Me despido de mi tae desde mi ventana y veo como me dice con sus labios un “Te amo”, toma sus cosas y se va. Cierro mi ventana y me tiro en mi cama con una enorme sonrisa, mientras husmeo su teléfono, no es que no le tenga confianza si no que ella tiene varias fotos de nosotras besándonos y de muy bueno momentos. Veo su carpeta de imágenes y veo miles de fotos de nosotras, donde estamos en nuestro parque, en el instituto, en el muelle, desayunando, en su casa, en fin, en muchos lugares, sigo revisando y luego encuentro otras fotos, antes de que llegara a Seúl, donde esta con su mama, con Hayeon y con Sergio, sonrió al verlas y me alegra que ella sí tuvo y aún tiene una hermosa familia que la ama, que la protege, y se preocupa por ella y no como la mía, si es que le puedo llamar familia a mi padre, que es de lo peor y solo sufro con él. Me quede dormida esperando un mensaje de tae, pero supongo que se entretuvo con Sergio o algo por el estilo, ya que Sergio es muy chismoso (por así decir) y le debe estar peguntando todo lo de la semana e interrogándola de cómo va conmigo. Me despertó un ruido en mi casa y vi que era mi padre borracho en la nevera en busca de más cerveza.

-Papa es tarde, vamos a dormir- dije con paciencia ya que esto es de todos los viernes.

-Ya no hay más cervezas- dijo súper borracho e incorporándose de la nevera.

-Se acabó, hora de dormir- dije cerrando la nevera y agarrándolo para llevarlo a su habitación.

-¿Mañana me compras más?- dijo mientras subíamos las escaleras con mucha dificultad, mi padre es un hombre robusto y bueno, yo no soy muy fuerte.

-Si me dejas salir, si las compro- dije con dificultad, mi padre pesa demasiado.

-No, mejor la compro yo- dijo medio dormido.

-Como quieras- dije suspirando ya que pensé que tendría una manera de ver a mi tae.

Lo metí a su habitación y como pude lo puse en su cama, le quite los zapatos y me fui a mi habitación, de ahí, vi la hora, y eran 1:00 de la mañana, me envolví en las sabanas de mi cama y aspire su aroma, ya que todavía conservan el aroma de mi amada, de cómo estuvimos a punto de hacer el amor, de cómo probé parte de su cuerpo, sentí sensaciones nunca antes vividas y me alegra que con ella las sientas, que con ella me entregue, que sea siempre ella y solo ella. Después de estar pensado en lo maravillosa que es mi novia me quede profundamente dormida, abrazada de la almohada donde San se ha acostado demasiadas veces a acariciarme y besarme mientras estoy triste. Desperté y vi el celular de tae, esperando un mensaje, pero nada, me bañe y prepare el desayuno, vi a mi padre irse, y a mí no me quedo más que subir nuevamente a mi habitación.

Taeyeon Kim…

Son las 11 de la mañana, mis maletas están ya casi lista, no he podido pegar ni un ojo en toda la noche, pensando en cómo decirle a Tiff sin darle mis verdaderas razones, las razones por la me voy de su lado, cuando prometí estar con ella hasta la muerte, pelear con ella, pero sé que si le digo la verdad ira a reclamar a su padre y no servirá nada de lo que hare, ya que Patricio solo enojara y cumplirá lo que le he dicho. 

-tae, baja por favor- grito mi padre desde la sala.

-Voy- dije desde mi habitación y guardando mis últimas cosas.

-tae ya tengo tu ticket de bus, sales a las 9:30 de la noche, terminal 2- dijo mi padre entregándome mi boleto y dándome una mirada muy triste.

-Gracias papa, ya estoy empacando mis ultima cosas, solo llevo lo necesario, menos cosas, menos recuerdos de Tiff- dije verificando la hora de mi boleto.

-¿Estás segura de lo que harás? He de volver a mencionar que después que saque el lunes tus papeles de la escuela y envíe ya no hay vuelta atrás para mí- dijo mi padre muy serio.

-Sí, estoy muy segura de lo que estoy a punto de hacer, ahora voy a hablar con Hayeon y decirle que llego mañana en la madrugada, y prepare la habitación que tanto quería que ocupara en vacaciones de navidad, pero sabes que preferí quedarme contigo que no podría ir de vacaciones…- pero antes que terminare mi padre a completo.

-Y con Tiff…-dijo mi padre acariciando mi mejilla y tratando de buscar mi mirada.

-Por favor, ya no la menciones, te lo ruego- dije quitando su mano de mi mejilla y volviendo a subir a mi habitación pero deteniéndome estando ya arriba de las escaleras.

-Y sí, me quede principalmente por ella, para darle una bonita navidad y nunca me arrepentiré de nada de lo que hice por ella- dije llorando y encerrándome en mi habitación.

Diablos estoy dejando a Tiff como la peor, necesito explicarlo todo, pero necesito que lo sepa ya cuando no haya marcha atrás como dijo mi padre, tomo varias hojas, algo para apoyarme y un bolígrafo, me siento en mi cama y empiezo a escribir.

Tiffany Hwang...

Ya son las 5 de la tarde, mi padre está abajo con sus ertidos amigos como cada sábado, estoy acostada en mi cama y extrañada ya que tae no me ha mandado ningún mensaje, es muy raro de ella, para este momento del día, pensé tener aunque sea dos mensajes, uno de bueno días y otro en el medio día, pero bueno, debe estar ocupada con Sergio, como me conto entre semana, hoy iba a limpiar el sótano y la debe tener encerrada ahí limpiando telarañas y polvo, tae debe estar infartada ya que su cabello debe estar sucio y al igual que sus uñas y es algo que odia.  Espere dos horas más y ya no puedo más, le enviare un mensaje al celular de Sergio y esperare que me conteste, perdón si interrumpo algo familiar, pero ya no lo soporto más, quiero decirle y leer cuanto nos amamos, tomo el teléfono y empiezo a escribir…

“Hola tae, te extraño demasiado, quisiera besarte, abrazarte y hacerte muchos mimos… Te amo, eres mi vida… hola Sergio saludos”

Oprimí el botón de enviar y sonrió, al saber que ella sonreirá al ver mi mensaje como yo lo hago en estos momentos. Tardo como media hora y el celular sonó, yo me puse nerviosa y me emocione, ya se, sé que es mi novia, ya casi llevamos dos meses, pero no puedo evitar emocionarme cada vez que me llega un mensaje de ella, es que simplemente la amo. Mi emoción no duro demasiado al leer el mensaje que me envió…

“¿No de donde sacas el descaro de enviarle un mensaje a mi hija después de lo que le hiciste?, aléjate de ella, lo siento Tiffany, pero me decepcionaste, nos decepcionaste…”

No entendiendo el mensaje de Sergio ¿Cómo que dañe a mi tae? ¿Qué deje que me olvide? ¿Qué está pasando?, le contesto el mensaje a Sergio pero al ver que no hay respuesta después de 29 eternos minutos, tomo mi chaqueta, mochila, llaves y decido ir a casa de tae a buscarla, total mi padre debe estar tan borracho con sus amigos que ni cuenta se dará si me voy una o dos horas. Son las 8:15 de la noche, salgo de mi casa pero antes verificando que haya suficiente alcohol en la nevera de la casa como para que mi padre estuviera entretenido y no note mi ausencia, corro a casa de tae y veo a Sergio entrando por la puerta.

-Sergio espera por favor- dije toda acelerada.

-¿Tiff?, ¿Qué haces aquí?- dijo Sergio demasiado asombrado, pero también enojado.

-Vine a ver a tae, no entendí el mensaje que me enviaste, y me desespera al ver que no me contestaste- dije muy asustada, ya que no entiendo nada de lo que está pasando.

-No te conteste porque ella me lo pidió-  dijo tratando de meterse a su casa pero lo detuve.

-¿Cómo que ella te lo pidió? ¿Dónde está?, necesito hablar, no entiendo nada de lo que está pasando- dije tratando de entrar a la casa, pero Sergio no me dejo.

-Tiffany, para, no empeores la situación- dijo tristemente y sacándome delicadamente de su casa.

-¿Qué situación?, no entiendo, Sergio explícame por favor- dije con ganas de llorar.

-Tiffany  tú debes saber muy bien de que hablo, no lo hagas más difícil, tae se va lejos, déjala así, deja a mi hija, por favor- dijo entrando a la casa y asentando la bolsa de la tienda en el sillón y volviendo a salir a la puerta, pero no entiendo nada.

-Sergio, ¿Qué pasa? No se dé que me estás hablando, necesito hablar con tae, ¿Dónde está?, ¿Cómo que se va lejos?... Sergio por favor habla- dije ya con ojos húmedos y desesperadas.

-Ahhh- suspiro Sergio y me dejo pasar a la casa sentándome en el sillón.

-Sergio, explícame por favor, ¿Dónde está  tae?- dije aguantando aun el llanto.

-Tiffany escúchame, por favor- dijo sentándose enfrente de y muy serio. Yo solo pude asistir.

-tae está muy lastimada por lo que le hiciste y yo decepcionado de ti…- dijo pero interrumpí.

-¿Pero que le hice?, ¿Qué hice?, Sergio dime- dije desesperada al ver que la situación no tiene sentido alguno para mí y Sergio está dando demasiados rodeos al asunto.

-Engañar a mi hija, encerrarte en tu casa, y traicionar mi confianza, la confianza de ambos, ¿Te parece poco?- dijo Sergio enojado, tiene una mirada de furia y yo estoy con la boca abierta.

-¿Qué?, ¿Cómo? ¿De qué me hablas? ¿Engañar yo a tae? ¿Se va?- dije parándome del sillón.

-Mira Tiffany, no sé qué está pasando, porque finges no saber nada, pero tae se va, su bus sale en una hora y me dijo que te entregara esto- dijo entregándome un sobre de plástico tamaño oficio.

-¿Qué es?- dije ya ahora si llorando.

-No lo sé, pero no tenía pensado dártelo, lastimaste a mi hija, ella te amaba, bueno te ama y no me parece justo que le hayas hecho lo que le hiciste- dijo parándose de su lugar y dirigiéndose a la puerta, para abrirla y señalar que me retire.

-Sergio no entiendo nada, sabes que yo amo a tae, es mi vida, a aparte toda la maldita semana he estado encerrada en mi casa, no he podido hacer nada aunque hubiera querido, lo cual sabes que sería incapaz, me conoces, sabes como soy, no le haría eso a tae- dije mirándolo fijamente a los ojos para que me creyera.

-Tiffany, por lo mismo que te conozco me duele, eres como mi segunda hija, pero tae es mi sangre, yo le di parte de su vida, y le creo, ella no me mentiría con una cosa así, y menos tratándose de ti- dijo Sergio tallándose la cabeza ya que creo que esta igual que yo.

-Tienes razón, ella no mentiría- dije abriendo rápidamente el sobre de plástico y encontrando tres sobre más pequeños en su interior enumerados del 1 al 3, por lógica tomo el que tiene el número 1, lo rompo y empiezo a leer rápidamente.

“Mi querida Tiff, sé que no debes entender nada, que te preguntaras que estoy haciendo, de porque me voy para no volver…”

No pude leer más, “Me voy para no volver”…. Me quede helada, pero reaccione enseguida, sacudí mi cabeza y me dirigí a Sergio.

-¿A dónde se va?, ¿En qué terminal? ¿A qué hora?, dime te lo ruego, Sergio dímelo, por favor, no are nada malo, yo sé que tú no quieres que se vaya- dije alterada y rogándole con la mirada.

-Su bus sale en la terminal 2, en aproximadamente 45 minutos- dijo mirando su reloj. Metí las cartas a mi mochila y salí corriendo, la tengo que frenar, no la puedo perder, a ella no…