[Ailee]

Cuatro días sin saber nada de Taeyeon ¡CUATRO DIAS! Se iba a ganar la bofetada del siglo apenas la viera ¿En serio cree que no sospecho nada de lo que hay entre ella y Tiffany? ¡¿De verdad me cree tan estúpida?! Si no había destrozado mi cuarto era porque apretaba una almohada entre mis brazos con tanta fuerza que me dolían los músculos.

¡¡Ni siquiera una llamada!!

Creo que podía sentirme y escucharme echar chispas de la rabia ¿Cómo pudo ocurrírseme que Taeyeon estaría conmigo? Por dios, conoció primero a Tiffany, esa relación estaba sellada desde el principio.

- ¡Ailee! ¡Iremos a una reunión de tu padre, llegaremos tarde, no nos esperes despierta! - Gritó mi madre.

- ¡Vale! - Respondí controlando mi ira un segundo para hablar.

- ¡Te amamos! - Exclamaron ambos y segundos después se escuchó el sonido de la puerta cerrándose.

¿Por qué diablos no me llamaba? ¿Tan poco le importaba? ¿Por qué carajos siempre me enamoraba de mujeres a quienes yo no les importaba? Sí, la pobre Ailee, siempre encaprichada con chicas que no quieren chicas o chicas que ya tienen otras chicas, en serio, necesitaba un terapista para eso, no era normal.

Tomé el teléfono y marqué el número de alguien que nunca olvidaría.

- ¿Hola? - Respondió una voz.

Vacilé.

- ¿Hola? - Repitió un poco más fuerte.

- ¿Jia? - Claro que era ella, a pesar de que ya habían pasado unos meses yo seguía poniéndome nerviosa cuando le hablaba, era obvio, “unos meses” no eran suficientes para enmendar lo que hice. Tal vez unas cuantas décadas servirían.

Suspiró con fuerza ¿O bufó? Era tan difícil descifrarla por teléfono, ella era tan buena mentirosa como Tiffany, sólo que estaba del lado correcto de “La Fuerza”.

- Hola Ailee - Dijo finalmente.

La imaginé dejándose caer en la cama como siempre hacía cuando hablábamos por horas.

- Hola ¿cómo estás? - Pregunté acostándome igual.

- Súper, Tao me recogerá en un rato, vamos a una fiesta - Anunció para torearme.

- Genial - Solté y lo decía en serio - ¿Fiesta de qué? - Curioseé.

Poco a poco se iba bajando la tensión, ya no me hablaba tan seca como hacía varias semanas.

- De unos amigos de él ¿quieres ir?

Estoy segura de que me invitó por cortesía o fue simple descuido.

- No, mejor en otro momento - Yo tampoco quería ir, estaba demasiado enojada como para ponerme a celebrar.

- Vale, como quieras - Sonaba sincera - ¿Por qué llamaste? - Ahora sonaba interesada.

Jia era… era la mujer más extraña que yo conocía, no se parecía a nada ni a nadie, creía en sus propias cosas, no se dejaba manipular ni era manipuladora, a menos que fuera una urgencia y también era alguien que siempre salía bien de una mala situación, de una forma u otra se recuperaba.

- Es… Taeyeon - Confesé.

Los ojos me empezaron a aguar.

- ¿Tu novia? ¿Qué pasa con ella?

- Tiene una amante…

Tomó aire con fuerza, como sorprendida.

- ¿Qué? ¿Por qué? - Era bueno escucharla hablar como cuando éramos amigas, antes de que se me ocurriera enamorarme de ella.

- Pues… ya se conocían de antes, ya eran amantes antes de que yo apareciera, se suponía que Taeyeon había cortado la relación con ella, que me amaba… - Empecé a llorar.

- Oh, cariño, no llores - Suplicó - Podemos vernos, si quieres - Sugirió.

No respondí.

- Vale, voy para tu casa, no tardo - Y colgó.

Realmente no me importó, ya me había soltado a llorar porque Taeyeon no estaba, porque seguramente estaba haciéndolo con Tiffany hasta el cansancio, porque yo misma no había querido hacer nada con ella, porque me dejó por no darle o y ese mismo día se tiró a la castaña en la piscina ¿Cuántas veces tendría que pasar por el desamor para encontrar la verdadera felicidad? Sí, yo sé que suena muy dramático, pero era mi realidad, mi asquerosa realidad.

La peluca rubia y los pupilentes azules estaban sobre mi tocador, casi mirándome, acusándome de pretender ser esta otra persona sin ellas encima ¿Lo era? ¿Era verdaderamente yo sin ellas o al contrario? No quería necesitarlas, no quería seguir fingiendo ser la más malvada entre las malvadas sólo para “tener amigos”, para tener poder, las cosas en la vida real no funcionaban así, yo no era esa chica rubia de ojos azules, era otra persona más allá de lo físico, era una niña que quiso comportarse como una adulta y lo arruinó todo.

El timbre sonó, ni siquiera me molesté en limpiarme las lágrimas, ya sabía quién era. Abrí la puerta y Jia se detuvo en seco, Tao estaba detrás de ella.

- Disculpa ¿está Ailee en casa? - Preguntó.

Se me iba a lanzar encima hasta que creyó que no era yo.

- Soy yo - Dije sin ganas.

Abrió la boca para hablar, pero primero se me acercó al rostro para verme mejor.

- Pero tu cabello ¿estás usando lentillas? - Estaba aterrada.

No recordaba que ni siquiera ella me conocía realmente.

- Pasa - Tao levantó una ceja - Pasen, hay mucho por decir - Me hice a un lado para dejarlos entrar.

El novio de Jia también estaba sorprendido, pero sabía disimularlo muy bien, se complementaban el uno al otro perfectamente, sólo podía ver eso ahora que ya sólo veía a Jia como una amiga.

Les expliqué rápidamente mis cambios de look, aunque no lo creyeran al principio. Les mostré la peluca y las lentillas azules y hablamos durante un buen rato sobre mi verdadero yo, finalmente, Tao se hizo a un lado, disimulando estar distraído jugando con su celular y nos dejó a Jia y a mí sentadas en la cama, procuraba no tocarla, ni siquiera por accidente, quería evitar que se sintiera incomoda o asustada ¿Y por qué estaba él aquí? Porque, según sus propias palabras, “yo le importaba”, así que no planeaba dejarme sola, era complicado entender que tuviera ese sentimiento hacia la persona que casi asesina a su novia porque se enamoró de ella, pero lo comprendí, al final Tao era la persona más madura que había conocido en toda mi vida, incluso más que Jia y me perdonó rápidamente, pero se mantuvo al margen para protegerla a ella.

- Entonces ¿cómo son las cosas con esta Taeyeon que tanto mencionas? - Preguntó mientras comía palomitas de un platón en medio de las dos.

- No conozco la historia completa, sólo sé que Tiffany y ella eran amantes antes de que yo llegara, no sé, sé que le gustó mucho a Taeyeon, pero siempre vuelve a los brazos de ella - Me llené la boca de palomitas y las empecé a masticar con rabia.

- ¿Y no será que “vuelve a sus brazos” porque la ama? - Sugirió lentamente.

Me ardieron los ojos de nuevo y tuve que desviar la mirada. Si algo tenía Jia era su franqueza al hablar, entre más duela la herida, más te acostumbrarás a ella y ni siquiera la sentirás desaparecer.

- Puede que sí - Admití mirando mi reflejo en el espejo - Pero quiero luchar por ella… yo sé que Taeyeon me quiere, de una forma u otra - Agregué tratando de no llorar de nuevo.

- Y tiene razones para hacerlo - Comentó Tao sin levantar la vista de su celular.

Lo miré confundida, Jia sí entendió lo que dijo y siguió comiendo palomitas.

- Eres una buena chica, a pesar de que has tenido tus recaídas, no imagino una razón por la cual no se sienta atraída por ti - Explicó pretendiendo sonar ausente.

Apreté la mandíbula.

- Entonces ¿por qué sigue con Tiffany? - No hablaba con ellos.

- Tal vez las quiere a las dos - Sugirió la pelinegra.

Eso me dejaba con poco y nada de respuestas ¿De qué me servía que nos amara a las dos? Yo no estaba dispuesta a compartirla, así como Tiffany tampoco lo estaba ¡Me declaró la guerra! Y el premio es Taeyeon ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Rendirme? ¿Darme por vencida? ¡NO! No quería, no me lo merecía. Taeyeon merecía estar con alguien como yo, alguien que tuvo sus problemas y los solucionó, una persona estable, no una loca asesina como Tiffany, ella no merecía tener a alguien como Taeyeon a su lado.

- ¿Cómo puede ser eso posible? - Las ganas de llorar se fueron y apareció la rabia.

- Bueno, al parecer tú y Tiffany son dos personas completamente diferentes, se pudo enamorar de ambas por esas mismas diferencias, no sabría decirlo hasta que no hable con ella, pero me atrevo a decir que para ella no es infidelidad lo que hace, sino que está con una misma persona en dos cuerpos diferentes - Explicó Jia.

- Ahora que lo mencionas de esa forma, hubo una fiesta, una mascarada, Tiffany iba con el mismo disfraz que yo, pero blanco, yo iba de negro y Taeyeon nos confundió, pensó que yo era Tiffany - No le había dado mucha relevancia al asunto de la confusión sino hasta ese momento, siempre lo atribuí a que Taeyeon, de alguna manera, podía notar que yo fui como Tiffany en algún punto de mi vida.

- Ahí lo tienes, imagino que no es la única vez que te ha confundido con ella.

- No lo sé, puede ser - Recordé su expresión cuando fuimos al partido de visitante del equipo de basquetbol, a mí también me dio risa que Tiffany y yo lleváramos el mismo traje de baño sólo que el de ella era blanco, como su disfraz en la mascarada y el mío fuera negro, como mi disfraz.

Le había jurado a Tiffany que lucharía por Taeyeon hasta el final, pero fingir que no sabía nada de ellas dos dolía mucho, que Taeyeon llegara oliendo a la castaña, me aterraba y siempre, siempre debía esforzarme por mantener la compostura, por comportarme como una buena novia que no sabe absolutamente nada de las andanzas de su novia ¿Por qué me costaba tanto reclamarle? Bueno, porque para hacerlo debía explicarle quién era yo antes de conocerla, confesarle que ayudé a Tiffany a matar a su hermana, reconocer que en algún momento fui como la zorra de su amante.

Tao y Jia debían irse, se había comprometido con la fiesta y yo tampoco los quería cerca en ese momento, les agradecía preocuparse por mí, pero me sentía al límite. Me quedé un rato en la sala de mi casa tomando vino tinto en una copa, me sentía muy internacional haciendo eso, Cotton me hizo compañía unos minutos más tarde y dejé que el licor me calmara.

Justo cuando me estaba quedando dormida, sonó la puerta.

- ¡Les dije que quería estar sola! - Grité antes de abrir la puerta.

Tuve que dar un paso atrás por la sorpresa y tratar de que la copa de vino no se me resbalara de las manos.

- Hola amor, espero no sea muy tarde - Dijo Taeyeon con sonrisa tímida.

No respondí, me había tomado tan de sorpresa que apenas y podía procesar el hecho de que estuviera frente a mí, casi a las 10:00 de la noche, con un ramo de rosas rojas en la mano.

- Lamento desaparecer estos días - Alargó el ramo para que lo tomara.

Mecánicamente lo acepté, pero me pinché un dedo con una espina, definitivamente iba a tomar eso como una mala señal. Me hice a un lado para que entrara y fui a la cocina para llenar un florero con agua, hubo un silencio incómodo durante todo el proceso.

- Sólo me he enamorado tres veces en la vida, aunque tampoco es que sea muy vieja - Inició Taeyeon sin mirarme - Y me parece que ya debes saber muchas cosas, así que quiero contártelo todo, todo lo que no sabes de mí - Agregó jugando con sus manos. Estaba nerviosa.

Me senté en el sofá y abracé mis piernas dispuesta a escuchar muchas cosas que me destrozarían, era la primera vez que me enfrentaba a una situación así, generalmente tenía a mi alrededor personas que me “protegían”, por así decirlo, que se encargaban de hacer comentarios cortantes en mi nombre cuando yo simplemente no podía hablar, pero ahora estaba sola, sola con Taeyeon y sus confesiones.

- Espero que me digas algo que yo ya no sepa - Sonó casi como una amenaza.

Taeyeon levantó la mirada casi asustada, al parecer no sabía exactamente de qué estaba enterada, se sentó en una silla frente a mí como si fuera su condena, como si estuviera a punto de morir.

Tomó aire y habló…

El siguiente capítulo será especialmente para conocer los amores de nuestra Taeyeon ¿Quiénes serán esos amores? ¿Ya se los imaginas? (¬w¬)

Nos vemos en un rato más… (^_^)/