[Taeyeon]

No me sorprendió que quisiera besarme, lo que me tomó fuera de base es que lo admitiera en voz alta y no aprovechara alguna inconveniente cercanía para hacerlo. La dejé besarme y le respondí, aunque mi pecho se quejaba por la reciente ausencia de Ailee, no podía negarle un beso a esos labios que se me entregaban por completo. Fue ella quien se detuvo y no pude resistirme a darle un último beso fugaz, me miró como si fuera un pequeño cachorro sin hogar, pero a los tres segundos, su expresión retomó su forma normal: la invencible Tiffany había regresado.

- Gracias - Dijo alejándose.

El sol golpeaba sus ojos y los hacia brillar. Los colores del atardecer le quedaban a la perfección.

- Cuando quieras - Respondí levantando los hombros.

- No, en serio, gracias - Repitió sin mirarme - Yo te eché de mi casa ayer y tú estabas muy mal - El viento le desordeno el cabello.

- No te preocupes, entiendo que pedí demasiado, hasta para ti - Me recargue contra el muro detrás de mí.

Movió una ceja poco contenta con mi respuesta, pero se ahorró el comentario.

- Te prometo que, de ahora en adelante, puedes contar conmigo para lo que sea.

Cuando se voltio para mirarme, el viento cambio de dirección bruscamente haciendo que su cabello volara sobre su hombro izquierdo y sus ojos daban la impresión de ser más claros. Me di cuenta que su presencia era intimidante, pero no sentía temor como alguna vez lo hice. Estaba a su mismo nivel y comprendí aquello de “después de mí, serás la siguiente persona con más poder en esta escuela”, que tanto me repitió las primeras semanas de nuestra relación de “amigas con beneficios”.

- Vale - Fue lo único que atiné a decir.

Me daba la impresión de haber hecho trato con alguna diosa o algún demonio y curiosamente, mi cabeza no divago en eso. Como queriendo liberarse de lo que sea que pasaba por su cabeza, saltó tres escalones más abajo. Casi juré que se iba a suicidar cuando la vi aterrizar sin problemas sobre una de las gradas. Me recordé a mí misma que era porrista y esos saltos no eran gran cosa para ella.

La seguí en silencio.

- ¿No te tienes que ir? - Preguntó dos o tres pasos delante.

- ¿Quieres que me vaya? - Inquirí.

- Tengo práctica, las chicas deben estar esperándome - Le dio un rápido vistazo a la hora en su celular.

- Puedo quedarme, no tengo nada que hacer.

Se detuvo por un segundo y siguió su camino, era extraño como antes no me fijaba en los pequeños detalles que revelaban todo de su personalidad y ahora me parecían tan fáciles de reconocer.

- Si quieres…

Fuimos hasta su casillero para recoger su uniforme y en silencio llegamos al gimnasio. Todas estaban calentando por órdenes de Nana y Lizzy. Hubo más de una ceja arriba cuando me vieron entrar detrás de ella, para nadie era un secreto mi biualidad.

- Tiffany, te estábamos esperando - Declaró Nana.

- Lo sé, Taeyeon me pidió un favor - Avanzó hasta las gradas para dejar su mochila.

Varias se quedaron esperando una respuesta más larga.

- Es mi compañera en clase de química, necesitaba unos apuntes - Excusé sentándome en las gradas.

Complacidas, me sonrieron. De un tiempo para acá, nadie me cuestionaba, podía andar por los pasillos de la escuela con la cabeza en alto, mirar a cualquiera que pasara cerca y esa persona se sentía obligada de saludarme, era normal que al día saludara unas cien personas, me prestaran apuntes en clase y hasta se pelearan por estar en las mesas más cercanas a la nuestra, era popular o algo así.

- ¿Ya han calentado? - Curioseó la castaña.

Saqué mis audífonos y puse música en el celular para distraerme mientras garabateaba en la parte de atrás de uno de mis cuadernos.

El día anterior, después de irme de la casa de Tiffany, vagué por las calles como un alma en pena, realmente no tenía a dónde ir. Tal vez no me gustaba admitirlo en voz alta, pero ella era la única amiga que tenía o por lo menos la persona más cercana. Desde que me marchara de la casa de la castaña no había derramado más lágrimas, durante la noche me concentré en la imagen de Ailee para llorarla como es debido, pero nada pasó. Un tiempo atrás ya había notado que algo no estaba bien conmigo, las peleas con Ailee ya no me afectaban tanto, prestaba demasiada atención a pequeñas expresiones y hasta podía predecir reacciones. Un día cualquiera, me descubrí a mí misma sabiendo lo que Nana le iba a responder a Lizzy o lo que Taecyeon iba a comentar sobre la táctica que Nichkhun planeaba para el siguiente juego, incluso cuando Tiffany rompiera con Nichkhun, yo ya había descubierto que algo pasaba antes de que ella le gritara delante de media escuela. Estaba haciendo un retrato de Ailee y prestaba especial atención a sus ojos cuando algo llamó mi atención desde la cancha. El equipo de basquetbol había llegado para entrenar y la tensión entre Nichkhun y Tiffany era palpable.

- ¿Qué pasa, señoritas? ¡A calentar! - Ordenó el entrenador de basquetbol.

Los chicos empezaron a correr alrededor de la cancha. Las chicas no paraban de lanzarle miradas fugaces a la castaña para medir sus reacciones.

- ¿Qué miran? Sigamos con la rutina - Dijo.

Y durante la hora y media que siguieron, las casi 40 personas que estábamos en el gimnasio, podíamos percibir la ira de Nichkhun y la indiferencia de Tiffany. Cada tanto, el pelinegro me lanzaba miradas llenas de ira, estaba segura de que pensaba que ella había cortado con él para estar conmigo, a veces, yo pensaba lo mismo, porque de vez en cuando Tiffany me sonreía desde la distancia y yo le correspondía ¿Amistad? ¿Esa palabra era aplicable a nosotras? Daba la impresión de que le habíamos dado un nuevo significado. Bueno, al menos de mi parte ¿Ella lo sentiría de esa manera? Volví al dibujo de Ailee, era increíble cómo de un día para otro, una persona puede desaparecer por completo de tu vida, por más que miraba el dibujo, me parecía que no le hacía justicia, era mucho más hermosa. Mi pecho se quejaba, mi garganta se cerraba, pero las lágrimas nunca llegaban, era como si por dentro gritara y me descontrolara, pero por fuera nada perturbara mi expresión de mármol, algo no estaba bien conmigo, yo no era así antes ¿Antes de qué? No se me venía a la cabeza ninguna situación en especial que pudiera hacerme cambiar.

- ¡Hey! - Demandó Tiffany quitándome un audífono del oído - Voy a ducharme ¿me esperas o te vas?

El gimnasio estaba casi vacío, todos caminaban a las duchas.

- ¿Qué quieres que haga?

Puso las manos en la cintura, mi respuesta no le había gustado.

- Vale, te espero - Dije rápidamente.

Medio sonrió y se alejó. Con otra media hora libre, aproveché que los balones de basquetbol seguían en la cancha para hacer algunos lances para distraerme. Al poco rato, porristas y jugadores empezaron a salir de las duchas para luego marcharse.

- Adiós, Taeyeon - Me dijo uno del equipo de basquetbol.

Sólo atiné a despedirme con la mano antes de que desapareciera por la puerta y así fueron saliendo uno a uno hasta que, cuarenta minutos más tarde, ni Nichkhun ni Tiffany aparecían. Taecyeon, que había salido minutos antes, pero se regresó.

- ¿No sale Nichkhun? - Preguntó.

Negué con la cabeza.

- Imagino que aprovechó para hablar con Tiffany - Comentó - Cuando salga, dile que lo estoy esperando en el estacionamiento - Pidió.

- Claro - Sonreí.

De nuevo sola, me di cuenta de que esa expresión era nueva en mí.  Algo inquieta por la demora de la castaña, decidí entrar a las duchas en silencio.

- ¡Eres una maldita desviada! - Escuché que gritó Nichkhun.

Me detuve en los casilleros que estaban justo detrás de él.

- Piensa lo que quieras… - Respondió Tiffany con fastidio.

- Rompiste conmigo para irte con ella ¿no?

- Se acaba de morir su novia, por favor…

- Pero quieres hacerlo - Eso era una afirmación.

No estaba respirando.

- ¡Ya! ¡No más! Eres un fastidioso - Se quejó la castaña azotando la puerta de un casillero.

- ¿Un fastidioso? - Siseó el basquetbolista.

- Sí, ya lárgate, eres muy poco hombre para mí, no quiero tener nada que ver contigo - Y de una cachetada lanzó a la castaña contra un casillero.

- Tú, perra de poca categoría, no puedes hablarme de esa manera - Amenazó.

Acto seguido, estuve frente a Nichkhun empujándolo con todas mis fuerzas, se tambaleó hacia atrás hasta chocar con los casilleros y caer sobre ellos.

- ¿Estás bien? - Me arrodillé frente a Tiffany.

Tenía el labio roto y la mejilla color carmesí.

Escuché los pasos furiosos del pelinegro y me puse de pie rápidamente para enfrentarlo.

- Métete con alguien de tu tamaño - Advertí.

- Las lesbianas me dan asco, no miedo - Replicó.0

Me di cuenta que estaba en desventaja. Si bien era alta, Nichkhun lo era más, era hombre y tenía mucha más fuerza, miré a nuestro alrededor buscando algo que me sirviera para defendernos, pero los bates del equipo de béisbol estaban muy lejos. Nichkhun era un golpea mujeres, si era capaz de lastimar a su ex novia, a quien decía amar, no le importaría romperme la cara si estaba en su camino.

- A un lado, tengo asuntos que arreglar con mi novia - Ordenó.

Vi que levantó su brazo y cerré los ojos para esperar un golpe que nunca llegó, escuché cómo Tiffany tomaba aire sorprendida y decidí saber qué pasaba. A mi lado, sin hacer mucho esfuerzo, estaba Taecyeon sosteniendo el brazo del capitán, le giró la muñeca, le dio la vuelta y le puso el brazo en la espalda mientras lo estampaba contra la pared.

- Tranquilo, sólo hablábamos - Excusó soportando el dolor.

- Ya no eres tan macho cuando un hombre te enfrenta ¿verdad? - Retó Taecyeon doblándole el brazo más hacia arriba.

Nichkhun gritó de dolor. Regresé con Tiffany quien estaba petrificada.

- ¿Tiffany? ¿Estás bien? Dime algo - Pedí arrodillándome.

No respondió. Taecyeon, que nos miraba desde el otro lado, se enfureció más.

- ¿Qué te pasa? Soy su capitán ¡suélteme! - Exigió Nichkhun.

El otro lo separó unos centímetros de la pared y volvió a estamparlo contra el mismo.

- ¡Cállate! - Ordenó.

- Déjalo que se vaya - Pidió la castaña con un hilo de voz.

- Mejor, me lo llevo - Y sin dejar de hacer presión en el brazo, se llevó a Nichkhun ignorando las quejas de este.

Aturdida, Tiffany se puso de pie y fue a uno de los lavabos para limpiarse la sangre. Observé el desorden a nuestro alrededor, varios casilleros se habían caído y algunas bancas de madera se habían roto bajo el peso de estos, había sangre en el sitio donde Tiffany cayó y también en la pared, la ira se apoderó de mí como la tristeza no lo había hecho, furiosa, me acerqué a la castaña, golpe el lavabo para llamar su atención.

- ¿A qué estás jugando? - Demandé.

Me observó sorprendida.

- ¿Por qué te expones de esta manera? ¡Nichkhun te hubiera golpeado hasta matarte si no aparezco! - Exclamé.

Ella sólo me miraba con los hombros encogidos. Su labio se empezaba a hinchar y a poner morado.

- ¡Dios! ¡Eres una irresponsable! - Grité desviando la mirada.

Me tomé un segundo para calmarme y la volví a mirar, seguía petrificada, suspiré por paciencia. Tomé una de las toallas y la remojé para luego ponerla sobre su labio, sus ojos se medió cerraron del dolor, pero no se quejó.

- Nunca pensé que diría esto, pero ¿no se te ha ocurrido enviar a esos matones que contrataste aquella ocasión para golpear a Nichkhun y ponerlo en su lugar? - Sugerí limpiándole la sangre con tanta delicadeza como podía.

Medio sonrió con la mitad de la boca que tenía sana.

- La verdad, no creí que esto pudiera llegar a pasar - Confesó desviando la mirada.

- ¿Qué de todo?

- Que Nichkhun me golpeara - Confesó susurrando.

- No es la primera vez que lo hace - Le recordé.

- Ya había pensado en eso, pero yo le presenté esos matones a Nichkhun hace un año, si él les paga más, podrían matarme - Explicó.

- Pero tú tienes mucho dinero…

- Nichkhun tiene más.

Noté que apretaba los puños, dejé la toalla a un lado y la tomé del mentón para que me mirara, me acerqué para analizar la herida.

- Creo que lo mejor es ir a un hospital - Dictaminé.

Suspiró resignada.

- Espero no necesitar puntos - Dijo.

Tomó su mochila y ambas salimos hacia el gimnasio, ya no quedaba nadie, el entrenador era el primero en irse y si acaso por ahí andaría el conserje, pobre, el desorden que le habíamos dejado en las duchas. En silencio, fuimos hasta su carro y me entregó las llaves sin pronunciar palabra. El hospital más cercano estaba a quince minutos, el silencio me molestaba, tal y como a ella cuando recién nos “conocimos”. Entramos por urgencias y gracias al tipo de seguro que pagaba, la atendieron rápido.

- Bueno hermosa, afortunadamente no necesitas puntos, te limpiaremos bien la herida y te daremos un anti-inflamatorio, no fue nada grave - Declaró la enfermera mientras acercaba una mesa metálica a la camilla.

Tiffany le sonrió.

- ¿Cómo dijiste que te hiciste esto? - Preguntó poniéndose unos guantes de látex.

- Me golpeé contra una puerta - Respondió fingiendo una risita tonta.

Desvié la mirada con rabia, por el rabillo del ojo noté que la enfermera estudiaba mi expresión.

- Ya veo - Aplicó un poco de solución salina en un algodón - Esto puede que te arda un poco - Anunció.

No sé por qué, pero me acerqué a la camilla y estiré mi mano hacia Tiffany, ella me miró confundida, pero recibió el gesto. La enfermera presiono el algodón húmedo contra la herida y la castaña ahogó las ganas de quejarse apretando mi mano.

- Que bueno que esa puerta no te pegó tan duro - Comentó, como al aire, la mujer lanzándome una rápida mirada.

Capté la indirecta al acto, el resto de la curación permanecimos en silencio. Cuando la enfermera se marchó, solté su mano.

- ¿Por qué no dijiste que fue Nichkhun? - Demandé.

- ¿Estás loca?

Se me abrieron los ojos como platos. Iba a fingir que no escuché el tono que usó en esa pregunta.

- Tiffany, no es la primera vez que Nichkhun te golpea, tienes que denunciarlo - Insistí.

- No lo voy a hacer, no quiero hacer de esto un escándalo - Dijo bajando la voz.

- ¿Qué más escándalo que ese golpe?

- ¡Jódete!

Sonreí irónica y me giré para irme.

- ¡Lo siento! - Me tomo de un brazo - No quise decirte eso…

- Haz lo que quieras - Repliqué liberándome.

La enfermera regresó con un vaso de agua y una pastilla.

- Esto te bajará la inflamación, mañana estarás mejor - Anunció y se marchó.

Yo no era la única enojada por la mentira de Tiffany.

Con bastante tensión entre nosotras, regresamos al auto, me pidió las llaves para llevarme a casa, pero no quise dárselas, yo la llevaría a su casa primero, no se quejó. De nuevo silencio ¿Qué había pasado con la confianza de horas antes? Las sonrisas en el gimnasio y el beso en las gradas del campo ¿Tan poco valieron? Deseché ese pensamiento rápidamente. El beso no significó nada y las sonrisas del gimnasio no pasaban de ser una muestra de amistad.

- Gracias - Soltó cuando íbamos llegando a su casa.

No respondí.

- Es la segunda vez en el día que estás ahí… para mí - Declaró con la mirada clavada en sus manos. Jugaba con ellas para contener los nervios, no le era fácil admitir su inferioridad.

- De nada…

Llegamos a su casa cerca de las 8 de la noche, estacione dentro de la cochera y apagué el carro, hubo un silencio pesado. Finalmente, agarré mi mochila para irme.

- ¿Tienes hambre? - Preguntó.

- Algo - Admití.

- Podemos pedir algo - Sugirió.

Aún con la poca luz de la cochera podía ver su mejilla un poco hinchada, con más claridad estaba segura que podría contar los dedos de la mano de Nichkhun.

- Será mejor que me vaya - Anuncié.

- ¡Hay algo que quiero contarte! - Exclamó saliendo del carro para cerrarme el paso.

- No tienes que pedir comida para decírmelo - Corté.

Tomó aire para darse valentía.

- Ahora ya no importa, pero… quiero que lo sepas - Inició.

- Dilo de una vez - Espeté.

- Ailee no sólo vino a dejarme un mensaje para ti, también quería que le hiciera un favor - Dijo.

Su voz, de repente sonaba distinta, no tenía el mismo tono de culpabilidad e inocencia de minutos antes, era neutro.

La mención de su nombre en boca de la castaña me revolvió el estómago.

- ¿Qué favor? - Demandé.

- Nuestros padres trabajan juntos, el mío podía hacer una llamada y evitar que le dieran ese trabajo en California al suyo - Reveló con seriedad - Quería que le pidiera a mi padre que despidiera al suyo.

Creo que desde que Ailee muriera, era incapaz de sentir tristeza, sólo ira. Como en las duchas, en la sala de emergencias y como en este mismo momento cuando Tiffany me confesara que pudo evitar la muerte de mi novia y no lo hizo, podía sentir como la sangre me hervía, pero igual que con la tristeza, por dentro gritaba y maldecía, por fuera sólo la fulminaba con la mirada.

- Se murió por tu culpa - Siseé apretando los puños.

- Yo… ni siquiera me hablo con mi padre desde aquella ocasión en que nos encontraste - Excusó.

- Sólo tenías que llamarlo y pedirle que despidiera a su padre…

- ¡Dios! ¡Escúchate, Taeyeon!

- Lo hago.

- ¡Pues no parece!

Nos medimos con las miradas por unos segundos.

- ¿Cómo se te ocurre que le voy a pedir eso a mi padre? ¿No se te pasa por la cabeza que el suyo trabajó duro por conseguir ese puesto? - Reclamó.

- ¿De qué sirve si están muertos?

- ¡Yo no sabía que iban a morir!

Se giró y golpeó la puerta de la cochera con los puños.

- No tenía ni idea - Repitió sin mirarme.

- Pudiste evitarlo.

- Claro que no ¿acaso crees que puedo conseguir favores de mi padre con sólo llamarlo? - Volvió a encararme.

Estaba llorando. Era curioso como ella, que siempre fue la reina del hielo, ahora lloraba con tanta facilidad y yo que muchas veces perdía el control, me mantenía tranquila ¿Cuándo cambiamos los papeles? ¿Cuándo me volví Tiffany?

- Él haría lo que fuera por ti - Repliqué.

- ¡Sí! ¡Claro! Por eso tenía que drogarlo para tirármelo ¿no?

Algo se removió incómodo en mi pecho.

- Al menos pudiste intentarlo, tal vez ella seguiría viva y con…

- ¿Contigo? - Interrumpió - ¡Se tiró a mi prima! ¿Lo olvidas? - Atacó.

- ¿Cuántas veces no le fui infiel contigo?

- ¿Y eso la justifica?

De nuevo nos miramos con rabia.

- ¿Dices que merecía morir?

- ¡Digo que tú mereces alguien mejor!

- ¿Alguien como tú?

- ¡No! - Pude ver que se rompía por dentro al responder - No alguien… mejor - Aunque las lágrimas rodaban por sus mejillas, no se dejaba ganar por la tristeza.

- Ailee era lo mejor.

- ¡Era una mentirosa!

Fruncí los labios.

- No pienso escuchar las estupideces de alguien que se deja golpear por su novio - Corté.

Sin esfuerzo, la hice a un lado y me marché.

Sssss… Que intenso ¿no? Les dije que la poca felicidad de ese par no dura ni un pinche capitulo (¬¬) Disculpen mi leguaje, pero ya me están estresando nuevamente estas dos, bueno por lo que pude leer la mayoría quiere maratón ¿no?

Comenten y nos vemos mañana!!! (°u°)/