destino circular;

“¡Sácame de aquí, Taeyeon!” exclamó una pequeña mujer rubia, mientras luchaba por desatarse, mas sus esfuerzos eran en vano, ya que las cuerdas parecían hechas del material más resistente conocido.

Se escucharon unos pasos, la madera crujía y Sunny supo que su captora se acercaba. Sopló para despejar su vista de un mechó de pelo rebelde.

“¡Oh! Lo lamento, fue sin querer”  dijo Taeyeon, para luego reír con cierta gracia característica suya.

Sunny no quería hacerlo, pero sonrió ante la estupidez de la persona a la que debería temer.

“¿Qué esperas? Desátame” exigió.

“Claro, pero Sunny, fue sin querer; de verdad, te dejé encerrada sin quererlo”

Sunny rodó los ojos. “Me dejaste encerrada por tercera vez”

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una luna de miel en la mano.

En sus fantasías, aparecía vestida íntegra de blanco, con un canasto repleto de caramelos rellenos de menta y miel; era una foto celestial, su madre no podría interrumpirles, nadie les molestaría.
La vitalidad emanaba de su piel, contrarrestaba su sensualidad, la que le otorgaba aquel vestido. Entonces su mano hacía contacto con esa superficie que tanto ansiaba, que tan bien le hacía sentir.
Exploró, registró cada detalle como si no se lo supiera ya de memoria.
La oleada de placentero calor le duró lo mismo que el cometa Halley tarda en dar una vuelta por el cielo del planeta tierra. Limpió su boca de los restos de los caramelos de menta y miel.
Podía imaginarse un lugar paradisíaco, con playas de arena blanca y mar claro como el cielo; en un hotel donde la atención fuera perfecta y donde no les faltara nada. En sus fantasías, todo era asombroso y su chica tan adorada estaba junto a ella, gozando junto a ella.
Pero terminó bastante rápido. Lamió otro caramelo y se vistió rápidamente.
Sus manos le habían otorgado, indudablemente, la mejor luna de miel.

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dicha feliz;

Para sorpresa de todos, había renunciado a su empleo, a ese que tanto odiaba pero que al mismo tiempo tanto se rehusaba a abandonar. De un día para el otro, renunció; así, sin más. Y era dichosa.

Había adoptado a un cachorrito que se había topado por casualidad en la calle. Por lo general, los animales callejeros no son de su agrado mas este de verdad había ganado su atención. Y fue dichosa.

Estaba en el parque, observando el resplandeciente sol mediante sus gafas opacas. El día era delicioso y relajante; su trabajo no le generaba más presiones y su perro estaba a su lado durmiendo pacíficamente. Y conoció a una chica. Y fue feliz.

Cuando la conoció fue más que feliz; el mundo había tomado otro color, se había tornado interesante. Ahora sabía lo que era vivir; gozaba de sus tontas bromas, la extrañaba cada segundo que estaba lejos. Y Taeyeon, finalmente, fue dichosamente feliz.

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a/n; unos cortísimos drabbles inspirados en canciones de "locura" de la banda virus, festejando los 30 años de ese cd.

dale dorilac si entendiste el segundo drabble

suscribete si no entendiste ni mierda

ahre no.