-Así te quería encontrar maldita López- dice Patricio con furia y agarrándome por mi cuello.

-Suéltame, yo no te tengo miedo- dije tratando de zafarme de él, pero no puedo.

-Entra y ni se te ocurra alzar la voz- dijo abriendo la puerta del jardín trasero e introduciéndome a él lo más silenciosamente y volviendo a cerrar la puerta sin soltarme

-Me sueltas o grito- dije, pero él puso un poco de presión y sentí como me faltaba el aire.

-No creo que puedas hacerlo, pero quiero hablar contigo- dijo acercándose a mí.

-Ni se le ocurra tocarme, no sabes de lo que soy capaz- dije llena de furia y aun tratando de liberarme, pero sin excito alguno.

-Debo de admitir que no estás nada mal, pero no pienso gastar ni tiempo ni energías con una persona como tú, das asco, tú y tu padre- dijo el desgraciado.

-No mencione a mi padre, él es un buen hombre, mejor que usted, aunque bueno, hasta una rata es mejor que usted y eso que las aborrezco- dije soltando una pequeña risa de burla.

-Cállate niña estúpida, no estás en posición de hacerme enojar- dijo Patricio poniendo más fuerza.

-¿Qué quiere?- dije un poco asfixiada.

-Por fin te calmas, escúchame bien Kim, yo sé que toda la semana has venido a ver a la maldita de mi hija, que subes por su ventana y te quedas toda la tarde con ella- dijo Patricio furioso.

-No… insulte a Tiff, no se lo permitiré- dije un poco nerviosa.

-¿Nerviosa Kim?-pregunto Patricio riéndose y soltándome un poco.

-No- dije con un poco de dificultad y tragando saliva.

-Escúchame, quiero que te alejes de mi hija, no quiero que ella se acerque a ti, no quiero que ni respire tú mismo aire- dijo Patricio separándome de la pared donde estoy apoyada y volviendo a aventar a ella y para ser sincera me dolió y mucho.

-¿Por qué la odia? ¿Por qué nos odia a mí y a mi padre?- pregunte tratando de buscar un ser humano en ese cuerpo si es que hay uno.

-Ella arruino mi vida, por ella  tuve que casarme con Susan, por ella no pude seguir con mi vida, y a ustedes los odio porque después de triunfar llega tu padre y me arruina lo que yo trabaje, lo que conseguí, me quito mis mejores negocios- dijo sumamente furioso pero sin alzar la voz.

-Pero fue su error no el de TIFF, ella no se merece sufrir por sus equivocaciones, y mi padre solo hace su trabajo, nada más, no se mete con usted- dije tratando de aparentar estar tranquila.

-Ella no debió nacer y de ser así se debió largarse con su madre y no aquí conmigo- dijo Patricio furioso y volviéndome a aporrearme, respiro y se tranquilizó un poco.

-Mira, quiero hacer esto por la buena- dijo un poco más tranquilo.

-¿Esta es su buena manera?- dije mirándome y viendo como me tenía.

-No me conoces, así que no me provoques, y déjame terminar de hablar…. Quiero que te alejes de mi hija, que desaparezcas de su vida, o yo la desaparezco de tu vida- dijo con una mirada que hizo que todo mi cuerpo se erizara y sintiera una frio muy feo.

-¿A qué se refiere con desaparecerla de mi vida?- dije muy asustada.

-Sí, no la vuelves a ver en tu vida, hare que Tiff viva el infierno propio, que pida morir, que me pida que la mate, hare que llore hasta quedarse sin ninguna lagrima, que me ruegue por comida, por agua, por todo, y a ti que no te puedo hacer nada, pero hare que veas cada cosa que le hago a Tiff, documentare todo, te lo mostrare día con día  y hare que sientas el mismo dolor que ella o peor, me rogaras que yo te lo haga a ti, pero solo le hare más daño y tú sabrás todo el daño que le hago, Tiff desaparecerá de tu vida y de toda persona que ella conozca… así que tú eliges ¿Te vas tú o se va ella?.... es tuya y de nadie más , si tanto la amas, sabrás decidir sabiamente- dijo soltándome por completo y yo estoy helada.

-No se atrevería a hacerle eso a su hija- dije sin poder hablar muy bien.

-¿A caso me estas retando?- dijo Patricio muy seguro y eso solo me espanto más.

Yo me quede callada unos minutos y el solo me mirada sonriendo, una sonrisa macabra, de satisfacción, de odio, de todo… Yo sé lo que tengo que hacer, pero bueno, ya que el desgraciado está negociando con Tiff buscare lo mejor con ella.

-Si me voy, me desaparezco ¿promete dejar a Tiff seguir con su vida?- dije en un tono seguro y desafiante, para que no ve el terror que tengo por dentro.

-Tú no eres nadie para que yo te prometa algo, pero si, ella seguirá con su vida, la dejo en paz, pero te desapareces, te vas sin dejar rastro, no me importa donde, solo te vas… y te advierto, descubro que estás jugando sucio y tienes contacto con Tiff y así como cumpliré en dejarla en paz, cumpliré todo lo que te he dicho, Tiff  vivirá en el propio infierno- dijo Patricio extendiéndome su mano en plan de cerrar esto como un trato.

-Eres la persona más desgraciada, asquerosa, maldita y miserable que he conocido en toda mi vida y créame cuando le digo que he conocido mucha gente así- dije tomando su mano y sacudiéndolas con todo el dolor de mi alma.

-Ahora vete, y no vuelvas a aparecerte por aquí, tienes 48 horas para desaparecer, y bueno no es necesario que te diga que ni se te ocurra ir con la policía, yo lo negare todo y bueno solo digamos que el jefe de policía es muy amigo mío, bueno casi como un hermano- dijo riendo.

-Lo sé… pero espere ¿dijo 48 horas?, eso solo son 2 días, ¿cómo voy a hacer?, solo es el fin de semana- dije estremecida y preocupada.

-No lo sé y no me interesa, solo tienes ese tiempo, porque te advierto, cuando yo empiece, no habrá poder humano para detenerme, ahora largo,  ya me hartaste… LARGO- dijo sacándome de su jardín y cerrando la puerta con seguro.

Quiero llorar, gritar, golpear, que me abrace TIFF, que me bese, que me odie, que me ame, no se algo que me diga que lo que acabo de hacer lo mejor, no sé cómo le hare, como le digo a mi padre que tengo que desaparecer de Ohio en dos días o mataran lentamente a Tiff y yo seré quien vea como lo hacen en los mejores asientos. Agarro mis cosas y me dirijo a unas tiendas del peor barrio de seul, entro a ella y pido que me den una cajetilla de cigarros, el vendedor me ve y yo le asiento más dinero, él lo agarra y me entrega lo que le pedí junto con un encendedor… si ya sé, no fumaba desde hace más de un año, cuando murió mi madre y caí, Tiff fue la que me rescato e hizo que lo dejara, pero ahora lo necesitaba, necesitaba algo con que desahogarme.. Ahora estoy caminando a nuestro parque, nuestro lugar, ya es tarde, pero no me importa, quiero estar en un lugar que me recuerde a ella, voy por mi tercer cigarrillo y me siento una inútil, una tonta, quiero llorar y dejo que las lágrimas fluyan.

-Perdóname Tiff, por lo que hare, perdóname, te amo, te amo más que a mi propia vida y no quiero que te lastimen, quiero que busques a alguien que te haga feliz y la acepte tu padre sin amenazarla que te matara si está cerca tuyo… te amo Tiff, te amo- dije mirando al cielo, mientras  llorando y aviento todas mi cosas y tirándome al piso queriendo que él me trague.

Ya es más de media noche, estoy regresando a casa, busco mis llaves en mi bolso y abro lentamente la puerta de mi casa, con la esperanza de que mi padre duerma.

-taeyeon Kim…. ¿Ya vio la hora que es?- dijo mi padre desde arriba, sentado en las escaleras.

-Lo sé, perdón, se me fue el tiempo- dije limpiando mi lágrimas y tratar de sonar natural.

-¿Dónde estuvo? ¿Por qué  lloras?- dijo mi papa bajando las escaleras y abrazándome.

-Me quiero ir, quiero irme de aquí papá, por favor, sácame de aquí- dije llorando.

-¿tae porque dices eso?- dijo mi padre en el abrazo.

-Papá, no me preguntes, solo sácame de aquí, mándame lejos…quiero estar con Fernanda- dije en mi llanto y a punto de dar la mentira más grande del mundo.

-Pero San ¿qué paso? ¿Peleaste con Tiff?- pregunto pero escuchar su nombre solo hizo que llore más de lo que ya lo estaba haciendo, tome aire y empecé a hablar…

-Termine con ella, la odio, quiero irme de aquí, por favor sácame de aquí, quiero ir con mi hermana, estar con ella y olvidarme de ella, sacarla de mi alma y de mi corazón- dije mientras sentía como cada palabra me quemaba por dentro al ser mentira.

-¿Qué te hizo Tiff?- dijo mi papa aun abrazándome y llevándome al sillón.

-Me engaño, jugo conmigo, papa, por favor no preguntes más, solo quiero irme con Hayeon, por favor- dije tragando saliva y tratando de parar de llorar, pero simplemente no puedo.

-San amor, lo lamento, nunca pensé que Tiff sería capaz de eso, me tendrá que escuchar, que su padre la trate mal, no significa que te tiene que tratar de la misma forma- dijo mi padre molesto, yo solo me hundí en su pecho a seguir llorando ya que todo es una gran mentira.

-No, no quiero que te acerques a ella, déjala que viva su vida, que se olvide de mí y yo tratare de hacer lo mismo- dije acostándome en sus piernas y tranquilizándome.

-Pero tae, me tiene que escuchar, te ha lastimado y por más que la quiera, no se lo perdonare, tú eres mi hija, mi pequeña- dijo mi padre acariciando mi cabeza.

-Solo déjalo así, no empeores nada, solo déjalo así, me quiero ir y ya, por el bien de las dos- dije, pero más por el de ella pensé mientras mi padre me seguía acariciando.

-Bueno, pero tae no te puedes ir, estas a la mitad de tu último año en el instituto, no quiero que pierdas el año- dijo mi padre guiando mi mirada para que se encuentre con la suya.

-Lo sé, pero puedo estudiar en California, saca mis papeles y me inscribo ahí, no creo que haya problemas por favor…. Papa, esto no es un berrinche, no es un escape, en realidad lo necesito enserio, te lo ruego papa, no quiero estar aquí, quiero estar lo más lejos posible de ella- dije mientras mi corazón se está rompiendo en mil pedazos.

-Pero pequeña…- dijo mi padre pero no deje que terminara.

-Pero nada papa, por favor, solo has esto por mí y no te vuelvo a pedir nada, te lo prometo- dije mirándolo directamente a sus ojos y rogándoselo.

-Está bien, pero espero no te arrepientas, ya que no habrá marcha atrás- dijo mi papa muy serio.

-Lo sé, ya no hay vuelta atrás, nada puede dar marcha atrás- dije tristemente y dirigiendo mi mirada a la mesa del centro y recordar las palabras del maldito de Patricio “Hare que ella me ruegue que la mate, que le de comida y agua” siento que me están arrancando el corazón.

-Bueno… entonces, ¿Cuándo te quieres ir?- pregunto mi padre, he hizo que saliera de mi pequeño trance y reaccionara.

-Mañana mismo, en el último bus de la estación- dije fríamente y tratando de no colapsar.

-Pero tae es muy pronto, ¿cómo le harás con la escuela?- dijo mi padre asombrado.

-Ve el lunes, sácalos y los mandas por paquetería, yo me quiero y a la voz de YA- dije parándome del sillón y dirigiéndome a las escaleras.

-¿Estás segura de lo que estás haciendo?- pregunto mi papa mientras yo subía las escaleras, con la mirada en el piso.

-Muy segura- dije finalmente y desaparecí en el pasillo a mi habitación.

Subí y me encerré en mi habitación, saque mis maletas y empecé a empacar todo, yo no quiero esto, quiero quedarme con ella, hacerle sentir que la amo con toda mi alma y darles fuerzas, pero no puede, si me quedo Patricio cumplirá lo dicho.

-Te dejo mi castaña amada, se feliz sin mí, te amo- dije mientras empacaba todo.