[Taeyeon]

Blanqueé los ojos ante su afirmación.

- No lo controlas todo, Tiffany - Dije observando su rostro a través del reflejo del espejo.

Estábamos en el baño de mujeres y ella se estaba maquillando con mucha tranquilidad, la fiesta había sido hace un mes y en ningún momento demostró molestia por el hecho de que yo estuviera con Ailee. Al principio pensé que no lo sabía, porque nos trataba exactamente igual que antes, la única diferencia era que ya no controlaba la situación para poderse acostar conmigo, incluso, me atrevo a decir, a veces parecía que le molestaba mi cercanía.

Lo cierto es que mi noviazgo con Ailee nos tomó por sorpresa a todos y sí, me incluyo en el plural. De repente me vi a mí misma actuando como actúan las personas cuando tienen novios o novias, salía con ella a todas partes, la abrazaba y besaba cada que tenía oportunidad, le llevaba chocolates y flores, la acunaba en mis brazos casi como si quisiera protegerla. Claro, al principio quería hacerlo, me preocupaba la reacción de las arpías y sobretodo, la de Tiffany, pero nunca paso nada. Las arpías no dijeron nada y si lo hicieron no fue en voz alta. Tiffany tampoco dijo nada, de hecho, con maestría, evitaba el tema y yo, obviamente no quise preguntarle. Si la pólvora estaba fría era mejor no moverla o explotaría.

- Eso crees tú - Respondió mientras se alargaba las pestañas.

Ladeé el rostro hacia un lado como si el cambio de perspectiva me permitiera entenderla mejor. Tiffany era realmente muy bonita, pero engañosa. Ese cabello castaño y ojos chocolate daban la impresión de ser angelicales e inofensivos, incluso, su tono de voz era dulce, si la mitad de cosas de las que hablara no fueran ironías, sarcasmos y órdenes, nadie sospecharía de ella. Me llevé los dedos al puente de la nariz como si me doliera la cabeza y apreté los labios hasta convertirlos en una fina línea ¿Por qué diablos tenía que embobarme de esa forma? Yo estaba con Ailee, no necesitaba a Tiffany, era increíble que la castaña lograra engatusarme sin siquiera intentarlo.

- Ni loca me voy a meter al equipo de porristas sólo por ir a ese estúpido viaje, yo puedo quedarme aquí, el mundo no se va a acabar con mi ausencia - Declaré mirando hacia la puerta.

Tenía la sensación de que en cualquier momento se abriría. Tiffany maquillaba sus ojos.

- Ailee irá, será una buena oportunidad para que estén juntas - Comentó muy concentrada en su tarea.

Tuve que esforzarme para sostener la quijada en su lugar y no abrir la boca como una tonta, sin embargo, fue mi expresión la que me delató.

- Que no hable del tema no significa que no esté enterada, no puedes estornudar sin que yo no me entere - Advirtió mirándome por el espejo.

- No es eso lo que me sorprende - Confesé separándome de la pared para recargarme contra el lavamanos.

- ¿Entonces? - Ya sabía la respuesta, pero quería que se la dijera en voz alta.

- No pensé que te preocuparas por mi relación con Ailee - Revelé encogiéndome de hombros.

Ni se inmuto ¿Cómo le hacía para siempre mantener esa calma inquebrantable? En muchas maneras, admiraba a Tiffany y eso no era bueno. Me quedé esperando su respuesta, pero ésta nunca llegó. Guardó todo el maquillaje y me hizo indicaciones de que saliéramos del baño.

- Ve haciendo maletas, en dos días nos vamos de viaje con el equipo de basquetbol - Ordenó mientras se acercaba a la puerta del salón donde teníamos clase.

- Ya te dije que no seré ni me haré pasar por porrista - Repliqué.

- Nunca dije que lo harías - Cortó - Ves muchas películas - Agregó con burla al abrir la puerta.

Durante la clase no presté atención a los garabatos del pizarrón y mejor terminé por analizar la relación que había creado con la castaña desde que Ailee fuera mi pareja oficial. Ni un beso, ni un roce de manos y obviamente tampoco nada de o. Era como si, de repente, Tiffany evitara tocarme, el lunes siguiente de la fiesta no fue a recogerme en su convertible como siempre lo hacía, pensé que se le había olvidado o algo, pero no, nunca más lo volvió a hacer. Mi rutina había cambiado por completo, ya no pasaba mis tardes teniendo o con Tiffany sino caminando por ahí con Ailee.

Al principio me había parecido extraño, la costumbre de estar siempre con la porrista estaba muy metida en mi subconsciente, al punto en que durante al menos una semana salía y me quedaba en la puerta de la casa esperando a que su carro apareciera hasta que recordaba que no aparecería nunca más. Sin embargo, curiosamente, en la escuela hablábamos mucho, bueno cuando Ailee estaba presente Tiffany procuraba distraerse en otras cosas, pero siempre al inicio de las clases, hablábamos las tres como si nada. La castaña nos contaba sobre sus discusiones con Nichkhun, sobre nuevas rutinas en el equipo de porristas, de las arpías, de sus vecinos aburridos, de cualquier cosa menos de algo que implicara mi relación con Ailee. La mayoría de ocasiones lo había dado como accidente, ahora ya sabía que todo fue perfectamente calculado y premeditado por ella, como todo lo que tenía que ver con Tiffany Hwang.

[…]

Dos días después…

Ahí estaba yo, en la madrugada con una maleta con ropa para dos días y algo de comida para el viaje ¿Cómo lo hizo? No tenía ni la más mínima idea y tampoco quería saber. Yo no era porrista, ni parte del equipo de baloncesto, obviamente, ni siquiera cargaba las toallas de los jugadores o sus botellas con agua, ni me habían ofrecido el trabajo para fingir mi razón de viajar con ellos, sólo estaba allí con todos los demás esperando a que dieran la orden de subir a los autobuses.

- Hola Tae - Dijo una chica que paso a mi lado con sus amigas.

Las tres me sonrieron y siguieron derecho sin esperar mi respuesta.

- Hey Tae - Dijo alguien más, esta vez, un chico del equipo de basquetbol que cruzaba con su brazo alrededor de los hombros de su novia.

Para ambos saludos sólo atine a sonreír, desde que anduve con Tiffany, debía reconocerlo, de repente era popular, todos me conocían, no sólo los que estaban dentro de su círculo, sino toda la escuela, era como si me hubiera dado color.

- ¡Hey! - Me gritó un chico a lo lejos. Él sí era el encargado de cargar las toallas y las botellas de agua.

Le saludé con la mano y de nuevo me encerré en mis pensamientos, tal vez Tiffany sí era bruja como las arpías, Nichkhun y Wooyoung, creían ¿Taecyeon lo creería también? Hasta donde tenía entendido, esos dos eran los mejores amigos del mundo, pero Tiffany lo usaba como a los demás ¿Lo sabría él?

- ¡Chicos, todos a los autobuses! - Ordenó el entrenador del equipo de basquetbol de pie frente a los dos enormes autobuses.

Este era el primer juego como visitante y le seguían otros dos, si ganaban. Según entendí, si ganaban esos tres partidos llegaría a la final del campeonato, la verdad no es que estuviera muy al tanto de la situación, con decir que nunca había asistido a uno de los juegos del equipo desde que llegue a esta escuela.

- ¡Que te subas mujer! - Reclamó Tiffany sorprendiéndome por detrás.

Casi brinco del susto.

- Anda amor, sube - Pidió Ailee justo detrás de la castaña.

Parpadeé varias veces.

- ¿Pasa algo? - Preguntó mi novia arrugando el entrecejo con preocupación.

Tiffany pasó a mi lado y se subió al autobús como si nada.

- No, nada - Respondí adjudicándole todo a mi imaginación.

Era imposible que esas dos llegaran juntas, la castaña era bastante cuidadosa a la hora de encontrarse con Ailee a pesar de que ésta fuera parte del equipo de porristas.

Ailee me tomó de la mano y me jaló para subirnos al autobús. Las últimas sillas ya estaban apartadas por Tiffany y nadie se sentaba como si tuvieran un letrero de “reservado para la señorita Hwang”. Mi novia me llevó hasta allá, pero se sentó en la fila delante de la última donde la castaña estaba muy acomodada. Casi inmediatamente se subieron Nichkhun, Wooyoung y Taecyeon hablando casi a los gritos sobre estrategias para vencer al equipo rival. Se sentaron detrás de nosotras junto a Tiffany y ella se unió a la conversación, minutos más tarde llegaron las arpías y con una sonrisa se sentaron en las sillas que estaban a nuestro lado después del pasillo, acomodaron sus maletas y se arrodillaron en los puestos para poder hablar con el grupo de atrás.

- ¿Tú qué opinas, Ailee? - Preguntó Wooyoung apoyando sus brazos sobre la cabecera del asiento de mi novia.

- ¿Sobre qué? - Inquirió ella levantando la cabeza para poderlo ver.

- Nichkhun dice que debemos engañar al otro equipo, hacerles creer que nuestro mejor jugador es Junho para que todos busquen como marcarlo y que así nos dejen más o menos libres a él y a mí - Explicó.

Ailee lo meditó.

- No seas ridículo, nadie se creerá eso, Junho es muy malo jugando - Replicó Tiffany antes de que Ailee respondiera.

- Bueno, pero hay formas de engañarlos, si le pasamos mucho el balón ellos pensarán que confiamos en sus lances - Intervino Nichkhun.

- Estoy de acuerdo con Tiffany, Junho es malo comparado con otros del equipo - Contesto Ailee.

- Entonces usen a otro de carnada - Sugirió Lizzy.

- ¿A quién? - Cuestionó Nana.

- ¿Qué tal Chansung? Es rápido, podrá cruzar la cancha en menos de nada, todos irán tras él - Dijo el capitán del equipo.

- Pero tiene pésima puntería, de nada servirá que llegue al otro lado de la cancha si cuando lance el balón no entrará, se lo robarán y es posible que mientras lleguen al otro lado de la cancha se organicen y les anoten dos o tres puntos en contra - Solté.

Callé tan rápido como hablé, ellos siguieron en la discusión tomando en cuenta mi apunte, pero juro que Tiffany movió una de las comisuras de sus labios, el gesto no duró más de un segundo ¿Había sido una sonrisa? Noté que para participar en la charla me había dado la vuelta y estaba de rodillas sobre la silla en la misma posición que las arpías, el movimiento fue veloz, no había caído en cuenta de lo que estaba haciendo ¿Cómo podía yo saber aquel detalle sobre Chansung, si nunca había asistido a un juego?

[Recuerdo]

- Deberían sacar a Chansung del equipo - Comentó Tiffany mientras esperábamos que la profesora llegara.

- ¿Por qué? - Pregunté con descuido.

No le estaba prestando mucha atención, pero procuraba mostrar algo de interés para no enojarla.

- Es muy rápido, pero sus lances son terribles, cualquiera de las chicas del equipo de porristas puede anotar tres puntos con más facilidad que él - Respondió jugando con su pluma.

No le dije nada y sólo mascullé algo que sonaba como un “ah…”.

[Fin del recuerdo]

¿Cómo era que recordaba aquello? Ni siquiera le estaba poniendo atención. Me escurrí en el asiento con la esperanza de que me tragara, cuando el autobús arrancó, todos gritaron con emoción. Serían dos días fuera de la ciudad en un hotel cinco estrellas sólo por cumplir con 40 minutos de juego.

Cuatro horas después habíamos llegado a nuestro destino, la música y la gritería no se habían calmado en ningún momento, como tampoco lo había hecho la discusión detrás de mí. Ailee participaba en las charlas a ratos, en otros se acurrucaba a mi lado como un gato buscando calor hasta que algo de lo que decían llamaba su atención y ahí, de nuevo, se arrodillaba sobre la silla para opinar ¿Cómo era que Tiffany estaba tan tranquila hablando con mi novia? ¿Y por qué “novia” me sonaba tan extraño?

Ya en el hotel algunos fueron directamente a sus habitaciones para dejar las maletas mientras que otros corrieron a la piscina, casi todos estaban haciendo lo segundo, ahí noté como Tiffany y Ailee se movían de manera similar para ir a la alberca, cada una se acercó a su pareja, Tiffany a Nichkhun y Ailee a mí.

- ¿Vamos? - Habían preguntado casi al unísono.

No es que la castaña estuviera cerca para escucharla, pero me encontré muy concentrada en lo que hacía y me sorprendió haber leído en sus labios la misma palabra que Ailee acababa de decirme.

- Si quieres - Respondí levantando los hombros.

No sé qué dijo Nichkhun, pero ambos fuimos arrastrados a la piscina.

Ambas tenían el traje de baño bajo la ropa y mientras nos llevaban a la alberca, se iban desvistiendo, cuando llegamos, sólo quedaron en bikini. Fue curioso notar que sus trajes de baño eran del mismo color que el vestido de la mascarada. Tiffany tenía uno blanco de dos piezas, la parte de arriba de dos triángulos, de amarrar en la espalda y el cuello. Ailee llevaba uno exactamente igual, pero en negro, tuve que forzar a mi cuello para dejar de mirar a la castaña, yo ya conocía su cuerpo, al derecho y al revés, con ropa y sin ella ¿Era muy complicado dejar de mirarla?

Tome a Ailee por la cintura y la piel me ardió, se veía tan y. A veces me ponía a pensar sobre algunas de mis acciones y me asustaba la conclusión a la que había llegado como: ¿Por qué siempre le daba a Ailee una personalidad demoniaca cuando ella era todo lo contrario? ¿Y por qué a Tiffany la asociaba con ángeles cuando era exactamente lo opuesto?

- ¿Pasa algo, mi vida? - Curioseó Ailee de nuevo con expresión preocupada ¿Así de terrible era mi cara?

- Este… no, ve a la piscina, yo… yo buscaré un lugar para dejar nuestras cosas - Respondí forzada y nerviosa.

- ¿Segura? Si quieres vamos a la habitación, pareces enferma - ¿En serio? ¿Tan mal me veo?

- No te preocupes, tú quieres entrar a la piscina, me duele un poco la cabeza, pero yo creo que con el agua fría se me calma de inmediato - Mentí llevándome una mano a la sien.

Sus ojos me analizaron por un momento, pero luego, casi como si le hubiera hecho algo, quitó la mirada bruscamente.

- ¿Qué esperan? ¡Adentro! - Tiffany estaba detrás de nosotras y yo acababa de darme cuenta que estabas justo al lado de la alberca.

Con habilidad, la castaña nos arrebató las maletas al tiempo que Nichkhun y Wooyoung nos abrazaban por detrás y se lanzaban con nosotras al agua. Efectivamente, el agua fría de la alberca dispersó mis pensamientos de inmediato, no me importó tener la ropa mojada, pero apenas me vi libre de los brazos del basquetbolista salí a tomar aire y aproveché para agarrar a Tiffany de los pies y lanzarla al agua. Soltó las maletas, muy consciente de que estas no se podían mojar y cayó hundiéndose conmigo. Dentro del agua nuestros rostros quedaron muy cerca y lo sentí como una eternidad antes de alargar el cuello para besarla, la castaña sonrió grande y triunfante mientras ponía sus manos en mi pecho para impulsarse fuera del agua. Salí a tomar aire casi de inmediato y me acerqué a Ailee abrazándola por detrás.

- Ya no tienes excusa para no meterte a la piscina - Dijo Wooyoung echándome agua en la cara con las manos.

- No se preocupen, pusimos sus cosas con las nuestras - Anunció Nana acercándose lentamente.

- Pero tienes que quitarte esa ropa si quieres que se alcance a secar - Dijo Lizzy sentada en el borde de la piscina.

Me sorprendí al darme cuenta que llevaba el traje de baño puesto debajo de esa ropa ¿En qué momento me lo puse? O, mejor dicho ¿por qué me lo puse? Me acerqué a Lizzy y le entregué la ropa mojada. Sin mirarme mal, ni decir nada, sólo sonriéndome cálidamente, la recibió y la acomodó en varias sillas para que se secara.

El resto de la tarde nos la pasamos en la piscina, jugando, hablando, nadando y muchas cosas más. Sorprendentemente, ellos se habían convertido en mis compañeros, claro que en la escuela la diferencia entre “compañeros” y “amigos” se desdibuja.

Los del equipo de basquetbol, por órdenes del entrenador, sólo estuvieron en la piscina unas dos horas, luego los enviaron a descansar para el partido de esa noche, las porristas y yo, nos quedamos un rato más.

- Bueno señoritas, todas afuera - Ordenó Tiffany desde un extremo de la piscina.

Se escuchó una queja general.

- ¡Ahora! - Insistió - Nosotras también tenemos que descansar un poco, no podemos darnos el lujo de llegar cansadas a animar a nuestro equipo - Agregó con las manos en la cintura.

Se veía muy y toda mojada. Blanqueé los ojos al descubrirme pensando eso.

Las porristas hicieron caso y una a una, salieron de la alberca.

Las habitaciones del hotel estaban dispuestas para dormir en parejas, los hombres estaban en el quinto piso mientras que las mujeres estábamos en el tercero, los entrenadores de ambos equipos tenían su habitación junto al ascensor para cuidar que ninguno se hiciera el listo y se pasara al otro piso. Me pregunté si Tiffany intentaría llegar con Nichkhun o él con ella. Ailee y yo no teníamos ese problema.

Apenas llegamos a la habitación ella lanzó las maletas a la cama y se dejó caer sobre un sillón que había al lado, todavía escurríamos agua. Su cabello, ahora mojado, estaba ondulado y se veía más abundante que de costumbre, desde la puerta la observé. Su piel estaba ligeramente tostada por el sol, había dejado las piernas un poco abiertas y los brazos cayendo por los lados buscando que el agua escurriera hacia el piso y no en otra parte de su cuerpo, su cabeza estaba ladeada hacia la izquierda con sus ojos levemente cerrados. Un extraño calor me subió por la espalda y pronto me cubrió todo el cuerpo, sentía una molestia en la parte baja del vientre y se me hizo agua la boca. Lentamente me acerqué a ella y le extendí la mano. Ella abrió los ojos y me miró cuando escuchó mis pasos húmedos acercarse, analizó mi mano por varios segundos y luego la aceptó. De un jalón la puse de pie y la pegué a mi cuerpo, el ardor que había sentido antes de entrar a la piscina regresó, con la yema de los dedos recorrí su brazo desde el hombro hasta la muñeca lentamente, podía sentir sus pezones endurecidos contra mi cuerpo y su piel erizada soltaba corrientosos en la mía.

Bajé un poco mi rostro y la besé. El beso fue suave, lento, eléctrico y adictivo. Poco a poco lo fuimos profundizando hasta que mi mano la tomó a ella por el cuello y la pegó más a mí, no quería parar. Pasó sus manos por mi cintura y se aferró a ella con las uñas cuando pasé mi lengua por su cuello para evitar soltar algún gemido rebelde, mordí su cuello suavemente y dejé marcas de mis colmillos en él y en su hombro, sentía el cuerpo acalorado, ya no era agua lo que nos cubría sino transpiración. Respirábamos con dificultad tomando apenas la cantidad necesaria de aire para seguir besándonos, caminé con ella hacia la cama y me acosté sobre su cuerpo. Comencé a besar su cuello, se moví con cada uno de mis toques y se mordía los labios para no gemir en lugar de eso enterraba sus uñas en mis brazos y mi espalda, aquel dolor me excitaba aún más. Con la yema de los dedos repasé de nuevo sus brazos, pero esta vez, también su cintura y sus piernas, en este último lugar se arqueó hacia atrás, las costillas se le marcaron y sus senos se inflaron. Mientras la besaba desataba los nudos de su bikini y con un mordisco en el cuello este se soltó por completo dejando sus perfectos pechos a la vista, un gemido se le había escapado y fue como si me inyectaran o directo a la médula espinal. Besé, lamí y mordí sus pezones endurecidos con delicadeza, después fui repartiendo pequeños besos por su cintura hasta llegar a los huesos de la cadera y bajar por sus muslos hasta las rodillas, por alguna extraña razón hacía con ella lo mismo que con Tiffany, besarla hasta el cansancio.

Pensar en Tiffany en aquel momento me alteró, me detuve bruscamente y subí hasta encontrar su boca, quería sentirme dentro de ella. Mi mano bajó por su cintura hasta la cadera y luego se coló por la parte inferior de su bikini para buscar su tan preciado calor.

Bueno me convencieron, aquí les dejo otro capítulo!!! (^u^)

Ahora sí, nos vemos mañana… (n.n)/ No olviden comentar y para los que son lectores silencioso, comenten también, son muy bien recibidos sus comentarios… XD