Residencia Lee...

— Tía, ¿qué hace esta mujer aquí?— preguntó Taemin con un semblante serio.

— ¿Qué no les da gusto de volver a verme?— contestó Hyomin al reconocerlos.— Qué grandes están.— entró como si nada.

— Pregunté qué haces aquí.— pidió Sunny molesta.— ¿No te bastó con lo que te dije el otro día?

— ¿Cómo?— Onew se sorprendió.— ¿Entonces ya la habías visto?... Ahora entiendo por qué te pusiste así cuando contestaste el teléfono. Era ella, ¿verdad?

— Chicos, por favor tomen sus cosas, vayan al auto y enseguida los alcanzo.— pidió Sunny.

— ¿Por qué? No te vamos a dejar sola.— dijo Taemin seguro.

— Dije que se vayan al auto.— pidió intentando no alzar la voz.

— Vamos Taemin.— dijo Onew poniéndose de pie para tomar su mochila.

— Pero...

— Vámonos.

A Taemin no le quedó de otra y obedecer, tomaron sus cosas rápidamente y salieron de ahí.

— Vaya, no cabe duda que tus sobrinos me odian.— Hyomin se sentó de brazos cruzados.

— Siempre lo han hecho.— dijo Sunny con la mirada desviada.— Ya estamos solas, ¿no?. ¿Qué es lo que quieres ahora?

— ¿Ahora por qué tan molesta?— se cruzó de brazos.— ¿No te da gusto de verme?

— Te dejé bien claro el día en que estuvimos en la cafetería que no te quería volver a ver después de lo que me hiciste. Por eso los chicos te odian más.

— Y yo te dejé en claro que estoy arrepentida de mis actos y que quiero volver contigo.

— Las cosas no serán lo mismo.— apretó los puños.— Hyomin, yo te di todo... todo el amor que sentía por ti se desmoronó cuando te descubrí que me estabas siendo infiel con un hombre, ¿te parece poco?

— Pero te pedí perdón, ¿qué más quieres?

— ¿Quieres que acepte? Bien, acepto tus disculpas pero yo ya no siento lo mismo por ti.

— ¿Por qué? ¿Es por la chica que nos atendió el otro día en la cafetería?

— ¿Qué tiene que ver ella?— frunció el ceño.

— La forma en que se sorprendió cuando nos miró a ti y a mí... pobre se ve que le gustas y no te lo quiere decir. Qué ilusa.

— ¿Sabes qué? Lárgate, ya bastantes problemas tengo contigo para que me causes otro.— Sunny abrió la puerta.— Anda, lárgate.

Hyomin resopló.— Está bien, no digas que te lo advertí de que vendré muy seguido a verte. Nos vemos bunny.

— ¡Lárgate!

Hyomin salió y Sunny cerró la puerta de golpe. Su espalda se recargó en la pared, Sunny intentaba controlar la respiración... prometió que no lloraría, pero el dolor de los recuerdos la abrumaban una y otra vez. Era una cicatriz que sería difícil de cerrar...

 

Empresa B&E...

— ¿Ese será el plan entonces?— preguntó Donghae.

Seohyun asintió.— Sí, es la única solución que tengo... al menos de que ustedes tengan un plan mucho mejor que ese.

— N-No... la verdad es que no se me ocurría nada.— Donghae se sentó delante de Seohyun.— Ahora quiero que me contestes, ¿por qué el cambio repentino de ayudar a Yoona?... Sé que dijiste que la amas, pero quiero saber el motivo... si me habías dicho que ya estabas comprometida con Kyuhyun. ¿Terminaste con él?

— No... sigo comprometida, pero ayer me puse a pensar en muchas cosas que me hicieron cambiar de opinión. Anoche Yoona vino a la universidad a pedirme perdón por todo... que todo lo que me había dicho hace 12 años nunca fue cierto y me dijo que a pesar de muchas cosas en las que vivimos... que nunca ha dejado de amarme.— Donghae se sorprendió por lo que había escuchado.— Lo vi en su mirada. Pero sigo sin entender por qué está con Taecyeon, ¿qué es lo que oculta?

— Chicos...— habló finalmente Shindong.— Ustedes tienen que saber la verdad... del por qué Yoona sigue con Taecyeon.

— ¿Qué dices?— pidió Donghae confundido.— ¿Qué es lo que sabes de Yoona?

— Yoona me pidió que no se lo dijera a nadie, pero ya no puedo callar más porque sé que lo están haciendo para que se pueda hacer justicia.

— Entonces habla que nos estás matando de la angustia.— pidió Seohyun preocupada.

— Yoona no está saliendo con Taecyeon por amor.— suspiró, Yoona no le hablaría por el resto de su vida, pero era mejor eso a quedarse callado.— Taecyeon amenazó a Yoona con matarte a ti Seo, si ella no aceptaba a salir con él.

— ¡¿Qué?!— Seohyun ya estaba al borde de las lágrimas.

 

Residencia de Donghae...

— ¿Qué es lo que quieres ahora?— preguntó Yoona molesta.— ¿Por qué echaste a Shindong oppa?

Taecyeon bufó.— ¿Qué no puedo estar con mi novia? Quiero estar seguro de que las cosas estén en orden. De que no estés viendo... a esa lesbiana maldita.

Yoona apretó los puños.— No la llames así. No tienes derecho.

— Es lo que es, al igual que tú...— la miró repugnante.— Espero que no estés haciendo nada para volver a verla.

— Para tu información ya no tienes de qué preocuparte si la veo o no, Seohyun está comprometida con su novio. Eso era lo que querías, ¿no?... Separarnos a Seo y a mí, ya no la volveré a ver en cuanto nos regresemos a Europa, si es lo que tanto quieres.

— Me conoces bien.— contestó simplemente.— Aunque me da tanta envidia de que a esa estúpida le esté yendo bien... pero la felicidad no le va a durar para nada.— pensó.

— Bueno... nos tenemos que ir a la empresa.— tomó su bolso.— Los chicos se preocuparán si no aparezco.— Yoona estaba dispuesta a irse rápidamente, pero un agarre brusco en su antebrazo la hizo detener de golpe.

— Hoy no iremos a la empresa.— Taecyeon sonrió con ironía.— Me gustaría divertirme contigo por un rato. Vamos a hacerlo ahora.— dijo fríamente y Yoona lo miró con horror.— Quiero que te desnudes.

— Los chicos nos están esperando.— empezó a decir Yoona atropelladamente tratando de huir.— No tendremos tiempo y tengo una sesión de fotos que atender. Así que suéltame que me estás lastimando.

— Que esos idiotas esperen.— dijo apretando su agarre haciendo que Yoona gimiera de dolor.— Qué tienen esos imbéciles que yo no tenga, ¿eh?

— En serio me estás lastimando Taec... de verdad no quiero.

— ¡A mí no me dices que hacer!— Taecyeon estrelló su mano libre contra la mejilla de Yoona haciendo que ésta cayera al sofá. Su cabeza había golpeado contra el respaldo, su miedo aumentó cuando Taecyeon se puso encima de ella.— Eres y serás mía lo quieras o no, si cooperas conmigo... te aseguro que terminaremos rápido. Ahora vamos a jugar.— dijo sonriendo.

Yoona gritaba una y otra vez mientras Taecyeon tomaba los bordes de su camisa de botones y tiró de ella hasta romperla haciendo con los ojos de la modelo se llenaran de horror.  Las lágrimas de Yoona se acumulaban rápidamente al sentir los asquerosos besos y caricias que le proporcionaban Taecyeon.

 

Universidad...

Luna y Onew se encontraban caminando por los pasillos de la universidad, éste último le había estado contado a la menor acerca del incidente de esta mañana que tuvo Sunny.

— ¿Entonces vieron a la ex novia de tu tía?— preguntó Luna con preocupación al ver el semblante serio de su novio.

— No te imaginas lo que sentí cuando Taemin y yo la volvimos a ver.— dijo Onew seriamente.— Siempre la odiamos desde que la tía Sunny nos la presentó.

— ¿Y qué era lo que quería?

— No lo sé... pero creo que sus intenciones es regresar con mi tía. Durante el camino estuvo muy callada y eso me preocupa, ni te imaginas todo lo que sufrió hace años cuando esa idiota la botó.

— Tu tía deberá de reflexionar porque es adulto, estoy segura que no va a volver a dejarse manipular como lo hizo hace años.

— Me sirvió mucho desahogarme contigo.— acarició su mano con ternura.— Gracias por escucharme.

— Es lo mínimo que puedo hacer por ti y espero que todo se solucione para ustedes.

— Bueno... vamos a cambiar de tema.— sonrió.— ¿Sabes lo que viene el próximo mes?

Luna estaba confundida.— ¿En serio? ¿Qué se celebrará?

— Será tu cumpleaños.— comentó riéndose.— No me digas que se te olvidó.

— Ah...— Luna rió con torpeza.— No me acordaba... es que pasaron muchas cosas que no me di cuenta cómo pasa rápido el tiempo.

— Suele pasar. ¿Y qué te gustaría de regalo?

— La verdad es que este año no quiero nada... solo quiero un pastel y ya.

— ¿Y eso por qué?

— Porque quiero estar enfocada en mis estudios, en unos cuantos meses será el concurso de talentos, luego los proyectos y exámenes finales y después la graduación... estaré hecha un lío.

— Pero aún falta mucho para eso, me gustaría poder llevarte al cine o a almorzar para celebrar... no lo sé. Hace mucho tiempo que no salimos solos tú y yo.

Luna lo miró sonriente.— Seguirás insistiendo que acepte en salir contigo el día de mi cumpleaños, ¿verdad? ¿Qué tal si a los chicos se les ocurre hacerme una fiesta hasta matarme?

— Mi única opción es raptarte.— bromeó.— Pero tienes que darte por lo menos un día libre, últimamente te veo muy tensa.

— Está bien.— dijo riéndose.— Déjame pensarlo.

En ese momento Onew se detuvo.— Mira amor, ahí está la odiosa de la profesora Song... Y viene acompañada de alguien.

Luna se detuvo en seco con tan solo escuchar el apellido de su profesora. Al instante su sonrisa se desvaneció cuando miró que iba acompañada por Nichkhun, un nudo se le había formado en su estómago... era doloroso pero ahora tenía a Onew y la vida tenía que seguir adelante. Su corazón comenzó al latir cuando Victoria conectó su mirada con la de ella, después miró a Onew y su actitud se tornó un poco rígido.

— ¡Luna!— Nichkhun saludó a la morena.— ¿Cómo has estado? Ya tenía mucho que no sabía nada de ti.

— ¿Se conocen?— preguntó Onew curioso.

— Perdón, qué desconsiderada.— habló Luna con nerviosismo al sentir la mirada de Victoria.— Amor, te presento a Nichkhun... él es el prometido de la profesora Song.

— Mucho gusto.— Nichkhun estrechó su mano con la de Onew.— Veo que no solo eres estudiante de mi prometida, oí cómo Luna te dijo "Amor".

— Exactamente, Luna es mi novia.

Victoria apretó los labios intentando contener sus celos y Luna pudo notarlo, así que decidió carraspear su garganta para romper la incomodidad.

— ¿Y a qué vinieron? Es decir, no me sorprenden de que los encuentre aquí.— dijo Luna.

Nichkhun sonrió.— Qué bueno que te encontré por aquí porque en primera, quiero agradecerte por muchas cosas. Sé que en un principio me llevé una mala impresión de ti porque soy un hombre celoso... pero al ver que tú y Victoria se han vuelto amigas y nos has ayudado en todo. Nos gustaría darte esto.— le tendió un enorme sobre.

Luna tragó duro y lo recibió algo temerosa.— ¿Qué es esto?

— Es la invitación de la boda.

 

Sulli se encontraba caminando hacia su casillero para sacar unas cosas. Cuando terminó lo que estaba haciendo cerró su casillero estando dispuesta a ir a su siguiente clase pero al momento en que se dio la vuelta, un chico había chocado con ella haciendo que sus cuadernos cayeran al suelo.

— Aish, ¿por qué no te fijas?— se quejó Sulli intentando agacharse a recogerlos.— ¿No tienes ojos o qué?

— Mira, no estoy de humor para escuchar tus insultos.— dijo Taemin recogiendo los libros.— Ten.

Sulli lo miró mientras los tomaba y pudo notar tristeza en la mirada del chico.

— ¿Está todo bien?— preguntó algo preocupada.

— Ahora sí te importa de lo que me pasa.— comentó con sarcasmo.— ¿No que me odiabas?

— Bueno, tuve una mala impresión de ti, pero eso no significa que toda la vida sea así contigo... yo no tengo el alma oscura como otros. Por eso te pregunto si está todo bien, te veo un poco decaído.

Taemin apretó los labios, después miró por los pasillos y al ver que no había nadie susurró:

— ¿Podemos ir a un lugar privado después de clases?... Es que no quiero que nadie se entere.

Sulli parpadeó un par de veces, pues estaba confundida... aún así aceptó.

— Está bien... después de clases.

Taemin sonrió un poco al sentirse aliviado.— Gracias.

 

Amber se encontraba en las canchas jugando con los chicos basquetbol, en las bancas Krystal escribía una composición en su cuaderno y claro que de vez en cuando lanzaba un par de miradas a su novia. Era la primera vez que se sentía feliz... en un principio toda su vida había estado atrapada en ese agujero negro que en algún momento pensó que jamás desaparecería... pero todo eso cambió gracias a esas personas especiales que siempre estuvieron con ella en las buenas y en las malas.

Se preguntaba qué estarían haciendo Jessica y Yuri fuera de Seúl, tenía muchas ganas de contarles de que Amber y ella por fin están juntas. Claro... aunque no todo era de color rosa... a pesar de que Jessica ya no se casó con Tyler por las mentiras y fechorías que hizo, tenía un poco de miedo de que él fuera capaz de arruinarles esa felicidad.

— Ddudungie.~

Krystal reaccionó. Su mirada bajó encontrándose a Amber con la cabeza apoyada en su regazo haciendo sus gestos de llama.

— Stupid, me asustaste.— se quejó Krystal sonriente.

— Es que intenté llamar tu atención y te noté algo perdida.

— Solo estaba pensando.

— Espero que no estés pensando negativamente porque eso no me gusta.

— Claro que no.— aseguró.— Solo estaba pensando en cómo cambiaron las cosas desde que tú y Yuri unnie llegaron a Corea.

Amber se incorporó para mirarla.— ¿Para bien o para mal?

— Para bien. Jamás me había sentido tan feliz como lo estoy en estos momentos.

Amber sonrió con ternura.— Yo también me siento así, por un momento creí que todo estaría acabado porque yo ya no tenía conmigo a mis padres y a mi hermana. Pero gracias a Yuri unnie pude salir adelante y después... te volví a encontrar.

— Aunque también tengo un poco de miedo de que nos intenten separar.— confesó.

— Kai me tiene sin cuidado y de Minah...

— No me refiero a ellos dos... me refiero a Tyler. Ahora que toda la verdad quedó al descubierto, estoy segura que tramará algo en contra mía como venganza.

— Tranquila.— Amber tomó la mano de Krystal.— Yo te prometí que siempre estaré contigo. Así que no te preocupes, que ese ogro no lastimará a mi princesa.

Krystal sonrió y con sus brazos rodeó su cuello para abrazarla.— Gracias por volver.

— Eso no lo decías cuando nos volvimos a ver.— se rió haciendo que Krystal la golpeara en el pecho.— Era broma. Me enviarás al hospital.— se quejó.

Krystal se separó de ella.— Una queriendo ser cursi y tú arruinando el momento. Te lo merecías.

— Está bien, lo siento.— Amber la volvió a abrazar.

— ¡Iugh! Estás sudada.

— Eso tampoco lo decías cuando estábamos haciendo el amor.

— ¿Quieres que te pellizque en las costillas?

— N-No. Ya me callo.

Estuvieron así por unos segundos, pero tuvieron que separarse por un molesto ruido.

— No, no empecemos.— se quejó Krystal haciendo pucheros.— Que no molesten.

Amber se rió.— Calma princesa, puede ser una emergencia.— revisó su celular y era un mensaje de texto de Luna.

De: Lulu 💜

Tienes 15 minutos para venir a mi casa urgente. Alerta V. Repito, alerta V.

Amber entendió el mensaje y eso le preocupó... ¿ahora qué habrá pasado con Luna? Eso fue lo que se preguntó Amber internamente.

— Lo siento princesa, me tengo que ir. Luna me necesita.

— ¡¿Qué?! Ni porque tiene novio te deja de molestar.— se quejó la menor.— ¿O es que acaso le gustas?

— ¿Qué? No, claro que no.  Es solo que Luna está teniendo problemas personales y es por eso que me tengo que ir.

Krystal entrecerró los ojos.— Estoy empezando a sospechar lo que se traen ustedes y exijo que me lo digas.

Amber tragó duro intentando mantener la calma.— Mira, a mí no me corresponde decirte lo que le pasa a Luna. Lo siento.

— Entonces no entiendo para qué te llama o te manda mensajes con urgencia. Se supone que ella es mi amiga y tú mi novia, sabes que odio que me oculten cosas.

— Krys, no es como tú piensas. A Luna la quiero como mi hermana, pero ella tiene sus motivos para no contarte lo que le pasa y por eso que debo ir para allá .

— Osea que prefieres a ella que a mí.

— No pienses eso. Krystal, apenas estamos saliendo y no quiero empezar a pelear solo por tus celos. Tú bien sabes que yo te he amado por 10 años.

— ¿Celosa? Por supuesto que no estoy celosa, pero me molesta que pases el tiempo con ella que conmigo que soy tu novia. A ver, ¿a cuántas zorras te han propuesto que vayas a sus casas para que solo "hablen"?

— ¿Sabes qué? En cuanto se te bajen tus celos hablamos, por lo pronto no me busques.— Amber tomó sus cosas y se fue muy molesta de ahí.

— ¡Yah Josephine!

 

Empresa B&E...

— ¡¿Por qué no nos dijiste nada?!— Donghae tomó la camisa de Shindong con fuerza, sus ojos denotaban la furia.— ¡¿Te das cuenta de todo lo que tuvo que pasar Yoona por 12 años y tú que eres su asistente no hiciste nada?!

— Les juro que Yoona me suplicó que no se lo dijera a nadie, intenté convencerla pero ella no me escuchaba.— contestó Shindong asustado.— Lo que sí no sé es que si Taecyeon la golpea.

— Es que...— Donghae lo soltó, su respiración estaba agitada.— ... no lo puedo creer que todos estos años Yoona...

— ¡Seo!— Shindong corrió hacia la menor que se encontraba sollozando pero que en algún momento se desmayaría.

— Seo, ¿estás bien?— preguntó Donghae preocupado.

Para Seohyun, el haber escuchado la verdad le cayó como balde de agua fría. Ahora se sentía muy mal por cómo había tratado a Yoona desde un principio sin haberse dado cuenta de todo lo que tuvo que pasar... todo lo había hecho para salvarle la vida.

— Seo, di algo que nos estás preocupando.

— Todo fue mi culpa... de haber sabido, nada de esto hubiera pasado.— lloraba Seohyun.

— Tú no tienes la culpa de nada, ¿de acuerdo? Ni tú ni yo sabíamos de lo que le estaba pasando a Yoona.— dijo tomándola por los hombros.— Aún estamos a tiempo de remediar las cosas.

— Todos estos años creyendo que no me amaba, yo odiándola porque prefería a Taecyeon que a mí cuando en realidad lo había hecho para salvar mi vida.

— Seohyun, tenemos que llevar a cabo el plan esta noche antes de que sea demasiado tarde.

Seohyun se limpió las lágrimas.— Pásame el celular.

 

Residencia de Donghae...

Yoona se encontraba en la cama sintiendo que todo su cuerpo dolía, vio su abdomen y sus brazos llenos de marcas del agarre brusco que Taecyeon, y algunos golpes que tenía en el pómulo derecho.

— Espero que disfrutes tu trabajo con el idiota de tu amigo.— dijo Taecyeon poniéndose su pantalón.— Por cierto, se te hizo tarde.

Taecyeon rió y salió de la habitación mientras las lágrimas llenaban los ojos de Yoona. Todo le dolía y hasta por dentro. Su celular comenzó a sonar, ni ganas tenía de contestar... solo quería llorar todo el día en la cama hasta dormir y no despertar nunca más. El celular seguía sonando y con mucho pesar Yoona estiró su brazo para tomarlo y contestar de una vez. Antes de responder se limpió las lágrimas e intentó tranquilizarse.

— ¿Hola?

— ¿Yoona?

El corazón de Yoona se detuvo y todo el dolor se desvaneció al escuchar esa melodiosa voz.

— Seohyun...

— ¿Cómo estás?

— Bien, ¿y tú?

— Muy bien, gracia