[Narrador]

No está, fue lo primero que Taeyeon pensó cuando, al ir a la casa de Ailee, la encontró completamente vacía, el pecho se le comprimió, no podía creer que eso estuviera sucediendo, sin más opción, decidió buscar a la castaña, ella sabría qué hacer.

Al mismo tiempo, Ailee estaba en casa de Tiffany. Sus padres se habían adelantado al aeropuerto y ella debía llegar en hora y media.

- ¿Qué haces aquí? - Preguntó la castaña apenas abrió la puerta.

- Me voy en hora y media - Respondió.

Hwang levanto una ceja.

- ¿Podrías dejarme entrar?

- Eres una cínica…

Se miraron con odio. Finalmente, la castaña se hizo a un lado para dejarla entrar.

- No entiendo qué buscas aquí - Cerró la puerta y avanzó hacia la cocina.

- Quiero que le des un mensaje a Taeyeon de mi parte - Reveló siguiéndola.

- ¿No has hablado con ella desde el viernes?

- No he tenido tiempo, ni creo tener cara para hacerlo - Confesó sentándose en una de las sillas de la barra.

- Pues claro ¿con qué cara ibas a aparecer después de tirarte a mi prima? - Replicó la castaña.

- No me hables como si tuvieras moral para juzgarme - Defendió.

- Tienes razón, no la tengo.

Sorprendida, Ailee vio en silencio como la otra prendía un pequeño televisor que había en un extremo de la barra.

- Yo… no sé por qué lo hice - Dijo bajando el rostro.

Tiffany se guardó el comentario mientras sacaba una tabla para picar y algunos ingredientes, para ponerlos sobre la barra.

- Jessica supo qué decirte, aunque eso no te justifica - Respondió.

Ailee suspiró con fuerza.

- ¿Qué le dirás si pregunta por mí?

- ¿Por qué vendría aquí a preguntar por ti?

Ambas lo meditaron.

- No sé, lo que crea que es mejor - Contestó Tiffany a los pocos segundos.

- ¿Mentirás?

- Sólo si lo considero necesario - Repitió.

Tiffany de la casa sacó un trozo de carne de su empaque y empezó a cortarlo en cubos con mucha paciencia.

- ¿Por qué estás cocinando? - Preguntó.

A Tiffany le pareció curioso que no preguntara qué cocinaba sino por qué cocinaba ¿Tan obvia era su aversión por las artes culinarias?

- Últimamente me gusta intentar cocinar, me distrae - Reveló sin mirarla.

Ailee entendió el trasfondo de lo que decía.

- Aún puedes hacer que despidan a mi padre - Susurró, como quien no quiere la cosa.

- ¿Después de lo que hiciste?

- ¡No quise hacerlo!

- ¡Pero lo hiciste! ¡Ambas lo hicimos!

Con rabia, Tiffany golpeó el cuchillo contra la tabla. Ailee se sobresaltó.

- Taeyeon confió en ti, se estaba desviviendo por no decepcionarte y ahí estabas tú tirándote a…

- Las vi besándose en el estacionamiento - Interrumpió.

La porrista mayor cuidó que sus expresiones no la delataran.

- Las vi, así que no me hables de confianza.

- No lo planeamos - Defendió bajando la voz.

Algo en ella se entristecía cuando recordaba ese beso.

- Tampoco planeé lo mío con Jessica.

- Lo tuyo fue mucho peor que lo nuestro.

- ¿Y el tiempo que me fue infiel contigo? ¿Acaso crees que no lo sabía?

- ¿De eso se trata? ¿De venganza? - Retó rodeando la mesa - Pues entonces tienes cupones de engaño para usar por más tiempo ¿no crees?

Ailee alargó el brazo y antes de darse cuenta de lo que hacía, cacheteó a Tiffany. Los ojos de la castaña cambiaron su expresión al instante, se llenaron de ira contenida.

- No te atrevas a burlarte de algo que sufrí en silencio por mucho tiempo - Siseó.

Si Ailee no fuera la novia de Taeyeon, es muy probable que Tiffany ya hubiera tomado represalias contra la única persona que la a abofeteado tres veces. Claro que Nichkhun la golpeó y tampoco había tomado represalias.

- Taeyeon lloró después de ese beso - Confesó la castaña - Lloró de culpa - Repitió.

Regresó al otro lado de la barra para seguir picando la carne. Ailee al mismo tiempo, quedó descolocada por lo que acababa de escuchar, sabía a la perfección que Tiffany no mentía sobre eso porque justo en el segundo en que lo dijo, sus ojos se llenaron de lágrimas que supo contener como sólo ella lograba hacer.

- Estás enamorada de Taeyeon - Susurró sentándose.

Casi como si le doliera el cuello, la porrista mayor asintió lentamente.

- Nunca fue mi intención quitártela - Dijo percibiendo el dolor de la otra en el aire.

- No me quitaste nada, no era mía - Replicó Tiffany.

Sonó el timbre y luego unos fuertes golpes en la puerta.

- ¡Tiffany! ¡Sé que estás en casa! ¡Abre! - Gritó Taeyeon desde la calle.

Las dos chicas se miraron aterradas.

- Escóndete - Ordenó la castaña. Ailee la miró confundida - ¡Ahora!

Ailee corrió escaleras arriba mientras la castaña iba hacia la puerta, antes de que pudiera decir algo, Taeyeon entró rápidamente.

- No está - Dijo con los ojos hinchados.

- ¿De qué hablas? - Preguntó Tiffany con sus extraordinarios dotes para la actuación.

- De Ailee, su casa está vacía, su celular desconectado, es como si hubiera dejado de existir - Sollozó.

Se sentó en la sala y se cubrió el rostro con las manos.

- ¿No te dijo? - Curioseó.

Su cabeza tramó algo en pocos segundos.

- ¿Decirme qué?

- No creo que sea buena idea que sepas… - Susurró sentándose frente a ella.

- ¡¿De qué demonios estás hablando?! - Exclamó.

La castaña procuró no retroceder de su puesto, nunca había visto a Taeyeon tan desesperada ¿Así fue como reaccionó cuando la encontró con su padre? Tal vez si se lo hubieran contado no lo habría creído ¿Así era como explotaba Taeyeon? La pelinegra siempre tuvo miedo de convertirse en un monstruo como Tiffany, pero por desgracia, resultó siendo uno peor, no sentía nada y cuando lo hacía, era como un volcán en erupción capaz de destruir todo a su paso.

Sobre la mesita de la sala estaba el periódico de ese día, el encabezado tenía la foto de un accidente de avión sin sobrevivientes en las afueras de California que había sucedido la noche anterior.

Si una dosis la volvió así ¿qué pasaría con dos?

- Ayer se fue para California - Mintió.

La pelinegra casi pudo escuchar como su pecho hizo “crack”, se quedó sin palabras y casi sin respirar. Ailee desde las escaleras detrás de su novia, observaba todo confundida, pero tampoco era capaz de darle la cara después de lo sucedido.

- Taeyeon, eso no es todo - Declaró Tiffany con suavidad mientras deslizaba el periódico hasta el otro lado de la mesa - Hubo un accidente… - Agregó cuidando de no hablar muy fuerte.

Ailee estuvo a punto de gritar, pero se contuvo, aprovechando que Taeyeon tenía los ojos casi cerrados por las lágrimas, Tiffany la acribillaba con la mirada, era como si no pudiera moverse sólo porque la castaña la miraba de esa manera.

- ¿Cómo que un accidente? - Preguntó medio tomando aire.

- Me enteré está mañana, lo lamento, en serio - Respondió acercándole el periódico un poco más.

La pelinegra leyó el título al instante: “Accidente a las afueras de California, ningún sobreviviente”. Al instante, sintió una gran presión en el pecho, como si algo o alguien la trataran de aplastar. Se cubrió el rostro y se restregó los ojos como queriendo despertar de un mal sueño. Sentía que, por dentro, gritaba hasta que se le quemaban las cuerdas vocales, pero por fuera, permanecía inmóvil.

- No puede ser posible - Replicó, aún con el rostro cubierto.

- Ailee vino ayer a despedirse de mí, me dejó el número del vuelo para saber más o menos a qué hora esperar su llamada, quería dejarme un mensaje para ti - Explicó.

En las escaleras, Ailee empezó a llorar en silencio.

- ¡Mentirosa!

Tiffany se sobresaltó.

- Ailee no vendría aquí, nunca…

- Tu tampoco lo harías y aquí estás - Comentó - No tenía cara para despedirse de ti después de lo sucedido con Jessica - Declaró.

Lo bueno de ser, valga la redundancia, una buena mentirosa, era que se sabía usar las verdades y las mentiras de manera que nunca fuera una mentira completa ni una verdad completa tampoco.

- Quiero que me lo jures Tiffany ¡Júrame que dices la verdad! - Exigió poniéndose de pie.

La porrista ocultó la punzada que sintió en el pecho, sabía que jurar algo así significaría ponerse la soga en el cuello y que si algún día Ailee regresaba, Taeyeon la detestaría por el resto de su existencia y ese odio sería más intenso que el que sintió al verla con su padre, porque su forma de sentir estaría tan alterada que ya nada importaría. Ailee la miró suplicante, pero no supo si quería que lo jurara o que contara la verdad. Pensó, por un segundo, lo que ella deseaba: que Taeyeon estuviera con ella y no con Ailee, sintió un poco de odio, era la peor decisión que podría tomar, pero el amor por Taeyeon, ese que a veces le hacía doler el cuerpo, la obligó a responder.

- Te lo juro, yo misma despedí a Ailee en el aeropuerto, se subió a ese avión, lo lamento - Su voz fue tan perfectamente modulada que incluso llegó a creerse su propia mentira por un segundo.

Al siguiente, vio a Ailee llorar en la escalera. Taeyeon cayó de rodillas y escondió su rostro en el regazo de la castaña. Lloró como no había llorado antes, no era capaz de hablar, a duras penas podía respirar, lloró como no lo hizo ni por Tiffany, ni por Baek Hyun. Sentía un hueco en el pecho, uno que ya estaba desde antes y que ahora se hacía tres veces más grande y ningún mar de lágrimas podría llenarlo, con que así se sentía una pérdida amorosa, pensó. Al igual que con los celos, por dentro gritaba, manoteaba, arañaba, pero por fuera sólo lloraba, no sabía desde cuándo sus emociones se habían vuelto tan… Tiffany. Su respiración se fue normalizando, pero las lágrimas seguían apareciendo, “Ailee muerta”, nunca pensó que diría esas dos palabras en la misma frase, pensó en su olor, su sonrisa, sus ojos y su piel. Se concentró especial en su voz diciéndole que la quería, sus besos y sus abrazos, ya nunca más los sentiría, ya no la escucharía llamarla “mi amor” o “mi vida”, tampoco volvería a sentir su mano entrelazando los dedos con los suyos, ya no estaba y no estaría más, en su hombro no volvería a reposar su cabeza, ni tampoco volvería a ver su mirada dulce, el sonrojo de sus mejillas, todo había desaparecido de la faz de la tierra.

Tiffany había quedado paralizada desde el segundo en que sintió las lágrimas de la pelinegra rodar por sus piernas. “Auch”, era lo único que gritaba mentalmente. Ailee lloraba en la escalera y Taeyeon en su regazo, pero ella, digna, no lo hacía. ¡Y con qué esfuerzo! Los ojos le ardían y un nudo en la garganta apenas le permitía respirar, no tenía ni idea de que Taeyeon amaba tanto a Ailee y deseaba no haberse enterado nunca. Con delicadeza, la tomó del mentón y la obligó a mirarla.

- No puedo hacer esto - Dijo.

¡Que miserable se sentía! Justo en el momento en que Taeyeon más la necesitaba y ella era la única persona con la cual podía desahogarse, decidió que no podía, pero en serio, no podía. No podía y si lo intentaba terminaría haciendo la mentira más grande buscando aliviar el dolor de la otra de maneras que, si se enteraba de la verdad, terminarían por lastimarla mucho más. No podía porque estaba enamorada de ella y no toleraría verla llorar por otra persona, no podía porque ella misma se estaba muriendo por dentro del dolor. Enredó sus dedos en el cabello de la pelinegra y luego le limpió algunas lágrimas sin dejar de mirarla a los ojos, deseaba besarla, pero más todavía, deseaba con cada célula de su ser que uno de sus besos fueran capaces de despejar la mente de Taeyeon y no tenía ese privilegio, no lo tenía y eso hacía que evitar llorar ella misma se hiciera intolerable.

- No puedo ser tu pañuelo de lágrimas - Declaró forzando sus cuerdas vocales para que la voz no se le quebrara.

Taeyeon lo captó al instante, se puso de pie y se limpió las lágrimas haciendo un esfuerzo sobrehumano por calmarse, no lo hacía porque odiara a Ailee, sino porque odiaba verla llorar por ella.

- Lo lamento, no quise…

- No importa - Cortó la porrista.

- De verdad, no pensé que…

- No digas nada, lo comprendo, soy una niña grande, simplemente no puedo estar contigo en esto, soy yo quien lo lamenta - Tenía que cubrirse la boca para que no se le escapara un quejido.

Ailee subió un poco más las escaleras para esconderse.

- Gracias - Dijo la pelinegra cuando abrió la puerta.

- ¿Por qué?

- Por contarme la verdad.

Como un disparo, algo atravesó el pecho de Tiffany y Ailee al mismo tiempo, no por la frase, sino por su expresión de serenidad. La castaña comprendió que Taeyeon no podía enterarse nunca de la verdad.

- Ya sabes que nunca te miento - Soltó, para liberar la presión en su propio pecho.

Taeyeon se marchó sin más, al cerrar la puerta, la castaña se recargó en ella como si no tuviera energía para nada más, sin embargo, por más devastada que se sintiera, aún faltaba más.

- No tenías que inventar que había muerto trágicamente - Se quejó Ailee a modo de broma, sólo para calmar un poco el ambiente.

- Sí tenía que, era la única forma… - Se ahorró el resto de la frase para sí misma.

- Debo irme al aeropuerto ¿me acompañas? - Preguntó con timidez.

Tiffany la fulminó con la mirada.

- Dame un momento para guardar lo que está en la cocina y salimos - Respondió suspirando.

Mientras guardaba todo en un recipiente de plástico y lo ponía en el refrigerador, la castaña seguía esforzándose por no quebrarse por lo que acababa de pasar. Tal vez suene a cliché, pero según Tiffany, si el amor se sentía de esa manera tan miserable, entonces era un asco y no quería sentirlo más. Meditó sobre terapias de hipnosis ¿funcionarían con ella? Deseaba con todo su ser que ese ardor que sentía en el pecho cada que veía a Taeyeon con Ailee o el vacío que se formaba en su vientre cuando la pelinegra se le acercaba, desapareciera. Cuando una lágrima se aventuró en su mejilla, la limpió con tal brusquedad que esta le ardió por unos segundos.

- Vamos - Ordenó sin mirar a Ailee.

Agarró un abrigo de la entrada y avanzó hacia su auto. Ailee se quedó observándola por unos segundos, no tenía que ser adivina para saber qué le pasaba, algo similar a lo que ella sintió cuando se dio cuenta que Taeyeon y Tiffany estaban en la piscina teniendo o, aquella lejana ocasión.

- ¿Qué estás esperando? - Reclamó la castaña desde el carro.

Temerosa, se subió al vehículo.

- Podemos coger un taxi, no tienes que llevarme… - No alcanzó a terminar la frase pues la otra ya había encendido el auto y casi derrapando tomo la calle.

Por un segundo, Ailee contemplo la idea de que la loca que conducía a su lado estrellaría el carro contra algún muro mal ubicado. En menos de 15 minutos, estaban en el aeropuerto, caminaron lentamente hasta la sala de espera donde los padres de Ailee discutían con alegría lo que les esperaba en California.

- Ya llegué - Anunció Ailee besando en la mejilla a sus padres.

Ambos se quedaron petrificados al reconocer a Tiffany.

- Buenas tardes - Dijo ella sin inmutarse.

- Hola Tiffany - Contesto la madre.

La castaña sólo sonrió. Esa familia, en parte, le tenía algo de temor a esa niña. El padre de Ailee sabía lo que había pasado entre ella y su amigo porque este se lo había contado una noche estando muy borracho.

- Sólo vine a acompañar a Ailee, para despedirla - Explicó, como para cortar la tensión.

- Que bueno… - Comentó el padre.

- ¿Y Taeyeon, cariño? - Curioseó la madre.

- No pudo venir, tuvo un problema en su casa - Mintió la castaña.

- Voy por una soda, ya regresamos - Anunció Ailee, jalando a Tiffany lejos.

Se detuvieron frente a una máquina de refrescos, Ailee se revisó los bolsillos, Tiffany le extendió un billete sin pronunciar palabra. Ailee no supo la sed que tenía hasta que se bebió la lata de Coca Cola casi en 3 tragos, tanto llorar le había secado la garganta.

- No tienes que quedarte hasta que tome el avión - Dijo apenada.

- Taeyeon no puede saber la verdad - Respondió la otra.

- ¿A qué te refieres?

- A que si se te ocurre contactarla desde California y le cuentas la verdad, no dudare en contarle tu lindo pasado en tu anterior escuela, incluyendo lo de Jia - Amenazó con los ojos casi de fuego.

- ¿Cómo sabes lo de Jia?

- Tengo mis recursos.

Entonces Ailee notó que el dolor se había convertido en ira, la emoción más peligrosa en Tiffany. Retrocedió un paso y tragó saliva como si estuviera frente a un asesino.

- No quiero que Taeyeon sepa eso - Pidió.

- Entonces muérete cuando te subas a ese avión.

- No es justo.

- No es justo lo que estoy sufriendo por guardarte tu mentira.

- ¿Cuál mentira?

- Que estabas ebria cuando te tiraste a mi prima.

[Recuerdo]

Taeyeon se quedó petrificada cuando vio a Ailee y Jessica en medio de un o a sólo unos pasos de ella. Tiffany, a su vez, tuvo que apoyarse en el hombro de la pelinegra para no caerse por el repentino mareo que sufrió al correr detrás.

- Gracias, ahora tendré esa imagen metida en la cabeza toda la noche - Se quejó la castaña con la lengua medio enredada.

Ailee casi saltando en el suelo, se medió cubrió con el vestido de Jessica, está por su parte, sólo se quedó mirando a las recién llegadas.

- Amor, no es lo que parece - Dijo Ailee. La neurona se le iluminó en ese momento y al ponerse de pie, fingió no ser capaz de mantenerse derecha - Sólo jugábamos - Excusó enredando la lengua a propósito.

Taeyeon la miró confundida, Tiffany, miró directamente a Jessica, quien sonrió levemente, acto seguido, la pelinegra se dio media vuelta para marcharse.

- Amor, espera… - Dio dos pasos y fingió tener que buscar apoyo en una de las lápidas.

- No quiero esperar más - Cortó Taeyeon atravesando la puerta que llevaba a la salida del castillo.

Tiffany se quedó inmóvil mientras su cerebro reactivaba funciones, entonces se dio cuenta de lo estúpida que se veía ahí de pie. Jessica sonrió con más libertad.

- Espero que crea tu mentira de que estabas ebria - Comentó la castaña bebiendo un poco más de su botella.

Ailee se arrodilló llorando.

Tiffany entonces, comprendió de lo que acababa de ser testigo, tambaleando, salió del castillo.

[Fin del recuerdo]

¿Cómo ven? Esta fue la mentira que detono TODO!!! U.U Pobre Tae…

Sinceramente, yo aún no acababa de leer el fic, pero ahora que ya lo hice, temo decirles que van a sufrir hasta el final y hasta se van a desesperar por tanta pendejada de parte de este par, pero en fin, nada que hacer… (¬_¬)7

Los veo en un rato, no olviden comentar…