[Taeyeon]

- Y por eso creo que debemos hacer un lavado de carros - Decía Tiffany a mi lado.

Estábamos teniendo una de esas reuniones del comité de no recuerdo qué para recoger fondos para los partidos de visitante del equipo de basquetbol y compañía, no entendía por qué seguía siendo parte de ellas si ella y yo ya no teníamos nada.

- Es cierto, adolescentes en bikini siempre atrae mucha clientela - Comentó Taecyeon al otro lado de la castaña.

Siguieron enfrascados en la discusión sin notar que no les prestaba atención, no sabía nada de Ailee desde su prueba el viernes pasado y cuando la llamaba, su celular me enviaba a buzón ¿Habría hecho algo Tiffany? Intentaba no acusarla con la mirada, más bien, intentaba no mirarla para nada.

- Algunos alumnos saben de mecánica, podríamos prestar un servicio de lavado de carros con esas cosas que le hacen a los carros, como cambio de aceite y eso - Sugirió Lizzy.

- Es buena idea, aunque dudo mucho que las personas dejen que unos chicos revisen sus carros, pero no perdemos nada con intentarlo - Dijo Yoona.

Saqué el celular y le envié otro mensaje a Ailee, suspiré al tiempo que presionaba enviar.

- El año pasado, cuando hicimos el lavado recolectamos bastante dinero, si esta vez nos va tan bien como en esa ocasión podremos guardar lo que sobre para la graduación - Declaró Tiffany.

- Yo ya tengo la banda para la graduación - Intervino Taecyeon.

Nada de lo que allí discutían me importaba, sólo quería saber de Ailee y no me atrevía a preguntarle a la castaña, sabía que preferiría torturarme con la duda que decirme la verdad.

- ¡Oye! ¡Te estoy hablando! - Reclamó ella dándome un codazo.

- ¡Auch! ¿Por qué me pegas? - Me puse de pie.

- Te estoy hablando y no me prestas atención - Respondió.

- ¡Porque no me interesa! - Exclamé.

Me alejé de la mesa hacia la salida de la cafetería, todos me miraron por los gritos. Me creí sola al salir, pero apenas me giré, encontré a Tiffany cruzando la puerta detrás de mí, casi me caigo de la sorpresa ¿Cómo se le ocurre seguirme? Todos en la escuela sabían que tenía novia, seguirme de esa manera generaría chismes, chismes que podrían llegar a oídos de su novio.

- Está haciéndome un favor, por eso no ha estado en todo el día - Dijo sin más.

- ¿Qué? - Fue lo único que atiné a decir.

- Ailee no está porque me hace un favor, el equipo de porristas necesita estampar algo en los uniformes y ella dijo que nos ayudaría con eso - Explicó.

Estuve a punto de repetir otro “¿Qué?”, pero sería estúpido.

- ¿Desde cuándo te hace favores? - Cuestioné.

- Es parte del equipo de porristas, es más bien un favor para el equipo que para mí - Blanqueó los ojos.

Apreté la mandíbula y seguí caminando.

- ¿Y ahora qué te pasa? - Me sujetó el brazo.

- Eres una plaga, lo sabes ¿no?

Me miró sorprendida.

Tenía mucha ira guardada, sobre todo porque a medida que pasaba el tiempo, Ailee estaba más obligada a interactuar con Tiffany y yo no lo quería, llegado a un punto en que ni siquiera yo sabía cómo salirme de su “círculo”. ¿Tenía que salirme? ¿Acaso pagaba por la membrecía? Era como si algo en el grupo o en ella, me atrajera y me obligara a sentarme con ellos todos los días en la cafetería, a hablarle en clase, a llamarla ¿Me habría convertido en uno de ellos sin darme cuenta?

Cuando llegué al salón, mi novia estaba sentada esperando que sonara el timbre.

- ¡Aquí estás! - Casi corrí a su lado.

- Lo siento, iba a pasar a la cafetería, pero vi que no tardaba en sonar el timbre, así que mejor me vine para acá - Explicó sonriéndome.

- Me has hecho mucha falta, te he llamado como loca - Le besé el rostro con desespero.

- Lo sé, lo siento, extravíe mi celular durante el fin de semana y Nana me llamó esta mañana para lo de los uniformes de la cuadrilla, necesitamos estamparlos, cosas de porristas, ya sabes - Respondió dejándose hacer.

El timbre sonó y en menos de nada el salón se llenó de estudiantes.

- Por favor, todos sentados - Ordenó el coordinador entrando detrás de una larga fila de estudiantes.

Tiffany entró justo antes de que cerraran la puerta y se sentó en su lugar de siempre con la expresión hecha hielo.

- Como parte del programa estudiantil de este último curso, recibirán clases extras de un idioma extranjero, según su propia votación el idioma que estudiarán será alemán, así que quiero presentarles a su maestra, por favor, quiero que se comporten - Explicó el hombre.

La puerta se abrió y una castaña despampanante entró, parecía más una modelo que una profesora, tuve que desviar la mirada para evitar babear por ella, mis ojos cayeron en Tiffany y aunque no iba a admitirlo en voz alta, la veía más hermosa.

- Buenos días chicos, mi nombre es Jessica Jung, seré su profesora de alemán por un mes - Anunció la mujer.

La castaña sonrió disimuladamente, era ese tipo de sonrisas que necesité de meses de observación para poder notarla. El coordinador se marchó y nos dejó con nuestra nueva maestra. Toda la primera hora la dedicó a presentarnos, había algo en sus ojos que captaba toda mi atención, tal vez el color miel que los decoraba. Al empezar la segunda hora, inició la clase oficial. Empezó con el abecedario, la pronunciación de las letras, la forma de saludar y despedir, así como otras frases de utilidad. No presté mucha atención, no confiaba en la sonrisa de Tiffany y esa mujer me tenía nerviosa ¿Cuántos chicos saldrían de esa clase directamente al baño? Algo en ella me parecía familiar, pero no físicamente hablando, sino que sus mañas, la forma como caminaba o se expresaba, juraría que la había visto en otra parte.

Entonces, noté algo más…

- Disculpe profesora ¿podría explicarme esta frase? - Pidió Ailee con suavidad.

La maestra se acercó a mi novia, que estaba sentada a mi izquierda y con mucha dedicación le explicó palabra por palabra, no me habría importado en otro momento si a Ailee no se le hubieran subido los colores cuando accidentalmente sus manos se rozaron.

¡Oh Dios! ¡Eran celos! Con que así se sentían… Tuve que esforzarme por controlar esa sensación de ardor en el pecho, mi novia la observaba casi con un brillo en los ojos ¿O sería paranoia mía? ¡Era una profesora! Vale, una profesora muy y y claro, si para mí que soy biual me parecía bastante y ¿cuánto lo sería para una chica completamente lesbiana como Ailee? No podía sentir celos, Ailee y yo teníamos una relación sólida, habíamos superado a Tiffany, alguien más sería pan comido.

Brinqué en mi pupitre cuando el celular me vibró en el bolsillo, aunque estaba en silencio, todos se dieron cuenta qué fue eso lo que me asustó. Era un mensaje de texto.

TF: Los celos no son buenos para el alma.

La fulminé con la mirada, su sueño hecho realidad, Ailee mirando a otra persona.

TY: Conoces a la profesora ¿verdad?

Ya lo había descubierto y más le valía reconocerlo.

TF: Es una prima política, el apellido Jung es por parte de mi madre.

Quise matarla, seguro la trajo para arruinar mi relación.

TY: Y tú le recomendaste el trabajo ¿no? ¡Que considerada!

TF: No seas tonta, ni siquiera sabía que hablaba alemán, estoy tan sorprendida como tú de verla aquí, pero no te voy a mentir, me agrada su presencia.

TY: Sí, claro, te fascina verla coquetear con mi NOVIA.

TF: La escena me causa gracia, tus celos son divertidos, más divertidos que cuando me celabas con Nichkhun, eras buena actriz en esa época.

No se le borraba la sonrisa de oreja a oreja mientras escribía.

Me abstuve de responder ¿Para qué negarlo? Era cierto.

Y esa fue nuestra primera clase con Jessica Jung, decidí, por honor, no prestar atención a ninguna de sus siguientes clases, ni siquiera porque el alemán fuera uno de los idiomas que me gustaban, era una tontería, pero era lo único que me quedaba. Fingir tranquilidad con Ailee fue más sencillo de lo que pensaba, era la primera vez que experimentaba unos celos tan fuertes, casi obsesivos, pero extrañamente, no se salían de mi control, tal vez seguía siendo tan buena actriz como era antes, según Tiffany.

Salimos de clase y la acompañé hasta su casa.

- ¿Te puedo preguntar algo? - Era mala idea lo que estaba a punto de hacer, pero ni modo ya era tarde como para echarme para atrás.

- Dime - Sonrió y dejó que su cabeza reposara en mi hombro mientras caminábamos.

- ¿Te gusta la profesora Jessica? - Solté.

Por una fracción de segundo la sentí detenerse, pero retomó el paso.

- ¿Por qué?

- Vi como la mirabas hoy.

- Es muy bonita - Lo dijo muy bajito.

Preferí dejar el tema hasta ahí, no podía decirle que no se fijara en nadie más, al fin y al cabo, que mire el menú no significa que vaya a comer ¿O sí?

[Ailee]

El día del lavado de carros fue el viernes de la misma semana en que iniciamos clase con la señorita Jessica, había notado los celos muy bien ocultados de Taeyeon, pero procuraba no mencionar el tema. Me encantaba el alemán y me encantaba Jessica, simplemente no podía negarlo, era hermosa, además, yo también le gustaba, pero eso, por todas partes no podía ser, aunque ella no era mucho mayor que yo, decidimos hablar por chat, me sentía culpable aunque no había hecho nada y tampoco planeara hacerlo.

Por orden de la abeja reina, es decir Tiffany, todo el equipo de porristas debíamos llevar nuestro traje de baño más y. Todas las chicas más ys de la escuela estaban incluidas por una mínima cuota de participación y obviamente invitación a la próxima salida del equipo de basquetbol, los chicos de noveno se ofrecieron a repartir volantes, pagados por Tiffany, para promocionar el lavado y la escuela, desde la mañana, se volvió una fiesta enjabonada. La fila de carros pronto, parecía interminable. Taecyeon decía todo el tiempo que el lavado se llenaría de tipos ertidos queriendo ver colegialas en bikini, pero con los del equipo de futbol, atletismo y de basquetbol vestidos como mecánicos, aparecieron muchas mujeres también.

Estábamos divididos por “secciones”. Entraban 20 carros, cada uno siendo lavado por 2 estudiantes mujeres, cuando habían terminado de enjabonar, pasaba con otras dos chicas que los enjuagaban con mangueras, si alguien quería pulido, entonces el carro seguía con dos chicas encargadas de eso y si quería revisión de aceite, frenos, etc., pasaba con dos chicos. Quienes estábamos en las primeras dos estaciones, ósea lavado y enjuague, éramos quienes mejor la pasábamos, obviamente, la orden era: muy ys y mojadas, puesto que los dueños de los carros se quedaban a mirar desde una sección donde pusimos unas gradas del gimnasio para que esperaran. El estacionamiento completo de la escuela estaba a nuestra disposición y llegado un punto nos dimos cuenta que no cabíamos, algunos dueños y dueñas de carros se tardaban en recoger los suyos por quedarse viendo el espectáculo. Las secciones de “trabajo” se dividieron por sorteo y Taeyeon y Tiffany quedaron juntas en una de las secciones de lavado, aunque el sorteo fue hecho conmigo como testigo, no podía dejar de pensar que de alguna manera, Hwang había hecho trampa. También contábamos con “guardaespaldas”, algunos chicos del equipo de futbol cuidaban que los dueños de los carros no se acercaran demasiado a las chicas, pues obviamente no faltaban los borrachos y los ertidos, y pues nosotras estábamos muy ligeras de ropa. Unas chicas del periódico estudiantil y Jessica, se encargaban de tomar fotos para la página de la escuela. Taecyeon y Yoona eran los encargados del dinero que recibíamos, puesto que nadie podía recibirlo, todo se hacía con bonos: las personas llegaban, solicitaban el servicio que querían, lo pagaban y recibían un bono, ese bono debían entregarlo al jugador del equipo de futbol que cuidaba su respectiva sección. Los carros ingresaban en orden, si el bono decía que eras el cliente número 27, ibas a la sección 7, si eras el 15, ibas a la sección 5 y así con todos para evitar la congestión. Tampoco faltaron los grupos que trajeron licor y lo camuflaban en botellas de Coca Cola o de agua, cada hora teníamos un receso de 10 minutos para descansar un poco, comer algo si lo deseábamos y para que los chicos de octavo grado, con mangueras a presión, quitaran todo el jabón que se había acumulado y otros fueran a comprar jabón, esponjas o lo que necesitáramos. Teníamos 10 minutos, máximo, para enjabonar cada carro y 5 minutos para enjuagarlo por completo, el encerado tenía 20 minutos para brillar y los de mecánica contaban con media hora, los últimos no se vieron afectados por la cantidad de carros, pues de 10 sólo 4 pagaban por el servicios.

Esa mañana Tiffany nos llamó a todos al gimnasio para darnos instrucciones, desde octavo grado hasta los de último grado, éramos en total, casi 200 personas, pero la castaña, como si nada nos habló a todos, explicó paso por paso cómo realizaríamos el trabajo, puso las condiciones, dividió tareas e hizo el sorteo, parecíamos un ejército cuando salimos al estacionamiento y montamos todo en menos de una hora. Finalmente, cuando el sol se estaba poniendo, vimos el final de la fila, antes de que anocheciera por completo, habíamos terminado, desde las graderías Taecyeon y Yoona dieron el total de las ganancias y por filas se le fue pagando a cada uno hasta que quedamos sólo los de último año y otros que pidieron asistir al partido. Nosotros no recibíamos pago, puesto que el dinero iba para el viaje y para la graduación, por suerte había suficiente dinero para ambas cosas.

- ¡Hay que celebrarlo! - Gritó Wooyoung.

Todos gritaron al unísono, una hora más tarde, había cajas de cerveza para todos, carros con equipos de sonido y chicos bailando. Tiffany le pidió a Jessica que hablara con la directora para que nos prestara el estacionamiento por unas horas, ella se responsabilizaría de nosotros ¿En serio? No sonaba prudente, pero como siempre Hwang lo manejó todo y dio las órdenes antes de que esa fiesta se volviera un desmadre. Recuerdo todo lo que pasó ese día perfectamente porque no bebí ni un solo trago, la última vez que lo había hecho hice el ridículo con Taeyeon y no estaba dispuesta a hacerlo de nuevo, mucho menos bebería con Jessica y sus coqueteos cerca. Vale, es cierto, me coqueteaba, pero ¿qué podía hacer? Yo procuraba no responderle ni darle señales de nada, hasta le conté que Taeyeon era mi novia y que no quería dañar la relación por un capricho, odiaba admitirlo, pero lo que “sentía” por Jessica era un capricho.

- Oye Tiffany ¿cómo hiciste para convencer a la profesora de que hablara con el director? - Pregunté.

La castaña estaba a mi lado bebiendo una cerveza con Nichkhun pegado de su cintura y besando su cuello. No es que quisiera estar ahí, pero Taeyeon estaba en el baño cambiándose.

- Es una prima política, nos conocemos hace años, aunque no sabía que vendría a enseñar alemán a esta escuela - Respondió sonriendo por las atenciones de su novio.

Casi se me cae la quijada de la sorpresa. Por eso se me hacía familiar…

- ¿Es tu prima? - Inquirió Nichkhun casi gritando.

- Sí, pero procura que no se entere toda la escuela - Replicó Tiffany dándole un codazo.

- Imagino que es una loca como tú - Solté recargándome en el mismo carro que ellos con los brazos cruzados.

- Ni te lo imaginas - Dijo casi susurrando.

Apreté los labios incómoda, sabía por qué lo decía, si Taeyeon estaba celosa, Tiffany estaba enterada también, no es ninguna tonta.

- ¡Guerra de agua! - Gritó Wooyoung sujetando una manguera desde el techo de un carro.

Taecyeon abrió la llave a un lado del estacionamiento y el agua salió disparada por la manguera e inmediatamente, se armó el caos. Todos corrían por todas partes huyendo del agua o buscando otras mangueras para defenderse, los dueños de los carros apagaron la música y los cerraron para que el agua no los mojara por dentro o dañara los sistemas de sonido. Vi a Taeyeon al otro lado del estacionamiento saliendo de los baños del gimnasio y siendo atacada por Wooyoung y su manguera.

- ¡Hay que defendernos! - Ordenó Tiffany al equipo de porristas.

Todas, incluyéndome, corrimos a ocultarnos detrás de varios carros, con señas, tipo militares, Tiffany nos coordinó para conseguir unas mangueras que estaban cerca de la puerta del gimnasio. Varias chicas de la escuadra salieron de su escondite y se levantaron las blusas, los chicos del equipo de basquetbol que tenían las mangueras se quedaron boquiabiertos y distraídos mientras Tiffany, Nana y Lizzy se armaban con tres mangueras.

- ¡Piensen rápido! - Exclamó Nana disparándole a Wooyoung.

A la fuerza, los hombres reaccionaron para disparar agua hacia ellas, pero fueron sorprendidos por la misma cantidad de agua, quienes no teníamos mangueras, quedamos atrapados en medio de los que si tenían manguera hasta que otros empezaron a robarse las mangueras y pronto era un todos contra todos. Taeyeon que estaba empapada como nosotros, le arrebató la manguera a Tiffany y corrió a disparar desde una esquina del gimnasio. La castaña la siguió haciendo lo posible por esquivar el agua, miré a Nichkhun y tenía cinco chicas de décimo grado encima aprovechando el desmadre para manosearlo. El corazón me latía a mil, podía sospechar lo que iba a pasar cuando esas dos se quedaran solas y no quería que sucediera, estaba a punto de llorar, trataba de llegar a ellas, pero siempre, alguien me detenía.

- ¿A dónde vas? - Wooyoung me tomó por la cintura y me levantó.

- ¡Suéltame Wooyoung! - Sollocé.

Él no lo notó, estaba ebrio y ambos mojados.

- Estás muy seca, tienes que mojarte un poco - Amenazó.

Taecyeon se apoderó de una manguera y me disparó con ella.

- ¡Suéltame ya! - Grité desesperada.

Pataleé hasta que pareció notar mi enojo y me liberó.

- Es sólo un juego, no te enojes - Pidió confundido.

- Sí, lo siento, es que me puse algo nerviosa - Excusé.

Un chico del equipo de futbol apareció arrebatándole la manguera a Taecyeon y disparándole a Wooyoung. Aproveché la confusión para seguir corriendo. Ya no las veía, ni a Tiffany ni a Taeyeon y seguí bastante lejos ¿Desde cuándo teníamos un estacionamiento tan grande? ¿Y de dónde salieron tantos carros? No podía correr muy rápido porque aún había jabón y agua en el suelo y las sandalias que estaba usando me hacían resbalar. Cuando por fin alcancé la esquina, me detuve para tomar aire y caminé con cuidado para que no me escucharan, claro que también era poco probable que lo hicieran, encontré la manguera abierta saltando como serpiente y los gritos en el estacionamiento eran lo suficientemente fuertes como para opacar los sonidos en esa esquina. Con el corazón en la boca me asomé y encontré lo que ya sospechaba, Taeyeon estaba acorralando a Tiffany contra la pared y se besaban. Dejé de mirar de inmediato y me recargué contra la pared contraria llorando, un minuto más tarde, salí corriendo hacia la guerra de agua.

[Tiffany]

No sé cómo diablos pasó y eso es mucho decir de mi parte, pero Jessica ahora daba clases de alemán en mi escuela, ni siquiera sabía que ella hablara alemán y mucho menos que fuera profesora ¿En serio?

- Eres una plaga, lo sabes ¿no? - Me dijo Taeyeon furiosa.

Me había quedado pasmada en el pasillo por eso, intentaba con mucho esmero comportarme bien con ellas, pero simplemente no podía evitar ser yo misma y ella se enojaba sólo porque Ailee le hacía un favor al equipo de porristas. Toda la semana estuve pensando en eso y en que a Ailee le gustaba mi prima y claro, a mi prima le gustaba ella. Era ese tipo de chica delicada que a ella la volvía loca, no podía determinar hasta qué punto iba el gusto de Ailee por Jessica, pero era el suficiente como para que Taeyeon se diera cuenta e hirviera de celos y desgraciadamente yo también tenía celos: celos de que Taeyeon tuviera celos de Jessica.

El día del lavado de carros tuve que concentrarme, yo era la líder de todo eso y todos seguirían mis órdenes. Los reuní en el gimnasio para organizar todo, aunque la mañana era estresante cuadrando todos los detalles para que saliera perfecto, sabía que terminaría siendo genial, los lavados de carros siempre eran así, parecían más una película o que un grupo de estudiantes recaudando fondos, pero funcionaba y eso era lo importante. Al final de la tarde recaudamos tanto dinero que hasta yo me sorprendí, la idea de los mecánicos fue buena, hubo muchas mujeres, madres de otros estudiantes, que pagaron por una revisión de aceite sólo para ver a los del equipo de futbol, atletismo y basquetbol con overoles y llenos de grasa.

- ¿Entretenida? - Le pregunte a Taeyeon mientras enjabonábamos un auto.

- Esto es una locura - Respondió mirando a los demás - ¿Quién pagará el recibo? - Inquirió continuando con su labor.

- La mitad sale de lo que ganemos y la otra mitad será una recolecta entre los padres de todos los que estamos aquí - Declaré haciendo una pose y mientras el dueño del carro me saludaba a lo lejos.

- Te ves patética - Replicó la pelinegra.

- Es parte del show, ganamos más dinero en propinas - Defendí.

- Es como prostituirse.

- Pero sin el o ¿no te parece genial?

Ese intento y muchos otros fueron fallidos para iniciar una conversación. Taeyeon al parecer no me perdonaba lo de poner a Ailee en el “círculo”, como si esta estupidez fuera importante. En la noche, cuando Jessica convenció a la directora, por teléfono, de que nos prestara el estacionamiento para una pequeña fiesta, Nichkhun estaba especialmente meloso conmigo y ¿cómo no? Quería o, hacía mucho que no lo hacíamos, así que tuve que beber mucho para acceder a sus peticiones.

- Sólo si traes condón, sino te jodes - Advertí mientras nos escabullíamos en un salón.

- Claro que traigo, no me tomes por irresponsable - Replicó tomándome de la cintura para sentarme en la mesa del profesor.

Nos besamos con necesidad ¿Para qué negarlo? Nichkhun podía ser un idiota, pero era bueno en el o. No podía olvidar lo sucedido en el último partido de visitante y parte de mí lo odiaría toda la vida por golpearme, pero ahí estaba, disfrutando ese cuerpo de dios que tenía. Obviamente, estar con él y con Taeyeon eran dos cosas completamente diferentes, ella era delicada conmigo, se tomaba su tiempo para acariciarme y calentarme, en cambio Nichkhun era más brusco y tal vez en ese punto, más excitante.

Me penetró con fuerza haciéndome gemir, casi gritar ¿Cuánto tiempo llevaba sin sentirlo dentro de mí? El vaivén fue suave al principio, estaba concentrado en lamer mis pechos y mi cuello, después fue acelerando, con cada golpe mi cuerpo se estremecía, era buen o y nunca lo negaría. Se aferró de mi cintura para controlar mis movimientos y aceleró, gemí con fuerza, estaba muy tomada y muy excitada, ni siquiera se me pasó por la cabeza que alguien pudiera entrar y si lo hacía, bienvenido era a unirse, tenía el suficiente licor en mi sistema como para prestarme para eso.

Llegó primero que yo, aunque por pocos segundos.

- Date la vuelta - Ordenó.

Se quitó el condón usado y sacó otro del bolsillo. Alguien estaba preparado. Cuando vio que me tomaba mi tiempo para moverme, él lo hizo sin mucho esfuerzo, era en momentos como ese que mi orgullo se quejaba, que me tratara como su perra me bajaba la calentura, pero ¿ya qué? Debía dejarlo desahogarse o nadie se lo aguantaría. La mesa estaba fría y mis pezones reaccionaron al cambio de temperatura. Nichkhun mordió mi cuello al tiempo que me penetraba de nuevo, gemí como la primera vez, la calentura se me subió de inmediato. Esta posición era más placentera que la anterior en cuestiones de hombres, con cada movimiento su miembro tocaba una parte de mi interior que me excitaba más rápido, esta vez llegué yo primero y lo disfruté casi un minuto más mientras él me alcanzaba, caí rendida en la mesa sintiendo la humedad cayendo por mis piernas.

- ¿Estás bien? - Preguntó ayudándome a poner de pie.

- Claro que sí - Dije medio atontada.

Había sudado parte del licor, pero los os me habían dejado un poco mareada.

- Vamos, hay que salir.

Me vestí con paciencia y salimos como una pareja de reyes.

Más tarde, cuando yo ya estaba muy embriagada por Nichkhun, aunque no lo suficiente, Wooyoung inició la guerra mojándonos a todos, ayudado por Taecyeon y otros del equipo de basquetbol. Organicé a las chicas de la cuadrilla para robar unas mangueras y defendernos, en menos de nada, fue todos contra todos. Había logrado apoderarme de una manguera y estaba disparándole agua a todo el que se me acercara, hasta que Taeyeon apareció por detrás y me la arrebató, corrí tras ella hasta una esquina del gimnasio y ahí forcejeamos.

- ¡Estas borracha! - Se burló cuando logró quitarme la manguera.

Ella no estaba muy sobria que digamos.

Quedé contra la pared mientras me cubría el rostro cuando me disparó con la manguera, con esfuerzo, alargué una mano y la sujeté de la camisa para atraerla hacia mí y arrebatarle la manguera. La manguera se resbaló de sus manos al tiempo que su rostro quedaba muy cerca del mío. Quedé pasmada de la sorpresa ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que estuvimos tan cerca? El estómago se me revolvió lleno de mariposas y nervios. No podía averiguar lo que pasaba por su cabeza porque el maldito licor no me dejaba pensar claro, simplemente nos mirábamos fijamente, no podía moverme para empujarla, ni ella se alejaba ¡Se suponía que ninguna de las dos quería estar con la otra! Todo lo que hice para alejarla y todo lo que ella hizo para alejarse, se iba a arruinar. Taeyeon era feliz con Ailee y yo… yo era malditamente infeliz, quise ladear el rostro cuando noté que sus labios se acercaban cada vez más ¡Lo juro! Pero, no pude, era infeliz y esas mariposas en el estómago me indicaban que ese beso me haría feliz, al menos por un momento.

¡No! ¿Dónde estaba su supuesta fuerza de voluntad? ¿No que amaba mucho a su novia? ¿No llevaba una semana celosa de Jessica? ¿Sería eso? ¿Celos? ¿Me estaría usando sólo por celos? Y entonces, cuando sus labios tocaron los míos, algo dentro de mí explotó de felicidad, no fue un beso brusco, no fue uno de esos que se sabe son por necesidad, por rabia, fue suave. No quería profundizarlo, ya bastante mal hacíamos con sólo ese toque, pero fue ella quien lo hizo. Me pegó más a la pared y me tomó de la cintura sin dejar de ser delicada, abrí la boca y su lengua, mucho más experta que cuando la conocí, recorrió mi boca. Sí quería pero, no debía, ninguna de las dos, no por Ailee, no por Nichkhun, sino por las dos, porque yo ya la había lastimado como nadie lo había hecho y ella podría lastimarme como nadie lo había hecho. Finalmente y con mucho esfuerzo mental, tuve fuerzas para poner mi mano en su pecho y separarla de mí unos centímetros. Cayó en cuenta de lo que hizo apenas me miró a los ojos, bajó el rostro y sin soltarme, ocultó su rostro en mi hombro.

- Lo lamento - Dije.

En parte era verdad y lo decía con la poca voluntad que me quedaba para mantenerme de pie.

No respondió ¿Estaba llorando?

- No quise… - Dije - No debí… - ¿Por qué me disculpaba? En ese momento, mi corazón saltaba de felicidad porque la había vuelto a besar cuando creía que nunca más lo volvería hacer.

Me sentía culpable por ser feliz. ¡Que injusto! Sin pronunciar palabra, me soltó y se alejó.

Apenas estuve sola, me dejé caer recargada contra la pared y me abracé las rodillas ocultando el rostro en mis brazos, quería saltar de la felicidad y no lo hacía porque ella había llorado, no sabía si sentirme miserable, usada o afortunada. Sólo me quedaba la sensación en los labios y el sabor de los suyos.

¿Qué tal el capítulo? Como querían ya hubo celos por parte de Taeyeon, hubo un poco de Taeny, pero creo que no era lo que esperaban ¿verdad? XD 

Bueno, ya saben qué hacer para que suba otro más u otros dos más, nos vemos en un rato o mañana, eso queda en sus manos… BYE!!! (n.n)/