Todos la critican pero no estás segura. Sabes que Jessica es una persona sensible después de todo y esos comentarios duros deben de estar afectándola bastante. No entiendes todo el odio pero no puedes culparlos, tú la odiaste también y por un motivo mucho más egoísta y estúpido; ellos tienen otras versiones, mentiras que tú misma alimentaste y sabes que está mal aunque no es lo mismo.

Solo esperas que Tyler la esté cuidando bien.

Se merece eso y muchísimo más porque la conoces hace tantos años que ya ni lo recuerdas y siempre se comportó bien contigo; un poco perezosa a veces, un tanto solitaria y callada pero siempre fue amable contigo. Otras personas no piensan lo mismo de ella mas no la conocen, dudas que muchas personas la conozcan tanto como tú lo haces y dudas también que otros puedan llegar a hacerlo, es decir, la traicionaste y dicen que ya no confía en nadie.

Yoona te mira con ojos llenos de resentimiento desde entonces pero no dice nada. Es Yoona, ella nunca va a hablar mal de ti o buscar peleas y, muy dentro tuyo, deseas que lo haga porque sabes que te lo mereces, trataste a Jessica como poco más que basura y necesitas una especie de castigo, solo que nadie te lo da ya que todos están de tu lado y prefirieron darle la espalda a Jessica. Eso te hace sentir aún peor y no aliviana tu culpa.

Se intensifica. Cuando ves sus fotos, escuchas el teaser de su nueva canción y te enteras que escribió más de la mitad de su mini-album debut. Suspiras, de verdad se está esforzando, lo está intentando y no le dan una oportunidad, la odian, la odian tanto y es, en parte, tu culpa.

Nunca vas a poder liberarte. No has podido en dos años. El tiempo es inestable y viscoso sin Jessica. Vives en una nube de motas de polvo de la mismísima nada desde su partida. Te sientes estática, vuelas. Ya no vives felizmente como solías hacerlo, ya no vives feliz, ya no vives. Solo pasas los días. Te despiertas, sonríes para las fotos, comes una miseria y te vuelves a dormir para repetir lo mismo el día siguiente. Es rutinario y aburrido, lo odias. No puedes entender cómo antes lo considerabas atractivo, cómo este era tu sueño de toda la vida. Es algo amargo que no quieres recordar pero caes en la cuenta todos los días, la realidad no es tan dulce.

No te gusta mirar películas. Es todo tan irreal ahí. La vida es inusualmente complicada, con altos y bajos y estereotipos tontos y un final feliz casi anunciado desde el principio. La vida suele ser menos complicada, más monótona que otra cosa pero el final es siempre gris e infeliz. Al menos así te sientes después de todo lo malo que ha pasado.

Esperas que sea feliz, que sonría más a menudo, la has visto llorar demasiadas veces, muchas más de las que quieres recordar. Esperas que haya gente que la apoye y le de su cariño y confort. Esperas que ella tenga tanta felicidad como tú dolor; así, por fin, estarían mano a mano, en paz y ya no le deberías nada.

Miras a la cama en frente tuyo. Ahí solía dormir Jessica un par de años atrás. Mentirías si dijeras que no la extrañas, por suerte, no te lo preguntan así que no tienes por qué engañar a nadie. Y eso no te salva de nada, porque solo queda una persona a la que te gustaría mentirle y decirle que no la necesitas y esa persona eres tú misma.