Hay días en los que extraño con locura a la muchacha que me espiaba por la ventana, yo fingía no descubrirla, extrañamente me gustaba que lo hiciera.

Esos tiempos eran extremadamente buenos, tan deliciosos. Quiero que vuelva ese verano.

Las hojas era verdes y tan frescas, estabas en tu casita del árbol,  hecha de madera y pintada pobremente de color rosa. Me hubiera gustado visitarla algún día,  me gustaría decirte que, ahora ese árbol ya no existe,  y que demolieron sin piedad tu refugio super secreto; pero estas tan lejos, no te encuentro.

Recuerdo ese día en el que nuestras miradas se encontraron por primer vez, y lo he intentado,  creeme que lo he hecho, he intentado olvidarlo, simplemente no puedo;  como si hubieras tatuado en mi memoria tus hermosos ojos, que luego formaron, cada uno,  una medialuna, mi corazón dejó de latir y luego lo hizo rápidamente.  Supongo que no me creerías si te digo que ese gesto fue lo más bonito que vi en mi vida. Probablemente me dirías que era muy joven, muy inexperta y exagerada;  pero años pasaron y sigue siendo lo mismo.

Debo admitir,  que estuve obsesionada con tus manos; parecían tan suaves y acogedoras.  Cada vez que podía,  intentaba rozarlas, imaginando como seria tocarlas completamente. Tus finos dedos y tus uñas siempre tan prolijamente pintadas y cuidadas, causaban un efecto en mi como nada hasta ahora.

Cada noche, me apeno porque no estas conmigo.

Y recuerdo como si fuera ayer ese día en que te fuiste.  Simplemente cerraste la puerta del asiento de atrás del Camaro de tus padres y te marchaste. Ni siquiera me dedicaste un "Adiós". Ni siquiera pude recibir una mirada de despedida

 Fue como si realmente desearas que no estuviera allí.  Y me sentí tan mal por haber pensado que había una conexión especial entre nosotras. Pensaba que me había equivocado,  sin embargo sigo pensando en ti,  asi que era algo más.  Mucho más. 

Pensándolo bien, nunca nos hablamos directamente.  Nunca fue necesario.  Nuestras miradas se comunicaban por si solas, esa conversación de ojos que no podía nunca ser terminada. Porque, aun que quisiéramos,  siempre volviamos a espiarnos mutuamente a través de una ventana de vidrio. Las cuales estaban enfrentadas,  casi por casualidad, por obra del destino.  Allí estabamos riendo de nuevo, por un lenguaje que solo nosotras entendíamos.  Pero estábamos bien con eso.

Es temprano por la mañana,  por lo general, a esta hora me encuentro en mi habitación,  batallando con el despertador de luces neón.  Pero hoy es un día especial, un nuevo aniversario de su partida y hace más de seis años que no encuentro su mirada.

Tocan la puerta, no suavemente,  sino,  insistentemente.  Como si fuera urgente, como si la persona del otro lado estuviera desesperada.  

Por lo general,  este es el peor día del año, suelo vagar por mi departamento y nada más que eso. 

Giro el pomo de la puerta, y antes de que esta terminara de abrirse,  un cuerpo se abalanza sobre mi. Debido al horario y a mi tristeza por la fecha, caigo y el suelo parece más frío y duro que de costumbre.  Sin pensarlo, envuelvo mia brazos alrededor de la persona encima mío,  no sé quien es, pero necesitaba un ggran abrazo urgente.  Por su pequeña cintura, puedo deducir que es una mujer, además de su perfume Scarlett que hace mucho es mi favorito; cierro los ojos, porque estoy demasiado agotada como para hacer algo, realmente extraño a Tiffany, y todo se volvió tan vacío desde que abandonó el vecindario aquel enero caluroso, pasó tanto tiempo, pero su precioso rostro sigue impreso en mi. No hay precio que no pagaría por verla de vuelta.

Ella enterró su rostro en mi pecho, como si quisiera atravesarlo. Realmente no estoy de muy buen humor, así que no opongo resistencia. Le acaricio la espalda despacio, y siento como si realmente estuvieramos conectadas, pero sé que es una locura, solamente es una extraña, no sé que hace aquí, no sé quién es. Pero su contacto me hace sentir bien, distinta.

¿Qué tan raro es eso?

Ella lloraba, lloraba como si la vida le fuera en ello. Por un segundo, me pregunté que estaba mal en ella, tal vez necesitaba mi ayuda. O nos necesitabamos mutuamente. Por eso, antes de llegar a una solución concreta, empecé a derramar lágrimas yo también, realmente nunca había manifestado mis sentimientos así, pero esto me afecta demasiado, seis años han pasado y es absolutamente igual al primer día.

La "extraña" finalmente se separa de mí, pero no puedo observar su rostro, sus manos están en el limpiando las lágrimas. En sus dedos, rastros de negro, su maquillaje está corrido, pero a ella no le importa, probablemente esté sufriendo.

-Oye...¿Estás bien?- pregunto, colocando mi mano derecha en su hombro.

-Si..Si- Me revela su rostro e inmediatamente sé quien es. Es difícil volver a verla, y repito, nunca había hablado con ella y esta fué nuestra primera conversación. Pero ella finalmente está aquí y vino por mí. 

-Tiffany...- susurro su nombre como si fuera la palabra más divina. Tomo su mano y entrelazo nuestros dedos, de alguna forma, presentía que esto iba a ocurrir algún día, pero sucedió demasiado pronto y no estoy preparada para lo que viene después. Sus ojos siguen derramando lágrimas, sin embargo, me dedica una hermosa medialuna en cada uno de ellos, su sonrisa  toma el lugar principal, sus dientes blancos y perfectamente alineados. Casi podría decir que recordaba cada pequeño detalle suyo. Y por mucho tiempo odié eso, e intenté convencerme de que eran solo emociones temporales. Pero no lo eran, y lo confirmo hoy al tenerla enfrente mío.

-Hola Sooyeon- respondió, la emoción era notable en su voz. No parecía la misteriosa Tiffany que conocí.

-Jum..Dime Jessica...- le pedí, es que nadie me llamaba por mi nombre verdadero, y la verdad me había acostumbrado a "Jessica".

-¿Puedo decirte Sooyeon?- preuntó, sus ojos brilaban, y me pareció que encarnaba la ternura.

-No, no puedes- 

-Jum está bien...Sooyeon- Y al parecer, no podía hacerla cambiar de opinion, extrañamente no me molestaba. Siempre discutía con la gente que no le prestaba atención a lo que decía, pero...¿Qué más dá? Es Tiffany, y no puedo molestarme con ella.

-Está bien Tiffany...o ¿Miyoung?- Ella me observó, como si hubiera encontrado su debilidad. 

(Amo esté gif xd, creditos al autor/a)

-De acuerdo, tu ganas- levantó sus brazos en señal de rendición y yo solo pude reír. Mi primera risa verdadera en años, y ella fue el motivo. 

Un silencio incomodó reinó en la habitación. No me habia dadoc uenta por la emoción del momento, la puerta aún estaba abierta, me sorprendió mi descuido. Rápidamente, me levanté y la cerré. Tiffany me miraba con ojos expectantes y yo solo sonreí de nuevo, como una idiota, como nunca antes.

-No recuerdo que sonrieras tanto- declaró, y no me toma por sorpresa, a mi también me resulta extraño.

-Adivina quien hace que sonría- exclamé, luego junte mis manos y la miré directo a los ojos.

-Jumm...¿Yo? ¿Tal vez?- susurró, como si quisiera que solo la escuchara yo, porque ese susurro, era para mí y solo para mí.

-No puedes jugar si ya sabes la respuesta- le dije, y ella solo me dedicó otro eye-smile que provocó que mi corazón se derritiera por la dulzura.

-Te extrañé- soltó de la nada, y era una confesión que no me atrevía a realizar. Porque...no eramos amigas, ni siquiera conocidas y es extraño hechar de menos a alguien con el cual no tienes relación alguna.

-Yo también, Tiff- tomé sus manos, y las acaricié con suavidad. Finalmente logré tocar sus manos y se siente tan bien. Recorrí sus dedos y la palma -Hecho de menos cuando nos espiábamos por la ventana...cuando reíamos juntas...Me encataba Tiff...me encanta todo eso-

-Lo sé...- Desvió su mirada hacia el techo, como si requiriera mucha atención -Yo también lo extraño...- sonrió y eso me hizo feliz. Tal vez, no había sido la única que soñaba con reencuentros, tal vez no era la única que sentía algo especial...tal vez, no fui la única que salió herida.

-¿Por qué te fuiste?- susurré, no quería preguntar, no me atrevía, siempre tenía miedo de que las respuestas no pudieran gustarme, por eso, casi siempre me guardaba las dudas y vivía con ellas. Pero, sentía tanta curiosidad que no pude más, no quería que escuchara. Pero sé que lo hizo.

-No...no soportaba la vida aquí...me refiero, tu eras la única persona con la cual me comunicaba, me sentía especial contigo, pero...-suspiró, tomó una bocanada de aire y prosiguió -Yo necesitaba amigas...verdaderas, reales, con las que pudiera hablar y contarles mis problemas-

-Pensé que lo nuestro era un tipo de amitad- confesé, y sonaba bastante tonto.

-Lo era...-confirmó -Pero...no en toda la extensión de la palabra, Jessica...algo extraño pasaba-

-¿A qué te refieres?- pregunté, un tanto confundida porque había cambiado de tema tan repentinamente que mi cerebro no contestaba.

-Yo...yo creía estar enamorada de tí, Jessica- contestó con voz firme y sin titubear -Solo vine aquí para decirte que lo siento-

-Tiffany...No...no tendrías que haberte ido-

-¿Qué? ¿Por qué no?- interrogó confundida.

-Porque...porque me sentía atraída por tí...de cierta forma-

-¿Qué?-

-¿Crees que lo nuestro podría funcionar ahora?- pregunté, un tanto indecisa.

-Tengo novio...Jessica-ah, lo lamento-

-¿Por qué tan formal, de repente?-

-Porque...porque...¡Esto no puede ser!-

-¡Si, si puede!-

-¡No! ¡Porque...!-

Y antes de que pudiera seguir dando más excusas, la toé por la nuca y planté un beso en sus labios rosas y carnosos. Nunca había imaginado esta reacción por...instinto o intuición. Yo era una mujer muy medida, todo en mi vida estaba fríamente calculado. Y Tiffany parece justo el estereotipo de mujer salvaje, lo contrario a mi.
Posé mis manos en su cabello y ella acariciaba suavemente mi espalda. El aire acabó y nos vimos forzadas a separarnos. Cuando nuestros labios ya no se veían unidos, ella simplemente me sonrió, y yo, confundidamente, le sonreí también. Era tan extraño, hace unos minutos me recalcaba que tenía novio y ahora simplemente parecía no importarle.

-Bueno...-suspiró- No es que Nichkhun sea tan importante-

Y yo solo sonreí de nuevo, como una idiota.

*

Esto es totalmente random, comencé a escribirlo a las dos de la mañana pero lo terminé ahora, estaba escuchandoa Park Ji Yoon, ella es mi gran inspiración para escribir, no por lo que sus letras digan, sino por sus sonidos.

En fin, gracias por leer.

Empezaré a escribir de las parejas que sugirieron en los comentarios, pero lo tomaré lento porque también tengo una vida. Nomás por si no sabían xde.

Adiós, cuidense chicos~