Ella aún no regresaba... ya era muy tarde,  y su vuelo saldría demasiado temprano en la mañana. Pero ella todavía seguía afuera con Hyoyeon y Min. Ni siquiera me llamó para informarme que estaba bien o decirme que no me preocupe que volvería a casa pronto. 

Y no es que quisiera que se vaya, por supuesto que no y no hay precio que no pagaría por mantenerla aquí,  en Kara, en Corea, con nosotras; porque aquí pertenece y aquí pertenecerá;  aunque quiera alejarse o empujar ese recuerdo lejos, nadie olvida, las memorias no sólo se borran,  persisten, hasta el día final.

La puerta se abrió y un pequeño cuerpo apareció, su cabello estaba sutilmente mojado y supuse que había empezado a llover. Quería gritarle e insultarla por haberme hecho esperar tanto,  quería recordarle que su vuelo saldría mañana. Pero al verla aquí,  a mi lado, sé que no puedo hacerlo. Le dedico una pequeña sonrisa, intento no mostrarme débil aunque lo estoy;  porque esto me afecta y mucho.

-No deberías estar despierta- Y suena como un regaño,  pero está sonriendo y yo solo puedo imitarla, porque si no lo hago lloraré y no es lo adecuado en estos momentos.

-Estaba esperándote- Respondo, y era en parte cierto; estaba demasiado preocupada como para dormir, había probado con todos los métodos posibles para conciliar el sueño,  pero nada de eso sirvió. 

-No deberías haberlo hecho- Se arrancó la bufanda de su garganta y la colgó sobre una silla, luego, tomó dos vasos de agua y se acercó,  me dio uno. Y bebí el contenido aunque no me apetecía ningún líquido. 

-Estaba sólo preocupada- Deposité el vaso vacío sobre la mesa ratona frente mío. Cerré los ojos, conté hasta diez y me horriricé al pensar que tal vez sería la última oportunidad que tendría de hablar con ella cara a cara por un buen tiempo.

-¿Y las demás?-

-Estan durmiendo, todas ellas- Respondí, eencogiéndome de hombros.

-Bien...creo que iré también- declaró,  estaba a punto de ponerse de pie,  cuando yo la detuve, posicionando mi mano sobre su rodilla derecha.

-Espera- susurré, quería decirle tantas cosas,  y no sabia por donde empezar.

-¿Sucede algo, Hara?- me preguntó,  quedé en blanco unos minutos, meditando lo que estaba a punto de decir ¿Valía realmente la pena? ¿Ella se enojaría si yo le hablo sobre esto? Pero también sé que se irá, así que solo me decido a mover mis labios.

-Por supuesto que si...te irás- digo esto último con un poco de dificultad,  aún no me acostumbro al hecho de que abandonará su vida aquí.  Ella me lanzó una mirada de "Calla-no-quiero-hablar-de-eso-ahora". Pero yo si quiero. -Sé que es tu sueño,  Nicole. Ayer estabas hablando sobre esto y vi que tus ojos destellaban, pude notar tus expectativas sobre esto. Estas orgullosa de ti misma. Y también sé,  que no te detendré.  Quiero, Nicole, no sabes cuanto lo quiero, pero también quiero tu felicidad,  quiero encender la televisión y verte cantando, bailando, haciendo lo que te gusta. Porque te aprecio, y lo haré siempre, porque aprendí mucho contigo y no quiero detenerte porque sé que es para tu bien, porque vas a ser completamente feliz, Nicole- finalicé y se sintió bien decírselo,  solo quería transmitirle el mensaje, que sepa que le apoyaré en todo.

-Hara, no sabes cuanto aprecio que digas esto-

-Espero que quieras seguir hablando conmigo- hice un tierno puchero y sé que ella quiere jalar mis mejillas ahora. Pero no lo va a hacer, simplemente porque no atina a levantar su mano.

-Claro que si Hara- se acerca y desordena mis cabellos. Quiero quedarme con ese acto, porque no puedo hacer nada más, quiero decirle que se detenga, confesarle que la amo y lo haré aún si decide irse a Estados Unidos de vuelta, aún si decide alejarse. 
Pero no lo hago, no lo hago porque soy demasiado tímida, porque nunca hablo mucho sobre mis sentimientos; y el hecho de saber que mañana se irá, hace que mi corazón duela tanto que se me hace imposible hablarle, a sabiendas que estoy gastando tiempo preciado. Me gustaría solo observarla, mirarla desde cerca.

Me acercó a su habitación, ella está dormida ya. El lugar huele a ella, y lleno los pulmones de ese aroma porque en unas semanas ya no habrá rastro de él, en unas semanas sería como si nadie hubiera vivido allí; cuando la verdad, aquí estuvo Nicole Jung.

-Hara ¿Qué haces?- su voz suena como si acabara de despertarse y me lamenté por haber sido tan ruidosa. En ese momento advertí que hacia frío, la ventana estaba abierta y las cortinas revoloteaban por el viento.

-No quiero que te vayas- suelto, y sé que no tendría que haberlo dicho,pero allí estoy, tratando de mantenerla aquí.

-Ya hablamos de esto Hara-

Me acuesto a su lado, la escencia se hace más fuerte esta vez, Intento memorizar todo, como su cuerpo se amolda al mío, mi corazón latiendo tan rápidamente y su mano recorriendo mi espalda. Cierro los ojos, pero no puedo dormir, tengo miedo de despertarme y que no esté a mi lado, tengo miedo de quedarme dormida y no poder acompañarla hasta el aeropuerto.

-¿Hara?-

-¿Si?-

-Volveré ¿Lo sabes, no?-

-Si-

-¿Estás enojada?-

-Sé que es lo que quieres, Nicole, y si te hace feliz, no voy a oponerme-

-Quizás, cuando todo esto se calme, cuando yo termine mis estudios y Kara...se acabe, podrías venir a Estados Unidos y podriamos empezar algo allí-

-¿Qué?-

-Que también me gustas, Hara-

-Nicole...-

-¿Quieres ser mi princesa...A distancia?-

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♡ Jessica♡

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