[Ailee]

Me preguntaba si Tiffany lo recordaba, reconozco que me tomó tiempo darme cuenta de quién era la castaña, pero claro, más risa me dio notar que lo recordé mientras estaba en el baño. Cuando salí, a lo lejos, vi a la chica de blanco hablando con Taeyeon ¿Qué tan estúpida me creía la porrista? Eso me confirmaba que ella no recordaba nada.

Años atrás, en un trágico campamento, nos habíamos conocido, bueno, “conocido”. Su hermana gemela estudiaba conmigo, la odiaba. En esa época estaba convirtiéndome en el monstruo que fui por años hasta hacía unos meses cuando, por fin, toqué fondo.

Michelle era… Bueno, siendo mi cabeza privada, hablaré como se me venga en gana.

Michelle era una niñita consentida, muy hermosa la desgraciada, que le caía bien a todo el mundo, ¿adivinen por qué? Obvio, porque era una ternura, como una serpiente bebé. Conocía a la familia Hwang, padres disfuncionales, una gemela con complejo de reina del mundo y la otra era, de verdad, la reina del mundo. Mi padre trabajaba con el padre de ellas, eran amigos, claro que ninguna me conocía en el sentido literal de la palabra, con Michelle, en la escuela, nunca crucé más de dos palabras ya que asistía muy poco. Ella era, por naturaleza, lo que yo debía fingir: ser perfecta. Con Tiffany nos llevamos muy bien apenas nos vimos obligadas a convivir en el campamento. Explico, “convivir”, es decir, nos dábamos nuestras escapadas al viñedo para… ya saben… eso que Tiffany hace con Taeyeon cuando están solas, claro que no tan explícito aun soy virgen.

En fin…

Imagino que se preguntaran cómo es que la porrista no me reconoce, con esa memoria diabólica que tiene, si hasta nos manoseamos hacía algunos años. La respuesta es simple: por esa época, y hasta hacía poco, no me gustaba mi color de cabello, era un impedimento para todo, así que le pedí a mi madre que me comprara una peluca rubia de cabello natural para usarla, la tuve justo a tiempo, nos tuvimos que mudar y yo era la nueva en la escuela. Aun así, no dejaba de sorprenderme ¿tanto tiempo había pasado?

[Recuerdo]

- ¿Qué haces? - Le pregunté a Tiffany cuando la vi acercarse a los botes de forma cautelosa.

Me dirigió una mirada asesina.

- Nada - Respondió con tono dulce.

Solté la risa.

- A mí no me engañas Tiffany ¿Qué haces? - Insistí poniendo las manos a mi cintura.

- Tú odias a mi hermana también ¿no? - Inquirió manipuladora.

Levanté una ceja y medio sonreí.

- Eso depende - Susurré mirando a mi alrededor con disimulo.

- Quiero matarla ¿comprendes? - Reveló sin remordimiento.

No permití que mi expresión mostrara miedo, hasta el momento yo era malvada, pero todavía no tanto.

Moví una ceja rápidamente para indicarle que siguiera hablando.

- Voy a hacer que se ahogue ¿me ayudas? - Invitó.

- ¿Cómo piensas hacerlo? - Curioseé acercándome un poco y bajando la voz.

- Haré que vaya a dar un paseo sola en un bote dañado, su peso y la presión del agua lo harán romperse y como “señorita perfección” no sabe nadar, bueno, el lago se la tragara - Explicó sin despegar sus ojos de los míos.

Daba la casualidad que justo minutos antes de pasar por ahí, había encontrado el juego de llaves de uno de los guardianes del campamento. Una llave era para todos los candados que mantenían los botes atados con cadenas al muelle, las otras eran del almacén del muelle donde se guardaban todas las herramientas, equipo salvavidas, etc. Una sonrisa se dibujó en mi rostro, saqué el juego de llaves y las hice girar en un dedo. Los ojos de la castaña brillaron.

- ¿Eso qué significa? - Cuestionó como para mostrarse fuerte.

- Significa que necesitas esto para llevar a cabo tu plan - Respondí sin dejar de jugar con las llaves.

- ¿Y qué tengo que hacer para que me las des? - Su expresión era exactamente igual a la mía.

- No sé, dame una buena razón para ser tu cómplice, algunos me vieron recoger las llaves, si uno de esos botes termina en el agua será directamente mi culpa y yo no pienso pagar por tus maldades - Dije dando un paso atrás.

- ¿Qué te parece si nos divertimos un rato en el viñedo? - Invitó.

- Tienes que darme algo mejor que eso, no me trates como una cualquiera, yo sé que te puedes esforzar más - Repliqué con fingida indignación.

Su expresión cambió a una de rabia, le acababa de demostrar que no me podía sobornar con lo mismo que sobornaba a medio mundo. Un aire de satisfacción corrió por mi espalda, ahora estaba a su nivel.

- ¿Y bien? - Presioné deteniendo el movimiento de las llaves para llamar su atención.

- Si Michelle no está, serás la reina de esa escuela, sin esfuerzo, todos te amaran, lo tendrás todo y te prometo que no permitiré que mis padres me pongan a la misma escuela que tu - Anunció con una expresión fría y calculadora.

- Sabía que podías hacerlo - Me burlé.

Me acerqué a ella y le entregué las llaves. Luego, la tomé del rostro y la besé.

- Más te vale cumplir - Advertí dándole un suave beso en la mejilla.

Podía sentir su mirada asesina mientras me alejaba, pero no me preocupaba, si ella cumplía, yo también.

[Fin del recuerdo]

Tuve que sacudir la cabeza para dejar a un lado esos recuerdos. Toqué mi cabello y lo observé para convencerme de que ya no era esa persona, no había ganado nada siéndolo.

Para cuando presté atención, Taeyeon estaba sola de nuevo.

- Disculpe la demora, caballero ¿continuamos con el baile? - Pregunté haciendo una reverencia.

La pelinegra me respondió con una sonrisa sincera, una sonrisa que últimamente me estaba gustando.

[Taeyeon]

Después de la charla con Tiffany, mi cabeza no quedó tranquila, me preocupaba el hecho de que Ailee supiera lo que había entre la castaña y yo, claro que no le habíamos dado ninguna pista para que pensara eso, pero la porrista hablaba como si conociera a Ailee de otra parte. En fin, estaba preocupada.

El juego con Ailee siguió sólo media hora más, tanto ella como yo nos cansamos de hablar con tanta formalidad, pero también hablamos mucho, de todo, de lo que nos gustaba y lo que nos disgustaba, bailamos y bebimos, nos tomamos fotos y tomamos fotos de otros. Lo bueno de Ailee era que no tenía que ganarle una apuesta para que se comportara como si fuéramos novias y fingiera ser tierna conmigo, lo era sin que yo se lo pidiera y eso me gustaba mucho. En más de una ocasión intenté robarle un beso, pero no me lo permitió, le reconozco que era bastante ágil esquivando mi boca.

Las ocasiones en las cuales bailamos fueron… ¿Cómo decirlo? Extrañas, tal vez.

- ¿Qué pasa si me quito la máscara y le muestro a todos quién soy? - Pregunté mientras bailábamos algo suave, muy juntas la una de la otra.

Por un segundo sentí cómo perdía el ritmo.

- Este… no me parece buena idea - Respondió retomando el baile.

- ¿Por qué? - Me dio curiosidad su reacción.

- Pues…  no creo que quieras que todo el mundo sepa que eres lesbiana - Reveló bajando la voz en la última palabra.

- Soy biual - Corregí de inmediato.

- ¿En serio? - Soltó con un tono muy parecido a la ironía que Tiffany usaba conmigo.

- Sí - Afirmé.

- Genial - Dijo con fingida aceptación.

- ¿Por qué ese tono? - Cuestioné algo confundida.

- Yo sí soy lesbiana - Reveló cortante escondiendo su rostro en mi hombro.

¿Debía sorprenderme por eso? Su tono me hizo pensar que aquello era algo malo, el problema era que no supe si lo malo era mi biualidad o su lesbianismo, al final, le resté importancia. Apoyó su mejilla en mi hombro y se acomodó de manera tal que podía bailar y aparentemente, dormir al mismo tiempo. Tuve la sensación y la necesidad de no soltarla nunca. Sin embargo y para mi gran sorpresa y terror, en algún momento tuve la misma necesidad por Tiffany.

- ¿Qué te parece si salimos a tomar un poco de aire? - Pregunté.

De repente aquella reflexión me había ahogado.

- ¿Estás bien? - Inquirió notando mi falta de aire.

- Sí, no te preocupes ¿salimos? - Insistí.

- Okey, vamos - Accedió.

Frente al gimnasio habían puesto decoraciones como si fuera el jardín de un castillo con arbustos comprados para la ocasión. Me recargué contra un pilar en piedra ¿Cuánto dinero había conseguido Tiffany con esas fotos?

- Ven - Sin darle tiempo, tomé la mano de Ailee y la halé hacia mí para abrazarla.

Aquello la puso tensa por algunos segundos, pero se relajó colocando su rostro en mi pecho.

- No pensé que la iba a pasar tan bien en una fiesta de este tipo - Confesé acariciando su cabello.

Era extraño verla de color negro, no podía dejar de pensar que a Tiffany le quedaría mejor el disfraz.

- Pues ya ves… al parecer Lizzy y yo hacemos un buen equipo en decoraciones - Respondió sin despegar su rostro de mi pecho.

- ¿Qué haces allá abajo? - Pregunté tomándola por el mentón para que me mirara.

- Escucho tu corazón, está todo acelerado, como el de Cotton - Reveló acomodándose de nuevo.

¿Por qué Tiffany no podía comportarse así? ¡NO! ¿Por qué quería que Tiffany se comportara así si tenía a Ailee?

De nuevo la tomé por el mentón y la acerque para besarla.

[Tiffany]

La fiesta estaba de un animado… y lo digo con todo el sarcasmo posible. Vale, lo reconozco, la fiesta sí estaba animada, para los que tenían pareja, la mía ya había caído en el vicio de las apuestas y parecía no tener la intención de intentar dejarlo. Así que ¿cuál era mi disfraz? Sí, exactamente, como la tía divorciada en la barra bebiendo hasta saciarme. En esas estaba, quejándome mentalmente de que Taeyeon tuviera razón, cuando vi que la pelinegra salía con Ailee.

Soy bastante tolerante al alcohol cuando quiero serlo, sino, simplemente me dejo llevar por él y esta era esa ocasión. Tambaleando entre borracha y desesperada, me fui detrás de la parejita dispuesta a no darles ni un momento de paz. Porque ese casanova era mío y no iba a permitir que la nueva aparecida y se diera el lujo de quitármelo, ni siquiera mi hermana había podido quitarme algo, mucho menos una aparecida como esta. Cuando alcancé la puerta tuve que detenerme, la cabeza me daba vueltas de lo rápido que me había movido, revisé mi vestido, no quería que en medio del afán, lo hubiera untado de algo, pero no, estaba perfecto, como yo. Me quité el sombrero que me identificaba a kilómetros y solté mi cabello. La pareja estaba en el círculo de pilares que Lizzy había pedido para darle “un toque romántico” al lugar ¿Así o más cursis?

Decidida, avancé con paso firme hasta que, de repente, algo tomó mi brazo y me detuvo en medio de la oscuridad. Ya iba a dar la cachetada contra el atrevido cuando vi que era Taecyeon.

- ¿Qué crees que haces? - Exigí sacudiendo el brazo mientras me aseguraba que nadie nos haya visto.

- Déjalas en paz - Pidió mi amigo con tranquilidad.

¿Y este cómo se había enterado?

- ¿Perdón? - Dije para hacer tiempo.

- No me creas tonto, déjalas, están felices ¿Qué no ves? - Insistió cerrándome el paso con disimulo.

No podía creerlo, sentía como si estuviera en la dimensión desconocida.

- ¿Qué las deje ser felices? - Repetí como si fuera algo irreal - ¿Estás loco? - Pregunté confundida.

- No eres la dueña de Taeyeon - Declaró mirándome como si fuera una niña pequeña.

- Eso no es algo que tu decidas - Repliqué.

- Y tú tampoco - Susurró.

Tenía que hacer un gran esfuerzo para que la boca no se me abriera de la sorpresa.

- ¿Desde cuándo le haces de celestina? - Me quejé.

- ¿Qué ganas yendo a arruinarles el momento? - Retó.

- Taeyeon me pertenece, no voy a permitir que la nueva se la quede así como así - Argumenté.

- ¿Te escuchas?

- Fuerte y claro.

Hubo unos segundos de silencio.

Claro que me escuchaba, estaba borracha, más de lo que me gustaba reconocer, pero delante de Taecyeon podía comportarme como se me viniera en gana. Era de los pocos, junto con Taeyeon, que tenía el privilegio de ver cómo era yo realmente, aunque a él le tomó casi un año ganarse esa confianza.

- Pareces una niñita de cinco años.

- ¿Y?

- No te voy a dejar llegar hasta allá, estas muy borracha, vas a terminar haciendo algo de lo que luego te arrepentirás - Se hizo frente a mí.

- Por favor, no eres nadie para ordenarme algo - Dije rodeándolo para seguir caminando.

Ya iba llegando hasta los pilares cuando sentí que una mano me tapó la boca y me arrastró detrás de un árbol. Con la mirada le repliqué a Taecyeon.

- Escucha - Murmuró sin destaparme la boca.

Blanqueé los ojos y le hice caso.

- ¿Te gustaría ser mi novia?- Le preguntó Taeyeon a Ailee.

Me sacudí para poder ver. Ailee bajó la cabeza para ocultar ese sonrojo estúpido que siempre se apoderaba de sus mejillas.

- Me gustas mucho, yo sé que puede ser apresurado, pero nunca pude olvidar ese beso que nos dimos en la fiesta donde nos conocimos y desde hace una semana, simplemente no puedo dejar de pensar en ti - Declaró la pelinegra.

Mentirosa…

- Tengo miedo  Confesó - Yo… no quiero lastimarte ¿Cómo sabes que soy la indicada para ti? - Inquirió para salirse por la tangente.

- Eso es algo que yo decido, no tú - Respondió Taeyeon.

De nuevo silencio. Me di cuenta que lo que me movía no era el alcohol sino los celos. Taeyeon estaba siendo feliz con alguien que no era yo, con alguien que se comportaba como todo lo que yo quería ser: perfecta para ella. El recuerdo de Michelle se me vino a la cabeza. Cómo había conseguido las llaves para quitarle la cadena al bote, abrir el almacén, sacar una herramienta, hacer el agujero, darle martillazos a las tablas para hacerles grietas. Si no fuera por aquella chica que estudiaba con…

Mis ojos se abrieron tanto que el mismo Taecyeon se asustó de mi expresión.

- ¿Y bien? ¿Quieres ser mi novia? - Presionó Taeyeon.

- ¿Cómo sabes que nadie se interpondrá entre nosotras? - Curioseó Ailee.

- De eso me encargo yo, no voy a dejar que nadie te lastime - Prometió la pelinegra.

Aquella chica era rubia natural y Ailee no lo era, pero el rostro era similar, es decir, habían pasado años, pero tampoco tantos.

- Si, quiero ser tu novia - Susurró Ailee besando a MI Taeyeon.

Todavía no salía de mi sorpresa. No recordaba el nombre de aquella chica que me ayudo porque, la verdad, y a pesar de todas las veces que nos manoseamos en el viñedo, nunca le pregunté su nombre, solo sabía que estudiaba con mi hermana, que la odiaba y que era una desgraciada como yo. Incluso, ya hasta me había olvidado de ella, cuando Taeyeon me confesó que se había besado con mi hermana en aquel campamento, yo negué haber estado con alguien porque, sinceramente, no lo recordaba.

Pero Ailee, se veía diferente… Ósea, en actitud, aunque yo sabía que era más de lo que aparentaba, nunca se me pasó por la cabeza que pudiera ser mi misma calaña. Claro, ahora veía la similitud de nuestros disfraces. Ella de negro, misteriosa pero elegante, yo de blanco, arrogante y llamativa, fácilmente podíamos intercambiar de disfraz y no dejaríamos de ser nosotras. La muestra estaba en la sorpresa de Taeyeon al verme de blanco.

- ¿Ves? Son felices - Comentó Taecyeon sacándome de mi meditación.

- Ajá… - Mascullé ignorando el tono que usó.

Una descarga de odio subió por mi espalda dándome una ligera picada en la cabeza.

Sin decir más, me alejé del lugar y regresé a la fiesta. Sin sombrero y con el cabello suelto pude notar que más de uno me reconoció, caminé con rabia sin prestar atención a quienes intentaban hablarme y fui con Nichkhun.

- ¿Sigues jugando? - Pregunté con tono venenoso.

La mesa se quedó en silencio con mi presencia, definitivamente, el cabello suelto le daba otro aire a mi disfraz.

- ¿Estás bien? - Inquirió poniéndose de pie rápidamente al percatarse de mi tono.

Levanté la ceja.

- ¿Quieres que nos vayamos ya? - Curioseó con voz temblorosa.

- No - Respondí cambiando mi semblante a uno más tranquilo.

El cambio fue tan brusco que Nichkhun dio un paso atrás.

- ¿Entonces?

- Quiero que dejes de jugar, vine a bailar y divertirme, no a ver cómo te diviertes tú solo gastando dinero estúpidamente - Pedí sonriendo.

Wooyoung estaba a punto de ponerse de pie para defender a su amigo, pero con mi mirada lo senté de nuevo, guardó silencio y bajó la cabeza como un buen perro obediente. Lo mejor era no sacar a la “bruja” de sus casillas.

- Claro mi amor, lo que tú pidas - Accedió mi novio.  Dejó las cartas en la mesa y me hizo reverencia - ¿Bailamos? - Invitó.

Respondí con una sonrisa y fui hasta la pista de baile.

No iba a permitir que la ira se apoderara de mí o terminaría matando a unos cuantos, el vestido era blanco, quitarle la sangre se volvería imposible, así que me concentré en bailar y disfrutar.

Cuando la pareja regresó a la fiesta, noté que Taeyeon se sorprendió al verme bailar con Nichkhun con tanta tranquilidad, la pobre juraba que yo no me había dado cuenta de nada, pero para su gran desgracia y juro que lo hacía de manera inconsciente, mi cabeza ya estaba maquinando qué hacer y cómo hacerlo. Obviamente no iba a permitir que Ailee viniera y me quitara algo por lo cual había tenido que luchar, sí, luchar, porque mantener a Taeyeon conmigo no era cosa fácil. Además, la promesa hecha ese día era que no estudiaríamos juntas y así ninguna invadiría el espacio de la otra y Ailee acababa de romper esa promesa.

Chan… chan… chan… Para los que sabían que Ailee ocultaba algo, ahí lo tiene ¿Se esperaban eso? Por eso mismo les dije que el mundo era muy pequeño, por lo menos en este fic!!! XD

Aquí termina el maratón, espero que les haya gustado, nos vemos mañana, no olviden comentar, saben que eso es lo que me pone de buen humor… (n.n) BYE!!!