[Tiffany]

En la parte trasera de la escuela está el gimnasio y dentro de éste se está jugando un partido de basquetbol. Es un gimnasio bastante amplio, al menos para mil personas.

Mi novio (ex novio) es el capitán del equipo. Sí, ese mismo de cabello negro, piel bronceada natural, ojos cafés, altura de 1.80 cm y una sonrisa de ganador. Su nombre es Nichkhun Horvejkul, tiene el balón, esquiva a dos defensas del otro equipo, le hace un pase a Wooyoung, su mejor amigo, éste esquiva otro defensa y le regresa el balón, Nichkhun se detiene en la línea de tres puntos, lanza y… ¡ANOTA! Las porritas saltan y gritan al unísono que el público que defiende a su equipo local. Luego, hacen una formación y cantan un par de rimas burlonas lideradas por su capitana, es decir, yo, Tiffany Hwang. Tengo el cabello castaño, piel blanca, ojos chocolate, 1.63 cm de estatura, senos medianos, cintura pequeña, piernas largas… en fin, soy perfecta. Ya sé lo que están pensando, “la típica pareja de plásticos”, vale, no les voy a negar que soy un poco… ¿arribista? Pero no es mi culpa que los demás se dejen pisotear.

Justo detrás de mí, en las gradas, hay una chica de cabello negro, ojos ónice, 1.65 de estatura, piel blanca, labios rosados, jeans rotos, camisa blanca, chaqueta negra, converse negros y mirada penetrante. Su nombre es Kim Taeyeon y ella es mi amante ¿o ex amante?

El partido anterior, data de cuando todo era perfecto. Estoy atada y amordazada, Taeyeon está a mi lado demasiado calmada para mi gusto y Nichkhun parlotea algo desde la cocina. Ojalá aquello fuera un trío sadomasoquista y no un secuestro…

La verdad, no puedo parar de llorar más que nada por la rabia que por miedo, estoy completamente humillada y mi cabeza trabaja planeando mil y una formas de acabar con ese idiota. Taeyeon me mira e intenta calmarme con su expresión, una que dice algo como: “no te preocupes, todo estará bien, lo golpearé y nos largaremos de aquí”. Blanqueo los ojos y miro hacia otra parte. Siendo honestos, no hay nada de “bien” en esta situación. Debo reconocerlo, lo que sucede es mi culpa, si tan sólo hubiera manejado mejor la situación sin dejarme llevar por el ego y el corazón, muy seguramente no estaríamos en esta situación.

El crujido de la madera del piso me indica que Nichkhun está de regreso y cuando levanto la vista el brillo de un enorme cuchillo me deslumbra. Lo conozco lo suficiente como para saber que mi rostro será la primera víctima de su filo, por inercia intento alejarme arrastrándome hasta que la pared me detuvo, trato de pronunciar algo, pero la maldita mordaza no me deja hablar.

Pero ¿Cómo es que llegue a esta situación?

Primero debemos regresar en el tiempo poco más de un año…

(…)

El invierno navideño se suponía que ya debía haber terminado, pero la nieve seguía cayendo. Sin embargo, las clases iniciaron con normalidad.

Era mi último grado de preparatoria antes de la universidad, pero por desgracia, mi horario de clases sufrió un terrible cambio y sólo tenía una clase en común con mis supuestas amigas. En las demás me tocaba con personas que sabía llevaban mucho tiempo en la escuela, pero que nunca me detuve a mirar. La primera clase de ese día fue Química, como era la primera semana y el frio todavía azotaba, el profesor se limitó a recordar terminología del curso anterior, a lo que respondí unas cuantas, no muchas como para parecer nerd ni muy pocas como para parecer idiota.

En diagonal a mí, un puesto más adelante a la derecha, estaba Taeyeon, con su aspecto rebelde y su olor fascinante, era una chica muy y que sólo hasta ese momento me digné a prestarle atención. Me dediqué a mirarla cada vez que tenía oportunidad, cuidando que nadie lo notara salvo ella. Una mirada bastó para notar que también le gustaban las chicas; es como un to sentido que tienes cuando eres biual, homoual, lesbiana, tranual, o cualquier otro “ual” menos el hetero, son como menos evolucionados que nosotros. Le gustaban las chicas, pero no las chicas como yo, capitana del equipo de porristas, popular, aparentemente estúpida y claro, novia del capitán del equipo de basquetbol, estaba segura de que tampoco le gustaba el basquetbol, pero a mí me gustaban los retos y quería que estuviera conmigo.

Para su gran desgracia y mi enorme fortuna, compartíamos todas las clases de la semana, salvo la que tenía con mis “amigas” y ese día me deleité, no sólo con su olor, sino con su fastidio también, la última clase fue de matemáticas y usando un poco de mi influencia, visualmente les ordené a varios que dejaran cierto lugar libre para mí, ella pareció no notarlo y se sentó justo donde siempre lo hacía, con la única diferencia de que yo terminé a su lado.

El profesor hablaba de un montón de cosas aburridas que yo ya me sabía de memoria. Cálculo, rectas, operaciones algebraicas, etc. Entregó un trabajo para hacer en parejas como hacia al inicio de todos los años. Me acerqué a ella y cuando los demás lo notaron, se alejaron, tanto de ella como de mí, dejándola sin más opción que aceptarme como su compañera por el resto del curso.

- Soy Tiffany - Dije extendiendo mi mano para saludarla sin dejar de sonreír.

- Taeyeon - Respondió a secas ignorando mi mano, fingí no notarlo y me acerqué más.

- ¿Taeyeon? Es un nombre raro para una mujer - Dije tratando de romper el hielo.

- Taeyeon es un nombre neutro, por lo tanto lo pueden usar mujeres y hombres - Contestó.

Su voz era un poco grave y brusca. Sin embargo, fue el color de sus ojos lo que casi me dejó sin aliento, fue como ver directamente el alma de un animal solitario.

- ¡Oh! Ya veo, vale, un placer Taeyeon - Corté cuando vi al profesor acercándose. Tuve que sacudir la cabeza y sonreír para recordarme a mí misma que sólo buscaba diversión y no un alma para salvar.

El profesor nos entregó una hoja que Taeyeon inspeccionó por unos cuantos segundos y luego la dejó en su pupitre.

- No entiendo nada de eso - Se quejó algo frustrada.

- Yo sí, si quieres puedes venir a mi casa o yo a la tuya y te explico - La invité.

Me miró como si me tuviera miedo.

- ¿Me estas invitando a tu casa? - Cuestionó aterrada.

- Sí ¿cuál es el problema?

- Eres Tiffany Hwang, capitana de las porristas, elitista a morir ¿acaso se te antojó jugarme una broma y por eso me acosas todo el día? - Inquirió enderezando la espalda.

Como serpiente amenazada, también me senté derecha y la miré.

- Soy más de lo que todo el mundo piensa y aunque eso suene estúpido es verdad, ahora, te puedo ayudar con lo de matemáticas o pierdes la materia, tú decides - Declaré sin inmutarme.

- Bien - Accedió inexpresiva - ¿Hoy?- Pregunto.

- Si quieres… puedo cancelar la cita con mi novio para que estudiemos - Sugerí.

Me miró todavía más sorprendida.

- No se va a morir si no me ve, seguro se va con sus amigos a jugar billar o algo - Dije sonriéndole con inocencia.

La pobre no sabía lo que le esperaba sola en mi casa. Me imaginé a mí misma riendo como Maléfica.

- Entonces paso a tu casa a las cinco - Afirmó.

Justo en ese momento la campana sonó y como abejas alborotadas, todos se pusieron de pie para irse, ella desapareció de mí vista en menos de cinco segundos, no alcancé a preguntarle cómo diablos sabría dónde vivo.

[…]

Hice algo de ejercicio mientras la esperaba, mi casa estaba sola, como siempre, papá de viaje y mamá loca. Después de hacer una hora de spinning, relajé el cuerpo caminando por la casa, me hidraté un poco y me metí a bañar. Tal y como lo esperaba, ella llegó justo cuando yo salía de la ducha y tuve que abrirle la puerta cubierta sólo por una toalla.

Se quedó sin palabras apenas me vio, señal de que sospechaba un poco de mi propuesta para estudiar.

- Adelante, mi habitación esta en el segundo piso - Le indiqué dejando que la toalla se me bajara un poco descubriendo la redondez de mis pechos.

- Eh… mejor me quedo aquí para que te puedas vestir - Dijo un poco nerviosa.

- No te preocupes, somos mujeres ¿Qué puedes ver que no tengas? - Bromeé empujándola escaleras arriba. No respondió, pero controló sus reacciones.

Ya en mi habitación, seguí caminando mientras acercaba mi rostro al de ella, retrocedió hasta golpear contra el borde de la cama y quedar sentada, me incliné hasta quedar a centímetros de su boca y tomé mi peine que estaba a su lado, apenas me alejé respiró de nuevo ¿Por qué no estaba a la defensiva?

- Entonces ¿no tienes idea de nada o solo tienes algunas dudas? - Pregunté dándole la espalda.

Caminé hasta mi armario dejando caer la toalla en el camino.

- No, nada, no es como si le hubiera puesto mucha atención a las clases del señor Kwon - Respondió sin quitarme los ojos de encima, podía sentirlos a pesar de estar volteada.

- Vale, entonces tendré que enseñarte un par de cosas - Dije con doble sentido.

Fue suficiente presión por un minuto, así que la dejé tranquilizarse mientras me vestía hasta que fue la hora de ponerme una blusa cuyo cierre estaba en la espalda.

- ¿Me ayudas con esto? - Dije sosteniendo la blusa sólo para cubrir mis pechos mientras le daba la espalda ¡Que truco tan viejo!

- Claro - Accedió.

Aunque en la respuesta sonaba aterrada, sus manos fueron seguras y subieron el cierre con delicadeza, me mordí los labios para no demostrar el escalofrío que me provoco y me giré rápidamente.

- Gracias - Le di un fugaz beso en los labios que la dejó paralizada.

Me dirigí a mi tocador, me arreglé el cabello y me maquillé un poco.

- ¿Empezamos? - Invité señalándole mi escritorio.

Lo pensó por un momento cuando me vio sentarme, al parecer su instinto ya le había advertido que yo era un peligro, pero se acercó y se sentó a mi lado colocando la hoja sobre la mesa, una forma de indicar que sólo eso quería saber y nada más.

Durante una larga hora le expliqué todos los términos algebraicos que venían en la guía, resolvimos unos cuantos ejercicios y después me cansé de tantas matemáticas.

- Ven, vamos a la cocina por algo de comer - Me puse de pie y la esperé en la puerta.

- ¿Comes? - Preguntó riendo, al parecer ya estaba empezando a tomarme confianza.

- De hecho sí, me gusta comer mucho - Confesé encogiéndome de hombros.

Bajé y ella me siguió. Noté que estaba disfrutando el tiempo con ella.

- ¿Qué se te antoja? Hay de todo, desde soda hasta bebidas alcohólicas, comida light o chatarra - Abrí la puerta del refrigerador y me hice a un lado para que pudiera ver.

- Lo que sea está bien - Contestó. Suspiré fuerte, odiaba ese tipo de respuestas.

Saqué una caja de muslos de pollo del día anterior y la puse en el mesón junto con una cerveza.

- Toma lo que quieras - Insistí.

Al ver el refrigerador abierto no tuvo más opción que acercarse y buscar algo, decidiéndose por una manzana, casi me ofendí.

- ¿Te vas a comer todo eso? - Pregunto algo sorprendida.

- Si ¿Quieres?

- No, gracias, sólo preguntaba, es que tienes un buen cuerpo, no vomitaras después ¿cierto?

Solté la carcajada.

- No, tranquila, eso se soluciona con suficiente reposo y una hora de ejercicios - Aclaré devorando otro muslo.

No me creyó, era de esperarse, dejé el pollo en ese momento, no era bueno seducir llena de grasa.

- Bien, para no hacerte sentir mal, dejare esto - Guardé el pollo y tomé una manzana.

Me acerque a ella y di el primer mordisco tan fuerte como pude, la fruta crujió y Taeyeon se sobresaltó.

Apenas terminó su manzana, dejo lo que sobro en la basura y se puso de pie.

- Bien, será mejor que me vaya - Dijo con seriedad.

- ¿Por qué? - Puse cara de cachorro.

- ¿A qué estás jugando, Tiffany? - Retó.

Me sorprendí, pero lo mantuve oculto con otro mordisco.

- ¿De qué hablas? - Pregunte haciéndome la tonta.

- ¿A qué se debe todo este juego de seducción? ¿Acaso tienes cámaras escondidas? ¿Tú y tus amigas quieren jugar a que soy lesbiana? ¿Publicarlo en alguna parte y humillarme públicamente? - Soltó mientras se acercaba amenazante, yo retrocedí hasta que el fregadero me detuvo.

- ¿Por qué piensas eso? - Pregunte un poco confundida ¿Esa era la imagen que tenían todos de mí?

- De repente la señorita popularidad me invita a su casa que está sola, se desnuda para mí y hasta me acorrala ¿crees que no lo he notado? Pues te tengo malas noticias, NO SOY LESBIANA, me gustan los hombres - Declaró enojada, pero al parecer escondía algo.

Sonreí muy grande, de un salto me senté en el borde del fregadero, y la envolví con mis piernas pegandola tanto como pude a mi cuerpo.

- Pero también te gustan las mujeres - Susurré para luego besarla.

No se movió los primeros segundos, pero no tardó en dejarse llevar y terminó por aferrarse a mi cintura. El beso fue largo y sabroso, debo de reconocerlo.

- A mí también me gustan ambos os - Confesé cuando nos separamos.

Frunció el ceño cuando recordó que no confiaba en mí, se alejó con brusquedad y se recargó contra el mesón.

- No hay ninguna cámara - Me bajé de la mesa y me acerqué a ella, quería otro de esos besos - Me gustas, pero estoy con Nichkhun y no creo que esto le agrade - Estaba muy cerca de su rostro - Te propongo algo - Sonreí de lado.

- ¿Qué cosa? - Pregunto desconfiada.

- Seamos amigas con beneficios, con derechos, como lo quieras llamar, te aseguro que la vamos a pasar muy bien - Dije dándole otro beso, pero ahora uno suave.

Lo pensó mucho.

- Sé que esto también te gusta, de otra forma no habrías aceptado mi invitación, nadie tiene porque enterarse, sin celos, sin nada formal, sólo nos encontramos cuando queremos divertirnos o nos aburramos de nuestras parejas - Insistí.

- ¿Nada formal? - Se aseguró.

- Sí, nada formal, sin celos, sin escenas de quinta en la escuela o en alguna otra parte, ni siquiera es obligatorio que nos encontremos, sólo si una lo desea, llama a la otra, le propone diversión y si la otra acepta, entonces nos encontramos - Continué.

Eso no era tan cierto, la mantendría conmigo tanto tiempo como me fuera posible.

Lo seguía considerando.

- Amigas con beneficios… sin ningún tipo de compromiso… - Susurré manipuladoramente en su oído.

- Suena bien - Y anoté…

Hola, hola… Espero les haya gustado el primer capítulo, si les agrado háganmelo saber con comentarios para continuar subiendo el fic, sino pues para irlo borrando!!! XD Si quieren que siga con el fic, advierto que no es seguro que suba diario, por lo menos no ahora, tal vez en unos días más lo pueda hacer, la ventaja de este fic es que tiene capítulos muy, pero muy largos…

Bueno, no olviden comentar, los leo después, saludos!!! (n.n)/