Empresa B&E...

Jessica se encontraba en su oficina con los nervios de punta, hacía casi 20 minuto que había hablado con Donghae y ya se sentía un poco insegura de lo que pasará después.

*Toc Toc*

— Adelante.

— Permiso, señorita Jessica.— Yuri ingresó a la oficina.— Donghae-ssi llamó para decirme que ya están en el estacionamiento.

— ¿Ya vienen para acá?— preguntó Jessie con la mirada desviada.— ¿Ya tienen todo listo?

— Sí, las copias ya están en la sala de juntas. Acabo de prender el cañón donde vienen la presentación que usted realizó y también las propuestas que diseñaron Tiffany-ssi, Siwon-ssi y los otros diseñadores. Nada más tenemos que ver lo que opinan Yoona-ssi y su mánager.

— Enseguida salgo.

— ¿Se encuentra bien?— preguntó la menor con preocupación mientras se acercaba.— La noto tensa.

Jessica la miró.— Sí, sólo son nervios pero ya se me pasará. ¿Ya están todos reunidos?

— Sí, ya todos estamos afuera. Sólo falta usted.— Yuri tenía la necesidad de ayudar a Jessica y decirle que todo va a estar bien, pero no fue así después de haber escuchado una voz que provenía en el umbral de la puerta.

— Amor.— interrumpió Tyler ingresando.— Te estamos esperando que la modelo no tarda en subir.

— Sí, como no...— fue lo que pensó Yuri sin decirlo en voz alta y carraspeó la garganta con disimulación.

— Oh Yuri. No sabías que estabas aquí, espero no haberlas interrumpido en algo importante.— Tyler se colocó detrás de Jessica y la abrazó por la cintura con posesión.

— No se preocupe señor...— contestó Yuri desviando la mirada, no lo soportaba estar en una situación así.— Con permiso, voy a ver si ya llegó la señorita Yoona...

Jessica se extrañó ante el repentino cambio de comportamiento ante la menor, ya hablaría con ella después.

— ¿Qué estaba haciendo tu asistente aquí?— preguntó Tyler curioso.

— Solamente vino a decirme que Yoona ya está en camino al edificio, eso es todo.— fue lo que contestó Jessica.— ¿Nos vamos?— preguntó dirigiéndose hacia la puerta.

— ¿Al menos no me darás mi beso?

— Tyler, afuera ahora.— dijo yéndose y el mayor bufó molesto.

Todos los empleados ya se encontraban reunidos afuera de la oficina de Jessica, minutos después escucharon el timbre del elevador, lo que significaba una cosa... las puertas del elevador se abrieron y ahí estaba Donghae junto con Yoona, Taec y Shindong.

— Jessie. Qué bueno que todos ustedes están aquí.— dijo Donghae.— Les presento a Im Yoona.

Todos los presentes hicieron una reverencia frente a Yoona quien correspondió.

— Un gusto de conocerlos.— dijo Yoona con una sonrisa leve.

Jessica sonrió de vuelta.— Jessica Jung, CEO y diseñadora de esta empresa.— hizo reverencia.— Será un placer trabajar con usted, señorita Im.

— Él es Ok Taecyeon, mánager de Yoona y él es Shin Donghee, asistente personal de Yoona.— dijo Donghae.

— También soy pareja sentimental de Yoona.— aclaró Taec con una sonrisa forzada.— Mi novia me comentó que tenían una propuesta para la ropa de primavera y que quieren que ella trabaje para ustedes en su empresa.

— Así es señor. Pensamos que Yoona haría una buena propuesta de ser la imagen de nuestra empresa por un tiempo, ¿les parece bien si pasamos a la sala de juntas para mostrarle los looks que diseñamos?

Taecyeon lo pensó por un instante hasta que aceptó.— De acuerdo.

 

Universidad...

— ¿Le enviaste a Kai los archivos?— preguntó Minah desesperada.

— Sí y ya los marcó como vistos.— contestó Hyuna.— Por dios, no sabes de la que se le va armar a esa chica y todo por los celos.

Minah rodó los ojos.— Sólo será un pequeño escarmiento, no seas dramática.

— Es que por dios, Minah. Si supieras lo que Kai será capaz de hacerle a Amber por ver esa foto, ¿qué no lo conoces?

— No me digas que te quieres echar para atrás.

— No lo sé, es que esto ya no me está gustando. Mejor hay que dejarlo por la paz.

— No pasará nada, todo lo estás exagerando.

— No, no estoy exagerando.— pidió acortando la paciencia.— Será mejor decirle a Soojung antes de que sea demasiado tarde.— Hyuna estuvo a punto de irse cuando Minah se lo impidió tomándola por el brazo.

— Escucha, si vas y le dices a esa idiota toda la verdad, yo le diré al director Kangta que tú también estuviste involucrada en todo, así que más te vale que te quedes callada.

— ¿En serio serás capaz de delatarme? Tú tuviste la culpa de meterme en esto solo para que Amber se alejara de Soojung.

— Sí, seré capaz. Así que quédate callada y también te irás conmigo a la tumba. ¿Entendido?— Hyuna asintió en derrota y Minah le soltó el brazo.— Muy bien, ahora vámonos de aquí que no tardan en sonar la campana.

 

La clase de literatura había finalizado, los estudiantes comenzaban a retirarse del salón. Bueno, no todos...

— ¿Por qué no has recogido tus cosas, enana?— le preguntó Key.

— ¿Qué no ven? Me tengo que quedarme aquí por 3 horas. Estoy castigada por haberme revelado contra la profesora Song.— se quejó Luna.

— Entonces no podrás acompañarnos a la cafetería.— le dijo Jonghyun.

— ¡No! Y me moriré de hambre, no soportaré estar 3 horas encerrada en un salón de clases sin hacer nada.

— ¿Quieres que te traigamos algo?— ofreció Minho.

— Chicos, ya es tiempo de que se vayan.— intervino Victoria cruzada de brazos.

— ¿Al menos nos dejará darle a nuestra amiga algo de comer?— pidió Jjong.

— No, saben que está prohibido llevar los alimentos al salón. Así que les voy a pedir el favor de que se retiren.

— No nos puede hacer esto.— protestó Key.— Luna sólo le dijo la verdad, ¿qué no sabe que se puede morir si no prueba un sólo bocado?

Victoria comenzó a impacientarse.— Quieren quedarse con la señorita Park, ¿no es así?— les preguntó.— Tienen 5 segundos para irse de aquí. 5... 4... 3...

— No nos puede hacer esto.— dijo Minho con los brazos cruzados.

— ¡2!— les lanzó una mirada fría causando un enorme escalofrío a los chicos.

— Nos vamos, pórtate bien. No hagas nada malo.— dijeron al unísono.

— ¡Cobardes!— les gritó Luna luego de que éstos salieran huyendo del salón. Después miró cómo Victoria arqueaba las cejas mientras se cruzaba de brazos.— No me vea así, que por su culpa estoy aquí.

Victoria suspiró mientras le daba la espalda.— Debiste de haberlo pensado antes de decirme que soy una señora colgada de las arrugas.

— Y usted debió de haberlo pensado antes de reprobar un examen que ni siquiera revisó.

— No seguiré discutiendo sobre este tema Luna, así que te quedarás aquí por 3 horas mientras yo reviso algunos trabajos.— dijo caminando hacia el escritorio.

Luna resopló.— Como sea... no me interesan sus asquerosas explicaciones.— sacó su celular y unos audífonos. Se la pasaría oyendo música de las 2 horas y 59 minutos que le quedaban.— Lo que más me lastima es que usted se comporte tan fría conmigo.

 

Empresa B&E...

En la sala de juntas, Jessica les mostraba a Yoona y a Taecyeon los diseños que habían estado trabajando los empleados. Yuri no podía dejar de mirarla, la forma en cómo Jessica se expresaba y dedicaba en cuerpo y alma a su trabajo era lo que le más le gustaba de ella.

— Yo creo que las blusas de manga larga para dama no va.— dijo Taecyeon.

— ¿Por qué no?— preguntó Jessica frunciendo el ceño.

— Yo creo que las blusas deberían de quitarle esas telas y cambiarlas por unos tirantes, es que... además de que no se ve como una blusa para mujer, más bien parece camiseta y ese tipo de estilo le quedan mejor a un hombre.

— Taec, por favor.— susurró Yoona.— A mí me gusta cómo se ve el diseño.

— No está bien. Disculpe...— intentó hablar Jessica.

— Las blusas de manga larga son exactas para dama y hay chicas que les gusta mucho ese tipo de diseño, a mí también me gusta.— intervino Yuri.— Y créame que le quedarán bien a las mujeres, tiene la mayor ventaja para las épocas de calor ya que es una ropa holgada y cubre la piel a la perfección.

— ¿Y usted quién es?— interrogó Taecyeon.

— Me llamo Yuri, y yo pienso que esta idea que hicieron los diseñadores es excelente para que Yoona-sii las promocione, porque chicas como ella tienen la piel blanca y sensible y con la blusa de manga larga las ayuden a sentirse fresca y cubran la capa de la piel.

— ¿Y a qué se dedica?

— Yo...

— Es mi asistente.— contestó Jessica.

— ¿Su asistente?— preguntó frunciendo el ceño.— Me sorprende que su asistente sea una mujer.

— ¿Perdón?— pidió Yuri alzando una ceja.— ¿Qué quiso decir con eso?

El ambiente cada vez se volvía más tenso.

— Es decir... me sorprende que aquí en Corea ya hayan legalizado el tener jefas y asistentes que sean mujeres, pero lo que más me sorprenden es que también hay diseñadores que son "machos".— dijo mirando a Donghae quien apretó los puños.

— Taec ya basta.— pidió Yoona sin mirarlo.

— Disculpe, pero eso que esta comentando se hace llamar discriminación, no... más bien se llama ser machista y es lo que no se lo voy a tolerar, no sólo por hablar de mí, sino de la señorita Jessica y de mis compañeros. Si no le agrada la idea que hicieron mis compañeros con mucho esfuerzo, entonces... no entiendo el por qué está aquí. No merece el trabajo de ser mánager.

Taecyeon golpeó la mesa con la palma de su mano haciendo que todos se sobresaltaran.— ¡Quiero que la saquen de la empresa!

— Yuri, pídele disculpas al señor Ok.— ordenó Tyler molesto.— O quedas fuera de esta empresa.

— Pero...

— Ya soporté las tonterías que has hecho aquí y en otras partes, pero siempre ¡siempre! Jessica es la que te defiende, así que decides o te disculpas o te vas de aquí.

Yuri pidió ayuda a Jessica con la mirada para que la defendiera por una vez en su vida, pero la diseñadora solamente desvió la mirada sin decir nada, esto le causó un profundo dolor a la morena. Hasta ella también estaba en su contra, por primera vez había quedado en ridículo.

— Ya no lo soporto más.— pensó Yuri harta de la situación.— Tiene usted razón, señor. Desde que llegué solamente causé problemas en la compañía de la señorita Jessica, pero no se preocupe por eso, porque yo renuncio.

Aquellas palabras resonaron por toda la sala de juntas como si fuera un eco, un enorme silencio se tornó. Todos los ejecutivos y diseñadores quedaron sorprendidos, pero la que quedó sin palabras había sido Jessica, no entendía el por qué no había reaccionado cuando necesitaba hacerlo.

— Mi carta de renuncia la daré mañana. Con permiso.— Yuri se retiró muy molesta.

— Yuri-ah, espera no te vayas.— pidió Tiffany y se fue corriendo para alcanzarla.

— Tengo que hablar contigo.— dijo Taecyeon tomando el brazo de Yoona.— Al parecer ya tenemos un acuerdo, pero primero tengo que hablar con mi novia en privado.— comentó llevándosela.

Por otro lado Tyler sonreía victorioso, por fin logró que Yuri renunciara no sólo de la empresa sino que también logró que se alejara de Jessica sin la ayuda de Hara.

— ¿Ves amor? Te dije que tu asistente nada más empeoraba las cosas en la empresa, pero tú siempre te dignaste en defenderla.

Jessica miró al mayor con una mirada que nunca había mostrado antes, sus ojos se habían tornado oscuros llenos de furia. No dijo nada y fue a encerrarse en su oficina.

— Aquí no pasó nada. Vuelvan a sus trabajos, por favor.— ordenó Siwon a todos los empleados quienes obedecieron.

 

Universidad...

Amber le pidió permiso al profesor Changmin para ir a su casillero por algunas cosas, su mañana había transcurrido lo más normal posible. Antes de haber empezado la clase, había visto a Krystal entrar con unas compañeras al salón, durante la media hora no podía evitar sentirse nerviosa cuando volteaba y ahí estaba mirándola. Por lo menos había tenido una buena excusa en poder alejarse de ella por unos minutos. Abrió su casillero y comenzó a sacar algunas composiciones que había hecho de tarea.

— ¡Liu!

Amber frunció el ceño al escuchar su apellido, al momento en que ésta se volteó sintió cómo un puñetazo había sido estrellado contra su rostro provocando que cayera al suelo. Amber emitió un quejido intentando levantarse, se tocó labios viendo cómo el líquido rojo esparcía por sus dedos. Amber levantó la mirada encontrándose con Kai quien estaba rojo del rostro y con los nudillos apretados.

— ¡¿Qué te pasa idiota?!— preguntó la tomboy enojada.

Kai la tomó de la camiseta pegándola contra los casilleros.

— ¡Te lo dije! ¡Te lo advertí!— gritó Kai.— Te advertí que si te volvías a acercar a Krystal, te iba a ir mal.

Amber hizo lo que pudo por zafarse y terminó dándole una patada en el estómago haciendo que Kai cayera al suelo. Era una suerte que el pasillo se encontraba vacío.

— ¿De qué hablas? Ya no me he acercado a Krystal y si no me crees, ese es tu problema.— Amber se dio la vuelta cuando sintió un fuerte agarre en el brazo.— ¡Suéltame!

— ¿Tú crees que soy estúpido? ¡Ya lo sé todo! Se fugaron a Los Ángeles para disfrutar su luna miel juntas y después hacer sus porquerías, me das asco. Sólo envenenaste la mente de Krystal para que sea una más.

Amber le dio un empujón.— Jamás te atrevas a juzgar las preferencias de los demás, debiste de haber conocido mejor a tu novia, ¿no lo crees? Y tampoco te permito que metas a Krystal en tus palabras de homofóbico.

Kai le dio otro puñetazo en la misma zona y comenzó a darle patadas en el costado.

— ¡No soy homofóbico!— decía Kai patada por patada.— ¡Desde que llegaste Krystal siempre te ha preferido a ti que a mí y eso no te lo voy a permitir!

Amber cerró los ojos con fuerza soportando los fuertes dolores que arrinconaban en su cuerpo. 

 

Amber no había regresado aún al salón y eso comenzó a preocupar a Krystal. De pronto, emitió un leve quejido al sentir una ligera opresión en el pecho, como si algo le dijera que algo malo había pasado.

— Señorita Jung, ¿está bien?— le preguntó Changmin preocupado.

— Sí...— contestó Krys con la respiración entrecortada.— ... estoy bien. Lo siento, es que no me siento bien pero ya se me pasará.

— ¿Segura? ¿No quiere ir a la enfermería?

— No, ya se me pasará. Sólo fue un pequeño malestar, no se preocupe.

Changmin terminó por aceptar mientras continuaba con la clase.

— ¿Dónde estás Amber?— Krystal se mordía el labio inferior mientras jugaba con sus dedos nerviosamente.

 

Victoria había terminado revisar todos los trabajos de sus estudiantes. Miró de reojo a Luna quien estaba con la mano apoyada sobre la mejilla mientras entrecerraba los ojos. Por una parte Victoria se sentía muy mal por la forma en la que trató a Luna el día anterior, pero había vuelto a pelear con Nichkhun por tonterías que terminó desquitándose con la menor. Por suerte esta mañana había decidido preparar el almuerzo para Luna como modo de disculpa. Sacó el almuerzo y algunos cubiertos. Se acercó hacia el lugar de Luna colocando el almuerzo sobre la banca.

— Luna.— susurró Toria moviendo levemente el cuerpo de la menor.

— ¡Ah!

Luna abrió los ojos de golpe haciendo que Victoria se sobresaltara.

— ¿Qué pasó?— preguntó Luna.

— Nada, no quise asustarte. Te quedaste dormida mientras revisaba los trabajos.

— ¿Ya terminó el castigo?

— No, apenas pasaron 50 minutos.

Luna resopló.— Entonces déjeme sola, no entiendo a qué vino a despertarme. Si vino a pedirme algo, no necesito de su caridad.

— No Luna, no te duermas. Necesitamos hablar.

— Hablar de qué, si no hay nada de qué hablar después de lo que hizo ayer, ¿reprobar el examen?, ya lo hizo, ¿castigarme?, ya lo hizo. ¿Qué más quiere?

— Te pido disculpas por todo lo de ayer, no fue mi intención haberme desquitado contigo por mis asuntos personales.

— Ahora lo lamenta, ¿no?

— Al menos estoy siendo honesta contigo, no te comportes como una adolescente. Mira, si te comes el ramen que yo misma te preparé como modo de disculpa, te levanto el castigo. Sé que no debo de hacer este tipo de cosas con mis alumnos pero... es lo mínimo que puedo hacer por ti.

Los ojos de Luna comenzaron a humedecer.— No entiendo, me dolió por cómo me trató delante de todos.— sollozó.— P-perdón... ya me estoy poniendo sensible otra vez.

Victoria sonrió con tristeza y se acercó para limpiarle las lágrimas de Luna con sus pulgares.

— Lo sé, pero eso te pasó por llamarme señora colgada de las arrugas.— bromeó.— Aunque la parte de que ya me urgía dejar la soltería en eso tenías razón.

— Lo siento... usted no es una señora colgada de las arrugas. Pero lo hice porque estaba molesta.

— Está bien, ya pasó. Entonces, ¿amigas?

A Luna le dolió aquella palabra, si supiera que no sólo quería ser su amiga... pero era la única manera de tener a su profesora cerca de ella.

— Amigas.

Victoria sonrió.— Ahora quiero verte sonreír.— tomó las mejillas de Luna y se las apretó.— Sonríe.

En ese instante Luna comenzó a reír.— Yah, me hace cosquillas.— dijo quitándolas.

— Ahora quiero que te comas el almuerzo que preparé para ti, debes de tener mucho sueño porque no has comido nada.

— ¿Lo hizo para mí?

— Sí, pensé que con algo de comida podrías aceptar mis disculpas. Anda, quiero saber cómo me quedó.

— Sus disculpas son aceptadas.— Luna obedeció probando un poco de ramen.

— ¿Y bien?— preguntó Victoria con preocupación.— No te quedes callada.

— Mmmhhh...— Luna se pasó el bocado.— Está delicioso, me gustaría que mi pareja pudiera cocinar así de perfecto como usted.

Victoria rió con nerviosi