo que lleguemos- dijo mordiendo mi oreja.

-Veras que sí- dije alzándola y cargándola, de tal manera que sus piernas se enrollaron en mi cintura lo que permitió que me siguiera besando, tropecé con casi todo lo que está en mi camino, hasta que logre llegar a la habitación.

Al llegar ahí, Tiffany  bajo de mí y abrió la puerta, me dejo pasar y me senté en la cama, vi cómo se quitó la blusa y los jeans, quedando perfectamente en ropa interior, yo no puedo ni respirar bien, esta hermosa chica va a estar conmigo nuevamente, esto es el paraíso, esta chica hermosa me ama como yo la amo a ella. Se acerca y me besa nuevamente, me muerde el labio inferior y sonríe en el beso, ronda como león enjaulado por la habitación y sin duda alguna yo soy su presa. Se acerca nuevamente a mí y me tira hacia atrás, acostándome en la cama, siento como me empieza a besar las piernas aun con el pantalón hasta llegar al mi o que claramente está más que húmedo y caliente, es lo que ella causa en mí.

-Tú eres mía, de nadie más, nadie te volverá a tocar que no sea yo- dijo acariciando mi o por encima del jeans y luego desabrochándolo.

-No quiero a nadie que no seas tú- dije entre gemidos ya que esta masaje mi o ahora por encima de mi ropa interior.

-Te voy a hacer el amor como si no hubiera mañana- dijo mientras me terminaba de quitar los jeans y la ropa interior.

Beso mis muslos y todo alrededor de mi o, moría porque me besara ahí, pero aparentemente se divertía con mi sufrimiento, subió y me beso fuertemente, en estos momentos he olvidado todo dolor, todo problema y creo que hasta mi nombre, me quitó la blusa y yo quite su bra, dejando que me deleitara con una perfecta vista, ver como se los masajeaba y ver como sus pezones se ponían perfectamente erectos, me alce y no dude ni un minuto, me prendí de ellos, chupaba y mordía suavemente, sentía como ella  se retorcía de placer, lo que provocaba que me excitara más, me separo bruscamente de ella y me volvió a besar, me dio la vuelta con agilidad y me desabrocho el bra, dejando mi cuerpo desnudo por detrás y con el bra colgando por delante.

-Tienes un hermoso trasero- dijo acariciándolo y masajeándolo.

-Basta de palabras por favor- dije, estoy completamente excitada y ella solo habla.

Me volvió a girar y me quito el bra, hizo un camino de besos de mi oreja hasta mi o y ahí empezó a lamer, lamía con fuerza, hacía que me arqueara del placer que estaba sintiendo en esos momentos, subió y beso mis labios, colocando su o encima del mío, no me di cuenta ni en qué momento se quitó su última prenda, moviéndolo con fuerza, me besaba y acariciaba todo lo que tenía a su alcance, yo no podía más, mi cuerpo ardía, mi respiración era más trabajosa cada vez, estaba punto de llegar y ella lo sabía, aumento el ritmo e hizo que me dejara llevar con él. Mi cuerpo temblaba y Tiffany  aun quería más, me beso y bajo su mano, acariciando mi o, sabía cuáles eran sus intenciones, y cuando logre tener de vuelta el control, hare que gima igual o más que yo. Chupo uno de sus dedos y luego lo introdujo en mí, lentamente, me aferro a su cuello y ella empieza a moverse dentro mío, mete otro dedo y aumenta su ritmo, es constante y veraz, me besa sin dejar de moverse y yo clavo mis uñas en su espalda cuando…

-Chicas, he traído para hacer una cena italiana, sé que Tiffany sabe cocinar lasaña así que nos haremos un banquete- escuchamos a Hayeon  desde fuera de la habitación.

-Tiff… detente…es…ha- dije entre gemidos pero ella no ha hecho caso, que raro de mi Tiffany.

-Shhh, hasta que no termines no me detendré- dijo aumentado el ritmo.

-AHHHHHHHHHHHHHHHH Tiffany- no pude evitar gritar al sentir un dedo más dentro de mí.

-Eso es preciosa, déjate ir, ven a mí- dijo Tiffany aun con su ritmo y besándome fuertemente.

-taeyeon, Tiffany, ya las escuche, espero terminen pronto, no hagan mucho ruido… ah extraño a mi Jake- dijo Hayeon  desde la puerta de la habitación.

-Tenemos permiso de tu hermana de continuar- dijo entre risa Tiffany  y bueno que más, ella siguió con lo suyo.

Como dijo Tiffany, hasta que no me vine en un fabuloso o número dos, se bajó de mí, me beso y acaricio, la tierna Tiffany  ha vuelto, la salvaje está de nuevo en modo de reposo. Nos vestimos con los primero que tuvimos a mano, Tiffany  tenía una camiseta mía que deje la última vez que venimos, se puso su ropa interior y estaba completamente despeinada, me habré quedado viéndola como por unos 5 minutos, hasta que me aventó su blusa y mi ropa interior.

-Tu hermana nos está esperando- dijo con su tono de voz traviesa.

-Ahora si haces caso ¿No?- dije riendo mientras me colocaba la ropa.

-Solo cuando me conviene- dijo dándome un beso para luego salir de la habitación.

-Apenas pueda, serás mía Tiffany Hwang- grite riendo.

Me termine de vestir y salí con Hayeon  y Tiffany, preparamos la cena como había dicho y bueno, tuvimos que pasar por ese momento incomodo, ese que tu hermana te descubre haciendo el amor con tu novia y te pide explicaciones de cómo lo hacemos y que hacemos, por suerte Tiffany  llamo a mi padre y cuando llego él nos libramos de todo ese tema, también nos tuvimos que poner un poco más de ropa de la que teníamos y disfrutamos de una linda cena familiar.

Tiffany  y yo logramos convencer a mi padre de quedarnos en el departamento de Hayeon  las dos solas y bueno, decir que paso esa noche, es llevarme un buen tiempo, solo diré que tuve mi revancha y que Tiffany  ha gritado unas veces mi nombre, lo demás, se los dejo a su imaginación…