Bar SM...

Tiffany había estacionado su auto afuera del sitio. ¿Motivo o razón? Quería darle una pequeña sorpresa a Taeyeon visitándola, pero primero tendría que hablar con algún conocido para que le permitiera el acceso. Al entrar notó que había algo de gente ahí adentro, así que podía divisar a Taeyeon fácilmente. Intentó buscar a Taeyeon con la mirada pero no había paradero de ella, no estaba ni siquiera en el escenario. Supuso que a lo mejor podría estar en su camerino.

— Disculpe.— Tiffany se acercó a la barra en donde se encontraba Leeteuk.

— ¿Sí?— Al instante Leeteuk reconoció a Tiffany.— Oh, eres la amiga de Taeyeon, ¿no es así?

— Ah sí, ¿cómo lo sabes?

Leeteuk sólo sonreía.— Dicen que las paredes escuchan todo, pero te lo digo en buen sentido. ¿Vienes a buscar a Taeyeon?— Tiffany asintió.— Está en su camerino, a la derecha del escenario hasta el fondo.

Tiffany le dio una reverencia sonrojada.— Gracias.— dijo antes de irse.

Tiffany caminó hacia el pasillo guiándola hacia el camerino de Taeyeon. La puerta se encontraba cerrada.

— Me siento nerviosa.— pensó Tiffany.— Nunca pensé hacer este tipo de cosas... desde lo sucedido ya no tengo esa misma confianza de acercarme a alguien. Bueno, aquí voy.

Tiffany golpeó la puerta un par de veces hasta esperar.

— ¡Voy!— La puerta se abrió.— Oh... Tiffany, ¿qué haces aquí?— preguntó nerviosa pero a la vez sorprendida.

— Ah sí... ya te preguntaste el qué hago aquí. Quise sorprenderte con una pequeña visita porque no es lo mismo hablar en persona que estar enviando mensajes. Espero que no te haya molestado.

— N-no, pero es que yo...

— Amor, ¿por qué tardas tanto?~

Tiffany frunció el ceño.— ¿Amor?

En ese momento apareció Juniel detrás de Taeyeon, lo cual causó que a Tiffany casi se le cayera la quijada. Ahora se sentía como estúpida del cuento.

— ¿Quién es ella, cariño?— preguntó Juniel en tono coqueto.

— Yo... sólo soy una amiga que ya se iba. Lamento la interrupción.— dijo Tiffany con una sonrisa forzada.

— Tiffany, espera.— Taeyeon la tomó del brazo.— No es lo que crees.

— Sí, eso mismo pensé cuando te conocí pero estaba equivocada, por un momento creí que todos los hombres eran iguales y ahora me doy cuenta que mujeres como tú también lo son.— se soltó del agarre.— Yo me largo.

Taeyeon la llamaba una y otra vez, pero Tiffany ni se inmutó en mirar atrás. Se retiró muy molesta del bar sin decir una sola palabra. Al entrar a su auto sus ojos comenzaron a humedecer.

— Qué tonta fuiste, Fany.— se decía así misma apretando el volante.— Otra vez se repite la historia.— dijo antes de poner en marcha su auto.

 

Residencia Kwon...

— Señorita Jessica...— Yuri se secó rápidamente las lágrimas.— ¿Qué hace aquí?

— Tú no te puedes ir así, Yuri.— decía Jessica enfadada.

— Primero entre porque no me gustaría tener problemas con los vecinos.— Yuri tomó el brazo de Jessica para que ingresara al interior.— Tome asiento, por favor. ¿Quiere café o té?

— Yuri, esto es serio.

Yuri suspiró y tomó asiento.— Está bien, ¿de qué quiere hablar conmigo?

— Estás siendo muy egoísta. No puedes renunciar así de la nada y que después te quieras regresar Los Ángeles.

— ¿No cree que ya causé muchos problemas? Lo mismo me había dicho Tiffany, pero no me van a lograr convencer.

— Sé que lo hiciste por defender la empresa...

— No sólo lo hice por la empresa lo hice por los diseñadores que hicieron mucho esfuerzo como para que ese idiota piense que son un asco.— explicó.— Estoy cansada de que siempre pague las consecuencias por mi culpa. El señor Tyler tuvo razón desde que llegué aquí, solamente hice que su empresa se viniera abajo y lo peor es que Yoona-ssi no aceptara ese trabajo...

— Yuri...— interrumpió Jessica tomándola de las manos.— Tú no tuviste la culpa de nada, ¿está claro?, ya tuve suficiente con ser la persona más estúpida del mundo.

— No diga eso...

— No lo niegues porque sabes que es verdad, ya lo tengo todo... pero lo único que no tengo es el cariño de las personas cuando más los necesito.

— Pero usted tiene a Tiffany, a Seohyun, a los oppas...

— Ellos son mis amigos, lo sé. Pero me refiero a mi familia y a al amor de mi vida.— Yuri se sorprendió.— Primero vino la muerte de mis padres y yo quedé a cargo de Krystal y después... al igual cuando perdiste Jiyeon, la persona con la que me iba a casar años atrás también falleció, luego está Krystal a quien la he descuidado desde ese entonces y más que ahora me voy a casar con Tyler... a veces siento que las cosas entre nosotras volverán a ser como antes pero también a veces está el distanciamiento... y ahora tú Yuri, desde que llegaste te has convertido en alguien importante para mí y yo no quiero perderte.

Yuri intentó comportarse rígida pero ver a la diseñadora llorar de manera desconsolada la hizo sentir culpable. 

— No, por favor no llore.— Yuri tomó el rostro de Jessica para limpiarle las lágrimas.— Está bien... no me voy a ir, pero necesito muchas explicaciones. ¿De acuerdo?

Jessica se lanzó hacia Yuri para abrazarla quedando su rostro hundido en el pecho de ésta mientras Yuri con una mano rodeó la espalda de la diseñadora mientras con la otra acariciaba su cabello. Cerró los ojos aspirando el aroma a cerezas que tanto le gustaba, se quedaron en esa posición por unos minutos. Los sollozos de Jessica fueron cesando mientras Yuri se separaba lentamente de ella.

— Iré a preparar un té para que se tranquilice.— dijo Yuri pero Jessica se aferró aún más a ella.— No me iré a ningún lado, se lo prometo. No se mueva de aquí.— dijo tomándole un mechón colocándolo detrás de su oreja, Jessica poco a poco soltaba el brazo de Yuri liberándola. La menor sonrió mientras se ponía de pie para irse a la cocina.

 

Residencia Jung...

Krystal había llevado a Amber al cuarto de huéspedes para que tomara reposo. La tomboy se encontraba recostada en la cama sin nada que hacer, por suerte le había enviado un mensaje a Yuri para no preocuparse... necesitaba pensar en buscar algún tutor que reemplace a Yuri para la escuela. Si Yuri se enteraba sería capaz de matarla hasta el fondo de la tierra.

— Esta camisa ya me está comenzando a estorbar.— decía Amber haciendo un gesto desagrado.

Su camisa se encontraba sucia debido a unas cuantas gotas de sangre manchadas. Para su suerte la puerta se encontraba cerrada y Krystal en la cocina preparando la cena, así que con mucho cuidado comenzó a levantarse de la cama. Ya estando de pie comenzó a desabrochar su camisa, emitió un leve gemido al sentir el leve dolor en las costillas, al desabrocharlo por completo abrió los ojos como platos al ver los moretones en sus costados... sí que Kai la había dejado como un costal de papas aplastado, bueno el chico había quedado peor que ella... así que estaban a mano. Al menos no lo vería toda la semana que le restaba. Se quitó la camisa quedando solamente en sostén deportivo.

— Debe de haber una canasta para poner esto...— murmuró.

Amber no se dio cuenta que la puerta se estaba abriendo (y según pensaba que estaba perfectamente cerrada, pues no).

— ¡AH!

Amber se giró de golpe y su mirada se encontró con la de Krystal quien estaba parada en la puerta con la mirada en shock, Amber reaccionó al darse cuenta que solamente estaba con el torso descubierto y el sostén.

— Ah, Krys yo...

— L-lo siento, lo siento m-mucho.— decía la menor con las mejillas rojas y rápidamente cerró la puerta.

— Carajo...— musitó la tomboy y rápidamente tomó una sábana y se lo puso alrededor de su cuerpo. Corrió hasta la puerta y la abrió.— Tranquila Krys, ni que fuera a estar desnuda como para que me encontraras así.

— Yah, es tu culpa por no haberle puesto el seguro.— se defendió la menor.

— Bueno, ya. No seas dramática, no es lo mismo que te haya visto desnuda el otro día en la compañía de tu hermana.— Krystal la fulminó con la mirada.— Perdón... ¿a qué viniste exactamente?

Krystal suspiró.— Traje algo de crema para que se te desinflamen los golpes y vendas porque ya necesitas cambiártelas. Ya en unos minutos estará lista la cena.

— Espera Krys, no puedo hacerlo todo yo sola. Me duele mucho los costados y sería complicado, ¿por lo menos me ayudarías?

Krystal tragó en seco mientras su corazón comenzaba a latir más fuerte de lo que esperaba, comenzó a sentir mucho calor.

— Tengo que decirle que no. Tengo que decirle que no.— se recordaba Krys internamente.— En cuanto terminemos de cenar lo hago.— contestó sin mirarla mientras se retiraba.— ¿Por qué carajos le dijiste que sí? Ahora vas a tener que entrar y tocar sus atributos femeninos. Dios, ¿en qué lío me metí?

Por otro lado Amber estaba en shock y comenzó a sentirse nerviosa. Por un momento había pensado que Krystal le diría que no, pero fue al contrario. Ya se imaginaba la tensión que se produciría en este cuarto, será una largar noche para ambas.

 

Residencia de Kai...

— ¡Tranquilízate Kai!— pidió Tao un poco asustado.

El moreno se encontraba en su habitación en su cama comenzando a lanzar varios objetos que se encontraban en su camino, estaba más que molesto, furioso.

— ¡No es posible que Krystal haya preferido a esa machorra de mierda que a mí!— gritaba Kai.

— Por favor, cálmate. Hacer berrinches mientras lanzas objetos no es buena solución.— le quitó un pedazo de vidrio.— Estás exagerando las cosas, ¿quién te manda a golpearla porque Krys está siguiendo tus pasos de serle infiel?

— Esto no se quedará así, ¿entiendes?

— Sí y me crees Pinocho, siempre has dicho esa frase y mira lo que sale al final. Ni siquiera con el plan que Minah realizó no salió tan bien y empeoró las cosas. Dime, ¿qué harás al respecto para que Krystal no se te escape otra vez?

— No lo sé.— dijo sin importancia.— Por lo pronto descansaré, necesito recobrar mis energías después de los golpes que recibí por esa idiota.

— Y se ve que trae la mano pesada.

— Cállate, te pareces a Sehun cuando me recrimina así. Ya te puedes ir.

— De acuerdo, nos vemos hasta la siguiente semana.

— Espera, sólo un favor más.

— ¿Cuál?

— Quiero que llames a Jennie. La voy a necesitar para que sea mi enfermera personal y aparte mi modo de desahogo.

Tao rodó los ojos.— Enseguida la llamo.

 

Residencia de Donghae...

— ¿Estás bien?— le preguntó Donghae con preocupación.— Desde que llegamos has estado revisando tu celular a cada rato.

Yoona lo miró.— Lo siento. Es que Taecyeon no ha dejado de llamarme y de mandarme mensajes pidiendo que necesitamos hablar y yo en estos momentos no quiero.

— Me sorprende que lo estés rechazando, cuando hacíamos videollamadas o nos enviábamos mensajes siempre mencionabas a Taecyeon diciendo "Taec me llama", "Tengo que ir a ver a Taec", "Quedamos en que Taec y yo...".

— Sí, apenas es el comienzo de estar aquí... también de cambiar algo en mí, ¿entiendes?— aclaró Yoona.— Debo de admitir que me agradaron tus compañeros de trabajo, incluyendo a Jessica. Excepto a una persona.

— ¿Ah sí? ¿Quién?

— Un hombre un poco alto, moreno, vestido de traje, con un notorio en la frente, el quien regañó a Yuri-ssi en la junta...— enumeró.

— Ah Tyler... no me sorprende, él es subjefe ejecutivo de la compañía. Así que tendrás que aguantarlo de lo que te queda de vida. Además, también es prometido de Jessica.

— ¿Prometido?— preguntó sorprendida.— Creí que Yuri-ssi era la novia de Jessica.

— Todos también lo piensan, pero tristemente no lo son. Yuri solamente es su asistente, me pregunto si habrá cambiando de opinión... me sorprendió mucho que haya renunciado en medio de la junta todo por culpa del idiota ese.

Yoona sonrió levemente.— Yo no estoy tan segura de que Yuri-ssi haya renunciado de manera definitiva.

— ¿Cómo lo sabes?— preguntó confundido.

— Mi intuición lo dice. Pásame ese panecillo que me muero de hambre.

 

Residencia Kwon...

— Gracias.— dijo Jessica más tranquila recibiendo la taza de té.

— Espero que con eso la ayude a sentirse mejor.— dijo Yuri con una sonrisa.— Ahora ya que estamos aquí necesitamos hablar, y la primera pregunta es el cómo supo que yo vivo aquí.

Jessica bebió de su té.— Estuve buscando en la oficina de Siwon oppa los papeles que le diste cuando entraste a trabajar, en tu acta estaba la dirección del edificio en donde vives y cuando llegué le pregunté al recepcionista el número de tu departamento.— contestó apenada.

Yuri sonrió.— Creí que usted me odiaba por todo lo que pasó en la junta. No quería causarle problemas de los que ya hice anteriormente.

Jessica negó con la cabeza.— No te odio, más bien te odio porque casi cometes la estupidez más grande en regresarte a Los Ángeles. Y gracias a lo que hiciste allá, Yoona aceptó trabajar con nosotros.

— ¿Cómo? No entiendo.— Yuri frunció el ceño.— ¿Yoona-ssi aceptó trabajar con ustedes? P-pero, ¿cómo estuvo eso? ¿Qué hay de su novio?

Jessica asintió con una sonrisa.— Eso no importa. Yoona vino a hablar conmigo en la oficina, me pidió disculpas por lo sucedido. Me dijo que quedó sorprendida cuando tuviste el valor de hablar y defender a tus compañeros delante de Taecyeon, me comentó en otras empresas que ella ha ido ninguno se atrevía en abrir la boca para decir algo. Me pidió que aceptará el trabajo con la condición de que regreses a trabajar.

— No sé qué decir.

— ¿Entonces? ¿Qué dices?— preguntó con la mirada esperanzada.

— No lo sé... ¿qué dirá mi jefa cuando se entere?

Jessica sonrió negando con la cabeza.— Yuri, sabes que Blanc & Enclare las puertas siempre estarán abiertas para cuando gustes, sólo... no vuelvas a hacer lo mismo de hoy, ¿sí?

— Jessica yo...

Jessica tomó su mano.— Prométeme que no regresarás a Los Ángeles, no soportaría la idea de que el día de mañana no te encuentre en la empresa.

— ¿A quién engaño? Jessica debió de haber sufrido lo que yo sufrí cuando perdí a Jiyeon, pero me pregunto quién habrá sido su prometido y por qué falleció.— pensó Yuri.— Está bien, regresaré a la empresa, le prometo que ya no regresaré a Los Ángeles.

Jessica sonrió.— Será mejor que me vaya.— dijo poniéndose de pie.— ¿Entonces nos vemos mañana?

— Espere, ¿no cree que es algo tarde para regresar sola a casa?

— No quiero ser molestia para ti, ya tuve suficiente en venir hasta acá y rogarte que no te vayas.

— No, usted no es una molestia. Casi son las 10 de la noche y a estas horas es peligroso que regrese a su casa, hay un cuarto de huéspedes. Si quiere puede quedarse ahí y le puedo prestar una pijama.

— Ah está bien, pero necesito decirle a Krystal que no podré llegar a casa y...

— No se preocupe, Amber está con Krystal realizando un proyecto juntas, se quedará toda la noche en su casa.

— ¿Amber con mi hermana?— preguntó confundida y después sacudió la cabeza para sacar sus pensamientos.— Tienes razón, ya es tarde y a estas horas la calle ya debe de estar vacío.

Yuri sonrió.— Bueno, entonces vamos.

 

Residencia Hwang...

— ¿Estás bien, unnie?— preguntó Seohyun con preocupación viendo cómo Tiffany guardaba sus cosas con notoria molestia.

— Sí, Seo. Perfectamente.— contestó Tiffany sin mirarla.

— ¿Cómo estuvo su junta?— preguntó con la esperanza de que a su amiga