Universidad...

Seohyun abrazó a Victoria que lloraba desconsoladamente.

— ¿Estás enamorada, unnie?— Seohyun frunció el ceño, pues estaba confundida.— ¿Quieres decir que no estás enamorada de Nichkhun?

Victoria se separó limpiándose las lágrimas.— No lo sé... esto nunca me había pasado. Durante estos últimos días no podía dejar de pensar en ella y mi sentimientos por Nichkhun comenzaron a cambiar.

— ¿Ella? ¿Es mujer?

Victoria asintió.— Sí... eso es lo peor. Sin ofender.

— ¿Sabes? Es lindo que estés enamorada de una mujer y me da mucho gusto que reconozcas tus sentimientos, ¿y ella siente lo mismo por ti?

— Eso fue antes, pero yo no le hice caso porque le insistí que el amor que sentía por mí no puede y no debe de ser.

— ¿Por qué?

— Porque la chica que estoy enamorada es mi estudiante y es Park Sunyoung... ¡es Luna! La chica que estuvo en la cafetería.— se tapó el rostro con las manos y sintió que Seo la atrajo para volver a abrazarla para darle confort.

 

Luna y Onew iban saliendo del aula tomados de las manos, pasaban algunos de sus compañeros a felicitarlos.

— ¿Qué tienes?— le preguntó Onew mirando a su ahora novia.— Has estado muy callada desde que salimos de la cafetería.

— ¿Eh?— Luna lo miró algo perdida.— Solo estoy un poco cansada, es que hoy tuve muchas emociones, ¿sabes?

— Entiendo, ¿qué te pareció la canción, te gustó?

— Sí, me gustó. ¿Tú lo compusiste?

Onew asintió con la cabeza.— Estuve toda la tarde pensando la letra desde que me dieron de alta y cuando llegué a casa lo primero que hice fue empezar a escribir.

— ¿Por qué no me sorprende que hayas compuesto una canción para mí?— preguntó sonriente.

— ¿Lo recordaste?

— Así es.

— ¿Te acompaño a casa?

— ¿Estás loco? Tienes el pie fracturado y quieres acompañarme a casa, ¿qué te parece si vamos a tu casa a pedir comida y me quedo un rato contigo?

Onew sonrió.— Acepto tu oferta.— como pudo la abrazó.— ¿Valió esperar 8 años para volver a estar contigo?

Luna apretó los labios para no llorar mientras le devolvía el abrazo.— Sí...

— Te lo prometí, ¿no? Que sería la última vez que derrames las lágrimas por amor. Te quiero Luna y haré lo que pueda para hacerte feliz.

— Yo también te quiero oppa.— Luna tragó duro, estaba preocupada por lo que pasó con Victoria. Desde que la vio salir de la cafetería, ya no la volvió a ver.

 

— ¿Hace cuánto que te diste cuenta que estabas enamorada?— le preguntó Seohyun con cautela.

Ambas mujeres se encontraban ahora sentadas en el piso como si fueran dos niñas pequeñas.

Victoria se limpiaba el rostro con un pañuelo.— Desde hace semanas cuando Onew había entrado a este plantel... supe que ambos ya se conocían y por la forma en la que se acercaba a Luna... no me había dado cuenta hasta ahora porque estaba cegada sobre cómo los demás piensen.

— Y no puedes jugar con fuego, ¿has pensado en Khun oppa?

— ...

— Unnie, estás a punto de casarte ¿y sabes cómo se puede poner si se da cuenta lo que está pasando?... Además, si vas y le dices a Kangta lo que Luna está haciendo, la expulsan del plantel.

— Eso fue lo que me aterró mucho cuando Nichkhun me comentó el qué pasaría si él estuviera en una situación como esta. Tenía mucho miedo de admitir mis sentimientos, ¿sabes?

— Es una lástima que la sociedad no lo ve así y es una situación grave porque si Kangta se entera de los chismes, es capaz no sólo de expulsar a Luna, sino que puede correrte de la universidad.— murmuró Seohyun.— Aunque Luna ya no sea menor de edad, puede poner en peligro tu profesión porque aún es estudiante. ¿Qué vas a hacer ahora?

— No lo sé, pero no quiero herir a Nichkhun. Aunque no te niego que me dolió cuando vi cómo Onew se le declaraba y Luna le daba el sí.

— No puedes escoger a los dos, sé que suena complicado pero debes de seguir a tu corazón. O es Luna o es Nichkhun.

— No lo sé... no creo que se pueda remediar, ya es demasiado tarde...— A pesar de todo, Seohyun tenía razón, Victoria tenía que escoger a uno de ellos... la desventaja era que uno de ellos saldría lastimado (del que ya había hecho). Pero tendría que pensar lo más pronto antes de que su boda se lleve a cabo.

*Toc Toc*

— Victoria, amor, ¿están ahí?

— Es Kyuhyun.— musitó Victoria poniéndose de pie.

Seohyun la imitó.— Rápido, límpiate las manchas de maquillaje que tienes. Yo lo distraigo.

— Está bien. ¡Pero espera!— Seo se detuvo a medio camino.— No quiero que le comentes nada a Kyuhyun sobre de lo que hablamos, yo después hablo con él.

— Sí unnie, si necesitas hablar de este tema con alguien, no dudes en decirme.

Victoria le sonrió y le dio un último abrazo.— Gracias Seo.

— Por fin amor.— dijo Kyuhyun al ver a su novia salir del baño.— ¿Por qué tardaron tanto?

— Es que unnie se sentía un poco mal, ya sabes cómo es ella... no le gusta mucho los ambientes tensos y mucho menos cuando se trata de una cafetería de la escuela.

— ¿No estará embarazada?

— ¿Cómo crees? Claro que no y no le hagas preguntas de ese tipo porque es capaz de matarte.

— Listo.— dijo Victoria saliendo del baño.

— ¿Cómo te sientes?— preguntó Kyuhyun preocupado.— Seo me dijo que te sentías mal.

— Apenas puedo soportar con mis estudiantes, pero ver tanta... cursilería me va a matar de una diabetes.

— ¿Quieres que vayamos a comer en algún otro lado?

— No gracias, ya se me quitó el apetito. Lo único que quiero es irme a casa y dormir.— la campana sonó dando a entender que las clases habían finalizado.— Es hora de irnos. Andando.

 

Empresa B&E...

— Tiffany, por favor...— suplicó Yuri golpeando una y otra vez la puerta de su oficina.— Tienes que salir de ahí y hablar como una persona decente que eres.— pero no hubo respuesta.— ¡Yah! ¡Miyoung Hwang!

— ¡Yah!— la puerta se abrió.— ¡No me gustan que me llamen por mi verdadero nombre! Bueno... sólo Jessica lo puede hacer.

— Hasta que te dignas en salir, mujer.

— ¿Lo hiciste porque estabas preocupada por mí o porque Jessica te lo pidió?

— ¿Las dos cosas?

Tiffany rodó los ojos.— Está bien, haré lo posible para no llorar por ella... porque hoy se me ocurrió esto. Mira.— le mostró uno de sus diseños.— ¿Qué te parece?

— Jamás he visto tus diseños pero... ¡Wow Tiffany! Esto es impresionante.

— ¿De verdad?— preguntó emocionada.

— Ahora ya veo por qué esta empresa es de las mejores del mundo.— aseguró.— ¿Y para qué es o qué? ¿Es para algún lanzamiento?

— No Yuri, ya que dijiste que mi diseño es el mejor que has visto en tu vida... es el que te vas a poner en la despedida de Jessica.

— Ah, esto es lo que me pondré en la despedi... ¡¿QUÉ?!

— En la despedida de Jessica.

— ¡¿Qué?!

— En la despedida de Jessica.

— ¡¿Qué?!

— En la despedida de...

— ¡Ya entendí, ya entendí!— dijo a punto de colapsarse.— Pero Tiffany, ¿en serio me voy a poner esto? ¿Estás loca?

— No seas exagerada Yuri, tú aceptaste esta propuesta y no te puedes echar para atrás. Además, se ve que por dentro tienes un cuerpo espectacular que puede moldear el diseño que hice, necesitaría tomar tus medidas.

Al instante Yuri se sonrojó.— P-Pero... y-yo nunca me he quitado la ropa delante de alguien.

— Tranquila, que solamente será tomar las medidas... pero bueno, con gusto regreso a mi oficina para llorar por esa maldita enana...

— ¡No!— la interrumpió.— ¡Ah! Está bien, dejaré que me tomes las medidas, con tal de que te calles y dejes de ser una mujer dramática.

— Perfecto, te espero en unos minutos en mi oficina y recuerda... nada de comentarle esto a Jessica.

Yuri suspiró mirando hacia el techo.— ¿En qué momento llegué a aceptar todo esto?

 

Donghae se encontraba trabajando en su oficina. Minutos después dejó lo que estaba haciendo y se pasó las manos por su cabello, se sentía frustrado pero también preocupado por lo de esta mañana con Yoona. Cada vez esa mujer estaba más alejada e insegura no sólo de sí misma, sino con los demás, quería poder acercarse un poco más para hablar con ella de ese tema, pero como siempre se aferra en negarse... no sabía el por qué pero tenía un mal presentimiento... de que la relación que lleva con Taecyeon fuera algo más oscura. Necesitaba hablar con alguien de este tema, así que sacó su celular para marcar a una persona de confianza, sabía que era algo riesgoso... pero era la única podría entrar en razón a Yoona.

— ¿Hola?~

— ¿Hola? ¿Seohyun?

— ¿Hae oppa?

— Sí, soy yo. ¿Cómo estás?

— Bien oppa, ¿y tú?

— Bien, ¿estás ocupada?

— Apenas voy a salir de la uni, ¿por qué?

— Me preguntaba si nos podemos ver hoy en el restaurante que está a unas cuadras de Seúl. Es que necesito hablar de un tema delicado contigo.

— ¿Por qué? ¿Pasa algo?— preguntó algo preocupada.

— No sé si pueda decir que no, pero allá te lo explico. ¿De acuerdo?

— Está bien, nos vemos allá oppa.

 

— Muy bien, quítate el saco y la blusa.— dijo Tiffany sacando su cinta métrica.

Yuri comenzó a tensarse.— ¿En serio tenemos que hacer esto?

Tiffany rodó los ojos.— Te dije como tres veces que sólo será para anotar tus medidas. Ni que fuera a acosarte.

— Ya sé que tú nunca me acosarías... pero ya me imaginé la cara que luego pones cuando Taeyeon te acosa...

— No me hables de esa enana maldita que hasta me dan ganas de ir y destrozarle toda su carita de...

— ¿Bebé?

— Sólo vamos a medirte, será rápido antes de que sea capaz de tirarme por la ventana.— dijo con un suspiro.— Vamos, el saco y la blusa fuera.

— Está bien.

Yuri tragó duro y llevó sus dedos al primer botón de su saco beige comenzando a desabrocharlo hasta llegar al último y se quitó el saco junto con su blusa azul mostrando su abdomen bronceado y tonificado, sus pechos firmes eran cubiertos por un sostén deportivo.

— Wow... tú sí deberías trabajar para una agencia de modelos.— dijo Tiffany sin dejar de mirar su abdomen.— ¿Hace cuánto vas a gym?

— ¡Yah! Concéntrate y hagamos esto rápido.— pidió Yuri apresuradamente.— Antes de que alguien me vea en paños menores...— musitó.

— Esto será rápido, tranquila.

Tiffany comenzó a medir a Yuri mientras escribía sus medidas conforme iban saliendo. Primero midió la cintura, después los brazos, los hombros, los glúteos, el cuello, los pechos y por último la cabeza.

— Listo, ya puedes vestirte.— dijo Tiffany sin dejar de hacer sus anotaciones.

— Gracias.— Yuri recogió su blusa que estaba en el suelo.— ¿Y cuáles fueron tus resultados?

— Tus medidas son perfectas, yo creo que el diseño que hice te encajará muy bien y resaltarán esas curvas. ¿Por qué no me dijiste que tienes el cuerpo espectacular? Cuando estábamos en Los Ángeles tenía el cuerpazo divino por el vestido, pero no me dijiste que tanto.

— No suelo mostrar mi cuerpo a gente desconocida, desde que había conocido a Amber me puse a hacer ejercicio como pasatiempo.— contestó Yuri abrochándose el saco.

— ¿Y no te gustaría trabajar como modelo? Así ganarías un poco más de dinero.

— Gracias, pero prefiero trabajar como asistente. Les quitaría el trabajo a los otros modelos.—bromeó.

— Oye, sé que te incomodará un poco la pregunta pero... Jiyeon y tú... ya sabes...

Yuri rió.— Si te refieres a que si tuvimos relaciones, sí... pero solamente fueron cuatro veces.— suspiró.— Pero desde que pasó con lo de Jiyeon... sí me había llegado a acostar con mujeres desconocidas, pero era porque estaba bajo los efectos del alcohol y las drogas, al día siguiente cuando despertaba las chicas ya no estaban y yo estaba como desorientada y con las ganas de quererme morir.

— Ya veo... no me imagino del todo lo que tuviste que pasar.

— Sí, por eso te digo que nada de alcohol, ni acostarme con la señorita Jessica.— dijo Yuri en broma.— Aunque lo diga en serio.

— Y te lo cumpliré, pero el diseño que te mostré te puedo asegurar que a la mayoría de las mujeres se les caerá la baba cuando te vean ese día.— le dijo.— Yo creo que en unas semanas estará listo y en cuanto la tenga, te llamo para que vengas a mi oficina y te la pruebes antes de que viajemos a Jeju. Recuerda que esto es entre tú y yo, y nada de comentarlo con Jessica.

— Ok. Oye, tengo que regresar a mi puesto antes de que mi jefa se entere de que no he regresado y me vuelva a regañar.

— Está bien, ya fue todo. Yo todavía tengo que comprar mi vestido para la boda y mi traje de baño.— se quejó.

 

Cafetería...

— ¡Unnie!

Sooyoung sonrió al ver a Sulli ingresando al sitio.

— Ssul.— Sooyoung corrió hacia ella para abrazarla.— ¿Cómo te fue? ¿No tuviste problemas con tu dolor de rodilla? Ya compré los ingredientes y en la noche preparo tu medicina.

— Me fue bien, unnie. Tuve un poco de dolor cuando caminé, pero después se me pasó.— Sulli miró a su alrededor.— ¿Aquí es dónde trabajas? Se ve muy bonito el diseño.

— Gracias y sí. Aquí es donde me dijeron que vienen muchos jóvenes a desayunar y almorzar, hasta el momento me ha ido muy bien y ven, te quiero presentar a alguien.— tomó el brazo de Sulli llevándola hacia la barra.— Mire Sunhee, le quiero presentar a mi hermana menor. Se llama Sulli.

Sunhee sonrió levemente.— Así que ella es Sulli, se ve mucho más bonita en persona.

— Gracias ahjumma.— dijo sonriendo avergonzada.

— Oh no... llámame Sunhee. Tengo que darle las gracias a tu hermana porque las medicinas que me obsequió ayer, se me quitaron los dolores de cadera.

— ¿En serio? Mi hermana es una experta en hacer sus propias medicinas, pero me alegra que ya esté bien.

— ¿Ya almorzaste?

— Umm no, de hecho vine a visitar a mi hermana, pero...

— ¿No quieres almorzar aquí? La casa invita.— Sulli estuvo a punto de hablar pero Sunhee la interrumpió.— Y no quiero un no como respuesta porque ya está hecho.

— Está bien, me quedaré aquí a almorzar y después regreso a mi casa.

— Sooyoung, ya que conoces mucho mejor a tu hermana, ¿por qué no le preparas algo delicioso? Yo me encargo de que se siente cómoda.

— Sí, enseguida.

Mientras Sooyoung se iba a la cocina, Sunhee y Sulli empezaron a conversar de muchas cosas, por ejemplo los motivos por el cual ella y Soo se habían mudado a Corea, el accidente de Sulli, sus metas a seguir, entre otras cosas. En ese momento se escuchó una puerta abrirse.

— Ya regresé mamá.

Sunhee sonrió.— Oh Minho, qué bueno que ya llegaste.— fue hacia él para abrazarlo.— ¿Cómo te fue en la universidad?

— Bien, como siempre.

— Te tengo buenas noticias, ya no vas a tenerme que ayudar con la cafetería. Vas a poder enfocarte totalmente con tus estudios.

— ¿Y eso por qué?— estaba confundido.— ¿Ya hay una nueva mesera y ni siquiera me dijiste?

— Ven, quiero presentarte a alguien.— tomó a su hijo del brazo para llevarlo con Sulli.— Sulli, te quiero presentar a mi hijo, Choi Minho.

— ¿Dijiste Sulli?— pidió Minho nervioso y al instante su mirada chocó con la de Sulli quien estaba igual de sorprendida que él.

— ¡¿TÚ?!— gritaron al unísono.

 

Por otro lado...

Seohyun dejó su auto en el estacionamiento y caminó hacia el restaurante. Al ingresar, el mesero la llevó hacia la mesa en donde estaba Donghae que estaba con su celular.

— Oh qué bueno que viniste.— Donghae la saludó y la invitó a que tomara asiento.— ¿Quieres algo?

— Mmm un vaso con agua, por favor.

— Un café, por favor.

— Bien, enseguida les traigo sus pedidos.— dijo el mesero.

— ¿Qué pasa oppa?— pidió Seohyun una vez que el mesero se había ido.— Te noté muy preocupado por teléfono, ¿pasó algo con la empresa de Jessica unnie? ¿Tiffany unnie está bien?

— No... nada de eso. De hecho te cité aquí porque quiero hablar contigo de un tema personal y delicado que me está preocupando.

— ¿Todo bien?— preguntó preocupada.

— Es que...— tragó duro.— Hoy por la mañana cuando estaba preparando el desayuno noté a Yoona muy rara, bueno... en estos últimos días he notado a Yoona comportándose muy rara y eso ya no es normal para mí, cuando fui al baño para avisarle noté que tenía un enorme moretón en su abdomen.

— No entiendo, oppa... no entiendo por qué me dices todo esto si yo no tengo nada que ver en lo que le pasa a Yoona.

— Tú bien conoces a Yoona, sé que aún no la puedes perdonar por lo que pasó hace 12 años. Pero es que siempre que regresa del trabajo la veo con marcas y moretones en alguna parte de su cuerpo, pero siempre tiene la excusa de que se pegó o se cayó por las escaleras.

— Oppa, no puedes citarme aquí y decirme qué onda con Yoona, ¿no ves que ella está con Taecyeon y que yo estoy con Kyuhyun? Si Yoona lo escogió a él y no a mí fue por algo, ya no quiero recordarlo porque eso ya es cosa del pasado.

— Pero Seo...

— Por favor, oppa.— lo interrumpió.— Entiéndeme tú a mí que no puedo seguir viendo a Yoona porque cada vez que el destino pone una excusa para juntarnos termino lastimada al final. Ya no quiero tener problemas con ella ni con el idiota de Taecyeon. Duele, ¿entiendes?— estaba al borde de llorar.— Será mejor que me vaya, gracias por darme la molestia de perder el tiempo.— tomó su bolso y estaba dispuesta a irse.

— Seohyun, la razón por la que te llamé es porque necesito de tu ayuda.— dijo Donghae alzando un poco la voz haciendo que Seo se detuviera en seco.— Tengo el presentimiento de que Taecyeon esté abusando a Yoona.

Seohyun se giró para mirarlo con preocupación.

— ¿Qué?

 

Cafetería...

— Oh... no sabía que ustedes dos ya se conocían.— dijo Sunhee con una sonrisa.

— Y-Yo... mejor me voy...— Sulli estaba dispuesta a irse pero Minho se lo impidió.

— No, espera. No te vayas, quiero hablar contigo por lo que pasó en la uni.

— ¿Cómo? ¿Ustedes dos ya se conocían en la universidad?— Sunhee estaba sorprendida.

— Algo así...— contestó Sulli un poco avergonzada.— ¿Y él... él es su hijo?— señaló a Minho.

Sunhee sonrió.— Así es, Choi Minho es mi único hijo y mi más grande orgullo.

— Mamá, ¿nos puedes dejar a Sulli y a mí a solas?— le preguntó Minho como modo de súplica.

— Claro, al parecer ustedes dos tienen mucho de qué hablar. Estaré en la cocina por si me necesitan. ¿No quieres algo de comer?