- Hoy Tiffany y yo conocimos a Yoona - dijo, la pequeña Sooyoung mientras jugaba con unas muñecas Barbie rubias.
Yuri frunció el ceño, nunca había escuchado ese nombre antes, no era una amiga de la familia.

- ¿Quién es Yoona, amor? - preguntó, tratando de mantener la calma y no alarmarse por estupideces sin sentido. Ella solía hacer eso a veces y más desde que se había divorciado de Sooyeon.

- La novia de mami  -

La sonrisa comprensiva que Yuri había tenido que mantener se rompió en cuestión de segundos. Soltó la mano de su hija, la cual mantenía unida con la suya, pero la niña no pareció notarlo. Se puso de pie y corrió a su habitación. Se sento en el piso con las rodillas pegadas a  su pecho, la frase se repetía una y otra vez, pero no lograba asimilarlo del todo.

" La novia de mami " " La novia de mami " " Novia " " Novia "

Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos incontrolablemente, intentaba no hacer mucho ruido para alarmar a sus hijas, ahogaba su llanto contra una almohada. Pero, mientras lo hacía, no podía evitar pensar que estaba mal. Ellas dos ya estaban divorciadas hacia unos meses. ¿Por qué se sentía tan destrozada, entonces? Estaba segura de que no estaba enamorada más de Jessica, era un lindo recuerdo pasado, todas las cenas, las canciones, las caminatas...eran parte de un pasado, ella creía haberlo superado. ¡Con razón! una amiga suya que ya había pasado por un divorcio, llamada Nana, dijo que era extremadamente complicado superar una separación. Yuri le creyó, pero como luego de tres meses parecía que estaba todo normal, pensó que había exagerado un poco. A esto se refería ella, a aceptar otras cosas además del hecho de no vivir más bajo el mismo techo. Sooyeon podía tener novia si quería, hasta podía casarse de nuevo ¡Claro que sí!, aún eran jóvenes, podía enamorarse una vez más y reconstruir su vida

Pero cuando pensó en su ex-esposa vestida con un vestido poniendo la firma en el acta de matrimonio, su corazón pareció romperse violentamente. ¿Por qué no podía aceptarlo? Si tanto entendía, si tanto lo había superado...entonces se le cruzó por la mente la idea de que quizás no lo entiendera, de que quizás no lo había superado.

Recordó ese día, ese maldito día en el que firmó los papeles, pero de divorcio, que decían que dejaría de ser Jung Yuri para volver a ser Kwon Yuri, que decían que cada una podía hacer su vida a partir de ahora. Se acordó de la frialdad del rostro de Jessica ese día, que parecía perdida mientras estaban felizmente casadas, pero que había reaparecido mágicamente ese día. Si Yuri no la conociera tan bien diría que no le afectaba en nada, por lo brutal que era su cara inexpresiva, pero la conocía, clara que si, y casi como la palma de su mano, y sabía que era una especie de escudo, de defensa que solía emplear pero que ella creyó innecesaria durante un tiempo.

Se acercó gateando hasta un cajón, se fijó que nadie la estubiera mirando, pero era absurdo ya que la puerta estaba cerrada y sus hijas estaban jugando, demasiado consentradas en sus barbies como para prestarle atención a su madre. Sacó de bajo las blusas una foto, estaba un poco vieja pero la imágen se podía apreciar bastante bien. Eran una más joven Jessica y una más joven Yuri en un festival de música, la felicidad plasmada en ambos rostros. Acarició con la yema de los dedos la cara de Sooyeon, como si realmente pudiera tocarla, una lágrima salada cayó sobre el lugar de la joven Jung en la foto.

- Ya no me necesitas, es lo mejor...- tarareó, tratando de calmarse, pero fallando miserablemente - Solo un corto tiempo y te buscaste un nuevo corazon - sonrió amargamente. Tomó la foto por ambos costados, decidida a romperla, pero no fue lo suficientemente fuerte, no pudo. Así que la depositó violentamente en el lugar de donde la había sacado.

Se tumbó en el suelo, miró al techo con la mente llena de preguntas, como si pudieran ser respondidas por el cielo raso. Las lágrimas no cedían la batalla y estaban a punto de ganar, pero no era una victoria justa ya que Yuri se encontraba demasiado débil como para pelear.

Le rompía el corazón que haya encontrado a alguien más, una vez había ella soñado que se arrepentían de su decisión y que volvían a ser la feliz familia que solían ser. No le tomó mucha importancia en ese momento, pensó que era algo natural por la situación en la que se encontraba, pero ahora parecía tener sentido. Su propo cerebro le plasmaba lo que ella en realidad quería, pero que no aceptaba.

Su telefono celular vibró, lo sacó de su bolsillo, quería arrojarlo violentamente contra la pared de la habitación, justo cuando estaba a punto de hacer lo planeado, sus ojos pasaron por la pantalla luminosa. Era una notificación de Facebook: Jessica Jung ha subido una foto. 

¿Debería ella fijarse? Tenía miedo de que sea algo que pudiera herirla aún más, pero la curiosidad es tremenda, y, esta vez, ganó. Deslizó su dedo por la notificacion.

Con Yong <3 se leía en la descripción.

Y eso fue suficiente para que ya no quedara nada más del corazón de Yuri. Había conocido a la novia de Jessica, era demasiado pronto para saberlo, quería tener la duda, quería convencerse de que Sooyoung había entendido mal. Pero luego de esto ya no había dudas. La pantalla se vió multicolor por todas las gotitas que habían caído sobre ella. Esta vez si, arrojo el móvil lejos, se hizo pedazos, pero no importó porque eso era algo material.

Que horrible era seguir enamorada de tu ex-esposa.