— ¿Alguna vez has estado enamorada de alguien, Seo? — pregunté, antes de tomar un sorbo de mi café frío. 
Si bien la respuesta me atemorizaba un poco, era una buena forma de empezar con el tema del amor. La razón por la cual estabamos aquí era esa, así que tenía que preguntarle sobre ello en algún momento.
Seohyun pareció asombrada por mi respuesta, sin embargo se apuró a contestar.
— Si. 
— ¿Sí? ¿De quién? — pregunté.
Mi ansiedad era visible desde kilómetros de distancia. Estaba en el borde de mi asiento, inclinada ligeramente hacia adelante, buscaba sus ojos, quería contacto visual pero ella parecía evitarlo. Su jugo de naranja parecía algo realmente importante para ella en ese momento porque no despegaba su vista de él.
¿Por qué no me miraba? Seguro que la confianza si estaba perdida, después de todo. Estaba avergonzada por hablar de este asunto, antes solía ser algo común. Seohyun me hablaba de un muchacho que había captado su atención, y yo, intentando ocultar mi enamoramiento eterno hacia ella, fingía sentirme atraída por un compañero de clase. Pero nada más alejado de la realidad. 
Un día, casi lo confieso.
— No puedo decírtelo. — dijo, suspiró fuertemente. — Quizá no haya sido tan buena idea venir aquí.
— ¿Qué? No. ¿A qué te refieres?
— ¿De esto querías hablar conmigo? Quiero escuchar lo que tienes para decir, pero me da miedo al mismo tiempo. Tiffany me dijo que estás enamorada de mí. Se lo he negado, al principio no tenía duda de que mentía. Pero fue tan insistente que ya no estoy tan segura. Por favor dime que está bromeando, y que solo quieres una amistad conmigo.
Tuve un pequeño deliz, hacía unos meses con Tiffany donde le confesé lo que sentía por mi mejor amiga de toda la vida. Se lo dije, y creo que nunca había sido tan clara con mis sentimientos alguna vez. Solo tenía que repetirle a Seohyun lo que le había dicho a Tiffany antes; pero me resultaba casi imposible.
Mi cerebro tardaba en procesar toda la información más de lo debido. Si quedaba alguna duda de que ella no sentía lo mismo, allí estaba la certeza de que, definitivamente, solo sentía por mí amistad. 
No. ¿Cómo decirle que Tiffany tenía razón? Ella le había pedido (indirectamente) que le mintiera descaradamente. Pero era Seohyun y no podía decirle más que la pura verdad. 
Sus ojos me miraban expectantes, mientras más segundos pasaban, su mirada se volvía más indescifrable. Quería decir que no, que Tiffany solo estaba bromeando como siempre lo hacía; pero no encontraba mi voz para decir mentiras.
¿Por qué Tiffany se lo había dicho, de todos modos?
Recordaba su ultimatum. Dijo que no podía verme sufrir de tal forma por Seohyun. Aunque  yo le haya repetido que estaba bien, fue en vano. Ignoró mis afirmaciones y terminó por decírselo. 
¿Quizás este era el día? Una oportunidad única, pero podía ser el final de una lóngeva amistad. ¿Realmente valía la pena perder su relación de años? Si pensaba de esa forma, pues no. Pero si consideraba esa mínima esperanza de que Seohyun sintiera eso también, sí que valía la pena.
— Tiffany no mentía.
El silencio sepulcral lo inundó todo. En otras mesas, la gente gritaba, pero yo solo podía escuchar mi corazón latiendo en mis oídos. Sus ojos eran menos lejibles que nunca. Su expresión era seria pero no podía descifrar nada de ella. Ni asco, ni temor, ni alivio, ni nada. Era como un rostro vacío y carente de vida. 
— No puedes estar hablando en serio. 
— Es verdad.
Seohyun suspiró fuertemente y hundió su cabeza en la palma de sus manos. Masajeó sus sienes con sus índices. No sabía como interpretar eso. Era confuso, y sin embargo, seguía siendo hermosa.
— Soo. Mira, en realidad estuve enamorada de tí durante un tiempo muy largo hace ya bastante. Me gustabas mucho. Mucho. Pero eso verdaderamente fue hace mucho también. No sabía que te sentías de la misma manera, lo cierto es que tú ya no me gustas. Lo siento.
Mi cerebro no podía entender. Toda yo estaba petrificada. ¿Estaba diciendo que le gusté también? Aunque haya usado los verbos en pasado, y aunque haya asegurado que fue hace mucho tiempo ¡qué importa!
Había usado la palabra "enamorada" y uno verdaderamente nunca deja de sentirse atraído por alguien de quien estuvo enamorada alguna vez. Lo había experimentado antes. Lo sé.
Solo necesitaba más tiempo. 
— Entonces dame tiempo para enamorarte de nuevo.
Pensé en miles de reacciones que ella podía llevar a cabo en ese momento. Desde golpearme por la idea estúpida hasta salir corriendo por la incomodidad. Su rostro pareció mutar por distintos sentimientos. Quería gritar de la desesperación que me causaba la situación, aunque había cierto alivio recurriendo mi cuerpo. Sentía algo también...estaba perdido, pero allí estuvo. Y eso era algo positivo ¿cierto? Además, si me lo proponía...solo necesitaba tiempo para enamorarle de nuevo. Para mostrarle que yo soy su mejor opción. Si ella era paciente, podía suceder. Yo pondría voluntad y energía.
Pero...
Entonces le ví sonreír. Pareció falsa al principio, pero luego se transformó en esa sonrisa que solo me mostraba  a mí, cuando estábamos solas.
— De acuerdo. Te daré una oportunidad. Demuéstrame que no me he equivocado.