Por fin es sábado, estoy enfrente de la casa de tae, son apenas las 7 de la mañana, pero le prometí a mi lindísima novia que la pasaría ver antes de ir a trabajar y la levantaría para que empezaran a dar las vueltas, a pesar de solo mudarse unas pocas cuadras está súper emocionada, ya que es la casa que quiso cuando se mudaron aquí a Seúl, pero estaba ocupada cuando llegaron y por el hecho que está a muy pocas casas de las mías. Llego y entro con el juego de llaves que me dio Sergio, entre en silencio, veo muchas cajas de cartón en la sala, todo está listo para la mudanza, subo a la habitación de tae para meterme en su cama y empezarla a besar como siempre hago, bueno aparte de tirarme encima de ella.

-Buenos días- dije dulcemente y besando desde su frente hasta sus labios.

-Oh, qué lindo es ser despertada así- dijo tae abrazándome y besándome tiernamente.

-¿Amor, porque están nuestras fotos regadas en toda tu cama?- dije riendo y viendo las fotos de la mañana y mediodía del jueves y nuestra sangrienta y hermosa guerra de nieve.

-Bueno, iba  a ser una sorpresa y regalo de nuestro próximo mes, pero ya que- dijo tae alzando la almohada y sacando un pequeño libro, o mejor dicho álbum.

-tae, que lindo amor- dije, viendo algunas de las fotos que nos hemos tomado.

-Son pocas amor, por eso quiero muchas más contigo, así que de ahora en adelante mi cámara la llevare conmigo y serás mi mejor modelo- dijo tae guiñándome un ojo, yo solo reí.

-Hace tiempo que ya no usabas tu cámara- dije mientras nos incorporábamos en la cama.

-Sí, ni me lo digas, creo que la extraño, desde que murió mi madre, no tenía ánimos de nada, y bueno solo la utilizaba para ocasiones especiales, creo que es hora de tomar viejos hábitos- dijo tae tomando su cámara y mostrándomela.

Sergio me dijo en algunas ocasiones que tae  ama la fotografía, antes de mudarse aquí a Seúl siempre llevaba su cámara con ella, tiene varias cajas en el armario de lo que le tomaba fotos en su antigua cuidad, pero después de lo que paso con su mamá entro en depresión,  bueno yo la vi, cuando llego aquí era una zombi por así decir, su mirada era triste y sin vida. No sabes cómo me alegra tener una parte de responsabilidad de su cambio, los del instituto ayudaron mucho, y sé que yo también coopere un poquito. 

-Sera lindo tener una novia fotógrafa- dije riendo y jugando con la cámara.

-Sabes, está cámara me la regalo mi madre la última navidad que pasamos todos juntos… la extraño demasiado- dijo con una pequeña sonrisa y mirando más su cámara.

-tae  nena, ven aquí, claro que la extrañas es tu madre- dije abrazándola, tae pocas, muy pocas veces menciona a su madre y déjenme decirles que cuando lo hace no es nada bueno.

-¿Por qué se tuvo que ir?- dijo tae entre sollozos.

-Así es la vida tae, no podemos hacer nada más que solo vivirla- dije acariciando su cabeza.

-No sabes la falta que me hace- dijo tae aferrándose a mi blusa y siento como caer lágrimas.

-Me imagino cariño, tanto como yo siempre necesite a la mía- dije aun en el abrazo.

-No tenía que irse, ella debería estar aquí conmigo, estúpido cáncer, me quito a mi madre- dijo tae ya es un rio de lágrimas, me mata verla así.

-tae lo siento, pero así son las cosas, siempre me tendrás aquí, sé que no soy tú madre, pero siempre estaré contigo para lo que necesites, siempre- dije alzando su cara con mucha delicadeza  y limpiando todas las lágrimas, para luego regalarle una linda sonrisa y un gentil beso.

-Te amo, solo quiero estar contigo, no sabes cómo agradezco el día que te conocí, estaría perdida sin ti, sin tu amor, perdida- dijo tae abrazándome aún más fuerte de lo que ya lo hacía.

-Yo igual te amo, lo sabes, y yo igual agradezco ese día en mi vida, eres esa luz en una habitación oscura, eres mi razón de pelearla- dije sin soltarla.

-Te amo Tiff, te amo mucho, no lo olvides- dijo tae ya un poquito más tranquila.

-Nunca lo haré, ni en otra vida, te amo tae- dije besándola gentilmente.

Después de eso tae se volvió a quedar dormida y yo la arrope, deje la casa y me dirigí a mi trabajo, hoy será un largo, largo día para todos, pero bueno valdrá la pena, ya que mi padre se fue nuevamente de viaje y me quedare a dormir en la casa nueva, será algo genial, he de decir que mi padre está saliendo muy seguido de viaje, casi no está en casa y cuando lo está me ignora y sube a su habitación, no sabes qué alegría me da. Llego a la tienda y saludo a todos como siempre, después de eso fui a mi puesto y estuve trabajando hasta medio día. Ahora voy camino a casa de tae  para ver qué ha pasado, no quería dejar a tae pero tenía que trabajar, de eso depende mi fututo y quererme mudar de casa. Llego y veo a mi tae de un humor excelente, es lo que me asombra de ella, después de que llora y saca todo, vuelve a ser la alegre tae y no saben cómo agradezco que se desahogue conmigo, quiero estar para ella siempre que me necesite ya sea en los buenos y sobre todo en los malos, que es cuando se pone a prueba uno como persona.

-Sonríe- dijo tae al momento en que abrí la puerta y veo que tiene su cámara.

-Hola, veo que estás mejor- dije besándola y cerrando la puerta.

-Sí, mucho mejor, gracias a ti- dijo tae devolviéndome el beso, pero un poco más largo.

-Tiff, que bueno que has llegado, ya tengo quien me ayude, ya que cierta fotógrafa se la pasa con su cámara y sus perfectos momentos para capturar- dijo Sergio apurado con unas cajas.

-Me imagino, ¿TaeYeon  no has ayudado a tu padre?- dije sarcásticamente.

-Claro que lo he ayudado, hice esa caja- dijo mostrando una donde estaba toda su ropa.

-Si ya veo cuanto has hecho- dije riendo y volviéndola a besar.

-Hey… no es mi culpa que este tan inspirada el día de hoy para tomar fotos- dijo tae riendo.

-Sí, ya veo, pero vamos a poner manos a la obra- dije asentando mis cosas y agarrando cajas.

Empacamos todo, hasta que llego un pequeño camión de mudanzas que rento Sergio para subir los sillones y muebles pesados. Los muchachos del camión ayudaron a subirlo, mientras que nosotras nos adelantamos a la nueva casa y tae le toma fotos…Estamos en donde será la habitación de tae, tiene un color demasiado feo, creo que la personas que ocuparon la casa anteriormente no tenía muy buen gusto por los colores.

-No pienso dormir aquí- dijo tae sacando una foto y viendo qué tal le quedo, se ve tan linda con su cámara colgando de su cuello y concentrada.

-Entonces pintemos, no hay problema- dijo Sergio apareciendo atrás de nosotras.

-¿Enserio?- dijo tae toda emocionada y aplaudiendo.

-Sí, que tal si dejamos todos los muebles en el camión está noche, pintamos mañana con Tiff y luego acomodamos- dijo Sergio emocionado igual que tae.

-Me parece perfecto, Tiff  y yo escogemos los colores- dijo tae tomando mi mano y saliendo volando de la habitación, creo que realmente quiere pintar.

-tae, espera- dije riendo y bajando las escaleras.

-Chicas… ¿con que dinero pagaran la pintura?- dijo Sergio desde arriba y mostrando su billetera.

-Tienes razón papá, perdón, es la euforia, sabes que siempre quise vivir en esta casa- dijo agarrándome por la cintura y trazando pequeños besos por mi cuello.

-Lo sé hija, pero calma, mientras acomodare unas cosas para pasar bien la noche… ¿Tiff te quedas?- dijo Sergio sonriéndome.

-Claro, si no es molestia- dije felizmente ya que cuando digo eso, los dos siempre me regañan.

-Claro que no eres molestia lo sabes perfectamente, eres mi tercera hija- dijo Sergio bajando las escaleras y entregándonos dinero.

-Sí, ya eres de la familia, mi hermosa y amada novia- dijo tae besándome.

-Bueno, ya me quedo claro, ahora vamos que no queremos que nos agarre la noche- dije tomando nuestras chaquetas y abriendo la puerta.

-tae compra la cena, ya que no tenemos ni estufa- dijo Sergio saliendo con nosotras.

-Si papá, no te preocupes… Tiff me lo recuerdas- dijo tae riendo y dándome un beso.

Estamos en donde se vende pintura, no tengo idea como se llama, ¿sería vende pintura no?, bueno creo que no, mejor dejo de pensar en eso y busco a tae que se perdió en los catálogos, anda con su cámara y dice que este lugar tiene demasiado ángulos bueno, pero a la única que le toma foto es a mí… la encuentro viendo las cenefas y poster para pintar.

-Que dices, ¿te gusta?- dijo tae mostrándome un enorme corazón que se pinta con aerosol, creo que mañana será un día demasiado entretenido.

-Sí, esta hermoso, pero compremos la pintura, he de admitir que estoy un poco cansada amor- dije tallándome el hombro y bostezando, muero de sueño y son apenas las 6:30 de la tarde.

-Claro, ya elegí los colores, será color hueso y cremita, escogería blanco, pero no, luego me estresara- dijo tae echándose a reír como loca.

-Bueno, te veo en el mostrador- dije dándole un gentil beso en los labios y yendo al mostrador.

-Hola Tiffany… que sorpresa- escucho decir a alguien detrás de mí, volteo y es Suzy.

-Hola Suzy… si aquí de compras con…- pero antes de que pudiera terminar mi frase, aparece tae y me besa intensamente, yo solo pude reír en el beso.

-Hola TaeYeon- dice Suzy con la mirada hacia el suelo, esto es muy incómodo.

-Hola Suzy, ¿qué tal?- dijo tae riendo y saludándola, yo estoy tratando de reír.

-Bien, comprando unas cosas para remodelar mi cuarto- dijo mostrando pinturas y pinceles.

-Bueno Suzy, nos quedaríamos pero tenemos cosas que hacer y Tiff ya está cansada- dijo abrazándome y dándome un gentil beso en la mejilla.

-Si claro, entiendo, que se diviertan, adiós- dijo Suzy alejándose de nosotras.

Después de eso pedimos la pintura y mientras tae esperaba yo fui a comprar la cena a la pizzería de alado, cuando regrese, tae me estaba esperando con varios botes de pintura, tomamos un taxi a casa y cuando llegamos vemos a Sergio asegurando el camión de mudanza y nos ayuda a bajar todo.

-Vaya chicas, esto se pondrá bueno- dijo viendo las cosas que compramos.

-Sí, muy bueno- dijo tae guiñándome un ojo y besándome.

-tae arraso con media tienda- dije riendo y volviéndola a besar.

-Me imagino, es la última vez que los mandos de compras- dijo Sergio riendo

Después de eso entramos y cenamos en el piso de lo que será la sala, luego estuvimos platicando y viendo las fotos que tae  ha tomado, en menos de dos días arraso con su memoria, ya se cual será mi próximo regalo. Después de eso Sergio subió a acostarse, luego de un rato nosotras decidimos también subir, vimos un colchón en medio de habitación de tae con varias cobijas y dos almohadas, buscamos entre las cajas hasta encontrar ropa y nos cambiamos, para luego tirarnos en ese lindo colchón a platicar, reír y sobre todo besarnos como locas. No tardamos demasiado en caer rendidas, ya que tae todo el día estuvo con lo de la mudanza y yo trabaje, creo que me he lastimado el hombro por una caja que me cayó de la bodega, pero nada que un masaje de mi tae para estar como nueva mañana. tae me tiene en sus brazos y me acaricia todo mi brazo, yo cierro lentamente los ojos, ya que es muy lindo, no necesitamos decir nada, para saber que amamos estar así, y espero pasar muchas noches así, ya sea en esta casa o en otra, pero siempre alado de mi amada TaeYeon.