capitulo 44

trials and tribulations (taeny)

Han pasado seis semanas desde que tiffany dejó ir a taeyeon. Seis semanas desde que rompiera sus corazones y el dolor físico que había sentido en su pecho mientras veía cómo los padres de taeyeon se iban, aún estaba presente, aun persistiendo cada segundo de cada día, recordándole lo que había perdido, a quien había perdido. Habían pasado seis largas, miserables, solitarias semanas y tiffany no había escuchado nada de taeyeon ni una vez. No una carta ni una llamada de teléfono ni un mensaje de texto de ella. No había escuchado nada, y eso la estaba matando, lentamente pero con seguridad.
 

Tiffany había soportado seis semanas sin la sonrisa de taeyeon, sin su risa, sin sus profundos ojos chocolate, su baja y ronca voz y sus largos y suaves mechones de pelo oscuro. Había sufrido sin la presencia en su vida de la forma de ser juguetona de taeyeon, sin su agudo intelecto y su amable corazón. Durante seis semanas tiffany había echado de menos todo sobre taeyeon, cada pequeño detalle, cada pequeña peculiaridad que su novia poseía, cada minuto e insignificante momento de contacto físico que solían compartir. Tiffany había echado de menos la forma en la que taeyeon frunciría su ceño cuando estaba confundida, cómo encogería su nariz adorablemente cuando estaba nerviosa o cómo haría pucheros en un intento de salirse con la suya. Había echado de menos la forma en la que taeyeon la miraría, la forma en la que sus ojos se iluminarían malévolamente cuando estaba planeando algo, la forma en la que su pequeña mano había encajado tan cómodamente en la suya.
 

 


 

Durante las últimas seis semanas tiffany había sido incapaz de trazar la cicatriz sobre el ojo izquierdo de taeyeon como solía hacerlo, había sido incapaz de jugar con los dedos de su novia como de costumbre, besar sus suaves labios tiernamente o acariciar su mejilla delicadamente con su pulgar. Todas las costumbres subconscientes que habían desarrollado, todos los pequeños consuelos cuando estaba preocupada, estresada o agitada. Todo ahora perdido; como taeyeon.
 

 


 

Tiffany echaba de menos todas esas cosas y una multitud más sobre su novia, pero, mayormente, simplemente la echaba de menos, echaba de menos a taeyeon. La echaba de menos cada día. Tiffany echaba de menos todo lo que taeyeon era, todo lo que había llevado a su vida, la forma en la que la había enriquecido a mejor, la forma en la que su futuro parecía menos desolador cuando se la imaginaba a ella en él.
 


 

Tiffany se echaba de menos a sí misma también; la persona que era cuando taeyeon estaba con ella, la forma en la que se sentía cuando estaban juntas. Echaba de menos la manera en la que su cara le dolería porque estaba constantemente sonriendo, la forma en la que taeyeon conseguía suavizar su dureza hasta que virtualmente no hubiera nada, la forma en la que la hacía feliz.
 


 

 

Tiffany realmente echaba de menos ser feliz.
 


 

Tiffany deseaba poder hablar con taeyeon otra vez de la manera que solían hacerlo. Echaba de menos sus profundas y significativas conversaciones y sus bromas alegres. Deseaba que pudieran quedarse despiertas toda la noche hablando de sus esperanzas, sus sueños, y su futuro como hacían antes, antes cuando las cosas estaban mejor, antes cuando no se había dado cuenta del alcance de los problemas de taeyeon, cuando aún estaba viviendo en una feliz e inconsciente negación. Si tiffany pudiera tan solo hablar con taeyeon, le diría que solo tenía una esperanza ahora; que sería que volviera a ella. Tiffany le contaría a taeyeon su sueño solitario; para ellas estar juntas, para finalmente estar reunidas una vez más. Eso era lo que tiffany quería, todo en lo que podía pensar y no creía que estuviera pidiendo demasiado al universo para darle un respiro en respuesta a todo por lo que habían pasado juntas como pareja.
 

 


 

 

El día que taeyeon dejó la ciudad tiffany se había quedado en la cama; demasiado deprimida para ir a la escuela, demasiado molesta para caminar por el mismo pasillo donde se habían conocido, para pasar por la ahora vacía taquilla de taeyeon o sentarse en los mismos sitios donde normalmente lo hacían durante las clases que compartían, la de al lado ahora dolorosamente y obviamente vacía ante la ausencia de taeyeon. Tiffany no podía recordar otro tiempo en su vida entera en el que hubiera llorado tanto como lo hizo ese primer día. Se había sentido como si se estuviera ahogando de la fuerza de sus sollozos, de toda la pena que la abarcaba y que había experimentado desgarrando sus adentros en pedazos violentamente, haciéndola sentir náuseas y mareada.
 

 

 

No había comido para nada ese primer día, su apetito se había ido y se había reemplazado con una insaciable necesidad por sólo una cosa, una persona; taeyeon. Eso es todo lo que su cuerpo ansiaba, la única sustancia que quería pero, esa era la que exactamente no podía tener, la persona a la que anhelaba ahora estaba a millas de distancia, condenada a quedarse prolongadamente e involuntariamente en un centro de tratamiento especializado en la rehabilitación de gente sufriendo problemas de estrés post-traumático y depresión.
 


 

Taeyeon era todo en lo que tiffany podía pensar y cada momento que pasaba despierta lo pasaba acordándose de ella, la forma en la que su sonrisa podía hacer que el estómago de tiffany revoloteara, la forma en la que sus labios, se presionaban suavemente contra los suyos mandando escalofríos en su espina dorsal, la forma en la que entrelazaban sus dedos haciéndola sentirse amada. Tiffany era incapaz de olvidarse de taeyeon ni un minuto, ni siquiera podía tener un momento de respiro, porque todo le recordaba a ella y a las cosas que habían hecho juntas, de los sitios donde habían estado, las experiencias que habían compartido.
 

Tiffany había intentado enterrarse de nuevo en el trabajo de la escuela, había estudiado duro para intentar compensar sus notas que habían caído, pero, incluso eso le había llevado recolecciones vívidas de todas las veces que habían estado tumbadas una al lado de la otra juntas en su cama, sus narices enterradas en sus respectivos libros mientras completaban sus deberes juntas. Tiffany ni siquiera podía disfrutar del softball más, el efecto de las endorfinas desprendidas del ejercicio físico golpeaba debajo del recuerdo agobiante del momento en el que fueron a las celdas de bateo juntas.
 

 

Tiffany siempre había pensado que ella era la perspicaz cuando se trataba de la depresión de taeyeon. Pensaba que había entendido lo que significaba, cómo se sentía pero, no lo había hecho, no realmente, no hasta ahora. Aquellas ocasiones cuando taeyeon le había contado que se odiaba a si misma; que preferiría estar muerta que tener que luchar otro día, que a veces encontraba difícil incluso levantarse y salir de la cama por sí misma, todo tenía mucho más sentido para ella ahora, porque sin taeyeon así era como se sentía exactamente tiffany. Se odiaba a si misma por dejar ir a taeyeon, por dejar las cosas de la forma en la que lo hicieron, por no tener la oportunidad de decir adiós apropiadamente. Se odiaba por dudar de su decisión, porque, muy en el fondo sabía que era la cosa correcta para hacer, sabía que taeyeon necesitaba ayuda, que necesitaba estar sola para realmente recuperarse del aún profundo impacto en su vida que había causado el accidente.
 


 

En el fondo, tiffany sabía que era lo correcto para ella también; que estar con taeyeon cuando estaba en mitad de un episodio severo de depresión o sufriendo un ataque de estrés post traumático paralizando no era bueno para ella y estaba empezando a afectar a su propia salud mental, lentamente paralizándola también.
 

Tiffany no tenía tendencias suicidas; nunca se había imaginado muriendo o nunca había pensado que estaría mejor si dejase de existir. No había experimentado la idealización del suicidio, nunca se le había cruzado por la mente, ni una vez, la depresión que sentía era leve en
 

Comparación con la de taeyeon, pero aun así era muy real. No era complicado como una recuperación física, no había exacerbados y aterradores flashbacks o horribles pesadillas como taeyeon tenía. Tiffany no tenía que aguantar el horrible dolor causado por el actual daño físico que taeyeon tenía, su agonía era puramente emocional pero, el conocimiento que había ganado, la visión de la cabeza de taeyeon que había conseguido de su propia experiencia, finalmente la hizo darse cuenta de lo fuerte que había sido su novia, haciéndola preguntarse cómo había siquiera conseguido llevar a cabo un día normal, como había conseguido aguantar lo máximo posible sin haber tenido un completo colapso mental.
 

 

 


 

De acuerdo con Yeri, así era como exactamente taeyeon se había sentido el primer día que estuvo en el centro de tratamiento, cuando, en medio de un masivo episodio de depresión había mostrado señales de una aguda psicosis el primer día que estuvo allí, el personal habiéndosela encontrado en numerosas ocasiones sentada en su habitación hablando consigo misma, repitiendo ordenes hacia alguien “cállate”, sus manos sobre su cabeza, su cuerpo encogido en si misma mientras lloraba, escuchando cosas que no estaban allí, teniendo alucinaciones auditivas, lo que su terapeuta había descubierto más tarde, eran despectivas hacia ella misma, diciéndole que era inútil, que debería matarse, que debería haber muerto en el accidente y que necesitaba corregir ese cósmico error. Taeyeon se había vuelto rápidamente paranoica, creyendo que todo el mundo iba a por ella, atrancando la puerta de su habitación con el escritorio haciendo que el personal necesitara forzarla para entrar.
 

Finalmente, después de inyectarle una dosis de Haloperidol, taeyeon se había calmado un poco, quedándose en medio de un severo combate de depresión y tumbada en la cama, irónicamente incapaz de dormir y negándose a hablar, negándose a comer, negándose a hacer nada, en su lugar descuidándose a sí misma.
 


 

Tiffany se había aplastado ante ese conocimiento, sintiéndose profundamente culpable de su parte en la condición de taeyeon pero, al mismo tiempo extremadamente agradecida de que taeyeon hubiera estado en un sitio donde podían manejar sus síntomas adecuadamente, donde estaba monitorizada e incapaz de herirse a sí misma.
 

Tiffany había estado atrapada en un situación veintidós cuando se trataba de saber algo sobre taeyeon de Yeri. Por un lado, tiffany aún se preocupaba constantemente por taeyeon, ese miedo de que ella nunca abandonándola a pesar de la distancia que había entre ambas. Estaba agradecida por las noticias habituales que traía Yeri, habían de alguna manera ayudado a su mente a tranquilizarse, la información que la chica alta había conseguido de Claudia y de la propia taeyeon, tranquilizando la ansiedad de tiffany y dándole una esperanza silenciosa de que taeyeon fuera lentamente empezando a recuperarse. Por otro lado sin embargo, tiffany odiaba tener que hablar con Yeri sobre taeyeon, odiaba escuchar que gradualmente empezaba a reconstruirse, a tratar con sus problemas y dando un paso más hacia su completa salud mientras ella continuaba convaleciente. Tiffany odiaba escuchar que taeyeon lo estaba haciendo bien porque le dolía saber que a pesar del progreso, aún no hablaría con ella, aún no cogería el teléfono y aparentemente aún quería absolutamente saber nada de ella.
 


 

Tiffany había intentado contactar con taeyeon en numerosas ocasiones en el transcurso de las últimas seis semanas. Había intentado llamarla, mandarla un mensaje, escribirla, pero taeyeon había ignorada cada intento de comunicación, había huido de cualquier esfuerzo que tiffany había hecho para empezar un diálogo entre ellas, para hacer las cosas bien, para disculparse. Tiffany incluso había conducido hasta el centro de tratamiento una semana con la esperanza de ver a taeyeon, desesperada de hablar con ella, aunque fuera por un momento para poder ver con sus propios ojos que estaba bien. Sin embargo, se negaron a dejar a Lauren entrar, taeyeon no quería ninguna visita.
 


 

Finalmente, después de seis semanas de no escuchar nada, tiffany había llegado a una conclusión de que lo que fuera que ella y taeyeon habían compartido, lo que hubiera sido su pasajera relación, ahora estaba, bien y verdaderamente terminada. Ya no era la mitad de algo entero, parte de una pareja. Ya no formaba parte de un “nosotros”, y las cosas ya no eran más “nuestras”. Ahora solo estaba ella y cuanto antes empezara a aceptar eso, lo más feliz sería. Ni siquiera podía culpar a taeyeon por sentirse de la manera que lo hacía, después de todo, había sido tiffany quien finalmente condenó a taeyeon a su actual realidad, donde había estado escondida de todo el mundo que conocía y quería; donde estaba sola. Había sido la persona hacia la que taeyeon se había girado cuando estaba desesperada, para salvarla, para protegerla, para ayudarla. Tiffany había sido su salvadora y ahora era el villano. Taeyeon había confiado en ella y ahora no lo hacía. Taeyeon había estado enamorada con ella y ahora no lo estaba.
 


 

“Hey,” saludó Yeri, sacando a tiffany de sus pensamientos melancólicos mientras tomaba asiento a su lado en la mesa de siempre en la cafetería de la escuela.
 

 


 

Durante las seis últimas semanas tiffany había pasado mucho tiempo con Yeri, la otra chica igual de perdida sin taeyeon a su alrededor y su normal, animada actitud ahora suavizada sin su mejor amiga.
 


 

“Hola,” tiffany, hyuna y jessica todas saludaron juntas mientras Yeri apoyando su mochila en su regazo y sacaba su comida, poniendo la mochila en el suelo a sus pies una vez que la había depositado en la mesa delante suyo.
 


 

“Llegas tarde hoy,” señaló hyuna, tomando un sorbo de su bebida mientras Yeri daba un mordisco a su sándwich, evidentemente hambrienta.
 

 

“Lo sé, lo siento, acabo de hablar con taeyeon,” les informó Yeri, echando una mirada hacia tiffany cuya cabeza se había levantado con interés ante el sonido del nombre de la otra chica.
 

“¿Lo hiciste?” preguntó tiffany, girándose para mirar a Yeri adecuadamente, ansiosa por escuchar lo que su novia, o más bien aparentemente, su exnovia había dicho.
 


 

“Sí,” contestó Yeri, dando otro mordisco a su comida. “Pensé en llamarla rápidamente porque recuerdo que cuando hablé con ella el fin de semana me dijo que tenía una sesión de terapia realmente importante esta mañana y quería ver cómo le había ido.” explicó.
 

“Bueno, ¿qué ha dicho?” preguntó ansiosamente tiffany, mirando alrededor hacia las otras chicas por un momento antes de volver su atención hacia Yeri.
 

 


 

“Dijo que fue bien,” contestó Yeri encogiéndose de hombros mientras cogía su refresco para dar un sorbo, “pero, no habló demasiado para ser sincera.” siguió. “Aparentemente tenía un dolor enorme de cabeza hoy y quería irse y tumbarse.”
 


 

“¿Sigue teniéndolos mucho?” preguntó hyuna preocupada.
 

“De vez en cuando,” contestó sinceramente Yeri. “Probablemente igual que antes de irse.”
 


 

“¿Vas a ir pronto a verla?” preguntó jessica a Yeri y la chica alta negó con su cabeza en respuesta.
 


 

“Aún no me deja,” contestó tristemente Yeri. “Ni siquiera deja a sus padres que la visiten.”
 

 


 

“Espera, ¿ni sus padres tienen permiso para entrar?” cuestionó sorprendida hyuna.
 

“Pensé que tendrían que dejar a sus padres verla,” comentó tiffany, también sorprendida de que ni su padre ni su madre tuvieran garantizado el acceso a su hija durante su estancia.
 


 

“No, si taeyeon no quiere verles,” le dijo Yeri al grupo al completo. “Claudia me dijo que taeyeon no cree que ayude en su recuperación si siguen visitándola todo el rato y el centro está de acuerdo así que sus padres están haciendo honor a sus deseos.”
 

“¿Ha dicho taeyeon cuando pensaba que la van a dar el alta?” preguntó hyuna y Yeri negó con la cabeza en respuesta.
 


 

“No ha hablado conmigo sobre eso,” les informó Yeri, una triste sonrisa en su cara. “Podría ser en otra semana o podría ser en unos cuantos meses. No tengo ni idea.”
 

 


 

“¿Qué hay con la declaración?” preguntó jessica. “Iban a volver a planificarla antes de que todo esto pasara. ¿Esto lo va a posponer indefinidamente?”
 


 

“Claudia dijo que su abogado ha conseguido que se posponga hasta que taeyeon este lo suficientemente bien para ir por si misma o alguien pueda ir al centro y obtener una declaración escrita suya.” Contestó Yeri tomando otro sorbo de su bebida.
 


 

“¿Ha preguntado por mí?” preguntó tiffany, casi sabiendo la respuesta pero necesitando preguntar de todos modos.
 


 

“No, lo siento tiffany,” se disculpó Yeri, poniendo una consoladora mano en el hombro de tiffany y apretándola apoyándola. “No lo hizo.”
 


 

Tiffany asintió con la cabeza tristemente en aceptación a las palabras de Yeri, volviendo su mirada al suelo.
 

 


 

“Estoy segura de que te echa de menos tiff,” intentó jessica darle ánimos a su amiga. “Probablemente está solo, no sé, ¿está ocupara o algo?” ofreció débilmente.
 

“jessica está bien,” dijo tiffany levantando su mirada para encontrarse con la de sus amigas por un momento antes de girarse hacia Yeri. “Creo que todas sabemos que eso no es verdad. Taeyeon obviamente no quiere hablar conmigo. Quiero decir, incluso tú y hyuna habéis recibido varios mensajes suyos durante las últimas semanas. Supongo que simplemente no me puede perdonar por lo que hice.” Terminó infelizmente.
 

 

“tiffany hiciste lo correcto.” La tranquilizó hyuna. “Lo sabes ¿no?”
 


 

“Supongo,” contestó poco convencida tiffany.
 


 

“No, lo hiciste,” le dijo Yeri a tiffany, dándole un abrazo de lado. “tae necesitaba ayuda y tu necesitabas algo de espacio para recomponer su cabeza también.” Le recordó amablemente. “Necesitabas algo de espacio también para respirar.”
 


 

“La ironía es que desde que se fue me he sentido como si me estuviera ahogando lentamente,” compartió tiffany con ellas miserablemente.
 


 

“los problemas de taeyeon eran demasiado grandes para que las dos os enfrentarais a ellos solas.” Le dijo animadoramente jessica.
 

 


 

“Lo sé,” dijo de acuerdo tiffany. “Rápidamente me di cuenta cuando me encontré.” continuó. “que tae era como una persona completamente diferente entonces.” Recordó pensando de nuevo en la noche de hace seis semanas cuando se la encontró en el cruce. “No creo que realmente considerara los aspectos prácticos de que nosotras huyéramos juntas, esa solo estaba…no sé…solo estaba demasiado desesperada…”
 

Tiffany se pausó por un momento, recorriendo su mano a través de su pelo y respirando profundamente, el recuerdo haciendo que sus ojos amenazasen con lágrimas, los sentimientos que había sentido entonces aún crudos y fácilmente re-expuestos.
 

 

 


 

“Nada de lo que dijo tenía sentido,” continuó tiffany después de un minuto. “Estaba divagando sobre las luces y después se estaba yendo…era diferente cómo normalmente está cuando estaba deprimida, peor de algunas formas, no era autocrítica, estaba casi maniática.” explicó. “Estaba obsesionada con que nos fuéramos juntas…me lo suplicó,” les dijo tiffany, su voz fina por la emoción, atrapándose en su garganta. “Suplicó.” repitió. “Era como si, no pudiera verlo…no tenía percepción de nada, como, si hubiera perdido todo el entendimiento de la realidad. En su cabeza no importaba que no tuviéramos ningún sitio donde vivir y que no tuviéramos nada de dinero. Estaba tan segura mientras estuviéramos juntas de que ella estaría bien, que conmigo estaba mejor y de repente me di cuenta de que la Señorita boa había tenido razón todo este tiempo…taeyeon era dependiente de mí y sin mi ella no veía un futuro, no quería uno…todo lo que hacía era por nosotras, era por mí. Nada era para ella misma y tenía que ser…” su voz se fue apagando limpiando su ojo, una lágrima apareciendo de repente. “Tiene que vivir para ella misma. Tiene que quererse a sí misma o sino nunca mejorará y entonces…”
 

 


 

Yeri abrazó a tiffany más cerca mientras sus palabras se perdían en su sufrimiento, la chica alta besando su frente ligeramente, de la manera que ella solía tranquilizar a taeyeon.
 


 

“La echo tanto de menos,” admitió sinceramente tiffany.
 

 


 

“Lo sé,” dijo Yeri, ella misma empezando a tener un nudo en la garganta al ver en dolor de corazón de tiffany. “Yo también la echo de menos, pero, ella volverá, lo hará…”
 


 

“Sí,” dijo de acuerdo hyuna, extendiendo su mano encima de la mesa para coger la mano de tiffany. “Cuando taeyeon esté mejor volverá y…”
 

 

“¿Qué?” dijo tiffany cortándola, riéndose ligeramente a través de las lágrimas. “¿Entonces qué? Volverá a casa y seguirá hacia adelante con su vida, sin mi…”
 


 

“Eso no lo sabes,” intentó suavizar hyuna a tiffany, acariciando su mano amablemente con su pulgar.
 


 

“Han pasado seis semanas.” Estableció tiffany, el hecho inequívoco. “Seis semanas y no ha contactado conmigo ni una vez,” les recordó a todas. “Nunca ha preguntado por mí, nunca me ha mencionado, no le importa…”
 

 

“tiffany si le importa,” le dijo Yeri pero tiffany no hacía caso.
 


 

“Solía preocuparse,” dijo tiffany, “tae solía preocuparse y ¿sabes cómo lo sabía?” les preguntó a todas retóricamente, “porque la tae que conocía, a la que quería, que me quería…nunca habría dejado pasar toda esta cantidad de tiempo pasar sin hablarme, sin resolver cualquier problema que hubiera entre nosotras. Lo probó esa vez y otra vez. Siempre volvía a mí, siempre, incluso cuando yo no lo merecía.”
 

“Puede que aún lo haga,” le dijo jessica más optimista que nunca.
 


 

“No, ha pasado demasiado tiempo,” admitió para sí misma tiffany al igual que para las demás. “Ni siquiera deja pasar unas pocas horas sin intentar arreglar las cosas y han pasado seis semanas…”
 


 

Se paró para limpiarse los ojos por un momento, sentándose mejor y deslizándose fuera del agarre de Yeri, intentando recomponerse.
 

 


 

“Supongo, que es hora de finalmente aceptar que hemos terminado y seguir hacia delante,” resolvió desafiante.
 


 

“No digas eso,” le dijo jessica. “No te rindas Lo, especialmente no ahora…dale un par de días y solo…espera…”
 


 

“¿A qué?” le preguntó interesadamente tiffany. “¿Qué diferencia harán unos cuantos días si no me ha hablado en seis semanas?”
 


 

“tiffany es casi el día de San Valentín…” le recordó hyuna y tiffany se rió ante el pensamiento.
 


 

“¿Y qué?” les preguntó burlonamente tiffany. “¿Crees que de repente sentirá la urgencia de enviarme una postal y unas flores?” preguntó empezando a enfadarse ahora, su dolor empezando a manifestarle amargamente. “Hemos terminado,” les dijo más confiadamente, extendiendo sus manos para desabrochar el colgante que taeyeon le había regalado quitándoselo de alrededor del cuello y poniéndolo en la mesa delante suyo. “He roto su jodido corazón y ella ha roto el mío a cambio,” se dio cuenta, riéndose ligeramente para sí misma, las lágrimas aun cayendo libremente.
 


 

“tiffany…” intentó Yeri, poniendo una mano en su brazo, pero siendo cortada rápidamente.
 

“No Yeri,” dijo tiffany, su voz elevándose ligeramente mientras sus pensamientos volvían por un momento. “Le prometí que nunca la dejaría y lo hice, emocionalmente la dejé primero y la empujé lejos…”
 

 


 

“Por ella,” le recordó de nuevo Yeri. “Lo hiciste por ella tiffany, por vosotras…”
 


 

“No importa,” le dijo tiffany simplemente. “Mis motivos no importan. Aun así la dejé y le hice una promesa…nunca me perdonará por eso, nunca…”
 


 

“tiff,” dijo jessica mientras tiffany se levantaba y recogía sus cosas. “¿Dónde vas?”
 


 

“A casa,” dijo tiffany simplemente, “Este sitio está haciendo que mi jodida cabeza…todo me recuerda a ella, a cómo solíamos estar y lo odio. Joder, no puedo aguantarlo más.”
 


 

“¿Quieres que vayamos contigo?” preguntó preocupadamente hyuna, levantándose también.
 


 

“No,” le dijo tiffany intencionadamente. “Tan solo quiero estar sola.”
 


 

“Me acerco luego,” la avisó hyuna, con sentido de finalidad en su voz con el que tiffany no pudo discutir.
 

 


 

“Lo que sea,” comentó, girándose en sus talones y yéndose, sin mirar hacia atrás sobre su hombro hacia las otras mientras se iba de la cafetería.
 

 


 

Jessica, Yeri y hyuna miraron cómo se iba antes de volver su atención las unas hacia las otras, las únicas tres restantes haciendo más reducido el grupo.
 

“Jesucristo tae,” dijo Yeri, recogiendo el colgante que tiffany había dejado y poniéndolo en la palma de su mano para estudiarlo de cerca, miserable ante la visión de ver a la chica tan rota y derrotada. “¿Qué demonios estás haciendo?” maldijo.
 

Después de hacer novillos del colegio encontrando su camino hacia casa, tiffany fue directa a su habitación, tirando su mochila al suelo al lado de su cama y tumbándose acurrucada como una bola debajo del edredón, sollozando incontrolablemente, finalmente permitiendo que la angustia que sentía saliera desprendida de la única forma que sabía. Permaneció así por las siguientes dos horas, abrazando el ahora desgastado diario de taeyeon contra su pecho mientras lloraba. Tiffany había estado leyéndolo continuamente desde el momento en el que habían sido separadas. Se sostuvo sobre el pequeño libro cariñosamente en los primeros días de la ausencia de taeyeon, queriéndolo como si fuera la Sagrada Biblia, usándolo como una fuerte de comodidad, un símbolo de esperanza. Ahora era la última pieza de taeyeon que le había dejado, la única parte de su antigua ella, la real, que permanecía.
 


 

Era una parte del alma de taeyeon, recordó, el recuerdo sólo haciendo que sus lágrimas cayeran más fuerte.
 


 

Finalmente, conducida por la sed, tiffany se arrastró fuera de la cama, sentándose en el filo de esta por un momento para recomponerse, sintiéndose ligeramente mareada con el cambio de posición, su cabeza ligera de la insuficiente oxigenación de su cerebro, sus pulmones jadeando pesadamente, luchando por aire.
 


 

Tiffany iba a levantarse cuando se dio cuenta de que había una gran caja a los pies de su puerta, un sobre blanco en lo alto. Frunció el ceño por un momento, confundida por su presencia en su habitación y se puso sobre sus pies vacilante, caminando hacia allí y agachándose para coger el sobre, su respiración encogiéndose en su pecho, su corazón palpitando fuertemente contra sus costillas mientras reconocía la escritura desordenada de taeyeon en la parte de delante.
 

 


 

Abrió el sobre rápidamente, rompiéndolo y sacando el contenido rápidamente como si tuviera el antídoto para una mordedura de una serpiente venenosa. Dentro encontró una cartera de plástico que contenía un CD, la palabra ‘tiffany’ escrita en la parte de delante con un rotulador negro, y una carta. Tiffany puso el CD a un lado por un momento para poder así abrir la nota, su ceja elevándose ligeramente con las letras escritas de manera ordenada.
 

 


 

Lo siento.
 

 


 

Tiffany frunció el ceño por un momento, girando el papel en sus manos y buscando algo más, algún tipo de explicación, algo. Miró hacia abajo al CD en el suelo y lo recogió, yendo hacia el escritorio y encendiendo su portátil para poder ponerlo. Tiffany se dejó caer sobre su silla mientras abría la parte de los CDs metiéndolo dentro, moviéndose en su sitio ansiosamente mientras esperaba a que el software lo reconociera. Una vez que lo encontró, tiffany pulsó encima, medio esperando que su iTunes se abriera y la música empezara a sonar en sus altavoces.
 

 


 

En vez de eso, se encontró llorando de nuevo cuando en su pantalla apareció la cara de taeyeon, la chica pequeña obviamente inclinada hacia la cámara mientras grababa un video. Tiffany extendió su mano hacia la gran pantalla, sus dedos encontrando su camino para acariciar inconscientemente la ceja de taeyeon, sobre la cicatriz del lado izquierdo de su cabeza mientras se movía hacia atrás. Tiffany la estudió de cerca, sus ojos tomando cada detalle que se había perdido considerablemente en su ausencia de su vida. Escrudiñó los ojos oscuros chocolate de taeyeon y se dio cuenta de la forma en la que brillaban en la lente de la cámara finalmente llenos de vida, las pesadas bolsas que tenía alrededor ahora había desaparecido. Su cara parecía más llena de lo que recordaba, sus rasgos más suaves, más relajados y su pelo brillando en la luz que penetraba en la habitación a través de su ventana, el lado izquierdo igual de largo que el derecho.
 

“Hola tiffany,” dijo tímidamente taeyeon, sus ojos cayendo hacia la cama que tenía delante por un momento, evitando la cámara como si estuviera avergonzada. “Realmente no sé qué decirte para ser sincera…ha pasado tanto tiempo…” dijo mientras su voz se apagaba y sus ojos finalmente miraban a la lente. “Sé que estás probablemente enfadada conmigo y no te culpo. Han pasado…cuarenta y un días desde que hablé contigo,” continuó, mirando hacia la pared, aparentemente mirando un calendario. “Sé que has intentando llamarme varias veces y no he contestado nunca. Espero que creas en mi cuando te digo que lo siento realmente eso.” Se disculpó. “Es solo que, ha sido tan duro aquí que no creía que fuera capaz de hablar contigo y contenerme.” admitió.
 


 

Taeyeon se pausó por un momento para mirar alrededor de la habitación sonde estaba sentada antes de girarse de nuevo hacia la cámara.
 


 

“Por mucho que haya intentado olvidarme de la última vez que hablamos, forzarlo fuera de mi memoria, pero, a pesar de lo confusas que algunas partes fueron, ciertos aspectos siguen tan vívidos que siento como si estuvieran pasando una y otra vez cuando me acuerdo de ellos.” explicó. “Te odié tanto al principio tiffany,” compartió taeyeon, bajando su mirada de nuevo y jugando con sus dedos como de costumbre en su regazo, subconscientemente sustituyendo los roces de tiffany. “Estaba tan enfadada contigo por lo que hiciste pero no sabía por qué.” Le dijo, levantando su mirada de nuevo. “No hiciste nada, en realidad no, y me tomó mucho tiempo darme cuenta de eso. No sé, supongo que me sentí traicionada. Fuiste la única persona que pensé que me entendía, pero no lo hacías, no realmente…Eso lo sé ahora.”
 

 


 

Taeyeon cogió la cámara un momento y la sostuvo, dirigiéndola por la habitación para que tiffany pudiera ver todo.
 

“Esta es mi casa ahora,” le dijo la voz de taeyeon mientras se levantaba de la cama para enseñarle una pequeña y simple habitación con una sola cama en el rincón, un pequeño escritorio y dos puertas, una que te dirigía al resto del centro y la otra la que tiffany asumió que sería un baño interno. “No es demasiado,” taeyeon casi suspiró, “pero, lo será por ahora.” Siguió acercándose al escritorio donde estaba la caja que ahora estaba en el suelo de tiffany, una pila de los libros favoritos de taeyeon al lado de ella.
 

“Te he mandado algo,” divulgó taeyeon, la cámara dirigiéndose a la caja. “Puede que ya la hayas abierto y si lo has hecho sabrás que esto no es un simple CD, treinta y tres para ser precisa, sin incluir este…” le dijo, “Casi, pero como un video por cada día que he pasado aquí.”
 

 


 

Tiffany echó un vistazo rápido hacia la caja curiosa pero pronto volvió su atención hacia la pantalla cuando taeyeon siguió hablando.
 

“Como recuerdas, me rompí la mano cuando le di un puñetazo a yuri,” suspiró taeyeon arrepentida. “Recientemente me han quitado la escayola así que antes no podía escribirte, por eso, mantuve un video diario en vez y esas son todas mis entradas.”
 


 

Se pausó brevemente, inhalando profundamente
 


 

“Iba a mandártelas cada semana pero, para ser sincera; la primera semana aquí fue como una mancha.” admitió. “Realmente no recuerdo demasiado pero, por lo que entiendo estaba como destrozada así que, estoy en parte agradecida de que no me tengas que ver así. En realidad, estoy agradecida de que no tenerme que también verme así…” musitó mientras caminaba hacia la cama de nuevo dirigiendo la cámara hacia la pared opuesta donde un número de fotos estaban puestas. “Pensé que apreciarías esto,” dijo taeyeon, su voz suave. “Aunque estés enfadada conmigo…” añadió. “Finalmente me encontré en mi misma para poner algunas fotos. Mira,” le instruyó aumentando el zoom hacia los pequeños cuadrados. “¿Recuerdas este día?” preguntó mientras tiffany reconocía la tira de fotos del fotomatón en la cita grupal. “Esta es aún mi foto favorita,” le informó taeyeon manteniendo la cámara en una donde se estaban besando.
 

 

Taeyeon movió la cámara por el resto de las fotos de la pared y tiffany no podía hacer otra cosa más que sonreír ante la vista de ellas. Había fotos suyas y de hayeon cuando eran más pequeñas, antes del accidente. Había fotos de su familia, de ella con Yeri, al menos cincuenta fotos en total y tiffany sintió que las lágrimas cubrían sus ojos de nuevo.
 

“Son todas de antes del accidente,” compartió taeyeon con ella, “pero, quiero poner algunas nuevas pronto. Necesito hacer algunas. Te lo enseñaré cuando lo haga, lo prometo.” Dijo mientras se sentaba en la cama y ponía la cámara en algo, de frente a ella una vez más. “De todos modos,” continuó. “Quería mandarte esto en vez de llamarte,” explicó taeyeon, dejando caer su mirada hacia la cama una vez más. “Quiero que escuches y creo que si luego puede que las cosas empeoren y no quiero que…”
 

Pasó una mano a través de su pelo y levantó sus ojos de nuevo para mirar a la lente. Estaba tan quieta que tiffany no podía más que sentir que taeyeon la estaba mirando directamente a ella, mirando justo a través de ella aunque estuvieran a millas de distancia. Era casi como si estuviera pasando ahora y estuvieran en Skype, simplemente, no lo era y no lo estaban.
 

 

 


 

“Tenías razón,” le dijo taeyeon. “Estaba enferma tiffany,” admitió. “Aún estoy enferma pero, realmente estoy mejorando esta vez, lo prometo.”
 


 

Tiffany vio una lágrima caer por la mejilla de taeyeon y levantó su mano como acto reflejo para intentar limpiarla.
 


 

“Sé que dijiste que esperarías,” continuó taeyeon mientras tiffany se dio cuenta de que no podía, “pero no espero que lo hayas hecho tiffany…No tengo derecho para esperar eso de ti. Simplemente, no sé, quería que tuvieras este diario, esta secuela del otro que te di si quieres pensar de esa manera, simplemente otra pequeña parte de mi alma. Aún sigues siendo la única persona a la que se la confiaría to,” dijo, limpiándose los ojos. “Espero que aunque dejásemos las cosas en malas condiciones aún seas capaz de encontrar en tu corazón hablar amablemente de mi si lo peor pudiera pasar.” dijo, “No sé, a lo mejor no lo harás, pero quería que los tuvieras de todos modos, para que así pudieras entender por lo que he estado pasando, porque no te he llamado, porque no te podía llamar…a lo mejor entonces serás capaz de perdonarme.” dijo. “A lo mejor podríamos ser amigas otra vez si nada más…como éramos antes, justo de vuelta al comienzo.”
 

Tiffany se limpió los ojos, las lágrimas oscureciendo su visión, emborronando a taeyeon.
 


 

“Sé que te estoy pidiendo mucho y no quero que sientas que tienes que hacerlo tiffany,” añadió rápidamente taeyeon. “Dependerá de ti y por favor créeme cuando te digo que respetaré lo que decidas. No quiero que te preocupes porque vaya a recaer porque realmente tengo un gran grupo de apoyo de gente alrededor aquí y me ayudarán, lo harán”
 


 

Se giró para mirar a la pared de nuevo antes de volver si atención hacia la cámara.
 

“De todos modos, tengo una sesión de grupo en un minuto así que debería irme,” dijo, “pero, antes de hacerlo, yo solo…hay una cosa más que quiero decirte.” Continuó taeyeon. “Si crees que puedas algún día perdonarme entonces, tengo mi teléfono y me encantaría hablar contigo otra vez, escuchar tu voz, aunque sea solo como amigas, así que, por favor llámame cuando puedas. He aprendido una nueva broma aquí y creo que te gustaría, pero solo te la puedo contar si me llamas ¿vale? Creo que eso es justo…confía en mí, es realmente buena.” Le dijo.
 

 


 

Echó un vistazo al reloj otra vez y suspiró fuertemente.
 

 


 

“Sí, bueno, me tengo que ir…” dijo mientras se apagaba la voz de taeyeon. “Con suerte, escucharé sobre ti y…sino bueno, espero que estés feliz tiffany. Quiero que seas feliz más que lo quiero para mí misma. Sé que fue difícil para ti y nunca aprecié eso así que, lo siento. Sé feliz tiffany. Si no es por ti entonces por mí porque nada me alegraría más que saber que estabas sonriendo, que estabas alegre.”
 

 

Se pausó por un momento y limpió su cara de nuevo.
 


 

“Te quiero tiffany,” dijo rápidamente antes de inclinarse hacia delante y apagar la cámara, la pantalla volviéndose negra delante de tiffany.
 


 

Estuvo sentada un rato, su cerebro procesando el video que acababa de ver, su mente en un estado de pura confusión, perdida sin saber qué hacer. Finalmente, tiffany se levantó y caminó hacia su cama donde estaba su móvil y lo cogió, encontrando el nombre de taeyeon en la lista de contactos, su dedo sobre él vacilantemente durante un rato antes de llegar a una decisión.
 


 

Presionó su dedo en él ligeramente, marcando el número y sosteniendo el teléfono en su oreja, conteniendo su respiración mientras esperaba a que la llamada se conectara, su respiración contenida ansiosamente.
 


 

“¿tiffany?” apareció la voz de taeyeon después de un minuto y tiffany sonrió, sus ojos humedecidos, las mariposas familiares volviendo casi instantáneamente ante el sonido de su voz.
 

 


 

“tae,” sollozó, finalmente dejando escapar su respiración que había estado conteniendo.
 

“Hola,” dijo tímidamente taeyeon.
 


 

“Hola,” dijo también tiffany antes de añadir rápidamente, “Vi tu video.”
 


 

“Pensé que podías haberlo hecho,” le dijo taeyeon riéndose un poco y tiffany se rió también a través de sus lágrimas, sonaba como música para sus oídos.
 

 


 

“Quiero decir algo ahora,” dijo tiffany, su tono duro y podía sentir la aprensión de taeyeon a través de la línea.
 


 

“Vale,” dijo de acuerdo, esperando pacientemente a que tiffany hablase de nuevo.
 


 

“Yo también te quiero,” le dijo tiffany y podía casi ver la sonrisa de taeyeon en respuesta, el recuerdo de esta arraigado.
 


 

“¿De verdad?” le preguntó silenciosamente taeyeon.
 


 

“Sí,” dijo tiffany riéndose un poco ante la pregunta de taeyeon. “Claro que lo hago, siempre lo he hecho y siempre lo haré. Te lo dije. Siempre me has tenido tae, siempre, desde aquel día…”
 


 

“¿Quieres escuchar una broma?” preguntó taeyeon cortándola un poco, pero tiffany podía escuchar emoción en su voz.
 


 

“tae,” empezó tiffany a protestar pero taeyeon siguió a pesar de todo.
 

 

 


 

“Es realmente buena,” prometió y tiffany puso los ojos en blanco, una pequeña pausa acomodándose entre ambas. “Knock knock,” dijo taeyeon y tiffany escuchó el timbre de la puesta escaleras abajo, su corazón subiendo hasta su garganta mientras se giraba para pasar por la puerta de su habitación y bajar las escaleras.
 

 


 

“¿tae?” dijo tiffany sin querer esperar nada pero sin embargo haciéndolo.
 

“Esa no es la siguiente línea,” la regañó taeyeon juguetonamente y tiffany dijo, “¿Quién hay ahí?” mientras saltaba los dos últimos escalones de una vez.
 

 


 

“hyuna,” dijo simplemente taeyeon mientras tiffany abría la puerta para encontrarse con hyuna de pie fuera, estudiándola de cerca.
 

 

“¿Estás bien?” preguntó hyuna cuando vio la mirada alucinada de la cara de tiffany, dándose cuenta de los ojos hinchados y las lágrimas que rayaban sus mejillas.
 


 

“Dijiste que esta broma era graciosa,” dijo tiffany confundida en el teléfono.
 

“Sí, bueno hubiera sido mejor si hyuna no la hubiera arruinado,” dijo taeyeon y tiffany echó un vistazo detrás de hyuna dándose cuenta de algo. “tae, ¿cómo sabías que hyuna estaba aquí?” preguntó dando una vuelta alrededor de su amiga y saliendo al porche.
 

 


 

“Espera ¿estás hablando con taeyeon?” le preguntó hyuna a tiffany en shock, “¿Finalmente te ha llamado?”
 

 


 

“Shh,” dijo tiffany mirando a través de la calle sin ver a taeyeon por ningún lado cercano. “tae ¿dónde estás?” preguntó. “¿Cómo sabías que hyuna estaba aquí?”
 

“No, eso no es justo,” dijo simplemente taeyeon y tiffany podía imaginarse la esquina de la boca de la chica más pequeña convirtiéndose en una medio sonrisa malévola. “No he terminado mi broma…” dijo antes de empezar de nuevo. “Knock knock,” dijo y tiffany recorrió su pelo con una mano.
 


 

“¿Quién hay ahí?” dijo.
 


 

“Yo,” contestó taeyeon.
 


 

“tae, en realidad tú no estás aquí ¿verdad?” preguntó tiffany echando un vistazo alrededor una vez más y escuchó a taeyeon reírse en respuesta. “¿Esa es la broma?” cuestionó.
 

“No,” la informó y tiffany se giró para mirar de nuevo dentro de su casa, encontrándose a hyuna mirándola con interés, evidentemente confundida por lo que estaba pasando. “La broma es que estás en la puerta equivocada,” dijo y la cabeza de tiffany se lanzó en dirección hacia la puerta trasera de la casa.
 


 

Pasó empujando a hyuna rápidamente, la otra chica protestando fuertemente mientras sus hombros golpeaban con fuerza y tiffany prácticamente corrió hacia la puerta trasera, su mano revolviéndose con la llave por un momento antes de finalmente abrirla de golpe. En el otro lado tiffany encontró a taeyeon, esperando expectantemente, su mano izquierda sosteniendo el teléfono contra ella.
 

“Hola,” dijo taeyeon nerviosamente bajando su teléfono hacia un lado, tiffany haciendo lo mismo con su propia mano.
 


 

“Dijiste que era una buena broma,” contestó tiffany, tragando saliva fuertemente.
 


 

“Puede que la haya sobre vendido,” sonrió taeyeon en respuesta y tiffany negó con la cabeza.
 


 

“No,” dijo en desacuerdo. “La subestimaste tae,” le dijo tiffany. “Es la mejor broma que jamás has contado.”
 

 


 

“¿Lo es?” preguntó taeyeon y tiffany sonrió ampliamente.
 

“Lo es,” confirmó dando un paso hacia adelante y envolviendo sus brazos alrededor de taeyeon fuertemente. “Realmente lo es,” repitió.

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Comments

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-taesandara-
#1
Chapter 87: No estoy llorando, tu estas llorando :'( que hermosoooo fue eso! Es cierto, nunca lo vi desde esta perspectiva, la historia de amor de Taeyeon también se trataba de ella misma.
Excelente fic y cap. Lloro, gracia por compartir
natovida #2
Chapter 86: Es muy bello, muchas gracias!
Keyli25 #3
Estoy sufriendo no te encuentro en wattpad
-taesandara-
#4
Chapter 82: Hermoso <3
natovida #5
Chapter 81: Miles de suspiros
-taesandara-
#6
Chapter 80: Estoy traumada con la versión de Into the unknown de Taeyeon, y le queda perfecto a este cap, y de seguro al siguiente igual
-taesandara-
#7
Chapter 79: La introversión es genial, aunque muchos no lo vean así
Gaylord38
#8
Nice.
-taesandara-
#9
Chapter 78: Wow! Esto se pondrá interesante :3