Bar SM...

— ¿Amor?~— Juniel no dejaba de tocar la puerta.

— ¿Qué hace ella aquí?— susurró una Tiffany molesta.— ¿Acaso la invitaste a ella también? ¿Para qué? ¿Para que hagamos un trío?

— ¡Claro que no!— contestó Taeyeon exaspera.— Te juro por mi vida que yo no la invité. Te lo juro que no.

— ¿Entonces? No entiendo.

— Yo tampoco entiendo.

— Taeyeon, abre por favor.— era la voz de Leeteuk.

— Trataré de solucionar esto, pero por favor no te muevas de aquí.— Taeyeon fue a abrir la puerta.

— ¡Amor!— Juniel se abalanzó hacia la mayor para abrazarla, cosa que no le agradó mucho a Tiffany.

— Juniel, por favor.— Taeyeon se separó de ella.

— Traté de detenerla.— comentó Leeteuk apenado.

— Está bien. Puedes retirarte, oppa. Yo me encargo de la situación.— Leeteuk asintió y se retiró.

— Amor, te estuve llamando una y otra vez y... ¿Qué hace ésta aquí?— pidió Juniel al darse cuenta de la presencia de Tiffany.

— Juniel, ya te expliqué miles de veces que tú y yo ya no somos nada, ni tampoco me llames amor. ¿Qué no entiendes la palabra amigas con derecho?

— No me digas que por esa estúpida me cambiaste.

— Te prohíbo que la llames así.— replicó comenzando a molestarse.

— Mejor me voy.— Tiffany estaba dispuesta a retirarse pero Taeyeon la tomó del brazo nuevamente.

— No te vayas, por favor.— suplicó la mayor.—  Tú no te tienes que ir de aquí porque Juniel ya se va.

— ¿Perdón? ¿Me estás echando?— preguntó Juniel indignada.

— Sí y ya te había dicho que no me volvieras a buscar, lo único que estás haciendo es herirte más. Así que te voy a pedir de la manera más amable que te largues. Ya no quiero tener problemas contigo. ¿Qué no entiendes que Tiffany es la chica que me gusta?— Tiffany se sorprendió al escuchar aquellas palabras que la mayor había dicho.

— Taeyeon te va a dejar como a sus otras putas.— señaló a Tiffany.

— ¡Suficiente!— Taeyeon tomó el brazo de Juniel para guiarla hacia la puerta.

— ¡Suéltame, me lastimas!

— ¡Tiffany no es ninguna puta!— le gritó haciendo sorprender Tiffany.— Ella no es como tú y todas esas "putas" con las que me acosté. Así que lárgate de aquí antes de que llame a seguridad.

— Te vas a arrepentir Kim Taeyeon, tú y Tiffany no van a estar juntas mientras yo viva.

— ¡Lárgate!— Taeyeon la sacó y cerró la puerta de golpe.— Perdón...— dijo cayendo al sofá.

— ¿Estás bien?— Tiffany habló mientras se acercaba a ella poniéndose de cuclillas.

— Sí, lamento que vieras eso...— Taeyeon pasó sus manos por su rostro.—  ... pero no iba a permitir que Juniel te insultara.

— ¿No te preocupa de lo que te dijo? Ya veo que no es muy bueno el tema de amigos con derecho.

Taeyeon se encogió de hombros.— Ya sé, pero Juniel me tiene sin cuidado. Nadie se mete con la chica que me gusta.

— Tae, mírame.— Taeyeon no dijo nada y obedeció.— A mí no me importa tu pasado y todas esas... mujeres con las que te has acostado, con lo que acabo de ver fue más que suficiente.

— Tú me estás haciendo que cambie. En serio me gustas mucho y por ti haría lo que fuera por cambiar el mal hábito.— Tiffany sonrió con ternura.— ¿Te puedo pedir un favor?— preguntó poniéndose de pie.

Tiffany imitó su acción.— ¿Qué?

Taeyeon rodeó la cintura de Tiffany con sus manos.— Si me das un beso, antes de que viniera Juniel y nos interrumpiera me he estado muriendo por un beso tuyo.

— ¿Y qué tal si alguien nos interrumpe? Estarían buscándote.— Tiffany rodeó el cuello de Taeyeon con sus brazos.

— Yo creo que lo deberíamos de hacer ahora antes de que alguien venga y arruine mis planes.

Tiffany rió negando con la cabeza. Comenzaron a acercarse hasta que sus labios quedaran a escasos centímetros. Tiffany pudo ver cómo Taeyeon cerraba los ojos, su corazón golpeteaba una y otra vez al momento en que sentía su respiración mezclar con la de la mayor, moría por volver a probar aquellos labios la enloquecían.

— Hazlo...

— ¿Eh?— Tiffany miró a Taeyeon quien aún tenía los ojos cerrados.

— Bésame porque te juro que ya no aguanto más y yo...— Taeyeon ya no pudo decir de más ya que Tiffany había unido sus labios con los de ella.

A diferencia del otro día, el beso era dulce y tranquilo. Era lo que le gustaba a Taeyeon, finalmente se le había cumplido de poder besar esos suaves y carnosos labios que le habían llamado la atención desde el primer día y esperaba que fuera así siempre. Lentamente se separaron, no si antes de darse el último.

— Wow...— susurró Taeyeon jadeante.— Eso fue increíble.

— ¿En serio?— preguntó una Tiffany insegura y Taeyeon le dio un rápido beso en los labios.

— Sí, mi deseo de besarte y de estar contigo se cumplió.— la volvió a besar.— ¿Eso responde a tu pregunta?

— Creo que sí.— contestó sonrojada.

— Quiero pedirte otro favor.

— ¿Cuál?

— Si te puedes quedar a ver mi presentación. ¿O tienes algo que hacer?

Tiffany negó con una sonrisa.— No, claro que me quedaré, solo si es contigo.

 

En la noche...

Seohyun se encontraba estacionando su auto afuera de un edificio, apagó el motor pero permaneció en el interior del auto.

— ¿Qué es lo que estoy haciendo?— musitó Seo a la nada.

Flashback

Seohyun había llegado a su departamento y como siempre había realizado los quehaceres. Una hora después había preparado el almuerzo para cuando Tiffany llegara. Seo fue directamente hacia la sala con un libro a la mano, al momento de abrirlo una nota había caído al suelo.

— Oh...— Seo lo tomó y recordó que era la nota que Yoona le había dado en el salón de música.— ¿Para qué voy a leer esto? No tiene sentido.— Seohyun pensó en tirar la nota a la basura, pero tenía cierta curiosidad por saber lo que decía. Así que desdobló la hoja con lentitud como si fuera una muñeca de porcelana.

"Sé que a lo mejor no vas a leer esta nota porque no tengo el valor de decírtelo a la cara. Pero me gustaría que habláramos tú y yo a solas. Si es así, te veo en el edificio en donde vive Hae oppa, yo creo que sí sabes dónde vive y si no ahí está la dirección anotada. Si pasa de lo contrario, está bien... estás en todo tu derecho y te prometo que ya no te molestaré más, si es lo que quieres.

Atte. Im Yoona."

— Es broma, ¿verdad?— se preguntó Seo.— Fany unnie tiene razón, lo único que estoy haciendo es lastimarme más.— tiró la nota a un lado.— No voy a ir.— tomó su libro y comenzó a leerlo, no habían pasado ni dos minutos y la mente de Seo se despejaba de repente, no podía concentrarse en la lectura.— No Seo, no hagas lo que tu corazón te pide y enfócate lo que estás haciendo.— regresó a su lectura.— ¡Suficiente!— cerró su libro y recogió la nota que había arrojado hace unos minutos. Tomó su bolso y salió de su departamento.

— Oh... tengo que llamar a Fany unnie para ver a qué hora llega.— Seohyun sacó su celular mientras caminaba hacia el elevador.

— ¿Hola?— Tiffany había contestado.

— Hola unnie, ¿ya saliste de trabajar?— Seohyun había ingresado al elevador y las puertas cerraron.

— Sí, ya salí de trabajar. No me digas que te pasó algo.

— No unnie. Todo bien, sólo te preguntaba si ya vienes en camino o vas a pasar a algún lado.

— Pasaré de visita al bar de Taeyeon, no sé cuánto tiempo me tardaré pero por cualquier cosa me comunico contigo.

— Ah está bien unnie. Yo no tengo problema con que llegues tarde.

— ¿Por qué? ¿Me estás ocultando algo?— preguntó curiosa.

Seohyun rió nerviosamente.— No unnie, yo nunca te oculto nada. Sabes que me preocupo por ti, eso es todo.

— Nada más no hagas cosas sucias con tu novio en la sala, ¿me oíste?

— ¡Yah unnie! Yo me refería a...— Seohyun se frustró luego de que la mayor colgara.— Unnie y sus cosas pecadoras. Al menos me dará la ventaja de ir para allá.— las puertas del elevador se abrieron y Seohyun caminó a toda velocidad por su auto.

Fin del flashback

— Esto no está bien.— se volvió a decir Seo entrando en pánico.— No debí de haber venido hasta acá. Lo mejor será que regrese, Fany unnie debe de estar esperándome.— en ese momento recibió un mensaje de Tiffany, como si los dioses la estuvieran escuchando.

De: Fanny unnie 💕

Llegaré tarde a casa. No me esperes, te quiero 💋

— ¿Por qué a mí?— se quejó Seo.— No me quedará de otra que asumir a esto, lo único que tengo que hacer es entrar, hablar y me voy. Va a ser rápido, sí... es lo único que tengo que hacer.— Seohyun salió del auto e ingresó al edificio.

 

Residencia de Donghae...

— Ya se tardó mucho, ¿no lo crees?— cuestionó Donghae mirando el reloj.

— Sabía que era muy mala idea citarla aquí.— se quejó Yoona que estaba sentada en el sofá cruzando de brazos.— Te dije que no vendrá, me va a hacer mal si la vuelvo a ver.

— Tú misma dijiste que deseabas verla y te di la idea de ir a la universidad y darle la nota para que pudiera venir hasta acá.

Yoona resopló.— Iré al cuarto a ponerme la pijama.

— Sólo aún no te desmaquilles que todavía el golpe está morado.— comentó Donghae.— Aún no puedo creer que se haya caído de las escaleras.— musitó. En ese momento sonó el timbre.— Voy.— caminó hacia la puerta.— Oh... Seohyun.— dijo un tanto sorprendido pero a la vez estaba feliz.

— Buenas noches, oppa.— Seo le hizo una reverencia.— ¿Puedo pasar?

— Oh claro, adelante. Toma asiento.— Donghae le abrió el paso y Seo entró.— ¿Te gustaría algo de tomar?

— No, muchas gracias.— Seohyun se sentó en el sofá.

Donghae se sentó al lado de ella.— ¿Y qué haces aquí? Me sorprende mucho tu visita.— preguntó fingiendo que no sabe nada.

— ¿Yoona vive aquí contigo?— le preguntó directo.

— Umm sí...

Seohyun suspiró.— Ya sé de lo que pasó en la empresa y con Yoona. Que la conoces desde hace mucho tiempo.

— Lo siento mucho, Seo.— se disculpó.— En realidad no quise que te enteraras de otro modo y volvieras a terminar lastimada. No quiero que termines odiándome por ser amigo de Yoona.

Seo negó con la cabeza.— No te odio por eso. Más bien estoy molesta porque nunca me dijiste nada de Yoona al momento en que te conocí. Pero bueno, lo hecho ya está... pero no vine a hablar contigo de eso.

— ¿Ah no?

— No, esta mañana Yoona vino al salón de música a entregarme una nota que necesitaba hablar conmigo y a solas. ¿Está ella o se fue con Taecyeon?— preguntó intentando no sonar celosa.

— No, ella...

— Listo oppa.— Yoona venía saliendo con su pijama rosa puesta.— ¿Qué...?— se detuvo en seco al ver a Seohyun.— ¡Mierda!

— ¡Yoong!— la regañó Donghae.— Compórtate que hay visitas.

Seohyun sonrió para sus adentros al ver la relación entre Donghae y Yoona, parecían hermanos. Miró a Yoona de pies a cabeza, se veía muy tierna con la pijama puesta que parecía niña pequeña. Al instante su mirada chocó con la de Yoona mientras Donghae las miraba con una sonrisa.

— Bueno, yo saldré a dar una vuelta por un rato. Así para que hablen a solas.— dijo Donghae poniéndose de pie y salió.

Yoona comenzó a entrar en pánico cuando un enorme silencio había invadido por toda la sala. Se sentía como si retrocediera el tiempo en el momento en que había conocido a Seohyun, era un día como hoy cuando Seo había ingresado al aula cargando varios libros, no podía ni siquiera ver hacia dónde caminaba, dio un mal paso y cayó al suelo con los libros. Todos sus compañeros que habían sido testigos de lo sucedido se reían de ella, Seo tenía unas inmensas ganas de llorar al no poder ponerse de pie debido a que se había lastimado la rodilla y las burlas de sus compañeros. Eso fue lo que le había enfurecido a Yoona que se acercó a Seohyun advirtiéndoles a los compañeros que no saldrían vivos si seguían burlándose de la menor. Ahí fue cuando unos ojos marrones la habían hipnotizado por primera vez y era algo que jamás olvidará.

— ¿Yoona?

La mayor había salido de sus pensamientos.— ¿Eh? ¿Qué?

—¿Estás bien?— le preguntó Seo con preocupación.— Te quedaste estática.

— Lo siento.— murmuró cabizbaja.— Umm... ¿oppa te ofreció algo de beber por lo menos?

— Sí, pero me negué.— contestó mirándola.— Bien, ya estoy aquí, ¿de qué quieres hablar conmigo?

 

Residencia Jung...

— Ya llegué, Soojung.— Jessica venía entrando al departamento y Krystal salió de la cocina con un mandil.

— Qué bueno que llegaste unnie, porque preparé la cena y debes de tener mucha hambre.

Jessica sonrió.— Muchísima.

— Ve al baño a lavarte las manos mientras yo sirvo.

— Claro mamá.

— ¡Yah!

Krystal y Jessica ya se encontraban en la mesa cenando lasagna, hacía tanto tiempo que no comían las dos juntas y eso era lo que le alegraba mucho a Krystal.

— ¿Mucho trabajo en la empresa?— le preguntó Krys.

Jessica tragó y asintió.— No te imaginas cuánto.

— Me imagino. ¿Cómo estuvo tu reunión hoy?

— Bien...— contestó con desánimo. Para Jessica, las cosas no salieron como ella se lo esperaba... Yuri se la pasó evitándola durante el trabajo y eso le dolía mucho.

— No te ves muy contenta.— dijo mirándola.— ¿No salió bien?

— Sí, es sólo que me dio estrés cuando salí.— mintió.

— ¿Y hablaste con Tyler sobre tu cancelación de compromiso?

— No fue al trabajo.

— ¿De nuevo?— se quejó.— Oye, ya deberías de correrlo de la empresa. Solamente se la pasa holgazaneando.

— Ya sé, Sunny me había dicho que me llamó. Intenté regresarle la llamada unas seis veces y nunca me contestó. En cuanto se presente a la empresa hablaré con él y si no, entonces tendré que ir a su departamento.

— Me parece correcto lo que estás haciendo, unnie. Y espero que así sea.

— ¿Y tú? ¿Qué tal te fue en la universidad?

— Bien, nada nuevo.— dijo metiéndose la lasagna a la boca.

— ¿Kai ya no te estuvo molestando? Debería de prohibirle la entrada si se le ocurre venir aquí.

— En un principio sí, me suplicó que lo perdonara. Obviamente mi modo Ice Princess se encendió y le dije que no quería volver a verlo. Pero la cosa empeoró y me empezó a gritar.

— ¿Qué? ¿Te pegó?

— No, pero empezó a decirme unas cuantas cosas. Cree que lo dejé para irme con Amber y luego... me quiso besar a la fuerza.

— ¡¿Qué?!

— Pero no pasó nada, unnie. De no ser porque Amber me salvó, yo no sé qué hubiera pasado después.

— ¿Amber te salvó?— pr