En algún lugar...

Taecyeon se encontraba bebiendo en un bar maldiciendo un montón de cosas, pero era indirectamente para la persona que más odiaba.

— Maldita lesbiana.— murmuró Taecyeon dándole un trago de whisky.— Esto no se va a quedar así, tú y Yoona no van a poder ser felices, lo juro. Si Yoona no va a ser mía, entonces no lo será de nadie.

 

Hotel...

Yoona y Seohyun estaban recostadas en la cama luego de haber hecho el amor por muchas horas. Seohyun estaba recostada sobre el pecho de Yoona rodeando su cintura mientras ésta acariciaba su cabello.

— Extrañaba esto.— murmuró Seo acurrucándose más.— Estar tú y yo desnudas mientras estamos abrazadas.

Yoona suspiró dándole un beso en la cabeza.— Yo también extrañaba esto. Te amo Hyunnie.

— Yo también te amo Yoongie.— se acercó para darle un beso rápido en los labios.— ¿Me dirás qué fue lo que pasó? Ya sabes... el cambio repentino.— preguntó curiosa.— Yoona apretó los labios.— Si no me lo quieres decir, está bien.

— N-No... es solo que... tan solo recordar cómo pasaron las cosas en un segundo. Por la mañana fui a la empresa para entregar mi carta de renuncia y a recoger mis cosas.— comenzó a contar mientras Seohyun la miraba con atención.— Iba regresando al departamento de Taecyeon para ir por mis maletas e irnos al aeropuerto. Cuando llegué a la habitación escuché a Taecyeon hablando por teléfono con alguien... escuché cómo le decía mi amor y ahí fue donde descubrí que tiene una amante con quien pasaba las noches y no sólo eso... estuvo robándome todo el dinero que había estado ganando, hasta ya tenía una estrategia para cuando volviera a Europa y yo ya no tuviera nada. Me enojé muchísimo por todo lo que hizo que hasta le grité y le pegué... le dije que yo ya no volvería a Europa con él... tomé todas mis cosas como pude y salí del departamento.— tragó duro.— No te imaginas Seo, casi se me sale el corazón cuando sentía que Taecyeon me perseguía... cuando escuchaba sus pasos... estuvo a punto de alcanzarme cuando me subí al taxi. Y por eso es que me hospedé en este hotel para que no me encuentre.

— Es un maldito infeliz que solamente se encargó de lastimarnos a ti y a mí.— musitó Seo conteniendo su rabia.— Tenemos que ir con la policía para levantar una denuncia por violencia de género.

— Y quién sabe cuántas otras cosas más haya hecho a mis espaldas, pero no lo quiero volver a ver... por mí que se pudra en el infierno. Aunque tengo miedo de demandarlo... no sé qué clase de contactos tenga, pero él hará lo posible para salir de la cárcel si lo llegaran a detener. No quiero que te pase nada, me amenazó con hacerte daño si no me iba con él.

Seohyun tomó entre sus manos el rostro de Yoona y la miró directamente.

— No me va a pasar nada, porque a partir de ahora yo voy a estar contigo.

— ¿Pero qué va a pasar con Kyuhyun? Estás comprometida con él.— dijo intentando ocultar sus celos.

Seo le dio un beso en la nariz.— Tú sabes que no me puedo casar con él porque mi corazón te pertenece. Dame unos días para hablar con él, le voy a decir que no me puedo casar y en cuanto mi compromiso se cancele, podemos estar juntas.

— Te amo.— susurró Yoona y se acercó para besarla con ternura, Seohyun aprovechó para quedarse encima de ella y profundizar el beso.

 

Días después...

Residencia de Donghae...

Habían pasado los días desde lo sucedido con Yoona, aunque ya no se supo nada de Taecyeon tenían que estar alerta ante todo. Seohyun había dejado a Yoona al departamento de Donghae para después irse a la universidad. Cuando Donghae abrió la puerta para recibirla, lo primero que hizo fue abrazar a su amiga.

— Gracias a Dios que estás bien.— dijo Donghae separándose de su amiga.— Estaba muy preocupado por ti cuando pasó lo de...

— Tranquilo.— lo interrumpió.— Lo importante es que estoy aquí y no me voy a ir con Taecyeon.

— Oh... Seohyun me contó todo lo que hizo el imbécil y fue por eso que te escapaste de su departamento. En cuanto me dijo que estabas en un hotel, me dio un alivio saber que estás bien.

— Sí, aunque estoy preocupada porque Taecyeon está libre y en cualquier momento puede venir por mí.

— Eso no va a suceder, a partir de ahora Shindong y yo te vamos a estar cuidando a donde quiera que vayas. Ese loco es capaz de hasta seguirnos, pero tienes que levantar una denuncia en contra de él. Quiero que a partir de hoy me cuentes de todo, la violencia de género ya no es nada bueno en la sociedad.

— Sí oppa, en cuanto tenga tiempo lo haré lo más pronto que pueda.

— Está bien. ¿Quieres desempacar tus cosas?— preguntó poniéndose el saco.— Estaba por irme a trabajar.

— No... iré contigo, quiero volver a trabajar en tu empresa. No pienso cancelar el contrato y mucho menos renunciaré.

Donghae sonrió.— Bueno, entonces andando.

 

Universidad...

—Buenos días.— Seohyun ingresó a la sala de maestros.

— Seo, al fin que llegaste.— la saludó Victoria.— Me tenías muy preocupada porque ya no sabía nada de ti. ¿En dónde estabas?

Seohyun sonrió mientras tomaba asiento.— Tuve que arreglar unos asuntos.

— Ohh, esa sonrisa significa que pasó algo bueno.— dijo la mayor.— ¿Se puede saber?

— Nada especial.— contestó riendo levemente.— ¿Dónde está Kyuhyun oppa? Necesito hablar con él de algo importante.

— Salió a la cafetería a almorzar, si supieras que estuvo muy preocupado por ti porque estuviste varios días ausente. ¿Me dirás en dónde estabas?

— Unnie...— Seohyun se mordió los labios.— Ven siéntate.

— ¿Qué pasa? Ahora me estás asustando.

— Es que yo... estuve pensando en muchas cosas que pasaron en estos días y... estoy decidida en romper mi compromiso con Kyuhyun oppa.

— ¡¿Qué?!— preguntó sorprendida.

 

Cafetería...

Kyuhyun había ido a la cafetería a almorzar un rato en su hora de descanso. Había intentado comunicarse con Seohyun en los pasados días, pero debido al exceso de trabajo que ha tenido se lo ha impedido... necesitaba hablar con ella acerca del tema de la boda, tenía pensado en ir a su departamento porque esto no podía seguir así. Kyuhyun bebió un poco de su café mientras revisaba su celular, en ese momento un hombre apareció de la nada y tomó asiento frente a él.

— ¿Kyuhyun?

A Kyuhyun casi escupió su café al encontrarse con Taecyeon sentado frente a él, además... se encontraba tranquilo.

— ¿Taecyeon-ssi?— frunció el ceño.— ¿Qué hace aquí? Bueno... no es que sea grosero. ¿Vino con Yoona-ssi?... La gente los reconocería en cualquier momento.

Taecyeon sonrió torcido.— Supuse que estabas aquí y decidí saludarte. ¿Y dónde está tu prometida?

— Umm... no he sabido nada de ella desde ese día en que había recibido una llamada de un amigo y se desmayó.— explicó.— Aún no me has contestado, ¿Yoona-ssi está contigo?

— No... mi novia y yo ya no estamos juntos. Me peleé con ella porque me di cuenta... que ella me estaba siendo infiel.— mintió.

— ¿Cómo dices?— Kyuhyun estaba sorprendido.— ¿Te fue infiel? ¿Con quién? ¿Se fue con un hombre?

— Me engañó... con una mujer.

— ¿Qué?

— Como lo oyes.— suspiró dolido.— Todo este tiempo que estuve con ella me vio la cara de estúpido para que después terminara de burlarse de mí.

— Es que... no lo puedo creer.— estaba un poco confundido.—¿Estás seguro de lo que dices? No creo que Yoona-ssi haga una cosa así.... debe de haber algún motivo, es decir, debe de haber un malentendido.

— No hay ningún malentendido, lo vi con mis propios ojos cómo mi novia estaba abrazando y acariciando a su amante. Ya no hay forma para que la recupere... yo que tú vigilaría a tu prometida.

— ¿Por qué?

— Ya te conté que su primer amor es una mujer, pero no te conté que esa mujer se encuentra en Seúl y es capaz de robártela.

— Mientes, Seohyun ya no ama a esa mujer. Ahora está conmigo porque me ama y nos vamos a casar, así que no mezcles la vida personal de tu novia con la mía. Si quieres recuperar a tu novia, ve y habla con ella a la empresa en donde trabaja, pero a mí no me tienes que estar advirtiendo.

Taecyeon suspiró mientras se ponía de pie.— Bueno, yo te lo advertí. Piénsalo antes de casarte, no vaya a ser de malas que tu prometida... en un día de estos... la encuentres con esa mujer en su propia cama teniendo relaciones...

— Lárgate.— dijo intentando no alzar la voz.— No quiero responder con violencia, así que vete.

Taecyeon sólo sonrió y salió de la cafetería como si nada. Kyuhyun intentó contener su respiración... hay algo que no entendía y tenía de curiosidad.

— ¿Quién diablos es el primer amor de Seohyun?— murmuró.

 

Universidad...

— ¿Estás loca? ¿Se te metió algo al cerebro o qué?— pidió Victoria intentando controlarse.— ¿Te das cuenta que si lastimas a Kyuhyun con romper tu compromiso y tu relación se sentirá dolido? ¿No te has puesto a pensar?

— Sí, y tengo que hablar con él antes de que las cosas se empeoren.

— Pero al menos explícame por qué ya no te quieres casar con él.— Seohyun respiró hondo.— No me digas que es por Yoona.— Victoria suspiró frustrada.— Seo, después de que me contaste el cómo te lastimó yéndose con el tipejo de su novio, ¿piensas en ir tras ella?

— Gracias a Dios me di cuenta a tiempo de cómo fueron las cosas en realidad.

— ¿Qué dices?— frunció el ceño.

— Exactamente, Yoona siempre estuvo saliendo con Taecyeon para salvar mi vida... ¿te das cuenta que estuvo en una pesadilla por 12 años? Lo que sí me da gusto es que el amor que siente por mí no se ha muerto y jamás pasará.

— ¿Y qué pasará con Kyuhyun? Ni siquiera sabe que Yoona y tú...

— Por eso necesito hablar con él para poner fin a las cosas, aunque me duela lo que voy a hacer... pero es lo mejor porque no se merece que se case con una lesbiana como yo. Sé que tú quieres a Kyuhyun como a un hermano menor...

— Seohyun... piensa bien las cosas.

— Ya lo hice... y tú también deberías de hacer lo mismo antes de casarte con Nichkhun o la perderás a ella para siempre.

Victoria se había quedado callada al ver cómo Seohyun se fue... aquello que dijo fue como un golpe al hígado.

 

San Francisco, California, E.U.A.

Habían pasado semanas desde lo ocurrido entre Yuri y Jessica, y la verdad era que todo había sido de maravilla. Yuri jamás pensó que su felicidad la encontraría en Jessica quien en un principio era una mujer sin una vida de color rosa que se estaba a punto de casar con una persona infeliz. Ahora Yuri no solo era su asistente, sino que ahora ya era la novia de una de las mujeres más conocidas en Corea del Sur.

Yuri salió del baño luego de haber tomado una ducha y se enterneció al mirar a Jessica durmiendo en el sofá abrazando a su almohada y el televisor se encontraba encendido. Durante estos días en los que han estado en San Fracisco, Jessica y Yuri estaban más enamoradas que nunca, se la habían pasado encerradas en el hotel mientras se robaban unos cuantos besos y mimos... en algunas ocasiones salían a pasear un rato. Yuri sonrió y apagó el televisor para después tomar a Jessica al estilo nupcial llevándola hacia la cama. Con cuidado de no despertarla la acostó en la cama y comenzó a quitarle algunos mechones de su cabello que le cubrían el rostro. Ya se moría porque fuera mañana ya que estaba pensando en declararse a Jessica de una forma detallada.

— Eres bella.— murmuró Yuri acariciando la mejilla de Jessica.— Ya quiero que sea mañana para demostrarte cuánto te amo.— Yuri le dio un beso en la frente antes de alejarse.— Oh... olvidé que tenía que llamar a Amber.— Yuri corrió por su celular.— Rayos, me va a matar.— Yuri esperó paciente y Amber no tardó ni 2 segundos en responder.

— ¡UNNIE!— Amber gritó en la otra línea.— ¡Estás viva!

— ¡Yah!

— ¿Por qué no me contestabas a mis llamadas? Estaba preocupada por ti.

Yuri rió con torpeza.— Lo siento, se me había olvidado por completo.

— Ya me di cuenta, estabas tan atontada por Jessica unnie que ya se te olvidó que tienes una "hermana".

— Bueno, ya me regañarás después porque tengo algo que contarte.

— Oh, no me digas que ya estás saliendo con Jessica unnie.

— ¡Yah! Arruinaste la sorpresa.

Amber comenzó a reír.— Estaba bromeando.— después dejó de reírse.— Espera... ¡¿Qué?! ¡¿Jessica unnie y tú están saliendo?!

— ¡Sshhh! Cállate, te recuerdo que aquí no son las 8 de la mañana.

— Es que... no lo puedo creer.— Amber estaba emocionada.— Me da mucho gusto de que ustedes estén juntas. Al fin se te hizo, unnie.

Yuri rió sonrojada.— Sí... por fin ya estamos juntas.

— ¿Y cuándo van a regresar? El mundo no es lo mismo sin ustedes.

— Aún no sabemos, tal vez... en unos días.

— Tengo que decirle a Krystal de esto.

— ¡No! No se lo digas.— Yuri sonrió.— Prefiero que esto sea sorpresa.

— Pero se tienen que apresurar en volver porque Krystal está más que desesperada por no saber nada de Jessica unnie.

— Sólo dile que estamos bien.

— De acuerdo, te dejo descansar y me da mucho gusto de volver a escucharte. Les deseo lo mejor para ti y para Jessica unnie.

— Gracias. Espero que estés cuidando el departamento y a JackJack... no quiero encontrar tu desorden.

— Te juro que todo está limpio, hasta JackJack ya tiene compañía.

— ¡¿Qué?!

— Umm... tengo que colgar porque estoy en clase, nos vemos después unnie. Te quiero.— dijo rápidamente antes de colgar.

— Esta niña...— musitó Yuri negando con la cabeza.

 

Seúl, Corea del Sur...

Empresa B&E...

— ¡Yah! Casi le das un susto a mi Seobaby.— Tiffany le dio un golpe a Yoona en el brazo.

— ¡Ouch!— se quejó Yoona.

— Oye, no le pegues.— la regañó Donghae.— ¿No ves que aún no le han desaparecido los golpes?

— No sabes todo lo que tuvo que pasar a Seo por ti y ahora...

— Calma que te va a dar algo.— la interrumpió Siwon.— Lo importante es que Seohyun y Yoona están bien.

— Si Jessica se enterara que estuviste a punto de renunciar, la que se va primero al cielo sería ella.

Yoona hizo una pequeña reverencia.— Lamento haberlos hecho preocupar por todo el incidente que causé.

— Está bien, ya no hay necesidad de disculparse.— Shindong la abrazó por los hombros.— Solo no lo vuelvas a hacer.

— Bueno, basta de tristeza y más trabajo.— dijo Tiffany.— Ni porque Jessica y Yuri no están aquí hay mucho trabajo que hacer.

 

Universidad...

Me haces falta.
Porque aunque tú no te has ido,
te extraña mi alma.
Y sí me haces falta.

Me haces falta.
Y aunque te tenga en mis brazos,
no encuentro la calma.
Igual me haces falta.

Lo escribo en tu espalda.
Aunque te vayas con mi corazón.
Me haces falta.

Porque decirte que te quiero.
Si aunque lo diga sé que igual te vas.
Porque decirte que me muero.
Ya nada importa porque tú no estás...

— ¿Qué carajos?— se quejó Luna cuando la música se detuvo, se giró encontrándose con el responsable.

— ¿Estás ocupada?— preguntó Victoria bajo el umbral.— Y cuidado con tu lenguaje.

— Aish, ¿por qué quitó la música?— se quejó Sulli como niña pequeña.— Justamente era cuando me estaba aprendiendo la coreografía.

— ¿Cómo dijiste?— Victoria alzó una ceja haciendo que Sulli tragara en seco.

— Que... nada. Yo me voy a cambiar, solo estábamos ensayando un rato.— Sulli tomó sus cosas como pudo.— Nos vemos en clases, Luna unnie.— se despidió antes de irse.

— ¿Necesita algo profesora?— preguntó Luna ocultando su nerviosismo.— Estábamos practicando para la clase de baile.

— Sí, ya me di cuenta.— murmuró Victoria.— Este salón de baile me recuerda cuando iba en la primaria y tomaba mis clases de baile.

— ¿Usted tomaba clases de baile?

Victoria sonrió.— Sí, durante un tiempo. Cuando me mudé a Seúl, lo dejé de hacer.— comentó nostálgica.

Luna se dio cuenta de la expresión de la mayor y se le ocurrió una idea.— Hoy debe de estar muy estresada, ¿no es así?— Luna corrió a poner música en la grabadora y se comenzó a reproducir una música lenta.— Venga.

— ¿Perdón?

— Vamos a bailar.

— ¿Aquí?— Victoria comenzó a ponerse nerviosa.

— Sí, es muy divertido. Venga.

— ¿Cómo crees que yo voy a bailar? Ha pasado mucho tiempo y ya debo de tener dos pies izquierdos.

— Es muy fácil, mire. Ponga sus manos así...— Luna se encontraba frente a frente con Victoria. Luna tomó las manos de Victoria poniéndolos alrededor de su cadera.— Y yo pongo mis manos así...— Luna rodeó el cuello de la mayor con sus manos.— Y después comienza a moverse de un lado a otro.— comenzó a balancearse al compás de la canción.

— Luna...— Victoria intentó mover los pies con torpeza, de no ser porque estaba sintiendo tanta cercanía. Segundos después todos sus nervios habían desaparecido al momento en que se dejaba llevar.

— ¿Lo ve? Lo está logrando.— dijo Luna sonriente.— Así para cuando el día de su boda pueda bailar bien con Nichkhun y todos queden asombrados cuando la vean hermosa con su vestido puesto.

— Luna yo...— intentó hablar Victoria cuando Luna se dio la media vuelta para quedar de espaldas sin dejar de moverse de un lado a otro e instintivamente Victoria posó sus manos en el abdomen de la menor.— No sé que estoy haciendo... tú bien sabes que esto no está bien... entre tú y yo...— habló en el oído de Luna haciéndola suspirar.

— Lo sé... que entre usted y yo no puede haber algo más porque es mayor que yo, porque yo estoy de novia y usted está comprometida, y porque somos alumna y profesora... ya me lo aprendí de memoria. ¿Pero mis sentimientos qué?

— Luna... es que no se puede.

Luna se volteó quedando nuevamente frente a frente.

— Quiero que me mire a los ojos y me diga que no siente nada por mí, así para que yo me pueda ir.

— Luna, no compliques más las cosas.— Victoria tomó entre sus manos el rostro de la menor.— Entiende que estamos jugando con fuego.

— Solo dilo y me iré.

— Pero yo...

— ¿Victoria? ¿Amor? ¿En dónde estás?— Victoria y Luna se separaron de golpe al reconocer aquella voz.

 

Empresa B&E...

— ¡Buen trabajo chicos!— anunció Donghae luego de haber terminado la sesión fotográfica.— ¿Cómo te sientes?— preguntó acercándose a Yoona.

— Un poco mejor.— contestó la modelo.— Es solo que me sentí mareada cuando subí al escalón.

— Necesitas descansar, aún no estás recuperada del todo.

— Tienes razón, iré al camerino a cambiarme.— Y se fue.

Mientras Yoona se iba a cambiar, Donghae tomó el interfon para comunicarse con Sunny.

— ¿Sunny?

— Dime.

— Necesito que me traigas unos documentos que dejé en mi oficina, por favor. Son unas que están en el escritorio.

— Enseguida las traigo.

— Antes de irte, recuerda que el elevador se encuentra fuera de servicio. Vas a