-Te amo Tiff, te amo- grite desde afuera de la casa de Tiff golpeando su puerta sin control alguno, la gente me empieza a mirar pero no me importa en los absoluto.

-Vete amor, yo igual te amo, así que solo vete- dijo Tiff llorando sin control.

-Te amo, te amo, volveré por ti, te lo aseguro- dije mientras me apoyaba en la puerta.

Después de eso no escuche nada más y me derribe a llorar en la puerta, la gente se acercó y yo no me quería despegar de la puerta, llamaron a mi padre y a los poco minutos el llego, yo aún golpeaba la puerta con las pocas fuerzas que tenía y susurraba el nombre de Tiff, pero desde afuera solo se escucha silencio, ¿Qué le estará haciendo ese mal nacido?

-TaeYeon  cariño ¿Qué sucede?- dice mi padre levantándome y sosteniéndome.

-Lo odio papá, lo odio con todo mi ser- dije entre sollozos y llantos.

-¿De quién hablas?- dijo mi papá muy preocupado.

-Del maldito de Patricio, nos descubrió a Tiff  y a mí y nos gritó, le grito, amenazo y lastimo, y yo no pude hacer nada, me saco de su casa- dije abrazando a mi papá y él me sostenía fuertemente.

-¿Ese desgraciado te hizo daño?-dijo mi padre alejándome un poco de él.

-No, pero sé que se lo hará a Tiff- dije muy alterada.

-Tengo que entrar ahí papá, no me puedo quedar aquí sin hacer nada- dije tratando de liberarme de él, pero sin éxito alguno, él solo me volvió a abrazar fuertemente y llore más.

Mi padre me llevo a casa y me dijo que no podíamos hacer nada, llamar a la policía sería un desperdicio de tiempo ya que todos los de la comisaria son sus amigos y siempre los invita a tomar con él y no harían nada en contra de Patricio, y solo lo podríamos hacer enojar más, no tuve que otra que aceptar e ir a casa, mi papá me preparo un té para que me tranquilizara ya que seguía muy pero muy alterada, luego me di una ducha con agua caliente y fui directo a la cama. No pude dormir en toda la noche, trate de llamarle a Tiff  pero mi celular no prendía, creo que se ha roto en la pelea, estuve dando vueltas y vueltas en mi colchón, me senté un rato junto a la ventana para relajar mi mente pero fue imposible, tenía demasiadas imágenes de lo que Patricio lo pudo a hacer a mi Tiff, si darme cuenta me quede dormida en la ventana. Abro lentamente mis ojos y siento el sol en la cara, checo mi despertador y son las 6:30 de la mañana, me levanto de la silla donde me había quedado dormida, como pude llegue a mi colchón y me derribe en él y me volví a quedar profundamente dormida, estoy muerta, cansada, triste y muy preocupada sobre todo. Mi papá me despertó alrededor de las 11:30 para que comiera, pero lo último que quiero es comer, solo quiero saber de mi Tiff y que este bien.

-Tiff  amor contesta por favor, necesito saber cómo estas, estoy demasiada preocupada, te amo demasiado- dije dejando el mensaje numero mil desde el teléfono de mi casa y también con el celular de mi padre, o bueno esos han sido para mí, he estado dejándole mensaje y mensajes de voz toda la tarde, pero no me contesta y entro en pánico.

-Papá, ya no lo soporto más, iré a esa casa en este mismo momento y sacara a Tiff, no me puedo quedar aquí y dejar que esté sufriendo, si le hace algo ese maldito jamás me lo perdonare- dije bajando las escaleras y colocándome a chaqueta.

-tae por favor cálmate, solo podes empeorar las cosas, espera a mejor a mañana, todo estará más tranquilo- dijo mi papá atrapándome en la puerta.

-No puedo, me estoy muriendo sin ella, la  amo papá, la amo con todo mi ser- dije ya llorando.

-Lo sé mi pequeña lo sé, y te entiendo ahora por el bien de ella es mejor esperar a que las cosas se tranquilicen- dijo mi papá abrazándome fuertemente.

Me llevo de nuevo a mi habitación y me volvió a envolver con mis sabanas, estuve volviendo a llamar a Tiff desde el celular de mi padre y nunca me contesto, tengo demasiado miedo de que le haya hecho algo malo, estuve jugueteando mi pulsera o mejor dicho nuestra pulsera hasta que me quede dormida. Me levante alrededor de las 10:30 de la noche, baje a la cocina por algo de comer y vi que mi padre ya estaba en su habitación profundamente dormido, agarre mis llaves, mi sudadera, deje su celular en la mesa y salí lo más silenciosamente posible de mi casa, tenía que ver a Tiff, no sé cómo pero yo iba a entrar a esa casa aunque me cueste la vida en el transcurso.

Tiffany…

Son las 10 de la noche, estoy sentada en el piso y mi espalda apoyada en mi cama, estoy viendo aun nuestra foto, con eso me he entretenido todo el día. Mi padre llego como a las 6 o 7 de la tarde y estuvo aporreando mi puerta, estaba borracho, y tuve demasiado miedo que lo único que pude hacer es envolverme en mi sabana y esperar a que se fuera, después dormí una siesta y me despertó una patrulla que paso. Estoy muy aburrida, quiero ir a ver a tae pero me duele demasiado el cuerpo como para bajar por mi ventana, solo me volvería a caer, estoy caminando por toda mi habitación y veo la hora 10:32, he llorado y dormido tanto toda la tarde que ya no sé qué hacer, no tengo sueño, y por primera vez en mi vida me he quedado sin lágrimas. Estoy sentada nuevamente en mi cama y escucho algo en mi ventada, debe ser el viento que nuevamente empieza a soplar y traer cosas con él, mas no tardo en volver a escuchar un ruido en mi ventana pero demasiado fuerte…

-Ese ya no es el viento-dije para mí misma y dirigiéndome a mi ventana, corro la cortina y me llevo la sorpresa de mi vida viendo a tae tirando piedras a ella. Abro mi ventana y le sonrió.

-Hola castaña- dijo tae lo más despacio posible pero también que yo la escuchara.

-¿Estás loca?, te ve mi padre y te mata- dije voleando a ver mi puerta y viendo como ella  ya empezaba a subir por mi escalera de ramas y enredaderas.

-Si estoy loca, pero por ti- dijo ya casi llegando conmigo en la ventana.

-Te he extrañado demasiado- dije enredando mis brazos en su cuello y besándola lentamente.

-Aquí estoy, todo estará bien- dijo abrazándome con un brazo y sujetándose con el otro.

-Pasa, no quiero que te vayas a caer o lastimar- dije ayudándola a entrar a mi habitación.

-Te amo- dijo tae ya dentro de mi habitación y besándome suave y dulcemente.

-Me hiciste demasiada falta hoy- dije en el beso y con ganas de llorar.

-Lo sé, tú igual, perdón por dejarte ayer, perdón- dijo tae abrazándome fuertemente.

-No digas tonteras, yo quería que te fueras, se puso como bestia- dije con la mirada en el suelo.

-Daria mi vida por ti, no me importa de lo que tu padre me pueda hacer, te amo- dijo apretándome un poco más en el abrazo y sin querer solté unos quejidos de dolor.

-¿Qué pasa?- dijo tae asustada y soltándome.

-Nada amor, no pasa nada, estoy bien- dije volviéndome a abrazar a ella, pero me aparto.

-Tiff… ¿te lastimo verdad?- dijo tae lentamente tratando de no enfurecer.

-tae, estoy bien no es nada que no haya pasado antes- dije volviéndola a abrazar.

-¿Dónde te lastimo?, Tiff por favor se sincera conmigo- dijo apartándome lentamente de sus brazos y con una que otra lagrima ya acumulada en sus ojos.

-Solo me empujo y llevo por toda la casa, sabes que cualquier cosa me lastima, soy muy delicada- dije sonriendo pero viendo que tae enfurece.

-Yo sé que te lastimo e hizo más cosas, pero no me las dirás, te conozco- dijo tae apartándose de mí y sentándose en la cama muy triste.

-Hey, no te pongas así por favor, mírame… estoy bien, siénteme- dije hincándome enfrente de ella y colocándome su mano en mi pecho y dejando que sintiera mi palpitar.

-Te amo… y odio saber que te está lastimando y yo no puedo hacer nada- dijo quitando su mano de mi pecho y tomando gentilmente mi rostros esta fría pero suave.

-Si estás haciendo algo… créeme que con estar aquí y ahora en estos momentos es demasiado lo que haces, te estás jugando la vida al estar conmigo, mi padre es una bestia y no dudaría en hacerte daño y aun así no te importa y estás acá tae, conmigo- dije tomando igual sus manos y besándolas y sentir como se va tranquilizando.

-Te amo, y no me importa en lo absoluto tu padre, solo me importas tú y nadie más, te amo Tiff- dijo levantándome y besándome intensamente mientras caen una lágrimas de sus ojos y también de los míos por este momento.

-Te amo tae, te amo, no dudes de eso y agradezco todo lo que estás haciendo- dije en el beso.

-No hay nada que agradecer- dije acostándose en la cama y llevándome con ella.

Nos estuvimos besando un rato más  luego me acomode en sus brazos y pecho, extrañaba ese aroma tan dulce que droga a mi cuerpo, mientras que tae me da besos en mi cabeza y me acaricia un brazo y tiene la mirada ida, hasta que escuche que se empezó a reír.

-¿Qué te causa gracia?- dije medio alzándome y mirándola a los ojos.

-Ardo de furia por dentro, pero me da risa ver una silla puesta en tu puerta… ¿Por qué esta así?... ¿No me digas tan loco se puso que tuviste que poner eso para que te dejara en paz?- dijo tae ya muy alterada y preocupada.

-Hey tranquila, no te me vuelva a alterar, es que… bueno… digamos que en mi afán de defenderme y salvar nuestra foto… le pegue a mi papa… bueno ya sabes dónde- dije soltando una pequeña risa burlona y sonrojándome un poco.

-¿Le dolió?-  pregunto tae alzando una ceja.

-Se tiro al piso de dolor y fue cuando lo saque de mi habitación y puse así la silla- dije riendo.

-Esa es mi castaña, dame cinco- dijo tae alzando su mano.

-Mejor un beso ¿te parece?- dije con mi mirada picara.

-Excelente idea- dijo tae riendo y besándome dulce y lentamente.

Ya son las 2 de la mañana y tae sigue aquí, mañana hay clases y debe irse a casa a dormir por lo menos un par de horas, aunque para ser sincera no quiero que se vaya, estoy demasiada cómoda en su pecho y  brazos.

-Te tienes que ir- dije levantándome forzosamente de la cama y abriendo mi ventana.

-Lo sé, si no te levantabas yo nunca lo hubiera hecho- dijo acercándose a mí y tomándome por la cintura para luego darme un dulce beso.

-Te amo- dijo al separarse del beso y dedicarme una sonrisa que ella sabe darme solo a mí.

-Lo sé, también te amo amor- dije dándole otro beso.

-Nos vemos en el instituto, ya te estoy empezando a extrañar- dijo empezando salir por la ventana.

-Yo también, pero nos vemos en un rato- dije dándole un beso más antes que bajara.

-Sí, te amo, descansa- dijo dándome un último beso y bajando con cuidado.

-Yo también te amo amor- dije mientras ella bajaba.

Vi que tae estuviera sana y salva en el suelo y después de ver cómo se fue corriendo cerré mi ventana, para costarme en mi cama y abrazar la almohada que utilizo mi tae para drogarme con su aroma y quedarme profundamente dormida.