Capítulo 33 (Por su bien)

Friends with Benefits (Taeny)

[Narrador]

Ailee estaba completamente rota por dentro, sentía como si la hubieran acabado a martillazos dejando todo hecho pequeñas y diminutas trizas que nunca podrían unirse de nuevo, le costaba un poco respirar y gracias a las lágrimas que con tanto esfuerzo mantenía en sus ojos, no veía muy bien, pero sabía que Taeyeon estaba arrodillada frente a ella, que estaba llorando en su regazo, que le suplicaba por otra oportunidad aunque no se la merecía, que la tomaba de las manos como si las necesitara para vivir.

Tiffany había ganado y sin esfuerzo. Ganó porque Taeyeon llegó al punto en que la quiso tanto que prefirió alejarse antes de morir por ella, la castaña ganó, pero Ailee se llevaba el premio, no hay nada peor que ganar sólo porque el otro se ha dado por vencido ¿Eso era Taeyeon? ¿Un premio? Frunció el ceño tratando de despejar esa duda ¿Por qué negarlo? Ambas se habían declarado la guerra y la bandera a conquistar era la de cabello negro, no tenía caso pretender, falsamente, que las cosas habían sido diferentes a eso.

Deslizó suavemente sus manos fuera de las de Taeyeon y se puso de pie lentamente para alejarse y observar a la pelinegra caer cada vez más en el suelo, la observaba como sabía que Tiffany haría en caso de que la perdedora fuera ella.

- Sólo vienes porque la encontraste con su padre - Dijo Ailee.

El nudo en su garganta era tan grande que sintió como si el aire la cortara al hablar.

- Desde que te conocí, no sé por qué, siempre te comparaba con Tiffany - Ella sí sabía por qué, pero no estaba dispuesta a contárselo - Era extraño - Taeyeon se puso de pie lentamente - Pero siempre hubo algo que quise y era estar sólo enamorada de ti, no de ella, sabía que me hacía daño estar a su lado, que poco a poco dejaba de ser yo para ser más como ella - Explicó atravesándola con la mirada.

Ailee no soportó la presión y desvió los ojos hacia la puerta.

- Sólo fue o - Soltó la pelinegra dando un paso al frente.

- Porque yo no quise dártelo - Replicó.

- Esa es otra actitud que se me pegó de Tiffany - Excusó la otra.

Claro que no era un argumentó, pero era verdad. A Taeyeon nunca le había importado tanto el o hasta cuando estuvo con Tiffany, si la castaña dependía de su cocaína, ella era adicta al o con la porrista. No se consideraba una ninfómana, pues al fin y al cabo no es como si deseara tener o con todo lo que se moviera, a menos que lo único que se moviera fuera Tiffany, es decir, sólo o con Tiffany, sin celos, sin escenas en la escuela, sin amor, sólo o, como habían prometido desde un principio hacía seis meses.

Ailee no sabía cómo sentirse, sabía que estaba hecha pedazos por dentro, se sentía traicionada aun cuando ella estaba al tanto de la situación desde un principio, pero Taeyeon le estaba rogando como nunca nadie le había rogado, estaba segura de que ni Tiffany tuvo el placer de ver a Taeyeon llorar.

- Si te doy otra oportunidad - Los ojos de la pelinegra se iluminaron - ¿Cómo sé que no me traicionarás de nuevo? - Preguntó sin mirarla.

La pelinegra lo meditó un momento.

- Tendría que ser muy masoquista como para volver a estar con ella - Contestó finalmente.

Eso no la convenció, Taeyeon ya había demostrado suficiente masoquismo.

- No es suficiente - Exigió.

La otra se quemó las neuronas pensando en un argumento más válido.

- Creo que… - Inició sin saber exactamente hacia dónde iba - Aprendí muchas cosas de Tiffany y no hablo de o, sino de muchas otras cosas, como actitudes, comportamiento, si me hubieras conocido hace seis meses es muy probable que no me reconocerías, simplemente ya no soy esa persona, pero tampoco soy la niña que se dejó encantar por un falso príncipe azul - Se sorprendió de mencionar a Baek Hyun - Y eso es bueno, porque aprendo de la vida y sigo sin detenerme y el tiempo que estuve con Tiffany, antes y después de ti, fue como escaparme de la realidad para entrar en esa película de perfección, sonrisas y saludos ¡Y fue divertido! - Le pareció más fácil dejar salir todo lo que su cabeza analizaba antes de ordenarlo, estaba segura de que al final todo se aclararía - Y cuando viajamos para el juego de visitante me di cuenta que esa era la nueva yo, no sólo en el autobús, en la piscina, en la habitación contigo, en el o con Tiffany, sino en todo ¡mi traje de baño era similar al de las arpías! - Se dejó caer en la silla y se cubrió el rostro por un momento - Pero no quiero ser eso - Apretó los labios - Esto - Corrigió.

- ¿A dónde quieres llegar? - Presionó.

- Si me ponen a escoger entre la persona que soy cuando estoy contigo a la que soy cuando estoy con Tiffany, prefiero mil veces ser quien soy contigo - Declaró clavándole la mirada de nuevo.

Esta vez, Ailee la sostuvo y no fue fácil.

- No lo sé Tae, en la mascarada me dijiste muchas cosas - Se dejó caer en el sofá.

- Lo sé…

- Es irónico que yo me preocupara por lastimarte cuando fuiste tú quien me lastimó a mí - Analizó recargándose hacia atrás con la mirada en el techo.

Taeyeon supo, incluso antes de que su cabeza lo hiciera, que iba a comparar esa pose con Tiffany, porque era la misma que había hecho después de que la encontrara con su padre.

- Y te prometí no dejar que nadie te lastimara y fui precisamente yo quien lo hizo - Reconoció la pelinegra.

Ailee suspiró.

- No sé qué decir Tae - Confesó subiendo las rodillas al sofá para abrazárselas y esconder en ellas su rostro.

- Yo tampoco tengo nada más que decir, es tu decisión - La pelinegra se puso de pie y caminó hacia la puerta - Avísame cuando tengas tu decisión, pero si no es mucho pedir, no tardes mucho en darme una respuesta - Agregó saliendo de la casa.

[…]

La castaña se había quedado llorando en la puerta de su casa desde que Taeyeon se marchó, odiaba actuar de esa forma, odiaba todo lo que era en ese momento porque la estaba aplastando con una fuerza que ella nunca había sentido antes.

[Recuerdo]

- Taeyeon acaba de irse - Le dijo BoA cuando ella la llamara un minuto después de haber hablado con la pelinegra.

- ¿Le contaste todo? - Preguntó mientras mezclaba un poco de droga en una botella de vodka.

- Toda la verdad - Confirmó la mujer.

- ¿Cómo lo tomó? - Inquirió la castaña.

- ¿Cómo crees? - Retó la otra.

- Bueno, espero que todo esto funcione, por su propio bien - Pidió Tiffany como si nadie la escuchara al otro lado de la línea.

- ¿Puedo saber por qué decidiste montar todo este teatro? - Curioseó la doctora.

- Taeyeon se merece algo mucho mejor que una loca descarriada como yo, con la muerte de mi madre me di cuenta que soy más Michelle que yo misma y como sé más que nadie cómo era mi hermana, sé que Taeyeon no merece semejante castigo - El pecho le dolió al decir eso.

- ¿Y no podías simplemente cambiar tu forma de ser?

- Tú más que nadie sabes que eso no es como cambiar la batería de un control.

Hubo un silencio.

- ¿Drogarás de nuevo a tu padre? - Retomó la pelirroja.

- Será la última vez - Acordó la castaña.

- Eso espero, cada vez enloquece más por tu culpa - Se quejó la doctora.

- Cállate, te pago lo suficiente por tu silencio, no me vengas con tu moral médica - Replicó probando el licor.

Sabía que un par de gotas no serían suficientes para drogarlo.

[Fin del recuerdo]

Nunca se le pasó por la cabeza que le dolería tanto actuar como siempre había actuado, pero no tardó en comprender la razón: amaba a Taeyeon, lo suficiente como para reconocer que era mejor que estuviera lejos de ella, sin embargo, aquella “revelación” no detenía el dolor de quedarse sola de nuevo. No recordaba haber llorado tanto antes, ni siquiera cuando su padre se marchó con su asistente o cuando a su querida hermana se le ocurrió meterle una botella de Coca Cola para comprobar cuánto podía gritar sin parar, no recordaba haber llorado tanto por alguien en toda su vida. Tal vez no era bruja, pero sí podía descifrar lo que pensaba su amante y uno de los pensamientos más recurrentes debajo de su cabello negro era la necesidad de o, al parecer, irónicamente, la que sí cumplió con los términos del contrato de “amigas con derechos” fue Taeyeon y no ella, porque ella, fue la que hizo la escena de celos, la que se volvió posesiva, la que le rogaba que nunca la dejara, ella se había enamorado de Taeyeon… Y la daga en su pecho se enterró más y tuvo que abrir su boca para jadear porque las lágrimas no la dejaban respirar, tuvo que tapar su boca con las manos como si tuviera una bolsa de papel porque estaba empezando a hiperventilar y nadie la ayudaría si se ahogaba… porque estaba sola…

Su vida empezó a reproducirse rápidamente frente a sus ojos, como si estuviera a punto de morir, sólo que no era una muerte física sino mental, su cerebro quería cerrarse al mundo y esa película era su despedida ¡Michelle! ¡Maldita Michelle! ¡¿Por qué diablos tuvo una hermana como ella?! ¡¿Por qué se enamoró del único hombre que nunca tendría?! ¡¿Por qué nadie la detuvo antes de asesinar a su hermana y prácticamente “absorber” su alma para convertirse en ella?! La adrenalina de la rabia empezó a correr por sus venas devolviéndole la respiración, también cubriendo sus ojos de una capa roja escarlata que no le permitía ver claramente, se puso de pie de un salto y empezó a romper todo lo que había en la casa: floreros, fotos, mesas, ventanas, fue a la cocina y sacó todo y la hizo trizas, arrancó el papel tapiz de las escaleras con las uñas mientras subía furiosa.

Su padre estaba sentado en el borde de la cama con el rostro entre las manos sin inmutarse por la destrucción que escuchaba.

- ¿Por qué me sigues obligando a hacer esto? - Preguntó llorando.

Tiffany se detuvo en la puerta como si una barrera transparente la detuviera, odiaba ver llorar a los hombres, eso era prueba de que algo debía estar terriblemente mal como para que ellos derramaran lágrimas.

- ¿Cuántas veces más tengo que seguir soportando tus juegos? - Inquirió sin poder calmarse.

La castaña tenía los ojos muy abiertos y los puños apretados, los sentía húmedos, seguramente se rompió las uñas mientras subía y ahora le salía sangre de los dedos.

- Hoy fue la última vez - Respondió retomando el control de su cuerpo.

Relajó los dedos y medio cerró los ojos, el rojo desaparecía poco a poco y su cuerpo entraba en una pasividad peligrosa, la calma antes de la tormenta.

Su padre la miró con los ojos rojos de tristeza.

- No puedo creer que seas mi hija - Confesó con dolor.

- Tampoco creerías muchas cosas de Michelle si te las contara, pero ya no tiene caso - Replicó ella.

El adulto la miró confundida ¿Cuánto tiempo llevaba Tiffany sin decir ese nombre en voz alta delante de él? Desde que Michelle muriera ¿tal vez?

- ¿Qué cosas? - Curioseó susurrando.

- Como que me violaba desde pequeña - Reveló ella.

Él lo pensó un momento.

- Estaba enferma ¿cómo sería capaz de hacer eso? - Cuestionó cerrando un poco los ojos.

La miraba con sospecha.

- Sí, bueno, esa enfermedad fue una muy buena excusa para que el mundo la viera como una víctima y no como una victimaria - Tiffany suspiró.

No le veía caso insistir en algo que nunca le iban a creer, todas sus mentiras se las creían, pero esto que era más cierto que cualquier otra cosa, nunca se lo creerían. La ironía del pastorcito mentiroso, más bien, de la pastorcita.

Su padre se cubrió el rostro de nuevo y se quedó meditando algunas cosas.

- Una vez tu madre me dijo que estabas sangrando, apenas tenías 7 años, ella pensó que un profesor estaba abusando de ti porque Michelle se lo dijo - Comentó.

La castaña no recordaba eso, es decir, no recordaba que su madre se diera cuenta que estaba sangrando.

- Ahí lo tienes - Levantó los hombros y se recargó contra el marco de la puerta.

- Pero… estaba enferma, apenas y tenía fuerza - Tiffany comprendía su confusión, ella misma olvidó que su hermana estaba enferma.

- Sí, estaba enferma, pero sus malditas ganas de o y de violarme le daban suficiente fuerza para controlarme y claro también para manipularme - Para la porrista no era fácil decir esas cosas en voz alta.

¿Cuánto tiempo había pasado desde que su cabeza “reaccionara” por la muerte de su madre? ¿Dos días? ¿Tres, tal vez? Cualquiera que la viera en ese momento pensaría que tiene toda su vida clara, pero ella se conocía muy bien y “tener las cosas claras” era lo único que no tenía en ese momento. Su cabeza estaba hecha un caos, tantos recuerdos, tantas sensaciones, ¡todavía podía sentir el hueco en su costado por la falta de un riñón! Pero Taeyeon ya no estaba y era hora de que arreglara los problemas en su vida, en SU mente. Seis meses antes Tiffany no era nadie o así lo consideraba ahora, no era nadie porque no había conocido a Taeyeon, porque no se había enamorado nunca de alguien como se enamoró de ella, porque la pelinegra la manipuló al punto de convertirla en su amante, de lograr sacarle o incluso cuando ella se negaba, no era nadie porque nunca se esforzó tanto en sorprender a alguien como lo hacía con ella, toda esa parafernalia que montó en su casa para sacar las fotos de la orgía, incluyendo “la magia”, nunca antes lo había hecho, siempre quería sorprenderla, ya fuera dejándola conducir a su bebé, incitándola a consumir cocaína sólo para que se sintiera un poco más como ella, no lo volvió a intentar porque lo último que quería era que Taeyeon se volviera una Tiffany de cabello negro, le gustaba desfilarle desnuda, se acostaba de cierta manera para que Taeyeon se fijara en las curvas de su cuerpo, que la luz del sol le diera directamente a los ojos para que estos brillaran y aturdieran a su amante. ¡Incluso! Había asumido el papel de novia maltratada para que Taeyeon no tuviera problemas con su novia.

Hablando de novias… Todo estaba bien hasta que Ailee apareció, hasta que le mostró a Taeyeon que existen diferentes versiones de la misma Tiffany. No, definitivamente no era la misma persona de hacía seis meses, 180 días antes nunca habría montado una obra de teatro que incluyera a la fastidiosa psiquiatra amiga de sus padres sólo para conseguir que Taeyeon se alejara de ella por su propio bien, era la primera vez que pensaba en el bienestar de otra persona y no en el suyo propio, eso debía ser amor ¿no?

- Vete, BoA te espera, desahógate, olvídate de que soy tu hija - Le dijo a su padre.

- Deja de darme órdenes - Se quejó él.

- ¿No querías que dejara de manipularte? ¿Qué dejara de acostarme contigo? ¡LÁRGATE! - Exclamó lanzándole una máscara de teatro que hacía parte de la decoración del pasillo.

Él apenas y logró esquivar el trozo de cerámica.

- Todavía eres menor de edad, puedo encerrarte en una clínica de reposo si lo considero necesario - Advirtió.

Tiffany se carcajeó.

- Sabes que puedo acusarte de violación si así lo deseo - Amenazó ella.

El hombre se puso de pie y empezó a vestirse.

- ¿Qué te pasó? - Curioseó mientras se ponía los pantalones.

- Me di cuenta que no eres el centro de mi mundo y que tu presencia lo único que hace es recordarme la basura de hermana que tuve y el monstruo que fui por su culpa - La castaña caminó hasta el tocador y sacó la cocaína que llevaba dos meses guardada.

Louis no se sorprendió y de hecho comprendió de dónde había sacado ese vicio, él mismo consumía delante de ella cuando llegaba ebrio y debía soportar a su esposa loca y a su hija… Prefirió no darle una característica a Tiffany, por su propio bien mental.

- Tenemos que arreglar esto - Declaró abrochándose la playera.

Después de darse un pase, la castaña lo miró confundida limpiándose la nariz.

- Tu madre ha muerto, la única mujer que amé de verdad ya no está y tu hermana tampoco, sólo quedamos tú y yo, debemos arreglar las cosas - Explicó.

A la porrista le pareció una estupidez que sólo después de muchos años de vivir en esa casa de locos, ahora a su padre le diera por enmendar los errores del pasado, alguien quería ganarse el cielo.

- ¿No te parece que tomaste esa decisión unos cuantos años tarde? - Preguntó sentándose en el tocador.

- Todavía estamos vivos, no es tarde - Replicó.

Una media sonrisa se le escapó a la castaña, pero no entendió muy bien de dónde venía.

- Luego hablamos de eso, quiero que te largues - Ordenó por segunda vez.

Su padre hizo caso, no porque ella lo decía, sino porque comprendía que mientras ella estuviera usando drogas no le prestaría atención.

- Espero que tu amiga esté bien con lo que le hiciste pasar - Soltó justo antes de desaparecer en la oscuridad de la puerta.

Sólo horas más tarde, cuando la cocaína perdiera su efecto, Tiffany notaría todas las cosas que sucedieron en esa habitación.

 

¿Cómo ven? Al parecer todo fue plan con maña, que de todos modos no deja de ser una estupidez por parte de Tiffany, pero en fin, así es esta historia y por eso nos encanta ¿no?

No olviden comentar porque ahora vi muy pocos comentarios y también por eso hoy será un día normal con un solo capitulo, a menos que más tarde vea muchos comentarios, en fin, nos vemos… (OuO)/

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Comments

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czankx #1
Chapter 53: Oh my god!! I've read a lot of Taeny stories and this was beyond no doubt the best! I know it's just an adaptation but any stories became more interesting when the characters became Taeny.. Damn, this wasn't your typical "Friends with Benefits" the entire stpry was a roller coaster, I admit Tiffany's life is so crazy they're all young and I can't believe how Tiffany can achieve those things in her young mind.. This story mad me skip a few hours of sleep and skip works hahaha, how I wish there's another story of the original author and then be adapted to Taeny again, I wanted to read it
yoonalim__ #2
Chapter 6: lo siento, no leí la escena caliente jeje
yoonalim__ #3
Chapter 5: la locura de tiffany esta mas alla de los limites!!!
yoonalim__ #4
Chapter 4: ¿Quieres seguir a Taeyeon?
yoonalim__ #5
Chapter 3: Me pregunto qué prueba inicial le dará a Taeyeon.
yoonalim__ #6
Chapter 2: Todavía estoy un poco confundido por la historia!!!
yoonalim__ #7
Chapter 1: Así que esta es idea de Tiffany, entonces, ¿quién se enamorará primero?
Camilanga
#8
Chapter 53: Me terminé el fanfic en 1 día y medio osea hasta ahora el mejor fanfic taeny que leí
Skyth06
#9
Chapter 53: Joder épico es genial!!