Se fijó en el reloj de mi muñeca, pero ya no era necesario. Las campanas retumbaron en sus oídos y pudo deducir que ya era media noche. Ella casi estaba a punto de volverse atrás, pero esto era atemorizante y excitante al mismo tiempo. Era como un cuento, una historia que había formado mil veces en su cabeza y que ahora. era realidad, ya no más fantasia, vendría por ella.

"Ella debería estar aquí..." pensó, mientras se acercaba a la ventana, el paisaje era más que nada oscuro, la media luna no iluminaba casi nada y el lago a lo lejos completaba la escena terrorífica. 

Ella casi siempre sentía miedo en ese lugar, y, bueno, ella no se permitía ser cobarde ahora, tampoco confesaría que no podía ver fijamente a los árboles oscuros más de tres segundos sin que su cerebro reproduzca imágenes fantasmagóricas. Ella ya era grande, muy mayor como para eso.

-¡Soon Kyu!- llamó su tía, ella no entendía que no le gustaba que le digan por su nombre, pero después de esta noche no tendría que preocuparse por ello. Se acercó lentamente a esa lujosa y gran habitación, donde se encontraba aquella mujer que le había llamado y que tanto detestaba.

-¿Si? ¿Está todo bien?- preguntó, asomando solo su cabeza, un hilo de luz entro desde afuera hacia la oscura habitación. Su tía se sentó en la cama, con el pelo revuelto y casi tiraba fuego por los ojos.

-¿No te dije que te durmieras? Mañana a las seis...- 

-Oh no, no me digas que voy a tener que despertarme a las seis de la mañana, no lo conseguirás, nunca-

La mujer río, pero sonó con un toque de maldad -No, querida- lanzó una carcajada más y agregó -A las seis debes estar ya lista para irte, vivimos lejos de la ciudad, es como una hora y media de viaje hasta allí-

-¿Qué? Yo definitivamente no voy a...- luego  de pensarlo unos instantes más, recordó lo que estaba a punto de hacer esta noche, así que solo forzó una sonrisa e intentó volver al inocente y puro tono de voz que había empleado en un principio.
-Claro, tía. Entiendo, iré a dormir, gracias, buenas noches, adiós-

Cerró la puerta sin esperar una respuesta, mientras caminaba por el pasillo, llevó sus manos a su boca para reprimir una risilla.

"Si tan solo supieras..." 

Sintió su celular vibrar a su lado, el movimiento la despertó, puesto que ya llevaba más de dos horas esperando y el sueño estaba empezando a atacarla. Sus párpados seguían pesados, pero su corazón latía fuertemente al ver que el mensaje era de su amada. El brilló penetró en los ojos de la mujer, puesto que las luces estaban apagadas para engañar a su pariente.

No, ella no iba a saltar por la ventana o tratar de escapar con ella. ¿Para qué? ¿Para conseguir un tobillo roto, y, además el enojo de su tía? No, eso era para las películas románticas, para las comedias, esto era la vida real, entonces no podía saltar, ni siquiera intentarlo.

Ella iba a salir por la puerta, así de simple, ella tenía la llave, puesto que tenía un poco de libertad allí. En un acto de piedad, su tía le había dado las llaves al notar que Soon Kyu amaba visitar el lago cerca, así que, si se las daba podría ir cuando quiera, sin necesidad de poner horarios, o pedir a cada rato que le abrieran y cerraran la puerta.

Pero...¿Por qué ella estaba allí? Porque le gustaba su y, provocadora y hermosa compañera Taeyeon, le gustaba, le encantaba, estaba enamorada. Y no es necesario aclarar, supongo, que a sus padres no les gustó la idea de tener a "una maldita lesbiana" (según dijo su madre) en su casa, por lo que le habían enviado a una escuela estrcitamente cristiana, y como quedaba demasiado lejos de su hogar, se mudó temporalmente con su tía. 

Ella odiaba este lugar, su tía no era amable en absoluto, y su tío se encargaba de mantener distancia. Ella lo escuchó hablando una vez por su telefono celular, él estava avergonzado de ella, así que ella se mantuvo indiferente y escasas veces le dirigía la palabra, y el hombre parecía estar perfectamente bien con eso.

Sunny tomó su bolso con suma delicadeza y lo deslizó por sus hombros, ató las agujetas de sus zapatos y se colocó su abrigo. Realmente no había vuelta atrás, y era excitante y atemorizante, pero más excitante, así que de eso se impulsaba, y sus pies caminaban.

Le dió un último vistazo a sus tíos, los encontró roncando y descansando plácidamente, tenían el sueño pesado, probablemente no serían un inconveniente siempre y cuando sea lenta pero segura. Cerró la puerta sin hacer el menor ruido.

Bajo las escaleras de mármol cautelosamente, pero cuando hubo recorrido unos pasos en la sala de estar, un ruido sordo lo llenó todo. Su corazón pareció estallar, y lo que quedó de el golpeaba contra su pecho una y otra vez. Tragó fuerte, su cara notaba pánico. ¿Cómo iba ella a saber que sus tíos habían programado una alarma? 

Parpadeó y luego corrió, corrió a todo lo que sus cortas piernas daban, corrió lo que pareció una carrera contra Usain Bolt, abrió y cerró la puerta rápido, pero sin hacer ruido. Arrojó su bolso en una silla y desarmó la cama a toda velocidad, desordenó un poco de pelo y cerró los ojos. Justo a tiempo.

-¡Soon Kyu! ¿Qué diablos pasó?- preguntó su tía, su bata celeste era lo único que podía ver por sus ojos entrecerrados, mientras actuaba.

-Uhmmm...-

-¿Soon Kyu?-

-¿Qué es ese ruido?- imitó la voz más ronca que pudo y al parecer, su tía se tragó la actuación, puesto que suspiró fuertemente.

-Nada, la alarma, debió ser un error o un fallo técnico, vuelve a dormir- apagó la luz y se retiró.

Sunny dejó escapar un suspiro de alivio, ahogó un grito y sonrió, había zafado de esta. 

Tomó su celular, el cual muy inteligentemente había oculto bajo su cuerpo y observó la pantalla. Tres llamadas perdidas de ella, Soon Kyu pensó que estaba enojada, pero en realidad Taeyeon solo estaba desesperada por el poco contacto con su novia.

Su movil comenzó a vibrar de nuevo, agudizó el oído para ver si escuchaba algún paso, alguna voz, pero no, nada de nada, así que era seguro atender.

-¿Tae?-

-Amor ¿Por qué tardaste tanto en contestar?-

-Tengo miedo, Tae-

-No, amor, el miedo te ata, el miedo no motiva-

-Tae, ya intenté escaparme, pero la alarma sonó-

-Escapa por la ventana, amor-

-¿Por la ventana? Dios, Taeyeon, esto no es una película-

-Hazlo, amor, te esperaré abajo-

-No hablas en serio-

-Claro que sí, muy en serio-

-No, yo no puedo hacerlo-

-Mira, estoy con mi auto, en frente de tu casa, es ahora o nunca, amor-

-¿Me sostendras? ¿Me ayudarás si me caigo?-

-No te caeras, amor, yo estoy aquí-

Ella mordió su labio mientras sonreía, en serio iba a hacerlo. Sunny nunca fue buena en ningpun deporte, quizás solo nadaba bien, pero eso no quitaba el hecho de que no tenía la mejor técnica ni lo hacía más rápido. Odiaba las clases de gimnasia con pasión, así que escapar por la ventana significaría una locura.

Giró de la traba y la abrióla ventana, las cortinas danzaban debido a la brisa y le hacia cosquillas en el rostro. Aspiró fuertemente, miró hacia abajo, allí estaba. Tan radiante, tan hermosa, tan delicada como siempre, Taeyeon le guiñó un ojo y le hizo señas para que se apurara.

-Atrápalo- susurró, esperando que su amada le oiga, arrojó su mochila y cayó limpiamente en los brazos de la castaña. 

Ella bajó lentamente, enganchando sus pies en los huecos de entre los ladrillos, estaba tomando su tiempo y el sol estaba saliendo por el horizonte, esto comenzó a preocupar a Sunny, sus manos comenzaron a sudar, y de tan nerviosa que se encontraba, le erró a un hueco y casi cae contra el corto pasto. 
Respiró profundamente un par de veces, ella toddavía tenía tiempo, su tía iría a despertarla a las cinco y media, y la última vez que había visto el reloj decían las cuatro, pero eso fue antes de que intentara escaparse por primera vez, al menos una media hora había pasado desde entonces, y fue luego de hacer ese mini cálculo cuando empezó a preocuparse.

-Vamos, Sunny, apúrate- Susurró Taeyeon, lo suficientemente fuerte como para que su novia le escuchara, ella entró en pánico, sin embargo, tomo velocidad, era solo un piso de distancia, ella podría hacer esto.

Contó hasta tres, muy lento, porque no quería llegar al "1", y volver a pensarlo demasiado, así que, ella solo se soltó. Si, sus manos dejaron de agarrarse del material duro y sus pies aterrizaron contra el pasto.

Lo primero que vió, fue el hermoso rostro de bebé de Taeyeon, y eso lo eliminó todo, desde su nerviosismo, inseguridad hasta el dolor punzante en su tobillo derecho. Se acercó hasta la figura y le abrazó con todas sus fuerzas, la más alta soltó el bolso de la menor, dejando que impactara con lo que sea que estuviera abajo de ella, porque ya no le interesaba sostenerlo, solo quería acercar a Sunny un poco más, como si eso fuera posible, porque ya estaban tan cerca que compartían el aire, y esto ameritaba un largo, lento y apasionado beso, pero eso no pasó.

Soon Kyu se alejó y tomó su mochila. La deslizó sobre su hombro de nuevo, como antes lo había echo y le dedicó un rápido beso en la mejilla a su amada. Se apresuró para entrar en el vehículo de Taeyeon, la mayor le miró algo confundida, no entendía porque ella quería hacerlo todo tan apurado, sin embargo, decidió acompañarla.

-¿Qué?- preguntó la más bajita luego de que la castaña se le quedó mirando por una gran cantidad de segundos.

-¿Qué te sucede? Estás como...apresurada-

Sunny miró por el vidrio polarizado, el sol aún no había salido del todo, la casa de la que había escapado era imponente, majestuosa, gigante, y ella era demasiado pequeña, pensó en su tía, ella despertaría y encontraría su cama vacía y su habitación sin sus pertenencias, se imaginó el rostro amargo de su padre, e intentó adivinar la indiferencia de su madre. Ellos no le amaban, por el contrario, tenía a alguien que si la amaba a su lado, que dejaría todo por ella, que decidió alejarse de su vida de lujos y fantasía solo por ella.

-Es que...- miró hacia adelante, por el vidrio más grande y vió el camino desaparecer, ella tenía necesidad de irse.
-Quiero irme lo más rápido posible de este lugar de mierda-

Taeyeon soltó una carcajada y asintió con la cabeza, Sunny le miró a los ojos por primera vez en el día y ella sonrió. Depositó su bolso en los asientos de atrás, allí había prendas de ropa y dinero, bastante, lo que necesitarían hasta que encontraran un trabajo y estabilidad.

-¿Crees que podamos sobrevivir por nosotras mismas?- preguntó, tímidamente, ella tenía miedo de que su pregunta le molestara, sin embargo, Taeyeon curvó sus labios una vez más.

-No- respondió con seguridad, y el peso en el pecho de Sunny fue mayor -Yo sé que podremos mantenernos bien, siempre y cuando estemos juntas- 

Algo se liberó dentro de la menor ante la respuesta, ella solo se acercó a Taeyeon y rozó sus labios con los de ella, fue un gesto tierno y suave, mejor que cualquier otro beso de película, porque este era verdadero. Ambas sonrieron y tan pronto como acabó, el vehículo se puso en marcha.

Sunny observó como las casas del suburbio rico en el que estaba viviendo temporalmente se hacian cada vez mñás chicas hasta desaparecer, quiso dar vuelta su cabeza y espiar por el vidrio de atrás el hogar de sus tíos por última vez, pero grande fue su sorpresa al descubrir que ya había quedado atrás. Ella solo suspiró fuertemente y comenzó a cantar a coro con Taeyeon la canción que estaba sonando en la radio, los vidrios se abrieron y sus voces se filtraban por allí, pero en la solitaria carretera no eran escuchadas, ellas podían hacer el ruido que quisieran.

-¿A dónde vamos?- preguntó la menor, y eso fue algo que nunca habían planeado.

-A Japón- chasqueó la lengua, ella no necesitaba esta conversación ahora, Taeyeon planeaba llevarla sin decirle nada, así no podría quejarse. Sin embargo, cuando la menor rió, sintió una confusión grande.

-Nunca fui a Japón, Japón sería genial- respondió.

-Hay unas amigas en Japón que nos ayudaran a buscar alojamiento y estabilizarnos, sus nombres son Hwang Miyoung y Jung Sooyeon, y yo sé que se llevaran bien, creeme, son personas muy amables-

-Ellas nos ayudaran, así que yo te creo- ella solo sonrió.

El viaje continuó entre besos, canciones y algunas galletas que compraron en el camino. Sunny sentía miedo, mucho miedo, ese sentimiento no se había ido aún, pero eso no significaba que quisiera echarse atrás, por el contrario, cada segundo que pasaba dentro de ese vehículo más segura estaba. Porque, si, el miedo existía, pero era opacado por otro sentimiento aún más grande y fuerte, felicidad. Estaba con Taeyeon, con su amada, la mejor persona en todo el mundo, nada malo podía pasarle, además, esas dos personas sonaban bien y hasta les ayudarían, quizás hiciera nuevas amigas. Se permitió disfrutar de viaje, pensando mucho en la respuesta de Taeyeon,  mientras estuviera con ella, todo iba a estar bien, más que bien.

=

Al fin terminé esto *revolea la notbook*

Dios, estuve como una semana escribiendo esto, porque yo tal vez
un día escribía cien palabras, al otro solo dos, al otro borraba cincuenta palabras
y así hasta que finalmente terminé

Escapate conmigo.
Vente conmigo.
Vamos a fugarnos,
antes que salga el sol.

Muy poético todo, pero es cumbia, de la fea de Argentina.

Escapate conmigo - Nene Malo  
[Link de la canción, click ahí^^^^]

Se me acaba de ocurrir una idea buena, aunque corta para un drabble MinKyul.
 

Bueno, bueno, me retiro, hace mucho no subía nada, y aquí está.

Saludos a todos, tengan un buen día/tarde/nochhe, cuídense y hasta la próxima.