Epilogo

trials and tribulations (taeny)

Taeyeon  se sentó en la mesa de su estudio, sus ojos firmes en concentración en la pantalla del ordenador que tenía delante de ella, los dedos de sus dos manos sobre el teclado para teclear pero quedándose frustradamente suspendidos en el aire con una aparente falta de inspiración. 

  

Miró el punto de inserción intermitente en el centro del documento en blanco que había abierto, la línea negra vertical apareciendo y desapareciendo en el mismo punto exacto cada segundo, sin moverse. 

"Ugh," gruñó, echándose hacia atrás en la silla de oficina que ocupada llevando sus manos hacia atrás para apoyarlas detrás de su cabeza, sus dedos entrelazados. "Esto no debería de ser tan difícil." Se dijo a sí misma pensativa mientras amablemente giraba el asiento donde estaba sentada de lado a lado, haciendo el movimiento con sus pies. 

  

                    

Miró alrededor de la habitación y suspiró mientras sus ojos vagaban por el techo hasta el suelo y las estanterías que cubrían las cuatro paredes, sus ojos escaneando la multitud de libros que las llenaban que había coleccionado durante los años. Taeyeon  entrecerró sus ojos en un intento de intentar leer los títulos de los volúmenes desde donde estaba sentada pero tuvo problemas, su visión sin ser la que solía ser con las gafas que ahora tenía que llevar firmemente sobre el puente de su nariz. Dándose cuenta de que era probablemente imposible seguir desde su sitio taeyeon  se echó hacia adelante teniendo problemas para salir de la silla, una mano extendiéndose hasta la esquina de la mesa para ayudarse a levantarse, la otra extendiéndose hasta su dilatado estómago protectoramente. 

"Jesús," soltó una vez que estuvo en sus pies, la mano que usó para estabilizarse en la mesa extendiéndose para frotar la parte de atrás de su espalda que estaba protestando fuertemente ante el cambio de posición. 

                    

Caminó hasta la estantería más cercana con dificultad, su mano aún sobre su abdomen que se giraba ligeramente bajo sus dedos y estaba volviéndose más y más grande con el tiempo. 

                    

"Veamos..." dijo, el dedo índice de su mano libre recorriendo los lomos de los olorosos libros que estaban juntos en la estantería de delante. "Great Expectations, Little Women, The Count of Montecristo, Les Miserables, Macbeth..." enumeró en su cabeza mientras caminaba cerca de la pared, su dedos trazando los volúmenes mientras se iba moviendo. 

 

                    

Cuando taeyeon  alcanzó el final de la fila volvió su atención hacia la balda de abajo, su dedo índice haciendo el mismo proceso de nuevo mientras caminaba en la dirección opuesta. 

 

                    

"To Kill a Mockingbird, The Catcher in the Rye, 100 Years of Solitude, Catch-22, Love in the time of Cholera...." Continuó, considerando cada uno de los títulos y preguntándose si los autores habían tenido problemas para nombrar sus obras literarias aparentemente como ella estaba teniendo. "Kite Runner, The Book Thief, Water for Elephants..." persistió; sólo parándose cuando llegó a un pequeño block de notas sin título en el lomo. 

 

                    

Frunció el ceño y usó su dedo índice para sacarlo de los confines, golpeándolo en el borde hasta que fue más fácil de sacar. 

  

"¿Qué demonios es esto?" se preguntó a sí misma rápidamente, girando el libro en sus manos y estudiando la portada sin encontrar una pista, el exterior sin escritura o signo de lo que contenía dentro. 

                    

Taeyeon  lo abrió por la primera página y levantó una ceja en sorpresa cuando espió la escritura desordenada que había dentro. 

  

 

                    

"Pues mi terapeuta me recomendó que escribiera unas cuantas cosas de vez en cuando ahora que voy a volver a la escuela...No sé, me parece estúpido, poner sobre el papel las cosas que pienso en mi cabeza." 

  

"No puedo creer que guarde esto," murmuró taeyeon  en alto mientras cerraba de nuevo el libro. "Menuda idiota sentimental," se rio mientras caminaba de nuevo hacia la mesa con él, su mente encontrando difícil comprender por qué su mujer no había tirado el diario cuando se reubicaron del apartamento que compartieron a su nueva casa hace casi tres años. 

  

 

Puso el libro en lo alto de la mesa de roble cuando alcanzó la silla y se sentó de forma rara, sus manos controlando el descenso usando los reposa brazos, el tamaño de su estómago haciendo difícil doblarse por la mitad así que se inclinó contra el asiento para poder sentarse. Taeyeon estudió el libro desde su posición una vez que estuvo más cómoda, sus ojos observando las andrajosas esquinas de la portada negra mientras su mente volvía al tiempo en el que había escrito las palabras que contenía. La esquina de la boca de taeyeon  se levantó en una sonrisa y movió la cabeza entretenida mientras recordaba una conversación en particular que había tenido con tiffany  acerca de las entradas personales de dentro de su diario. Se giró en la silla para así estar mirando la pantalla de su ordenador una vez más, sus manos sobre el teclado durante un solo instante antes de empezar a teclear. 

  

"Las divagaciones incompletas de una persona loca" tecleó, haciendo una mueca como reacción al ver las palabras en blanco y negro en la pantalla de delante. 

  

 

"Gracias a Dios que no planeo quedármelo," dijo taeyeon  en voz baja, volviendo a leerlo de nuevo antes de a propósito añadir un punto para hacer énfasis. 

  

 

Taeyeon  sabía que no iba a usar ese título; después de todo, era ridículo. Sin embargo, la idea de no tener nombre para su recién acabado libro después de pasarse la mayor parte de los últimos dieciocho meses escribiéndolo no le sentaba bien. Prefería tener algo temporal que nada y eso era de lejos lo mejor que se le ocurrió en todo el día, 'historia' siento lo peor en absoluto. Estaba debatiendo seriamente si retroceder y borrar lo que había escrito cuando su móvil, que estaba puesto sobre la dura superficie de la mesa, empezó a vibrar fuertemente, el tono de llamada sonando fuertemente mientras que la llamada entrante le daba vida al dispositivo. Taeyeon  extendió la mano y lo cogió, sonriendo mientras veía el nombre de tiffany  en la pantalla. 

  

"Hey," contestó felizmente taeyeon, echándose hacia atrás en la silla habiendo llevado el teléfono hasta su oreja. 

 

"Hey," respondió tiffany  suspirando fuertemente en la línea, un tono solemne en su voz. 

"¿Qué pasa?" preguntó taeyeon  sentándose hacia delante de nuevo instantáneamente al oírlo. "¿Va todo bien?" 

  

 

"Escucha cariño, sé que es nuestro aniversario pero no voy a poder volver del  trabajo a tiempo para hacer nuestra reserva para cenar." Dijo con remordimiento. "Lo siento mucho..." 

  

"Está bien," la tranquilizó taeyeon  antes de que tuviera la oportunidad de explicarse, sabiendo que tiffany  nunca se quedaría hasta tarde en el trabajo si no fuera por algo importante. 

 

"Ya...comeremos algo aquí cuando llegues. Pediré comida o algo..." 

 

 

"Lo siento tanto," se disculpó de nuevo. "Sé que estabas tenías ganas de salir." 

  

"tiffany  está bien, de verdad." Dijo taeyeon  echándose hacia atrás en la silla. "En realidad me alegro de que nos quedemos en casa..." 

 

"¿Sí?" interrumpió sorprendida tiffany. 

  

 

 

"Sí," contestó taeyeon, poniendo una mano sobre su estómago mientras sentía otra pequeña patada dentro de ella. "No creo que pudiera enfrentarme a salir esta noche. Estoy exhausta y este bebé se ha estado portando mal todo el día." 

"¿Está dando patadas otra vez?" preguntó tiffany  felizmente. 

  

 

Sonaba tan encantada por las noticias que taeyeon  podía fácilmente imaginarse su sonrisa a través del teléfono y no podía dejar que los bordes de su propia boca se levantasen de la misma forma. 

 

 

"Ha estado dando patadas tanto que casi me he convencido de que está intentando hacer un agujero," le dijo taeyeon, riéndose ligeramente ante su intento de broma. 

  

 

"¿Por qué querría escapar?" preguntó juguetonamente tiffany. "Personalmente yo tomaría casi cada oportunidad para estar dentro de ti." 

  

"Oh Dios mío," exclamó taeyeon  por el teléfono, su boca abriéndose de golpe ante la insinuación. 

"¡No puedo creer que acabes de decir eso!" 

  

"¿Qué?" preguntó tiffany, fingiendo inocencia. 

  

"¡Ya sabes qué!" la regañó taeyeon  de buen humor. "Espero que no haya ningún paciente alrededor escuchando esta conversación." 

  

 

"No," dijo tiffany, sonando arrepentida ante el recuerdo de dónde estaba. "Estoy en la oficina sola en este momento. Pensé en escribir unos gráficos mientras si tenía la oportunidad pero tengo que volver pronto a la sala." 

  

"¿Tiene esto algo que ver con aquella chica joven?" le preguntó taeyeon  a su mujer interesadamente. "¿Cuál era su nombre? ¿Stephan?" 

  

"Sí," contestó tiffany, suspirando de nuevo. "Los doctores han elegido esta noche de todas las noches para decirle a ella, a su tía y a su tío que su cirugía no ha funcionado y que nunca podrá volver a caminar. Van a hacerlo después de que hayan terminado toda la lista quirúrgica del día...probablemente alrededor de las seis...yo sólo...pensé que debería de estar ahí cuando ellos lo hicieran." 

  

"Por su tía, su tío ¿o por ella?" preguntó taeyeon  astutamente, girándose en la silla una vez como de costumbre. 

  

 

"Ambas," contestó tiffany  antes de añadir, "mayormente por ella." 

  

 

"Bueno, deberías tomarte tu tiempo, ¿vale?" la animó taeyeon. "No te precipites para volver por mí. No voy a ir a ningún lado y has estado trabajando con ella desde que tuvo el accidente. Confía en ti tiffany  y estoy segura de que apreciará que estés ahí cuando le den las noticias. Siempre sabes exactamente lo que decir y necesitará ánimos ahora más que nunca." 

  

"¿Por qué eres tan increíble?" preguntó tiffany a taeyeon, verdaderamente conmovida por el entendimiento de su mujer. 

 

"No lo soy." Contestó modestamente taeyeon, "Sólo sé el consuelo que fuiste para mí cuando las cosas parecían estar sombrías. No sé dónde estaría hoy si no hubiera sido por tu apoyo así que no puedo ser egoísta ahora mismo, no importa lo mucho que quiera serlo. Esa familia se merece tener consuelo también después de todo lo que han pasado..." dijo bajando la voz a media frase, girándose en la silla para mirar hacia la puerta del estudio ante el sonido de unos pasos detrás de ella. 

  

"Mami," dijo una niña pequeña, frotándose los ojos adormecidos, el oso de peluche que Yeri le había comprado para Navidad el año pasado sobresaliendo en su mano. 

  

 

"Hola bebé," dijo taeyeon, sonriendo tiernamente ante la vista de su hija haciendo una seña para que fuera hacia ella. "¿Estás bien?" preguntó, bajando la voz y cubriendo el altavoz del teléfono con una mano momentáneamente. 

  

 

"Tengo sed," dijo, entrando en la sala yendo hacia donde estaba taeyeon sentada. 

  

 

"Vale," dijo taeyeon, echándose hacia adelante en el asiento para dirigirse a la menor. "Te traeré una bebida en un segundo ¿vale?" le aseguró a la niña, poniendo una mano en lo alto del hombro de su hija. 

  

La menor asintió con su cabeza entendiéndola mientras se frotaba sus ojos cansada mientras taeyeon  movía su pelo con afecto. 

 

 

"¿tae?" se podía escuchar la voz de tiffany  a través de la línea. 

  

"tae ¿estás ahí?" 

  

Taeyeon levantó el teléfono hasta su oreja de nuevo para responder, volviendo su atención hacia la mujer al otro lado de la línea. 

"Lo siento," se disculpó taeyeon  mientras su hija envolvía sus brazos alrededor de sus rodillas bajando su cabeza hasta su regazo. "Daniela se acaba de despertar." Le informó, acariciando el pelo de su hija con los dedos. 

  

 

"¿Es mami?" preguntó la chica, ladeando su cabeza y levantando sus ojos para mirar a taeyeon  con esperanzas. 

  

 

"Si cariño, es mami. ¿Quieres hablar con ella?" le preguntó taeyeon a su hija. 

  

La menor asintió con su cabeza animadamente y ansiosamente cogió el teléfono. 

"Pero sólo un minuto ¿vale?" le dijo taeyeon. "Mami está aún en el trabajo." 

  

 

"Ok," dijo de acuerdo Daniela, bajando su oso de peluche para así poder coger seguramente el teléfono con las dos manos. 

  

Taeyeon  tuvo problemas para salir de la silla que había estado ocupando y con cuidado levantó a su hija para que se sentara en el sitio. 

 

"Hola mami," dijo la pequeña animadamente, una gran sonrisa en su cara mientras hablaba. 

  

 

"Hola corazón," le devolvió tiffany. "¿Cómo estás?" 

  

 

"Dormida," dijo Daniela, cambiando su posición en la silla para que así ahora sus piernas estuvieran debajo de ella. 

  

 

"¿Estás dormida?" preguntó suavemente Tiffany, su voz ligera y juguetona. "¿A lo mejor deberías ir a echarte una siesta?" 

  

 

"Acabo de echarme una," contestó Daniela bostezando. 

  

 

"¿Sí?" dijo tiffany, fingiendo sorpresa ante la información. 

  

"Sip," confirmó Daniela. "Mami me leyó una historia primero." 

  

 

"Bueno, eso es porque a mami le encantan las historias:" le dijo tiffany. 

  

 

"A mí también," compartió Daniela, echándose hacia atrás contra la silla y mirando a taeyeon  quien estaba de pie mirándola, una mirada de adoración en su cara. "Mami cuenta buenas historias." 

  

"Mami cuenta las mejores historias," dijo de acuerdo tiffany  fácilmente. 

 

"¿Cuándo vienes a casa?" preguntó la menor expectante. 

  

 

"No hasta dentro de un rato cariño," contestó tiffany. "Tengo que quedarme en el trabajo pero estaré en casa tan pronto como pueda, ¿vale?" 

 

"Vale," respondió simplemente Daniela, sacando la lengua de su boca para que así estuviera en lo alto de su labio, una expresión pensativa en su cara. "Tengo que irme ahora," le dijo a tiffany  después de un rato, mirando a taeyeon  sin querer meterse en líos por hablar demasiado. 

  

"Vale, se buena chica con mami." Animó tiffany  a su hija. 

  

 

"Lo seré," prometió Daniela. "Te quiero mami." 

  

"Te quiero," respondió fácilmente tiffany. 

  

"Adiós," murmuró Daniela contra el altavoz antes de ofrecérselo a taeyeon  quien lo cogió agradecida. 

  

    

"Hey," dijo taeyeon, levantando el teléfono hasta su oreja mientras Daniela saltaba de la silla cogiendo su oso de peluche, rápidamente desapareciendo por la puerta del estudio fuera de la vista. "Probablemente debería irme." 

  

 

"Yo también," le devolvió tiffany. 

  

 

"Cancelaré las reservas en el restaurante." Le informó taeyeon  mientras seguía a su hija hasta la cocina viendo cómo se sentaba en una silla del mueble. 

 

"¿Quieres que llame a Yeri?" 

  

"No, estás trabajando. Yo la llamaré," contestó taeyeon. 

 

"Estará devastada por no poder estar de niñera." Se rio tiffany. 

  

 

"Lo superará." Dijo en respuesta taeyeon. "Va a llevar a Daniela al zoo con Karla el Sábado así que estará más que compensada por el tiempo perdido entonces." 

  

"De verdad que lo siento," se disculpó de nuevo tiffany. "Te lo compensaré. Lo prometo." 

  

"tiffany, estas a punto de decirle a una niña de once años que acaba de perder a sus padres en un accidente de coche que no va a volver a caminar. Creo que puedo encontrar en mi corazón la forma de perdonarte por llegar tarde por eso. No tienes que compensarme por nada." 

  

 

"¿Estás segura?" preguntó tiffany  poco convencida. 

  

"Sí, estoy segura." Garantizó amablemente taeyeon, su voz traicionando la admiración que tenía por su mujer y el trabajo que hacía. 

  

"Intentaré llegar a casa lo más pronto que pueda." Dijo tiffany. 

 

"Estaré esperándote aquí," le aseguró taeyeon. 

"Vale, entonces...te veré pronto entonces." Dijo tiffany; su resignación a colgar el teléfono palpable. 

  

"Adiós cariño," devolvió taeyeon; masajeando el punto de encima de su ceja izquierda con los dedos de su mano libre mientras sutilmente animaba su mujer a colgar. "Te amo." 

"Yo también te amo," dijo tiffany como despedida ante de finalmente desconectar la llamada. 

  

Taeyeon  permitió al tono de llamada sonar en su oreja durante un minuto y suspiró antes de finalmente bajar el teléfono poniéndolo en el mueble de la cocina. 

 

"Entonces," dijo poniendo la palma de una de sus manos firmemente al lado del aparato mientras estaba de pie al lado del mueble donde su hija la estaba mirando con interés. "¿Qué quieres beber?" preguntó a la menor. 

 

"Leche," contestó Daniela, poniéndose sus codos sobre la superficie de granito, sus dientes blancos mostrándose mientras sonreía ampliamente. 

 

"Leche ¿eh?" devolvió taeyeon; su tono juguetón. "¿Estás segura de que eres lo suficientemente mayor para beber eso?" cuestionó, copiando la postura de su hija encontrándose con sus ojos verdes inquisitivos, una ceja levantada pretendiendo recelo. 

"Mami, tengo tres años," le dijo Daniela riéndose musicalmente. 

  

"Oh, ¿tienes tres?" preguntó taeyeon; una amplia sonrisa iluminando sus facciones. "Supongo que eso significa que eres lo suficientemente mayor para comer unas galletas también ¿no?" 

  

Daniela asintió con su cabeza con entusiasmo y taeyeon  le sonrió, acariciando algo de pelo oscuro de la niña para quitárselo de los ojos. La menor acariciando la cicatriz de la frente de taeyeon  con su dedo índice a cambio y taeyeon  arrugó su nariz animadamente ante el tacto. 

"Puedes comer una de mis galletas," ofreció Daniela y taeyeon  se inclinó hacia adelante para plantar un rápido beso en la frente de su hija. 

  

"Gracias," dijo agradecidamente taeyeon  mientras se levantaba para coger las cosas de sus respectivos sitios. 

  

Taeyeon  puso unas cuantas galletas en un plato y llenó un vaso pequeño de leche de la nevera, llevándolo hacia su hija poniéndolo en el mueble de delante de ella una vez que había terminado. 

  

 

"¿Qué quieres hacer el resto de la tarde?" preguntó taeyeon, mirando a su hija quien estaba cogiendo la bebida. "¿Quieres ver una película?" preguntó a Daniela mientras la pequeña daba un rápido sorbo de leche, el líquido dejando un residuo blanco en lo alto de su labio mientras lo volvía a bajar. 

 

"¿Podemos jugar a hacer creer?" cuestionó. 

  

 

Taeyeon  cogió una de las galletas del plato y la metió en el vaso de leche de su hija que estaba ahora con seguridad encima del mueble. Dio un mordisco y Daniela siguió el ejemplo de su madre, accidentalmente cayéndose toda la galleta dentro de la bebida. Taeyeon  hundió su mano para sacarla rápidamente antes de que se desintegrase completamente, sosteniéndola para que Daniela la cogiera rápido llevándosela a la boca en dos mordiscos. 

"¿A qué hacer creer quieres jugar hoy?" cuestionó taeyeon, empujando el plato de galletas más cerca de la niña de tres años para que así pudiera alcanzarlas más fácilmente. 

"Unicornios y dragones," contestó simplemente. 

 

"Cariño jugamos a ese ayer," le recordó taeyeon  riéndose suavemente. 

 

"Pero ese es mi favorito," le informó Daniela, dando otro mordisco de otra galleta. 

  

"¿Por qué?" preguntó intrigada taeyeon. 

  

"Siempre finges que eres un dragón y me gustan los dragones," contestó la pequeña mientras daba otro sorbo de leche. "Eres un buen dragón mami." 

Taeyeon  sonrió ante el cumplido y puso un mechón de pelo de Daniela detrás de su oreja. 

  

 

"Espera...pero...mami está en el trabajo," empezó la niña de tres años; su cara arrugándose mientras pensaba considerando lo que tiffany  le había dicho al teléfono. "Entonces...a lo mejor deberíamos jugar a unicornios y dragones más tarde," continuó. "Mami siempre finge ser un unicornio, pero...no está aquí ahora...así que...no tenemos uno," terminó, encontrándose con los ojos marrones de su madre. 

 

"¿Por qué no eres tú el unicornio?" sugirió taeyeon  adorablemente. 

 

"No puedo ser un unicornio porque mami me dijo que soy un dragón," disputó simplemente Daniela. 

  

 

"Pero no eres sólo una dragón," dijo taeyeon, cogiendo el plato ahora vacío y el vaso en sus manos para llevarlos al fregadero. "Eres ambos." 

  

 

"¿Ambos?" preguntó la menor confundida mientras taeyeon  ponía las cosas en su el fregadero. 

  

"Sí," confirmó taeyeon; volviendo hasta el lado opuesto del mueble donde estaba sentada su hija. "Eres parte dragón pero también eres parte unicornio entonces..." dijo inclinándose hacia delante de nuevo, "puedes ser el que quieras ser." 

  

 

"Ok," dijo felizmente Daniela, bajando de su asiento y corriendo alrededor del mueble, extendiendo su mano hacia taeyeon tirando de ella con energía. "Seré el unicornio y entonces tu puedes ser el dragón." 

 

"Vale," dijo de acuerdo taeyeon  permitiendo a su hija llevarla fuera de la cocina para ir a jugar. 

  

 

Cuatro horas después, cuando el dragón estaba inmensamente cansado de las numerosas aventuras y de esconderse, por lo que había sido probablemente la séptima vez esa tarde, en una cueva construida con mantas en una esquina del salón, el teléfono de la casa sonó fuertemente en el pasillo. Taeyeon sacó su cabeza de para hacer un movimiento para ir a contestar, encontrándose que había sido ganada por una mucho más ágil Daniela. 

  

 

"¡Hola mami!" se escuchó a Daniela exclamar desde fuera de la pared que separaba el salón del pasillo. 

Taeyeon  salió de su escondite poniéndose con dificultad sobre sus pies, una mano encontrando su camino instintivamente hasta su estómago mientras que la otra usó el sofá como apoyo para levantarse. 

"Estoy definitivamente demasiado embarazada para este tipo de cosas ahora," murmuró mientras estiraba sus articulaciones lentamente saliendo de la sala para unirse a su hija. 

"¡Es mami!" gritó animadamente la pequeña cuando vio a taeyeon  aparecer. 

Se estaba balanceando en el sitio emocionada, el teléfono entre sus dos manos mientras lo sostenía contra la oreja. 

  

 

"¡Quiere hablar contigo!" gritó Daniela tirándole el teléfono en la dirección de taeyeon. "Ha dicho que viene a casa ahora." 

  

 

"Gracias," dijo agradecida taeyeon  cogiendo el teléfono levantándolo hasta su oreja. "Hey," dijo, sus ojos cayendo en Daniela quien estaba mirándola con una gran sonrisa en la cara, evidentemente ansiosa por ver a tiffany. 

  

 

"Hey cariño," devolvió tiffany. "¿No contestas ya al móvil?" 

  

"Está en la cocina y no lo escuché," le informó sinceramente. "Daniela y yo hemos estado jugando unicornios y dragones en el salón..." 

  

 

"¿Qué? ¿Sin mí?" cuestionó tiffany fingiendo estar ofendida. "¿Quién fue el unicornio?" 

  

"Daniela," le dijo taeyeon. 

 

"Daniela es normalmente un dragón." Señaló tiffany  riéndose. 

  

"Sí bueno no estabas aquí y es tan dragón como unicornio," le recordó taeyeon. "Así es cómo tu quisiste, ¿recuerdas? ¿No es esa la razón por la que soy yo la que está sufriendo los tobillos hinchados y un dolor imparable en la espalda ahora mismo y no tú?" 

"Las dos lo quisimos de esa manera cariño," dijo tiffany. "Además, sabes que encantada cambiaría de lugar contigo si pudiera pero desafortunadamente no tienes un hermano, ni uno lo suficientemente increíble para ser un donante para nosotras." 

"La única vez de mi vida entera que he deseado tener un hermano en vez de una hermana fue en el parto de Daniela," se rio taeyeon. "Es también la única vez que he odiado a leo..." 

 

"¿Tío Chris?" preguntó Daniela, obviamente cogiendo su nombre pero no el contenido de la conversación. 

 

"Sí, cariño..." dijo taeyeon; poniendo una mano en lo alto de la cabeza de Daniela amablemente. 

  

"Le recordaré eso la próxima vez que le vea," se rio tiffany  antes de continuar, "Escucha cariño, la razón por la que he llamado exactamente es porque estoy de camino a casa desde el hospital ahora mismo así que no debería tardar mucho," dijo tiffany, cambiando de tema hasta la razón original por la que había llamado. 

  

"¿Estás bien?" preguntó taeyeon, sintiendo el tono solemne apenas escondido en la voz de tiffany. "¿Cómo fue?" dijo acariciando el pelo de su hija ligeramente. 

"Fue horrible como puedes imaginar," contestó sinceramente tiffany, suspirando. "Está muy molesta. Creo que pasará un tiempo hasta que sea capaz de pensar en rehabilitación de nuevo pero quiero que empiece a practicar en una silla de ruedas lo antes posible. Lo más rápido que empiece más independencia podrá tener. Espero que eso la ayude a empezar a mirar hacia adelante..." dijo bajando la voz, quedándose atrapada en su garganta. 

  

"Lo siento," se disculpó sinceramente taeyeon, sabiendo lo involucrada que tiffany  era con la rehabilitación de sus pacientes. "¿Puedo hacer algo?" preguntó mientras seguía acariciando el pelo de su hija mientras hablaba. 

 

"No. Pero gracias," le informó, apreciando su oferta. 

  

 

"Entonces... ¿estás conduciendo ahora?" preguntó nerviosa, recordando el accidente de la paciente de tiffany  en el que había estado involucrada como resultado de que su padre estuviera hablando por su móvil. 

"No te preocupes estoy usando el Bluetooth." La tranquilizó tiffany, inmediatamente entendiendo las preocupaciones de taeyeon. 

 

"Vale, bien," exhaló taeyeon  con alivio. "¿Te gustaría que te preparase un baño o algo cuando llegues? Puede ayudarte a relajarte si has tenido un día duro." 

  

"Bueno, eso depende..." empezó tiffany  provocadoramente. 

"¿De qué?" preguntó taeyeon, completamente perdiéndose la insinuación. 

"De si estarás esperándome dentro o no," contestó sugerentemente tiffany y taeyeon se rió a carcajadas. 

 

"Créeme; no quieres compartir la bañera conmigo ahora. Sería como una ballena." 

 

"Creo que yo debería juzgar eso, ¿no?" 

  

"Vale Capitán Ahab, pero no digas que no te advertí." bromeó. 

  

 

"Moby , ¿cierto?" preguntó perceptivamente tiffany. 

 

"Sí," verificó taeyeon  mirando hacia abajo una vez más a Daniela quien estaba aún mirándola, claramente perdida en la conversación actual por la apariencia de su cara. "Entonces, aproximadamente ¿cuánto crees que tardarás hasta llegar aquí?" 

  

"No mucho," contestó tiffany  mientras se oía un golpe en la puerta. 

  

Taeyeon  sonrió y caminó hacia allí, su mano libre extendiéndose hasta el pomo de la puerta teniéndola justo suspendida en el aire. 

"Espera un minuto, ¿no tienes llave?" bromeó taeyeon  juguetonamente y se podía escuchar el eco de la risa de tiffany  a través de la puerta. 

  

"La he perdido," le dijo. 

  

"Pero, eso no es realmente un problema ¿no?" dijo con desdén taeyeon. "Deberías tener más cuidado..." 

 

"Oh vamos, déjame entrar," la cortó tiffany. "He tenido un día de mierda y te he comprado algo," dijo suplicante tiffany, el tono de su voz tentando a su mujer más de lo que le importaría admitir. 

 

"¿Es algo bueno?" preguntó, mordiendo el anzuelo. 

  

"Creo que es bastante bueno...pero...siempre podría dárselo a alguien más si no estás interesada." 

  

"Por qué no lo deslizas por debajo de la puerta y decidiré si merece la pena o no dejarte entrar," sugirió taeyeon. 

 

"No creo que vaya a caber por debajo de la puerta cariño," compartió tiffany  seriamente. 

  

 

"Vale, espera un minuto mientras le pregunto a mi compañera de habitación." Le dijo taeyeon a tiffany  antes de volverse hacia su hija encontrándose con sus ojos. "¿Qué crees Daniela? ¿Deberíamos dejar entrar a mami?" cuestionó conspiradoramente y Daniela sonrió ampliamente, asintiendo con su cabeza en afirmativo. 

 

Taeyeon  presionó el pomo y abrió la puerta ante la respuesta de su hija, su cara iluminándose ante la vista de tiffany de pie en el pasillo, un pequeño cachorro retriever a sus pies con su correa. 

  

    

"¡Mira mami! ¡Es un cachorro!" exclamó Daniela, corriendo hacia el perro. 

 

 

"Feliz to aniversario," deseó tiffany  y su mujer bajó el teléfono de su oreja deslizándolo en su bolsillo trasero. 

Taeyeon dio un paso hacia adelante para encontrarse con tiffany  y la besó en los labios en forma de saludo, dándole un abrazo raro, su gran abdomen dificultando el abrazo. 

 

"No puedo creer que hayamos estado casadas seis años," dijo taeyeon  incrédula, relajando su agarre en tiffany  mientras Daniela estaba en el suelo a sus pies acariciando al perro. 

  

"Sí, bueno no puedo creer que hayamos estado juntas dieciséis años," contrarrestó tiffany. "Ya sabes...quitando como...dieciocho meses." añadió, refiriéndose a la separación durante su segundo año de universidad. 

  

"No puedo creer que me hayas comprado otro cachorro," estableció taeyeon  mirando al perro que estaba lamiendo la cara de su hija con entusiasmo. 

  

Tiffany le dio a taeyeon  la correa para que así pudiera agacharse a coger a su hija del suelo. 

 

"Acabas de ir a comprarlo ahora o... ¿qué?" preguntó la mujer de ojos marrones alucinada. 

 

"En realidad, hyuna  ha estado cuidándolo por mí," dijo tiffany  levantando a Daniela en el aire besándola con afecto en la mejilla en forma de saludo, la pequeña sentándose en la cadera de su madre envolviendo sus brazos alrededor de su cuello acercándose más a ella alegremente. "Me paré en su apartamento de camino a casa para recogerlo. Sé lo mucho que echas de menos a 

  

 

Jasper..." 

"tiffany..." empezó taeyeon  pero tiffany  la interrumpió antes de que pudiera empezar a objetar. 

 

"Sé que no querías otro perro después de que él muriera porque acabábamos de tener a Daniela pero...ahora es más mayor y..." 

 

 

"¿De verdad crees que esto es una buena idea?" intercedió taeyeon  siendo la voz de la razón. "Quiero decir, me encanta," dijo, agachándose lo mejor que pudo para coger el cachorro en un brazo, rascándole detrás de la oreja con una mano mientras sostenía aún el teléfono. "Es un regalo increíble pero, ya tenemos a este pequeño monstruito corriendo por la casa y hay otro de camino. ¿No crees que tendremos nuestras manos llenas cómo está?" 

  

  

"No eres un pequeño monstruito ¿verdad cariño?" le preguntó tiffany  a la pequeña que tenía en sus brazos que estaba moviendo su cabeza en respuesta a la pregunta mientras su madre ligeramente acariciaba con la punta de su dedo índice su mejilla. "Quieres quedártelo ¿verdad?" 

  

"Por favor," suplicó Daniela, abriendo sus ojos implorando a taeyeon  quien movió su cabeza ante las tácticas de tiffany. 

  

 

"Eso no es justo," gruñó taeyeon, entrando a la casa con el perro en sus manos. 

  

Tiffany  la siguió con Daniela aun en sus brazos y cerró la puerta con su pie. 

  

"Ahora ya sabes exactamente que he tenido que aguantar todos estos años que hemos estado juntas." 

  

Taeyeon  le dio a tiffany  una mirada señalada y puso el teléfono de nuevo en la base de la pequeña mesa del pasillo. 

  

"Supongo que si nos lo vamos a quedar entonces probablemente deberíamos escoger un nombre," dijo taeyeon; secretamente feliz de ceder a las peticiones de su mujer y su hija. 

 

Tiffany  sonrió a taeyeon  y le sonrió a sabiendas. 

  

"¿Qué piensas Daniela?" preguntó taeyeon, levantando al cachorro cerca de la menor para que así pudiera acariciarle. "¿Cómo deberíamos llamarle?" 

"¿Podemos llamarle Buddy?" preguntó y taeyeon  se encontró con la mirada de tiffany. 

  

"Buddy suena muy bien como nombre," elogió tiffany y taeyeon  asintió de acuerdo. 

  

"Buddy es entonces," dijo taeyeon, sonriendo a tiffany  inclinándose para besarla en los labios agradecida. "Gracias." Reconoció con aprecio. "Realmente me encanta." 

  

"Pensé que te gustaría." Respondió tiffany, cambiando el peso de su hija en sus brazos para besar de nuevo a taeyeon. 

  

 

Cuando se separaron, tiffany  se dio cuenta de la amplia sonrisa en la cara de Daniela, la menor mirando el intercambio entre las dos adultas. 

  

"¿Por qué estás sonriendo?" le preguntó tiffany. 

  

"Nada," contestó Daniela, aun sonriendo ampliamente mientras miraba a sus madres. 

  

"¿Nada?" preguntó tiffany  haciéndole cosquillas a la pequeña en el estómago haciendo que se retorciera en sus brazos en un intento de escapar. 

  

Tiffany  bajó a Daniela al suelo mientras huía rápidamente, animando a tiffany  a que la siguiera, taeyeon viéndolas desaparecer hasta la habitación de Daniela. Movió su cabeza, su mano aun acariciando el pelaje del perro pensativamente. 

  

"Tengo la sensación de que vas a ser el menor de mis problemas," le dijo, andando deprisa detrás de ellas. 

  

 

Una hora después, cuando Buddy se había asentado en su nueva casa, Daniela había sido metida en la cama y ambas, taeyeon y tiffany  habían disfrutado de un vaso de vino y de comida China de su restaurante favorito, las dos mujeres se sentaron juntas en el sofá. Taeyeon estaba tumbada sobre su espalda, con sus piernas estiradas y su cabeza en el regazo de tiffany, el sonido de la música suave llenando el espacio a su alrededor desde el estéreo en la esquina de la habitación. Tiffany estaba mirando a su mujer, los dedos de una mano acariciando ligeramente la cicatriz que aún se veía en su frente, la costumbre sin irse nunca después de todos los años que habían estado juntas. 

 

"Me alegro de que no saliéramos esta noche," musitó tiffany  mientras seguía acariciando la imperfección. 

  

"Yo también," concurrió taeyeon, extendiendo su mano para apretar el codo de tiffany  en reconocimiento. 

Tiffany  se paró y movió su mano hasta el estómago abultado de taeyeon, sonriendo cuando sintió una pequeña patada en la palma de su mano, haciendo que se riera. 

 

"A lo mejor el bebé está intentando escapar después de todo," se rio, inclinándose hacia abajo para plantar un suave beso contra el ombligo de taeyeon  mientras acariciaba el pelo de su mujer. "Definitivamente se parece a ti con la impaciencia." 

  

 

"No soy impaciente," se quejó taeyeon. 

"Por favor," dijo tiffany, poniendo los ojos en blanco. "Daniela apenas se había retrasado un día antes de que probaras cualquier truco del libro para inducir el parto." 

 

"¡Tenía ganas!" admitió. "Así que demándame ¿vale? No podía evitarlo. Ya la había incubado durante nueve meses. Quiero decir que, ¿a qué estaba esperado exactamente?" 

 

"No tengo ni idea," confesó tiffany. "No podía esperar a conocerte." Dijo significativamente, pasando sus dedos por la cicatriz de taeyeon de nuevo. 

 

Taeyeon extendió su mano izquierda y cogió la de su mujer, el pequeño tatuaje en forma de un punto y una coma que ahora cubría una parte de su muñeca fácilmente visible dándole una distracción de las heridas que si hizo de adolescente. Taeyeon  había elegido el diseño por dos razones; primero, porque amaba la literatura pero, más importantemente, porque le recordaba a cuando podía haber acabado su vida, como un autor podía haber terminado una frase, no lo había hecho. Había tomado la decisión de no hacerlo y seguir hacia adelante, como el autor había hecho. 

"Sabes, encontré mi diario hoy," le dijo taeyeon a tiffany  ante la referencia a su pasado y tiffany  bajó sus dedos para trazar la oscura marca sobre la piel de su mujer. "No sabía que lo guardabas." 

"Significa demasiado para mí como para tirarlo," le informó tiffany  sinceramente, aun acariciando la marca sobre la muñeca de taeyeon  repetidamente con su dedo índice. "Aún lo leo a veces cuando me siento nostálgica." 

 

"¿Nostálgica? Por los 'viejos buenos tiempos'" bromeó taeyeon  sonriendo. 

"Sabes a lo que me refiero tae," le devolvió la mujer de ojos verdes, poniendo los ojos en blanco. "Ese fue nuestro comienzo y creo que es bueno recordar dónde empezamos. Me ayuda a recordar lo lejos que hemos llegado desde entonces." 

 

"Bueno, en el futuro no tendrás que recurrir a leer eso." Dijo significativamente taeyeon. 

  

"¿Estás diciendo lo que creo que estás diciendo?" preguntó tiffany, su boca ampliándose con una sonrisa. 

  

 

"Finalmente lo he terminado," asintió taeyeon  teniendo problemas para sentarse. 

  

 

Tiffany  ayudó a su mujer hasta una posición vertical en el sofá y taeyeon  se encontró con sus ojos verdes antes de continuar. 

"Quería que fuera tu regalo de aniversario," le dijo. "Pensé que sería algo poético, ya sabes, ver cómo lo escribimos juntas y todo." 

  

 

"Tú lo escribiste," estableció tiffany  modestamente. "No puedo tomar ningún crédito de eso." 

 

"Pueden ser mis palabras tiffany  pero mucho de lo que hay ahí son tus recuerdos, no los míos." Admitió taeyeon. Tengo dificultad recordando muchas cosas del principio pero tú recuerdas todo. 

  

 

Necesito tu apoyo para rellenar los espacios en blanco por mí." 

 

"Siempre querías que lo escribiéramos juntas," recordó tiffany  con una mirada sentimental en su cara. 

  

"¿Quieres verlo?" preguntó taeyeon. 

  

 

Había tenido el último borrados escondido de tiffany  hasta ahora, sin querer que su mujer viera o leyera lo que había escrito completamente hasta que estuviera terminado y estaba feliz de lo que había conseguido. 

  

 

"Claro que quiero," contestó tiffany  mientras taeyeon  se levantaba extendiendo su mano hacia la mujer de ojos verdes. 

 

Tiffany  aceptó, cogiendo la mano de taeyeon  con la suya. Su mujer llevándola hasta el estudio y guiándola hasta la silla antes de acercarse al cuerpo de tiffany  moviendo el ratón para despertar a su ordenador devolviéndolo a la vida. 

 

"¿Las divagaciones incompletas de una persona loca? ¿De verdad tae?" se rio tiffany, leyendo el título en la página. 

  

"Es un título en proceso," profesó taeyeon  entretenida por la reacción de tiffany. "¿No supongo que se te pueda ocurrir uno mejor?" 

  

Tiffany  estudió el anillo de su dedo y recordó las palabras que estaban grabadas en él. 

 

"¿Un mar en calma nunca hizo experto a un marinero?" preguntó con dudas, pero la mirada en su cara mientras lo decía fue suficiente para convencer a taeyeon  de que a tiffany  no le gustaba la sugerencia tampoco. "Borra eso." Dijo la mujer de ojos verdes, moviendo la mano delante de su cara y rápidamente mirando las páginas que tenía delante, buscando algo de inspiración." 

  

 

Se paró cuando una parte del texto captó su atención, era una conversación que había tenido con su madre que taeyeon  había traducido hasta una página y sintió que las lágrimas llegaban hasta sus ojos ante el recuerdo de la mujer que había perdido. 

"¿Qué estás leyendo?" preguntó taeyeon, dándose cuenta de los ojos humedecidos de su mujer siguiendo su mirada. 

  

 

"Este poco," dijo tiffany, señalando la pantalla. 

  

 

"Eso es la vida tiffany. Es una serie de pruebas y aflicciones. Atravesarás una sólo para encontrar que tienes que enfrentarte a otra. La gente enferma, cosas malas pasarán, es inevitable pero, si siempre estás esperando a que las dificultades vengan, si siempre te estás preocupando... ¿qué tipo de vida tendrás? Nunca disfrutarás de las cosas positivas; nunca las apreciarás si siempre estás esperando a que lo peor pase." 

 

Taeyeon  envolvió un brazo alrededor del cuello de tiffany  consoladoramente al ver el contenido de la página y tiffany  puso una mano en su brazo mientras se apoyaba en su pecho. 

  

 

"Me acuerdo de esto," dijo tiffany. "Estaba enfadada cuando hizo que dejase de verte pero, tenía razón con lo que dijo." 

 

"Entonces, ¿en qué estás pensando?" preguntó taeyeon, sosteniendo firmemente a tiffany en sus brazos. 

  

"Creo que nuestro tercer año de instituto estuvo lleno de altibajos," musitó tiffany, mirando a su mujer. "Entonces, creo que deberías ponerle un nombre al libro que represente eso." 

  

"¿Algo como qué?" cuestionó taeyeon, leyendo de nuevo las palabras de Soyeon. 

 

"Pruebas y Aflicciones," contestó tiffany. 

 

Taeyeon entró la pantalla un momento y se inclinó sobre tiffany  para volver a la primera página, borrando el título que había escrito antes reemplazándolo con el nuevo. Lo consideró un momento, una mirada de satisfacción en su cara. 

  

"Pruebas y Aflicciones," dijo con admiración. "Creo que es el título perfecto." 

Taeyeon  redujo el espacio entre el título y el nombre del autor usando la tecla de borrar y tiffany  se rio, limpiándose los ojos con la parte de atrás de su mano. 

  

 

"Me gusta el pseudónimo que estás usando," se rio suavemente, sus ojos aún húmedos pero apreciando la distracción de los pensamientos de su madre. 

  

"¿t.t. Cameron?" preguntó taeyeon y tiffany  asintió. 

"taeyeon, tiffany, TaeNy, ¿verdad?" cuestionó tiffany. 

 

"Sí," confirmó taeyeon. 

  

"Yeri  va a alegrarse por la referencia." 

 

"En realidad a ella se le ocurrió" compartió taeyeon  con ella. 

  

"¿Por qué no me sorprende?" dijo tiffany  mientras volvía a moverse por el documento hasta la página de agradecimientos. "¿Sabe Dallas que la estás incluyendo en esto?" preguntó después de leer los créditos que taeyeon  le había dado a su profesora. 

"Se lo enseñé la semana pasada cuando quedamos para comer," contestó taeyeon. 

 

"Sabe que todo este pequeño empeño es su culpa ¿verdad?" le dijo tiffany  a su mujer. "Siguió presionándote a escribir..." 

  

"Lo hizo, pero...tú fuiste quien me inspiró," intercedió taeyeon. 

  

 

Tiffany  sonrió a taeyeon  y cogió su mano, apretándola en un reconocimiento silencioso de sus palabras antes de volver su atención hacia la pantalla. Escaneó a través del documento, su corazón revolviéndose ante los recuerdos que había en la página mientras lágrimas se formaban en sus ojos de nuevo al ver sus nombres escritos en blanco y negro, el significado sin ser perdido. 

  

"No has cambiado ningún nombre," dijo tiffany, su voz con emoción. "Pensé que dijiste que ibas a cambiar el tuyo..." 

  

 

"Sí bueno, alguien listo me contó una vez que no debería pasar mi trabajo a ficción," respondió taeyeon, limpiando los ojos de tiffany  con su pulgar para que se fueran las lágrimas antes de coger el ratón volviendo al principio del documento donde estaban las palabras, 'Basada en una historia real' escritas. "Quiero que la gente crea en una historia de amor como la nuestra." Compartió con ella. "Quiero que tengan la esperanza de que un día encontrarán a alguien que les haga sentir como tú haces que me sienta. Quiero que crean en finales felices y entiendan la importancia de la perseverancia. No quiero que se rindan nunca. Quiero que se den cuenta de que pueden perderse algo increíble si lo hacen. Quiero que la gente lea nuestra historia y sepa que se mejora en algún momento. Cada historia tiene cientos de finales felices en sí tiffany. Es sólo que a lo mejor a veces el autor sigue escribiendo hasta que no puede tener ninguno más, hasta que sólo hay un final viable." 

"No crees eso," comentó tiffany a sabiendas. "Al menos ya no. Ahora crees que cada historia tiene un final feliz. Crees que a veces no siempre puedes verlo." 

  

"Sí. Eso creo," dijo de acuerdo 

 

Taeyeon. "Pero tú no. Siempre dices que la muerte es el último final para la historia de cualquiera." "¿Entonces qué crees que es la muerte?" preguntó intrigada tiffany. 

 

"Creo que es probablemente sólo el comienzo de otro capítulo," contestó abiertamente taeyeon. "Me gusta creer que es sólo una historia que ninguna persona viviente tendrá la oportunidad de leer." 

 

"Creo que eso sería increíble si fuera verdad," dijo en respuesta tiffany. 

"Creo que un día finalmente creerás que lo es," dijo con esperanza taeyeon. 

 

"A lo mejor," dijo tiffany, poniendo una mano encima del brazo de taeyeon  en reconocimiento antes de bajar hasta la última página del documento, sus ojos vagando de atrás hacia adelante en la pantalla mientras leía. 

 

"¿Aquí es donde has decidido terminarlo? Después de nuestro tercer año de instituto," se rió 

 

Tiffany  frívolamente a pesar de sus ojos aún húmedos. "¿Qué pasa con la universidad?" 

"Quieres decir ¿la era del o, las drogas y el rock and roll?" cuestionó taeyeon a su mujer, levantando una ceja. "Eso es completamente otra historia; una que preferiría no tener que recordar aún." Dijo haciendo un gesto hacia la pantalla del ordenador. "Me ha tomado todo este tiempo en aliviar esta tormenta de emociones. No creo que pudiera soportar volver al desastre que alimentó el alcohol hacia tu autodestrucción." "Hey, al final todo funcionó," le recordó tiffany. 

  

"Sí, una horrible depresión y ¿qué? ¿Un millón de noches de ligues después?" se rió taeyeon, ahora mucho más libre de hablar sobre lo que pasó en aquel entonces. 

 

"No fue un millón," dijo tiffany. "Además, sólo era o. No es como si hubiera tenido sentimientos por alguien...no como tú..." 

  

 

"No te pongas celosa," reprimió la mujer de ojos marrones de buen humor. "Tú rompiste conmigo ¿te acuerdas?" 

 

"No sé en qué coño estaba pensando." Señaló genuinamente tiffany. "Era una jodida idiota." 

"No vas a escuchar reproches por mi parte," respondió taeyeon  alegremente. "Pero sabes que nunca me preocupé por ellas de la forma en la que me preocupo por ti ¿no?" dijo sinceramente, poniendo una mano en la parte de atrás de la cabeza de tiffany besando su frente delicadamente. "Sólo he amado a una persona en toda mi vida tiffany  y esa es y siempre serás tú." 

  

 

Tiffany  se levantó y abrazó fuertemente a taeyeon, sus brazos acercando a su mujer en un calurosos y afeccionado abrazo. 

  

 

"Te amo," declaró tiffany, besando a la otra mujer, su boca permaneciendo contra los labios de su mujer felizmente. "Gracias por escribir esto." dijo, besando de nuevo a taeyeon  y después encontrándose con sus ojos marrón chocolate. "Sé lo duro que has trabajado en ello y no puedo esperar a leerlo en condiciones. Realmente es un regalo de aniversario genial." 

"Puedes leerlo todas las veces que quieras," le dijo taeyeon, "pero, no voy a mandarlo al editor hasta la semana que viene así que pasará un tiempo hasta que lo consigas impreso." 

"Bueno, cuando finalmente esté a la venta definitivamente voy a comprar una copia." Le dijo tiffany. "Quiero ser la dueña de una primera edición firmada. Probablemente va a valer mucho dinero algún día." 

"Lo dudo," se rio taeyeon  extendiendo su mano para abrir el cajón de la mesa sacando una carta de dentro, "Feliz aniversario." Dijo dándosela a tiffany. 

 

"¿Otra hecha a mano?" preguntó cogiéndola de la mano de su mujer y abriendo el sobre. 

  

"Es una tradición," remarcó taeyeon, levantando una esquina de su boca en una sonrisa, sus ojos brillando. 

  

Tiffany  sacó la tarjeta y sonrió cuando vio dos anillos entrelazados dibujados delante con un 'Feliz Aniversario,' escrito con la letra desordenada de taeyeon por encima y debajo de ellos. 

  

"¿Necesito sentarme para esto?" cuestionó tiffany, sabiendo lo largas que habían sido todas las anteriores tarjetas que le había dado su mujer, sin importar si eran para su aniversario, su cumpleaños, el día de San Valentín o Navidad. 

  

"No;  no esta vez." Contestó taeyeon  mientras tiffany abría la tarjeta para leer lo que había dentro. "Te amo." 

 

Tiffany  sonrió al ver esa corta declaración y levantó su mirada para encontrarse con los ojos de taeyeon que estaban mirándola de cerca esperando una respuesta. 

 

"¿Eso es todo? Sólo tres palabras..." 

"De todo lo que he dicho o escrito eran las únicas tres palabras que realmente me han importado siempre." 

  

 

Tiffany  sintió que sus ojos se humedecían ante las palabras de taeyeon y reverenciaba el hecho de que después de todos estos años aún fueran capaces de conmoverla al borde de las lágrimas, de que su mujer pudiera coger un simple pensamiento y traducirlo en el sentimiento más poético. El regalo de taeyeon  con las palabras fue algo que no podía ser enseñado. Era instintivo. Sus palabras salían de algún lugar profundo a su antojo. No las planeaba, sólo pasaban. 

 

Las palabras de taeyeon 

 eran naturalmente preciosas. 

  

 

Como lo era ella. 

 

Eran inspiradoras. 

 

Justo como ella lo era. 

  

Las palabras de taeyeon  eran todo para tiffany. 

  

 

Justo como ella lo era... 

  

Debería de estar lloviendo. 

  

Pero no lo estaba. 

  

Los cielos deberían de estar grises y el tiempo sombrío como su estado de ánimo. 

  

Pero no lo estaba. 

 

A cambio, el sol estaba brillando en un cielo nuboso y la brilla era cálida e invitadora contra el cielo mientras estaba de pie en el balcón de la casa de la playa que habían compartido. Sus ojos vagaban por el océano que tenía delante, admirando la vista y la forma en la que las calmadas olas golpeaban la costa, desapareciendo y fluyendo al mismo tiempo ante el segundo vistazo. Podía escuchar los pájaros cantando musicalmente en el cielo y le recodaba a ella cada vez que se habían sentado juntas en ese mismo sitio viendo cómo el día se desvanecía lentamente hasta la noche que las envolvía. Este era el hogar que habían construido juntas y los hijos que habían crecido aquí, habían compartido su amor en la playa y la sensación familiar de la arena cálida bajo sus pies mientras caminaban. Habían jugado en el mar durante numerosos veranos, sus pequeñas manos salpicando en el agua hasta que no sus manos ya no podían más y a cambio sostenía las de sus hijos. 

  

 

Así que, no, el tiempo no se correspondía con el estado de ánimo de tiffany. De hecho, no estaba ni cerca de ser una representación aceptable para cómo se estaba sintiendo. Sin embargo, a pesar de eso la verdad que tiffany  pensaba que, dadas las circunstancias, probablemente sería un tributo más ajustado a su mujer porque taeyeon, bueno, le habría gustado un bonito día como el de hoy. 

  

 

"Mamá," una profunda y preocupada voz sonó detrás de tiffany  en dirección de la casa. "El coche está aquí," le informó mientras una mano firme se ponía contra su espalda en forma de apoyo. "Está esperándonos fuera." 

  

 

"Vale Luke," reconoció tiffany, abrazando la dura cobertura del libro que tenía en sus brazos contra el pecho, sus ojos sin dejar nunca el océano. "Estaré allí en un minuto." 

  

"Daniela ha llamado," empezó tristemente, "Va a encontrarse con nosotros en la iglesia con Paul y los niños," le dijo a su madre. 

  

 

Tiffany  finalmente volvió su atención hacia su hijo y se encontró con sus ojos marrones, el color recordándole a aquellos con los que se había enamorado hace años. 

 

"Vale," dijo, poniendo una mano en su codo, la otra sosteniendo el libro fuertemente. 

  

"¿Es ese uno de los libros de mamá?" preguntó, dándose cuenta del objeto extendiendo su mano inquisitivamente. 

  

 

"Sí," contestó tiffany, dándoselo. "Fue el primero:" 

  

"Nunca he leído este," divulgó. "Siempre solía decir que no era apropiado para mí o para Daniela." "Probablemente tenía razón." Se rio tristemente tiffany, recordando algo del contenido. 

  

"Recuerdo que solía leernos todo el tiempo cuando estábamos creciendo," comentó, observando la desgastada portada durante un momento antes de volver a dárselo a tiffany quien lo cogió agradecida. 

  

"Le encantaba leeros historias," respondió, porque era la verdad. 

  

Una de las cosas que taeyeon  amaba más sobre ser madre era disfrutar de las caras de sus hijos cuando se iluminaban con las historias que les contaba, la forma en la que sus expresiones cambiaban dependiendo de lo que estaba pasando en las historias que compartía, la forma en la que se reían cuando encontraban algo gracioso, o cuando la abrazaban fuerte cuando estaban asustados. Era en realidad el mismo disfrute que tiffany  solía tener cuando se sentaba a ver a taeyeon  leer. 

 

"Siempre contaba las mejores." Dijo silenciosamente Luke. 

  

 

Tiffany  asintió con su cabeza solemnemente y Luke se acercó para besarla en la mejilla, quitando alguno de los mechones largos grises que cubrían su hombro fuera del camino para así poder hacerlo. 

  

 

"Te esperaré delante." dijo, dándole algo de tiempo para que se preparase para lo que iba a llegar. 

  

 

 

"Gracias," aceptó agradecidamente. 

  

Luke la besó en la frente de nuevo delicadamente antes de ir de nuevo dentro de la casa para dejarla sola una vez más. 

  

Una vez que estuvo segura de que se había ido, tiffany  soltó un pequeño sollozo contra el que había estado luchando desesperadamente para suprimirlo y puso una mano para cubrir su boca avergonzada de que hubiera salido de sus labios. Sabía que hoy había estado esperando desde hace tiempo, ambas lo sabían pero aun así, no hacía que el dolor de su pecho se aligerase o que la devastación en su corazón fuera menor. No hacía su pérdida más fácil de llevar porque la realidad era que taeyeon  se había ido y ahora está sola sin la persona que tenía la esperanza de que fuera capaz de reconfortarla en medio de una desesperación tan agonizante. 

  

 

Taeyeon  había estado durmiendo cuando pasó. Simplemente se durmió en su silla en el balcón y nunca se volvió a despertar. Tiffany  no podía evitar sentirse agradecida por eso. La última cosa que hubiera querido era saber que taeyeon  había sufrido, porque a pesar de sus bromas, nunca había perdido sus facultades y tiffany  no podía soportar la idea de que taeyeon  había sabido de lo que estaba pasando cuando había tomado su último aliento. 

  

Los doctores habían pensado que su corazón se había rendido finalmente. Que los dos ataques al corazón que había sufrido en el pasado finalmente habían pasado factura a su órgano dañándolo permanentemente sin reparación. Nadie realmente entendía que taeyeon  ahora no estuviera, su corazón siempre había estado en el mismo estado. 

  

Taeyeon  siempre había dicho que su corazón sería la cosa que la llevaría al final. Había tenido tantos problemas durante los años que siempre animaba a tiffany  a apostar por ello consiguiendo algo de dinero para unas buenas vacaciones en algún sitio cálido y exótico, algún sitio con arena blanca y playas con aguas transparentes y claras. Taeyeon  no sabía que tiffany  no quería ir a ningún lado así sin ella. Que la playa sólo tenía belleza para ella porque ella también estaba ahí. 

 

Tiffany  recordaba el primer ataque al corazón que taeyeon  había sufrido cuando estaba en sus cuarenta. Recordaba haber estado tan preocupada por su mujer que apenas había funcionado pero taeyeon  salió de ello. Tiffany  puso una sonrisa triste mientras recordaba con perfecta claridad la sonrisa tonta que había encontrado en los labios de taeyeon  cuando entró en la habitación del hospital para encontrársela mucho más viva. 

  

 

"¿Pensabas que te desharías de mí tan fácilmente?" había preguntado cansada y tiffany  había explotado en sollozos incontrolables justo en aquel mismo sitio. 

  

 

El segundo ataque al corazón golpeó más fuerte a taeyeon. Era más mayor entonces, sesenta y cinco, pero a pesar de derribarla de sus pies durante unas semanas consiguió salir de ese también, su corazón mucho más débil pero aun así latiendo, aun luchando como siempre parecía hacer, como ella siempre parecía hacer. 

  

 

Taeyeon  siempre había sido resistente; siempre había tenido fuerza, incluso aunque ella no lo creyera. Era una luchadora. Había luchado durante ochenta y nueve años pero, últimamente ya no podía luchar más y taeyeon  repentinamente murió como cualquier persona que antes que ella lo había hecho. 

  

 

Tiffany  recordó que después del segundo, o en realidad, tercer roce de taeyeon  con la muerte, le había dicho que a lo mejor hacía algo impredecible, que a lo mejor sorprendería a tiffany  una última vez muriendo de algo más exótico como ahogada por una alita de pollo. Tiffany  se había reído esa vez, incapaz de retener la risa que escapó sus labios, de orgullosamente mirar a taeyeon  con esa cara en un intento de bromear haciéndola reír más fuerte. 

  

 

Ahora no se estaba riendo porque taeyeon  ya no estaba alrededor y las bromas sin esfuerzo que una vez hicieron que su estómago doliera como resultado de su entretenimiento habían cesado ahora, sin volver a ser dichas de nuevo. 

  

Tiffany  volvió su atención hacia el libro que tenía en sus manos, sus ojos escaneando la portada durante unos breves segundos antes de abrirlo, sus dedos trazando las palabras que había escritas dentro con cariño. 

  

Taeyeon  había escrito muchos libros después de este. De hecho, había escrito casi, unos catorce en total. El primero siempre iba a ser el favorito de tiffany. Había sido donde había empezado; donde todo había cambiado. El primer libro de taeyeon  era la historia que representaba el comienzo del resto de sus vidas juntas y no importaba lo que viniera detrás, siempre iba a ser el más importante. Sin esta historia no estarían las demás. Sin esta historia tiffany  no estaría de pie donde estaba, desesperadamente intentando pensar las palabras que eran lo suficientemente especiales para describir a su mujer y lo increíble que había sido. 

  

Taeyeon  siempre se había preocupado de lo que dejaría detrás de ella una vez que se hubiera ido. Siempre tuvo ese miedo irracional de que sería olvidada, de que la marca que dejaría en el mundo no sería lo suficientemente grande para causar un impacto. Si pudiera ver el gran vacío que su muerte había dejado en la vida de su familia y sus amigos entonces habría sabido el gran efecto que realmente tuvo, cómo su amor había dejado una impresión en el mundo que seguiría viviendo mientras que la siguiente generación de la familia que habían creado siguiera. Pronto se estaría uniendo a todos ellos en la iglesia, cuatro generaciones de su familia juntos bajo un mismo techo para decir adiós al ángel que Dios había visto encajar con ellos durante todo lo que quiso. 

  

 

Tiffany  miró hacia abajo al libro abierto en sus manos y recordó la experiencia que estaba rememorando esa página de delante. Era su noche del baile de invierno, cuando taeyeon y ella se sentaron juntas en la cama en la casa de hyuna  y hablaron profundamente durante la noche sobre todo y nada en lo que sus mentes pudieran pensar. Esa fue la noche en la que tiffany  por primera vez le dijo a taeyeon  que había considerado ser una escritora, poco sabía la ironía de sus palabras en aquel entonces, porque no había conocido el don de las palabras de taeyeon y taeyeon  sabía que inspiraría a tiffany  a seguir otro camino completamente. 

  

"Mamá," escuchó tiffany  decir a Luke de nuevo, su hijo volviendo de donde la había estado esperando para ir en su búsqueda, preocupado. "¿Estás bien?" 

  

 

Había querido decir que no, pero no podía. No podía porque recordaba otra conversación que había tenido con taeyeon esa noche, una que habían tenido en repetidas ocasiones durante el curso de sus vidas juntas. Recordaba cómo le había dicho a taeyeon  que creía que la muerte era el final último al a historia de cualquiera; recordaba cómo taeyeon  había negado eso, cómo creía que la muerte no era el final a tu historia sino un comienzo de una aún sin escribir. Taeyeon  había creído que había algo después de morir. Había creído que si amabas a alguien entonces ni siquiera la muerte podría separarles. A los ojos de taeyeon, la muerte era sólo una transición que todo el mundo tenía que hacer en algún punto; sólo que era lo suficientemente práctica para saber que nadie lo haría juntos. Taeyeon  creía que cuando esos que te preocupan finalmente iban de camino a lo inevitable los volverías a ver. 

  

Después de todos los años juntas, taeyeon  había conseguido finalmente convencer a tiffany  de eso también. 

  

"Sí," contestó, volviéndose hacia su hijo y sonriendo ante la comodidad de ese pensamiento. 

  

 

Miró de nuevo al libro en sus manos y lo abrió por la última página, encontrando una hoja de papel doblada con su nombre escondida. 

  

 

 Luke cerró la distancia entre ellos y cogió el libro de sus manos para que así pudiera abrirla, leyendo la nota por encima del hombro de su madre. 

  

 

"tiffany, Estoy escribiendo esta nota esperando que no decidas tomar un viaje a corto plazo porque no había planeado que encontrases esto hasta después de mi muerte. Tomé una apuesta que a lo mejor querrías revisitar dónde todo empezó y si estás leyendo esto entonces me alegro de estar en lo cierto. Es bonito saber que aún sigues buscando alivio en mis palabras, incluso aunque realmente nunca entendí la razón por la que las valorabas tanto. 

  

 

Si me he ido entonces significa que mi corazón finalmente se ha rendido, nunca realmente creía que una alita de pollo sería la responsable de mi desaparición pero la risa que suscitó en tus labios definitivamente hizo que valiera la pena decirlo. 

  

Tiffany, por favor recuerda la primera que me hiciste una vez. Dijiste que le hablarías a la gente sobre mí algún día y quiero que te aferres a eso ahora. No estés triste de que me haya ido, no compartas nuestros recuerdos con dolor sino con felicidad. Recuerda que realmente nunca puedo dejarte, no mientras me mantengas en tu corazón. Si no hay nada más que recuerdes, recuerda eso. Aun existo por ti y esta separación terminará lo suficientemente pronto. 

  

Disfruta del tiempo que te queda con nuestra familia y no te preocupes que eres lo suficientemente fuerte para sobrevivir al resto del viaje sin mí. Esto es sólo otra tormenta tiffany  y eres una experta navegándolas ahora. 

  

 

No sé dónde acabaré ahora pero sé que sea donde sea será precioso, porque la belleza está en el ojo del espectador y tú me enseñaste a ver la belleza en todo. 

  

Sólo recuerda que te amo tiffany  y que no puedo esperar a verte de nuevo, para empezar otra historia mejor que la última. 

  

Un mar en calma nunca hizo experto a un marinero ¿no? Entonces de nuevo el mar no permaneció en calma demasiado tiempo. Siempre volverá a tener turbulencias. El mar puede que no siempre haya sido idílico en nuestro viaje pero hizo de un infierno un paseo y estoy tan agradecida de que fuéramos capaces de permanecer juntas. 

  

 

No voy a mantenerte demasiado tiffany  porque sé lo mucho que puedo divagar. Sólo quiero decirte una última cosa: estaba leyendo esta historia cuando escribí esta nota y pensé que era apropiado terminarla con las últimas palabras que te dije después de nuestro primer encuentro en el pasillo hace todos estos años. 

 

Bueno, 'Adiós tiffany...a lo mejor nos vemos por aquí.'" 

  

Luke envolvió un brazo alrededor de los hombros de su madre y ella ocultó su cara en su pecho, sin luchar contra las lágrimas sino subiéndose a la ola como un marinero experto en el que se había convertido. Él la llevó hacia la casa y juntos fueron hasta el coche guiándola dentro para que se sentara con cuidado. Él se sentó con ella durante todo el viaje hacia la iglesia, su mano en lo alto de la de ella mientras que el libro de taeyeon  seguía abierto en la otra. 

  

Tiffany  ahora sabía lo que iba a decir sobre taeyeon, en el fondo pensó que siempre lo supo. 

  

 

Había tantas palabras increíbles que tiffany  podía decir de su mujer y ninguna de ellas se compararían con el panegírico elocuente que probablemente recibiría si sus papeles estuvieran revertidos. 

  

Tiffany  sabía exactamente lo que iba a decir y era tan simple que estaba sorprendida de cómo no había caído en ello antes. 

  

 

Iba a decirle a todo el mundo la verdad, porque al final del día, eso es todo lo que realmente tenía. 

  

La verdad era que cuando primero conoció a taeyeon  había sido una chica rota, ansiosa por tirar su vida y entregarse a la muerte para escapar de sí misma y de su tortuosa mente. La verdad era que taeyeon  no había sido esa chica en mucho tiempo y tiffany  recordaba claramente la noche después del baile donde desapareció para siempre, cuando vio el sol salir en la playa haciendo las predicciones para los años que las esperaban. 

  

"3. Nunca dejaremos que el mundo nos rompa." 

  

 

Y no lo hicieron. 

  

 

Pero más importante, taeyeon  no lo hizo. 

  

 

Taeyeon  nunca dejó al mundo realmente romperla. A cambio, tomó la vida con ambas manos y la vivió en su versión más completa que pudo. Había disfrutado de cada minuto posible y soportado cada juicio que se le había dado con una resolución de acero que había desarrollado a lo largo del primer año que habían estado juntas. 

  

Taeyeon había vivido. 

  

 

Había vivido cada segundo de cada día y nunca dejó que el mundo la rompiera. Taeyeon  nunca dejó que la vida la venciera. 

  

A cambio, la conquistó. 

  

Y tiffany  le contaría a todo el mundo que la escuchase una simple verdad. 

  

"Mamá, estamos aquí," dijo Luke, sacando a tiffany  de sus pensamientos. 

  

Estaba de pie fuera del coche, su mano extendida para que la cogiera. 

  

"Vale," dijo, mirando a la iglesia durante un instante antes de rápidamente leer el párrafo final del libro de taeyeon. 

  

 

Cuando terminó, tiffany lo cerró y salió del coche, su hijo envolviendo su brazo alrededor de sus hombros de nuevo, su libro aun firmemente en sus brazos y las palabras de taeyeon  haciendo eco fuertemente en su cabeza: 

  

"Las historias de amor son interesantes. Más a menudo que no, se centran en dos protagonistas encontrándose y descubriendo que en seis billones de gente, hay sólo una persona con la que pueden imaginar el resto de sus vidas. TaeYeon  sabía sin lugar a dudas que su tercer año de instituto fue el comienzo de una increíble historia de amor. De hecho, se convirtió en la mayor historia de amor que nunca conocerá porque era la suya. Era la historia sobre el amor entre dos chicas, cuyo destino había decidido lanzarlas juntas en el ojo de la tormenta. Era una historia sobre el amor de una familia, que hizo sacrificios y compromisos que fueron requeridos unos por otros. Era la historia de amor entre dos amigas, quienes estuvieron la una al lado del a otra a través de todo lo que la vida había tirado en su camino, lo bueno y lo malo. Pero finalmente, era la historia sobre el amor que una chica había encontrado en sí misma. Era una historia de amor en todos y cada uno de los sentidos de la palabra y eso es lo que la hizo genial."  

  

  

 

fin.

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
-taesandara-
#1
Chapter 87: No estoy llorando, tu estas llorando :'( que hermosoooo fue eso! Es cierto, nunca lo vi desde esta perspectiva, la historia de amor de Taeyeon también se trataba de ella misma.
Excelente fic y cap. Lloro, gracia por compartir
natovida #2
Chapter 86: Es muy bello, muchas gracias!
Keyli25 #3
Estoy sufriendo no te encuentro en wattpad
-taesandara-
#4
Chapter 82: Hermoso <3
natovida #5
Chapter 81: Miles de suspiros
-taesandara-
#6
Chapter 80: Estoy traumada con la versión de Into the unknown de Taeyeon, y le queda perfecto a este cap, y de seguro al siguiente igual
-taesandara-
#7
Chapter 79: La introversión es genial, aunque muchos no lo vean así
Gaylord38
#8
Nice.
-taesandara-
#9
Chapter 78: Wow! Esto se pondrá interesante :3