En algún lado...

Tyler había colgado el teléfono molesto, ahora más lo estaba ahora que se enteró que su prometida había contratado a la chica del otro día.

— ¿Y ese tonito?— preguntó una mujer saliendo de la cocina.

Tyler suspiró enojado.—Jessica contrató a una asistente mujer.

— Yo no le veo lo malo, comúnmente los asistentes son mujeres y sabes que nosotras podemos con todo. Aunque...

— ¿Qué?

— Puede que no sepas lo peligroso que es...— comentó riéndose.— ... te lo aseguro.

— ¿Por qué?

— ¿Qué tal si son de esas chicas que se les tuerce los ojos con ver los traseros de sus amigas? Ya sabes cómo estamos actualmente con la gente que con tan solo una mirada cambian su heteroualidad.— explicó.— ¿Es guapa esa mujer?

— Ni se te ocurra ir a la empresa solamente para coquetees con ella.

— Yo no dije que lo iba a hacer, ¿pero qué tal si Jessica se termina fijando en ella?

Tyler apretó los puños.— Te suplico que no digas tonterías. Eso es imposible.

— ¿Por qué imposible?— lo desafió.— Muchos jefes de cualquier empresa tienen una aventura con sus asistentes o viceversa, pero en ese caso ambas son mujeres.

— ¡Estás completamente loca!— dijo yéndose molesto.

 

Universidad...

La clase de canto había finalizado y algunos alumnos comenzaban a irse.

— Luna.— una chica de cabello castaño se acercaba a la menor.— La profesora Song quiere verte en el salón de literatura.

— Aww Ailee unnie...— se quejó haciendo pucheros.— ¿Por qué tengo que ser yo? Estaba a punto de ir a la cafetería.

— ¿Tú por qué crees?— preguntó pícara.— La señorita Song quiere verte para algo más.

— ¡¿Q-Qué?!— preguntó nerviosa.

Ailee se echó a reír.— Claro que no, es broma. Vaya, si hubieras visto tu cara.

Luna infló sus mejilla indignada.— No vuelvas a hacerme bromas de mal gusto. Será mejor que vaya de una buena vez.— tomó sus cosas y salió.

 

Amber y Krystal se separaron de golpe, ambos rostros se palidecieron al instante al escuchar aquella voz. Las manos de Krystal temblaban y el corazón de Amber se aceleraba al punto de sentir que le faltaba el aire. Ambas chicas voltearon a ver a Henry entrando a la enfermería.

— Perdón si llegué a interrumpirlas en su momento íntimo...— dijo el chico haciendo que Krystal y Amber se sonrojaran.— ... pero quería saber cómo estaba Amber, después de todo fue mi culpa.

— No te preocupes, no viniste a interrumpir nada.— dijo Amber con la cabeza baja.

— ¿Cómo que todo esto fue tu culpa?— preguntó Krystal frunciendo el ceño.

— Si ella no hubiera llegado a tiempo para defenderme, en estos momentos yo hubiera estado en la enfermería.

— A ver, no estoy entendiendo. ¿Qué está pasando aquí?— preguntó mirándolos.— Amber...

— Sabía que me ibas a odiar más.— murmuró Amber levantando la vista.— Tu novio Kai, fue el quien me hizo esto.

El rostro de Krystal palideció.— ¿Qué?— preguntó sin poder creerlo.— No... Kai es incapaz de golpear a alguien.

— Pues créelo.— habló Henry.— Él y sus amigos estuvieron a punto de golpearme, Amber quiso defenderme pero recibió un puñetazo por parte de Kai.

— No... todo lo que están diciendo debe de ser mentira.— dijo con frialdad, cosa que asustó mucho a Amber.— No les creo nada.— Krystal dejó las cosas sobre la mesa y salió corriendo de la enfermería.

— ¡Espera!— Amber intentó ponerse de pie pero el dolor de sus piernas se lo impidió sentándose de golpe en el sofá.

— Oye, ¿estás bien?— preguntó Henry preocupado.— ¿Qué fue lo que pasó?

— Esa chica quiere mucho a su novio que es incapaz de creer a uno.— dijo con desánimo.— ¿Por qué crees que salió tras de él?

— Es que debes de entenderla Amber, su vida amorosa no ha sido tan fácil.

— ¿A qué te refieres?— preguntó confundida mientras Henry se sentaba a su lado.— ¿Qué sabes de esa chica?

Henry se encogió de hombros.—Ella es una de las chicas más populares de la Universidad de Música y Artes de la que hablan muchos, es también conocida por ser la hermana menor de la diseñadora Jessica Jung.

— Ajá... ¿pero por qué sigue con su novio?— le preguntó.— No entiendo.

— Kai es uno de los chicos más populares, ambos tienen una gran química por ser los más guapos.

— Sigo sin entender hasta qué punto me quieres dar a entender con todo esto.

— Cuenta la leyenda que la pequeña Jung vivió uno de sus episodios más fuertes en su vida amorosa. Cuando tenía 15 años descubrió que su ex Myungsoo la había estado engañando con otra en su propia casa.

— ¿Qué?—

— Por eso es que está muy aferrada a la idea de que Kai es el amor de su vida, no me quiero imaginar lo que le pueda a pasar si sufre una segunda infidelidad.

— ¿Tan grave fue?

— Absolutamente.

— Ese hijo de...— murmuró con rabia.— ¿Cómo se atrevió ese idiota a hacerle eso?

— ¿Ves lo que te digo?

— Ahora entiendo todo.— comentó.— ¿Pero por qué me dices todo eso?

— ¿Me crees idiota?— preguntó riéndose.— Si vi perfectamente que se estuvieron a punto de besar. Si no hubiera entrado, tal vez hasta hubieran tenido o.

— ¡Yah!— gritó sonrojada.

— Tranquila que no voy a decirle nada al novio, sabes que lo odio por ser agresivo y engreído y esa chica no se merece tener un novio así.— se puso de pie.— Colócate la bolsa de hielo y así se te deshinchará el labio más rápido.— comentó.

 

Luna venía caminando por los pasillos dirigiéndose al salón de clases. En su interior se sentía muy nerviosa por volver a verla, casi no había podido dormir en toda la noche y no sabía qué era lo que había sentido cuando sintió el beso de Victoria en la mejilla. Luna se detuvo en seco al escuchar una voz en el salón de clases.

— ¿Cuándo regresas?... ¿En una semana?...— era la voz de Victoria. Luna supuso que estaba hablando con alguien por celular porque solamente se escuchaba la voz de ella. Se pegó un poco a la puerta para oírla mejor.— Es que ya compré algunos vestidos de novia y me falta por probarlos...

— ¿Qué?— pensó Luna con asombro.

— Ya sé, por eso necesito que estés aquí lo más pronto posible para poder ver las invitaciones, hablar con el organizador de bodas, ver el traje de bodas...— se escuchó una pequeña risa.— Yo también te extraño, amor...— dijo haciendo su aegyo.

Luna apretó los labios mientras bajaba la mirada, sintió un enorme hueco en el estómago luego de haberlo descifrado. La profesora Song estaba comprometida, no sabía el por qué sintió una pequeña opresión en el pecho, pero no era un sentimiento agradable.

— Amor, tengo que irme porque estoy en el trabajo... yo también te amo.

Luna comenzó a sentirse mareada. No, no era el momento de estar así, apenas era su primera semana en la escuela y no puede enfermarse de esa manera, pero en serio sentía unas náuseas... respiró hondo y dio un par de golpecitos en la puerta.

— Adelante.

Luna ingresó y caminó hacia el escritorio de la mayor.

— Ailee unnie dijo que quería verme.

Victoria acomodó algunos papeles mientras sonreía.— Toma asiento, por favor.— Luna se sentó en una de las bancas vacías.— Así es, quiero hablar contigo sobre la proposición que te hice ayer. Si estás interesada en tomar clases de chino mandarín.

Luna sintió un nudo extraño en la garganta.— No... creo que no lo voy a poder tomar.

— ¿Eh?— preguntó con extrañeza.— Pero si estabas emocionada con la idea...

Luna posó sus manos sobre la paleta mientras bajaba la mirada.— Lo sé, pero es mi último año y me la pasaré muy ocupada con los proyectos que me vayan dejando.

— ¿Te pasa algo?— preguntó con preocupación.— Te noto un poco apagada.

Luna se quitó una lagrimilla que tenía en el ojo.— Solo estoy un poco cansada.— contestó sin mirarla aún.

— ¿Al menos puedes mirarme?

Luna no decía nada mientras negaba con la cabeza sin mirarla. La morena escuchó unos pasos acercándose, Victoria se había puesto de cuclillas para estar a su altura tomó las manos de la menor sintiendo una corriente eléctrica en la espina dorsal. Sentía la suavidad de aquel roce de manos, la calidez que nunca había sentido, con eso había bastado para que Luna levantara la vista y quedara clavada en los ojos de Victoria, se sentía débil al ver aquellos ojos marrones... fue aterrizada a la realidad al ver su anillo de compromiso puesto en el dedo anular izquierdo. No... ella no debería de sentirse así con alguien que ya estaba comprometida, que fuera su profesora y sobre todo... que fuera una mujer. Inmediatamente retiró sus manos mientras se ponía de pie.

— ¿Eso sería todo?— preguntó Luna intentando no sonar nerviosa.— Me tengo que ir.

Victoria suspiró derrotada.—Está bien.— contestó algo decepcionada.— Puedes irte.

— Gracias.— Luna tomó su mochila y caminó hacia la puerta alejándose completamente.

Caminó por los pasillos hasta detenerse en las escaleras, cerró los ojos fuertemente, se sintió una imbécil. Suspiró tratando de calmarse, sabía que Victoria no tenía la culpa de nada, era ella y su lucha interna, no entendía el por qué se comportó de esa manera como si estuviera... celosa. Llevó su mano a la cabeza intentando sacar esos pensamientos que la estaban matando. Sintió que algo vibraba en el bolsillo trasero de su pantalón, sacó su celular y vio que era un mensaje de Jonghyun.

De: Jjong.

¿Dónde te metiste? Te estamos esperando en la cafetería para hablar sobre la cena con Krystal. La pequeña y Amber no han regresado de la enfermería 😰😰😰

Luna suspiró, a lo que le contestó por mensaje que ya iba en camino. Guardó su celular en el bolsillo y se fue corriendo a la cafetería.

 

Krystal ingresó a las canchas de basquetbol de la escuela y comenzó a buscar a Kai con la mirada, no tardó en minutos en ubicarlo. Por otro lado, Kai se encontraba con sus amigos tomando un pequeño descanso, luego de un difícil entrenamiento estaban más que sudados. Se sentaron en un banco y comenzaron a secarse con un trapo.

— Oye Kai, mira quién viene acá.— le susurró Chen señalando.

Kai miró hacia dónde señalaba su amigo. Allí estaba Krystal caminando hacia ellos.

— Debe ser Krys que vino a pedirme perdón por lo de ayer.— dijo Kai.— Ya sabes cómo son las mujeres.

— Necesitamos hablar.— habló Krystal con los brazos cruzados.

— Amor, estoy ocupado. ¿No puede ser después del entrenamiento?

— No, tiene que ser ahora.

— Nuestro descanso termina en 5 minutos y...

— ¡Te dije que no y tiene que ser aquí mismo!— gritó causando que Kai y sus amigos se quedaran encogidos en el banco.— ¿Me vas a escuchar, sí o no?— preguntó más calmada.

— Está bien.— contestó tragando saliva.— ¿Qué es lo que pasa?

— ¿Por qué golpeaste a Amber en el pasillo de la escuela?

Tanto Kai como sus amigos abrieron los ojos como platos sorprendidos y a la vez se pusieron nerviosos.

— ¿De qué hablas?— preguntó Kai riendo nerviosamente.

— No te hagas el que no sabe. ¿Por qué lo hiciste?— insistió.— La vi entrar a la clase de canto con el labio sangrado. ¿Qué fue lo que pasó ahí?, y quiero la verdad.

— Te lo debió de haber contado la machorra, ¿verdad?— preguntó ofendido.— ¿Le vas a creer a esa que a tu novio?

— ¡Ella no me lo contó!— gritó.— Prometiste que ya no lo volverías a hacer.

— Tao me obligó.— dijo señalando al rubio.

— ¡¿Qué?! ¡Si tú me obligaste que fuera por el idiota de Henry para golpearlo de no ser porque apareció esa chica!— se defendió Tao.

Kai le dio una mirada amenazante a su amigo al ver que éste había hablado de más.

— Así que era cierto.— murmuró Krystal con rabia.

— Amor, déjame explicarte.— intentó acercarse.— Él...

— ¡No me toques!— lo empujó.— No puedo creer que me hayas mentido, lo prometiste.

— Y te juro que lo voy a hacer, sólo necesito tiempo.

— ¿Tiempo?— preguntó con sarcasmo.— No hay necesidad de pedir el tiempo si ya está hecho. Lo que no te voy a perdonar es que le hayas hecho a Amber una cosa así.— dijo dándose la vuelta.

Kai no se quedó atrás y se puso de pie.— Así que esa idiota ahora es la única que te importa, ¿verdad?— la encaró.

Krystal se detuvo en seco y apretó los puños, Kai había dicho su punto débil. Durante estos días, había reflexionado muchas cosas, de que Myungsoo no había sido su primer amor... ni que Kai fuera el amor de su vida, si los dos supieran que Amber había sido la única que estuvo con ella desde hace 10 años, aunque la tomboy no lo recuerde.

— Sí, Amber es la que me importa. Si supieras que la conozco mucho más que tú y tus odiosos defectos.— fue lo único que contestó Krystal antes de irse. Lo que dejó a Kai muy molesto y sin palabras mientras que el resto de sus amigos quedaron en shock, para el moreno esto no iba a quedar así. Krystal iba a regresar con él sea como sea...

— Parece que alguien se reveló ante el novio.— susurró Sehun.

— Cállate imbécil.— Kai bufó.

 

Horas después...

Residencia Kwon...

Yuri acababa de entrar a su departamento luego de un largo día en su primer día de trabajo en la empresa y todavía lo que le faltaba ya que en unas horas era la cena de Jessica y tenía que arreglarse lo más pronto que se pueda, también decirle a Amber, a quien suponía que ya tenía que haber llegado, para que se arregle y quede muy guapa, pues quería dejar a Jessica con una buena impresión.

— Amber, ya estoy aquí.— dijo Yuri sacándose las zapatillas.

Amber salió de su habitación y bajó las escaleras.— Bienvenida a casa, unnie. ¿Cómo estuvo tu primer día?

— Estuvo genial, hoy fue mi primer día trabajando como secretaria y...— Al momento de levantar la vista, Yuri descubrió que el labio de Amber estaba morado e hinchado.— ¿Qué te pasó en el labio?— preguntó aventando su bolso acercándose a ella.— ¿Quién te hizo esto?

— Ahh... me caí.— fue lo que contestó Amber.

— Pero mira nada más cómo te lo hiciste.— dijo preocupada, al parecer se lo había creído.— No ha pasado ni una semana y ya traes el rostro desfigurado, no quiero que te metas en problemas y me manden a llamar. ¿Quedó claro?

— Sí, unnie.— contestó apenada.— Lo siento.

— Tendré que cubrirte esa hinchazón con maquillaje, no quiero que Jessica tenga la mala impresión de verte.

— ¿Jessica? ¿Mala impresión?— preguntó confundida.

— La señorita Jessica nos invitó a ti y a mí a una cena que se llevará a cabo en su departamento porque quiere conocerte.

— ¿A mí?— suspiró.— Ya sabía yo que mi cara atrae los encantos de una mujer.— bromeó.

— Yah, solo no presumas por favor. Quiero dejar con una buena impresión a ella y a su hermana.

— No sabía que tu jefa tuviera una hermana.

— No sólo estarán presentes ella y su hermana, también su prometido y algunos de sus amigos. Así que necesito que te bañes, te maquilles y te pongas guapa.

— Pero si yo casi ni me maquillo.

— Lo digo por tu labio hinchado, no vayan a pensar que eres boxeador y se asusten.

— ¿Puedo ponerme el traje que me compraste una vez? Se me vería bien.— preguntó con emoción.

Yuri sonrió revoloteando el cabello de la menor.— Está bien.

— ¡Genial!— Amber subió corriendo las escaleras mientras la morena negaba con la cabeza sonriente.

— A veces no sé qué haría sin esta llama...— se dijo a sí misma.

 

Residencia Jung...

Jessica y Krystal se encontraban en la sala abrazadas y sentadas en el sofá, pues la menor había regresado muy de malas a su departamento y le había contado todo a la diseñadora quien estaba dándole consuelo.

— Así que no va a venir a la cena de hoy, ¿verdad?— preguntó Jessica.

— Tampoco quiero verlo, después de lo que hizo...— contestó Krystal hundiéndose en el pecho de su hermana.

— Lo sé, pero te enfrentaste a él porque demuestra ve que aún te importa Amber.— dijo un poco sonriente.

Krystal se separó de su hermana mientras se ponía de pie.— Por dios, unnie, qué disparates dices. Yo solo la defendí porque Kai no tenía el derecho de golpearla, eso es todo.

— Di todo lo que quieras pero yo no te creo nada.

— Yah...

— Nada de "Yah". Tenemos que ducharnos y maquillarnos que los invitados no tardan en llegar.

— No sabía que tanto los invitados como el idiota de tu prometido fueran tan importantes.

— No empecemos, Soojung. No solo vendrán conocidos, también vendrá mi asistente con una amiga suya.

Krystal alzó la ceja sorprendida.— No sabía que ya tenías un asistente. ¿Por qué no me lo dijiste?— preguntó ofendida.

— Era una sorpresa y para tu información, mi asistente es mujer y se llama Yuri Kwon.

— Yo no te pregunté por su nombre, pero gracias por la información. ¿Y cómo es ella? ¿Qué te pareció? ¿Le gusta su trabajo? ¿Su estilo te llamó la atención?

— Oye, cálmate. Son muchas preguntas para formular, el chiste es que no quiero causarle una mala impresión, ¿entendiste?, hoy fue su primer día en el trabajo y sería un comienzo para que la conocieras.

— Está bien, unnie. Solo porque me lo pides, no haré nada...— dijo con inocencia.— ¿Y cómo le harás con la comida?

— La pediré a domicilio.

— ¿Por qué? ¿Tienes miedo a que incendies todo Seúl?— preguntó burlona yéndose a su habitación.

— ¡YAH!

 

En la noche...

Residencia Kwon...

— ¡Apúrate Amber que se nos hará tarde!— gritó Yuri desde la sala.— Aunque sea una tomboy, sigue llevando su lado femenino.

— ¡Espera un segundo, unnie!— gritó Amber desde su habitación.— ¡Ya casi termino!

— ¡Es para hoy pedazo de llama! No quiero tener problemas con el taxista por tu culpa.— comentó mientras revisaba su celular, recibió un mensaje de Jessica apuntando la dirección en donde se iba a llevar a cabo la cena.— ¡Liu!

— Ya voy.— Amber bajó corriendo las escaleras.— Ya estoy lista.

— Aguarda, traes el moño torcido.— indicó Yuri acomodándole aquel desperfecto.— Listo, no me arrepiento de haberte comprado ese traje. Te ves increíblemente guapa.

— Tú no te quedas atrás, unnie. Estoy segura que le darás una buena impresión a tu jefa.

— ¡Oye, eso no...!

— Vámonos, que el taxista nos está esperando.— interrumpió abriendo la puerta.

 

Residencia Jung...

— ¡Krystal, apúrate!— gritó Jessica sin dejar de caminar de un lado a otro en toda la sala.

— ¡Dame unos minutos, unnie!— fue lo que Krystal contestó desde su habitación.— ¡Me falta ponerme el vestido!

— Y después se queja que yo me tardo más que ella...— musitó.

El timbre sonó y Jessica no tardó en abrir la puerta.

— Sabían que no me iban a defraudar.— Jessica suspiró aliviada.

— ¿Lo ven, chicos? Les dije que Jessie no puede vivir sin nosotros.— dijo Tiffany siendo acompañada por Seo, Siwon y Donghae.

— Tiffany unnie estuvo a punto de hacerte una broma con decirte no íbamos a poder venir a la cena, pero yo se lo prohibí.— argumentó Seo.

— Haciendo eso, Tiffany no iba a quedar viva.— comentó Siwon.

— ¿Dónde está Krystal?— preguntó Donghae.

— Ya sabes, tardándose como siempre en arreglarse.— contestó Jessica.— ¿No quieren algo de tomar? Traje una botella de vino.

— Oh yo sí.— dijo Tiffany con cierta emoción.

— Solo por esta ocasión te la acepto.— secundó Seo.

— Yo igual.— dijo Siwon.

— Sí, deja que yo te ayude.— se ofreció Donghae.

Jessica sonrió mientras se dirigía con Donghae a la cocina, minutos después ambos regresaron con las copas de vino tinto a la mano. En ese momento volvieron a tocar el timbre y Jessica caminó hacia la puerta.

— Hola chicos, adelante.— dijo Jessica dejando entrar a Luna y a los chicos, quienes saludaron a los presentes.

— ¿Dónde está Soojung?— preguntó Luna.

— Está en su habitación pero ya no tarda en bajar, si quieren pueden tomar asiento y